23 Críticas de los usuarios

Mi mujer, que no se caracteriza por ser una devoradora de libros, me ha comentado a la salida del cine que si esta película está basada en una novela, seguro que está muy bien. Reflexionando sobre ello, creo que es la crítica más feroz que se puede hacer a esta película.

En el curso de la investigación por el cruel asesinato de una menor, una policía embarazada acude, sola, a casa de un sospechoso, "para hacerle unas preguntas". No se identifica. Para qué, en Alemania eso debe ser de lo más natural. De hecho, es una situación que se repite a lo largo de la peli, uno va a una casa, dice que es policía y el otro se lo cree, sin más. Pues bien, tras una serie de preguntas en torno a un café con pastas, la policía llega al punto culminante: "¿dónde estuvo usted el viernes pasado?" No sé, igual esperaba que el sujeto, a quien todos creemos un tipo maniaco, depravado y cruel, conteste: "Pues mire usted, salí a dar una vueltecita, violé y degollé a una joven que se me cruzó en el camino, y después escondí el cadáver en un lago". La escena que viene a continuación, y que no revelaré, está supuestamente pensada para generar tensión y suspense en el espectador, pero desde una premisa tan absurda a mí no me ha dicho nada de nada.

Valga esa reflexión para explicar mi percepción de esta película. El argumento es poderoso y todo el conjunto es, en realidad, muy recomendable. Me gusta cómo vamos conociendo a cada uno de los personajes, los saltos en el tiempo son increíblemente eficaces y el relato avanza de forma muy certera. En cada escena se transmite más de lo que se ve, y eso es muy de agradecer. Todos los personajes son terriblemente verosímiles, y todos están llenos de aristas, inseguridades y ambigüedades. Sus conflictos nos resultan cercanos, nos es muy fácil contactar con ellos.

Y, desde luego, la película aborda con precisión narrativa asuntos muy trascendentales del género humano, que nos deben llevar a la reflexión: la soledad, el remordimiento, la culpa... Y sobre todo, la verdad y el sufrimiento. ¿Tiene límites el dolor? ¿Es necesario llegar hasta la verdad última de las cosas? ¿Merece la pena renunciar a esa verdad, si ello sirve para poder seguir hacia adelante? Todo eso es lo que transmite la película, y en ese sentido es, sencillamente, de 10.

Lástima de las formas tan poco cuidadas. Además de lo dicho al principio, los responsables de esta peli deberían saber que si pretenden que un mismo actor interprete al mismo personaje con 23 años de diferencia, no basta con ponerle una peluca en plan ye-ye. Hay tomas de auténtico esperpento, que recuerdan al Wyoming de "Muertos de risa", o cosa así, cuando el tono no es precisamente de comedia. Tampoco es creíble el giro argumental a través del cual se resuelve la trama, con la infortunada visita a la casa de la madre de la víctima y la sorprendente reacción de ella... Más le valdría haber dicho que era policía....

En fin, no me arrepiento de haberla visto.

La película no es para almas sensibles. Nos narra las diversas caras de la tragedia tras producirse la violación y asesinato de dos niñas de 11 años, con 23 años de diferencia entre los dos sucesos. La espantosa tragedia de la familia de las menores hasta que encuentran el cuerpo, de la nunca se recuperan una vez esto ocurre, y las complicaciones psicológicas que se alargan dé por vida; las tristezas, problemas y traumas personales de los policías que investigan el caso, y, por último, (por si acaso.........sigo en el spolier)

Las claves de un género que necesitaba renovarse si o si llevan subvirtiéndose en los últimos años hasta extremos inhóspitos. Zodiac, de David Fincher, fue una de las responsables de una vuelta de tuerca que Silencio de hielo aprovecha para enarbolar a través de algunos de sus logros uno de esos thrillers dramáticos cuyo poderío acapara múltiples virtudes que, aunque nos hacen anexionarla rápidamente con aquel título, también se escinden de Zodiac debido a las clarísimas ideas de un cineasta que empiezan con su puesta en escena; esa puesta en escena nos coloca en la década de los ochenta reproduciéndola al milímetro, no únicamente gracias a la ambientación portentosa, también al aspecto de una fotografía que complementa a la perfección un trabajo impecable en ese aspecto y que nos trasladará a un crímen atroz que se revelará como carta de presentación. A través de esa secuencia, la del crímen que marcará el devenir de una serie de personajes, se pueden empezar a entrever las cualidades de un cine áspero como él solo: el plano cenital de su arranque que nos aleja del criminal, el tono seco y contenido de un crímen mucho más terrible de lo que parece indicar la escena, la reacción de un compañero impertérrito ante el comportamiento del que más adelante se nos revelará como su mentor… todo resultan detalles que definen y delimitan las lindes de una propuesta que desde ese mismo instante se tornará absorbente como pocas.

Veintitres años han pasado y, de repente, sin motivos para ello, el crímen se reproduce. A partir de ese instante, una galería de personajes con más sensaciones contenidas de lo que parece topará frontalmente con la escena de un asesinato que se reproduce sin saber porque, y les devuelve a sensaciones que ya creían haber dejado atrás. Bo Odar define a todos y cada uno de esos personajes con un trazo envidiable, sin necesidad de disuasorios «flashbacks», empleando en su lugar una herramienta que cada vez parece más minusvalorada: el diálogo. En ocasiones de esencia extraña e incluso insólita, definen su carácter con trazo y una tenacidad fuera de toda duda, incluso trenzando secuencias dramáticas de lo más caprichosas que, no obstante, y lejos de deslucir el resultado, se muestran como vivos reflejos en un marco donde ese carácter dramático lo es todo.

No es hasta más avanzada la propuesta, con la aparición de un personaje pasivo y de singular comportamiento, pero tremendamente vital para el devenir de la trama, cuando el cineasta de orígen suizo parece empezar a caer en errores que rehuía con elegancia. No es tanto la manifestación de ese personaje —que, con un brillante desenlace, se termina comprendiendo— lo que diluye en cierto modo el tono de la obra, pues sigue en consonancia con el resto de comportamientos presentes en la obra, sino más bien la conversión de ese thriller dramático hacía un thriller al uso que parece querer atar cabos a toda costa, y cuya resolución parece pender de un hilo extremadamente delicado que incluye dar finiquito a una investigación que, por poner el ejemplo más cercano y mentado con Zodiac, no era realmente necesario. Cierto es que bo Odar sigue ofreciendo respuestas convincentes y que la magnífica fuerza con que afronta cada secuencia no hacen que el resultado se tambalee, pero tan cierto como que por el camino se pierde una esencia construída con mucho acierto y minuciosidad.

Lejos de esa minuciosidad sigue construyendo secuencias francamente impecables, cuyo contenido quizá rebaja un tono logrado —en apariencia— con tan poco, pero que se alejan de un contenido dramático que llevaba un peso demasiado importante como para aclararse de ese modo. No sabe, quizá, mediar un equilibrio entre dos partes que después de todo resultan necesarias y se complementan, pero sí despejar dudas con una conclusión que le deja a uno con un puñal en el pecho, preguntándose si esa exploración de remordimientos, culpa y, sobre todo, soledad han dejado de alcanzar su objetivo tras un último plano que, de tan eficaz, le deja a uno revolviéndose en la butaca, pensando que en esta intachable joya probablemente se sienten las bases de un cineasta con mucho futuro, cuya perspectiva se desplaza mucho más allá de la intención inicial tocando temas tan delicados y tan complejos con un tacto que ya muchos querrían para si, pero no sólo por saber manejarlos con excepcional trazo, sino también por dejar una cinta tan demoledora como intensa.


Crítica para www.cinemaldito.com
@CineMaldito

Con ritmo pausado (demasiado, en algún momento) pero pulso firme, bo Odar nos cuenta una historia negra con su (como no podía ser menos en éste subgénero policial) oportuna carga moral, pero con la honestidad de evitar todo pronunciamiento, dejándole al espectador la tarea (por otra parte, nada complicada) de lamentarse sobre el amasijo de vulnerabilidad, inteligencia, egoísmo interesado para exponer en la galería y desequilibrio que, a veces, somos los humanos.

En "Silencio de hielo" no pasa nada, mientras pasa de todo, hay algo raro pero todo es normal, la corriente del tiempo fluye, pero no hay rápidos en el río.

Y eso vacía un tanto el alma sórdida de lo terrible, disfrazándolo todo de una extraña apacibilidad melancólica, como si se tratara de un tranquilo día de verano mientras, amablemente, nos obliga a esperar el fin de lo que se cuenta.

En resumen: interesante, lo que ya es mucho entre tanto producto diseñado para el escaparate comercial.

Película policial que trata temas tán duros como el abuso sexual desde diferentes prespectivas a las habituales, Silencio de Hielo destaca por su poderosa construcción moral, bastante difícil de encontrar en un film de género, y unas interpretaciones brillantes. Sí, es un capítulo largo de Wallander con factura impecable pero mucho más.
El mal rollo lo provoca lo que tiene que provocarlo y Thomsen-ay omá-borda el papelón.
Lo mejor: La no conciencia de lo buena que es.
Lo peor: Tiene algún exceso de guarnición para mi gusto.

Das letzte Schweigen (Silencio de hielo) es una producción germana que adapta la segunda novela de la serie creada por el escritor alemán Jan Costin Wagner alrededor del policía finlandés Kimmo Joentaa y representa un buen exponente de la exitosa literatura negra que nos llega del norte de Europa. Un fenómeno que no solo no remite con el paso del tiempo, sino que cada mes nos deja nuevas muestras en las librerías, eso si, cada vez menos interesantes. En el caso de Costin Wagner, el toque original lo encontramos en su protagonista, un inspector atormentado e introspectivo, tan inteligente como poco atractivo para el espectador. Está en las antípodas de ese seductor Mikael Blomkvist de "Millennium".

"Silencio de hielo" es la segunda película dirigida por el suizo Baran bo Odar, y gira en torno a los asesinatos de dos chicas adolescentes en un ambiente rural, con la particularidad de que conocemos la identidad del autor del primer crimen desde el inicio y de que entre un delito y otro hay una distancia d 23 años, recurso de guión algo rebuscado que permite la reaparición en escena de un policía ya jubilado que fracasó en su lejana investigación.

El film, narrado con rigor descriptivo y analítico, es básicamente un thriller que incluye las pesquisas policiales para identificar y detener a los culpables pero es, sobre todo, un estudio dramático que profundiza en la psicología de los personajes, tanto en la de los delincuentes como en la de los familiares de las víctimas, atormentados unos y otros por el temor a ser descubiertos, por sentimientos de culpa o por el dolor de una pérdida irreparable.

El relato tiene a su favor la buena interpretación de los actores y actrices del reparto -poco conocidos entre nosotros- y se estructura mediante fragmentos discontinuos que conceden gran importancia a las elipsis, evitando mostrar la violencia de los crímenes para no despertar el morbo del espectador pero también ocultando algunos detalles para que sea el público el que participe de algún modo en la labor inquisidora de los detectives.
Destaca también, de manera notable, el paisaje de Babaria, que toma protagonismo a través de desasosegantes panorámicas aéreas que convierten los escenarios en algo así como un infierno a plena luz del día.

Excelente, excelente película; alemana tenía que ser y es que los alemanes saben hacer muy buen cine; tratando el tema de la culpa que carcome, destruye el alma humana.
Me ha gustado mucho esta película porque se entiende fácil, no tiene giros raros, mi vueltas de tuerca, ni idas de olla de los guionistas.
A ver si aprenden los Yanquis...a hacer cine de calidad.

Silencio de Hielo es un thriller de verdad, con todos sus elementos. El público general echará en falta las caras de Hollywood conocidas por todos, pero precisamente eso, dota de frescura el film. Un guión inteligente, nos va sumergiendo en una historia que va creciendo poco a poco, hasta llegar a un clímax en el que se insinua la verdad sin llegar a contarla del todo, esto, a mi modo de ver, es un acierto pleno. Hay algún personaje un tanto esteriotipado, pero en general, son personajes interesantes. El protagonista va creciendo y cambiando con la película, se insinuan muchas cosas que no nos muestran, y esto también me parece un acierto.
En definitiva, gran historia, de las que te dejan un rato pensando en la butaca cuando se apaga la pantalla.

'Silencio de hielo' pretende dar una nueva vuelta de tuerca a las películas de serial killers, con una trama que gira en torno a la pederastia.

Inicialmente la película tiene un desarrollo terrible y sórdido, pero luego se convierte en una película más convencional, con una historia plana que se ayuda de algunos flashbacks. Tan convencional, que está repleta de tópicos que hacen que pierda muchos puntos.

En cualquier caso, tiene un aspecto ágil y fresco, y merece la pena echarle un ojo.

Basada en una novela de Jan Costin Wagner titulada Das Schweigen (El silencio), en esta adaptación nos encontramos insertos en un macabro acto criminal de principio a fin. Precisamente de lo que va la historia es sobre lo que pasa con la mente de los criminales cuando el tiempo empieza a ser su único juez.
Sí, se trata de un retrato de la impunidad; pero, mejor aún, de cómo pueden persistir los crímenes sin importar siquiera los castigos. Hay bueno rasgos en los personajes y en sus historias como para darse cuenta de que la película logra lo que en el libro se puede insinuar.
Creo, de todas maneras, que la narración pudo ser un poco más vertiginosa. A veces se relega mucho el ritmo y con ello se pierde el encanto que en sí logra cada uno de los personajes envueltos en esta particular obra criminal.

El cuerpo de una niña es encontrado muerto y con señales de haber sido violada. Justo 23 años después el mismo patrón se repite y en los dos casos coincide que las niñas iban montadas en bicicleta. ¿Se encontrará ahora al asesino?

Película alemana de 2010 que se estrenó en España directamente en DVD. Es una grata sorpresa, una pequeña y suculenta joya, visualmente apabullante. Te deja pegado al sofá y sin pestañear. Se tocan muchos temas, tales como la pederastia, enfermedades mentales, muerte, enfermedades, envidias, sumisión, rebeldía y un largo etcétera. Destacan los papeles del poli atormentado, de la madre sufridora y el del cruel asesino (el internacional Ulrich Thomsen). Muchas historias se entrecruzan y convergen de forma coherente y sin dejar ningún cabo suelto pero sin menospreciar al espectador y sin darlo todo mascado. Un thriller en definitiva que merece mucho la pena y que parece ha lanzado al estrellato a su director, Baran bo Odar, que ahora rueda en Hollywood dirigiendo a actores conocidos. A poco que lo haga la mitad de bien que en esta cinta, tendremos director para rato.

Lo mejor: Que no sabes lo que va a pasar. Muchos personajes y cada uno aporta. El motivo del nuevo asesinato es convincente.

Lo peor: Demasiadas similitudes con (las posteriores) la serie True Detective y con la película Zodiac. Que en España apenas se sepa de su existencia.

Nota: 8/10

Película que llega subida con la última moda del cine nórdico; el cine que llego del frio; gracias a Stieg Larsson y autores del estilo. Como sucede con todo lo que se sirve en exceso, acaba por ser empachoso; aquí sucede lo mismo pero en cambio da la impresión de que todo vale cuando se trata de cine europeo, hay tragarse lo que nos pongan y encima poner buena cara. La película viene con procedencia alemana, lugar del que han salido títulos de impresionante calidad como pueden ser “La Vida de los Otros” 2006 de Florian Henckel von Donnersmarck o “R.A.F.” 2008 de Uli Edel, pero que no es ese el caso que nos ocupa esta vez. La película viene avalada por un director que tiene en su haber estar entre los 10 directores más a tener en cuenta del 2010 según la revista Variety; pues es una pena porque la dirección de esta película desfavorece tal referencia. Baran bo Odar dirige y escribe el guion de esta “Silencio de Hielo”, basada en una novela policiaca con igual título. Quizás recaiga aquí el problema, una adaptación con demasiada paja. La historia va decayendo progresivamente con el desarrollo de la película, si bien al principio esta se coloca con maestría y buen hacer, realizando planos aéreos exquisitos y dando un toque de estilo con esos silencios tan incomodos iniciales, de esperar es ver una película de calidad que nos han mostrado al empezar, ¿no? La película comienza con un asesinato sin resolver de una chica, 23 años después se comete otro crimen de en similares circunstancias. El inspector de la policía que no consiguió resolver el caso entonces, prestara su ayuda, porque ya no ejerce, es un pensionista, a encontrar al o a los asesinos. Aquí es a donde vamos, el hecho de que un asesino pedófilo ande suelto por ahí a expensas de cometer otra locura deber más que suficiente para llenar las dos horas que dura el film, pero aun así se empeñan en desarrollar los problemas de un inspector retirado, otro con más problemas que el anterior y una embarazada, de esta forman lo que consiguen es que perdamos el hilo de la historia una y otra vez , se empecina en dar demasiada importancia a los secundarios dejando el importantísimo tema principal del asesinato relegado, en ocasiones, a un segundo plano.

Unos actores que no terminan de conectar, y no porque no lo hagan bien sino por la falta de desarrollo en los papeles principales, rematan una pelicula que a muy pocas luces es podría haber sido buena.

http://www.cine-autor.com

La película está llena de altibajos. Casi todo el rato pensaba que era un truño y en dos o tres ocasiones dije, uhh pues es buena ¿eh?.

Me ha resultado muy difícil tomarme en serio esta película.
El violador se parece mucho al rubio melenudo de "Dos tontos muy tontos"
El jefe de policía calvo era absolutamente incompetente, diciendo que era casualidad el parecido de los dos crímenes.
El investigador en un momento dado se viste con el camisón de su mujer.
Y el protagonista hace honor a su nombre "Timo". Realmente Timo es lo más estúpido que he visto en mucho tiempo. En el Spoiler profundizaré en esto.

La historia pintaba bien, es cierto que el tema es súper conocido, el asesinato de una niña dónde no se pudo encontrar al asesino y después de 20 años vuelve a ocurrir un crimen similar y los recuerdos vuelven a hacerse presente. De las actuaciones se destaca la del pedófilo asesino y la de su compañero "arrepentido", el resto deja bastante que desear, poniendo a los policías entre torpes y sin mucha voluntad de esclarecer el tema, salvo uno que está medio trastornado por la muerte reciente de su mujer (aunque el actor sobreactúa bastante su papel). Otro punto en contra es el excesivo metraje, no hacía falta que durara tanto para una historia ya muchas veces vista. Sin ser mala del todo, me deja un sabor agridulce porque podrían haber desarrollado mejor el tema, darle más atmósfera de verdadero thriller, no tan previsible todo, se queda a mitad de camino y no convence.

Trabajo me ha costado tragarme las dos horas de este "polvorón" alemán. ¿Por qué su cine es tan aburrido casi siempre?.
La transcendencia del tema de fondo (el peso de la culpa) y el motivo de la misma le confieren un poso de respetabilidad que Odar no ha sabido darle el tratamiento que se merece, con una estética y unos personajes y sus relaciones bastante forzados y unos subrayados actorales y de banda sonora excesivos. Parece que es consciente en todo momento de la importancia del tema y confía en que esto por si solo saque adelante este muermo con pretensiones.
Obviamente nadie puede dejar de sobrecogerse ante los hechos que se narran, pero ni funciona como thriller ni como drama por mucha reflexión que lleve implícita. Vamos, un ladrillo narrativo.

*********** Nota de cabecera (puedes saltarla) ************
Siempre que he leído críticas he esperado lo mismo de ellas, explicaciones con objetividad, criterio y concreción, tal vez por no encontrarlas mayoritariamente de este modo, me he decidido a registrarme como usuario.
Yo no tengo la razón absoluta pero intento aplicar toda la coherencia posible y considero que todo el que ama el cine puede criticarlo.
A mí personalmente, me fascina el amor con lógica.
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Recuerdo la primera vez que unos amigos (estudiantes de cine) me invitaron a ver una película en casa de uno de ellos, por alguna razón se les olvidó decirme que era una película japonesa y que la íbamos a ver en versión original, algo normal para ellos; se pasaron toda la película admirando la fotografía, el montaje, las actuaciones, etc.. y yo sinceramente quería que se me tragara la tierra, no tarde mucho en entender que había cine más allá del americano, es tan difícil ver una película sueca, francesa, japonesa, pero si amamos el cine estos perjuicios no deberían existir y de haberlos debería ser el cine americano el gran perjudicado, ya que puestos a etiquetar, son ellos los que sacrifican la calidad de un guión en favor de una taquilla comercial y ahora después de criticar tantas veces la simpleza de Seven y buscar y buscar buenas películas de detectives, me encuentro con este tesoro alemán, Silencio de hielo es sin duda una de esas películas que nos vuelven a demostrar que el cine de calidad se puede encontrar lejos de las grandes super-producciones americanas.
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CRÍTICA en 3 puntos:

1) No hay tantas, de verdad que no hay tantas
Y es que si buscamos Thriller de asesinos en serie y detectives, no hay tantas, de verdad que no, a todos no s viene Seven, la sobre valorada El silencio de los corderos, tal vez Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres y pocas más, hablo de ese tipo de películas donde se ve una investigación coherente, lenta y elaborada, no de esas con pistas casuales e investigaciones con poco criterio, fuera quedan El coleccionista de amantes, El coleccionista de huesos, Zodiac, Copycat, etc.. hablo de investigaciones donde el espectador vive cada gota de sudor de la desesperación del detective, un detective atrapado en un mar de dudas y supuestas pistas, pues no, no hay tantas, normalmente se le da más protagonismo al asesino, los asesinatos, la relación detectives, etc.. aunque reconozco que debe ser muy difícil crear un guión basado en pistas bien relacionadas o una investigación veraz, en ese punto aplaudo a la película Que Dios nos perdone por aportar aire fresco al genero.
Con todo esto, Silencio de hielo nos da una lección magistral de guión por tratar lo de siempre desde otro punto de vista.


2) El motivo del asesino
No es de esas películas donde se nos quiere mostrar la mentalidad del asesino, entender su locura o sus traumas, no es como Henry: Retrato de un asesino, American Psycho o Ted Bundy, Silencio de hielo va más allá, es una película sobre amistad y soledad y esa idea la hace grande, hay tanta reflexión, tanta conmoción en su causa, tanta letra pequeña que habla sobre la nostalgia.


3) Lo mejor y lo peor
No son grandes actuaciones, en este punto esta película alemana me deja frió, la dirección es correcta y el guión sublime.


CONCLUSIÓN:
De las pocas buenas en la categoría:
Thriller de asesinos en serie con investigaciones coherentes.


OTRAS PELÍCULAS INTERESANTES:
Seven, Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, Que Dios nos perdone, Big Bad Wolves, No habrá paz para los malvados, La celda, La soga, Los crímenes de Oxford o El nombre de la rosa,


Gracias por entender mis maneras.

No se le puede reprochar nada. Un estudiado thriller policíaco que no puede defraudar, al contener todos los elementos indispensables para ser considerado como tal, pero que carece de innovación, de valentía y de riesgo. Alejada del arte de la creación que sí poseen los grandes clásicos del género. Otra película más sobre desapariciones en la que los culpables tampoco llegan a fascinar a un público siempre ávido de morbo y crimen.

Pues eso, pasable y no más. El principio prometía, parece que íbamos a ver una buena peli, pero no ha sabido despegar en todo su largo metraje. Buena idea, bien dirigida, correctas actuaciones, pero algo gélida como el hielo. Se hace a ratos lenta y aburrida. Apenas hay emoción y carga dramática. Todo muy soso e insípido. Se deja ver, la verdad, así que la recomiendo, pero no es para tanto.

Que insinue la verdad pero sin contarla del todo es lo mejor que tiene la película, abordando temas como la culpa, la soledad y el remordimiento.
Trasmitiendo todo esto es muy notable.
Buenos personajes y buen guion.

La ola de Thrillers pegando fuerte y bien en Europa, se hacen muy buenas películas de este género.
En línea de True Detective o La Isla Mínima, ciertos planos parecidos, tan de moda últimamente.

Lo mejor: El protagonista va creciendo y cambiando con la película, se insinúan muchas cosas que no nos muestran.

Lo peor: Algunos planos son mejorables.

Película de intriga con dos casos de asesinatos con una veintena de años de diferencia. Cuando te sales del cine típico made in USA, el thriller es totalmente diferente y su ritmo es otro. Las piezas van encajando poco a poco y no siempre esperas (o intuyes) lo que pasará. Además es interesante ver que los “malos” siguen siendo vecinos ejemplares que te dan los buenos días al encontrártelos. En la película esto sale retratado perfectamente.

Si te gustan las películas de intriga diferentes, te gustará. Mantiene la tensión y la investigación policial sigue su curso… aunque sea a tropezones. Además hay toda esa parte dramática de los personajes que tampoco está nada mal porque ves como afronta cada uno lo que lleva dentro.

Recomendable.