173 Críticas de los usuarios
Críticas de los usuarios:
Backstreet Primos
26 de enero de 2011
"Primos" Raúl Arévalo y Quim Gutiérrez dirigidos por Daniel Sánchez Arévalo. 2011.
¿Quién dijo que en el cine español no se hacen buenas comedias? Daniel Sánchez Arévalo demuestra que cuando hay talento puede hacerse cine de calidad, que no sea sonrojante ni haga que el espectador salga irritado y despotricando de la sala. El director cambia el registro y ofrece su película menos compleja, quizá en un intento de acercarse al público (no en vano fue, en sus inicios, guionista de algunas series televisivas).
Aunque se trate de una comedia coral, Sanchez Árevalo continúa cuidando a sus personajes, les da corazón y consigue que tengan cercanía y verdad, y es aquí donde reside el encanto de "Primos". El director vuelve a contar con sus actores fetiche (Gutiérrez, Arévalo y De la Torre), los cuales demuestran su maginífico entendimiento. Muy interesante y nostálgica la similitud del declive del personaje de Antonio de la Torre y el fracaso del mundillo del videoclub, así como las referencias cinéfilas a lo largo del metraje.
Aprobado también en la parte feménina. Sorprende el carismático debut protagonista de Inma Cuesta en el cine con un cálido personaje, así como una excelente Clara Lago apartando su manido registro de niña sabelotodo.
El paraje cantábrico donde se desarrolla la historia le aporta un punto confortable, familiar y natural, además de bello. Un calor pueblerino que contribuye a la relación entre los personajes.
"Primos" es una buenísima opción, una comedia de calidad con algún transfondo dramático.
Correcto, correctísimo trabajo.
Lo mejor: La escena del barco pirata e Inma Cuesta.
Lo peor: es previsible en muchos momentos.
¿Quién dijo que en el cine español no se hacen buenas comedias? Daniel Sánchez Arévalo demuestra que cuando hay talento puede hacerse cine de calidad, que no sea sonrojante ni haga que el espectador salga irritado y despotricando de la sala. El director cambia el registro y ofrece su película menos compleja, quizá en un intento de acercarse al público (no en vano fue, en sus inicios, guionista de algunas series televisivas).
Aunque se trate de una comedia coral, Sanchez Árevalo continúa cuidando a sus personajes, les da corazón y consigue que tengan cercanía y verdad, y es aquí donde reside el encanto de "Primos". El director vuelve a contar con sus actores fetiche (Gutiérrez, Arévalo y De la Torre), los cuales demuestran su maginífico entendimiento. Muy interesante y nostálgica la similitud del declive del personaje de Antonio de la Torre y el fracaso del mundillo del videoclub, así como las referencias cinéfilas a lo largo del metraje.
Aprobado también en la parte feménina. Sorprende el carismático debut protagonista de Inma Cuesta en el cine con un cálido personaje, así como una excelente Clara Lago apartando su manido registro de niña sabelotodo.
El paraje cantábrico donde se desarrolla la historia le aporta un punto confortable, familiar y natural, además de bello. Un calor pueblerino que contribuye a la relación entre los personajes.
"Primos" es una buenísima opción, una comedia de calidad con algún transfondo dramático.
Correcto, correctísimo trabajo.
Lo mejor: La escena del barco pirata e Inma Cuesta.
Lo peor: es previsible en muchos momentos.
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142 de 191 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me lo haré mirar
4 de febrero de 2011
¿Alguna vez os habéis sentido seres extraños en una sala de cine, como bichos raros e incomprendidos en una platea que reacciona al unísono ante los estímulos de un filme? Mi sensación durante el preestreno en Barcelona de Primos, la tercera cinta de Daniel Sánchez Arévalo, fue precisamente esa. Quizá no es que la comedia fuera mala, quizá el problema grave lo tenía yo. Si ninguno de los chistes, ninguno de los gags, me hizo puñetera gracia, mientras todo el mundo a mi alrededor se descojonaba en sus asientos, lo más probable es que mi humor no pase por su mejor momento. O peor todavía, que me esté convirtiendo en uno de esos seres amargados y pedantes que no miran más allá de un determinado cine de autor.
Pero me niego a aceptarlo. Me gusta el humor inteligente, es cierto, al más puro estilo 7 vidas o El club de la comedia, por poner un ejemplo de nuestro país (curioso que no me venga ahora a la memoria ninguna comedia española destacable en la gran pantalla). Pero también me desternillo con el humor más chabacano y absurdo, como el de Aída o Torrente. No es verdad que mi mente sea obtusa. La cuestión es que no sé muy bien donde ubicar el humor que ha ideado Arévalo para Primos. Por momentos es costumbrista, por momentos rudo. En alguna ocasión roza el ingenio, pero en general es cafre y simplón. Pero sobre todo es contagioso. Menos para un servidor.
"Estoy igual de contento que un cerdo en la mierda", suelta uno de los tres primos protagonistas en un momento dado para dar paso de inmediato a una carcajada general entre el público. Es sólo un ejemplo de las perlas humorísticas que va vomitando el guión sin tiempo para digerirlas, para asimilar el nivel de esfuerzo intelectual vertido en el texto. Otra muestra la encontramos en el propio tráiler de la película, cuando Raúl Arévalo le suelta a unas guiris despampanantes “How do you do, rubias”. Sin duda, para partirse de risa.
El director Sánchez Arévalo, en mi opinión, está acumulando pasos en falso. Si la extraña mezcla de drama y comedia que supuso Gordos ya desinfló las expectativas generadas tras Azuloscurocasinegro, este salto a la comedia hilarante se me antoja casi suicida. Pero viendo las reacciones de crítica y público debo tragarme mis palabras. Primos es divertida, graciosa y, sobre todo, rentable, así que no debo preocuparme, de momento, por su futuro profesional. La película será un éxito y las cifras de taquilla harán que me sienta todavía más incomprendido. Extraño caso el mío.
Pero me niego a aceptarlo. Me gusta el humor inteligente, es cierto, al más puro estilo 7 vidas o El club de la comedia, por poner un ejemplo de nuestro país (curioso que no me venga ahora a la memoria ninguna comedia española destacable en la gran pantalla). Pero también me desternillo con el humor más chabacano y absurdo, como el de Aída o Torrente. No es verdad que mi mente sea obtusa. La cuestión es que no sé muy bien donde ubicar el humor que ha ideado Arévalo para Primos. Por momentos es costumbrista, por momentos rudo. En alguna ocasión roza el ingenio, pero en general es cafre y simplón. Pero sobre todo es contagioso. Menos para un servidor.
"Estoy igual de contento que un cerdo en la mierda", suelta uno de los tres primos protagonistas en un momento dado para dar paso de inmediato a una carcajada general entre el público. Es sólo un ejemplo de las perlas humorísticas que va vomitando el guión sin tiempo para digerirlas, para asimilar el nivel de esfuerzo intelectual vertido en el texto. Otra muestra la encontramos en el propio tráiler de la película, cuando Raúl Arévalo le suelta a unas guiris despampanantes “How do you do, rubias”. Sin duda, para partirse de risa.
El director Sánchez Arévalo, en mi opinión, está acumulando pasos en falso. Si la extraña mezcla de drama y comedia que supuso Gordos ya desinfló las expectativas generadas tras Azuloscurocasinegro, este salto a la comedia hilarante se me antoja casi suicida. Pero viendo las reacciones de crítica y público debo tragarme mis palabras. Primos es divertida, graciosa y, sobre todo, rentable, así que no debo preocuparme, de momento, por su futuro profesional. La película será un éxito y las cifras de taquilla harán que me sienta todavía más incomprendido. Extraño caso el mío.
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212 de 344 usuarios han encontrado esta crítica útil
" "
13 de agosto de 2011
-No me gustan las películas en las que los personajes se comportan como anormales, sin orden ni concierto.
-No me gustan las comedias con altibajos de ritmo, más bajos que altis.
-No me gusta aburrirme viendo una peli.
-No me gusta que a Quim Gutiérrez se le note tanto que imita a Alberto San Juan.
-No me gusta que los actores carezcan de dicción.
-No me gustan la mayoría de las cosas de esta película, pero… es que con lo de la actuación de los primos sobre el escenario me he reído. Qué inesperada sensación, si estaba a punto de echarme a dormir… así que, en agradecimiento, añadiré algo bueno:
-Me gusta Raúl Arévalo, como siempre.
-Me gusta que las chicas de la peli se traten entre sí como personas equilibradas, y no como jodías bobas capaces de cualquier sandez por conseguir un macho.
-… y ya está… es que tampoco me ha gustado tanto…
Muy bonito Comillas.
-No me gustan las comedias con altibajos de ritmo, más bajos que altis.
-No me gusta aburrirme viendo una peli.
-No me gusta que a Quim Gutiérrez se le note tanto que imita a Alberto San Juan.
-No me gusta que los actores carezcan de dicción.
-No me gustan la mayoría de las cosas de esta película, pero… es que con lo de la actuación de los primos sobre el escenario me he reído. Qué inesperada sensación, si estaba a punto de echarme a dormir… así que, en agradecimiento, añadiré algo bueno:
-Me gusta Raúl Arévalo, como siempre.
-Me gusta que las chicas de la peli se traten entre sí como personas equilibradas, y no como jodías bobas capaces de cualquier sandez por conseguir un macho.
-… y ya está… es que tampoco me ha gustado tanto…
Muy bonito Comillas.
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63 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Daniel Sánchez Arévalo? Correcto. Correctísimo.
4 de febrero de 2011
1ª PARTE
Vacaciones de verano.
Adolescencia.
Primer amor.
2 ª PARTE
Trabajo.
Madurez y responsabilidades.
Segundo amor con plantón en el altar.
RECAPITULACIÓN
¿Dónde me equivoqué?
Me vuelvo a la primera parte y me hecho unas risas con unos colegas.
=============================================================
La verdad es que comienza mal la cosa. Los primeros minutos del metraje no son nada halagüeños y parece que la cosa se va a basar en un humor poco productivo. De hecho estos primeros minutos son un corto que presentó en Notodo FilmFest como miembro del jurado. Algo parecido ya lo había hecho con Azul oscuro casi negro y su corto Física II, donde la película desarrolla el corto pero este siempre mantiene una entidad en si mismo
Pero es sólo un momentito, a partir de ahí, la cosa mejora de forma creciente y exponencial. Los personajes se van formando con ese toque maestro que Daniel Sánchez Arévalo tiene y crea una comedia coral redonda. Sabe cambiar de registro y ha pasado del drama (Azul oscuro, casi negro) a la tragicomedia ácida (Gordos), para llegar a la comedia más pura pero no exenta de carga de fondo.
Es una comedia romántica bien resuelta, es una comedia de hipocondríaco al más puro estilo Woody Allen , es una comedia de amistad y camaradería… y todo en poco más de hora y media. Para ello a recurrido a sus recuerdos de infancia, a sus amigos de siempre (Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo, Antonio de la Torre) y a nuevos amigos como la televisiva Inma Cuesta (Amar en tiempos revueltos, Águila Roja) y Adrián Lastra (Quienes ya se conocían previamente del musical de Nacho Cano, Hoy no me puedo levantar). La verdad es que el elenco lo borda en sus interpretaciones, siendo la más floja la de Clara Lago que, aunque no lo hace mal, no llega a la altura de los demás. Es de destacar al niño Marcos Ruiz en su papel de niño con traumas e hipocondrías que juega a las enfermedades.
La verdad es que la cinta deja un buen sabor de boca y sales del cine con una sonrisa amplia y a gusto de reír, y eso es de agradecer en estos tiempos en los que no todas (por no decir casi ninguna) de las películas que se estrenan lo consiguen.
Vacaciones de verano.
Adolescencia.
Primer amor.
2 ª PARTE
Trabajo.
Madurez y responsabilidades.
Segundo amor con plantón en el altar.
RECAPITULACIÓN
¿Dónde me equivoqué?
Me vuelvo a la primera parte y me hecho unas risas con unos colegas.
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La verdad es que comienza mal la cosa. Los primeros minutos del metraje no son nada halagüeños y parece que la cosa se va a basar en un humor poco productivo. De hecho estos primeros minutos son un corto que presentó en Notodo FilmFest como miembro del jurado. Algo parecido ya lo había hecho con Azul oscuro casi negro y su corto Física II, donde la película desarrolla el corto pero este siempre mantiene una entidad en si mismo
Pero es sólo un momentito, a partir de ahí, la cosa mejora de forma creciente y exponencial. Los personajes se van formando con ese toque maestro que Daniel Sánchez Arévalo tiene y crea una comedia coral redonda. Sabe cambiar de registro y ha pasado del drama (Azul oscuro, casi negro) a la tragicomedia ácida (Gordos), para llegar a la comedia más pura pero no exenta de carga de fondo.
Es una comedia romántica bien resuelta, es una comedia de hipocondríaco al más puro estilo Woody Allen , es una comedia de amistad y camaradería… y todo en poco más de hora y media. Para ello a recurrido a sus recuerdos de infancia, a sus amigos de siempre (Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo, Antonio de la Torre) y a nuevos amigos como la televisiva Inma Cuesta (Amar en tiempos revueltos, Águila Roja) y Adrián Lastra (Quienes ya se conocían previamente del musical de Nacho Cano, Hoy no me puedo levantar). La verdad es que el elenco lo borda en sus interpretaciones, siendo la más floja la de Clara Lago que, aunque no lo hace mal, no llega a la altura de los demás. Es de destacar al niño Marcos Ruiz en su papel de niño con traumas e hipocondrías que juega a las enfermedades.
La verdad es que la cinta deja un buen sabor de boca y sales del cine con una sonrisa amplia y a gusto de reír, y eso es de agradecer en estos tiempos en los que no todas (por no decir casi ninguna) de las películas que se estrenan lo consiguen.
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86 de 131 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuanto más primo más me arrimo
5 de septiembre de 2011
Joder, casi un 7 en FA! Y Carlos Boyero, que suelta esto: "Luz, excentricidad, gracia y ternura. (...) Me gusta todo en esta comedia osada, extraña, eficaz y conmovedora." La hossstia, habremos visto la misma película?
Porque a mí no me gusta nada en esta comedia pesada, castaña, soez y desoladora. Más que primos los protagonistas parecen primates, y más que una película de Daniel Sánchez-Arévalo esto parece una boñiga de Mariano Ozores. No, la verdad es que parece un capítulo de "Los Serrano", y de hecho los actores actúan exactamente igual que Resines, Bonilla y el Fiti. Existe algún tipo de complot en el cine actual para ridiculizar al elemento masculino patrio hasta límites cercanos a la humillación y el vituperio?
Cutre, aburrida, sin gracia, basta e infumable de principio a fin. Ni va de más a menos ni de menos a más, es un continuum de despropósitos, chorradas y diálogos burdos que ruborizarían al más pintao. Lo siento sobre todo por Raúl Arévalo, que es un actor que promete y que me gusta muchísimo, pero bueno, él ha sido el que se ha metido en este engendro por su propio pie. Igual estaba borracho cuando leyó el guión y cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo ya era demasiado tarde para echarse atrás y se exponía a una demanda por incumplimiento de contrato. Si no, no se explica.
Porque a mí no me gusta nada en esta comedia pesada, castaña, soez y desoladora. Más que primos los protagonistas parecen primates, y más que una película de Daniel Sánchez-Arévalo esto parece una boñiga de Mariano Ozores. No, la verdad es que parece un capítulo de "Los Serrano", y de hecho los actores actúan exactamente igual que Resines, Bonilla y el Fiti. Existe algún tipo de complot en el cine actual para ridiculizar al elemento masculino patrio hasta límites cercanos a la humillación y el vituperio?
Cutre, aburrida, sin gracia, basta e infumable de principio a fin. Ni va de más a menos ni de menos a más, es un continuum de despropósitos, chorradas y diálogos burdos que ruborizarían al más pintao. Lo siento sobre todo por Raúl Arévalo, que es un actor que promete y que me gusta muchísimo, pero bueno, él ha sido el que se ha metido en este engendro por su propio pie. Igual estaba borracho cuando leyó el guión y cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo ya era demasiado tarde para echarse atrás y se exponía a una demanda por incumplimiento de contrato. Si no, no se explica.
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119 de 206 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primos los que hemos pagado
5 de marzo de 2011
Heredera del peor cine de los últimos años y muy digna sucesora de artefactos como Tiro en la cabeza, Un conejo sin orejas, Que se mueran los feos o Todos estamos invitados, este artesanal bodrio se pone a la cabeza del cine basura y tiene como carta de presentación la actuación más sonrojante desde el repulsivo Sergi López de Mapa de los sonidos de Tokio. El protagonista de este desatino es Quim Gutiérrez y su fiel escudero el chico que hace de primo tonto y del que deberían existir dudas razonables sobre si es actor.
No entiendo nada de lo que ha querido hacer el director. No entiendo por qué Raúl Arévalo, nuestro amago de Sean Penn patrio, imita a Jesús Bonilla y a Antonio Molero (Los Serrano) para componer su personaje. Todavía no entiendo si lo que hace Gutiérrez es una parodia de algo o lo está haciendo en serio. Llora de repente poniendo caras muy raras, recita y declama el texto artificiosamente, y dice cosas sin sentido. La peor actuación que he visto nunca. El anticlimax.
¿Y el director? Bien, gracias.
Dirigida y escrita por Daniel Sánchez Arévalo.
Y encima lo dice.
No entiendo nada de lo que ha querido hacer el director. No entiendo por qué Raúl Arévalo, nuestro amago de Sean Penn patrio, imita a Jesús Bonilla y a Antonio Molero (Los Serrano) para componer su personaje. Todavía no entiendo si lo que hace Gutiérrez es una parodia de algo o lo está haciendo en serio. Llora de repente poniendo caras muy raras, recita y declama el texto artificiosamente, y dice cosas sin sentido. La peor actuación que he visto nunca. El anticlimax.
¿Y el director? Bien, gracias.
Dirigida y escrita por Daniel Sánchez Arévalo.
Y encima lo dice.
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60 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
Humor al servicio del azar
5 de febrero de 2011
Es curioso que 'Primos', el tercer largometraje de Daniel Sánchez Arévalo tras su éxito con la sobrevalorada 'Azuloscurocasinegro' y la fallida 'Gordos' (además de guionista de aquel episodio de Hospital Central que era 'El mal ajeno'), se remate con una frase del tipo "es lo primero que he pillao", haciendo una metáfora existencial en torno al amor por medio de un sobao pasiego. En cierta forma, su director y autor transmite los valores de la película con esa sentencia final del protagonista y su probable alter ego. Con esto quiero decir que se percibe un aire de improvisación en las situaciones –no en las actuaciones–, que por una parte es lo que le otorga al conjunto esa conexión inmediata con el público; y por otra, pone los escenarios al servicio del azar, es decir, unos chistes funcionan y otros no, básicamente porque hay decenas y decenas de ellos. Buena parte de estos pecan de infantiloides y no están lejos del 'Camera café' y demás suertes televisivas. Por el contrario, otros sí que dan en la diana.
Pero además, 'Primos' cuenta con la ventaja de no ser el humor su punto fuerte, aunque muchos espectadores de carcajada fácil puedan llegar a no ser capaces de creerlo. Destaca la capacidad para apelar a los sentimientos del pasado y la melancolía, llegando a hacer admisible y casi diría como punto álgido de la cinta el momento Back Street Boys, que se intuía patético visto en el tráiler. Y es que todo ese repertorio de hilarantes situaciones te lo crees, increíblemente y gracias al mérito de su creador, que ofrece unos personajes conseguidos y permite que la cosa funcione. Todo ello milagrosamente sin haber apenas referencia alguna a las vidas de estos primos, tan necios como inocentes, a la vez que infantiles y simplones. Empezamos con un matrimonio frustrado, un tuerto algo retardado y un chuleta de poca monta. Tres primos que parten al pueblo cántabro de Comillas en busca de la infancia y los amores perdidos. Ahí está no solo una Inma Cuesta con mucho encanto, sino una recreación de un ambiente con el que se congenia, no por su realismo sino por su autenticidad. Además de que ayudan sobremanera secundarios de la talla de Antonio de la Torre, actor amuleto del director. Por medio de este "Amenábar de Comillas" se nos concede, en uno de esos momentos de fiebre cinefílica, un buen alegato en favor del cine español actual.
(continúa en el spoiler por falta de espacio...)
Pero además, 'Primos' cuenta con la ventaja de no ser el humor su punto fuerte, aunque muchos espectadores de carcajada fácil puedan llegar a no ser capaces de creerlo. Destaca la capacidad para apelar a los sentimientos del pasado y la melancolía, llegando a hacer admisible y casi diría como punto álgido de la cinta el momento Back Street Boys, que se intuía patético visto en el tráiler. Y es que todo ese repertorio de hilarantes situaciones te lo crees, increíblemente y gracias al mérito de su creador, que ofrece unos personajes conseguidos y permite que la cosa funcione. Todo ello milagrosamente sin haber apenas referencia alguna a las vidas de estos primos, tan necios como inocentes, a la vez que infantiles y simplones. Empezamos con un matrimonio frustrado, un tuerto algo retardado y un chuleta de poca monta. Tres primos que parten al pueblo cántabro de Comillas en busca de la infancia y los amores perdidos. Ahí está no solo una Inma Cuesta con mucho encanto, sino una recreación de un ambiente con el que se congenia, no por su realismo sino por su autenticidad. Además de que ayudan sobremanera secundarios de la talla de Antonio de la Torre, actor amuleto del director. Por medio de este "Amenábar de Comillas" se nos concede, en uno de esos momentos de fiebre cinefílica, un buen alegato en favor del cine español actual.
(continúa en el spoiler por falta de espacio...)
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43 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grandes personajes, pequeñas historias
6 de febrero de 2011
Como todas las películas españolas en el trailer nos venden la moto y parece que vaya a ser divertida... pero esta vez esta sensación está latente en cada momento de la película. Por un momento pensé: "¡Dios! ¡Otra película cutre del estilo "con un par de güevos" a la española no! Pero poco a poco me fue convenciendo.
Unos personajes que derrochan emociones: el romántico, el chulo y el hipocondríaco, tres caracteres que se desenvuelven en una trama que, a pesar de que al principio no parece desarrollarse con naturalidad, acaba solidificándose cuando aparecen nuevas relaciones en un entorno que evoca nostalgia y paz al mismo tiempo.
Puede que los acontecimientos que se suceden resulten previsibles, pero eso no provoca que el espectador se aburra en esta comedia, los personajes y sus historias no nos darán un respiro, cada una de ellas capta nuestra atención.
Sin duda, si quieres ver una película que te haga reflexionar acerca del sentido existencial de la vida esta no es la tuya, pero si quieres pasar un buen rato y salir con una sonrisa de la sala, que no te engañe que sea española, esta es tu mejor elección.
A destacar el momento Backstreet Boys. Desternillante.
Unos personajes que derrochan emociones: el romántico, el chulo y el hipocondríaco, tres caracteres que se desenvuelven en una trama que, a pesar de que al principio no parece desarrollarse con naturalidad, acaba solidificándose cuando aparecen nuevas relaciones en un entorno que evoca nostalgia y paz al mismo tiempo.
Puede que los acontecimientos que se suceden resulten previsibles, pero eso no provoca que el espectador se aburra en esta comedia, los personajes y sus historias no nos darán un respiro, cada una de ellas capta nuestra atención.
Sin duda, si quieres ver una película que te haga reflexionar acerca del sentido existencial de la vida esta no es la tuya, pero si quieres pasar un buen rato y salir con una sonrisa de la sala, que no te engañe que sea española, esta es tu mejor elección.
A destacar el momento Backstreet Boys. Desternillante.
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38 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Primos".... los sufridos espectadores.
8 de febrero de 2011
¿Cómo es posible que esta película obtenga más de 7 sobre 10 de nota?. La única explicación lógica es que todo el equipo de la peli está obligado, si quiere cobrar, a pasar por las páginas de cine y puntuar alto, y se llevan sobre extra si también animan a familiares a hacerlo. Que algún que otro crítico diga que esto es una buena película resulta realmente preocupante.
"Primos" es lo que somos todos gastando casi 8 euros en ir a ver esta improductiva intentona de hacer reir. Trata de tres tipos gritando, hablando unos por encima de otros, soltando tacos y basteces, emborrachándose, relaciónandose con diálogos de besugo, y repitiéndose una y otra vez.
La culpa no es de actrices y actores, que (excepto uno que no vocaliza y al que se entiende poco o nada) son estupendos profesionales. Tampoco de los exteriores donde está rodada. La música de fondo es "atormentante". Pero sobre todo falla el guión que, además de falto de un mínimo de inteligencia, está plagado de tacos y repeticiones continuas de palabras y frases. Y hacen bien, nos repiten todo varias veces porque saben que somos unos "Primos", además de bastante lerdos por haber tirado así nuestro tiempo y dinero.
De verdad, necesito ver una buena película (incluso me conformaría con que fuera decentilla) para poder escribir una crítica agradable. ¡¡¡Qué vaya racha que llevo!!!
"Primos" es lo que somos todos gastando casi 8 euros en ir a ver esta improductiva intentona de hacer reir. Trata de tres tipos gritando, hablando unos por encima de otros, soltando tacos y basteces, emborrachándose, relaciónandose con diálogos de besugo, y repitiéndose una y otra vez.
La culpa no es de actrices y actores, que (excepto uno que no vocaliza y al que se entiende poco o nada) son estupendos profesionales. Tampoco de los exteriores donde está rodada. La música de fondo es "atormentante". Pero sobre todo falla el guión que, además de falto de un mínimo de inteligencia, está plagado de tacos y repeticiones continuas de palabras y frases. Y hacen bien, nos repiten todo varias veces porque saben que somos unos "Primos", además de bastante lerdos por haber tirado así nuestro tiempo y dinero.
De verdad, necesito ver una buena película (incluso me conformaría con que fuera decentilla) para poder escribir una crítica agradable. ¡¡¡Qué vaya racha que llevo!!!
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60 de 103 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poligamia emocional
9 de febrero de 2011
A muchos les parecerá una gran comedia. Craso error. Uno puede hacer el primo pensando en dos razones:
1ª) El panorama de la comedia patria estaba tan devaluado que una pequeña dosis de trabajo bien hecho y funcionalmente válido para ganarse el corazón del público vale millones (sobre todo de euros en la taquilla).
2ª) Conseguir traspasar la barrera de la credibilidad de que en Comillas:
---a) Tengan clima monzónico con tormentas nocturnas sacadas de Transilvania.
---b) A uno le dejen subirse al escenario en plaza de un pueblo en fiestas, tengan a mano la canción (versión karaoke) de Backstreet Boys, le pongan el juego de luces al completo y para colmo un gran público esté allí impaciente y te baile la gracia ¡sin minis ni cubatas en la mano!
---c) El presupuesto de fuegos artificiales supera por cien la barrera nacional ya que lanzan cuarto de millón de euros al aire cada vez que ponen en funcionamiento la atracción de El Barco Pirata.
Si los puntos anteriores los ignoras… puede que efectivamente esta sea tu película.
La cuestión es, por lo tanto, sumirse en el engaño o creerse todo lo que ocurre en “Primos”. Sentir la tela del Frac y bermudas. ¿Metáfora de elegancia y comedia ligera?
Daniel Sánchez Arévalo tiene un problema habitual en la escritura de sus guiones y es la sombra de la pluma de autor que aparece en cada una de sus páginas. Trasladado en pantalla con esa suma de personajes disfuncionales y sumamente curiosos, sus frases remarcadas y situaciones condenadas al exceso narrativo-lingüístico se nota que hay un guión detrás de ellos.
Tampoco entiendo esa manía actual de parecerse a un episodio piloto y que cada personaje tenga que tener una trama del mismo peso. No me interesa del mismo modo el paso a la madurez, bajo la doctrina de superación de viejos traumas y conflictos existenciales, de cada uno de los personajes. Se trata de realizar un juego de espejos para cada uno de ellos y que su ayuda a ese reflejo de su identidad, mediante un icono de infancia que ha acabado sumido en el alcoholismo y fracaso, el primer amor con una eterna puerta abierta de espera y el hijo bastardo y alleniano de ésta se conviertan en su propio retrato y futuro personal.
Tan previsible como un folleto turístico y con menos sorpresas que una atracción de feria que viene cada año al pueblo. Funciona como una comedia española sin tendencias escatológicas, con un par de tetas y secuencia de sexo hábilmente utilizadas como recursos narrativos y con flirteos de cierto encanto caduco.
No hay nada gratuito en “Primos” pero tanta gratuidad provoca que uno note las líneas de ese cuaderno de caligrafía llamado guión. Aunque la letra bien hecha, por forzada y con tiralíneas, bien hecha queda… Correcto, el director de “Gordos” nos habla de optimismo liberado en un mundo feliz de sentimientos y poligamia emocional donde no habita la maldad sino el notable y noble sentimiento de seguir adelante… y en buena compañía.
1ª) El panorama de la comedia patria estaba tan devaluado que una pequeña dosis de trabajo bien hecho y funcionalmente válido para ganarse el corazón del público vale millones (sobre todo de euros en la taquilla).
2ª) Conseguir traspasar la barrera de la credibilidad de que en Comillas:
---a) Tengan clima monzónico con tormentas nocturnas sacadas de Transilvania.
---b) A uno le dejen subirse al escenario en plaza de un pueblo en fiestas, tengan a mano la canción (versión karaoke) de Backstreet Boys, le pongan el juego de luces al completo y para colmo un gran público esté allí impaciente y te baile la gracia ¡sin minis ni cubatas en la mano!
---c) El presupuesto de fuegos artificiales supera por cien la barrera nacional ya que lanzan cuarto de millón de euros al aire cada vez que ponen en funcionamiento la atracción de El Barco Pirata.
Si los puntos anteriores los ignoras… puede que efectivamente esta sea tu película.
La cuestión es, por lo tanto, sumirse en el engaño o creerse todo lo que ocurre en “Primos”. Sentir la tela del Frac y bermudas. ¿Metáfora de elegancia y comedia ligera?
Daniel Sánchez Arévalo tiene un problema habitual en la escritura de sus guiones y es la sombra de la pluma de autor que aparece en cada una de sus páginas. Trasladado en pantalla con esa suma de personajes disfuncionales y sumamente curiosos, sus frases remarcadas y situaciones condenadas al exceso narrativo-lingüístico se nota que hay un guión detrás de ellos.
Tampoco entiendo esa manía actual de parecerse a un episodio piloto y que cada personaje tenga que tener una trama del mismo peso. No me interesa del mismo modo el paso a la madurez, bajo la doctrina de superación de viejos traumas y conflictos existenciales, de cada uno de los personajes. Se trata de realizar un juego de espejos para cada uno de ellos y que su ayuda a ese reflejo de su identidad, mediante un icono de infancia que ha acabado sumido en el alcoholismo y fracaso, el primer amor con una eterna puerta abierta de espera y el hijo bastardo y alleniano de ésta se conviertan en su propio retrato y futuro personal.
Tan previsible como un folleto turístico y con menos sorpresas que una atracción de feria que viene cada año al pueblo. Funciona como una comedia española sin tendencias escatológicas, con un par de tetas y secuencia de sexo hábilmente utilizadas como recursos narrativos y con flirteos de cierto encanto caduco.
No hay nada gratuito en “Primos” pero tanta gratuidad provoca que uno note las líneas de ese cuaderno de caligrafía llamado guión. Aunque la letra bien hecha, por forzada y con tiralíneas, bien hecha queda… Correcto, el director de “Gordos” nos habla de optimismo liberado en un mundo feliz de sentimientos y poligamia emocional donde no habita la maldad sino el notable y noble sentimiento de seguir adelante… y en buena compañía.
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45 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primor
6 de febrero de 2011
Los precedentes eran buenos y el resultado, mejor.
Daniel Sánchez Árevalo, el cual crea en mi persona una gran envidia por diversos motivos, el principal, ser capaz de escribir y contar historias como pocos, nos guía por un turismo humano a Comillas, para ver a tres primos que saben sacarnos la carcajada rápida y sincera, encarnados por los brillantes Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo y Adrián Lastra, dándonos la visión cómica, pero no patética ni burlesca, de como se enfrenta cada persona a las situaciones de la vida y al modo de romper sus cíclicas vidas, volviendo al lugar donde una vez fueron felices, sin que en ningún momento el espectador pueda creer que esas situaciones y actitudes chirríen, gracias, también al resto de ese reparto que crea un contexto idóneo a dichos primos. Mención especial en este apartado a Antonio de la Torre, en un “correcto” y desgarrador personaje que, en muchos momentos, supera, y no es fácil, a su personaje en Gordos.
En resumen, Sánchez Árevalo logra, como antaño lo hizo, dejarnos una sensación agradable, bella y dulce al ver su labor.
Un primor de película.
Daniel Sánchez Árevalo, el cual crea en mi persona una gran envidia por diversos motivos, el principal, ser capaz de escribir y contar historias como pocos, nos guía por un turismo humano a Comillas, para ver a tres primos que saben sacarnos la carcajada rápida y sincera, encarnados por los brillantes Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo y Adrián Lastra, dándonos la visión cómica, pero no patética ni burlesca, de como se enfrenta cada persona a las situaciones de la vida y al modo de romper sus cíclicas vidas, volviendo al lugar donde una vez fueron felices, sin que en ningún momento el espectador pueda creer que esas situaciones y actitudes chirríen, gracias, también al resto de ese reparto que crea un contexto idóneo a dichos primos. Mención especial en este apartado a Antonio de la Torre, en un “correcto” y desgarrador personaje que, en muchos momentos, supera, y no es fácil, a su personaje en Gordos.
En resumen, Sánchez Árevalo logra, como antaño lo hizo, dejarnos una sensación agradable, bella y dulce al ver su labor.
Un primor de película.
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29 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran éxito de los Back Street Primos
26 de enero de 2011
Anoche fui a ver esta película a un pase que dieron en Madrid y salí del cine con la sensación de haber visto la comedia española del año 2011. Igual que me pasó en 2010 con Que se mueran los feos o en 2009 con Pagafantas.
Daniel Sánchez Arevalo se confirma como un gran director en su tercera peícula, totalmente distinta a las anteriores. Si triunfó con el drama AzulOscuroCasiNegro, y hizo una gran película en la comedia dramática Gordos, ahora ha demostrado que en el terreno de la comedia, pura y dura, también se desenvuelve de maravilla. Quiero más y más y más de este director...
No se puede decir menos del reparto: sus actores fetiche Antonio de la Torre y Raúl Arevalo están siempre en el sobresaliente; y para la ocasión recupera de su primera película a Quim Gutierrez, que lo vuelve a bordar, y que si a alguien sorprendió con su vis cómica en Una hora más en Canarias, aquí vuelve a hacernos reir a carcajadas, además de sacarnos también la parte más tierna.
No se puede decir menos del tercer primo, Adrián Lastra, que cumple con nota en su primer gran papel en el cine. Ni tampoco del resto del reparto: la preciosa Inma Cuesta y la no menos preciosa Clara Lago, Nuria Gago, Alicia Rubio y el niño, Marcos Ruiz, que contribuyen a que esta película sea más que recomendable. Se que estamos en Enero aún, pero repito: tengo la sensación de que será la gran comedia española del año.
Daniel Sánchez Arevalo se confirma como un gran director en su tercera peícula, totalmente distinta a las anteriores. Si triunfó con el drama AzulOscuroCasiNegro, y hizo una gran película en la comedia dramática Gordos, ahora ha demostrado que en el terreno de la comedia, pura y dura, también se desenvuelve de maravilla. Quiero más y más y más de este director...
No se puede decir menos del reparto: sus actores fetiche Antonio de la Torre y Raúl Arevalo están siempre en el sobresaliente; y para la ocasión recupera de su primera película a Quim Gutierrez, que lo vuelve a bordar, y que si a alguien sorprendió con su vis cómica en Una hora más en Canarias, aquí vuelve a hacernos reir a carcajadas, además de sacarnos también la parte más tierna.
No se puede decir menos del tercer primo, Adrián Lastra, que cumple con nota en su primer gran papel en el cine. Ni tampoco del resto del reparto: la preciosa Inma Cuesta y la no menos preciosa Clara Lago, Nuria Gago, Alicia Rubio y el niño, Marcos Ruiz, que contribuyen a que esta película sea más que recomendable. Se que estamos en Enero aún, pero repito: tengo la sensación de que será la gran comedia española del año.
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44 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras dos años vuelvo a votar
25 de julio de 2011
Llevo dos años sin votar, pero no puedo más.
¿Me estais tomando el pelo????. Leo cada estupidez por parte de los críticos que ya no se si no ellos o yo el que está loco. Según Carlos Boyero...:"Luz, excentricidad, gracia y ternura. (...) Me gusta todo en esta comedia osada, extraña, eficaz y conmovedora." Pues NO. Ni luz, ni gracia, ni ternura. Nada gusta en esta cosa vulgar, innecesaria y carente de alma.
Esta película es PÉSIMA en absolutamente todo. El personaje de Adrian Lastra es lamentable. Los diálogos son una porquería. La puesta en escena de risa. La historia, absurda. Las relaciones fuera de la historia principal, innecesarias...
¿Me estais tomando el pelo????. Leo cada estupidez por parte de los críticos que ya no se si no ellos o yo el que está loco. Según Carlos Boyero...:"Luz, excentricidad, gracia y ternura. (...) Me gusta todo en esta comedia osada, extraña, eficaz y conmovedora." Pues NO. Ni luz, ni gracia, ni ternura. Nada gusta en esta cosa vulgar, innecesaria y carente de alma.
Esta película es PÉSIMA en absolutamente todo. El personaje de Adrian Lastra es lamentable. Los diálogos son una porquería. La puesta en escena de risa. La historia, absurda. Las relaciones fuera de la historia principal, innecesarias...
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28 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los chistes de Arévalo
13 de diciembre de 2012
Dirigida por Daniel Sánchez Arévalo y protagonizada espeluznantemente por Raúl Arévalo entre otros, echo a faltar en el reparto a Arévalo. Su lograda imitación de gangoso daría más empaque al argumento.
No es ya que no me haya gustado, es que he sentido vergüenza viéndola.
No iba a haber escrito un solo párrafo al respecto, pero tras leer aquí que crítica especializada y público en general se felicitan por la frescura de esta comedia española, he de reconocer que he visto la luz. Me habéis convencido, así que a continuación me sumo a las fiestas del pueblo:
PRIMO A PRIMO:
Quim Gutiérrez: "Sí, sí, sí" y "no, no, no" son sus ases en la manga para hacer estallar de risa al público. Protagoniza magníficos gags como el de quedarse mirando las tetas de una chica en topless... y empalmarse (jijiji). La hilarante persecución a la carrera por el pueblo es muy buena, se persiguen muy bien los unos a los otros. La del gatillazo también raya muy alto, el director gusta de experimentar con el humor. Y bueno, Quim tiene una indudable vis cómica que recuerda al mejor Cary Grant. Y encima "te toca la patata". Creo que los primos lo hubieran dicho así, más o menos.
Adrián Lastra: Habla tan rápido y tan bajito que apenas he entendido ninguna de sus frases en la película, pero debían ser de traca. Da igual, con ver su parche en el ojo y su hipocondría, el personaje ya te tiene ganado... ni hace falta que haga nada nuevo. No olviden ese nombre: Lastra. Lastra. Lastra.
Raúl Arévalo: Tiene el toque soez de Torrente, pero con mucha ternura, eh. El Sean Penn de Móstoles tiene en todo momento unos diálogos brillantes y chisposos, como dirigirse en inglés a unas guiris, que vamos, ni Landa en Benidorm lo hacía con ese gracejo natural. Pero bueno, como me parece el peor actor de los tres primos, tampoco voy a resaltar demasiado sus momentos más estelares.
OTROS COMENTARIOS ADICIONALES:
No sé si quedarme con el despiporrante baile de Paquito el Chocolatero o con el de los Backstreet Boys. No recuerdo ya con cuál lloré más de la risa.
Lo de repetir sin parar eso de "correcto" e "incorrecto" es otra genialidad. Aparte de una preciosa copia, digo homenaje de aquel "conceto" de Airbag (por cierto, otra comedia española buenísima).
Antonio de la Torre: Mención aparte me merece este actor. Me resulta con diferencia la peor interpretación de la peli. Y cuando se tira de repente al agua... ¿a qué viene?... es el único momento que no me ha hecho gracia. Espero que no vuelva a hacer cine en toda su vida.
Puesto todo en su sitio, ahora sí, mi nota es de notable alto.
Me he quedado con ganas de más... ansío que nos sorprendan con una continuación, una segunda parte, no sé, un "Primos Segundos".
No es ya que no me haya gustado, es que he sentido vergüenza viéndola.
No iba a haber escrito un solo párrafo al respecto, pero tras leer aquí que crítica especializada y público en general se felicitan por la frescura de esta comedia española, he de reconocer que he visto la luz. Me habéis convencido, así que a continuación me sumo a las fiestas del pueblo:
PRIMO A PRIMO:
Quim Gutiérrez: "Sí, sí, sí" y "no, no, no" son sus ases en la manga para hacer estallar de risa al público. Protagoniza magníficos gags como el de quedarse mirando las tetas de una chica en topless... y empalmarse (jijiji). La hilarante persecución a la carrera por el pueblo es muy buena, se persiguen muy bien los unos a los otros. La del gatillazo también raya muy alto, el director gusta de experimentar con el humor. Y bueno, Quim tiene una indudable vis cómica que recuerda al mejor Cary Grant. Y encima "te toca la patata". Creo que los primos lo hubieran dicho así, más o menos.
Adrián Lastra: Habla tan rápido y tan bajito que apenas he entendido ninguna de sus frases en la película, pero debían ser de traca. Da igual, con ver su parche en el ojo y su hipocondría, el personaje ya te tiene ganado... ni hace falta que haga nada nuevo. No olviden ese nombre: Lastra. Lastra. Lastra.
Raúl Arévalo: Tiene el toque soez de Torrente, pero con mucha ternura, eh. El Sean Penn de Móstoles tiene en todo momento unos diálogos brillantes y chisposos, como dirigirse en inglés a unas guiris, que vamos, ni Landa en Benidorm lo hacía con ese gracejo natural. Pero bueno, como me parece el peor actor de los tres primos, tampoco voy a resaltar demasiado sus momentos más estelares.
OTROS COMENTARIOS ADICIONALES:
No sé si quedarme con el despiporrante baile de Paquito el Chocolatero o con el de los Backstreet Boys. No recuerdo ya con cuál lloré más de la risa.
Lo de repetir sin parar eso de "correcto" e "incorrecto" es otra genialidad. Aparte de una preciosa copia, digo homenaje de aquel "conceto" de Airbag (por cierto, otra comedia española buenísima).
Antonio de la Torre: Mención aparte me merece este actor. Me resulta con diferencia la peor interpretación de la peli. Y cuando se tira de repente al agua... ¿a qué viene?... es el único momento que no me ha hecho gracia. Espero que no vuelva a hacer cine en toda su vida.
Puesto todo en su sitio, ahora sí, mi nota es de notable alto.
Me he quedado con ganas de más... ansío que nos sorprendan con una continuación, una segunda parte, no sé, un "Primos Segundos".
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13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Simple, que no sencilla
13 de marzo de 2011
Floja, muy floja. Tan floja como para no merecer pagar una entrada de cine.
Era reacio a ir a verla, pero ya se sabe como son las cosas de pareja. Y lo cierto es que eché un ojo a las críticas antes de ir, así que llegué con la idea de que al menos pasaría el rato.
La peli empieza bastante bien, los primeros minutos tienen su gracia. Luego llega la parte del pueblo, insufrible, simple hasta la saciedad. Dialógos absurdos, gracia inexistente, conexiones del argumento inverosímiles incluso para una comedia, y sobre todo simpleza en grandes cantidades.
En general, todo demasiado apoyado en Diego que, si bien tiene cierta gracia en determinados gestos y actitudes, resulta demasiado forzado en algunos momentos.
Lo mejor:
1. El final. Tiene su gracia la escena final, realmente. Un oasis en el desierto.
2. Imma Cuesta, porque su atractivo permite que todo sea menos insufrible (que no su rol en la película)
Lo peor: El primo del parche, y el niño resabido. Insoportables ambos.
Era reacio a ir a verla, pero ya se sabe como son las cosas de pareja. Y lo cierto es que eché un ojo a las críticas antes de ir, así que llegué con la idea de que al menos pasaría el rato.
La peli empieza bastante bien, los primeros minutos tienen su gracia. Luego llega la parte del pueblo, insufrible, simple hasta la saciedad. Dialógos absurdos, gracia inexistente, conexiones del argumento inverosímiles incluso para una comedia, y sobre todo simpleza en grandes cantidades.
En general, todo demasiado apoyado en Diego que, si bien tiene cierta gracia en determinados gestos y actitudes, resulta demasiado forzado en algunos momentos.
Lo mejor:
1. El final. Tiene su gracia la escena final, realmente. Un oasis en el desierto.
2. Imma Cuesta, porque su atractivo permite que todo sea menos insufrible (que no su rol en la película)
Lo peor: El primo del parche, y el niño resabido. Insoportables ambos.
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23 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
LA MEJOR FORMA DE PASAR UN BUEN RATO
12 de febrero de 2011
Tengo que reconocerlo, tras los primeros diez minutos de humor grueso y chusco, presentado bruscamente, sin concesiones, y gracias a dos impresentables histéricas que tenía detrás de mi butaca, cuya risa fácil (y sobre todo constante, muy constante) surgía de algún complejo de inferioridad latente en sus cerebros y que no me dejaba escuchar los diálogos, pensé que estaba ante otra comedieta barriobajera, vamos de las de toda la vida. Sin embargo, cual fue mi sorpresa al conseguir, a medida que avanzaba el metraje (y sobre todo a medida que las impresentables comenzaban a notar en sus mandíbulas el cansancio producido por su absurda e incontrolada risa), meterme de lleno en la historia, abandonar por un instante los prejuicios contrarios al humor fácil, y dejarme llevar por el gran acierto de película, que no es otro que conseguir crecer en los momentos íntimos, en lo cotidiano; pequeños detalles que sirven de base para ser aderezados por escenas realmente divertidas. Bien es cierto que la película es excesiva en todos los sentidos: todos están sobreactuados (excepto Inma Cuesta), la historia es absolutamente surrealista... pero nada de eso importa. El único objetivo del director es hacernos pasar un buen rato, y la sobredosis de lo burdo, que podría lastrar la película, queda totalmente compensada por todos los sentimientos bienintencionados, sin ninguna pretenciosidad, que nos ofrece la película en sus momentos más sosegados: la ternura, el desparpajo, la amistad, el amor, las ganas de vivir.
Es muy difícil conseguir lo que consigue Primos, que el resultado de una comedia de este tipo sea del agrado de varios tipos de espectador: desde el menos interesado en que cultiven su intelecto, hasta el más avezado snob, pasando por el cinéfilo más radical e intransigente. Lo entrañable, mostrado con inteligencia, puede ablandar hasta los más reacios corazones, endurecidos por la inagotable lista de películas infectas que ha dado la comedia en este país.
En definitiva, Sánchez Arévalo vuelve a demostrar que es un director a seguir, unos de esos rara avis que consiguen hacer de lo banal un producto ciertamente interesante.
Es muy difícil conseguir lo que consigue Primos, que el resultado de una comedia de este tipo sea del agrado de varios tipos de espectador: desde el menos interesado en que cultiven su intelecto, hasta el más avezado snob, pasando por el cinéfilo más radical e intransigente. Lo entrañable, mostrado con inteligencia, puede ablandar hasta los más reacios corazones, endurecidos por la inagotable lista de películas infectas que ha dado la comedia en este país.
En definitiva, Sánchez Arévalo vuelve a demostrar que es un director a seguir, unos de esos rara avis que consiguen hacer de lo banal un producto ciertamente interesante.
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15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
LA COMEDIA DEL DOLOR.
2 de junio de 2019
La ausencia de esperanza, cuando te dejan plantado el día de tu boda.
En tono de humor, muestra lo que la vida te va entregando, que al final es mucho menos de lo que ya te dio. Y nos conformamos con lo maquillado y escaso; porque la auténtica verdad, desapareció tiempo atrás.
Todos los actores funcionando a favor de obra, aunque el guión se alarga, a mi entender, de manera innecesaria en algunas escenas, lastrando el conjunto.
Para una tarde de domingo, de calor y niebla.
En tono de humor, muestra lo que la vida te va entregando, que al final es mucho menos de lo que ya te dio. Y nos conformamos con lo maquillado y escaso; porque la auténtica verdad, desapareció tiempo atrás.
Todos los actores funcionando a favor de obra, aunque el guión se alarga, a mi entender, de manera innecesaria en algunas escenas, lastrando el conjunto.
Para una tarde de domingo, de calor y niebla.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
The depression
4 de noviembre de 2011
Me ha dado el "yuyu". No puedo admitir que esta película esté valorada con casi un siete. No future men. Después de ver el despliegue total de gritos, zafiedad, chistes primarios a lo colegui del torren pero peor y pasarme diez minutos comprobando que la nota de Filmaffinity era cierta me ha entrado "the depression". En lenguaje de cualquiera de los protagonistas, he acabado hasta el cip*** en la manera que trataba de comerme la p*** este producto hiper subsidiado como todos los del cine patrio. Claro, se comprende. Viendo la nota que le ponen a esta perla, lo menos es que me pongan de vuelta y media esa mayoría de cinéfilos que han sentido algún tipo de emoción al tragarse este disfraz de comedia - romance que esconde el gran eructo o pedo que no desentonaría como chiste ingenioso entre los que fueron capaces de reir. Algunos hasta hablan de sensibilidad. A lo mejor en esos momentos que la película baja de los 100 decibelios y los actores dejan de graznar. No obstante la película tiene moraleja: para ser un buen español debes gritar, decir mil tacos y pronunciar unas mil veces el sinónimo de rabo. Imaginen que será una película con gente educada o sin gritar, un puñetero guiri o un facha. Viva er cine apañó, con doz coho*** .
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14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí...Película para primos...
12 de febrero de 2015
Curiosa película que gustó entre el público de a pie, enamorando a los amantes del buen rollo, pero dejó bastante indiferente a la crítica especializada y chirrió los espectadores algo más exigentes. Aunque supongo que su director Daniel Sánchez Arévalo tendrá una opinión muy distinta a la mía, mi impresión es que se le apareció la Virgen hilvanando cuatro o cinco buenas jugadas de manera totalmente inconsciente, simples en sí mismas, pero que combinadas transformaron un posible tostón en lo más parecido que recuerdo a “Verano Azul”.
Si quitamos los elementos insustanciales, puramente decorativos, “Primos” no es más que la historia mil veces vista de un urbanita hipocondríaco a punto de casarse, al que le entran dudas y que se plantea si su verdadero amor no es realmente un romance de juventud que dejó atrás en el pueblo. Para aclarase, va al pueblo y descubre que el rollo rural mola y que la chica se ha hecho muy guapa… con el desenlace que cabría esperar y que todo el mundo deseaba. Y ya, eso es todo, no hay más. En otras circunstancias la película oscilaría entre el pestiño, el ridículo y la ruina, pero hete aquí que unos cuantos golpes de fortuna revirtieron la situación.
De entrada, ofreció un papel relativamente secundario al que luego se consagraría como uno de los actores del momento, Raúl Arévalo. El chico eclipsó absolutamente al actor principal (ni me acuerdo de quien era) y puso foco en otras subtramas que claramente eran puro relleno e iban a pasar desapercibidas. Aunque esas tramas secundarias no eran tampoco gran cosa ni estar tampoco construidas a base de genialidad, diversificaron las posibilidades de que el público empatizara. Como segundo factor de éxito está Inma Cuesta. Creo que jamás una escena de top-less tuvo tanta repercusión en la carrera de una actriz ni aportó tanto a una película, pero su top-less playero -una escena tan innegablemente hermosa como absolutamente gratuita- resultó un icono de la película y, lo que es más sorprendente, colocó el rostro de Inma Cuesta en el panorama cinematográfico español. Hay chicas a las que llegar hasta ahí les cuesta enseñar mucha más anatomía. Otro acierto (insisto nuevamente que creo que involuntario) fue el de abrir la película a todas las edades: aunque su segmento principal sea el de veinteañeros y treintañeros que empiezan a sentar cabeza sin decir que no a una buena fiesta, hay niños listillos que siempre quedan bien, algún problema paterno-filial con el que atraer a los cuarentones y moralina, ambiente de pueblo y finales felices para que los abueletes pasen un buen rato.
Y a todo ello sumémosle un buen puñado de eslóganes de poco recorrido pero infalibles para mentes sugestionables: qué bucólica es la vida en el pueblo y qué mezquina la cuidad… qué importante es la familia… que importante es ser uno mismo…. escuchemos a los niños y a los discapacitados porque la verdad habla por su boca… En fin, reconozco que fue difícil resistirse a su falso encanto y percibir el envoltorio de artificiosidad que envuelve su inmensa mediocridad.
Si quitamos los elementos insustanciales, puramente decorativos, “Primos” no es más que la historia mil veces vista de un urbanita hipocondríaco a punto de casarse, al que le entran dudas y que se plantea si su verdadero amor no es realmente un romance de juventud que dejó atrás en el pueblo. Para aclarase, va al pueblo y descubre que el rollo rural mola y que la chica se ha hecho muy guapa… con el desenlace que cabría esperar y que todo el mundo deseaba. Y ya, eso es todo, no hay más. En otras circunstancias la película oscilaría entre el pestiño, el ridículo y la ruina, pero hete aquí que unos cuantos golpes de fortuna revirtieron la situación.
De entrada, ofreció un papel relativamente secundario al que luego se consagraría como uno de los actores del momento, Raúl Arévalo. El chico eclipsó absolutamente al actor principal (ni me acuerdo de quien era) y puso foco en otras subtramas que claramente eran puro relleno e iban a pasar desapercibidas. Aunque esas tramas secundarias no eran tampoco gran cosa ni estar tampoco construidas a base de genialidad, diversificaron las posibilidades de que el público empatizara. Como segundo factor de éxito está Inma Cuesta. Creo que jamás una escena de top-less tuvo tanta repercusión en la carrera de una actriz ni aportó tanto a una película, pero su top-less playero -una escena tan innegablemente hermosa como absolutamente gratuita- resultó un icono de la película y, lo que es más sorprendente, colocó el rostro de Inma Cuesta en el panorama cinematográfico español. Hay chicas a las que llegar hasta ahí les cuesta enseñar mucha más anatomía. Otro acierto (insisto nuevamente que creo que involuntario) fue el de abrir la película a todas las edades: aunque su segmento principal sea el de veinteañeros y treintañeros que empiezan a sentar cabeza sin decir que no a una buena fiesta, hay niños listillos que siempre quedan bien, algún problema paterno-filial con el que atraer a los cuarentones y moralina, ambiente de pueblo y finales felices para que los abueletes pasen un buen rato.
Y a todo ello sumémosle un buen puñado de eslóganes de poco recorrido pero infalibles para mentes sugestionables: qué bucólica es la vida en el pueblo y qué mezquina la cuidad… qué importante es la familia… que importante es ser uno mismo…. escuchemos a los niños y a los discapacitados porque la verdad habla por su boca… En fin, reconozco que fue difícil resistirse a su falso encanto y percibir el envoltorio de artificiosidad que envuelve su inmensa mediocridad.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aire fresco a la comedia española
5 de febrero de 2011
"Sorprendente", es el calificativo que me viene a la mente con esta comedia española y quede realmente sorprendido que tanto una comedia, y menos una española, nos iba a reportar la sensación de haber visto algo distinto a lo que machaconamente estamos acostumbrados. Los tres protagonistas están geniales y el argumento insertado en una historia medidamente caótica puede tener hasta un transfondo que te haga plantear ciertas cosas. Lo mejor: nunca había visto a mi mujer no dejar de reir viendo una película. Pues eso.
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19 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
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