14 Críticas de los usuarios

Como película se sigue bien, es de hecho un caso que le puede ocurrir a cualquiera; es decir, hoy estamos pletóricos y mañana de repente y por cualquier circunstancia caemos en el fracaso más obvio e insoportable. Entonces, cuando eso ocurre, hasta los que presumen de no creer en Dios, abajan sus cabezotas y se humillan, porque decir Dios es decir MISTERIO, TRASCENDENCIA, y el hundido o abandonado comprende en esa coyuntura de sufrimiento que no tiene a nadie más que al MISTERIO o TRASCENDENCIA donde apoyar su cabeza y su esperanza, de donde se le esfuma todo su orgullo antideista y su presunción de creerse él mismo un diocesillo contestatario y rebelde contra la Inmensidad de Dios.

En este sentido, se trata de una película estupenda, transmisora de los valores antropológicos-religiosos que le son propios al ser humano desde que se comporta como homo sapiens.

No es una película para los ególatras inflados de relativismo, que ven en la creencia en Dios una remora de la evolución humana. Es una película para gente que ya sabe lo que es pasar por una crisis existencial determinante, por una "noche oscura", por "un desierto espiritual o físico". Éstos sí la entenderán, se sentirán muy indentificados y comprensivos hacia lo que aquí ven y lo valorarán.

Fej Delvahe

Estoy terminando de ver "Conversaciones con Dios" y me parece que a pesar de las únicas tres críticas que tiene y no muy buenas, a mí me está llegando a sorprender la elegancia con la que Neale (el personaje principal) lleva su situación: de un día a otro, se ve en un camping para indigentes, sin un techo para resguardarse de la lluvia y comiendo hamburguesas de la basura que le hacen sentir indecente, con vergüenza.

Es una película introspectiva, que podría asemejarse a la pirámide de Maslow, que en el peldaño más elevado situó la autorrealización, de eso trata esta película, de superar las adversidades que por circunstancias ajenas vive nuestro carismático personaje. Quizá podría haber lucido más la actuación de Neale, ya que transcurre muy plano su carácter y su evolución como persona, pero no permanece inerte, afligido en el camping, cuando el mundo parece conspirar contra él, eso es lo que más me ha gustado.

Aunque ya estamos acostumbrados a estos argumentos melodramáticos, yo pienso que cada película tiene algo especial, y esta no es de índole religiosa, ni hay que dejarse llevar por este título tan peculiar, porque trata más de la psicología emocional y factorial que de la fe que puedas tener en Dios, para que obre un milagro y tengas un trozo de pan para llevarte a la boca.

La fotografía y la música están ausentes, el trabajo no es impecable, pero me ha llenado como espectadora.

No he tenido el placer de leer la novela, y sucederá como con tantas otras: una novela leída siempre aporta mucho más que una película vista y oída.

Aparte de eso, es la historia de un ser humano corriente, con sus inquietudes y preguntas, defectos y virtudes. La cinta no pierde el tiempo, va al grano, no le sobra ni un plano, la fotografía muy adecuada, el guión muy majo y adecuado, con magníficas frases y detalles entre personajes.
Película apta para "casi" todos los públicos. No veo que la nota media le haga justicia aunque no es un resultado objetivo; la considero una joya desvalorada del estilo a "El árbol de la vida". Muchos otros agradecerán o despreciarán por igual a "¿Y tú qué sabes? Dentro de la madriguera" de temática común. Debo añadir que "Las nueve revelaciones" también procede de una novela y opino lo mismo, una señora película, posiblemente considerada de sobremesa en fin de semana, pero de gran contenido espiritual para quienes lo deseen.

Muchos otros directores de cine y escritores sintieron aquello mismo que tú deseas expresar. Símplemente ellos lo intentaron: un profesional es un aficionado constante.

Si se vé estando receptivo, se puede percibir una realidad distinta. La idea de Dios, y eso es todo aunque no seas creyente, porque según la película (y supongo que el libro), si crees en Tí, crees en Él.

No hace falta ser cristiano practicante para verla. Es bonita, realza valores. Esto es una película basada en un best-seller, pero no hace falta leer los libros para comparar. La peli ya transmite mensajes. Esto no es como comparar El Señor de los Anillos versión escrita vs versión film. Lo ves y ya está. Si lees los libros, mejor; pero en este caso no hay que comparar, porque es difícil hacer una película de alguien que escribe una novela creyendo que habla con Dios.

La verdad que no me esperaba que esta película me fuera a gustar tanto, la intenté comenzar varias veces pero cuando veía el principio hecho de una manera tan americana, esa religión fácil y barata del pueblo americano, siempre la acababa cortando y pasando a otra cosa.

Pero esta vez intenté soportar los primeros minutos y acabé enganchándome a esta historia real.

La película es una producción un poco mala, parece dirigida por un estudiante de primer curso de carrera pero lo que me llama la atención es su fondo humano y espiritual, y la verdad que fue la única razón por la que busqué esta película.

Estaba atravesando un periodo duro de mi vida hasta que una persona me recomendó esta película, al verla pensaba siempre en esa sociedad americana y esa religión, pero conseguí verla y he de decir que tiene un gran fondo humano y espiritual, responde a algunas dudas que todo cristiano tiene y quizás todo ser humano.

El fondo es tan bueno que pasan desapercibidas las actuaciones y la dirección, las cuales dejan bastante que desear, pero viendo los primeros minutos de película ya sabes lo que vendrá.

No es cuestión de ir analizando las frases de esta historia ni cuestionarse el fondo espiritual, la película me invita a una reflexión y me da cierta paz sobre aspectos que dudaba sobre la vida.

Esta película nos cuenta la historia de un hombre que pese a las graves dificultades que ha de vivir, -está solo, sin trabajo, lesionado, sin casa ni dinero, ... viviendo como un indigente-, sin embargo no se derrota sino que reacciona sacando fuerzas contra la adversidad. Por esto es una interesante película.

Pero no creo que las fuerzas las sacara ese hombre de su "conversación" con Dios o, en todo caso, no con el dios trascendente que nos enseñaron de Santa Teresa de Jesús ni el de San Francisco de Asís, ... ni del Buda, sino con un dios mas mercantilista, mas anglosajón, donde el dinero es el signo del éxito.

Así por ejemplo nuestro protagonista no tiene reparos en afirmar ante sus seguidores: "Para Dios no existe la separación entre la riqueza material y la espiritualidad, de hecho ambas van de la mano. (y les pregunta acto seguido) ¿No les parece extraño vivir en una sociedad que menosprecia los oficios mas importantes; ... que no tenemos reparo en pagarle a un futbolista 5 millones por temporada o a un actor 10 millones por película, pero si está relacionado con la espiritualidad, su vida debe quedar en torno a la austeridad, el celibato y la abstinencia … y si puede ser, las tres cosas?. No se ustedes, pero yo no recuerdo haber prometido nada de eso". Y como colofón, las gestiones ante el editor del libro que, en vez de interesarse por la difusión del libro, de sus conversaciones con Dios, está solo interesado en el precio para venderle los derechos de autor.

No es que la pobreza sea un signo de divinidad, pero quien persigue al dinero, como es el caso de nuestro protagonista, es que no ha encontrado a dios, no ha conversado con él, o se olvidó de preguntarle por aquella respuesta de Jesús de que era mas difícil que un rico entrara en el reino de los cielos a que lo hiciera un camello por la cabeza de un alfiler. Quien persigue las riquezas del dinero …, es que no ha encontrado la riqueza del espíritu.

Esta película es una excelente muestra de como conciben los modernos norteamericanos la espiritualidad "new age": un conjunto de lo más ecléctico de conceptos tomados de diferentes religiones ( de la cristiana, pero también del budismo, del hinduísmo) puestos al servicio del individuo; sería una religión a la carta, una filosofía espiritual para andar por casa en la que cada uno tendría que "conectar" a su manera y con su particular combinación personal con el "Todo", el Ser Supremo, Dios, o como se le quiera llamar.
En toda esta corriente destaca la concepción explícita o implícita de Dios con la totalidad, incluyendo al propio individuo, de modo que Dios no sería un hecho objetivo exterior o ajeno al individuo, sino algo que uno debe descubrir en su propio interior porque cada uno de nosotros no sería más que una manifestación parcial de esa divinidad totalizante.
Es curioso ver cómo esta religión a la carta, impregnada de subjetivismo individualista, hace una interpretación a la vez heterodoxa y esotérica de las verdades de las religiones tradicionales y a la vez manifiesta una postura tremendamente pragmática e incluso abiertamente materialista de cómo estar en el mundo: a este respecto son muy significativas las escenas en que el protagonista busca un editor para su libro, no tiene reparo en decir el mogollón de dólares que recibió por sus derechos de autor o acaba diciendo, como hacen muchas sectas evangélicas, que la prosperidad material y la disposición de dinero no está relacionada con el sistema económico y el papel que en él desempeñe el individuo, sino con la buena o mala conexión que el individuo tenga con Dios, de modo que podríamos entender, como hacía Calvino, que disponer de dinero o riquezas es un signo de la elección divina.
La película se deja ver, y tiene sobre todo un interés sociológico al dejar ver cómo del cristianismo y las religiones "duras" estamos pasando a una religiosidad subjetiva panteísta y no dualista perfectamente conectada con la posmodernidad y el capitalismo actual.

Menudo rollo es la vida y para desenrollarla mucho debemos andar.
La indigencia del ser humano solo con su conciencia frente al mundo, lo pone en la necesidad de tener respuestas.
Las respuestas pueden estar en su propia cabeza o buscarlas en el mundo.
Cuando se encierra en sí acoquinado por el cosmos necesita de un dios o de dioses.
Cuando puede tolerar el no tener respuestas inmediatas y mágicas y se acepta a si mismo y a sus congéneres aprovecha su vida en lo que parece ser una experiencia efímera pero maravillosa.
Muchas personas necesitan creer en sus ilusiones, otros pueden con su soledad en el cosmos.
Si tus ilusiones las escribes y con ellas haces dinero vivirás mejor.

Doy gracias a mi misma (Dios) por haber visto esta película basada en una historia llena de realismo con la total exclusión del discurso religioso, que desde su orígen está viciado y enfocado a transformar las realidades de las masas acostumbradas a seguir a un "Dios castigador".
La película toca la espiritualidad de cada uno de los individuos que están preparados para recibir el mensaje.
Artisticamente, la produccción y la dirección del film tienen un gusto refinado lo que hace más llevadero y más ameno ser testigo de la historia que se relata.

Para determinados casos hay gente que se vuelve muy susceptible, y uno de esos casos, es evidentemente Dios. La gente no creyente, en cuanto este tema hace su puesta en escena, ya está tardando en empezar a poner cara de estreñimiento y empiezan a sobrarle excusas en su mente para salir de allí.

¿A caso no se puede ver una película si se piensa de manera diferente? ¿Se debe de menospreciar la calidad de un film solo por no compartir lo que allí expone?
Me parece un prejuicio muy grande lo que han hecho algunos, pero en fin...

Creo que la película está muy bien contada, independientemente de las novelas, que yo personalmente no las he leído. Me ha gustado bastante y he acabado bastante satisfecho, en especial con una frase que detallo en spoiler.

La recomiendo.

En tiempos de mi más profunda crisis, de la mano de grandes amigos llegaron a mí dos libros maravillosos: El primero y el más relevante, “Un curso de milagros”, la más profunda revisión de muchas cosas que alguna vez nos dijeron sobre Dios y sobre la vida, colmadas ahora de luz y sabiduría. Después vino “Conversaciones con Dios”, uno de los diálogos más atrayentes y cuestionadores que alguna vez pueda leerse, donde se habla con bastante elocuencia de todas las cosas que tienen relevancia en nuestra vida: la familia, la pareja, Dios, el sexo, la política, las profesiones, nuestra meta…

No estoy en capacidad de discernir si este diálogo fue sostenido con Dios, con un guía espiritual o si fue una especial emanación de la poderosa fuente que hay en cada uno de nosotros. Esto depende de lo que cada uno crea. Si creemos que hacemos parte de la casual evolución de la materia y que somos uno, únicos y perecederos, el único autor es quien escribe –en este caso Neale Donald Walsch- y a él hay que darle los aplausos o los vituperios. Si creemos que, como individuos, nos es dado beber del registro akásico del universo ante el sólo propósito de buscar la inspiración, el autor es quien escribe, pero bien claro tiene que él no es más que un puente. Si se tiene la certeza de haber servido de canal a un guía espiritual, el autor es ese guía y así se reconoce (Ramtha, Kwan Yi o cualquier otro que se haya podido identificar) o simplemente se publica sin nombre de autor como hizo quien transcribió “El Kibalyon” o la canalizadora norteamericana de “Un curso de milagros”. Y si se tiene la certeza de que hacemos parte intrínseca del Todo, evidentemente en lo que Walsch –como cualquier otro autor- ha escrito, está la presencia de La Fuente Eterna.

Lo curioso es que Walsch, al menos en este filme en el que tuvo una marcada injerencia, se deja tentar por la vanidad y hace terribles alardes como ese de que “la voz de Dios” resuene en los espacios de su casa hablando de tú a tú con él; promoviendo sus libros con evidentes técnicas de mercadeo… y hasta ostentando la gran $uma por la cual vendió los derechos de la obra.

La historia de “CONVERSACIONES CON DIOS”, en la que se pretende contar los hechos previos a la publicación de los famosos diálogos, me recordó enseguida a la que vi en “Al servicio de las damas”, sólo que nuestro amigo Walsch roza niveles mucho más altos, pero los hechos de que hace parte, no consiguen la gracia ni el encanto y mucho menos la humildad que sí tenía el estimado Godfrey del filme de LaCava.

Sólo una frase consiguió llegarme al alma y salva el visionado de este filme:

“Has todo lo que de verdad quieres ¡Nada más! ¿Cómo puedes pensar en malgastar un solo instante en hacer algo en la vida que no quieres hacer? ¡Eso es morir!”

Comentamos hoy esta película de Stephen Deutsch (Stephen Simon de soltero) un director que únicamente rodó dos filmes (el que hoy nos ocupa e Indigo, ambas con un marcado acento humanista) y que posteriormente se convirtió en cofundador de The Spiritual Cinema Circle, productora dedicada a promocionar y publicitar un tipo de cine espiritual y religioso que sea a la vez una defensa de los valores.

El título que hoy comentamos se basa en el best seller de Neale Donald Walsch, libro que fue traducido a 36 idiomas y leído por más de siete millones de personas en todo el mundo. Posteriormente dio lugar a toda una saga de libros del mismo autor con títulos parecidos, aunque menor éxito. El film cuenta con la interpretación en el papel principal de Henry Czerny, actor que ya había intervenido como secundario en otras películas de carácter religioso como Poseído o El Exorcismo de Emily Rose. Su actuación es esencial para juzgar la obra, pues a excepción de tres breves momentos, el protagonista principal está presente en todas las escenas de la película.

La película (como suele pasar en estos casos) no estuvo a la altura del libro, al menos en cuanto a la crítica. A pesar de un presupuesto modesto y pese a ello recaudar más de un millón de dólares, los críticos de este tipo de filmes siempre son demoledores con ellos, bien por no comprender íntegramente su mensaje o bien porque se oponen frontalmente al mismo, lo que les resta objetividad e imparcialidad. El slogan de la misma a mi parecer tampoco ayudó en exceso a la promoción: "Dentro de cada uno de nosotros, hay una voz que dice la verdad". Creo que faltó en este caso algo de imaginación y provocación. No obstante, el film presenta temas y cuestiones interesantes, como el cambio radical de vida, la transformación interior o el valorar las cosas verdaderamente importantes de la vida. La dimensión religiosa es evidentemente esencial a la trama, si bien es más discutible la manera en la que el mensaje divino llega al protagonista. Es cierto que las interpretaciones son mejorables y el argumento algo etéreo, con momentos en los que se echa en falta mayor profundidad en los temas religiosos.

Vamos con el argumento. Neale Donald Walsch es una persona completamente normal al que poco a poco se le complica la vida. En un espacio corto de tiempo se encuentra sin trabajo, sin familia, sin casa y sufriendo un tremendo accidente de tráfico que le lesiona el cuello. Llegado al punto más bajo de una existencia humana (dedicando su vida a mendigar para sobrevivir) comienza a escribir sus Conversaciones con Dios sin ni siquiera sospechar que su vida volvería a dar un giro radical pasando de la miseria al éxito en un corto espacio de tiempo.

A nivel espiritual la película (y los libros) son bastante sincretistas, recogiendo y fusionando una variedad enorme de autores filosóficos (Platón, Sócrates, Rousseau, Spinoza, Hegel, Schopenhauer -incluso Nietzsche-) y sistemas de creencias teológicas tan variadas como el cristianismo, el hinduismo, el budismo y el sijismo. La espiritualidad oriental está especialmente presente en las nociones de Dios y de la creación, siendo de esta manera un claro exponente de lo que se conoció a comienzos del milenio como la espiritualidad New Age.

La crítica anterior no impide que haya contenidos y diálogos interesantes. Voy a destacar estos dos que a mí personalmente son los que más me han llamado más la atención:

Kay: "Si Dios tuviera un solo mensaje, su mensaje más importante para todos nosotros, y pudieras ponerlo en un párrafo, ¿Cuál sería?"
Neale: (pausa) "Puedo encajarlo todo en tres palabras. Me malentienden completamente"

Televidente enojado: "Me parece que has escrito un libro de mentiras".
Neale: "Si me preguntas si inventé todo esto... la respuesta es no. Pero, te diré más, yo me he preguntado lo mismo que tú te estás preguntando... ¿Alguien creerá esto? ¿Me creerán? ¿Creerán de dónde vino el mensaje realmente? Solo espero que tomen esa decisión desde vuestro propio corazón, no desde lo que piensan de mí personalmente. Y por favor, no descalifiquen o marginen el mensaje porque... yo... sea... un mensajero tan falible".

En fin, una película interesante, no cristiana al cien por cien pero con elementos trascendentes que tampoco abundan en los tiempos que corren, lo que hacen aconsejable su visionado, siempre que se tenga claro dónde está el límite entre la realidad y la ficción. De todas formas, como indica el título de la crítica me parece una oportunidad perdida para tratar el tema religioso con mayor profundidad de lo que este film propone

El libro (o los 3 libros) son muy recomendables, pero la película es absolutamente prescindible. No apta para quien haya leído alguno de sus libros; Va a quedar muy decepcionado. Y para quien no los haya leído... creo que tampoco les va a aportar mucho. Floja, floja, floja... Parece más un documental publicitario (de esos de "cómo se hizo") de la vida del escritor y de la historia de cómo se escribieron estos libros, que nada más.

Siempre lo mismo, y para unos pocos hace sol, y para el resto, tormentas tropicales. Opino que estos mensajes lo único que hacen es dividir más al ser humano, más aún si cabe. Él conversó con Dios o con sí mismo, y todo comenzó a fluir, todo tenía un porqué, y luego detrás como entes sin importancia, los indigentes. No hubo conversación con el que estaba en silla de ruedas, o con el que invitaba a un desayuno que no sé si alguna vez tuvo, y si lo tuvo, en la lejanía queda. Soy ateo gracias a Dios