arrow

261 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
5
Perfectamente olvidable
De Steven Spielberg siempre se espera una soberbia puesta en escena, aspecto que en esta película se cumple a rajatabla tanto en espacios interiores como exteriores.
Se espera también que se rodee de buenos actores para una cinta con este tema, como es la aprobación de la 13ª enmienda (la abolición de la esclavitud), y en este aspecto también Daniel Day-Lewis (concuerdo con quien aconseja verla en versión original) lo borda. Los secundarios también son correctos, pero sus papeles, salvo Tommy Lee Jones a ratos, no dan para lucirse.
Y poco más.
Las dos horas y media de duración se centran en las negociaciones y tretas para conseguir la aprobación de dicha enmienda, siendo la mayoría de los momentos repetitivos, con demasiados acontecidos y chascarrillos contados por Lincoln; repetitivo también es (una vez más) el tema del hijo que no está y con pocos momentos que te hagan respaldarte en el sillón mínimamente emocionado o interesado.
De Lincoln también se esperan buenos discursos [por supuesto, en esta película no podían poner un texto suyo muy incómodo para todos que reza:«Diré, entonces, que no estoy y nunca he estado a favor de ninguna forma de igualdad social y política entre las razas blanca y negra; que no estoy y nunca he estado a favor de votantes o jueces negros ni de cualificarlos para que ocupen cargos ni para que contraigan matrimonio con personas blancas, y diré, en adición a esto, que hay una diferencia física entre las razas blanca y negra que creó prohibirá para siempre que esas dos razas vivan juntas en términos de igualdad social y política. Y hasta donde no pueden vivir de esa forma, mientras permanezcan juntos, debe existir la posición superior e inferior, y como cualquier otro hombre estoy a favor de la posición superior asignada a la raza blanca.» (The Writings of Abraham Lincoln. Abraham Lincoln)], pero salvo dos momentos, como decía, las palabras van, vienen y se diluyen en el recuerdo, dejando esta posición incómoda de Lincoln citada justo arriba en boca de Tomy Lee Jones en una intervención en el congreso.
Para mi gusto no tiene el suficiente ritmo (y quien piensa que las negociaciones políticas no pueden tener ritmo, que qué diablos pido, le recomiendo -fervorosamente- El Ala Oeste de la Casa Blanca), se hace a muchos ratos muy lenta y te mantienen pegado a la pantalla casi exclusivamente Daniel Day-Lewis y Tomy Lee Jones.
Por supuesto, olvidaos de veracidad histórica acerca de las verdaderas causas de la guerra y de las verdaderas razones de la abolición de la esclavitud, que no están ni por asomo esbozadas en el personaje protagonista. Preparaos a asistir a una especie de hagiografía, con todo lo que la palabra conlleva.
Espero que a vosotros os guste mucho más que a mí, de verdad.
[Leer más +]
256 de 299 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Lincoln vs. Lincoln
Euclides enuncia de este modo la primera de sus nociones comunes: “Las cosas iguales a una misma cosa son también iguales entre sí.” Si un hombre blanco y un hombre negro son, por definición, seres humanos, han de ser forzosamente iguales entre sí –concluye el Abe Lincoln ideado por Spielberg. Sobre ese axioma se construye la película.

Daniel Day-Lewis (en su enésimo “último” proyecto) toma el personaje creado por Henry Fonda en ‘El joven Lincoln’ y lo hace suyo. En la actuación de Fonda todo es primavera; en Day-Lewis el desempeño es invernal.

La doble comparación (John Ford/Steven Spielberg; Henry Fonda/Daniel Day-Lewis) es pertinente. Los dos directores ensalzan sin medida a Abraham Lincoln. Los dos actores rizan el rizo de la interpretación, con gesto, voz y maquillaje. Ford y Spielberg representan el antes y el ahora del gran cine americano comercial. Day-Lewis y Fonda encarnan la excelencia en su trabajo. Contra este póker de estrellas, apenas hay oposición.

Pero, donde Ford pone sensibilidad y poesía, Spielberg pone sensiblería y énfasis. Los negros, en ‘Lincoln’, siempre miran arrobados, con los ojos brillantes, en permanente estado de embriaguez efervescente; aguardan al Mesías blanco, que habrá de liberarlos. Se muestran fieros y orgullosos. Y, sin embargo, no nos parecen de verdad. En ‘El joven Lincoln’ un pelotón de linchamiento se deja conmover por la oratoria de Abraham y Ford consigue que aceptemos sin dudar tal pirueta.

Ford maneja el tempo y el detalle. Con un cambio de plano y una frase desarma al hombre que encabeza el pelotón. Spielberg juega al tiovivo y al efecto. Donde Ford pone respeto y reverencia, Spielberg pone propaganda. Ford recrea un pueblo, con sus habitantes, cercanos y creíbles, y nos sumerge en un cinematográfico siglo XIX. Spielberg trasplanta a dicho siglo caracteres del siglo XXI, los disfraza y los hace deambular por las calles y recintos de su fastuosa superproducción. Busca indignar haciendo que los esclavistas digan frases que hoy en día nadie (salvo nazis, racistas o descerebrados varios) tomaría en serio. Edulcora y simplifica los hechos de la historia a golpe de maniqueísmo. Finge respetar la parte y manipula el todo. A veces tengo la impresión de que nos toma por idiotas.

La diferencia entre Steven Spielberg y John Ford se advierte ya en el planteamiento de sus cintas respectivas: Ford retrata los inicios de Lincoln en un modesto pueblo de Illinois. Spielberg aborda el voto de la decimotercera enmienda, que abolirá la esclavitud. Ford, con humildad, alcanza cotas de gran cine; Spielberg, mientras tanto, se instala en lo sublime y patriotero.

El Lincoln de Fonda nos gana por su profundidad emocional, de carne y hueso. La melancolía del mito se sustenta en el vacío (el hueco de la valla) que ha dejado en él la pérdida de Ann. El Lincoln de Day-Lewis es puro virtuosismo: un ídolo da vida a una leyenda.

Quisiera creer que la distancia entre ambos directores no es la distancia real entre el Hollywood de hoy y el Hollywood de antaño. En arte, no siempre las cosas iguales a una misma cosa son también iguales entre sí. Ford fue rey y Spielberg reina ahora. Sin embargo, el talento no se mide en términos de cetros, coronas y cifras de taquilla. Quizás no sea justo compararlos. El cine comercial admite múltiples categorías. ‘El joven Lincoln’ y ‘Lincoln’ juegan en ligas diferentes. Spielberg, por mucho que se afane, jamás será rival para John Ford.



[Texto publicado en cinemaadhoc.info]
[Leer más +]
136 de 169 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Abraham Lincoln: Cazador de Oscars
Típica propuesta hecha con el solo objetivo de alzarse con la mayor cantidad de estatuillas en la próxima ceremonia, sobándo el espíritu patriótico estadounidense de los votantes de la Academia, al azuzar la imágen mental de la figura histórica más venerada de esos lares (y seguramente tendrá éxito, se habla de 11 nominaciones).

Cinematográficamente, su valor es escaso. Es de la clase de películas a las que Hitchcock se refería despectivamente como "fotografías de gente hablando". Si "Lincoln" fuera una película muda como "El Artista", sería un constante e interminable intertítulo que taparía todo el tiempo la cara de los actores. Poquita cosa para este maduro señor que comenzó su carrera explotando el lenguaje visual del cine al máximo con "Duel" (1971), cuando era un borrego.

El título es mentiroso. La cinta debería llamarse "La Decimotercera Enmienda", "En Busca de la Emancipación" o "Intrigas en el Capitolio". Porque de eso trata la peli, de la pelea congresista de si sale o no sale la enmienda nro. 13 de la constitución. Dentro del film, Abraham no es más que un actor más entre el resto de los que pelean y debaten por la dichosa enmienda.

Por la forma en que el estreno viene marketineado, hacía pensar equivocadamente que sería un biopic concentrado en la figura y la vida del presidente norteamericano más famoso, pero en lugar de esto nos encontramos con una sucesión de negociaciones políticas a puertas cerradas, en torno a mesas de conferencias dentro de habitaciones lúgubres y oscuras, porque parece que a mediados del siglo XIX, el sol no brillaba nunca en ningún lado.

Como ya sabemos de antemano que la enmienda sí salió, no hay mucho suspense que digamos, y "Lincoln" se hace más aburrida que chupar un clavo. Recién cuando la acción (por llamarla de alguna manera) se muda al congreso entre gritos y muchos papelitos escritos siendo intercambiados de mano en mano, el film cobra un poco más de vida y color.

Las subtramas que podrían haber añadido un poco emoción a la historia, como la tensa relación del presidente con su hijo, no son aprovechadas. La revelación sorpresa final del personaje de Thaddeus Stevens(* ver spoilers) - que me llevó hasta la wikipedia para sorprenderme con que era un hecho histórico cierto y no un desvarío del guionista- podría haber sido desarrollada por Spielberg desde el comienzo, para añadirle una capa interesante de dramatismo y humanidad a la historia, en lugar de terminar como un simple detalle final.
(Por cierto, he visto los retratos del tipo en la Web; que bién que esta elegido Tommy Lee Jones para él papel: la misma cara baqueteada).

CONCLUSIÓN:
Coincido con lo que dijeron otros: una película elogiada por portación de apellido, tanto el del título como el de quién la firma. Para escuchar las transcripciones de los discursos y los debates, mejor me hubiera comprado el libro en el que se basa la película. Yo esperaba ver algo de cine. Me temo que habrá que esperar a Django Sin Cadenas para ver una pintura más interesante sobre el tema de la esclavitud.

El mejor Lincoln para mí, sigue siendo el interpretado por Rex Hamilton, que se defiende a los tiros en el palco del teatro en la intro de "Police Squad" =)
[Leer más +]
101 de 134 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
La historia oficial
El Lincoln perpetrado por Spielberg continúa la senda que inició con War Horse, su última película, una mirada amable, pero con un nuevo matiz que sigue una clara línea marcada por el patriotismo más rancio, hacia uno de los personajes históricos más importantes de Estados Unidos. Su visión no aporta nada más que seguir alimentando al mito. Una oda a Lincoln, a su país y a su historia. Una palmadita en la espalda a la tierra de las oportunidades y del sueño americano.

Porque en esta hagiografía sin tapujos no hay espíritu crítico. Spielberg es el rapsoda y Lincoln el héroe de las grandes y nobles gestas. Un Lincoln que más bien parece el abuelo cebolleta al que todos aplauden sus batallitas que un político rodeado de tiburones. El abolicionismo por bandera, la libertad de todos los hombres y los mismos derechos ante la justicia son los únicos motivos que mueven al decimosexto presidente y sus acólitos a convencer a republicanos y demócratas para aprobar la famosa enmienda. Sus convicciones morales, no hay más. He aquí el peligro cuando se tiene poder y capacidad para llegar a mucha gente, que cuentes la historia que te interese, y faltes a la verdad.

Spielberg olvida intencionadamente cuáles eran el resto de causas que motivaron a Lincoln a impulsar la decimotercera enmienda y, lo que es peor, condiciona al espectador a tener un razonamiento simplista: la guerra entre el norte y el sur se debió a que los negros vivían en la esclavitud. No hay rastro de los intereses económicos del norte, potencia industrial, que impuso a las manufacturas europeas, que eran productos más competitivos, unos aranceles que perjudicaron al sur, principal cliente de Europa. Además, al liberar a los esclavos del sur aprobando la enmienda, el norte, con una industria en expansión, obtenía un excelente caldo de cultivo para contratar mano de obra barata y sin ningún tipo de derechos laborales. Spielberg se desentiende de que uno de los principales motivos fue éste, el económico, de cómo dos modelos bien distintos chocaron frontalmente hasta desencadenar la guerra. Y es que además, si fuera la única razón, la población negra hubiera vivido en las mismas condiciones que la blanca inmediatamente después de la aprobación de la enmienda, pues se presupone aprobada por una sociedad preparada, con una mentalidad preparada, cuando sabemos que no era tal. No fue hasta cien años después, con la Ley de Derechos Civiles de 1964 cuando podemos hablar de igualdad social entre negros y blancos. Es decir, cuando la sociedad americana estuvo preparada mentalmente para aceptar tal paridad.

De todo esto Spielberg reniega para presentarnos un Lincoln manipulado, parcial, un panegírico dirigido a una sociedad autocomplaciente y poco crítica con su país, su historia y su gobierno. Una película en la que las interpretaciones de Day-Lewis, Sally Field o Tommy Lee Jones quedan eclipsadas por la versión oficial de los hechos, por el panfleto. En definitiva, una película hecha para ganar el oscar pero que falla estrepitosamente en su acercamiento a los hechos y a la figura histórica.
[Leer más +]
68 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Más sobria, crepuscular y solemne que un funeral lleno de mudos
Cualquier persona con dos dedos de frente conoce perfectamente que el 90% de las causas que abolieron la esclavitud en EEUU fueron económicas. Aquí, aparte de unos adornos sentimentaloides/sociales/buenrollistas que no se cree nadie y ciertas omisiones sobre los ‘poderes’ y acciones censoras del Sr. Lincoln, parece que están en el ‘partido’ más difícil de sus vidas y en tramas paralelas y dignas de “24” o “Homeland”. En algunos momentos pensaba que iba a salir Jack Bauer rodando por el suelo y armado con una pistola y, en otros, que al abrir una puerta iba a estar allí Carrie Mathison escuchando jazz. No es que nos quieran dar una lección de historia, pero aparecen títulos con los que parece pretende darnos… ¿una lección de historia? Por no decir que se celebrando la Decimotercera Enmienda como si fuera el tanto definitivo de la Superbowl…

Tal vez el director de “Tiburón” tenga una espinita clavada —del tamaño de un Boeing 707— gracias a los fiascos y disgustos que se llevó con “El color púrpura” y “Amistad” por diferentes causas y razones. Este es el filme con el que quiere pasar a la posteridad para contar otro tipo de holocausto y tiene todos los ingredientes para hacerlo: las interpretaciones sobresalientes de Daniel Day-Lewis, Sally Field, Tommy Lee Jones y de un puñado de codiciados secundarios. Luego, tiene la historia. De las cerca de 1.000 páginas de la biografía de Doris Kearns Goodwin, que retrataba al gabinete de Lincoln, Tony Kushner ‘se quedó’ con unas 500 y a su vez Spielberg únicamente se centró en poco más de 60 páginas que se duplicaron para la versión final. Al tándem que ya despuntó en “Munich” le interesa la historia crepuscular de los últimos meses de Lincoln y sus esfuerzos por conseguir aprobar la Decimotercera Enmienda, mientras intenta acabar con la Guerra Civil Americana y es sometido a numerosas presiones de diferentes frentes: políticos, económicos, militares y, por supuesto, familiares. El thriller político y drama familiar se tejen en una puesta en escena pictórico-teatral. La composición de cada plano recuerda a un cuadro para la posteridad y su solemnidad contrasta con la sobriedad de la propuesta. “Lincoln” es más medida, seria y parca que un funeral lleno de mudos. No es aburrida pero tampoco me emociona, pretende ser grandilocuente pero finalmente no me deja nada que recordar.

El filme adquiere un tono crepuscular y la propia cara de Lincoln siempre es fragmentada, al igual que el relato de su psique, en claroscuros. Juega con el espacio oculto, con el arrastre de grandes secundarios y una coralidad en la oralidad. Si en el 2012 Abraham Lincoln ha triturado a vampiros y zombis… le quedaba por enfrentarse a los fantasmas. “Lincoln” está habitada por espectros como si se volatilizaran delante de nosotros. Sabemos que tenemos a uno delante… y parece que todos los personajes alrededor de Abraham Lincoln sabían que una noche se despedía de todos ellos… Y, entonces, ¿por qué nadie le avisó? En realidad la respuesta la facilita Spielberg: le odiaban por contar siempre una historia (típica del viejo del lugar) en el momento menos propicio. En realidad a Lincoln, al parecer, le mataron para evitar que contara una nueva historia porque estaban hasta las narices de sus narices y de provocar tortícolis en sus discursos. Únicamente extraemos esa única conclusión ya que Spielberg no quiere mojarse en lo más mínimo. Una auténtica pena, aunque “Lincoln” nos enseña una importante lección: no se puede ganar en todo. Espero que predique con el ejemplo en los Oscars de este año.

==========================

VERSIONES ALTERNATIVAS:

En vista de las tres películas que han destripado a Lincoln quedaba un par de posibilidades ya que ninguna de ellas ha dejado caer la supuesta orientación sexual que se le atribuye. Así, esta historia se podía haber contado de un modo menos aséptico:

A) Como un filme porno gay: Lincoln va consiguiendo los votos de los miembros del Congreso a base de favores sexuales. La película acaba con un gran bukkake delante de su sufrida esposa cuando se aprueba la Decimotercera Enmienda.

B) Como una revisión de época de “Una rubia muy legal 2”: donde Elle (Reese Witherspoon) va a Washington a defender los derechos de los animales. Hay muchos puntos coincidentes para los sucios miembros del Ku Klux Klan y las juventudes hitlerianas entre “Lincoln” y la película que protagonizó Witherspoon…
[Leer más +]
37 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Bodrio a la americana
Siento gran admiración por Steven Spielberg, por la política y por la historia pero esta película se puede resumir por lo lenta y aburrida que es. Si buscas pasar un buen rato, aprovecha lo que cuesta la entrada y lo que dura la película para tomarte un café con buena compañía.
El resto, lo podemos resumir aquí: ¿lo mejor? Los créditos. ¿La parte más entretenida? Los tráilers. ¿Lo peor? Lo que va entre el tráiler y los créditos. Decepción plena con Spielberg.
[Leer más +]
34 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El mundo notará poco, ni mucho tiempo recordará, lo que vimos aquí
Cuando supe que Steven Spielberg estaba detrás de este proyecto tenía mis dudas. Esperaba cualquier cosa ya que le considero un director al que le van las películas nada realistas, con la honorable excepción de Amistad. Salvar al soldado Ryan es una gran película de acción bélica pero la idea de enviar un escuadrón a traer un hombre de vuelta es puro mensaje patriotero. En esta ocasión, no exente de orgullo nacional, nos muestra la dura tarea del presidente de lidiar con la guerra y la enmienda que abolió la esclavitud.

Day-Levis está excepcional y recomendaría la versión original si se puede. Me encantan las anecdotas especialmente la del congresista que visita al lord inglés. No es una película de guerra sino sobre ella. Pretende entrar en las intrigas "palaciegas" del congreso americano con sus virtudes y defectos. Así que si lo tuyo es la acción a raudales no vayas a verla porque te dormirás como hizo mi acompañante. La película mantiene la tensión todo el minutaje a pesar de un "predecible" final gracias a los actores y un elaborado guión.

La música es de John Williams, y con eso, señores y señoras, lo digo todo.

En el spoiler me extenderé pero me gustaría que todo el que lea esta crítica, sepa que la película es una versión dulcificada de la verdad y que solo muestra parcialmente las razones de la guerra.

Me despido con unas palabras de un visionario que ya vió en su tiempo la montaña que más tarde nos mostraría Luther King.
"Hace ocho décadas y siete años, nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación concebida en la libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales." (Lincoln)
[Leer más +]
32 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
SPIELBERG Y LA ENMIENDA Nº 13
Spielberg me encanta cuando es humilde y consciente de sus limitaciones, en películas de aventuras épicas, o cuando hace films sin pretensiones, en cambio, me decepciona, cuando pretende ser pedante y solemne, en los conceptos, como en este Lincoln, desmitificador y teatral (casi todo son interiores, lúgubres).

La película es visualmente claustrofóbica, oscura y mortecina, en esta ocasión nos castiga con 150 minutos de tedio, para mostrarnos los entresijos de la política y sus corruptelas, en torno a la aprobación de la trascendental enmienda para abolir la esclavitud, pues intenta mostrarnos un Lincoln humano, con sus responsabilidades como presidente y como padre de familia. Daniel Day Lewis está genial como Lincoln así como Sally Field, es lo poco salvable de este peñazo.

La música de John Williams está muy bien, pero sólo la oímos en los títulos de crédito finales, en fin, dejémonos de paños calientes y opiniones políticamente correctas. Si este engendro lo hubiera hecho un director desconocido, no iría a verla nadie. Spielberg por mucho que se empeñe, no tiene la habilidad ni la sabiduría de sus idolatrados maestros Ford o Welles, para embarcarse en este tipo de proyectos.
[Leer más +]
38 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
ABURRE HASTA A LAS OVEJAS
Menuda decepción en mi primera salida al cine del 2013.Y eso que Spilberg es uno de mis directores favoritos y casi todas sus películas me han gustado,pero esta es un rollo de los gordos.
No porque se trate el tema de la abolición de la esclavitud la convierte en una gran película ni porque Daniel.D Lewis interprete a Lincoln lo hace merecedor de un Oscar.
Sin apenas exteriores,la trama que podia haber sido amena y entretenida se hace insoportable,discursitos,monologos grandilocuente, datos que te importan un pimiento, mucho bla,bla,bla y yo mientras contando cuántas personas estaban sentadas en las filas de delante mia..

Podéis crucificarme pero a mí la interpretación del sobrevaloradísimo Daniel D.Lewis no me ha dicho nada. Su Lincoln no me emociona, un pelín sobreactuadillo como siempre (aunque sin llegar al extremo de Pozos de ambición y Gangs of New York) y ya me carga verlo siempre con sus monólogos y discursitos cara a los Oscars.
Si,la caracterización es muy buena,pero mi vecino del quinto con ese maquillaje también es clavadito a Lincoln,y ¿alguien conoce a Lincoln para saber como hablaba, gesticulaba o se movía para decir que lo borda?

En resumen, mejor ir a ver cualquier otra película de las que hay en cartelera.
[Leer más +]
32 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Sobria y contenida
Steven Spielberg vuelve al ruedo apenas un año después de ofrecernos hasta dos películas. El 'rey Midas', uno de los más grandes directores de la entera historia del cine (ya es hora de decirlo), creador de autenticos espectáculos audiovisuales factura con "Lincoln" una de sus películas más intimistas, por así decirlo, un filme que parece en realidad de otro realizador por la ausencia de algunos de los recursos que el autor había decidido implementar en varios de sus trabajos previos. No temáis porque el academicismo abusivo de filmes como "El color púrpura", "Salvar al soldado Ryan" o "La lista de Schindler" no están aquí presentes, aunque desde luego tampoco podemos hablar de un filme de forma rompedoras ni mucho menos.

Durante unas dos hora y media Spielberg nos mete en el siglo XIX, en el momento en el que el presidente Abraham Lincoln decidió poner en marcha su decimo tercera enmienda, buscando los votos del resto de políticos con la finalidad de abolir la esclavitud de la población de color. De fondo, una guerra civil que acabaría, en teoría, de aceptarse esta medida. El film es sorprendentemente ameno, pese a tratar temas políticos bastante abiertamente, si bien tampoco ahonda en temas más profundos que los arriba expuestos y, desde mi absoluto desconocimiento de la figura norteamericana, diria que idealiza -bastante- a Lincoln.

Lo muestra como un tío campechano, que se mostraba sin problema frente a cualquiera -o casi-, siempre tirando de anécdotas, siendo casi tomado en broma por la facción política contraria. No sé si el film es un panfleto republicano o no –de política voy bien justito- así que eso, sumado a la hipotética idealización del personaje, quizá sean factores que a alguien más metido en la Historia puedan sacarle del filme. A mi me ha gustado, contra todo pronóstico se me ha hecho muy corto y parte de la culpa la tiene Daniel Day Lewis, que se olvida de su histrionismo para interpretar al presidente desde el suelo, con humildad, resultando entrañable y "buena gente". La alabada Sally Field merece reconocerse por su buen papel secundario, así como ocurre con Tommy Lee Jones. Cierto es que algunos otros miembros del reparto se desaprovechan (lo de Joseph Gordon-Levitt no se acaba de entender) pero es en general un film notablemente facturado, como no podía ser menos, que afortunadamente no cae en el melodrama barato (como si hacía "War Horse") e interesa mientras dura. Un trabajo muy digno y que merece verse... y mejor en versión original, claro.
[Leer más +]
19 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Con kilos de maquillaje... se borda un gran personaje
- Hola, Daniel Day-Lewis, eres tú? Steven Spielberg al habla.

- Aquí Daniel. Hombre, Steven, cuánto tiempo. Dime, qué se te ofrece.

- Te llamo porque quiero hacer una peli sobre Abraham Lincoln.

- Lincoln el presidente... qué interesante.

- Y me gustaría que lo interpretaras tú.

- Cielos, qué papelón. Difícil caracterización, vive Dios.

- Efectivamente, Daniel. Es Oscar cantado.

- Wawwwwww, qué caramelito. Se trataría de un biopic, supongo.

- No, no, sólo un hecho histórico: la aprobación de la 13ª enmienda.

- Y qué enmienda es ésa.

- Sí, hombre, la enmienda que abolió la esclavitud.

- Vaya, qué oportuno. Ahora que tenemos presidente negro será un pelotazo.

- Lo será. Es el gran momento.

- Y bueno, Steven, cómo habías pensado plantearlo.

- Será una especie de carrera de obstáculos para conseguir votos.

- Qué guay. Suena superemocionante.

- Todo a base de chantajes, sobornos, extorsiones, corrupción a punta pala...

- Pero bueno... eso no quedará muy bonito. Se trata de abolir la esclavitud.

- Pos eso; el fin justifica los medios, no??

- Hummmm... pues no sé.

- En realidad nadie se va a enterar de nada. Todo será muy críptico.

- Qué quiere decir críptico.

- Que, salvo los especialistas en Historia de América, nadie pillará un carajo.

- Pero entonces para qué vamos a hacer esta película.

- Jo, pues tú para lucirte y los dos para echarnos unos Oscarcillos.

- Pero hombre, también habrá que pensar un poco en el público.

- El público irá a verla en masa, por ser yo quien soy, y también por ti.

- Pero no les gustará. Y la crítica nos pondrá a parir.

- No se atreverán. El gran Spielberg, el gran Day-Lewis y la 13ª enmienda.

- Y tú crees que colará?? Yo no estoy tan seguro.

- A ver, Daniel, tú de qué serías capaz por un Oscar.

- Yo de cualquier cosa.

- Pos eso.

- Pos fale.
[Leer más +]
21 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Lincoln y sus anécdotas
Vacio, vacio me siento recien salido de la sala de cine, yo tenia un conocimiento muy basico de la figura de Lincoln, con esta película creía que descrubiría más de la persona no de sus logros.
De primeras no me esperaba que a los 15 minutos ya estubiera perdido, la cantidad de dialogos es abrumadora, me sentia indefenso ante tal cantidad de información, no me daba tiempo de procesarla.

Son tal la cantidad de monologos, discusiones en despachos y de más tejemanejes que uno acaba por desconectar, cada escena empieza con una verborrea y acaba en otra y cuando "saltamos" a otra secuencia (para mi el ritmo és nulo) otra parrafada más.
El tono de la cinta es sobrio y frio, ante un diseño de producción y artistico intachable y unos actores de enorme nivel, hasta los secudarios se nota que han sido escogidos con precisión, están muy desaprobechados (como me comentaron los usuarios Drodenas y Mörder con los que fui a verla).
Ante el papelón que se marca Lewis, sí es cierto esta enorme, pero me cuestiono algo.

¿Alguien vio al autentico Lincoln para saber que gestos tenia, su tono de voz y demas detalles?.
Por supuesto que hay libros que dirán detalles sobre él, pero no me veo diciendo "Daniel Day-Lewis lo borda" por que no es asi, cómo dije antes esta enorme pero no lo borda.

Por otra parte y cambiando de tema la cinta es tremendamente lenta, entre la abusiba cantidad de dialogos, la bso inexitente y con un Spielberg poco inspirado, el film se me hizo eterno (en algunas ocasiones parecia que la camara la ponian en una esquina y la dejaban hay, mientras los actores hablan) tremendo coñazo.
Total, entre al cine con los conocimientos minimos sobre Lincoln y sali igual, acabe harto de sus batallitas y anécdotas, en un momemto dado un personaje le dice a Lincoln "no estoy dispueto a otra anécdota, por muy graciosa que sea" casi me levanto y le aplaudo, que alguien calle a Lincoln por dios.

Total no me esperaba semejante tostón, vacio de todo mensaje salvo el de engrandecer al mito.

Lo mejor: Lewis por supuesto, Tommy Lee Jones y la escena del hijo pequeño en el teatro muy acertada.
Lo peor: el montaje frio y confuso, los secundarios desaprobechados y que no se mostrara nada relevante de la vida privada de Lincoln.

P.D: siempre guardo la entrada para meterla luego en el dvd, pero está la tirare.

(Titulo alternativo de la crítica, "Lincoln cazador de bostezos").
[Leer más +]
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
¿Dónde está Daniel Day-Lewis?
Los dramas históricos, basados en datos biográficos sobre personajes de gran trascendencia en la historia de la humanidad en manos de prestigiosos directores de Hollywood raramente dan malos resultados. Abraham Lincoln es sin duda uno de los personajes históricos más famosos y sobre todo, más queridos por el pueblo y la representación de su vida en la gran pantalla no podía haber quedado en mejores manos, como son las de Steven Spielberg.
Como no puede faltar en ningún film del veterano director, encontrar un perfecto diseño de la estética visual de la película. La caracterización de los interpretes como personajes pertenecientes a la época de la presidencia de Lincoln es prácticamente perfecta. La visión de los escenarios no predomina tanto como puede hacerlo en otras películas de Steven Spielberg, pero aún así la fotografía es perfecta. Visualmente una película que es un regalo para la vista.
¿Dónde está Daniel Day-Lewis?, con este título pretendo hacer referencia a que el veterano actor está tan increíblemente bien caracterizado como el presidente, que unido a una soberbia interpretación de alguien introducido de lleno en la piel de su personaje, hace que en la pantalla veas a Abraham Lincoln y no a Daniel Day-Lewis. El Óscar lo tiene ganado.
Sally Field es otra de las grandes bazas del largometraje, su interpretación la hace resaltar entre el espectacular y numeroso reparto masculino que plaga la película. Es posible que en ciertos momentos, su interpretación pueda rayar la sobreactuación, pero es un gaje del personaje, Mary-Tod Lincoln, una mujer atormentada que debe sobrellevar el peso de ser la esposa del hombre más famoso de la época.
Aunque no es una película que llegue ha hacerse larga a pesar de sus dos horas y media de duración, no es una película que yo recomendaría a todo el mundo. En la pelicula domina el diálogo, la acción transcurre únicamente apoyada en las largas conversaciones que los políticos y el presidente mantienen sobre la aprobación de la polémica decimoetercera enmienda, provocando que sea una película muy dificil de seguir, provocando el hastío en aquellos espectadores que no estén muy puestos en política.
Conclusión, Licoln es una de las mejores películas del año y nadie lo discute, por eso le doy un rotundo diez, pero no es una película que yo recomendara a todo el mundo.
[Leer más +]
21 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Todo es política
Lo mejor de ‘Lincoln’ (2012) es Tommy Lee Jones como Thaddeus Stevens. Cada vez que aparece se come la pantalla, eclipsando incluso a un buen Daniel Day-Lewis en el papel protagonista. Buena película, fiel a su carácter de documento histórico y acercamiento político a la lucha de Abraham Lincoln por la aprobación de la enmienda que aboliría la esclavitud, caracterizándose la cinta de Spielberg por un montaje clásico enmarcado en una impecable ambientación de la época, pero también por una lentitud que hace que la película sea pesada por momentos, algo que agrava su duración de dos horas y media.

El retrato del ex-presidente norteamericano nos deja ver a un hombre apacible y familiar, justo, convincente y amante de contar anécdotas, así como también refleja a un ser que tras su frágil apariencia alberga el mayor poder del mundo. Cinta muy interesante, auténtico mar de diálogos que no cesan, ideal para quienes quieran acercarse a una de las figuras históricas más importantes y, a la par, a un escenario político en el que el mercadeo es el protagonista, siendo toda treta válida con tal de conseguir un objetivo.
[Leer más +]
18 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
COMO ERA DE ESPERAR...
Lincoln arrasa, de momento, en las nominaciones a los premios Oscar, levantando el único baluarte claro de la cinta, la poderosísima interpretación del siempre estupendo Day-Lewis, que más que interpretar transmuta en la figura del presidente de esos Estados Unidos que tantísimo andan jodiendo en los últimos años.
El resto de la película es un tostón, un emplasto aburrido y épico, muy al estilo Spielberg, pero con retufillo a peli de segunda, como ya ocurrió en la preciosista y mala de cojones Caballo de guerra.
Vale, el resto del reparto está bien, en especial Sally Field, como acostumbra, y los efectos y ambientación son muy, muy buenos, sólo faltaba, con lo que ha costado...
Pues eso, en un año en el que el presidente ya ha sido objeto de parodia cazando vampiros y zombies, lo mejor que puedo decir de Lincoln de Spielberg es que es la mejor de las tres. La más aburrida también... Y eso si que es un ataque con garras de astracán bien afiladas.
Day-Lewis ganará el premio, sin duda, pero los demás, de esas 15000 nominaciones que le caen en detrimento de muchas de las grandes de este año, lo tienen un poco difícil.
Amor, de Haneke, la mejor del año y Zero Dark Thirty le van a la zaga.
Algo parecido a lo que en nuestras tierras le va a suceder a la maravillosa Blancanieves, compitiendo con Lo imposible... Que sin duda será bendecida por la Academia por los ingresillos extras que le ha dado a nuestro cine. Y eso que yo sólo le daba el premio al niño...
Bueno, en resumen:
Lo mejor: El protagonista, un prodigio de la interpretación que va camino de convertirse en un mito.
Lo peor: Es aburrida, densa, emperifollada... Si no fuera de Spielberg le habrían llovido bastantes peores críticas y menos nominaciones, pero ya se sabe, el lobby judío tira y tira y tira...
[Leer más +]
23 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una gran película clásica
Spielberg ofrece una cinta centrada en un puntual y crucial momento de la historia americana, el consabido proceso legislativo para la aprovación de la XIII enmienda. Opta por un relato más intimista de lo que aparentemente muchos esperaban, dejando a un lado las connotaciones épicas que el acontecimiento pudiera plantear, pero aportando ajustadas dosis de lirismo en su puesta en escena.

Dirige con sobriedad, paseando suavemente la cámara entre la dialéctica de los congresistas y dejando muestras de sapiencia cinematográfica a lo largo del metraje, con escenas de gran sutileza en su caligrafía visual. En este sentido me parece su película más "fordiana", pues contiene varios planos que lo corroboran. La mayor parte de la acción tiene lugar en interiores, algo inusual en el director y que defraudará a los que esperen otra cosa.

Profusamente dialogada, mostrando las diatribas y argucias políticas que el asunto requiere. El dinamismo argumental no decae, a pesar de su metraje se hace ameno, contando con un par de momentos de gran fuerza emocional gracias a un elenco extraordinario...

... y aquí llegamos, a su reparto. Lo de Lincoln... perdón... Lewis, es demencial, este británico es el mejor, a secas. Su contención, gesticulación, aplomo, carácter... hacen que te creas en todo momento que estás viendo al presidente más admirado de USA, hay que verlo para creerlo. Tommy Lee Jones tiene alguno de los mejores momentos con sorpresa argumental incluída; Sally Field brilla entre la mayoría masculina del reparto y las breves apariciones de la magnífica remesa de secundarios aportan esmeradas actuaciones en su justa medida.

El apartado técnico, como no puede ser de otra manera tratándose del director y una historia de época, es irreprochable: ambientación, diseño artístico, etc.

Gran película que no agradará a muchos adeptos spielbergianos por su carencia de epicidad y que repudiarán los que de antemano no esperan nada de este director, filmada con sólido pulso narrativo, a ratos pausado, apuntalada por un soberbio reparto, con el presidente a la cabeza. Eso sí, es una gran película americana... por si no lo sabían.
[Leer más +]
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Imposible, impensable, increíble....
Quiero decir tantas cosas de "Lincoln" que no sé ni por dónde empezar. Así de fuerte es el shock que me ha dejado.
Soy un ferviente admirador y seguidor de Steven Spielberg. Nací a finales de los 70 y con eso lo digo todo. He crecido con Indiana Jones, E.T. el famoso tiburón y los extraterrestres. He disfrutado a espuertas con todas sus historias, tanto de director como de productor. Le debo muchísimas horas de diversión en altas cotas. Soy un incondicional. Hasta me gustan "Always", "Hook" y "La terminal". Y reconozco que me encanta "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal".
Pero el batacazo que me he llevado con este biopic ha sido monumental. El bueno de Steven ha cometido los mismos errores que ya tuvo en "Amistad" (su única película mala hasta el momento, junto con la que nos ocupa).
No recuerdo, en toda mi vida de cinéfilo, de haberme llevado una decepción tan enorme con una película. Esperar tanto y recibir tan poco. Me ha defraudado profundamente.
Bien, vayamos por partes.
Desde el punto de vista técnico y narrativo no se le puede achacar nada. Sin llegar ni de lejos a los altísimos niveles a los que este genio nos tiene acostumbrados, no se puede negar que hay calidad en la fotografía, montaje, dirección de actores y puesta en escena. La banda sonora del incombustible John Williams cumple su papel. Es muy comedida y funcional, pero en este caso su calidad supera al conjunto de la película.
Daniel Day-Lewis es uno de los mejores actores de su época. Sabe elegir sus papeles y tiene una gran carrera. En el caso de encarnar a Abraham Lincoln, se ha alabado su interpretación. Desde mi humilde punto de vista no es tan deslumbrante como se está diciendo. Su caracterización es magistral y súblime, pero su actuación no me llega a poner los pelos como escarpias, tal y como ha hecho en todas sus otras películas.
Y vamos al meollo del asunto. Intentaré explicar respetuosamente por qué "Lincoln" me ha parecido no ya un film sobrevalorado, sino un auténtico ejemplo de lo que no se debe hacer.
El cine no solo es saber contar historias, sino acertar también en lo que se está contando. En la mezcla de forma y fondo está la clave del éxito.
Y es que a pesar de que nos lo cuenten muy bien, lo que cuentan es aburrido hasta la extenuación.
Lincoln fue un importante presidente, pero en un entorno histórico también muy interesante. Spielberg se deja llevar y tira por el camino fácil de hacer una película íntima en la que la política es la única vertiente que se nos cuenta.
La Guerra Civil apenas se nos muestra en un boceto. No hay historias cercanas de los esclavos con las que se pueda empatizar para aumentar el dramatismo.
Simplemente, "Lincoln" es una sucesión larga hasta la extenuación (2 horas y media) de parrafadas donde se habla mucho y se dice poco, discursos, sesiones parlamentarias y palique. Apenas se nos muestra algún escenario que no sea el interior de la Casa Blanca, del Capitolio o de las sedes de los partidos de la Unión. Es política pura y dura que deriva en un aburrimiento tan intenso y profundo que no paré de mirar el reloj en casi todo el metraje esperando librarme de tal tortura.
La única diversión que he podido encontrar en este auténtico rollazo es ver el desfile de actores secundarios y recordar en qué otras películas les he visto (aún sin conocer sus nombres).
El único momento que roza, aunque muy lejanamente, la genialidad de Spielberg es la escena de la visita con el hijo al hospital militar. Esa es precisamente casi la única escena que transcurre fuera del escenario político.
Una película tiene que aportar algo al espectador, ya sea entretenimiento o en el caso que nos ocupa divulgación histórica. Sin embargo, tengo la sensación de saber de Abraham Lincoln lo mismo que sabía antes. El sabor de boca que me ha dejado es el de haber perdido el tiempo tremendamente. Incluso he tenido momentos en los que he empezado a dormitar, siendo una sesión de plena tarde.
En fin, resumiendo:
- No me esperaba esto viniendo de quien viene.
- A pesar de la decepción, si no la hubiera hecho Spielberg tampoco podría salvarla.
- Hay películas más malas de serie B con las que me he divertido mil veces más (al menos no suelen ser tan largas)
- Me vuelvo a sorprender por enésima vez con las críticas y las nominaciones a los Óscar
- No le doy menos nota por respeto y porque no la puedo poner al mismo nivel que "Batman y Robin" (por ejemplo)
Solo la puedo recomendar a licenciados en Historia especialistas en EE.UU. o a gafapastas recalcitrantes.
[Leer más +]
20 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Aprueba con el mínimo gracias a Daniel Day-Lewis
Spielberg nos narra con ritmo lento y pausado las negociaciones y lobbies entre demócratas y republicanos para la aprobación de la 13ª enmienda de Estados Unidos durante la presidencia de Abraham Lincoln.

La dirección de Spielberg es correcta pero deja mucho que desear, ofrece buenos planos, una excelente puesta en escena, pero falla gravemente en el ritmo narrativo, en la forma de contar la historia, y es que lleva un ritmo tan tedioso que ni siquiera el clímax llega a generar interés. Es por esto que la película resulta tremendamente irregular. Hay escenas con buenos diálogos y discursos, pero también hay escenas que aburren bastante, no hay un equilibrio, además la música de John Williams tampoco ayuda. A pesar de todo, técnicamente está bien.

Lo que salva a este film es la dirección artística y la brillante interpretación de Daniel Day-Lewis. Huele a tercer Oscar. Y es que logra una caracterización verdaderamente magistral, la forma de caminar, los gestos y hasta su trabajo en la voz, una voz calmada, agotada. En otras palabras, Daniel Day-Lewis ha ingresado al Olimpo donde están los más grandes actores de la historia del cine.

Es una película que, sin dudas, gustará a la crítica ortodoxa, a los historiadores y a los veteranos de la Academia. Seguramente recibirá muchos premios.

Aprueba con el mínimo gracias a Daniel Day-Lewis.


Nota: 5/10
[Leer más +]
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
13 razones para no ver "Lincoln"
1) Porque no es un biopic de Lincoln. Es una recreación de los entresijos que se llevaron a cabo para aprobar la 13ª enmieda a la constitución americana, que abolía la exclavitud.
2) Porque tal recreación resulta un peñazo de acuerdos, contraaacuerdos, sobornos, amenazas, contactos, disquisiciones, tráfico de influencias. Un coñazo, vamos.
3) Porque el resto de vertientes del film (la relacion de Lincoln con sus hijos y su inestable esposa, otros posibles aspectos de la -asumimos- potente personalidad del personaje) están relegados a un segundo plano en pos de la dichosa votación.
4) Porque la película se debería llamar "La 13ª Enmienda" o "Lincoln, el pesao de la 13ª".
5) Porque en ningún momento se nos deja meridiamente claro que Lincoln sea un verdadero filántropo y no un obstinado.
6) Porque cuando llega el momento cumbre del film (la votación), Lincoln apenas interesa. Apenas aparece.
7) Porque tardé una hora en reconocer a James Spader en esa caracterización.
8) Porque la peluca de Tommy Lee Jones es digna de Leonardo Dantes.
9) Porque no paran de salir personajes y lugares supuestamente críticos en la historia nortemamericana que a mí me la repanpinflan.
10) Porque sólo disfruté de verdad de una escena: la de Lincoln reunido a solas con los dos telégrafos.
11) Porque la banda sonora de John Williams no es para tirar cohetes.
12) Porque me produjo urticaria la escena en la que Lincoln clama: "¡Soy el presidente de los Estados Unidos de América, revestido de un poder inmenso!". Parece sacada de AIR FORCE ONE, o peor, de un discurso de Bush.
13) Porque parece que Daniel Day-Lewis tenía concedido el Oscar antes de que se viera el film. Es como si dijeran: "Joer, hace de Lincoln, ¿cómo no le vamos a dar un Oscar a Abraham Lincoln?".
[Leer más +]
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Una Pausa Porfavor!!
Considero que una buena película histórica es aquella que, aún sin saber nada sobre el hecho en cuestión, te atrapa y logra implicarte.
En este caso, inculto de mi, sabía más bien poco sobre la vida de Lincoln y decidí no buscar nada de información, para que todo me pillase de sorpresa en la película. Error.

Me pase más de la mitad del film totalmente perdido, llegando a desconectar como nunca en multitud de diálogos. Demasiada información que no te dan tiempo a asimilar, si te pilla de nuevo como era mi caso, llegando a desear alguna escena que oxigenara la película.

Para colmo, pese a la buena interpretación de Daniel Day-Lewis, las anécdotas de Lincoln no me resultaron entrenenidas, ni interesantes muchas de ellas.


Punto positivo para las escenas en la cámara parlamentaria, dónde entonces sí, llegas a sentir la tensión.

Así pues:

+1 Por las interpretaciones de Daniel Day-Lewis y de Tommy Lee Jones
+1 Por las escenas de la Cámara

No más....
[Leer más +]
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver críticas con texto completo
Más información sobre
Fichas más visitadas