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13 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Los maté porque eran mios
En esta película Pasolini recrea el mito de Medea escrito por Euripides, que mató a la futura esposa de su marido Jasón regalándole un vestido (o un cetro) que hacia arder al que se lo pusiera, y después asesinó a sus hijos para evitar que otras manos más crueles vengasen en ellos la muerte de Glauce, huyendo tras ello a Atenas en el carro de Helios. Pero Pier Paolo la adaptó a su gusto haciendo morir a Medea calcinada junto a sus hijos degollados, dándole poderes suicidas en vez de flamígeros a su maléfico regalo, y además dando a entender que mata a los hijos como venganza hacia jasón…

La pelicula explora sobre todo el universo femenino de Medea, que traiciona su anterior vida y sus creencias de sacerdotisa para huir con Jasón, ayudándole a robar el vellocino de oro. Con la habitual factura de expresiones, de rostros y de miradas del realizador italiano, el film nos va introduciendo en los sentimientos de Medea, una mujer dominada por la pasión, que abandona su vida y sus creencias para seguir a su corazón, y que después es reemplazada por una chica más joven. Desde el momento en que ve entrar en el templo al argonauta, hasta el trágico final, se nos va narrando una historia de amor que mata (otra vez el fatalismo del director) y la de una mujer capaz de quitarse la vida antes que compartir a su esposo y capaz de descuartizar a su hermano Apsirto para poder huir con Jasón. En definitiva, la de una mujer locamente enamorada.

Aunque sale relativamente airosa, Maria Callas canta mejor que actúa, y pese a dejar un par de escenas más que notables (véase cuando le dice adiós por segunda vez a Jasón) a veces se hecha de menos a una actriz profesional. La banda sonora, si se la puede llamar así, se limita a una música con instrumentos de la época que logran mantener tenso y atento al espectador. La mayoría de escenarios y paisajes son realmente impresionantes y llamativos. No se en que países estarán, pero merece la pena verlos.

Una pelicula profunda y elaborada.
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42 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
"Cuando una mujer ve lesionados los derechos de su lecho, no hay mente más asesina"
Película inspirada en la célebre tragedia de Eurípides (siglo V a. C.), que tengo la suerte de conocer bien (en segundo de carrera tuve que traducirla del griego).

El mito de Medea habla de un tema común en Pasolini: la difícil coexistencia entre la civilización moderna (representada por Corinto) y la barbarie del mundo antiguo (representada por la Cólquide). Es decir, explora la antítesis razón/irreflexión.

En la rocosa y primitiva Cólquide tienen lugar costumbres tan salvajes como un atroz sacrificio humano con canibalismo incluido, dentro de un rito de fertilización: ratas disecadas penden como adornos, entre primarios cánticos y extrañísimas indumentarias.
A esa tosca y basta patria de Medea se le contrapone Corinto, sociedad más refinada pero decadente, egoísta y xenófoba (crítica de la sociedad actual).
La moraleja es que lo irracional prevalece sobre lo cerebral: la erupción de los sentimientos no puede ser dominada por la razón, y el amor es una fuerza destructora (por amor Medea roba y mata).
Ahora que lo pienso, este mito sobre amores y celos violentos casa muy bien con el cine italiano, tan fecundo en cuernos e impetuosas mujeres despechadas.

En la antigua Grecia lo irracional estaba simbolizado (entre otras cosas) por lo femenino y lo extranjero: Medea reúne ambas cualidades, y eso la convierte en paria rechazada por la flamante Corinto, que recela de ella como elemento caótico, descontrolado, animal, vestigio de un mundo antiguo, atrasado y hechicero.
En definitiva, “Medea” trata también sobre el desarraigo y la inadaptabilidad en un mundo que señala al diferente con desprecio.

Aparte de que lo narrado en la primera parte no está en la obra de Eurípides (las peripecias en busca del vellocino las relata Apolonio de Rodas), Pasolini se aleja bastante del dramaturgo ateniense:
- La película es casi muda, frente a los largos parlamentos de Eurípides.
- Se elimina lo más fantasioso del mito (nada de dragones custodiando el vellocino, ni de carros tirados por caballos alados).
- La Medea de Pasolini es más monolítica, sin grandes vacilaciones, lejos del agudo tratamiento psicológico de Eurípides (cuya Medea alternaba la agitación y el furor con el raciocinio y la actitud reflexiva, con momentos en que titubeaba y dudaba de sus funestos planes).
- La narración no siempre es lineal: Pasolini utiliza recursos del cine para darle al último acto un plus de delirio, con saltos adelante y atrás, o repetición de escenas con pequeñas variantes.

La famosa soprano María Callas estaba ya algo mayor para encarnar a la Medea joven, pero cumple. Los demás actores son terribles (se diría que Pasolini buscaba el “rostro” adecuado antes que el “intérprete” adecuado). El vestuario y las localizaciones, de diez.
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22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Extinción
Creo que no debemos ver esta película como una adaptación de Eurípides, como a veces se lee: Pasolini recrea un mito cuya antigüedad es mucho mayor que la de la Grecia clásica. Como su antecesor griego (y otros que vinieron después) Pasolini se enfrenta a este material en su condición de hombre de su tiempo; un hombre por lo demás de amplias inquietudes, que está al tanto de los estudios antropológicos sobre el origen y función de los mitos (Frazer, Eliade, Levy-Bruhl), y que concibe el choque entre los griegos civilizados y los bárbaros de la Cólquide con la conciencia crítica de un observador de los procesos y consecuencias del colonialismo europeo contemporáneo. La película muestra con crudeza que el origen del mito de Medea hay que buscarlo en los tiempos en que los primitivos pobladores de Grecia se comportaban como los caníbales polinesios a los que se enfrentaron, hace cien o doscientos años, los modernos argonautas de nuestras metrópolis.

Los estudios antropológicos y mitológicos hablan el lenguaje de la erudición o la fantasía, pero el cine está condenado a lo concreto y Pasolini concibe una especie de documental imaginario en el que los rituales del Neolítico y la Edad del Hierro se ofrecen a nuestros ojos llenos de detalles y color: vestidos y pedrerías, tocados y cornamentas, animales domésticos, estelas, rostros, habitáculos, cuencos en los que se vierte un corazón humano.

Habría que preguntarse por qué Pasolini se acercó al mito de Medea: creo que no le interesó en tanto que exploración personal (al modo de Edipo), sino como metáfora. Jasón recorre la distancia que media entre Quirón y Creonte; entre un país de hombres unidos a la tierra, que habitan dentro de cuevas, en paisajes que son como fragmentos de cuerpos humanos, y otro de ciudades ensimismadas, cercadas por muros tan altos como el cielo. La tragedia de Medea es la de todos los que han abandonado la vida rural para abrazar un sueño de bienestar que nuestra civilización infértil promete y niega sin cesar.

Maria Callas, quizá la mayor actriz trágica del siglo XX, comparece aquí no como actriz, sino como mito viviente: ella es Medea desde la primera imagen en la que vemos su rostro fragmentado, uno solo de sus ojos.

Fragmento del texto publicado en: https://navegandohaciamoonfleet.wordpress.com
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15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Caníbales y Reyes
Película que describe los devastadores efectos de la pasión en contraposición a la razón y los usos sociales. Pasolini, adaptando la obra de Eurípides, traza una pasión sometida a la fatalidad; la "hybris" clásica como desmesura y violencia representada en la condición “bárbara” de Medea vs. Jasón, que personifica la razón práctica y el nepotismo. Entramos en una visión dialéctica de contrarios y ahí hay barra libre en cuanto a los alcances de la propuesta.

Jasón es la Razón pero, atendiendo al director que firma, bien podría ser Occidente y el racionalismo burgués en esa ideología pasoliniana basada en la disidencia y la utopía.

Medea aparece como figura epónima de la naturaleza, el instinto… ¿El 3er mundo? Un mundo esotérico, atávico, de raigambre instintiva y ritual.

Es interesante la figura del centauro como visión subjetiva o construcción intencional de Jasón –en la segunda aparición de Quirón– manifestando que la dualidad entre razón y mito en el personaje del argonauta es parte de una evolución hacia el racionalismo que encaja con la evolución del primer mundo dejando al resto en la estacada.

De esta forma, la lectura del mito según el universo pasoliniano nos lleva a autores como Marcuse, Fromm o la intelectualidad contracultural de los 60. Y nos permite a nosotros, cinéfilos, enfocar una visión del espectáculo cinematográfico en general, y esta Medea en particular, como forma insurrecta contra la cinematografía aburguesada, lineal, narrativa, introduciendo el psicologismo (pulsiones, libido, eros-tánatos) y la reacción anti-industrial.

De Medea se sirve Pasolini para una reinterpretación atemporal sin ánimo de reconstrucción veraz (¡¡barcos vikingos!!). Una visión simbólica de lo artesanal, la ausencia de tecnificación y el proceso cosificador de un pasado y una tierra no evolucionada (Pasado; Tercer Mundo; África). Alegoría de las diferencias sociales en perspectiva universal y melancólica de lo mitológico como imaginario terapéutico que exalta esa Grecia africana, sumeria, etc. Y digo terapéutico porque quizás tenga más fuerza por ahí que en su beligerancia, atendiendo a la decepción ideológica del propio Pasolini que habría de desembocar en Saló, donde incluso el cuerpo desnudo y el erotismo son asimilados por la plutocracia consumista.
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14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Bastante mala adaptación de la obra de Eurípides
Esta es una de esas películas que consigue entretenerte por contener una buena historia (claro está que no es de Pasolini) pero que tiene millones de carencias por donde quiera que la mires. Poco se salva, a lo mejor los paisajes y el vestuario, en cuanto a lo demás, no creo que la falta de presupuesto sea una excusa para demacrar una obra de este calibre. A lo mejor mi critica está influenciada por el profundo conocimiento de la obra y por la homónima dirigida por Lars Von Trier en 1987 del guión de Carl Theodor Dreyer, obra que sí que logra captar toda la carga emocional de la tragedia y que cinematográficamente es infinitamente mejor.

La actriz Maria Callas hace una actuación de 5, si hablamos del resto de personajes, suspenden todos. El sonido es completamente falso (se ha de ver en versión original para apreciarlo), todo de estudio grabado tras la cinta, los sonidos de ambiente son prácticamente inexistentes y la presencia de una banda sonora con música de los monjes tibetanos o de instrumentos japoneses de cuerda como si fuesen tocados y cantados insultan la inteligencia del espectador. Aun así y si la vemos desde un punto de vista más permisivo, tiene sus cosas positivas como ponernos en antecedentes sobre la traición de Medea a su pueblos y su fuga con Jasón, así como una muestra de las costumbres y ritos tan "primitivos" que se llevaban a cabo en la época (sacrificios humanos para la fertilidad de la cosecha, azotar a los nobles...). Como ya he dicho el vestuario está bastante logrado y los paisajes bien escogidos, pero eso no salva a una película.

Es en ocasiones confusa, no respetando apenas la continuidad en el tiempo y queriendo mostrar con la cámara ciertos efectismos que no logran para nada su propósito. Las actuaciones son lamentables como por ejemplo los "supuestos " llantos con lágrimas invisibles, o las sonrisas y enfados forzados de Giuseppe Gentile haciendo de Jasón. Me parece bien que escoja a gente no profesional para ahorrar en gastos pero no al primo de su abuela.

Bueno, el 5 se lo doy porque al fin de al cabo, muestra ciertos detalles que te meten algo más en la historia para aquellos que no conocen el mito y como ya he dicho el argumento es interesante, pero me parece una de las peores actuaciones y sonidos que he visto hasta el momento en una película profesional. Como ya he avanzado más arriba, para aquellos que tengan verdadero interés en la "Medea" les recomiendo la obra de Trier (pueden echar un vistazo a la correspiendiente crítica que le he dedicado) que aunque algo más libre en su guión [sobre todo el final] es una lección de adaptar una obra teatral: emociones, actuación, efectismo, paisaje, recursos, fotografía... Lo tiene todo, y ésta muy muy poco.
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18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Triste (pero en el mal sentido)
Qué se puede decir, yo que soy un gran admirador de Pasolini debo decir que esta película es una de sus más bajas producciones, y la verdad tiene graves errores que decepcionan.
Yo esperaba ver algo que pueda entrar en mi mente para no salir más, pero lo que vi fue una película como si estuviera mal hecha, hasta llegué a pensar que no tenía la versión original, que había algo dañado en ella. Pero no era así, lastimosamente no era así.

Reconozco que empieza bastante bien, con la estética típica de Pasolini: ruina, lugares deshabitados que él vuelve a habitar con su cine, vestuario muy diferente a lo occidentalmente propuesto; todo bien. Pero luego ya se comienzan a ver las diferentes fallas: la música y el sonido son atroces, la música es simplemente monótona y lleva a la desesperación. María Calla me pareció una pésima Medea y creo que nunca llegó a entender la potencia que debía tener su papel.

Me gustó mucho el sacrificio humano, en especial la idea de la "muerte feliz" o "muerte con objetivo" que tiene el sacrificado, que piensa (está seguro mejor dicho) que su vida, y por lo tanto su muerte, tienen un sentido.

Pero volvamos a la película. Es demasiado insuficiente, en ningún momento se puede ver la obra de Eurípides o por lo menos la contraposición a la idea de que mujer es igual a madre o que madre es igual a mujer, y hacernos ver que son dos seres distintos o varios seres mejor dicho los que conforman a una mujer; lo cual contradice por completo la tradición mariana que tiene la civilización occidental sobre las mujeres (la mujer debe ser como María la Virgen y antes de ser mujer debe ser madre y esposa y ninguna otra cosa más). Medea es la gran reivindicación del ser femenino, es por eso que esta historia da mucho para pensar. Pero en la película no se siente nada de nada.

Hay varias tomas en que la sombra no es controlada e invade rostros y gestos importantes que son errores de postura del actor. Nunca pudo Pasolini romper la irrealidad, la inverosimilitud de esta película por culpa de un muy bajo nivel de actores y ciertos momentos en que la cámara, según mi humilde criterio, no estaba bien ubicada. Hubo muy pocas tomas que realmente llamaron la atención, lo que por lo general ocurre en Pasolini, que hace tomas que marcan la mente, aquí de eso hubo muy poco.

Para mí fue algo triste, por la decepción que sentí digo.

Saludos,
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Roza la fantochada
Como ocurre con otras de Passolini, el paso del tiempo maltrata esta película. Cuando él vivía había no pocos papanatas que alababan cualquier cosa que hacía, como esto.
Pero esto es, sin más, malo . La Callas da pena. El Jasón parece que se toma todo a coña.
Los diálogos son ridículos y el monólogo del centauro de cartón piedra, pretencioso.
Luego está la manía de Passolini de meter a gente cualquiera, que, claro, ni saben qué cara poner.
Lo único que se salva es el paisaje y el vestuario. Pero de poco sirve eso si no hay un drama ensamblado, si la acción no fluye. Todo es estático. Y aburrido.
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sin título
En Pasolini lo poético va por detrás de la imagen. Lo primero son las cosas y después la poética de los pensamientos. Esto último es lo fácil de expresar. Lo difícil de entender son las cosas, lo sagrado, la realidad. Medea está adornada, Medea se recuesta sobre pelos de animales, como Barbarella. Ahí en Corinto todo es tan bonito que da gusto. De Chirico y los planos. Un sol radiante al mismo tiempo que hace viento fresco y Medea mira por su pequeña ventanita orientada hacia el Sol, un familiar seguramente. Eso, Medea se hizo inmortal y moró en los Campos Elíseos donde se casó con Aquiles. Los ungüentos son las cosas que no se han materializado en real todavía. Estos, al entrar en contacto con la carne de algunos seres como Jasón, producen grasientos rayos energéticos de amor descontrolado u odio. La casa empinada, al borde la árida colina, era tan hermosa que un buen día se chamuscó y respiraba por los pocos orificios que le quedaban. Por algunos salía sangre, por otros, llamaradas.
La mitología que maneja Pasolini se toca con los dedos. Me los chupo. “En cuanto tenga una cámara yo también lo haré así” dice un niño pequeño en el parque. Si bien cuando, después de tanto desierto con amor, Medea corta la cabeza de un siervo hipnotizado y ahí se mantiene el plano. Lo mismo que esa situación repetida desde dos puntos de vista diferentes en la que en la segunda vista ya se ve la cara de Medea cortada en dos, en sombra y en luz, volviendo de nuevo a la cuestión de la alegoría como herramienta válida en el Cine. Sin embargo, cuando Pasolini ya utiliza lo metafórico propio de lo poético el director italiano ya me ha curado las heridas con besos de azúcar. “<<La perfección de “Le jour se lève” consiste en que el simbolismo no va jamás por delante del realismo, sino que lo acompaña por añadidura>>. Lo dice André Bazin.” (Arcadi Ballester). Y antes yo he hecho referencia a lo poético cuando el simbolismo es a lo que me refería. Mi memoria cambio los dos estados. En Pasolini el simbolismo va también por detrás de la imagen, del realismo, de la poesía.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Verdadero arte
Es una de las grandes obras maestras de Pasolini. Una tragedia griega protagonizada nada menos que por la propia María Callas que recrea todo lo enigmático de esa bella mujer hechicera que es Medea. Los primeros planos de ese hermoso rostro, los tiempos, los silencios, el ritmo y la música griega van sumergiendo al espectador en una maravillosa historia que no tienen desperdicio.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
DE SÓFOCLES A EURÍPIDES
Segunda tragedia griega que dirigió Pier Paolo Pasolini tras “Edipo Re” (1967) y rodada posteriormente después de la polémica y escandalosa “Pocilga” (Porcile, 1969). El poeta y cineasta insiste en su amor por la Antigua Grecia y versa en verso a los clásicos recurriendo a unos exteriores inmensamente bellos rodados en la Capadocia y Siria. Pelias (Paul Jabara) ha arrebatado a Jasón (Giuseppe Gentile) su reino según las conversaciones que ha oído desde su niñez por el Centauro (Laurent Terzieff) que le insta a hallar ya de adulto el Vellocino de Oro.

Jugará un papel fundamental la maga Medea (Maria Callas) que traicionará su propio reino para casarse con el hijo de Zeus y Elektra. La soprano norteamericana de ascendencia griega hizo su único papel en el cine y que ya había interpretado en la ópera de Luigi Cherubini. La película sin embargo tuvo una muy fría acogida en su momento por parte de crítica y público y a hoy en día todavía no es de las obras más mencionadas de su autor. “Medea” tuvo otra adaptación particular bajo la firma del danés Lars Von Trier.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Tragedia algo indigesta
Una película que vista a día de hoy, ha envejecido un poco mal, se nota que esta hecha con poco presupuesto, el sonido y la fotografía son infames, los actores muy mejorables, en esta ocasión a los actores no profesionales se les ve a la legua y MarÍa Callas como buena diva de la opera que era, sobreactúa un montón, no dudo de la gran erudición del señor Pasolini, pero veo mucha pretenciosidad y algunos elementos que no se muy bien que pintan en la historia, como el centauro por ejemplo, al final se acaba haciendo larga, aburrida y terriblemente pretenciosa y ya se que es una tragedia pero echo de menos el sentido del humor y la ironía del señor Pasolini, diría que es de las que menos me han gustado de el.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
¡Que película tan mal vomitada! Eurípides perdónale no sabe lo que ha hecho
¡No la vean! Es tan mala como para que rompan el DVD... Si Eurípides levantara la cabeza le daba algo...

-Actores malísimos, pero malísimos!! ¿Se los encontró en la cale?

-María Callas no puede ser Medea en la vida. Medea es una joven que rabia de pasión y Callas está deseando que acabe la pelicula.

-En algunos escenarios aparecen imágenes bizantinas ¡muy posteriores a la época!

-El guión es lo peor que ha parido nadie: mucha recreación en el fetichismo de los pies y planos larguísimos y sin sentido de Medea. Muchas panorámicas, nada de dialogo.

-Doblaje malo no, peor no, lo siguiente.

-Se recrea mucho en el robo del vellocino.



-La referencia al centauro... SOBRABA

En fin no me estiro, no lo merece... Si realmente apreciais la obra de Eurípides no haréis el sacrilegio de ver este bodrio.
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7 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
ME Da pEnA
Medea nos cuenta una historia sobre las diferencias del ser irracional y el racional. Lamentablemente debo decir que esta versión de Pasolini es muy triste por su carencia de conexiones.

Argumento no sólido, actuaciones realmente malas, pero espontáneas, un hilo conector casi invisible. Triste.

Solo destacar la participación de Maria Callas, pero solo por participar. Lo demás, no existe nada que se pueda rescatar más que solo sus paisajes. Lo siento por Pasolini es su peor trabajo que me ha tocado presenciar.
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3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
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