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24 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
La Desdichada Odisea de los Niños entre Catastróficos Adultos
En la serie de libros "Una Serie de Catastróficas Desdichas" se suele desplegar un perverso y finísimo sentido del humor negro.
Su autor, Daniel Handler, alias Lemony Snicket, a menudo emplea esa forma de narrar no como algo planificado, sino como protección ante un mundo inhóspito y cruel, sin ninguna consideración hacia los niños que en él se encuentran.
Los adultos malvados existen, cuenta Snicket, nada que no supiéramos. Pero a veces pueden ganar, y salirse con la suya sin nadie que pueda impedirlo.

Algo que los tres Baudelaire aún no saben al principio de su triste historia.
Como cualquier niño, ellos solo piensan en sus propias cosas, pasan días nublados en la Playa Salada, y no se inquietan porque sus padres les manden dar un paseo fuera de casa.
Porque sus padres saben lo que se debe hacer, un adulto siempre va a saber eso, y no hay manera de que quieran aprovecharse de un niño.

La interesantísima película de 2004 con un magnífico Jim Carrey y un espectacular ambiente gótico quizá no resaltaba tanto el punto que esta no menos espectacular serie quiere destacar: lo duro que es darse cuenta, a tierna edad, de que el mundo es un lugar más frío y lleno de secretos de lo que hemos pensado.
Pero, al igual que la película, la serie elige tratarlo con el más resignado de los humores, sin embellecer nada pero tampoco subrayando todo lo malo que sucede.
Un contenido Lemony Snicket nos lleva de la mano por habitaciones polvorientas y túneles oscuros, estructuras pasadas de la historia que hemos querido que nos cuenten, cuidando nuestra ilusión y nuestra decepción, para que las moderemos siempre que sea necesario.
Otra señal, si se piensa bien, de que esta historia quiere tratar a su oyente con el mayor de los respetos, sin insultar a la inteligencia de quien está harto de oír los mismos finales felices de siempre.

Lemony Snicket sabe que necesitamos sus interrupciones, necesitamos atontar esta historia para tragarla, de lo triste y veraz que podría llegar a ser.
Tres niños huérfanos huyendo de las mentiras y manipulaciones de los adultos no podría ser de otra forma.

Así les acompañamos, en su deriva entre tutores de todos los pelajes y comportamientos, buenos o malos, pero siempre sin ganas de comprender a sus recién adoptados.
Los Baudelaire hablan e intentan hacerse entender, denunciando al horrible Conde Olaf (una grotesca y esforzadísima composición de un desatado Neil Patrick Harris), pero todas las veces reciben un "ya lo entenderéis cuando seáis mayores" o un "cómo habláis así a un adulto".
¿Un adulto de los que engañan y asesinan por una fortuna? ¿un adulto de los que guardan secretos potencialmente mortales? ¿adultos de los que crean sociedades secretas para un mundo mejor que dar a sus hijos y no lo consiguen?
Prefiero seguir siendo un niño inteligente como los Baudelaire que un adulto traicionero e ignorante como el Conde Olaf.

Siendo un niño, seguro que no se me escaparían los guiños autoconscientes de un relato como este, más inteligentes de lo que parece y agradecidamente agridulces en sus reflexiones.
Sin ir más lejos, me perdería toda la "ironía dramática" del episodio en el cine, dónde un cómplice Conde Olaf me está diciendo que para qué ir a ver dichosas películas subtituladas y con canciones, a cines lejos de mi casa, cuando puedo estar viendo esta serie desde la comodidad de mi cuenta Netflix.
No tendría por qué dar un juicio de sabiondo cuando la película acabe, apresurado e inflexible, como suelen hacer los adultos.

Claro que, siendo un niño, tampoco me llegaría a dar cuenta de que los momentos felices pueden dar lugar a otros tristes.
Por eso Snicket nos cuenta esta historia, para que ese adulto que somos pueda ayudar a entender ciertas cosas al niño todavía presente dentro de nosotros, como que esos momentos felices van a seguir existiendo, por muy mal que podamos pasarlo.
Por eso se vuelve a contar una historia como esta.

Que una nueva serie de catastróficas desdichas pueda continuar su funesto desarrollo es algo tan profundamente retorcido e irónico que el propio Lemony Snicket se habría llevado las manos a la cabeza de saberlo.
Pero así somos: nos encanta la pena, la tristeza y la desolación.

Siempre que vengan envueltas en la inspiradora historia de tres huérfanos que nunca se dejaron vencer por ellas.
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32 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Humor negrísimo
Empecemos resumiendo: si no has visto la película, mejor, vas sin ideas preconcebidas; si la has visto y te gustó, la serie te va a encantar. Y si la peli te pareció infantil y/o incomprensible... pues nada. Corre a ver Perdidos o Westworld, o ya si vas en plan hardcore de la profundidad sesuda y vacía, Mr. Robot (con esto me he ganado un 80% de negativos :p).

Bromas aparte, se cuenta la historia de tres niños que quedan huérfanos al principio de la serie, debido a un incendio "accidental" en su casa. Los niños tienen habilidades únicas (inventora, experto en libros y... mordedora). Quedan a cargo del malvado conde Olaf, pariente suyo, que sólo quiere quedarse con la fortuna familiar mediante planes siniestros y retorcidos. Los niños van desbaratando sus planes y van de familiar en familiar, mientras Olaf les persigue disfrazándose cual Mortadelo y se los va cargando :p.

La ambientación, gótica, es muy muy similar a la película, cosa que se agradece, y no canta demasiado el croma. Los niños actores están bastante bien, aunque es importante hacer notar que el doblaje es nefasto: si podéis, ved la serie en versión original. El conde Olaf, que tenía a Jim Carrey haciendo sus payasadas en la película, aquí tiene al bueno de Neil Patrick Harris. Ambos lo hacen bien a su manera, aunque creo que Neil le da un toque más siniestro. No me gustó que para el bebé tiren continuamente de CGI: en la película resolvían sus apariciones de forma más graciosa.

En los ocho episodios que dura la primera temporada, no sientes en ningún momento que te estás comiendo un capítulo de relleno, y profundiza en la personalidad tanto de principales como de secundarios; mención especial al narrador, el propio Lemony Snicket, que con su sobriedad, comentarios sarcásticos y puntillismo con las palabras aporta el necesario tono amargo al visionado. También a la troupe de secuaces de Olaf, muy graciosos. Las dos gemelas, especialmente.

En todo momento, gracias al buen guión, se percibe el tono de desesperanza, rabia e impotencia que deben sentir los niños en sus circunstancias: los adultos no les creen y deben enfrentarse a un sinfín de desgracias debido a la ineptitud, avaricia o estupidez de los presuntamente encargados de su seguridad. Están solos en el mundo, y un psicópata les persigue. Terrorífico en algunos momentos Harris.

Resumiendo: una muy entretenida serie, si escarbas un poco en su aparente argumento infantil, sólo apta para amantes del humor negro.

Dejo en el spoiler algo que me gustó especialmente, y no esperaba.

PD: Me encanta la intro de los episodios.
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23 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Si te encantó la película, te encantará la serie
No soy nada partidario de las adaptaciones de películas famosas en formado de serie. He hecho en mi vida pocas excepciones, y esta es una de ellas. La serie contiene las suficientes novedades, los suficientes cambios, para hacer que merezca la pena verla, aun habiendo visto la película. Además aprovecha el mayor espacio para desarrollar en profundidad a los personajes e introducir otros nuevos. Por ejemplo, la cutre compañía de teatro del conde Olaf, que en la película era meramente testimonial, aquí sus miembros tienen nombre y rostro, ocupan un espacio y así pasa con el resto de personajes. También se altera el orden de los sucesos, y todo eso ayuda a disfrutar la serie aunque hayas visto la película.

La dirección artística es igual de fabulosa, el maquillaje, la fotografía, todo ello mantiene la magia y la diversión de la película. Quizá lo que más cambia es el tipo de actuación del conde Olaf. Sencillamente porque los dos actores que lo han dado vida, son completamente distintos. La capacidad histriónica y de gesticulación que tiene Jim Carrey, no la tiene nadie. Los productores y el propio Neil Patrick Harris, conscientes de ello, saben dar un barniz distinto al personaje del conde Olaf. Aviso porque habrá quien no soporte a Jim Carrey y sienta que el Olaf de la serie es mejor, por más moderado. Y al contrario, los que admiran a Jim Carrey, echarán en falta un personaje más pasado de rosca.

Yo no he leído los libros, no puedo compararlas con ellos. Ni decir cuál es más fiel a los libros. Si la serie o la película. Si es verdad que la cinta concentraba siete libros en menos de dos horas, por lo que la serie imagino que ha sabido aprovechar su mayor duración para ser más fiel a ellos. Pero esa es solo mi hipótesis. Lo que si es seguro es que el final de la serie es totalmente diferente al de la película.
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18 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una serie de humor negro e impresionantes (y macabros) lugares
Vengo a escribir mi crítica luego de haber visionado la segunda temporada de esta serie.
Debo confesar que la primer temporada me gustó pero me costó verla, en cambio la segunda me hice una maratón en 2 días.
El humor que se maneja es a mi gusto muy oscuro y a mí eso me encanta. Los escenarios son maravillosos y el nivel de ironía que hay es espectacular.
La historia avanza más en la negatividad y realmente parece que nunca acabarán las desdichas de los hermanos Baudelaire.
El conde Olaf es un personajes que te hace reir y odiar a la vez. Realmente me provocó bastantes momentos de bronca a lo largo principalmente de la segunda temporada.
Los niños protagonistas son una joyita y todas y cada una de las nuevas adiciones al elenco son geniales, principalmente el personaje de Lucy Punch como Esmé Miseria, un placer que esté en la serie.
Muchos de los personajes se vuelven entrañables (la niña encantadora del colegio, que ganas de que vuelva), aunque muchos de ellos sólo estarán disponibles en sus respectivas historias y lugares.

Esperando con ansias la tercera y última temporada para conocer finalmente el destino de los Baudelaire, y si el conde Olaf y compañía finalmente obtienen lo que merecen
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Una serie de afortunadas desafortunadas desdichas
La fortuna reside en la calidad del conjunto, es una serie que se basa en las interpretaciones y una puesta en escena brillante.
Los hermanos Boudalaire son perfectos en sus interpretaciones, toda una revelación artística. También rinden fantásticos los hermanos Quagmire, en general lo mejor es el elenco joven del reparto. Pero, además de ellos se luce también un Neil Patrick Harris que se divierte llevando los ritmos de un continuo juego de tira y afloja que llevará a un final tal cual, no ideal.

Los ritmos flaquean en alguna que otra historia pero normalmente hay un equilibrio entre el desarrollo tranquilo de cada arco argumental y el dinamismo para que todo sea un divertido jugueteo hasta que podamos llegar a una recta final memorable, la temporada 3 es un regalo de Netflix que nos ofrece un ritmo mayor y nos brinda un clímax muy alocado que con atrevimiento deja en un vibrante capítulo 3x06 mucho cerrado y mucho abierto para darnos un memorable capítulo final en el 3x07. Tienen buenos showrunners y han hecho una muy buena adaptación con un enfoque acertado.

El tono está equilibrado, aunque lo recomendable es ver en días o sesiones de visionado diferentes cada historia pues si maratoneas notas que se repite el patrón (llegar a un sitio, ver sus características, llega Olaf y empieza el tira y afloja de cara a la segunda mitad de ese arco, siempre es Parte 1 posicionar a los personajes en un tablero de ajedrez y Parte 2 la partida).

La dirección está acertada, dando enfoques creativos y regalando momentos tan elegantes como atractivos.
La fotografía está muy cuidada, se nota que Netflix cuida al máximo el apartado técnico ofreciendo unos valores de producción dignos de las grandes superproducciones de Hollywood.
La trama está bien escrita, se caracteriza por su ingenio y saber jugar con sus personajes hasta lograr con la recta final ir haciendo con ellos algo realmente memorable.

Lo peor de la serie es el banquero, terriblemente irritante e influye demasiado en el desarrollo de la historia, y la aún más irritante carmelita.
Lo mejor de la serie son las interpretaciones del elenco joven y Neil Patrick Harris, el ingenio con el que está escrita la trama y los giros argumentales perfectamente planteados y ejecutados.

Temporada 1: el juego empieza muy bien pero se debilita tras las dos primeras historias aunque el cierre logra meternos en el tono con una cal y una de arena. No hay finales felices, solo hay finales tal cual con la tristeza y dolor que eso conlleve. Le doy un 8,25.
Temporada 2:el juego tiene sus capítulos trepidantes y sus capítulos algo más cíclicos que hacen que el conjunto no sea para nada perfecto, además varios personajes como el banquero son reiterativos y cansinos. Pero el clímax nos deja con ganas de mucho más. Le doy un 7,75.
Temporada 3:es una recta final brutal para la serie, teniendo grandes momentos, la tal carmelita y el banquero alejan de la perfección a la temporada pero todos los personajes secundarios que aportan algo y los principales nos brindan un clímax magnífico e intenso que hace algo memorable. Le doy un 9,25 por su intensidad, energía, buena escritura de la trama y por ser el final que merece la obra.


¿La recomiendo?
Sí, es uno de los grandes buques insignia de Netflix y una de las series más recomendables del momento, pero recomiendo verla a 2 capítulos por vez para que no sature.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Todo es muy grande desde la canción. Tu vida irá cambiando si esta serie ves...
Empezando por la intro, que me flipa, me apasiona, la canto a todas horas, siguiendo por los 3 huérfanos que son bestiales (mención especial a Violet y Sunny, Klaus por ser el más correcto es el más aburrido por así decirlo, pero no por ello menos bueno), y terminando con el Conde Olaf, que es muy grande, es bestial... Tenemos a una serie de las más redondas que he visto junto con Stranger Things y alguna cosa más. Aparte del narrador, Pou, etc. Cada personaje lo hace genial.

El humor negro y en muchas ocasiones absurdo que tiene la serie es una de las cosas que me enamoró de la susodicha. Porque es verdad, a veces en algunas escenas dices: vaya tela, qué absurdo es todo esto, pero te ries. Una serie muy fresca, amena, divertida, con momentos tristes, de sentimientos, algunos hasta de derramar alguna lágrima.

La inocencia de los niños, la sabiduría que muestran (hasta Sunny, que está bestial sobre todo en la tercera temporada), y la torpeza del conde Olaf con esos disfraces que se pone para no ser descubierto son flipantes la verdad.

La canción no paro de cantarla, la tengo en el móvil, en el Ipod... soy muy fan. En casa me tienen que decir: "¡Para ya de cantar esa canción por favor!" Serie de diez, por eso le pongo esa nota. Para todos los públicos, porque el malo, no es un malo como se suele ser, sino es un malo con torpeza, que hace gracia. En resumen, un malo que pueden ver los niños. Mi diez
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Las desdichas de Neil Patrick Harris
"Una serie de catastróficas desdichas" me enamoró en 2004, cuando la vi en el cine, como mucha gente no conocía los libros y a día de hoy solo me he leído el primero (el basado en la película que ronda los tres primeros) y tanto película como libro me enamoró, me pareció una historia cuanto menos curiosa, con una atmósfera muy especial y una manera de narrar, unos diálogos muy originales, hace un tiempo ya hice mi crítica de la película, ahora vuelve en formato serie y parece que serán unas 3 temporadas donde se contará toda la historia al completo y eso me gusta, porque siempre quise saber que ocurría al final con los niños Baudelaire, la cuestión es ¿es una buena serie?, desde mi punto de vista claro que sí, 8 episodios con un final más que abierto para lo que vendrá y cosas nuevas que desconocía ... pero hace años hubo una película, que se quedó en eso, una película, supongo que por que no triunfó en taquilla pero sin duda era, para mi, una obra maestra del género, del cine fantástico con toques a lo Tim Burton, la versión de Brad Silberling

No puedo evitar ver esta adaptación de Netflix y presenciar la desdicha de que esta serie, aunque contenga más datos, carece de la magia, la autenticidad de la película, no es que le eche lloros a Neil Patrick Harris porque lo haga mal, pero no es ni sombra de lo que Jim Carrey consiguió hacer con el Conde Olaf, pero ni el ni los niños Baudelaire ni el resto de personajes ...

Tanto el Conde Olaf como la ambientación de la película daban verdadero miedo en la película, en la serie se ha decantado todo a ser algo más ligero y con un ambiente a misterio pero sin alcanzar ese mal rollo que provocaba la cinta.

Es una atmósfera caldada, tiene incluso muchísimos planos iguales lo que es de agradecer también para traerte esa atmósfera que conocimos hace ya 13 años ni más ni menos ... pero no ha habido ni un solo personaje que me haya gustado más en la serie que en la película, a excepción de Lemony Snicket al que opino que le han sacado muchísimo partido ahora.

Me alegra que hayan hecho la serie, y que Neil la haya producido, me ha hecho mucha ilusión porque la película me enamoró pero ojala ... ojala las andanzas de Jim Carrey como Olaf hubiesen seguido hasta acabar la historia por completo, ojalá hubiese ido mejor en taquilla ... esa es la catastrófica desdicha, que la serie no hace honor a esa magia y encanto de la película, es como una versión descafeinada de ésta.
Ahora solo queda esperar y ver como nos sorprender, todo es nuevo a partir de ahora, incluso el Aserradero lo desconocía en la historia.


P.D. El Opening está brutal
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Una Catastrófica y Desdichada Crítica, de Óscar Antón
Antes de empezar a leer la siguiente crítica, es mi deber avisarte. Si sólo te gustan las críticas llenas de alabanzas, elogios, aplausos, actores en estado de gracia y cenas de Navidad, es mejor que dejes de leerme y pases a la siguiente crítica.

Pero no todo es malo en esta opinión Baudelaire. Partiendo de que conozco bastante bien la historia, pues me he leído todos los libros de “Una Serie de Catastróficas Desdichas” (los 8 primeros en español y, el resto, tuve que descargármelos en latino ya que, en España, no han tenido el coraje de editarlos. Espero que ahora, con el estreno de la serie, se atrevan con su publicación) y puedo decir que es mi saga de libros favorita, con diferencia.

La serie empieza con una intro y una música memorable. “Look Away”, que es como se titula la canción, es molona y pegadiza. En español también mola mucho, pero los gallos de Miguel Ángel Garzón (para los desastrosos que no saben de doblaje, es el que dobla a Olaf) destacan más que la propia canción y, hasta que te acostumbras, es un poco chirriante.

El resto de la banda sonora es perfecta y concuerda muy bien con las desdichadas vidas de los protagonistas. Muy del estilo de la película de 2004.

Pero centrémonos en la adaptación. Es bastante buena y uno de sus mejores aspectos es su estética visual. Las escenas se califican por colores muy específicos y crea un mundo bello, raruno y, por qué no, absurdo, muy del estilo de los libros. También es destacable la presencia de Lemony Snicket, interactuando en las mismas escenas en que los protagonistas se encuentran. Me ha parecido una forma inmejorable de meterlo en la historia.

Pero hablemos de los niños. A pesar de carecer del carisma que tenían en los libros, reconozco que aquí no me disgustan y tanto Violet como Sunny son las más destacables. Klaus… vale, Klaus también está muy bien, pero estaría mejor de no ser por ese catastrófico doblaje que le han puesto. ¿Quién narices es el director del doblaje? ¿Un familiar? Cuando la vea en VO estoy convencido de que me gustará más. Los 3, por cierto, se parecen mucho a las ilustraciones de los libros.

Ahora voy a empezar con las partes negativas… porque no todo en la adaptación es bueno. Lo siguiente que voy a escribir, sólo es apto para los que han leído los libros, ya que son los únicos que saben de lo que voy a hablar. De lo contrario, si ni te has molestado en abrir la cubierta del primero, te aconsejo que no sigas leyendo. Puede ser nefasto si eres fan de la serie. Creo que ya lo estoy dejando bastante claro.

En primer lugar, no es una adaptación fiel al 100%, ya que hay escenas que se inventan un poco sin venir a cuento. Tampoco era necesario sacar a todos los secuaces del Conde Olaf en cada episodio ya que, en los libros, se solían centrar más en uno solo y variando, dándole más protagonismo a cada uno por volumen. Pero bueno, tampoco son cosas que me duelan, simplemente quería dejar constancia de ello.

Otro punto en contra, es el Conde Olaf. En este aspecto, Jim Carrey le da mil vueltas a Neil Patrick Harris. A ver, no lo hace nada mal, pero en nada se parece al Conde Olaf de los libros. Carrey, en la película, incluso dándole un toque cómico al personaje, la maldad, villanía y el mal rollo que generaba al espectador es algo que no tiene Harris. Carrey se comía la pantalla sin necesidad de abrir la boca, mientras que a Harris parece que le cuesta ser el malo: que no me lo termino de creer, vaya. Y no entiendo las críticas de revistas y webs que dicen que Neil Patrick Harris es más fiel al Olaf de los libros… Yo creo que no se los han leído. Para empezar, ni es alto (que, aunque parezca una tontería, intimidaba nada más verle) ni da verdadero miedo.

Las comparaciones son odiosas, pero hay una escena en la que se ve claramente la diferencia entre una y otra caracterización. Hablo de cuando Olaf le dice a Violet “os perseguiré aunque sea lo último que haga. Me haré con vuestra fortuna y luego os despellejaré”. ¿Habéis comparado ambas actuaciones? Creo que está más que claro lo que quiero decir.

También quería dejar constancia de Tía Josephine. “Constancia” es una palabra que aquí significa “no le llega ni a la suela de los zapatos a Meryl Streep y, para más INRI, ni siquiera está físicamente como la describen en los libros”.

Y hasta aquí mi desdichada y catastrófica crítica. A pesar del Conde Olaf (Stephano, Sham y Shirley, no me molestan tanto), la serie se merece su más que notable puntuación y, es por ello, que le voy a poner un 7,5.

PD: Mi intención era ponerle un 8, pero la adaptación del cuarto libro es muy poco afortunada. Además, creo que la han fastidiado bastante metiendo en la serie algo que no deberían… y que dejo escrito en el spoiler. Si no has leído los libros ni has visto la serie, te aconsejo que no lo leas. Lo mejor sería que pasaras de él y te pusieras a leer buenas críticas sobre, quizá, alguna película de duendes, flores de gominola y arco iris de colores. Pero, me da la sensación de que eres algo masoca y, aunque en tu vida hayas visto la portada de uno de los libros, harás click en el spoiler… y descubrirás algo que te romperá el corazón.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Ha sido una catastrófica desdicha llegar al último capítulo. Quiero más
Visualmente, esta serie es mi sueño niño-adolescente hecho realidad. Los capítulos y escenas se suceden como en una aventura gráfica para PC, llena de cuidados escenarios donde indagar, encontrar objetos y tropezar con personajes de lo más sugerentes. Podría quitarle la voz a la televisión y tragarme la serie sólo por este incentivo visual.

Me evoca mucha literatura: En primer lugar. la obra de Daniel Handler, en la que se basa; y en cuyo universo encontramos a Arthur Conan Doyle, Agatna Christie, Verne, Hergé... hasta algún detalle de Poe, Chesterton o Lovercraft...; en una ambientación entre Steampunk y gótica ( sin pasarse, que nadie se asuste)...


Por otra parte, la historia es divertida, con diálogos a veces entre absurdos y delirantes, llenos de humor fino y sarcasmo. Con muchas referencias literarias, musicales y teatrales. Podría hacer lo contrario que he planteado anteriormente. Podría quitarle la imagen a la televisión y dejar la voz para disfrutar de estos diálogos... seguiría valiendo la pena escuchar esta serie, sólo por esto.

En conjunto, es maravillosa e inteligente, pensada para niños y adolescentes a los que les gusten las aventuras, el misterio y la literatura. ( y yo como padre también lo he pasado estupendamente compartiendo un rato de televisión con la peque de la casa... ¿se ha notado, verdad?.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Netflix lo vuelve a lograr.
La adaptación del film de 2004 es sublime, majestuosa y bella. Un argumento contundente, sutil y logrado con unos escenarios demasiado bien hechos para el presupuesto del que dispone la serie y unos personajes con una profundidad simple pero que se desarrollan y se adaptan al entorno y al guión como si de la vida misma se tratase.
Si eres amante de Tim Burton y te aburres una tarde, enchufa Netflix y ponte el primer capítulo.
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5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Deja de mirar, tú vida ira cambiando si esta serie ves.
Para todos los fans de Neil Patrick Harris (conocido también por Barney de “Como conocí a vuestra madre”) esta serie os va a encantar. Todos habéis leído o visto la película de "Una serie de catastróficas desdichas" pero esta serie es diferente.
Cierto es que esta sigue contando las desgracias de los hermanos Boudelaire Violet, Klaus y Sunny pero lo hace de una forma distinta, mas allegada quizás, sería la palabra.
El Conde Olaf (Neil Patrick Harris) es magníficamente genial, puedo entrever como el actor disfruta con su personaje pensando triquiñuelas para poseer la fortuna de los niños Boudelaire. El Conde Olaf es capaz de cualquier cosa ya sea ilícita o descabelladamente absurda que además, ayudado por sus amigos y compañeros de teatro y la ineptitud de todo el que rodea a los niños Boudelaire, el Conde Olaf está muy cerca de conseguir lo que quiere.
Evidentemente los protagonistas son los niños pero el Conde Olaf se lleva toda la atención, en un mundo lúgubre y destartalado con el cual nos confunden amorosamente y con intención de sorprenderte con la visión de los padres de los niños Boudelaire, unos padres aventureros que luchan buscando a sus hijos.
Y no puedo dejar de mencionar a Patrick Warburton, quien con su imponente voz (me tiene enamorada) da vida a Lemony Snicket.
Esta primera temporada consta de 8 capítulos divididos por 4 sucesos y ya se ha confirmado una segunda temporada.
Respecto a la música de cabecera me sorprende tanto la música como la canción que varía cada dos capítulos para usarla de presentación a los hechos que van a ocurrir, algo magnifico y original que me enamoro desde el momento que descubrí su variación.
Esta primera temporada está aprobada, esperaremos la segunda con impaciencia que seguro que nos seguirá sorprendiendo gratamente.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Una serie para nada catastrófica.
La plataforma Netflix ha hecho que Una serie de catastróficas desdichas se convierta en una buena serie dentro de sus originales. La serie para nada tiene que ver con la película homónima que se hizo allá por la pasada década con Jim Carrey como protagonista, que no resalta la crueldad de una vida rota desde muy temprana edad, elemento que si resalta en la serie de Netflix.

Con un buen reparto con Neil Patrick Harris a la cabeza, transforman una trama divertida con toques de humor negro al igual que ya hiciera Daniel Handler (Lemony Snicket) en su libro, creando una buena armonía entre ambos que hacen de la serie un buen entretenimiento del que disfrutr en pequeñas dosis de 40-50 minutos.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
LA MEJOR SERIE
Ha sido la mejor serie que he visto este año. Quiero que hagan mas temporadas. Me ha gustado toda la serie porque es, entre otras cosas, muy divertida y entretenida. Olaf es un malvado un poco patoso y encantador. Los personajes son muy originales. A pesar de que es un poco triste la historia, a cualquiera le gustaría haber pasado por esas aventuras ( exceptuando que tus padres mueran en un incendio).
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2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Bastante recomentdable
Una dirección muy cuidada, se nota que se ha llevado a cabo con cariño. Una fotografía preciosa y coherente durante todo el transcurso de la serie. El Argumento es bueno y no interfiere con la película original de 2004.

En resumen, muy recomendable para todo tipo de públicos.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Una serie para tomarse en serio
Más de una década después de la exitosa película del 2004 "Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket" nos llega de la mano de Netflix la versión de la misma en serie para televisión. En realidad se trata de la adaptación de las novelas infantiles del norteamericano Daniel Handler bajo el seudónimo de Lemony Snicket. Dicho esto, existe una gran diferencia entre la serie y la película, puesto que lo que hace la primera es adaptar toda la saga, 12 libros en dos episodios cada uno y el que hace 13, en uno sólo, para 25 capítulos en tres temporadas, mientras que la película se queda en los tres primeros libros. Más allá de comparaciones entre ambas, a algunos les gustará más el Olaf de Jim Carrey o los hermanos Baudelaire originales que el de Neil Patrick o los nuevos, o al revés, Netflix ha sabido mantener el estilo que nos entusiasmó en el largometraje original sin caer por ello en ser una mera copia.

Por todo ello la serie funciona bastante bien. Es cierto que hay algunos detalles mejorables, por ejemplo, a veces peca de absurda, el esquema puede volverse un poco repetitivo o algunos personajes secundarios merecerían un desarrollo mayor, pero aún así resulta una ficción cautivadora por su extraña mezcla de humor negro, ironía crítica, fantasía gótica, divertimento infantil y drama casi para adultos. No nos engañemos, "Una serie de catastróficas desdichas" es en ocasiones muy divertida, otras incisiva, a veces incluso chorra, pero en el fondo es esencialmente triste, diría que cruel en el algunos momentos. Parece que las desgracias de los hermanos Baudelaire, que se hacen querer rápidamente, no van a acabar nunca por la maldad, la estupidez o directamente por el destino aciago. Hay por ahí un giro brutal que nos deja chafados del todo (SPOILER). Original, graciosa, melancólica e inteligente, no perdérosla.
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1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
No me esperaba algo tan bueno.
Esta serie me ha embargado desde que mi amiga me la recomendó. Si tuviera cuenta pondría lo mismo que yo sobre esta serie. Con humor y aprendiendo dichos y palabras cada vez que veo un episodio me divierto un montón. También los libros están muy divertidos y hasta me atrevería a decir que son iguales o inferiores a la serie. Lo que no recomiendo es la película ya que es... (Continuación en la zona spoiler)
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1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una serie de catastróficas desdichas y el armario de Olaf.
Gracias Netflix una vez más, gracias por hacer series no muy largas, divertidas y diferentes a lo que estamos acostumbrados. Mi amor por tí crece como una sedienta planta al recibir la lluvia.
"Una serie de catastróficas desdichas", esa serie que hace que olvides a OLAF, el muñeco de nieve de Frozen y ahora le pongas la cara de Barney Stinson de "CCAVM?". Una serie en la que sin duda aprenderás un amplio vocabulario (y lo digo literalmente, no metafóricamente) y en la que la ironía dramática se manifiesta continuamente.
A mi personalmente me ha gustado bastante y me quedo con la buena actuación de Neil Patrick (Conde Olaf) y las risas que he pasado con la pequeña Sunny y sus comentarios, la tía Josephine, el tio Monty. También destaco la poca gracia que tienen tanto Violet como Klaus.
Serie recomendada si quereis ver algo contado de forma diferente. Esperamos con ganas otra más que evidente temporada.
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7
Un cuento mágico
Leyendo curiosidades de la serie, he leido que uno de los encargados de la película de "Eduardo Manostijeras" lo contrataron para dar apariencia de familiar y fantástico. Y leído esto, realmente sí que tiene un punto a esa película, aunque es mucho más fantasiosa la serie.

Es un poco rara, en el sentido que tiene enganche, pero no lo suficiente... con el peligro de dejar la serie a la mitad, pero poco a poco los hermanos te enganchan y al final, sobre todo en la tercera temporada, acabas enganchado.

Lo mejor de todo, por encima de todo, son los diálogos. Esa forma de hablar, de decir las cosas y de ser totalmente fie a las palabras que salen de la boca de cada persona, es sumamente perfecto. Que incluso cuando hay dudas de que podría tener un doble sentido esas palabras, pues lo dicen para aclararlo o para hacer una gracia.

Como comedia se queda a medias. Muchas cosas no hacen gracia, pero lo dicho anteriormente: la forma de expresarse hace que estés atento al 100% de lo que dicen, para no perderte ni una.

La historia está muy bien y finalmente te da pena que acabe y quieras ver como evolucionan los personajes.
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5
Temporadas desiguales
Valorar una serie es más difícil (generalmente) que una peli, las temporadas suelen tener diferentes niveles de calidad, incluso dentro de una temporada puede haber capítulos mucho mejores/ peores que el resto. De ahí mi crítica por temporadas.

Temporada 1: entretiene, crea cierto interés con el misterio y mezcla de forma más o menos adecuada los diálogos cultos con las tonterías del conde (algunas, quizás, demasiado absurdas). Nota: 6

Temporada 2: mucho mejor, ya no sólo entretiene, el ritmo de la serie mejora bastante, con historias más interesantes y personajes que dan mucho juego. Nota: 8

Temporada 3: La peor... Los diálogos flojean, la historia es muy forzada, como si la hubieran escrito a lo rápido, algunos detalles son interesantes, pero no lo suficientes para que resulte aceptable... Con lo que deja un mal sabor de boca, una pena porque al finalizar la segunda, esperaba algo mejor... Nota: 4

Me resulta difícil ponerle una nota final al conjunto, la media es de 6, aunque como la última temporada es tan mala, no sé si la recomendaría, ya que la segunda deja con ganas de más, que no se satisfacen...
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2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Igual que la película pero peor
Básicamente lo que la película de 2004 cuenta en poco más de hora y media, esta serie necesita casi seis horas para hacerlo.

No solo es que el argumento sea el mismo, sino que también es la misma estética, las mismas caracterizaciones, parece una versión extendida de la producción anterior a la que hubiesen añadido planos para completar las horas de metraje.

Todo es igual pero peor, nada destaca aquí que no estuviese ya en la versión original. Nada de nada. Solo se añade un narrador plomizo que aparece cada dos por tres para interrumpir la acción. y que ganas darían de pegarle un tiro para que dejase ya de salir.

Curiosamente la peli tiene menor puntuación que la serie... misterios de Filmaffinity
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