34 Críticas de los usuarios

Mirad, ni me apetece mirar los nombres de los actores ni del director ni nada. Ésta será una crítica vaga pero, ante todo, honesta.

La prota huye de su pasado frenéticamente al comienzo de la película, la vemos correr por una estación de autobús mientras le persigue la policía. Me siento afortunado: me he equivocado de película y he entrado a ver un intenso thriller hollywoodiense.

Pero no, porque pasada esta persecución la protagonista llega a un pueblacho de mala muerte. Donde un viudo ridículamente guapo lleva una tienda. Tiene dos niños: por supuesto que son monísimos (una niña pequeña encantadora y un niño algo más mayor en una etapa difícil) y por supuesto que uno de ellos acepta los nuevos ligoteos de su viejo y el otro no.

No me adelanto, primero queremos ver a gente bochornosamente guapa ligando como si fueran doceañeros y no depredadores sexuales. La protagonista, que huye de su pasado (cuánto daño ha hecho Kate de Perdidos) debe tomar la dura decisión de si se enamorará perdidamente del único hombre brutalmente atractivo de la aldea que además posee una tienda a su nombre. Él ya ha decidido si se enamorará perdidamente o no. Él es bueno, torpe y bobalicón. Ella va de misteriosa.

Comienza una cadena de sucesos complejos, como que se van a la playa o como cuando cogen las canoas y llueve y ríen desafían al mundo desde su brutal belleza.

Ella, que llega con lo puesto, ha podido meter en su mochila el mayor repertorio de pantalones cortos de la historia del séptimo arte. Me sorprende que no pueda disfrutar ni de unas piernas bonitas ni de nada; una losa de “asexualidad” pesa sobre toda la película. Recuerdo que no me quieren entretener a mí, un pobre cinéfilo de a pie. Me pregunto qué complicados mecanismos han empleado para que no podamos ni disfrutar de eso. Ella es bonita y luce piernas, pero es lo mismo que sucede con las revistas femeninas: salen chicas guapas, preciosas, pero hay un bloqueo que impide que los varones heterosexuales nos excitemos lo más mínimo, cierta aura de manufacturación, de mujeres recién salidas de la factoría. Es interesante. Sabéis que no soy nada amigo de la nostalgia, pero echo de menos más que nunca a Edwige Fenech, a Florinda Bolkan, a Carroll Baker, a Suzy Kendall, … ¿Qué fue de la sensualidad? Vale, no soy público objetivo.

Como no soy público objetivo, tengo un truco para saber si estas películas os pueden gustar a vosotras. Si me siento empachado y con ganas de no comer dulce en mi vida, si bajo la vista hacia mis zapatillas ante frases “profundas” sobre el amor que me sonrojan, es que os va a gustar. Buenos días, princesas, no siento nada de eso: la película es inocua, neutra. No despierta ningún sentimiento.

Técnicamente no tiene nada demasiado reprochable y el maligno pasado de la protagonista nos proporciona una actuación decente. Es todo lo bueno que puedo decir.

Llama particularmente la atención que tarden una hora de película en besarse y una hora diez en irse a la cama (como veis, llevaba con precisión el minutaje de la película) en una secuencia nada excitante, en la que el sexo se nos muestra como algo etéreo, bello y manufacturado. Lamento el spoiler. Si eso os ha parecido un spoiler, largo.

Os adelanto que hay final sorpresa y hubo risas contenidas entre los críticos. La mía no, yo me reí directamente y continué con mi vida y me fui a casa y os escribí esto desde la honestidad: no hay nada que ver en esta película.

Lo reconozco, me gusta el cine romántico. Me encantan las historias de amor, y desamor, aquellas que hablan y reflexionan sobre el sufrimiento y el júbilo que el amor, paradójicamente, nos aporta durante nuestra vida ('El gran Gatsby' o 'Anna Karenina', por ejemplo). Pero luego están las películas románticas al estilo de 'Un lugar donde refugiarse' ('Safe Haven'), donde el amor es visto desde una simpleza apabullante.

La trama nos introduce a una joven que escapa en autobús de un policía que la persigue y acaba en un pueblo alejado de las grandes ciudades donde decide empezar otra vida. Vale, hasta aquí todo parece correcto: se nos presenta una historia con algo intriga que produce un cierto interés (en un principio no sabemos quién es la protagonista ni qué ha hecho). Pero pronto la protagonista conoce a su "hombre", ese que siempre había buscado y con el que, por supuesto, tiene sus reservas al principio para que el espectador, a medida que avance la película, vaya deseando que acaben juntos.

Nicholas Sparks (cuya única adaptación filmográfica decente de su producción literaria es, en mi humilde opinión, 'El diario de Noa') me aburre, y mucho. Sus historias de amor me parecen muy de cuento (en el peor sentido de la palabra) y sus personajes muy simplones a pesar de que intentan pintarlos como complejos y algo extravagantes. A mí no me la cuelas, Sparks.

Su reparto es en ocasiones correcto, en ocasiones pedante. La protagonista es aceptable pero no llega a emocionar ni una sola vez, el antagonista de la historia (no lo revelo quién es ya que es una de las pocas sorpresas de la película) cae en el tópico de malo malísimo muy desaprovechado en mi opinión y el príncipe azul con dos hijos del que se enamora nuestra protagonista me es francamente indiferente por su actuación plana.

Algunos verán en esta película una bonita y "diferente" historia de amor, donde una joven decide huir de su anterior vida para encontrarse a sí misma en otro lugar en el que conoce el verdadero amor y empieza a ser feliz. Lo que yo veo es una película que intenta gustar a toda costa, que busca la empatía del espectador mostrando el sufrimiento y las dudas de la protagonista y que diferente tiene poco, muy poco. Tanto las situaciones como las reacciones de los personajes son tan de película que es imposible disfrutar y adentrarse en este intento de mundo onírico. Aunque debo reconocer que su dirección está conseguida y que el director cumple con su función correctamente la película no consigue salvarse.

Mención aparte merece su final, un epílogo que busca la lágrima fácil y que, en mi caso, consiguió sacármela, pero de la risa. No podía creer lo que estaba viendo, ni escuchando. El señor Sparks me cansa con sus historias pseudocomplejas sobre el amor donde no hay lugar para la reflexión y que solo sirve para atontar a todo aquel que lo ve. Igual que ocurre con Federico Moccia. Yo me quedo con '500 días juntos'. Si te gustan este tipo de historias adelante, esta es tu película. Si no, mejor aléjate de ella.

Podéis leer algunas reflexiones personales sobre el argumento en SPOILER (con spoilers, claro):

Nueva adaptación de Sparks con el siempre encanto característico de sus novelas. Igual de amable que sus otras adaptaciones pero con un toque de suspense, que al cobrar tanto protagonismo en algunas ocasiones, la hace distinta. Dentro de lo previsible que puede parecer cualquier historia de este género, los minutos finales de "Un lugar donde refugiarse" conmueven gracias a una sorpresa encantadora y a una maravillosa carta que le da un toque final de humanidad y amor perfecto a toda la cinta.
La música de la mano de Deborah Lurie siempre es un acompañante placentero para este tipo de películas.

"Un lugar donde refugiarse" se resume en cinco palabras: un pastelón de serie B. Una mujer monina que está huyendo por algo malo que parece haber hecho se refugia en un pequeño pueblecito donde conoce a un tío buenorro padre de dos hijos pequeños. Es un papi maravilloso todo delicadeza, y ella también es guai, así que se enamoran perdidamente, pero hay un policía que está obsesionado con encontrarla y fastidiarle el buen rollo. ¿Cómo terminará todo? Guau, menudo suspense. La película transita de tópico en tópico hasta el final. Sinceramente, se me ocurren muchos lugares donde refugiarme antes que en esta película: la teletienda, por ejemplo: el guión está más currado.

Lasse Hallström dirige otro melodrama romántico sacado de la pluma de Nicholas Sparks, tras la notable Querido John (2010) con Channing Tatum y Amanda Seyfried. Un lugar donde refugiarse nos presenta la historia de un joven, Katie (Julianne Hough, está preciosa, y qué ojazos azules que tiene) que huye lejos tras haber hecho algo horrible. Acaba llegando a un pequeño pueblo costero de Carolina del Norte llamado Southport, y allí conoce a Alex, un joven viudo, padre de un niño y una niña y dueño de un supermercado pequeño. Con el tiempo los dos van intimando, se van enamorando, pero a Katie el pasado la ha encontrado. Tendrá que lidiar con él, poner mano dura y así pasar página. El tema de fondo que trata es algo duro, pero me ha gustado mucho como se ha ido sacando adelante. Además, no es de esas películas que ya te lo cuentan todo desde el principio, el mismo espectador se va enterando de los hechos al mismo tiempo que ocurren en pantalla. La pareja protagonista me gusta, es muy bonita, y la química entre Julianne Hough (por cuerto, es la primera película que veo de ella que no es musical, creía que se llegaría a estancar) y Josh Duhamel está muy presente. En los secundarios tenemos a Cobie Smulders (Robin en la serie Cómo conocí a vuestra madre) que interpreta a una vecina y consejera de nuestra protagonista femenina, y el villano de la función con el rostro de otro actor televisivo como es David Lyons (el general Monroe de Revolution) al que dan ganas de partirle la cara, menudo personaje más despreciable. No me he leído la novela, pero el film tiene sus momentos de tensión, romance, drama, y el final me ha dejado con la boca abierta. Es un final inesperado, no sé, yo mencionaría incluso con tintes sobrenaturales, el cual puede llegar a sacar a más de uno (en mi caso no lo ha hecho, rara vez lloro en el cine, pero sí que me ha dejado un nudo en la garganta) alguna lágrima.
Las cintas basadas en las novelas de Sparks rara vez me han desilusionado. La anterior que ví en una sala de cine fue Cuando Te Encuentre y me pareció notable, y con esta Un lugar donde refugiarse le pongo un nueve, sin llegar a tocar techo, aunque quién sabe si en posteriores visionados cambia la nota.

Partiendo de la base de que el que la vea, ya sabe a lo que se atiene, podemos decir que la película entera es una gran broma absurda. El guión en sí no es malo, tampoco la fotografía ni la banda sonora. Lo que de verdad sorprende de malas maneras es ese flirteo de géneros, esas vueltas de tuerca sin dirección ni sentido alguno. Como estar viendo una película hasta un punto y después ver cómo otra completamente diferente se entrelaza, mejor dicho, intercala con la anterior. A la pareja le falta química, y con mucho dolor a mi pesar por Smulders, he de decir, que su papel no tiene sentido alguno, que se pasea de acá para allá de la pantalla para que Hallström pudiese contar con su nombre en los créditos.
Pero no seamos tan duros, que es una adaptación, no es culpa suya, pobrecito. Aunque me sigo preguntando quién pensó que sería una buena idea llevar este sinsentido a la gran pantalla.
Sin embargo, también tengo que añadir, que el cine estaba lleno (por alguna extraña razón) y que me he reído a carcajadas el resto de la película desde que he descubierto el gran chiste que se "refugia" en el film. Rectifico, la gran broma que es ésta en sí misma.
[Más veneno y risas en el "spoiler"]

Es mi primera crítica, y no sé si alguien ya ha comentado esto, pero quería decir que el fondo es el mismo, pero no es demasiado fiel al libro. A mi no me ha importado del todo porque me lo imaginaba, pero desde luego la historia del libro es mucho más bonita que la de la película. Los personajes no se identifican del todo (algo sí) con los del libro, y hay escenas que ni siquiera existen y se echan de menos las más bonitas y profundas.

Nunca entenderé porqué este tipo de películas son tan criticadas, si sólo leyendo el argumento o viendo el trailer ya queda claro que trata de una historia de amor, si no te gusta sencillamente no la veas...
A mi me gustó, me gustó la tranquilidad que transmite, a pesar de lo turbio que hay detrás, me gustó el pueblo, sus paisajes; si yo me bajar en un autobús huyendo de algo y me topara con Southpark sin duda también me quedaría, me gustó la mezcla de amor con un poco de suspense, me gustó la forma en la que se desarrolla la película, me gustó Josh Duhamel (me gusta siempre), pero todavía más me gustó Julianne Houghn (que no la conocía) , guapísima, transmitiendo frescura, y sobretodo me gustó lo que estaba por llegar, lo que me dejo perpleja, atada al sofá, lo que me transmitió MÁGIA.

"Un lugar donde refugiarse" cuenta con la típica historia de película televisiva de fin de semana de Antena 3, y la productora ha querido coger a ciertas estrellas cinematográficas para intentar darle una vuelta de tuerca.
El problema de esta historia es que resulta totalmente predecible y, uno intuye desde todo momento como se van a ir sucediendo los hechos. El motivo es que la historia es bastante típica gracias a los telefilms a los que estamos acostumbrados.
No obstante, indicar que no todo es malo. Lo primero que debo decir es que los actores protagonistas realizan un trabajo bueno. Julianne Hough está bastante bien en el papel de la joven que huye de su marido para empezar una nueva vida en un pueblo pesquero perdido en Estados Unidos. Junto a ella el siempre elegante Josh Duhamel resulta creíble en ese papel de joven que se enamora de la nueva del pueblo.
Hay que reconocer que la película cuenta con ese toque tierno y cercano al que nos tiene acostumbrado su director. Como ya hizo en las fantásticas "Chocolat" o "Las normas de la casa de la sidra" uno conecta fácilmente con los personajes, y la fragilidad y la ternura que los envuelven hacen que uno enfatice con ellos sin ningún esfuerzo.
No obstante, el gran talento de este director no consigue garantizar el éxito de la película ya que la historia pesa demasiado por sus numerosos tópicos.
En fin, nos encontramos ante un film que decepciona más de lo que uno se imagina, ya que no cuenta con muchos puntos para garantizar su éxito. Su historia predecible hace que no consiga mantener un ritmo creciente. Aun así, decir que las actuaciones y la fotografía son buenas. Y el toque de su director hace que por lo menos uno muestre cierto interés por lo que se narra, haciendo que no sea del todo decepcionante.

La verdad es que a estas alturas del partido la gente ya debería de saber a lo que va cuando se decide a ver una película basada en una novela del escrito Nicholas Sparks. No sé por qué se sorprender al encontrarse con una historia romántica en la que sus protagonistas, la mayoría de las veces, aprovechan una segunda oportunidad que les da la vida para ser felices y olvidar un pasado tormentoso. Efectivamente, es lo que nos encontramos en lo último del director Lasse Hallström, un profesional serio y competente que nos va a regalar siempre un trabajo que, aunque no sea una maravilla, sí que será bastante digno, con una correcta dirección de actores, una banda sonora aceptable y una fotografía apabullante. Aquí, la pareja protagonista es la rubia y guapa Julianne Hough y el, cada vez más polivalente y atractivo, Josh Duhamel. Ambos están más que correctos y tienen una buena química en pantalla y, juntos, consiguen sacar a flote la película. Los secundarios no destacan especialmente, excepto el interesante David Lyons como el malo de la función quién lo hace verdaderamente bien. Yo esperaba mucho menos de esta película y anoche me llevé una grata sorpresa, éramos cuatro gatos en el cine pero me alegré de haber entrado. Un saludo.

Ante todo, quiero dejar claro que el cine romántico me gusta y me atrae. Como soy bastante entusiasta de este género suelo ser indulgente con películas como ésta y por ese motivo le he puesto un aprobado. Si la película es digna y pasas un buen rato con ella, me basta. Dicho esto, esta película no deja de ser una historia de amor convencional que contiene los principales tópicos de este género. Es muy melosa, en la línea de aquellas películas basadas en obras de Nicholas Sparks, y sin duda alguna agradable de ver y entretenida. No obstante, es indiscutible que las hay mucho mejores y tampoco aporta ninguna novedad al género. Por lo demás, un correcto y digno trabajo de dirección e interpretación y unos paisajes preciosos que ayudan a crear una buena ambientación.

En resumen: una película respetable dentro del género pero con carencias y tópicos que impiden que vaya más allá. La recomiendo para los amantes del género como un servidor.

Mi nota: 6.

En el spoiler unos detalles de la trama.

Las películas basadas en las novelas de Nicholas Spacks han creado, por si solas, un nuevo género. Desde la primera de la serie, Mensaje en una Botella, pasando por el gran éxito de El Diario de Noah, ya han sido bastantes las parejas que se han enamorado en la pantalla.

En general, son historias que se ven con agrado por unos espectadores a los que les gusta emocionarse y hasta llorar de vez en cuando. Son historias sin más complicaciones que las p´ropias de un género, el romántico, que, en otros tiempos, dio a la historia del cine grandes obras, y que, actualmente sirve para enfrentar a las parejas a la hora de ir al cine: Ella quiere ver una de Nicholas Spacks, él una de Jason Stharhan. Son dos tipos de cine que nunca conseguirán premios en festivales, pero que cumplen de sobra su cometido de entretener.

Porque no es mala, así que debería tener más de un 4, pero tampoco buena así que debería tener menos de un 6. Perfecto! Un 5. Hasta qué ves los últimos 10 minutos y te dices: "ni siquiera puedo ponerle un 5!". Si quieres emociones (sean las que sean), te has equivocado de peli. Ahora bien, si tu pareja te ha dejado, te ha puesto los cuernos, prefiere a su perro antes que a ti, te ha confesado que le gustan las personas de su mismo sexo o se ha ido a vivir con su madre de nuevo, entonces (ojo, sólo entonces), esta es la peli perfecta par volver a creer en el amor perfecto, puro, infinito. Duhamel, chico, es una pena que abandonases el puesto de jefe de seguridad en el Montecito. Te iba bien. Se te daba bien. Era lo tuyo! Hough, tía, eres joven, mona, tienes formación artística. Por favor, no vuelvas a hacer algo así o te mandaré a tu cuarto castigada. Sigue, mejor con el teatro, es tu fuerte, centrate a tope. Salvo que encuentres a un tipo como el personaje de Duhamel. Entonces déjalo todo y no mires atrás. Lo entenderemos.

Rutinario y empalagoso thriller romántico que asienta sus bases en tópicos de ambos géneros (suspense y novela de amores perdidos/encontrados) pero que nunca pretende molestar, como si ser minimamante osado le hiciera perder parte de ese publico lector de novelas rosa que es tan fiel y tan poco dado a la transgresión. La novela original es de Nicholas Sparks (“El diario de Noa”) con lo que ya podemos imaginar que la parte thriller de todo esto no es mas que una excusa contarnos la típica historia de amor donde los buenos son muy buenos y los malos muy malos. Lo de siempre, vamos. Y además el problema es que si la historia de amor es la de siempre, el thriller tampoco aporta nada. Es una pena que un director tan dotado como Lasse Hallström ofrezca una película tan impersonal al borde del telefilme de sábado por la tarde. No molesta, ni traspasa. “Un lugar donde esconderse” es un rutinario ejercicio de estilo sin el menor estilo. Una de esas películas que harán felices al potencial público al que va dirigido pero que aburrirá al resto. Actores guapos, historia romántica, paisajes bucólicos y algo de suspense para no morir de una sobredosis de azúcar. Un irregular batiburrillo que va a lo seguro y a mi ha conseguido aburrirme como una marmota e incluso he estado al borde del coma diabético con uno de los finales mas vergonzosos de los últimos años.

Cuando una película triunfa tiene, casi siempre, consecuencias. Una de ellas es que hay que repetir el esquema hasta la saciedad, hasta que se agote. En esta ocasión, la repetición del esquema consiste en la compra sistemática de los libros de Nicholas Sparks para adaptarlos al cine. Sparks es a la novela romántica lo que Stephen King es a la fantástica o John LeCarré a la novela policiaca. Es el adalid de ese género y desde el éxito de “El diario de Noah” raro es el año en el que no nos llega un adaptación de un libro suyo.
Sus libros se caracterizan por ser bastante empalagosos y lacrimógemos, no nos vamos a engañar, en los que el amor se debe imponer a todas las dificultades imaginables: a la enfermedad, a los conflictos armados, a los problemas psicológicos… lo que pasa es que en esta ocasión a lo mejor se le va un poco la mano. Una mujer buscada por la policía por asesinato se esconde en un pueblo donde conoce a un joven viudo padre de dos hijos. En ellos surgirá, no podía ser de otra forma, la llama del amor y tendrán que vérselas con todo tipo de infortunios. Aquí aparecen los malos tratos, la personalidad obsesiva, la pérdida de un ser querido, el hijo que no sabe dar salida a su dolor por la pérdida de su madre, la huida de la justicia, algunos elementos paranormales*… todo ello filmado con la eficiencia de alguien como Lasse Hallström que consigue un giro argumental a mitad del metraje que, aunque no es sorprendente, al menos lo intenta**.
La pareja protagonista pues cumple su cometido con bastante oficio. Supongo yo que será más fácil enamorarse de un viudo si ese tiene la planta de Josh Duhamel y Julianne Hough está mejor que “Rock Of Ages” que tampoco era muy difícil. Cobie Smulders siempre es un regalo.

Típica película de amor. La trágica historia, los protagonistas se conocen casi sin querer, empiezan a tontear, va transcurriendo la película hasta que...!! sorpresa !! se enamoran.

Si eres un apasionado del género drama romántico esta película no te va a defraudar. Cierto es que es muy típica, pero eso no quita que sea un film con un buen ritmo en su trama, bonita y entretenida, para pasar unas buenas horas con tu pareja.

Algunos/as la calificaran de "pastelón inaguantable", otros/as de "película preciosa". En mi opinión me quedo en medio de las dos calificaciones. Soy consciente de que acabo de ver un pastelón, pero un bonito pastelón.

Adaptación de una novela que no he leído, por parte de un Lasse Hallstrom que rueda con su propio estilo una película de mecanismo sencillo, sin muchos alardes cinematográficos, y con resultado bastante correcto, en el más amplio sentido del término. Es en mi opinión un buen director, ya que sus visionados me dejan siempre un buen sabor de boca, pese a ello, no termino de catapultar a la cima ni un film suyo, ya que sus películas me suelen parecer que no logran, por distintos aspectos, enmarcarse dentro de la categoría de obra maestra. En esta ocasión nos ofrece un digestivo pero no llamativo romance que tarda en arrancar, para llegar a un thriller con aromas telefílmescos, aunque sin dejar de lado su incursión en el primer género citado ya que la historia desemboca en la vertiente de mostrar muchos sentimientos, alcanzando un nivel bastante bueno, en esa faceta, dejando verse un pasatiempos blando, agradable, previsible, y estimulante, adjetivo este último que contrarresta el tedio inicial al que nos someten los componentes encargados de elaborar esta insustancial y llevadera aventura.
Por ello, aunque ni thriller -con el discurso tremendista y maniqueo propio de un telefilm- ni el romance azucarado y un tanto efectista, forzándose la máquina con una lograda ambientación, una BSO apropiada, lleguen a degustarse para absorber nuestro paladar, tampoco es desdeñable el trabajo y los esfuerzos de conseguir mantener hasta el final al espectador atento en lo que es un buen ejercicio en aspectos técnicos, pese a que las actuaciones tampoco sean nada del otro jueves. No es ni mucho menos comparable a el resultado de " El diario de Noa", no obstante se perfila un producto bien condimentado que trasmite positividad y energía a pesar de algunos desbarajustes en la confección de una historia surrealista, que aunque no sobrepasa la línea de lo estrictamente correcto puede verse si se está con ganas de echarle un vistazo al típico y tópico -también sea dicho- agradable y convencional romance con aroma a bonita y en cierto modo, preciosa simplicidad.

Basada en una novela de Nicholas Sparks, "Un lugar donde refugiarse" es ya el 11º libro del escritor de Nebraska que es llevado a la gran pantalla. La diferencia que esta historia tiene con otras del mismo autor es que en esta trama hay un villano bien marcado dispuesto a romper la vida de su protagonista.
Katie Feldman (Hough) huyendo de su pasado llega a una pequeña ciudad costera de Carolina del Norte, buscando encontrar algo de paz y comenzar una nueva vida. Consigue trabajo como mesera y si bien trata de no relacionarse con ningún lugareño, la sorprende la amabilidad de los habitantes que la tratan con afecto desde un principio. Conociendo a Alex (Duhamel), un joven viudo con dos hijos con el que comenzara una hermosa historia de amor que esta constantemente amenazada por ese turbio pasado que amenaza con salir a flote y hundirla para siempre.

El cine de Lasse Halstrom y los guiones de Nicholas Sparks se caracterizan por contar historias sencillas, bien filmadas y con grandes intérpretes. Todo está en orden y simplemente se busca hacer pasar un rato agradable al espectador. La excepción en el caso del director se encuentra en Atando cabos, que se sale un poco de su cine para abordar una historia más compleja y mal contada. En el caso de esta película se aleja del tono romántico para adentrase en una historia de suspense-terror que es un un verdadero despropósito. Si a esto unimos que los intérpretes están muy mal, excepto David Lyons que no está bien pero por lo menos está más decente que el resto del reparto, no existe química entre la pareja protagonista y ese guión tan deficiente hacen de Un lugar para refugiarse una mala película. Solo se puede destacar la fotografía y música, que son características de las películas de Lasse Halstrom, que sabe rodar ese tipo de escenas en donde hay variedad de enfoques, escenas con imágenes muy coloridas y retrata muy bien los paisajes de la película. Si la película se hubiera centrado simplemente en los aspectos románticos, olvidándose de la penosa historia de suspense, sería una película sin más pero con esta historia absurda y mal terminada de suspense psicológico solo se puede decir que es una mala película.

¿Conocéis esas películas que ya solo por el título o argumento crearán un gran número de admiradores y detractores? Si, `Un Lugar Para Refugiarse´ (2013, Lasse Hallstrom) es una de ellas. Siempre digo, como buen amante del cine, que antes de opinar sobre un filme es necesario verlo, y luego, si requiere el caso, despotricar, pero al menos teniendo una correcta base. Sin embargo, me atrevería a decir que todas aquellas personas que no soportan las pasteladas, las historias de amor y pasión y derivados, se abstengan de verla. Y eso que la película engaña, no es tan superficial como parece, o al menos no lo intenta.
El filme narra la historia de Katie (Julianne Hough), quien huye despavorida de su antiguo hogar, perseguida por un cruel y oscuro pasado. Por casualidades del destino-o mejor dicho, del guión-va a parar a un pequeño pueblo llamado Southport, en Carolina del Norte. Allí decide asentarse y comenzar una nueva vida. Conoce al dueño de una tienda, Alex (Josh Duhamel), y entre ellos saltarán chispas.

¿El director? Bueno, nos encontramos ante el irregular Lasse Hallstrom, autor del filmes notables como: `Siempre a tu Lado´(2009, Lasse Hallstrom) o `Mi Vida Como un Perro´ (1985, Lasse Hallstrom) y otros tantos, como decirlo, ¿no tan notables?; véase `Querido John´ (2010, Lasse Halltrom) o `Algo de que Hablar´ (1995, Lasse Hallstrom). ¿En que categoría de su filmografía tendrá cabida esta nueva película? Vamos a comprobarlo a continuación.
La película comienza con fuerza, dando un duro golpe a la mesa, atrapando de lleno al espectador. Una mujer ensangrentada llora, corre, escapa, huye, pero, ¿de quién? en principio parece ser de la justicia, ¿y por qué? ¿qué ha hecho? Los movimientos intensos y exagerados de cámara logran mantener muy bien la atmósfera asfixiante y de incertidumbre. Un opening bien desarrollado y rodado. Aunque, tan solo es el principio…
Con los minutos la película pierde ritmo, y con ello intensidad y tensión. Incluso se va haciendo pesada, algo aburrida. Aquella mujer, Katie, decide asentarse en un pequeño pueblo que vive del turismo y rebosa tranquilidad. Allí espera no ser encontrada jamás y empezar una nueva vida, de cero.

Entonces, eso es lo único que te mantiene, de momento, enganchado a la película, ¿que habrá hecho aquella mujer? ¡Si tiene cara de no haber roto un plato en toda su vida! El guión no es malo, ojo, sin embargo le falta matices; intenta profundizar demasiado en la historia y contar varios dramas a la vez. No logra con éxito lo que se propone. Aun así, me reitero, el guión sorprende, no es para nada malo.

La historia tampoco lo es, y se desarrolla con un ritmo irregular, quizás el principal error: comienza muy fuerte, luego pierde el hilo y la intensidad, se hace algo pesada, y poco después de la primera mitad de metraje, recupera la tensión, para finalizar de manera satisfactoria. El director juega con el espectador; a conciencia muestra lo que parece ser, en primera instancia, la típica historia de amor que todos nos hemos tragado alguna vez, aunque, a poco más de la mitad del filme, el guión da un cambio de giro, y deslumbra al espectador. Punto a favor, Hallstrom.

Las actuaciones son regulares, no son para tirar cohetes, sin embargo, sería erróneo decir que son malas; simplemente son pasables, el guión tampoco exige demasiado. Si hubiese que destacar algún papel sería el que interpreta la jovencísima Mimi Kirkland, la cual ofrece algo de credibilidad a la historia. La fotografía, junto con la banda sonora, son excelentes, quizás lo más destacable, junto con el final.

Como ya he dicho antes, uno de los principales errores del guión es intentar dar demasiada profundidad narrativa y dramática al guión-maltrato, alcohol, la pérdida de una persona importante…-, con tantas subtramas de por medio, no queda creíble, no consigue crear esa atmósfera de veracidad que todo director de cine intenta buscar y plasmar. Al menos, y eso sí, el simple intento de no mostrar al público la convencional y superficial historia de amor adolescente y procurar modelar un relato audiovisual maduro, es digno de alabar.

A medida que se va acercando el final, la tensión aumenta: el oscuro pasado de Katie vuelve para arrastrarla consigo, de nuevo, aunque esta vez, tiene a alguien que la protege, que la cuida. Y sobre todo…esa persona-Alex-, ha conseguido que Katie se valore y tenga confianza ciega en si misma; señores, ya no es vulnerable. No soy muy partidario de los finales felices, en muchos casos no me los creo, es lo que todos queremos ver; no obstante, en este caso, estoy de acuerdo con el desenlace. Emotivo, bonito y feliz. Pienso que de otro modo, todo lo anterior no habría tenido sentido. Final con sorpresa incluida, por cierto.

¿Vale la pena gastarse el dinero yendo al cine a verla? Depende de tus inquietudes cinematográficas. Si te gusta el género del romance, creo, que no saldrás mal parado del todo. Si lo odias, no gastes ni tu tiempo ni tu dinero. Aunque, como buen cinéfilo, diría que como en el cine, en ningún lado.