arrow

44 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
Una posible explicación
NOTA 1: Si lo que queréis es ver una película para relajaros un rato, mejor elegid una de acción o una comedia, porque este film os sacará de quicio. Si de todos modos decidís verlo, ateneos a las consecuencias.

NOTA 2: Si ya habéis visto la película y queréis saltaros todo esto porque lo que buscáis es una explicación, id directamente al spoiler.

La segunda película de Shane Carruth no defrauda: tiene una fotografía impecable, una banda sonora envolvente y una historia que rebosa emoción. Entonces, ¿cuál es el problema? En principio, ninguno, pero lo cierto es que el cine comercial nos tiene demasiado acostumbrados a la narrativa lineal "made by Disney", a los primeros planos explicativos y a la sobreexplicación de la trama, y esta película no tiene nada de eso. Los diálogos escasean y en la mayoría de escenas son sustituidos por silencios y sonidos ambientales que vertebran la historia.

"Upstream color" es una obra desbordante, abstrusa y muy compleja a nivel estructural, un rompecabezas en el que faltan la mitad de las piezas. Y lo peor es que las pocas que tenemos apenas parecen encajar y se desvanecen por momentos. Cuando nos enfrentamos a una película así, debemos procurar centrar todos nuestros sentidos en la pantalla y retener la mayor cantidad de detalles posibles. Y aun así es muy probable que la mitad de la película pase ante nuestros ojos sin que nos demos cuenta. Por eso recomiendo encarecidamente que, quien quiera llegar a entenderla bien, la vea al menos una segunda vez. Nuestra memoria es selectiva y elimina por defecto todos los fragmentos que no hemos podido interpretar (quizá porque aún no hemos llegado al final y no tenemos toda la información, o quizá simplemente por falta de atención) para intentar que la historia encaje mejor (cosa que con esta película no funciona, creedme), por eso el revisionado nos permite percibir cosas que en su momento pasamos por alto, pero que después nos parecen obvias.

No me enrollo más. Si os interesa conocer mi interpretación de los puntos clave de la película, os invito a que leáis el spoiler.
[Leer más +]
159 de 177 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cine del futuro, abrazando las convenciones del presente
Recuerdo el debut de Shane Carruth, Primer (2004) como una película laberíntica, que sabía que era muy lista y no lo ocultaba en ningún momento, sin importarle el qué podría pensar el espectador o cómo de perdido se encontrase con su juego de viajes temporales. Sin embargo la disfruté, en cierta medida, como una experiencia diferente y arriesgada. Con "Upstream Color" esperaba algo similar, y sin embargo Carruth se las ha arreglado para ser fiel a su tipo de cine y al mismo tiempo reinventarse, estando mucho más cerca de la candidez que de la frialdad. Por así decirlo, si "Primer" era matemáticas, "Upstream Color" son ciencias naturales. Algo más orgánico, menos mecánico, infinitamente más humano. Si Terrence Malick no hubiera hecho "To The Wonder" borracho, habría salido algo asi.

"Upstream Color" se inicia con casi media hora en la que vemos cómo una mujer es secuestrada y dominada por alguien que desconoce. Lo que sigue a continuación es una historia de amor que se narra de forma desorganizada, alternando tiempos y personajes, para crear asi una sensación enrarecida sobre la percepción de la estabilidad de esa pareja. Interpretada impecablemente por Amy Seimetz y Shane Carruth, es un trabajo intenso en el que todo lo que sucede parecer tener un (doble) sentido, invitando a volver a verla para desentrañar todos sus secretos. Como "Primer", no es cine de entretenimiento propiamente dicho, es una película para estar activo y no pasivo, para intentar bucear en sus (excelsas) imágenes y tratar de capturar ese instante mágico que la haga perdurar. El guión es muy sólido desde un punto de vista estructural, pero tampoco está nada mal a nivel de diálogos e interacción entre los pocos personajes que tienen escenas de importancia en el film.

Sumemos un tercer punto de vista que no revelaré, y que esa primera media hora termina por ser determinante para la conclusión de una película-isla, cine independiente en el puro sentido del término; tan 'independiente' que no aspira a ser parte de nada superior, ni siquiera de convertirse en una obra de culto (como "Primer"). Es tan libre, tan de Carruth, que importa poco que llegue o no al público mayoritario. De hecho, imágenes al margen, me sorprende que cuando se estrenó en Sundance gustase tanto al público como para ser ovacionada. Lo único que cabe esperar que su director no vuelva a esperar nueve años para hacer otra película. Necesitamos más autores como él.
[Leer más +]
47 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
BRUTAL ALEGORIA DE LA SOCIEDAD OCCIDENTAL
Upstream Color es el nuevo y segundo largometraje de Shame Carruth, que sorprendió a propios y extraños con su interesantísimo debut Primer (compleja y hermética incursión en la ciencia-ficción de los viajes en el tiempo). Esta nueva obra cinematográfica nos trae a un Carruth mucho más maduro y seguro desde el punto de vista artístico, pero igual o más cerebral, enigmático y poético que en su primer largometraje. Nuevamente el señor Carruth se encarga de casi todo en esta producción, escribe el guión, dirige la película, es autor de la fotografía y la banda sonara y se reserva uno de los papeles protagonistas de la historia.

Upstream Color es un martillazo impresionante en la mente del espectador, horas (incluso días) después de su visionado sigues reviviendo y analizando todo lo mostrado por esta obra perturbadora, hipnótica y poética, que sin duda es una de las grandes sorpresas a reivindicar de este año 2013. Es un film difícil y requiere prestar atención a todos los detalles, pero garantizo que su exhausta visión es un viaje alucinante y atractivo. Es una de esas cintas que amas o bien odias con todas tus fuerzas.

Técnicamente la película es prodigiosa. Tremendamente deudora en lo visual de El Árbol de la Vida de Terrence Malick, la cámara flota constantemente y pasa de primeros planos a planos medios al ritmo de un montaje elíptico que trasmite una dinámica e inercia sin fin, aunque en lo argumental no transite por los mismos parámetros que el film interpretado por Brad Pitt. Pero que nadie se equivoque, el señor Carruth no es un listillo que se dedica a copiar de otros, en absoluto. Se ha apoderado de algunos hallazgos visuales e ideas y las ha superado. ¡Esta es la película que le hubiera gustado realizar al señor Malick y no supo hacer! Además del asombroso uso de la fotografía e iluminación es extraordinario el buen hacer en el apartado sonoro, dado que la cinta contiene escasos diálogos son los sonidos que acompañan a las imágenes los que en ocasiones nos dan las claves o pistas para asimilar en plenitud lo narrado. En cuanto a las interpretaciones son solventes y correctas, aunque destaca por encima de todos una omnipresente Amy Seimetz que es capaz de transmitirnos la angustia, vacío y necesidad de respuestas de su personaje.

Algunos tildaran esta película de paja mental sin sentido, excesivamente cool y pretenciosa y otros serán capaces de hilvanar una historia arrebatadora sobre la esencia humana (en mi caso, he asistido a una alegoría brutal de la actual sociedad occidental). Si entras en el juego que plantea Carruth disfrutarás de un film brillante y transcendente (y por qué no decirlo, algo pedante), si no, tal vez te salgas indignado del cine al final de la proyección. Lo que tengo claro es que la industria aeronáutica ha perdido a un gran trabajador, pero el resto hemos ganado a un cineasta fantástico, con una mirada muy especial (única, me atrevería a decir) que puede convertirse en uno de los grandes referentes del cine del siglo XXI. Lo único que espero es que Shane Carruth no tarde otros nueve años en realizar su nueva obra (la cual ya espero con entusiasmo).

¿Qué se nos muestra? Observamos al inicio cómo un sujeto (que nunca se identifica y al cual denominaré “el jardinero”) coge unos pequeños gusanos que crecen en las raíces de unas exóticas orquídeas y de estos gusanos extrae una extraña sustancia que le permite adueñarse de la voluntad de aquellos que la injieren. Durante una fiesta “el jardinero” fuerza a Kris, protagonista femenina interpretada por Amy Seimetz, a tomar el brebaje enigmático y aprovecha el estado de sumisión en el que entra esta para desvalijarla. Una vez desposeída de todo lo que tiene la abandona. Cuando a Kris se le pasan los efectos de la sustancia, nota en su interior cómo crece y se mueve una larva, la cual intenta sacarse de dentro con un cuchillo de cocina, pero sólo se deshará de su intruso cuando acuda a la “llamada” de un misterioso personaje (al cual llamaré “el maestro compositor”) que le saca la larva de dentro y se la introduce a un cerdo, el cual lleva a una granja donde lo cuida junto a muchos otros (para apoderarse de la información que contienen). Finalizada la operación y recuperada, Kris, “el maestro compositor” la deja que prosiga con su ahora vacía vida. Kris conoce a Jeff (interpretado por Shane Carruth) durante su trayecto en tranvía al trabajo y entre ambos acaba surgiendo un vinculo emocional (¿realmente es fruto del azar su encuentro o es motivado por el acercamiento entre los cerdos de la graja a los cuales están ellos vinculados? Porque Jeff también ha pasado por experiencias traumáticas que le han dejado “marcado”). A partir de este instante Kris y Jeff experimentan constantes descubrimientos y cambios (debido a su “especial conexión”) que los conducen a la inexorable realidad de su existencia.
[Leer más +]
38 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Margaritas a los cerdos
Cuando vi Primer mi geto de imbécil apenas tuvo tiempo de inmutarse cuando, tras el The End y unos breves instantes en los que me dije en falso "va, tú puedes, entiende algo", abrí google y busqué explicaciones. Las encontré y resolví que la historia que presuntamente encerraba la película y su narración se encontraban en niveles de la realidad que jamás llegarían a tocarse. Y yo solo podría quedarme con el segundo de esos elementos, que vedaba el entendimiento del primero a la mayoría de los mortales, como si el primero no fuese de por sí complicado.

Bien. Upstream Color no es precisamente una reconciliación con ese jardinero de margaritas que voluntaria o involuntariamente es Carruth. Sus hasta ahora dos obras, por efecto de la prensa, de las propias ínfulas del autor o de mi propio prejuicio, parecen aspirar a ser revolucionarias piezas de ciencia ficción donde la ciencia y la ficción alcanzan las máximas cotas imaginables. Tal idea, cierta o preconcebida, suena genial. Pero, ay, Shane, te gusta enrevesar. Hasta el vicio.

Upstream Color parece diferenciarse de la ópera prima del autor en cosas no poco notables. Fotográficamente deslumbra, y en lo argumental parece, si bien con un punto de partida (los minutos antes de empezar a perderte, vamos) igual de interesante, más emocionalmente potente (en tramos concretos más que en conjunto), más perturbadora y más próxima a cualquier drama humano que lo divisable en los mimbres del desbarre fisicocuántico de Primer. Hay un toque de evolución, un arrojo de exploración más allá de las fronteras del cine convencional, un desafío a lo imaginable cuyos méritos no se pueden negar.

Lo que tampoco se puede negar es una colleja a Carruth, por meter lo que quiera que sea su idea en un envoltorio narrativo tan puto, por decir algo. No creo que esta encriptación sistemática de la acción sea fruto de la ineptitud, y casi me duele más: la vaguedad, la dosis mínima (dudo que justa) de información y una imperdonable confusión entre la elipsis y el hachazo desmedido, son elementos probablemente usados con plena autoconsciencia. O sea que A) enmascaran cierta insostenibilidad del desarrollo de los hechos (insostenibilidad dentro de los márgenes de la ficción, claro) o B) Carruth es un listillo, un amante de los jeroglíficos autocomplacientes, excesivos, pedantes.

Y seré sincero: Primer parece tener una historia de complejidad aplastante, quizá inaccesible al pulso de cualquier narrador. Pero Upstream Color me pareció (por lo que entendí, que fue bastante más que en aquella) algo más sencilla, una historia que (y no hablo en absoluto de elementos que parecen más figurados que literales, véase la cama entre los cerdos) podría resultar fácil de comprender y a la que la comprensión quizá le daría enteros. Sin embargo, he aquí un artefacto por descifrar cuya pretendidísima condición de rompecabezas desmesurado me quita todas las ganas de hacerlo.

Me quedé con cara de imbécil, no lo dudo. Pero esta vez no abrí google.
[Leer más +]
43 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
SIN DUDA NO DOY EL SUFICIENTE NIVEL
Mira que me gusta todo tipo de cine, y que no rehuyo retos argumentales o estilísticos de ningún tipo, pero con esta película, reconozco que he sido sobrepasado y aplastado por mi ignorancia.

Muchas veces uno ve una película, y puede que no te enteres de todos los detalles, pero las imágenes, la música, su estilo general, puede hacer que te apasione aunque no seas capaz de asimilar todo lo que tiene que contar. El problema de "Upstream Color", es que va un paso más allá, pero en la dirección contraria, ya que aquí no es que no te enteres de todos los detalles, es que no te enteras de casi nada, y respecto a su estilo, reconozco que lo tiene, pero está lejos de apasionarme.

De hecho la percepción que voy a tener de la película va a estar fundamentada en la crítica que de la misma hace Wilhelm Weinstock (la más valorada de las publicadas), muy currada, muy exhaustiva, y que tiene lo que a mi me falta, que es esa curiosidad por algo que te apasiona, y que te hace volver a verlo para descubrir y unir todas las piezas de un argumento. Yo después de verla, no tengo el más mínimo interés por descubrir nada, y si leo algo sobre ella, es más que nada para amortizar mi visionado y poder decir de que va si alguien me pregunta.

No obstante, algo falla cuando un film requiere la búsqueda de explicaciones tan sesudas, o cuando después de verla, te vas a la sinopsis para enterarte de que va.

Le doy un tres, que no un cero, porque la primera media hora genera cierto interés, y porque no deja de ser una obra que busca algo diferente (aunque yo no sepa lo que es).

PD: Me encanta "To the wonder", he visto algún comentario comparándolas, pero Malick a diferencia de Carruth, si tiene un estilo visual y una estética que me apasiona, y la historia, no deja de ser una clásica historia de amor y desamor, pero filmada de una manera muy propia. Aquí, sin embargo, hay cerdos, gusanos y mucha, mucha incomprensión por mi parte.
[Leer más +]
22 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
SHANE CAGARRUTH
Una película sin sentido con imágenes totalmente inconexas en donde el guión brilla por su ausencia, aburrida hasta más no poder, y eso que no dura ni dos horas pero parecen siete. A lo largo del metraje ves gusanos, cerdos, un tío con unos cascos que parece que esté buscando efectos sonoros para una película de marcianos y una pareja de idiotas que se juntan para "verse enredados en el ciclo vital de un organismo inmortal" ¿¿¿????.
Más que sus destrozadas vidas lo que realmente la película destroza es mi quizá pequeño cerebro que no alcanza a entender como una película que tiene una estupenda fotografía solo por eso instigue tan buenas críticas. Esa es otra porque el genio creador de este truño escribe, dirige,produce, fotografia y pone la música. No me extraña, creo que si hubiera ido a algún productor con esta historia lo hubieran metido en un centro de salud mental.
Y es que yo creo que para entender una película no hay que verla una segunda, ni tercera vez, debía de bastar con un primer visionado. Tampoco me parece correcto que el espectador tenga que aportar nada para ver una película, sino al revés, la película debe aportar al espectador entretenimiento, mensaje o cuando menos la sensación de que se ha gastado el dinero para algo que no sea lamentarse de haberlo gastado.
No se engañen, no, aquí no hay poesia ni ideas claras ni sorpresa ni nada de nada. Solo un cúmulo de imágenes incoherentes entre sí.
Me paro ya, no perdáis el tiempo en esto. Me lo agradeceréis.
[Leer más +]
37 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
EL BUENO (LA ORQUIDEA), EL FEO (EL CERDO) Y EL MALO (EL GUSANO)
Carruth nos sorprendió en 2004 con su opera prima "Primer", con una cinta original y rarita que acabó convirtiéndose en eso que llaman "de culto" y donde nos narraba una historia interesante de ciencia ficción y en la que aplicaba sus conocimientos de licenciado en matemáticas al asunto.
Después de nueve años de silencio y parece que cabreado por no conseguir presupuesto para su siguiente proyecto "A Topiary", decide invertir la mínima cantidad de 7.000 dolares y cual Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como, rodar esta empanada mental pseudofilosófica, a mi juicio sobrevalorada a la que añade dosis de buen hacer fílmico, experimentación y un pretendido hermetismo a la que a la postre y por enrevesado que parezca el asunto y por mucho que revuelva las piezas del puzzle, se le ve el cartón Croneberg-Mallick, ciclo de la vida, predestinación contra libre albedrío y todo el bla, bla, bla que cada cual quiera aportar.
La critica especializada la ha subido a los altares. Acabo de ver "Enemy" e "Ida" y me niego a adjudicarle a los mismos adjetivos elogiosos, sobre todo de la segunda.
Me aburrí, me desesperé. No necesito que me la expliquen. Me da igual que mi vida dependa de un gusano o un porquero omniscente y al final todos seamos orquídeas o cardos. Mientras haya cine.
[Leer más +]
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Upstream Color: Un Carruth racional y sensible. Lo mejor del 2013 hasta ahora
Casi 9 años después de su premiada ópera prima "Primer", Carruth volvió a presentar un nuevo trabajo, nuevamente en Sundance, “Upstream Color”. La película, contiene muchos de los ingredientes de su ópera prima, se mantiene el minimalismo, lo que nos hace pensar que hubo un poco más de presupuesto, pero el director mantuvo su estilo, dejando el mayor trabajo a su talento tras la cámara, que aquí debo decir, borda por todos los lados. Nuevamente hace de todito, dirigiendo, escribiendo el guión, componiendo la música, encargándose del montaje, la fotografía y actuando.

La película cuenta la historia… déjame ver, es un poco difícil describir en una sinopsis del contenido del filme, sin develar algo importante de la trama, sobre todo después que la he visto dos veces y la he comprendido un poco mejor. Así que tratando de resumir, digamos que cuenta la historia de un hombre y una mujer, que se encuentran en un momento de sus vidas en donde han perdido el equilibrio de la misma y que además comparten similitudes que al inicio desconocen. En paralelo, desde el inicio se presenta a un hombre misterioso, que maneja un negocio con unos gusanos especiales que contienen una sustancia que tienen una reacción desequilibradora en el ser humano.

Por el momento, eso es todo lo que contaré de la historia. Es uno de esos filmes en el que tienes que estar atento a todo, porque todo tiene un significado y está concebido para que el espectador vaya construyendo, estructurando y asimilando la trama. Es notable la capacidad del director en estructurar sus filmes y la historia, poner todo al servicio para introducir símbolos y dejar rastros, huellas, que ayuden al espectador a además de entender trama, atisbar algunos mensajes ocultos del director. Todo esto es gracias al gran montaje que el mismo Carruth construye.

La película me parece una bella rareza, una historia interesante con tintes surrealistas, rodada bajo el lente de un gran artista. Porque el director construye una pieza de arte totalmente hermosa y altamente artística. Lo que hace, que aunque no entiendas un poco la trama al inicio, eso no evita que te sientas hipnotizado ante las prodigiosas escenas rodadas por el director.

“Upstream Color”, al final me parece una enorme y bella metáfora sobre el control social, la alienación moderna y el concepto del hombre máquina. Todo este cuento contado de forma muy original y particular.

Como mencioné al inicio, hay muchas relaciones entre este filme y su ópera prima “Primer”, pero algo nuevo que veo en Carruth, es que aunque mantiene su racionalidad inherente, en este filme veo una gran sensibilidad. Una sensibilidad tanto en el guión en menor proporción, pero sobre todo en su forma de dibujar con la cámara un hermoso lienzo que habla por sí mismo, con los continuos trazos de arte puro que dibuja en el mismo. Hay mucha poesía visual que me recuerda a mi venerado Terrence Malick, lo cual me emociones y me hacer admirar mucho más a su director.

También, antes de finalizar, es importante la mención al libro “Walden” de Henry David Thoreau, una obra tan fascinante y enigmática, que escritores notables como el mismo Paul Auster, que en su trilogía de Nueva York, específicamente en la segunda parte titulada “Fantasmas”, hace una continua mención del libro, que en cierta forma argumenta la importancia del contacto con la naturaleza para generar un sentimiento de libertad en el ser humano. Aquí Carruth no la incluye de forma arbitraria, también funciona para entender la esencia de la trama.

Y no puedo olvidar las excelentes interpretaciones de ambos protagonistas. Sin duda viven sus personajes y son siempre creíbles. La joven revelación Amy Seimetz y el polifacético Shane Carruth.

En síntesis, creo que estamos sin duda ante uno de los filmes del año, ante el crecimiento de uno de los directores más prometedores dentro del panorama mundial y ante una obra abstracta e hipnótica de principio a fin, racional y con una abrumadora sensibilidad. Planos y tomas con mucho cuidado y detalle, todo un deleite de principio a fin. Hoy en día, ante la falta de nuevas ideas en el cine y de nuevas perspectivas, se agradecen mucho estos filmes. Y la versatilidad del director, es simplemente digna de los más grandes elogios.

http://asbvirtualinfo.blogspot.com/2013/06/upstream-color-shane-carruth.html
[Leer más +]
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Para gafapastas de pro
Me gustó Primer, a pesar de que no la entendí completamente, me gustó. Esa vieja historia clásica de viajes en el tiempo me pareció bastante interesante. Por eso, esperaba pacientemente el siguiente trabajo de su creador(la hizo él solito de principio a fin).

9 años dan para mucho, y el bueno de Shane Carruth, se ha explayado a gusto.
Nos ha traído lo que parece ser una historia de...la verdad es que me he dormido en el minuto 46 y me desperté en el 57 por lo que no he llegado a pillarla completamente. Tengo que reconocer que la película hipnotiza casi tanto como el maestro de marionetas que cultiva gusanos en macetas, tanto llega a hipnotizar que te acabas quedando sopa y a lo complicado de seguir una trama rota a pedazos con una música a base de loops repetitivos, sin prácticamente diálogos y con una fotografía realmente preciosa; se le une tener que lidiar con las constantes cabezadas que te obliga a dar.

Si ya aborrecí a Terenci Malick hace tiempo( aún recuerdo a Pocahontas con sus zapatitos subida en un árbol en una de las películas más coñazos que ha parido autor ), Shane Carruck tampoco se va a librar de mi ostracismo si vuelve a atormentarme con otro tostón gafapasta.
Como decía al principio, me gustó mucho Primer, por eso voy a dar a su autor una oportunidad más; quizás dentro de 9 años me haya vuelto más listo, insomne o ambas cosas a la vez y pueda llegar a comprenderla.
[Leer más +]
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
HAY UN ANIMAL EN NOSOTROS
Shane Carruth dirige, escribe, produce, edita, se encarga de la fotografía y de la banda sonora de esta película. Algo atípico y sorprendente porque el resultado en cada uno de estos campos, es satisfactorio e impecable (sobre todo en el montaje). Como en The Tree of Life de Terrence Malick, la película está contada de manera elíptica, con un insistente enfoque móvil y plano detalle de exteriores y espacios abiertos. Las escenas inconexas entre ellas, mezcladas con la penetrante banda sonora y diálogos que en muchas veces no corresponden a las escenas en donde son insertados, logran algo casi milagroso, un clímax brutal que atrapa, desconcierta y seduce en todo el metraje. Atención porque estamos ante uno de los montajes más sorprendentes que ha parido el cine de esta nueva década. El resultado en la pantalla es inevitablemente doble: perturbador y sorprendente: hipnótico y desesperante. Una experiencia única. Vendría a ser, en forma, el punto de lo que siempre querrá y nunca podrá lograr Christopher Nolan. El estilismo de Carruth parece no poseer referencias cinematográficas por el contrario su cine puede ser ya una influencia para todos aquellos que habrán de sucederlo. Upstream Color, una recomendable experiencia visual que conseguirá el cariño de aquellos masoquistas amantes de los desafíos. Obra que cumple con creces las expectativas que su director levanto con Primer. Cine independiente de altísimo alcance. Ojala Carruth no necesite nueva años más para presentar una nueva película. Precisamos hoy en día realizadores como él.

José Barriga
http://academyawards2009.blogspot.com/
[Leer más +]
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Iré a donde quiera que vayas
(...)

¿El cine como entretenimiento? Es un concepto equívoco. Upstream Color entretiene, entretiene el cerebro y el alma. Y los sentidos. El cine también debe dejar huella. Si no, solo es un pasatiempo, un juguete de usar y tirar. Una gran parte de las propuestas que llegan cada semana a las carteleras no son más que caramelos, golosinas para chupar durante 90 minutos. Y olvidar lo más pronto posible.

El cine se infantiliza y el espectador asiente. Espectáculos visuales y ligeros que explotan la mitomanía y la nostalgia cinéfila. Siempre lo mismo y de la misma manera.

(...)

Upstream Color es un soplo de aire fresco en la cartelera. Una cinta ambiciosa y original dirigida a un espectador exigente. Cine que traza un camino diferente, que explota nuevas posibilidades de este maltratado arte. Carruth combina ciencia-ficción, estructura elusiva, puzles narrativos y romanticismo marginal.

¿De qué va Upstream Color? La película de Shane Carruth reflexiona sobre la identidad, sobre el ciclo de la vida, sobre la vinculación física y espiritual entre seres humanos. Y sobre nuestra conexión con la naturaleza. Upstream Color aborda también el amor como salvación, como esperanza, pero sobre todo como unión espiritual, como refugio de las almas perdidas.

Kris vive una vida sencilla, independiente, volcada en su trabajo. La terrible experiencia vivida con su captor cambia abruptamente el escenario. Llegan las pastillas, el aislamiento. Pero Jeff entra en su vida. Poco a poco, Jeff descubrirá que ambos están unidos por algo más que por la atracción física. Ambos comparten vigilante…

Upstream Color maneja una estructura narrativa singular, extremando los hallazgos de su imprescindible Primer. Son las imágenes, y no las palabras, las que cuentan la historia. Cine. Carruth rechaza la tiranía del guión clásico como vertebración de una narración cinematográfica. El director californiano sincopa escenas para construir un relato intelectual y emocional. Es fácil detectar el influjo de Terrence Malick a nivel formal, pero Carruth maneja otra sensibilidad y persigue otros objetivos. Tal vez Upstream Color sea laberíntica, pero tiene un final. Solo hay que poner un poco de empeño para llegar. Merece la pena.

Lo Mejor: cine que se toma en serio a sí mismo. Y al espectador. La música. El final.

Lo Peor: algunos de sus diálogos, más que crípticos, son antinaturales.

[crítica publicada en alucine.es]
[Leer más +]
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sorprendente experiencia audiovisual
Una de las obras más desconcertantes, enigmáticas, rompedores, complejas y brutales que he visto luce el nombre de 'Primer'. Ciencia-Ficción, realidades paralela, máquinas del tiempo y un montaje aparentemente caótico forman uno de los mayores puzzles que puedas ver en el séptimo arte, ni si quiera después del segundo visionado fui capaz de entender por completo el entramado de la historia que subyace en lo más profundo de ella. Pero me impactó tanto que marcó mi atención. Aquello fue obra de Shane Carruth, un físico e ingeniero que se atrevió a todo con escasos 7.000$, siendo él mismo el encargado de prácticamente todo, en especial los dos años de montaje. El trabajo fue recompensado, consiguió una de las películas que bien podrían definir el cine experimental. Nueve años después este polivalente hombre de ciencias ha vuelto para hipnotizarnos de nuevo, esta vez la culpa recae sobre UPSTREAM COLOR.

La calidad estética y acústica de su obra ha mejorado considerablemente, ha aparcado a un lado los 16mm de 'Primer' para utilizar las últimas técnicas de saturación, tratado y digitalización de la imagen, además de la captación y el tratado del sonido para lanzarnos hacia una experiencia sobrecogedora y extenuante. Esto se convierte en su principal atracción de cara a un público que pueda parecer reticente al cine de corte independiente. Carruth promete estimular tus experiencias sensoriales con un juego audiovisual sutil aunque desordenado. La película puede llegar a trasmitir tanto desde tantas variantes de una misma escena que nos vemos obligados a centrar la atención en alguna de ellas hasta empaparnos, dejando a un lado la propia trama de la película, lo cual termina siendo un apunte secundario que acapara la última fila de intereses.

No es tanto lo que cuenta, si no cómo nos hace llegar esa historia. El guión, aunque complejo, es más breve de lo que podamos pensar a simple vista y no resulta demasiado trascendental, puede que incluso defraude. Es el juego de silencios, cortes de cámara, montaje redundante y la historia paralela de ese creador de sonidos lo que nos aturde en una nauseabunda espiral de sensaciones, creemos perder la orientación dentro del guión (recordando a su primera obra) hasta que enlazamos fragmentos dispersos y cerramos un círculos extraordinario, diferente y sensacional. ¿Una posible explicación a la película? Más abajo, pero solo es apta para aquellos que la hayan disfrutado previamente ya que no contiene spoiler, si no que es un SPOILER en sí misma.
[Leer más +]
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¿Son estorninos?
La sombra de Nolan sobrevuela el metraje de Upstream Color. Sería la película que haría un Nolan al que no le importase lo más mínimo fracasar en taquilla. En Memento u Origen, te hace jugar a un juego retorcido y complejo, pero se asegura de darte las instrucciones, Carruth no te dice ni a qué estáis jugando. No sólo te da el puzzle sin montar, sino que muchas piezas no están ni en la caja. El resultado es una experiencia extraña, fascinante y sobre todo retadora.

De vez en cuando da gusto que una película te trate no ya como a una persona inteligente sino que te proponga un desafío intelectual. El “problema” de la película (o del cine) es que no es un objeto estático, es un objeto temporal y fugaz que atraviesa al espectador, y cuando te quieres parar a analizarlo ya se ha desvanecido. Por ello una película como esta requiere varias incursiones. No se trata de que los acontecimientos carezcan de sentido y el espectador tenga que inventarse alegorías que le den uno. Se trata de que la historia está cubierta por un velo.

¿Está ocultando Carruth carencias como narrador entorpeciéndonos la visión? El climax final, por ejemplo, resulta anticlimático simplemente porque en un primer momento no se entiende qué está pasando exactamente. Una vez entendido todo (o casi), tras revisar la escena, da rabia que no se haya recurrido en momentos como ese a una mayor claridad expositiva para disfrutar de la historia cuando más emocionante es. Pero es el juego de Carruth y son sus reglas. Y está claro que la abstracción narrativa, la sensación de estar sumido en una ensoñación irreal, es una de las claves de la película y que seguramente esta historia contada de manera tradicional no funcionaria.

El velo que ha tejido Carruth no sólo está para no dejarnos ver, es un fin en sí mismo, pues resulta que Upstream Color es visualmente preciosa. Un viaje astral. Las texturas te golpean, la luz te acaricia. Carruth filma un apartamento como si fuese el Museo del Prado, el suelo como si fuesen Las Meninas. El sonido de una roca merece la atención de una partitura de Beethoven. Y desperezarse en la cama se convierte en un acto de pura belleza. Hay una gran atención a lo sensorial. Gran parte del metraje es mudo.

Personalmente amo cuando una película me coge de la mano y me cuenta la historia con sensaciones, con miradas, sin palabras. El cine es el arte de contar historias con imágenes. El de contar historias con palabras es otro. Las palabras merecen ser tratadas con mimo, que se usen cuando estén cargadas de significado, de contenido, de mensaje, de belleza, no como parloteo porque el director no es lo suficientemente hábil como para desarrollar una historia con imágenes y tienen que ser los personajes los que la cuenten.

Finalmente, y quizás por encima de todo, Upstream Color es una obra de pensamiento, no es casual que sea Walden, la obra clave del transcendentalismo, el libro elegido para jugar un papel icónico en la trama. Dentro de lo que le permite su profundo hermetismo, elegancia y minimalismo es una película hasta romántica e idealista. Todo gira en torno a la conexión entre seres, entre personas, e, inevitablemente, entre dos enamorados. Una pregunta parece emerger tímidamente: ¿Quizás nos enamoramos porque nuestras almas se han conectado en un mundo paralelo? ¿Importa eso? Lo que importa es que estando juntos no se sabe dónde empieza uno y acaba el otro, que cuando el peligro acecha el amor sea una fortaleza impenetrable. Como se muestra en dos secuencias consecutivas maravillosas de montaje prodigioso, que culminan en la imagen más hermosa del cine de 2013
[Leer más +]
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
De azul a amarillo
Recuerdo que en el año del estreno de esta película, fui a verla a una sala de cine. Era la primera vez que iba al festival de Sitges, y tras haber dormido unas 2 horas y llegar en tren para su sesión, que era entre las 7 y las 8 de la mañana, me dispuse a verla.

Debo confesar que el horario y la película no fueron mis primeras opciones, o segundas, o terceras, pero fue un año en que todos me adelantaron al sacar entradas.

Al verla, vi una excelente fotografía, montaje, planificación, música, en general todo encajaba con mucho detalle y tenía un gran mérito teniendo en cuenta su presupuesto, aunque su autor, Shane Carruth, ya había conseguido buenos resultados con su primera película que contaba con un presupuesto aún más mínimo.

También descubrí a una buena actriz (Amy Seimetz), y en general estaba muy satisfecho salvo por el detalle de que con mi limitado ingenio me pareció que para estar a la altura de la trama, bastante densa, compleja y meticulosa, iba a necesitar varios litros de café.

Aún así me motivé y procuré estar lo más atento posible, quería resolver el rompecabezas, solo que en parte me faltaba alguna pieza y en parte me había equivocado en algo básico.

Una obra muy interesante, que gana en futuros y diversos visionados, pero de mérito y bastante especial, que me sirvió para conocer al gran público que tiene ese festival de cine, ya que pese a estar en la sala más pequeña y a la hora más intempestiva, el público tenía una gran energía, y cada uno tenía su posible explicación, aunque me temo que ninguno, ni yo, ni mi compañía, ni todos los del público a los que oí debatir después, llegaron a una conclusión acertada.
[Leer más +]
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Brutal
Brutal lo difícil que es entender la película. Es buena, sí. Pero no sé si más difícil o más buena.

Y no es difícil de entender porque sea una película alegórica, metafórica, o algo así. En realidad es muy explícita, pero el argumento es digno de ocupar dos cuatrimestres para su comprensión.

Lo mejor es la satisfacción cuanto todo te encaja en la cabeza.

Las actuaciones están bien. La dirección me imagino que también, pero es que con lo perdido que anda uno durante le película es difícil valorarla en ciertos aspectos.

Sin duda es una película que se entiende mejor después de verla varias veces. No obstante, por si ayuda al alguien, paso a contarla "en cristiano"
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Carruth,simplemente, me aburre
Alguien ha escrito que los que no apreciamos las dos películas de Carruth es porque estamos acostumbrados a la linearidad en la narrativa fílmica e incluso se llega a mencionar las películas de Walt Disney como paradigma de dicha linearidad.
Seamos serios. El que a mí me aburran los films de Carruth no implica que me gusten necesariamente las películas fáciles, simples o lineales. De hecho, mi película favorita y a la que considero una obra maestra absoluta del séptimo arte es "2001 Una odisea del espacio" que no es precisamente una obra lineal, fácil o simple. Otros ejemplos de películas difíciles que considero obras maestras son Stalker" o la española "Arrebato " por no mencionar algunas de Buñuel o más recientemente "Carretera perdida" de Lynch.
La realidad es mucho más sencilla: descifrar los rompecabezas, inteligentes desde luego, que propone el director no me estimula en absoluto. Es más, logra el efecto contrario y me desconecto de la película al no encontrar la suficiente emoción, tensión fílmica, autenticidad, ni mensaje.
En este sentido, esta segunda película de Carruth me interesa aún menos que "Primer" respecto del argumento pero en contrapartida me parece mejor en la fotografía, logrando algunas imágenes de potencia visual y lírica al final del film.
Por lo demás, y lo siento por sus seguidores, Carruth sigue sin decirme nada especial.
[Leer más +]
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Complejo experimento visual
¡Buf! Hacer una crítica de Upstream Color resulta bastante complejo, pues verdaderamente es una película compleja de desgranar y tan sujeta a interpretaciones personales que varias personas podrían explicar una historia totalmente diferente después de verla... y cambiar todas de opinión en un segundo visionado.

La segunda película de Shane Carruth, después de la aclamada Primer (2004), que pienso ver en breve, tiene todos los ingredientes para convertirse en una pequeña obra de culto que generará controversia por lo enrevesado y sugerente de su propuesta. Muchos la abalarán y otros la considerarán una gilipollez como la copa de un pino. Hay que darle un segundo visionado, aunque sea rápido, para acabar de encajar las piezas del puzzle, (por lo menos de tu puzzle) y entrar así en uno u otro grupo.

Lo que es indiscutible es directores como Shane son necesarios y la buena noticias para los que han disfrutado con su cine es que no pasarán nueve años para volver a ver otra de sus creaciones, pues su siguiente cinta: "The Modern Ocean", espera estrenarse este 2014.

A nivel técnico el film es una obra de arte, con una fotografía espectacular, una banda sonora muy acertada y un tratamiento de los diálogos y los silencios que son pura maestría. Hay que decir que el visionado requiere una atención constante por parte del espectador, que puede dejarse llevar por la aparente incomprensión de lo que ve en la pantalla y bajar la guardia, lo que hará que Upstream Color pierda mucho interés.

Pese a la primera media hora, en no es para nada una cinta de terror al uso, aunque si uno piensa con más calma, la perspectiva es aterradora.

La trama, una vez que uno ata algún que otro cabo suelto es fantástica, y pasea al espectador de manera onírica y poética de escena en escena hasta llegar a un desenlace majestuoso, solucionado con una "simple" mirada que desemboca en un final a la altura de una obra que merece un lugar destacado en la cumbre.

En cuanto a una explicación más o menos factible de los hechos, os remito a la crítica de Wilhelm Weinstock en Filmaffinity, que encontré más que acertada y a la que aún haría un apunte de mi propia cosecha, y que colocaré a modo de Spoiler después del trailer.

Rul T.
www.diasdeterror.com
[Leer más +]
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Desconcertante, bella, personalísima
De belleza fría, luminosa, casi acuática. Upstream Color es una película extraña, hermética y sugerente, que causa fascinación por la sola originalidad de la propuesta y la poesía de su visión alucinada. De estructura caleidoscópica, nos sumerge en un mundo cada vez más absurdo y enigmático, aunque no falto de sentido, si se sabe encajar las piezas del rompecabezas, y sobre todo, si se alcanza a imaginar las que faltan. Porque lo cierto es que es un film que requiere de un espectador activo y con una gran sensibilidad para captar e interpretar los dispersos y escalofriantes detalles de su propuesta narrativa, tan oscura como desconcertante.
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
SOBRE GUSANOS, CERDOS, AMORES Y "WALDEN"
Sobre gusanos, cerdos, amores y Walden (la vida en los bosques).
Cine experimental de culto con formato de vídeo-montaje experimental (absténgase la mayoría no iniciada en el cine de autor de profundidad y densidad extremas).
Carruth (que prácticamente se ocupa de todo en sus films), a lo Malick y Cronenberg, realiza una crítica a la sociedad capitalista urbana y un retorno conectivo al campo, la vida rural y el medio natural (inspirada en "Walden", sobre la vida contemplativa en los bosques del filósofo Henry David Thoreau).
Sigue en el "spoiler" tratando de dar una de las posibles explicaciones.
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Videoarte de museo
Comienza de forma repulsiva, intrigante y seductora. El principio de la película te coge por las tripas. La ansiedad visceral del comienzo empieza a disolverse en una transición de imágenes maravillosas sin sentido. Podría uno encontrarse en un sala de arte conceptual de un museo. No importa el diálogo, lo que digan está de más, dada la confusión hilarante de las imágenes. Creo que el director te lleva a esa incertidumbre durante más de media hora para ir dándole un sentido a todo al ir acercándose el final. Y de nuevo lo hace con las imágenes. Lo maravilloso de la película es que es completamente abierta hasta que el final define y muy claramente lo que estaba pasando.
[Leer más +]
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver críticas con texto completo
Más información sobre
Fichas más visitadas