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145 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
Planeta Wiseau
Hace algo más de una década, se colocó la primera piedra de un culto especial.
'The Room' era su nombre: incoherente, absurda, penosa, cutre, surrealista... única. Como bien se dice al principio: "si les dices a los diez directores más talentosos de la actualidad que la repitan, no serán capaces ni de acercarse a lo que es".
Semejante despropósito solo podía crear un seguimiento equivalente, y allá que la película infló su leyenda en sesiones golfas, impactando a toda la gente del mundillo, mientras su protagonista/director/productor/guionista Tommy Wiseau ganaba fama por haberla parido.

'The Disaster Artist' no es, como podría parecer en un primer momento, sólo una comedia sobre la creación de tan magna "obra maestra": como el cartelito de "basado en hechos reales" avisa, esto es un intento por comprender a Tommy Wiseau, desde el respeto, pero sin faltar a la verdad en su descacharrante personalidad.
Su introducción ya deja esto claro, presentándolo como una figura mítica y gigantesca, mientras el tío lo está dando todo, a su aire, libre, replicando a un Marlon Brando que se revolvería en su tumba si pudiera verlo.
El público se ríe, todos nos reímos, porque es imposible hacer otra cosa, pero Greg Sestero le ve y solo piensa "quiero ser como este tío, y perder el miedo a expresar lo que me apasiona": un punto de vista a contracorriente, que le hará su amigo cuando todos los demás le tomen por loco, y que bien pensado no deja de ser razonable.

James Franco se sumerge en el pelazo, mentón y párpado caído (grandioso párpado caído) de Tommy Wiseau, metiéndonos junto a Greg en un planeta en el que nunca se grita lo suficientemente alto mientras se interpreta o nunca es demasiado tarde para visitar un homenaje James Dean, uno en el que su risa característica y sus expresiones sin sentido dibujan primero a un solitario que acaba de encontrar a alguien que le escucha, y después a un soñador que se ha llevado todas las negativas posibles.
Estamos en una comedia porque el tío es gracioso de por sí, pero las risas permiten pasar por alto el fondo trágico que hay detrás, que sólo asoma de vez en cuando y que cuando lo hace es más doloroso que cualquier otra cosa.
Para todos, Tommy Wiseau es un ridículo que ni en un millón de años (ni después tampoco) tendría una oportunidad en el cine, pero él mismo se ve como un artista incomprendido, ante una industria que cada vez que puede nos recuerda su frivolidad y superficialidad.

La película nos convierte en parte de todos los que no creyeron en él, sin quererlo: nos reímos cuando Tommy se pone a escribir para romper las ideas preconcebidas sobre su persona, nos reímos cuando su sueño compartido con Greg está pendiente de un hilo, nos seguimos riendo cuando no tiene ni idea de rodar y aún así pone todo el dinero y recursos de los que es capaz para hacer su guión realidad.
Es fácil olvidarse de que, tras los castings chorras y las decisiones cuestionables, había una persona tratando de demostrarse a si mismo que no tenía por qué ser el monstruo de Frankenstein que le dijeron que era.
Y precisamente hay un punto de la historia en el que la mezquindad de Tommy le gana la partida a la gracia que nos hacía, y a punto estamos de volverle la espalda como su amigo y colaboradores, pensando que pobre gilipollas el que está abusando de todos para conseguir una película de mierda.

Pero, en una escena clave, el monstruo se baja de sus altares y el público se sube a su particular planeta: Greg Sestero (entregado Dave Franco mediante) silencia risas inicialmente crueles que resuenan en la sala de cine, y se permite transformarlas en una bonita reflexión sobre la relación director-espectador, estableciendo que no importa si una película es recibida con premios o con burlas, sino que cuál es el recuerdo que deja.
Y, aceptándose como es, su amigo se da cuenta de que no tenía que ser otro Tennessee Williams, sino simplemente Tommy Wiseau.

Cuesta perseguir un sueño, y aún más duele creer alcanzarlo para darte cuenta de que en realidad está mucho más lejos de lo que se pensaba.
Pero Tommy Wiseau hizo una película irrepetible, que nadie más habría podido hacer como a él le salió (como se demuestra en los créditos finales, imprescindible verlos hasta el final), y solo por eso es el artista que dijo ser, aunque nos haya costado aceptarlo.
Han tenido que pasar años de mofas y sesiones golfas, pero su particular planeta ahí sigue, plasmado en película, para que volvamos a darnos cuenta de lo único que resulta.

Y si hay algo que este sentido homenaje a los soñadores y al cine consigue es que, efectivamente, ya no nos reíremos de ti, Tommy.
Pero ojala sigamos riéndonos contigo.
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188 de 203 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La carcajada más respetable (hasta el final)
James (Y Dave) Franco nos acercan a una comedia en la que se les ve como Pedro por su casa, tan cómodos que (como en "The Room") no sabes cuándo hay que tomársela en serio y cuando reírse.

La película consigue que en menos de 20 minutos ames el personaje de Tommy, y te embarques en la aventura que supone a los dos protagonistas encontrarse (o perderse) en el mundo cinematográfico de Hollywood.
Hora y media de carcajadas en cada escena, con cada diálogo, con la interpretación de James al personaje de Wiseau y de cómo consigue divertir tanto e ironizar tanto de ella mostrando tantísimo respeto por la misma y su director. Agranda la leyenda a la par que demuestra ser un gran actor y director, ya que como él mismo dice "no estamos aquí para promocionar el trabajo de otros".

Un gran número de actores (la lista es interminable aunque el mejor, de largo, es James) han querido sumarse a esa fiesta del humor y del honor, sin olvidarse de recordarnos el camino de la vida, las metas, la amistad, la confianza... no sé cómo consigue hacer algo tan completo en hora y media de película, pero desde luego es admirable.

En la rueda de prensa (San Sebastián 2017) James ha insistido en que NO es una parodia, y quizás es esa seriedad tan divertida y fresca lo que consigue que te haga reír tanto.

Vayan a verla, y quédense después de los créditos. Hasta el final.
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62 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Ojalá me hubiera gustado más
Me cuesta admitir que la película me ha gustado bastante menos de lo que esperaba. Tampoco voy a engañarme a mí mismo: me agrada y me interesan mucho tanto el tema que aborda como el personaje principal (que, de hecho, aquí vendrían a ser lo mismo). No obstante, creo que la ejecución de la idea acaba convirtiendo la película en un producto demasiado convencional.

El personaje que encarna James Franco (papelón que se marca, por cierto) es complejo, llamativamente misterioso (¿de dónde es? ¿de dónde saca el dinero? ¿cuántos años tiene?) y cuenta con un arco bien trabajado: pasa de ser un ignorante de sí mismo (cree firmemente que es un artista incomprendido) y de querer materializar un sueño prácticamente irrealizable, a la consecuente realización de este (con muchas tomas y millones de por medio) con un resultado inesperado. Es así como logra, al final de la película, la autoconciencia. Ahora sabe quién es realmente Tommy Wiseau.

Digamos que “The Disaster Arist” prácticamente se ve sola. Tiene un ritmo ágil, remarcables actuaciones y su ameno enclave cómico (hacía tiempo que no oía tantas risas unánimes en una sala de cine) esconde, en realidad, un trasfondo más trágico de lo que aparenta en la punta del iceberg.

Sin embargo, tanto la historia que ha usado James Franco para contarnos qué se escondió detrás de “The Room” como su apartado técnico, su “look”, parecen demasiado “hollywoodienses”, por así decirlo. En primer lugar, los altibajos de la relación Tommy-Greg, por ejemplo, creo que ya los hemos visto en numerosas ocasiones: un choque de antítesis que resulta unas veces beneficioso para ambos y perjudicial otras tantas. En el apartado del guion tampoco falta el clímax "happy ending" de lagrimilla con planos cortos y enaltecimiento de los protagonistas, pero es que tampoco podemos pedirle peras al olmo. Y en segundo lugar, pienso que el apartado visual peca de luminoso, tiene una apariencia demasiado “instagramer” (supongo que, en parte, para que los gags funcionen mejor). Si nos fijamos en la historia y sus personajes principales, en la mayor parte del relato, tanto Tommy como Greg no son más que dos pobres fracasados con una ilusión que se intuye fallida ya desde el momento en que se formula. Si me plantas un plano de las luces de Los Ángeles con un hit popero sonando a toda castaña, yo lo siento, de verdad, pero no me lo creo.

Pero bueno, que esto no enturbie mi juicio final. Pienso que es una gran película que cuenta con numerosas virtudes y que, por tanto, la aclamación de crítica y público es merecida. Simplemente, hoy he tenido la mala suerte de cogerla con mal pie.
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51 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Genialidad absoluta de James Franco
Al igual que hiciera Tim Burton con ‘Ed Wood’, James Franco se atreve a llevar al cine el proceso de rodaje de ‘The Room’, la que está considerada como peor película de la historia. El mayor de los Franco se toma muy en serio este proyecto, así que no te esperes que caiga en parodias o en ridiculizar a ningún personaje. Lo mejor de la comedia de ‘The Disaster Artist’ es ese respeto y cierta admiración que muestran los hermanos Franco por estos personajes tan peculiares que decidieron hacer carrera en Hollywood.

La película narra el proceso caótico de rodaje de ‘The Room’. Desde el mismísimo histrionismo de los personajes, vamos viendo paso a paso lo que tuvo que ser un proceso de rodaje infernal para cualquiera. Un delirio de una mente que creía que valía para un industria tan complicada como la del cine y que intentó contar su vida de forma seria, provocando finalmente el estallido en carcajadas de los espectadores. Eso sí, esa película hoy le ha convertido en una estrella, en el director, actor, productor, guionista… de la peor película de la historia del cine.

Al igual que ocurrió con ‘Ed Wood’, la película que contó la vida del “peor director de la historia”, aquí encontramos un puñado enorme de lo más granado de Hollywood. Además de James Franco y Dave Franco, tenemos a Josh Hutcherson, Seth Rogen, Zac Efron, Sharon Stone, Bryan Cranston… La meca del cine se ha peleado realmente por salir en este delirio sobre un delirio.

Podríamos decir que es una de las mejores comedias del año y, definitivamente, la mejor película dirigida por James Franco. Se ha tomado el papel de director y actor totalmente en serio. Para los que no hemos visto ‘The Room‘, ya tengo tarea pendiente, puede parecer que la actuación de los Franco está exagerada para provocar la risa fácil, que los personajes se llevan hasta el extremo… pero no. Muy hábil, el actor y director nos regala una comparación entre la original y el homenaje, porque esto no deja de ser un homenaje, entre Tommy Wiseau y James Franco.

Y, ojo, que esta interpretación de “lo peor” puede hacer que James Franco pelee muy fuerte por llevarse alguna que otra estatuilla en la temporada de premios. Su actuación es genial, cada plano, cada escena, cada secuencia, lo borda. Está tan metido en el papel que puede llegar a dudar el espectador si realmente está actuando o es así. Venga, va, me voy a arriesgar, además de ser su mejor película como director, esta es su mejor actuación.

Como apunte final, la ovación que recibieron los hermanos Franco en el Kursaal fue estruendoso y prolongado. Todos los títulos de crédito estuvieron acompañados de aplausos y vítores por parte de un público entregado a esta peculiar historia. El público del Festival de San Sebastián es educado, educadísimo diría yo, pero cuando algo le gusta lo demuestra, y cuando no, también. Donostia se ha rendido a ‘The Disaster Artist’. Ah, y que nadie salga de la sala hasta que terminen los créditos finales.

Lo mejor: Es absolutamente genuina, y extremadamente respetuosa.

Lo peor: Podrían haber incluido más escenas del rodaje de ‘The Room’.

Más críticas como esta en: http://blogs.diariovasco.com/fotograma/
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38 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Always look at the bright side of life
Para que una película se convierta en un film de culto, tienen que suceder una serie de variables dentro de la cultura popular que la hagan original, novedosa o incluso… diferente. Todavía recuerdo la primera vez que vi “The Rocky Horror Picture Show”, paradigma de película de culto dada su valentía, rebeldía e innovación. Aquella película de Jim Sharman sorprendió a todos con algo completamente diferente; un espectáculo interactivo dónde la película traspasaba la pantalla y requería que el espectador se involucrara de un modo en el que pasara a ser parte del reparto, cantando y bailando como los actores, pero dentro de la sala de cine. De un modo tan curioso como distinto, “The Room” ha conseguido entrar en el Olimpo de ser incluída (al menos por el sector más friki) dentro de este género de culto.
Cuando James Franco decidió adaptar el libro autobiográfico de Greg Sestero, damos por descontado que había visto película innumerables veces con sus amiguetes y llegó un punto en el que encontró un punto de empatía con el personaje principal. Salvando las distancias, James Franco y Tommy Wiseau son ambos personajes cuya extravagancia no deja a nadie indiferente. Si bien Franco ha demostrado que es capaz de actuar (a veces incluso con solvencia), Wiseau parece tener una personalidad tan marcada que le imposibilita hacer de alguien que no se de sí mismo. De hecho, el considerarlo actor, podría molestar a más de uno. “The Disaster Artist” es ante todo una historia de amistad, dónde dos totales desconocidos deciden embarcarse en un viaje imposible para la consecución de lo único que tienen el común; el sueño de alcanzar la fama. A lo largo del metraje, iremos viendo todas las dificultades que los protagonistas irán encontrando por el camino y cómo estas trabas irán afectando a la relación entra ambos. Sin embargo, la coherencia (si la ha habido alguna vez) irá desapareciendo poco a poco del film, debido al peculiar modo de entender la realidad del propio Wiseau.
Un dato sorprendente del film resulta el uso del humor, muy alejado de la escatología y el humor facilón que tan bien le ha funcionado a Franco en otras ocasiones. Aquí la comedia es sutil y siempre con un punto de tragedia debido a que las propias peculiaridades de su personaje principal incomodan al espectador de tal modo en el que casi se incomoda por reírse, equiparable a mofarse de alguien con una enfermedad física o mental reconocida. Sin embargo, es inevitable partirse de risa dado que en la peli hay algunas escenas desternillantes (el casting de actores es sencillamente memorable).
En cuanto a las interpretaciones, hay que destacar sin duda la labor del propio James Franco, que mimetiza a la perfección cada uno de los gestos de Wiseau, recordando inevitablemente a ese excepcional trabajo que hizo Jim Carrey cuando interpretó a Andy Kauffman en “Man on the Moon”. El otro gran protagonista es David Franco y no es de extrañar que James recurra a su propio hermano para hacer de Sestero, dado que parece haber más de un punto en común entre su personaje y la admiración que él mismo siente hacia su allegado. David cumple en su personaje, aunque es eclipsado por la arrolladora personalidad de Wiseau.
La película acaba siendo un canto a la esperanza. La moraleja que nos deja es que según como decidamos interpretar la vida (el cine en este caso), un fracaso puede convertirse en el mayor de los éxitos si decides ver el lado bueno de las cosas. Y es que si alguien tan ajeno al funcionamiento de la industria cinematográfica como Wiseau fue capaz de cumplir su sueño de ser conocido a nivel mundial, quizás cualquiera que se lo proponga, pueda conseguirlo, aunque no sea del modo esperado o deseado.
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32 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
MAÑANA MISMO VEO “THE ROOM”. GRACIAS POR DESCUBRIRNOSLA J.FRANCO
En el año 2003 fue estrenada THE ROOM, una película catalogada como el peor film del siglo XXI. Podría extenderme en diversos aspectos y curiosidades de ésta pero es mejor ver THE DISASTER ARTIST para conocer esta maravillosa locura. Solo apuntar que TOMMY WISEAU fue el excéntrico director, productor y protagonista, pasando a la historia como un loco incomprendido que con el tiempo se ha hecho más famoso de lo que se podía imaginar.

JAMES FRANCO es el encargado de dirigir y protagonizar el film con un resultado muy satisfactorio. Un trabajo que puede recordar a lo que hizo TIM BURTON, mostrándonos la esperpéntica vida de ED WOOD por la similitud de la trama. La dirección fluye a un ritmo atrayente, con una estructura sencilla y amena, convirtiendo lo visionado en una gran broma pero totalmente fidedigna a lo que sucedió. Una muestra del excelente trabajo se puede comprobar en los títulos créditos finales, pudiendo visionar por duplicado escenas de ésta película y de la descrita THE ROOM. El parecido es tan asombroso como valorable y da muestras de la calidad y del sublime resultado conseguido por J.FRANCO.

En este mismo sentido, podemos incidir en lo que se refiere a su actuación como protagonista encarnando al curioso TOMMY WISEAU. Uno no tiene más que indagar por las redes para comprobar su enorme parecido tanto físico como gestual, siendo de nota la característica caída de parpado del excéntrico TOMMY en la realidad. A J. FRANCO le acompaña su hermano D.FRANCO para dar vida a GREG SESTERO, el inseparable amigo del protagonista de la historia. Muy valorable y destacable es la química y conexión que se deja ver entre ambos, consiguiendo que el resultado sea todavía más redondo.

Otro de los valores en alza es el guion que corre a cargo de SCOTT NEUSTADTER y M.H.WEBER basado en un libro del propio GREG SESTERO donde relata las desventuras, anécdotas y situaciones personales que vivió junto a su inseparable amigo TOMMY y como se rodó THE ROOM. Un guion que consigue arrancar la sonrisa permanente del espectador, además de resultar muy fiel a los hechos reales.

Para terminar la crítica me gustaría explicar algo que me resulta muy injusto y desagradable. J.FRANCO estaba recopilando multitud de nominaciones y premios en muchas galas y festivales. Su trabajo y su película sonaban con mucha fuerza para las NOMINACIONES de los OSCAR de este año, tristemente, días antes del anuncio de estas, fue acusado de acoso sexual por varias actrices. A partir de ello, la historia se torció y THE DISASTER ARTIST desapareció de dichas nominaciones (más bien el propio J.FRANCO) optando únicamente a mejor guion adaptado. Por supuesto que el acoso debe ser castigado de fuerte manera pero es muy triste que un excelente trabajo, sobre todo en lo que a la actuación se refiere, quede tachado y ensuciado sin un juicio de por medio. A día de hoy no se en que acabará el asunto pero lo que si estoy seguro es que su trabajo es de los más valorables del año aunque ahora se intente borrar.
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16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cómo hacer que crezcan flores en la basura
Esta película basada en hechos reales nos lleva a la vida de dos actores que se conocen por casualidad, uno con pánico escénico que irá superando y otro con un pasado misterioso, egocéntrico y sin talento. Ambos viajan a L.A. y deciden crear una película basada en la vida de el egocéntrico Tommy, que quiere plasmar su vida, sus emociones y hacer una película que disfrute todo el mundo y sea una obra maestra.
Los hermanos Franco tienen los papeles protagonistas de la película y se encargan con dos magníficas actuaciones de que ella vaya sobre ruedas, sin ser pesada en ningún momento, entretenida, divertida y hasta en ocasiones, estresante. James Franco tiene en esta película el que probablemente sea el papel de su carrera cinematográfica interpretando a un tipo excéntrico, raro, la viva imagen de la clase de gente que no crees que exista, pero existe y hace una actuación que borda lo comprensible y hace que te sonrojes y te salga una sonrisa en la cara al ver las tomas de la película comparadas con la verdadera.
La película también cuenta con cameos estelares, una música que acompaña ligeramente a la película y la hace aún mejor.
The disaster artist o como transformar una película que no sabes si tomartela a broma a una gran película con grandes actuaciones.
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13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Obra maestra y además muy divertida
Hace tiempo que conocí la cinta "The Room". Enseguida me convertí en un fan de esa película tan hilarante y me aprendí de memoria muchos de sus diálogos y escenas al igual que han hecho durante más de una década miles de personas de todo el mundo. También leí el libro que escribió Greg acerca del rodaje y en el cual se basa esta película y que es muy divertido. Tras algunas cintas de dudoso gusto James Franco ha conseguido demostrar con esta película que protagoniza, dirige y produce (hace todo eso al igual que Tommy Wisseau pero por suerte con unos resultados mucho mejores) que es un excelente actor. Muy divertida, con un guión muy bien hecho, interesante, emotiva además y que no cae para nada en la vulgaridad ni en el sentimentalismo. Recomiendo eso sí, verla en versión original para apreciar el fantástico trabajo de James Franco a la hora de copiar la curiosa forma de hablar de Wisseau.
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15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
JAMES FRANCO & TOMMY WISEAU
Tommy Wiseau podría ser un personaje creado para ser interpretado por James Franco en una comedia. Pero no lo es, es una persona real, un hombre excéntrico y millonario que tenía un sueño: hacer una película. The Disaster Artist es la historia de cómo llegó a concretarlo y se convirtió en el realizador de The Room, un film tan malo que se convirtió en objeto de culto.

James Franco encarna a Wiseau imitando el extraño acento que escondía una procedencia mantenida en secreto, mientras que su hermano Dave Franco se hace cargo del rol de Greg Sestero, su amigo cercano y actor de la película. A ellos se le suma un elenco de caras y nombres famosos que van desde Melanie Griffith y Sharon Stone hasta Seth Rogen y Zac Efron.

El film dirigido por el propio Franco es una comedia en la que es difícil parar de reírse. Podría verse como la Ed Wood si no fuera porque no deja demasiado espacio para la reflexión sobre lo que significa fracasar en un sueño profesional o ver cómo ese sueño se transforma en algo distinto. The Disaster Artist tiene algunos momentos en los que deja traslucir la tragedia detrás de la historia de Wiseau, pero no se detiene demasiado en ellos y apuesta por la seguidilla de chistes sobre el delirio que rodeó a la creación de una película mala que muchos aman.

A los que os retraiga la idea de ver la película por considerarla una historia de cine dentro del cine, os diría que le deis una oportunidad, porque la película os atrapará. A los que no os guste James Franco, os digo que nunca habeis visto a James Franco interpretar un papel como éste. Está realmente de Oscar.

También destacaría un pequeño matiz, Franco no se ríe nunca del personaje que retrata, no lo olvidemos, un ser humano real que todavía vive, y nos lo muestra tal cual es y era, con muchísimo humor pero también respeto.
La película es un sanísimo divertimento lleno de calidad cinematográfica, realizada de forma aparentemente sencilla pero medida en todos sus elementos.

Insisto mucho en mencionar el personaje de James Franco, pero a los que no os guste, os digo que nunca habéis visto interpretar a James Franco un papel como éste. Está realmente de Oscar.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Chuminada con pretensiones
No entiendo el bombo a esta peli. Para empezar es una idea que ya se ha visto muchas veces y esta no solo está a años luz de Ed Wood sino que ni siquiera me parece mejor que Bowfinger. Pero es que encima tampoco aporta nada especial. Ni como comedia da demasiada risa ni en su parte dramatica ofrece algo distinto a los típicos lugares comunes de pelis ñoñas sobre la amistad y la superación. No veo nada agudo ni incisivo ni original ni interesante. Franco es mejor que se dedique a actuar.
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19 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Desastroso milagro
Acabándose el año me he encontrado con algunas joyitas en el cine, y no, no me refiero a "Star Wars", sino a "Coco" y a "The Disaster Artist", y me es un gran placer celebrar la última crítica que haré este año en Filmaffinity con esta película.

Tommy Wiseau, el hombre misterioso, el hombre extravagante que hizo aquella desastrosa película, "The Room" que por como es se ha convertido en una película de culto, rebosa autenticidad y un aura que pocas películas pueden conseguir, incluso aquellas hechas para ganar el Oscar de turno y que todo el mundo olvida al poco tiempo.
"The Room" llegó en 2003 y aún se habla de ella, tanto tanto que nuestro querido James Franco se mete en la piel de este hombre y recrea no solo el rodaje de esta disparatada cinta, sino también, del entrañable hombre que hay tras ella.

Debo admitir que tras ver "The Disaster Artist" y ver todo lo que el Señor Wiseau sufrió y padeció para estar donde está le he cogido más cariño a su obra única y buena de lo mala que es.

James Franco hace su mejor interpretación, de verdad, es glorioso como encarna a este hombre junto con su caracterización, por eso es imprescindible ver esta cinta en V.O., no digo que verla doblada esté mal pero una de las características de Wiseau y de ser como es es su modo de hablar y James Franco lo borda, cada vez que imitaba la risa del original o se recreaba a la perfección alguna escena de la cinta "The Room" la gente en la sala se asombraba y se reía al mismo tiempo, todos los de la sala sabían a lo que iban, todos conocían "The Room" y es también por ello importante, antes de ver esta cinta, ver la que lo originó todo.

La película no solo muestra el rodaje sino también muchos momentos y facetas del mundo del espectáculo:
- El panorama superficial y roto de Hollywood, aquella estrella de éxito que brilla para la cara más bonita o el mayor lameculos, aunque, por desgracia, eso está en todo el mundo.

- El sudor y lágrimas y el esfuerzo recompensando de lo que supone vivir de la interpretación, algo que realmente solo los que se dedican a la profesión comprenden, y esta cinta guarda un hueco para todos ellos, homenajear a los que lucharon, luchan y lucharan

- Ver, que a pesar de que nadie comprendía a Tommy Wiseau (y es normal) por su visión tan peculiar del mundo (y es curioso que tenga razón en tantísimas cosas) nada le frenó y alcanzó el éxito, quizá no como él esperaba pero fue inteligente (siempre lo ha sido) y le ha sacado partido.

Ahora viene la reflexión:
Es una pena que no se proyecte en demasiados cines, a fin de cuentas, es un negocio, y cada vez se aleja más del arte. Yo adoro el cine palomitero, los blockbusters y los superheroes pero ... es verdad que ya todo queda en eso: secuelas, precuelas, remakes, spinn offs, ... y satura satura satura... Blade Runner 2049 es de las mejores sorpresas que me he llevado y no ha hecho demasiada taquilla ... vivimos tiempos duros en el cine, en el arte, y no se ve porque el público genérico lo ignora ... y es triste ver como una cinta como "The Disaster Artist" pasa desapercibida para la mayoría.

Amo "The Room" porque es la loca ilusión de un hombre por hacer cine y todo sale de él, y creó algo que jamás se repetirá y amo "The Disaster Artist" por el gran homenaje de un hombre que luchó por hacer posible su sueño, y por el camino le ponemos el humor, las risas inteligentes, el cariño y la honestidad de un gran producto, lejos de los efectos especiales, lejos de toda la morralla, ... y eso es lo que el cine necesita.

James Franco interpreta y dirige esta cinta maravillosamente bien y me transmite un mensaje : El cine puede salvarse desde cualquier rincón.

Incluso la escena Postcrédito supera a todas las de Marvel.
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
¿Cómo se hizo? ¡Cómo se pudo hacer!
The disaster artist es Tommy Wiseau, un aspirante (y tanto) a actor que decide poner en marcha lo que muchos anhelan pero pocos consiguen: dirigir una película. En Los Ángeles, en la cuna del cine moderno. Lo que pasa es que Tommy Wiseau es un director (¡persona!) de aspecto extraño, peculiar, friki, extravagante. Enigmático, y por ende atrayente. ¿También borderline? Lo dicho, alguien a quien si te presentan te quedas mirado durante unos segnudos antes de reaccionar y soltar palabra.

Sin tener experiencia alguna, sin poseer el más minímo conocimeutno tyécino ni de la industria, en resumidas cuentas, la película se realizó. Tommy Wiseau la tituló The room y se pudo estrenar Y fracasó. Ahora bien, hoy en día The room pasa por ser una de las películas de culto por autonomasia de los útlimos tiempos en USA, y su director, jaleado por los amantes más combativos del cutre-film. Que ríete de Jess Franco.

Aquí quien se ríe es James Franco.

James Franco, el actor que ha intentado por todos los medios salirse de la imagen de niño guapo con la que Hollywood le ha querido etiquetar desde el primer momento, dirige la que no es precisamente ya su primera película como realizador. Y en su empeño por demostrar que es más que una cara bonita, James Franco ha jugado ahora con la historia de este otro director norteamericanmo, ya decimos, de culto, que es Tommy Wiseau. Una especia de antítesis de Franco, por cierto. Cuando menos, físicamente. Y en ese empeño Franco ha protagonizado también la cinta, en una caracterización de Wiseau a mitad de camino entre paródica y homenajeadora. No podría haber elegido el bueno de Jimmy, si su intención era romper con aquella imagen, mejor camino para ello.

Y James Franco se ríe: de Hollywood, de la manera de hacer cine imperante, del proceso con el que un actor o director se encuentra si quiere hacer cine al margen de los cauces oficiales. Un ejemplo: JJ Abrams bien podría ser el productor que en The disaster artist casi ridiculiza James Franco en determinada escena de la misma, un productor que habla para mal de la nueva entrega de Strar Wars (insoportable, viene a decir). Un JJ Abrams que sí es elegido por Franco, junto a otros nombres reconocidos del cine de hoy, para introducir a modo testimonio la leyenda y las consecuencias de una película del cariz que ha adquirido con los años The room.

Y hablar de The disaster artist es más fácil que si tuviera que hacer crítica de The room. Porque The room, considerada como una de las peores películas de la historia del cine, es imposible de argumentar. O sea, que por fortuna hablamos de The disaster artist, aunque hablar de ella, en el fondo y por mucho que nos neguemos, es hablar impepinablemente de The room.

Cine dentro del cine, James Franco ha dirigido The disaster artist, menos delirante que The room, para tratar de explicar cómo diantres puede llevarse a cabo una película (The room) mala de solemnnidad y cómo esa misma despierta carcajadas (involuntarias) y pasiones en pases nocturnos (¿involuntarias?) desde su estreno en 2003.

En ese sentido resulta de lo más curioso y relevante el visionado de The disaster artist, la cual, dicho sea de paso, entretiene. Y lo dicho, informa. Un making off hecho largometraje que homenajea a los artistas que se quedan al margen del camino desde la primera desviación, porque un desvío es el que toma quien dirige como lo hace Tommy Wiseau. ¿Ed Wood de los 2000? No hablamos de marcianadas ni de travestismos, pero gracias a James Franco podemos tener más claro por qué Tommy Wiseau se ha labrado el hueco que con letras gruesas ha inscrito en la historia bizarra del cine. Ahora bien, el truco puede residir en el misterio nunca resuelto del origen de los seis millones de dólares con los que Wiseau pudo acabar tamaña empresa.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Arte en el desastre
Maravillosa película en la que James Franco ha hecho justo lo que tenía que hacer, lo cual se agradece. Ha cogido una historia, la ha plasmado sin excesos y la ha dirigido con el sentido que requería la obra. La vi en el Zinemaldia y la gente se tronchaba de risa. Y yo también. Y luego está esa lección que está a la altura de la historia. Si crees en algo ve a por ello le pese a quién le pese. Seas lo raro que seas.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La comedia involuntaria
Convengamos en que el postureo friki existe. El friki ya no es necesariamente un marginado, y determinadas obras, corrientes o tendencias que acostumbramos a incluir en el catálogo oficioso de frikismos son ya tan cool como los zapatos de Manolo Blanik o el iPhone nosecuántos (he perdido la cuenta).

Precisamente por esto tenía yo mis temores antes de ver “The diaster artist”. Me olía que a James Franco le apetecía pegarse un pasote para vacilar a la industria y ganarse el título —aparentemente despectivo pero más pretencioso de lo que se nos quiere vender— de director maldito, o rebelde, o alternativo, o bueno, sí, friki.

Dicho de otra manera: sospechaba que no se trataría de una comedia para el público, sino de un divertimento exclusivo para su autor. Por suerte me equivoqué, y aunque es verdad que tiene momentos genuinamente graciosos y otros que lo pretenden y no lo son tanto, en general “The disaster artist” es curiosa y entretenida, recomendable sobre todo para los aficionados a ese subgénero conocido como “cine dentro del cine”, que abarca desde las clásicas “Cantando bajo la lluvia” (Stanley Donen, Gene Kelly, 1952), “El crepúsculo de los dioses” (Billy Wilder, 1950) o “Cautivos del mal” (Vincente Minelli, 1952) hasta las modernas “Ed Wood” (Tim Burton, 1994), “Boogie nights” (Paul Thomas Anderson, 1997) o “Vivir rodando” (Tom DiCillo, 1995). Esta última es la más cercana como obra de ficción, aunque la peculiaridad del protagonista y el hecho de que sea un personaje real hace inevitable la asociación con la película de Tim Burton.

Pero hay una diferencia fundamental: Ed Wood era un megalómano casi naif, un animador de cumpleaños infantil que se creía Orson Welles, mientras que Tommy Wiseau es poco menos que un zumbado que se cree un artista complejo y transgresor. Wood es el niño pequeño que te enseña los cuatro rayajos que ha pintado y al que le dices que es un dibujo precioso; Wiseau es el cuñao o el vecino plasta que se cree Kubrick y quiere engancharte para que veas el “artístico” vídeo de la comunión de su hijo.

La película recrea el rodaje de “The room”, un truñardo tan apestoso y lamentable que terminó siendo reivindicado por la incipiente aristocracia friki para amenizar sesiones golfas y practicar el malsano ejercicio de descojonarse de una obra creada justo con la intención opuesta. Ya lo hemos dicho aquí más de una vez: cuando se traspasa la frontera de la máxima intensidad, se entra en el terreno de la comedia involuntaria. Eso le ocurrió al tal Tommy Wiseau, en cuyo pellejo se mete el propio Franco logrando un calco casi perfecto y que puede apreciarse en detalle durante la sucesión de planos paralelos que acompañan a los créditos finales.

Dependiendo de cómo se afronte el visionado (o bien del número de manuales de coaching y similares que uno lleve en el cuerpo) caben dos conclusiones: que no importan los resultados si el trabajo se realiza con empeño e ilusión, o bien que si uno se cree más artista que nadie solo por ser más raro estará condenado irremediablemente al ridículo.

Confieso que durante unos minutos, recién terminada la película, se me despertaron las ganas de ver “The room”, por puro morbo, supongo. Suerte que se me pasaron enseguida y sigo siendo noventa minutos más cuerdo.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
The disaster.
07/07(07/01/18) Hay films sobrevalorados, inflados, y esta esta cosa producida y dirigida (lo pone en los créditos) por James Franco, avalada por un tsunami de críticas loadoras con premios como la Concha de Oro en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián 2017, y nominaciones a los Globos de Oro y siguiendo en la ola seguro que será nominada a los Oscar, pero esto no cambia un ápice mi visión de este producto aburrido, sin chispa, sin frescura, sin originalidad, sin nada que me llame la atención, un absurdo tras otro en un guión sin pies ni cabeza, mal estructurada, mal explicado, con más lagunas que Finlandia. Leyendo la sinopsis a uno le viene a la mente irremediablemente la “Ed Wood” (1994) de Tim Burton, y es que este esperpento se centra (al igual que la genialidad burtoniana) en un director de cine nefasto, Tommy Wiseau, y la preparación de su trash-movie “The Room” en 2003, pero mientras el director del cabello alborotado despliega un amor e imaginación desbordante por el cine, acompañado a su antihéroe de un grupo de desheredados perdedores, donde por ejemplo conseguir unos dólares creaba componendas de cambios de guión y de protagonistas, aquí todo eso se anula al ser un tipo que dispone de todo el dinero que haga falta, aunque no se sabe de dónde lo saca, el guión se lo saca de la nada, sin explicar qué proceso lo llevó a escribirlo, y la relación fascinante y conmovedora que era entre Ed Wood y Bela Lugosi, aquí se prostituye entre lo que vienen a ser Don Quijote-Wiseau y Sancho Panza- Greg Sestero, relación sin gracia, sin garra, entre un tipo insoportable, arrogante e histriónico con otro inocentón. Prometía un millón de veces más de lo que da, es un drama en el que te da igual lo que les pase a los gélidos protagonistas, y una comedia que no te saca más allá de una mueca (siendo generosos). Se queda en una parodia alargada rellena de momentos penosos, momentos inanes, y momentos zafios, adornado por un final pretendidamente climático y queda en bodrio.

Año 2003, el mundo conoció una historia que redefinió el concepto de lo que se conoce como “película de culto”. Tommy Wiseau, un tipo cuyo pasado está cubierto por un gran manto de misterio, dio a conocer su ópera prima intitulada “The Room”, drama mal escrito y actuado, ampliamente considerada como una de las peores películas hechas, cuyo humor involuntario caló muy hondo en los espectadores que la vieron, terminando por colocarla en el más inesperado (y más alto) de los estándares. La realización de la película fue cubierta en un libro, “The Disaster Artist”, escrito por uno de los protagonistas, Greg Sestero, que los guionistas Scott Neustadter y Michael H. Weber han adaptado. En febrero de 2014, la productora de Seth Rogen, Point Gray Pictures, anunció que había adquirido los derechos del libro y película de The Disaster Artist. James Franco iba a dirigir y jugar Wiseau, y su hermano Dave Franco fue elegido como Sestero (primera vez que actúan juntos los hermanos). James Franco declaró que The Disaster Artist era "una combinación de Boogie Nights y The Master". Según Franco, Wiseau inicialmente esperaba que Johnny Depp lo interpretara.

Hay varios cameos de famoso en el metraje: Bryan Cranston , Judd Apatow , ZachBraff , JJ Abrams , David DeCoteau , LizzyCaplan , Kristen Bell , Keegan-Michael Key , Adam Scott, Danny McBride , Dylan Minnette, Kate Upton, Angelyne, Kevin Smith e IkeBarinholtz como sí mismos. Bob Odenkirk y Brett Gelman aparecen como profesores de actuación en Los Ángeles. Otros cameos incluyen Jessie Ennis, Charlyne Yi, Tom Franco, Zoey Deutch , Sugar Lyn Beard , Brian Huskey, Randall Park, Jerrod Carmichael , Christopher Mintz-Plasse, Casey Wilson y Jason Mitchell. Greg Sestero iba a aparecer como un agente de reparto, pero su escena fue cortada, mientras que Tommy Wiseau aparece en una escena de post-créditos como "Henry".

“The room” es una película que no he visto y tras ver este desatino basado en su creación las ganas son nulas, pues Franco, en la primera película que veo de él dirigiendo, me deja con la sensación de que lo suyo no es la realización, y es que para hacer una película sobre una mala película no es necesario hacer una mala película, pues Franco parece no saber esto, pues me queda una cosa insustancial, infantilizada, narcotizada, sobreactuada, sin cariño, sin ternura alguna, sin emoción, sin una escena con sentido, me parece una cinta hecha por porreros, por fumetas, pues es de una languidez supina, componiendo situaciones que van de lo inane a lo fachoso, puede verse como un reverso serio de comedias buddy-movies tipo “Colega, dónde está mi coche? (2000), pero paradójicamente esta última es más entretenida y tiene más jugo que esta de Franco. Pretende ser una nueva visión al Sueño Americano, un canto a las ganas de ser artista, a la ilusión por hacer cine, aunque las musas no te hayan visitado, pero lo que queda es un revoltijo de escenas erráticas, en una evolución grimante, con personajes intrascendentes, de los que no sabremos nada.
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30 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Anyway, how is your sex life?
Lo primero que pensé al salir del cine es : -¿Cómo cojones puede alguien ver está película doblada (a cualquier idioma, me da igual)? La mayor parte de la esencia del film reside en la actuación, una imitación que roza la perfección.
Lo segundo que pensé fue : -Hostia, James Franco, haces siempre lo que te da la gana, pero sabes hacerlo bien, y esta vez lo has clavado.

James Franco dirige y protagoniza una cinta en la que nos cuenta como se hizo "The Room", considerada como una de las peores películas de la historia, y lo hace encarnando a Tommy Wiseau, todo un personaje de lo más extravagante (todavía con misterios por resolver), una historia real detrás de toda la comedia y el drama, el sueño de un incomprendido. Con esta película agranda la figura de Tommy Wiseau, un nombre y una película de culto, y lo más importante, lo hace desde el respeto.

Es sin duda el mejor papel de Dave y James Franco, buen momento para los dos (sobre todo para este último). Muy bueno el detalle de comparar las escenas, hay un trabajo increíble detrás.

Después de su estreno, en su segunda semana, han reducido las sesiones diarias a 2, (una en VOSE y otra doblada), pues bien, sabiendo esto, fui al cine, y con la sala llena (En VOSE) al finalizar la película la gente aplaudía (no suelo ver a la gente aplaudiendo al final de una peli), así da gusto.

YOU ARE TEARING ME APART, LISA!
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
"I did naaaaaht"
Aunque no lo parezca y en cierto modo pueda resultar incluso paradójico, hay muchas formas de posicionarse ante el llamado cine malo. Películas que, a través de su esencia, pueden sacar lo peor de nosotros… o lo mejor. Y sino, que se lo digan a un Tim Burton que en su Ed Wood —cuyo parecido en cualquier ámbito con esta The Disaster Artist es vago, por no decir inexistente— demostró saber reflexionar e incluso dotar de una vía humorística cuya tenue tonalidad contrastaba a la perfección con el discurso del film.

James Franco toma en su nuevo trabajo aquella polémica —y, finalmente, de culto— The Room que Tommy Wiseau rodara en 2003 dejando una extravagante estela de fans que, incrédulos ante lo que acababan de ver, no pudieron sino elevar su trabajo a los altares de lo cutre, de lo infame. Si en las formas —tanto frente como tras las cámaras— de Wiseau se intuía un carácter excéntrico llevado al paroxismo, el de Palo Alto se apropia de él para escenificar la producción de una de las mejores peores películas de la historia. De este modo, la voluntad lúdica atribuida a la figura de James Franco —no tanto por su faceta como cineasta, donde no se había prodigado en ese aspecto hasta ahora; más bien a su faceta como actor e incluso como personalidad dentro del mundo del cine— se persona en The Disaster Artist con un único objetivo, el de la comedia como parte de un todo. Aquello ya desarrollado desde su vis actoral —y que hemos visto en no pocas ocasiones, desde Spring Breakers hasta The Interview—, obtiene un peso particular en un film donde, por momentos, se roza la mimética pura y dura. Un punto de partida mediante el cual quizá poder desmontar la naturaleza del trabajo de Franco, si no fuese por el absoluto empeño en captar con una devoción imposible cada gesto y mueca del propio Wiseau —incluso en esa inconfundible forma de reír—, trasladándolos a la pantalla como si no se pudiese sustraer el más mínimo rasgo de la personalidad del autor de The Room; captar ese carácter, más allá de la propia actuación de James Franco, se antoja pues vital para un film que se ve reflejado constantemente en el talante único e inimitable del ya, a día de hoy, cineasta de culto por (d)efecto.

Es por ello, que la representación sin filtro de lo que llegaría a ser el rodaje de The Room —siempre según uno de sus actores centrales, Greg Sestero— aporta una particular disyuntiva: por un lado, la de optar por un vehículo cuya máxima es el divertimento al por mayor, donde las claves del género son manejadas al antojo del relato que el propio Wiseau marcaría a fuego en el rodaje de su film, y en el que los mecanismos del mismo quedan, en más de una ocasión, absorbidos por el talante del personaje a retratar; sin embargo, y por el otro, se denota una carencia de riesgo —aquel que, curiosamente, sí se sustraía de otras piezas del director como Child of God o Interior. Leather. Bar.— en cierto modo alarmante, pues si en el citado film de Burton el californiano aportaba una reflexión acerca del fervor por querer llevar la visión propia más allá, por, en definitiva, comprender el cine como algo más, con The Disaster Artist apenas se aprecian pinceladas lejos de su registro cómico.

Aquello que podría devenir principal defecto, no obstante, se convierte de un modo extraño en virtud, y es que al fin y al cabo ambas miradas no son sino un modo de comprender desde una perspectiva y unas pretensiones distintas ese deseo por hacer cine cueste lo que cueste. Una desde el romanticismo, y la otra desde la imprudencia más absoluta, transformando esa característica en otro de tantos atributos que, a conciencia o no, James Franco termina retratando en su film. The Disaster Artist es, en definitiva, una divertidísima y desacomplejada carta de amor a Wiseau, que no deja de mirar con ternura una demencia sin la cual quién sabe donde hubiese quedado esa The Room.


Crítica para www.cinemaldito.com
@CineMaldito
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una comedia de un sinsentido
James Franco nos presenta la historia de "la peor película de la historia", en este caso una película que por lo menos a mí no me resulta desconocida y que es The Room, mucho se ha escrito y se ha reseñado acerca de este legendario film.

Estamos hablando de una película que escribió, dirigió, produjo y en la cual actuó Tommy Wiseau, que hasta la fecha poco se conoce de él. Muchos de vosotros no habréis visto la película original, pero lo que se cuenta en The disaster artist, es simplemente lo que tuvo que pasar.

Si no conoces The Room... piensa en lo siguiente: ¿Qué ocurriría si un "fumao" dirige una película y muestra todo lo que lleva dentro? Pues de eso trata esta película, de como dirigir un proyecto que huele a fracaso y con el paso del tiempo se ha convertido en una obra de culto que llena todavía salas y salas para reírse con el "I did not hit her" o el "You are tearing me apart Lisa".

La interpretación tanto de James como de Dave Franco están a un nivel sobresaliente. El aspecto y la caracterización hacen que veamos a un James Franco que nos recuerda magistralmente a Tommy Wisseau y esto es sin duda de lo mejorcito de la película, ahora entiendo porque está ganando tantos premios.

Una de las cosas que también me ha gustado de la película es el trasfondo que tiene durante todo el metraje, nos van metiendo dentro de la propia historia de dos actores en lo que no cree nadie, y ellos mismos, con una mano detrás y otra delante deciden sacar a la luz "su proyecto", con un capital que el propio Tommy Wisseau pone de su bolsillo, y que se estima que fueron unos 6 millones de dólares (esto es real, de hecho esta película está basada en hechos reales).

Este film es una comedia pero que no entra en los estándares del cine americano de típica risa fácil, pero sí que es un contínuo cachondeo general. Sin duda para mí, una de las mejores películas que he visto en este año 2017.

El único defecto, ha sido el doblaje, y ojo, no digo que el equipo de doblaje sea malo, sino que no es una película para verla doblada y sí para verla en su versión original, y reírte con su "hey mark", me toca esperar a la versión doméstica.

Por último comentarte que si estás indeciso, que vayas a verla, los premios están justificados, y lo más importante, las carcajadas también.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Gracias a esta película conocí The room, pero nada más
Le pongo un cinco, porque me cuenta la historia de la otra película y la cuenta bien. Pero en realidad, no me parece nada especial. Creo que es una película que habría pasado desapercibida si no fuese por estar nominada.

Para mi James no se merece ni estar nominado. ¿Qué imita muy bien al auténtico? Sí, pero por esa razón, muchos cómicos tendrían un Oscar. El resto del reparto, está igual. Ni bien ni mal.

La fotografía cuando están mostrando la otra película no debería ser buena puesto que la otra no lo era. Pero es que no es buena en ningún momento. No aporta nada a la historia y no es bonita.

Se ha metido a la dirección ahora, creo que no ha hecho bien. No me gusta como lo hace. No me he aburrido con la película. Pero si no estuviese nominada, no la habría terminado de ver. No sabe poner la cámara. No la usa para contar la historia.

Espero que se dedique solo a actuar, pero creo que no va a ser así.
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7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
What a Story
Aunque The Disaster Artist omite algunos aspectos de la novela que adapta que me hubiera gustado ver, no deja de ser una de las cintas mas destacables de 2017.

Sin ninguna duda, Franco es lo mejor de la película. Consigue hacer de un personaje tan disparatado como Tommy Wiseau alguien real y sobre todo, humano. Pero no deja de lado toda su excentricidad característica. Sin embargo, su habilidad tras la cámara no es tan impresionante. Su hermano Dave es capaz de llevar el otro peso principal con el papel de Greg Sestero, un personaje con el que empatizamos inmediatamente. La entrañable relación entre estos dos personajes es el motor principal de la historia. Funciona muy bien como comedia pero creo que es su carga drámatica lo que otorga corazón a esta película. Hay momentos concretos que evocan a todo menos a la risa. Y lo mas increible de todo es que es una historia real.

No hay que ser un gran conocedor de The Room para disfrutar del homenaje de James Franco, ya que la cinta es mucho más que puro fan-service para los fanaticos de la obra de culto. Es un relato sobre la amistad, el fracaso y el éxito que seguramente te sorprenda por su sincera carga emocional. La recomiendo a todo el mundo.

Una cosa mas. No quiero parecer un purisrta pero no me puedo imaginar esta película doblada a ningún idioma. Me parece una perdida brutal.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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