8 Críticas de los usuarios

No es que sea una gran película. Pero está rodada de forma sencilla y sin complejos. El director apuesta por hacer lo que le apetece, haciendo una película que no deja de ser comercial pero sin llegar a serlo.
Un subproducto de ciencia ficción injustamente olvidado y casi podríamos decir "invisible" a los ojos del gran público.
Lo mejor: El villano de la cinta es genial, muy rococó.
Lo peor: Que el guion no llega a enganchar.

No es un gran filme. El guión flojea.

El desarrollo es irregular.

A veces tiene un toque de serie B obvio y muy Cormaniano.

Podría ser más divertida.

Pero...

Sorayama diseña a los robots villanos.

Denis Hopper (D.E.P.) interpreta su papel con naturalidad tumbante.

Debi Mazar lo hace bien.

Se toman los clichés del cine espacial y de las road movies y se convierte todo en una cahondada importante que equidista entre "Heavy metal", algunos animes japoneses (como "Capitán Harlock": sólo hay que ve esa nave espacial con una calavera gigante) y unas cuantas cosas más.

¡Ah! Y Charles Dance se toma así mismo por el pito del sereno en una suerte de Dr. Strangelove galáctico que le permite chotearse de su seriedad británica.

A un transportista espacial se le encomienda transportar una desconocida mercancía a la Tierra desde Tritón. Pero por una serie de casualidades, durante el viaje descubren que lo que transportan es un ejército de robots indestructibles que tratan de invadir la Tierra. Ahora, su misión consistirá en evitar que ocurra el desastre.

Lo primero que me pregunté al empezar a ver la película fue que qué narices hacía Dennis Hopper protagonizando semejante película. Lo segundo que me pregunté fue de qué chatarrería habían sacado los decorados. Lo tercero que me dije fue que qué cosa más cutre. La idea de unos transportistas transportando un maléfico ejército sin saberlo es bastante curioso, pero el resto es una cutrez. Los efectos especiales son muy malos, el guión raya lo absurdo, el malo malísimo parece sacado de un comic de Mortadelo, los robots peleando como si fueran unos ninjas más de lo mismo, hay unas cuantas escenas que no terminan de entenderse... Pero el remate de la película es que por motivos no excesívamente justificados la protagonista se tira media película en ropa interior y aunque esta ambientada en el futuro, esa ropa interior parece del siglo pasado.

De los actores, decir que con este guión hacen lo que pueden, siendo el mejor Dennis Hopper.

Perdida en la nebulosa de los noventa, hallé esta cinta que recordaba muy vagamente, y creí evocar que destacaba más por el sentido del humor que por la devoción a la serie B, las aventuras espaciales o la ciencia ficción. Entonces en uno de esos días tontos, me decidí a verla y comprobé que no la reconocía y cuanto más la veía más comprendía porque llegué a olvidarla...

Con la estética futurista de los noventa, vemos una “road movie” sobre camioneros espaciales, que se reúnen en las mismas grasientas hamburgueserías de carretera de toda la vida, que tanto abundan en el cine norteamericano. Jamás mantiene una trama coherente ni alcanza lo único que haría a ésta prescindible, que sería encarnarse en una parodia y además su humor nunca pasa el nivel más bajo; el chabacano.

Lo único que salvo de ella, entre un innumerable número de pésimas actuaciones, es a un Dennis Hopper que por aquellos años estaba de vuelta de todo y a Charles Dance, un actor al que se le notan las tablas.

El director especialista en el cine fantástico y de terror, Stuart Gordon, dirigió a mediados de los noventa esta floja producción de serie b de ciencia ficción con ribetes de comedia. Un par de camioneros intergalácticos acompañados de una aguerrida camarera tienen la misión de transportar una peligrosa y enigmática carga, sin embargo, los piratas espaciales se interpondrán en su camino.

Lo mejor los genitales biónicos de Charles Dance, líder pirata, que necesita cargarlos tirando de una correa. Por lo demás, la película es bastante tontorrona y no vale gran cosa. La ví por ser de Stuart Gordon, pero está visto que a este hombre se le da mejor el terror que la ciencia ficción.

Stuart Gordon se salió por un rato del terror gore de serie B y se fue al espacio a contar una historia sin salirse de la serie B.

Dennis Hopper rebajó su sentido del ridículo para aceptar ser un transportista espacial, acompañado de Stephen Dorff, Debi Mazar y un Charles Dance que quedará para la posterioridad su maquillaje para esta película (otro actor que a veces no tiene sentido del ridículo). Esta cinta que protagonizan no supuso ninguna novedad en la historia del cine, pero se mantiene bastante bien por si sola.

Y se mantiene si vas sin ningún tipo de prejuicio, solo así veras fallos que no impiden pasar un rato entretenido viendo un filme sin muchas pretensiones; si vas con todos los prejuicios, pensarás que que narices hace Dennis Hopper en esta película, como Twyn Lannister se prestó a esto, etc etc. No es recomendable ir con esta mentalidad porque no aguantas ni media hora.

Si alguna vez se les ocurre ver este largometraje y antes leen estos párrafos, acuerdense de esas palabras: ir sin prejuicios. Y, además, tiene cosas decentes como la ambientación y los baratos efectos especiales que aguantan dignamente más de 20 años después.

Una película de ciencia ficción de los 90, la cual considero que tiene algunas cosas buenas (ese rollete de aventura espacial, el curradísimo ambiente cyberpunk de la peli, los buenos efectos especiales que se ven en ocasiones, sobre todo en los robots) pero también tienen cosas que no me han gustado nada (las actuaciones que en ocasiones son bastante reguleras, sobre todo en Dennis Hopper, que en ocasiones parece que no se cree su papel, o ese toque cómico que tiene pero que no, haciendo que lo poquito gracioso que tiene no lo sea nada, o el como están tratadas algunas escenas, logrando que se me hayan hecho bastante más largas de lo que deberían).

Creo que, con un poquito más de esmero, podría haber quedado una buena peli de ciencia ficción que sería recordada, porque la idea es buena, pero se queda a las puertas.

Corre el año 2094 y el tráfico espacial está controlado por grandes corporaciones internacionales. Canyon (Dennis Hooper), es uno de los pocos transportistas independientes que no está sujeto a injustas reglas y viaja por la galaxia transportando mercancías por su propia cuenta. John Canyon es uno de los últimos empresarios independientes del transporte espacial pero estos tiempos difíciles le obligan a transportar un cargamento sospechoso a la Tierra. Ante la posibilidad de perder a la mayoría de sus clientes, Canyon se asocia con Mike Pucci (Stephen Dorff) y Cindy (Debi Mazar) para transportar a la tierra un siniestro envío de contenedores herméticamente cerrados. El camionero espacial, su linda prometida y un conductor novato están de camino desde una estación espacial a la Tierra con una carga desconocida, sin hacer preguntas. A lo largo del viaje tendrán que enfrentarse a un misterioso pirata espacial conocido como Capitán Macanudo (Charles Dance), y el trío de aventureros galácticos descubrirá que su extraño cargamento, una multitud de maquinas asesinas, puede suponer un gran peligro para el futuro de la humanidad. ¡La única esperanza de la Tierra!. Han enviado de todo, desde cerdos genéticamente modificados hasta cerveza antigravedad... ¡Pero ahora tienen un montón de verdaderos problemas!.

Una comedia de ciencia ficción del director Gordon, una parodia distópica, que parece ser a Pastiche de 'Alien' y 'Total Recall'. Un western futurista de aventuras espaciales con Hooper como un vigilante solitario capitaneando una nave espacial dedicada a transportar mercancías por la galaxia que es engañado cuando es contratado para llevar un cargamento peligroso a la Tierra sin que sepa el contenido real del material que transporta. Bien dirigida por Stuart Gordon, responsable de algunos títulos básicos del cine fantástico, de terror y de ciencia ficción. Resulta ser un ¨Spoof¨ de ciencia ficción sobre conductores de transporte espacial en el siglo XXI en la que algunos camiones espaciales tienen que transportar un material de carga extraño, pero durante el vuelo descubren el destino de la misteriosa carga . Por el camino, la tripulación debe realizar varias acciones heroicas para deshacerse de la carga llenas de acción, con impresionantes peleas y otros eventos fantásticos. El trío de simpáticos protagonistas es bastante bueno: Dennis Hooper como el transportista veterano que acepta una misión peligrosa cuando acepta transportar unos contenedores sellados a la tierra, la guapa y erótica Debi Mazar como su novia y Stephen Dorff como un conductor novato. Junto a un buen reparto de apoyo secundario, como son: Charles Dance, Barbara Crampton, Vernon Wells, Jason O'Mara, Shane Rimmer y George Wendt.

La película está dirigida de manera convincente por Stuart Gordon, quien junto con Brian Yuzna colaboraron en un montón de films, ambos son importantes cineastas estadounidenses expertos en cine de terror. Gordon dirigió el exitoso Reanimator, y otra adaptación de Lovecraft, Re-Sonator (From Beyond) (1986) y abordó las asesinas muñecas en Dolls (1986), seguida de Robot jox (1989). Gordon co-creó la historia de Cariño, he encogido a los niños (1989), un gran éxito para Disney. El mismo año dirigió el remake y la versión más gráfica de El pozo y el péndulo (1991). Otros trabajos incluyen Fortress (1992) y el guión de The Dentist (1996) y Body Snatchers (1993). En 2001, Gordon regresó al territorio de H. P. Lovecraft con Dagon (2001), y en 2003 dirigió King of the Ants (2003) sobre un pintor de casas convertido en sicario, y llevó a la pantalla la obra de David Mamet, Edmond (2005). Mientras que su colega Brian Yuzna también es un director experto en sangre y vísceras, tal como: Fausto, Dentista 1 y 2, Society, Novia del Reanimador. Esta Space Truckers: Transporte espacial (1996) resulta ser una cursi pero atractiva diversión espacial, teniendo una calificación: 6/10. Decente y entretenida, siendo una película aceptable y pasable con algunas grietas.
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