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69 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
Es sucio y doloroso morir por la patria (8.1)
La que es considerada por bastantes una obra maestra y por todos los que tengan un mínimo de cerebro una película visionaria, nace fruto de la obsesión perfeccionista (ese don autodestructivo que tanto escasea) del director Lewis Milestone. Reclutó para la figuración y el departamento artístico a auténticos veteranos alemanes de la PGM, llegando a recrear tan bien las insalubres trincheras que se tuvo que parar el rodaje durante una inspección sanitaria. Rehuyó a las grandes estrellas. Consiguió montar unas escenas bélicas que aún hoy son apreciablemente realistas. Y, lo más importante, supo mantener el mensaje antibelicista de la novela totalmente intacto en una época muy temprana.

El que haya momentos, sobre todo al comienzo, en que los actores rozan el histrionismo corporal o, sobre todo en los travellings durante las batallas, en que se acelera la frecuencia de la imagen, no es un problema que deba achacársele al director, sino a la época. Situémonos. Apenas habían pasado dos años desde que se estrenó "El cantor de Jazz", la primera película sonora. La mayoría de actores y técnicos, por lo tanto, procedían del cine mudo y estaban en pleno proceso de adaptación. Comenzó a rodarse sin diálogos con la idea de distribuirse junto a una pista con los efectos de sonido, pero sin música. Poco después de iniciarse la producción, se consideró interesante la opción de incluir diálogos y se contrató a un George Cukor que acababa de llegar de Broadway para que se encargara de conducir la historia mediante ellos, y de ahí que haya un par de monólogos reflexivos bastante teatrales.
Éstos son pequeños inconvenientes que no adquieren demasiada relevancia debido, por un lado, a que se ofrecen suficientes innovaciones artísticas como para compensar (la supresión de la música en busca de una aproximación más realista a las situaciones, el alejamiento total del tono panfletario, la minuciosidad con que se recrean decorados y batallas…; en definitiva, uno de los pasos adelante más serios y firmes en ese período de transición entre cines), y, por otro, a que el guión roza la perfección en su parte narrativa, pues el encadenamiento y distribución de las escenas es inteligentísimo y engancha irremisiblemente al espectador mientras los personajes se van ganando su cariño poco a poco (impagable el paternal Katczinsky de Wolheim, así como el singular Tjaden de Summerville).


Curiosidades:
• El estreno en Alemania fue boicoteado por el partido nazi mediante manifestaciones en los cines e, incluso, soltando ratas o tirando bombas fétidas en ellos.
• Lew Ayres se hizo objetor de conciencia durante la Segunda Guerra Mundial, razón por la cual sus películas llegaron a ser prohibidas en los cines de Chicago.
• Un joven y desconocido Fred Zinnemann tuvo una breve participación como extra, hasta que le despidieron por insolencia.
• Algunos cines no entendían todavía los propósitos de una ausencia deliberada de música, así que añadieron por su cuenta sus propias compilaciones.
• Douglas Fairbanks Jr., e incluso el autor de la novela, Erich Maria Remarque, llegaron a barajarse como posibilidades para el papel protagonista.
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93 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¿DE 1930? NO ME LO CREO
Sin duda, uno de los hitos del cine bélico y del cine en general. Toda una experiencia que despierta los sentidos y los sentimientos.

Sinceramente me esperaba la típica película bélica medianamente entretenida de ese cine sonoro en pañales de principios de los 30, lleno de fallos disculpables. ¿Y con qué me encuentro? Con una de las mayores sorpresas cinematográficas que he tenido. La gran pregunta es: ¿Esta película es realmente de 1930? ¡Porque no me lo creo! Muchas películas bélicas de los años 40, 50 y 60 palidecen ante una demostración cinematográfica como esta. Tal vez su principal característica, y lo que la hace tan especial y distinta es que no es en sí un film bélico, sino antibélico.

Un guión magistral junto a una dirección que no lo es menos, nos cuentan la historia de cómo miles de menores de edad fueron camelados por ese patriotismo obsesivo para ir a morir en la Primera Guerra Mundial, sobrecoge hasta al más duro e insensible. La frase clave que describe la película, y que es dicha por nuestro protagonista, es: “es triste e inservible morir por la patria; la mejor forma de servirla es vivir en ella y por ella”. El desengaño progresivo que sufren estos jóvenes alemanes durante los años que están en el frente, está narrado exquisita y magistralmente por escenas inolvidables: el encuentro con los veteranos, nuestro protagonista escondido durante toda una noche en una trinchera junto a un hombre al que ha matado, la escena de su mano tratando de coger una mariposa… pura poesía en movimiento que dejará tus sentimientos a flor de piel. Actuaciones correctas y para nada exageradas, teniendo en cuenta el periodo postsilente al que pertenece el film. En concreto, la actuación del protagonista está en un punto perfecto entre la sobreactuación y la naturalidad.

Técnicamente es una maravilla. No he visto demasiado cine bélico, pero sí el suficiente como para catalogar las escenas de acción, como impactantes. Durante esos minutos uno se siente rodeado de ráfagas de disparos y bombardeos atronadores. El dinamismo de la cámara, los planos desde ángulos poco corrientes, el montaje rápido, y un constante sonido de explosiones, consiguen un resultado apabullante y sobrecogedor, totalmente insólito para la época.

La recomiendo encarecidamente a todo el mundo.

LO MEJOR
- La historia, sencilla y llena de sentimiento y verdad.
- Adelantada a su época, tanto narrativa como técnicamente.

LO PEOR
- Puede resultar algo lenta en ciertos momentos, debido a algunas escenas demasiado alargadas.
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76 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Obra Maestra
Puede que éste calificativo se use con demasiada frecuencia y éste perdiendo parte de su valor semántico pero hay ocasiones en que al acabar de ver una película solo te viene una palabra a la mente y está es una de ellas.
"Sin Novedad en el Frente" es una OBRA MAESTRA sin paliativos ni ambigüedades por innumerables razones, entre ellas una planificación asombrosa con gran variedad de planos, un gusto por el movimiento y el encuadre que haría enrojecer de vergüenza al 90% de los directores actuales, interpretaciones sobrias y realistas (no olvidemos que fue estrenada en los años 30) y podría seguir enumerando virtudes hasta el infinito (por ejemplo el ritmo interno que no decae en ningún momento).
También tiene un rosario de secuencias memorables (a destacar la de las botas malditas), me imaginó que ésta película en su época debió ser como "Salvar al Soldado Ryan" para la nuestra, como me hubiera gustado ver las reacciones de la gente ante una recreación tan real de la guerra.
Una película básica tanto dentro del género bélico como del cine en general.
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48 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
HAMBRE, DOLOR Y RATAS EN LUGAR DE GLORIA
Con esta película descubrimos un género cinematográfico distinto del cine bélico al que estamos acostumbrados. Es un cine de guerra en toda su crueldad. Es un cine de la guerra real, de la guerra sin paliativos, de la guerra que nadie entiende, donde los soldados mueren sin saber porqué mueren, de unos jovenes que se alistan buscando glorias y encuentran hambre y ratas.
Esto no son las hazañas bélicas del Sargento Gorila que se relataban en los comics de los 60 ni aventuras tipo Cañones de Navarone ó el Puente sobre el Río Kwai (por cierto mágnificas en su genero bélico-light). Esto es guerra en estado duro. Y por ello una llamada a la cordura, una propuesta de reflexión sobre la locura colectiva que conlleva.
Destacaría escenas como la arenga del profesor a sus jóvenes alumnos mientras a través de las ventanas se pueden contemplar las tropas desfilando entre vítores de la gente. Destacaría las escenas de lucha en las trincheras. Destacaría las escenas de miedo, de hambre, de dolor, de rabia y por encima de todo destacaría la escena en que un soldado pide perdón a otro soldado, enemigo, y al que acaba de matar.
La obra literaria de Erich Marie Remarque que da soporte al film es magnífica pero Milestone pone el dedo en la llaga de la crueldad y la inutilidad de la guerra. Ambos, escritor y director, componen conjuntamente un film antibelicista de visión y reflexión obligadas.
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42 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
NO HEMOS APRENDIDO NADA
Resulta casi increíble que esta película tenga ya la friolera de 81 años. Al acabar de verla he comprobado que efectivamente fue rodada en 1930 (Oscar a la mejor película en aquel año, totalmente merecido), pero a no ser por la fotografía y el movimiento acelerado de los extras en algunas escenas (propio del cine mudo) nadie lo hubiera dicho.

No sólo es que es una joya cinematográfica desde cualquier punto de vista, repleta de aciertos: la historia que se cuenta ante todo, de cómo la ingenua exaltación patriótica del principio se transforma paulatinamente en decepción y en una larga lucha por sobrevivir; la excelente recreación de la lucha y la vida en las trincheras; las aterradoras escenas de batallas; el espléndido montaje; la sucesiòn de escenas conmovedoras ; la contención de los actores, cosa también insólita en un momento en el que el cine todavía rebosaba de actuaciones exageradas, reminiscencia del cine mudo y sin embargo aprovechando toda la riqueza visual y narrativa de ese mismo cine ... Además de todo eso, es también, en su espíritu, muy moderna para su tiempo, sobre todo si se compara con muchas otras películas de guerra posteriores.

Inútil insistir sobre el mensaje central de la cinta, desarrollado a lo largo de dos horas y pico de metraje. Precisamente el convertir a los antiguos (y futuros, aunque entonces nadie lo sabía) enemigos en los protagonistas de la historia subraya aún más el sinsentido de todo conflicto (luchamos contra ellos, los matamos con nuestras propias manos, y sin embargo son seres humanos como nosotros, con sueños y esperanzas, con tan pocas ganas de morir como nosotros mismos). No son meras palabras, por mucho que las hayamos oído repetir una y otra vez. Basta ver la película, imaginarte que estás allí, ahí en medio de las trincheras y el barro, los piojos y las ratas, los bombardeos incesantes y la muerte omnipresente, recordar que además aquéllos que os matan y a los que matais son exactamente como vosotros y sufren lo mismo que vosotros, y te darás cuenta que es así.

Y sin embargo el impacto y la consiguiente reflexión que causara en su momento en los espectadores no parece que sirviera, a la postre, de mucho (en vista de que en menos de diez años ya estuviera la Humanidad metida de nuevo, y con renovado entusiasmo, en otra guerra, ésta mucho peor y mucho más cruel y salvaje que la anterior), por lo que cabe preguntarse por un lado hasta qué punto tiene capacidad el cine (o cualquier otro medio de expresión) en influir en el público, y por el otro, qué capacidad tiene el ser humano de aprender de lo que ve, lee o escucha.

La generación que vio la película y luego hizo la Segunda Guerra Mundial parece que no aprendió nada. Pero es que ni las posteriores y, visto lo visto, la nuestra tampoco.
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23 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Las películas de los oscar (3): Sin novedad en el frente
El camino a la muerte

Lewis Milestone es el caso más evidente de director menospreciado; ni siquiera olvidado, porque es bastante conocido, entre otras razones por ser autor de esta película. Sin ser un maestro, su aportación a la cinematografía merece una consideración superior a la que el influyente Andrew Sarris le dedicó en su repaso al cine americano, en el que lo situaba algo más abajo del purgatorio. Ahí están para desmentirlo títulos excelentes como "Arco del Triunfo", "The front page", "Edge of darkness", "El extraño amor de Martha Ivers" o, mi favorita, "Un paseo bajo el sol". Y también "Sin novedad en el frente".

Producción Universal personalmente supervisada por Carl Laemle, la película se basa en una novela de Erich Remarque que en su momento fue best seller mundial, y podría encuadrarse dentro de la moda de films bélicos sobre la Primera Guerra Mundial que se desató a raíz del gran éxito de "El Gran desfile" de King Vidor.

Llama la atención cómo describe íntegramente la trayectoria completa de los reclutas voluntarios en la gran guerra, con un rigor documental que todavía hoy sigue respirando verosimilitud: la ilusión inicial, el primer desengaño de la instrucción, el choque con los veteranos, el bautismo de fuego, la desorientación, la desesperación de la espera, la inutilidad de las sangrientas escaramuzas, el horror de la lucha cuerpo a cuerpo, la convivencia en las trincheras, la vuelta..., todo ese largo camino hacia la muerte de la juventud, que supone la guerra está esencialmente trazado en un tono verista, con profusión de detalles que sobrecogen, como la invasión de ratas en la trinchera un instante antes del ataque enemigo. Milestone, además, se sirve espléndidamente de la técnica de movimientos de cámara, en especial en las escenas bélicas, de cuyos precisos y largos travellings tomó buena nota Stanley Kubrick para "Senderos de Gloria".

Aun así, hay un exceso de discurso en la película, y no siempre sabe Milestone controlar la intensidad dramática de las situaciones, que a veces se le van de las manos y cae en la histeria. Por fortuna, la escena final sí que es una lección de cine sobrio y emocionante.

Mi oscar de 1930 sería para "Marruecos" de Von Sternberg. Buenas candidatas habrían sido "Hampa Dorada" de Mervyn Leroy y "City Girl" de Murnau.
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26 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
BRILLANTE ODA AL SINSENTIDO DE LAS GUERRAS.
84/07(13/14) Una de las Más Grandes Odas al antibelicismo que se hayan hecho nunca, más de 80 años de su realización que no le han hecho mella, su frescura y mordacidad la han atomizado, siendo de gran influencia para posteriores grandes cineastas. Lewis Milestone realiza una de los más conmovedores alegatos contra una de las mayores lacras que el ser humano ha creado, la Guerra y todas sus nefastas consecuencias. Su profundo mensaje Humanista era tan pernicioso para el poder de Maestro de Marionetas de los gobiernos que estos temieron que su pacifista contexto podría influir en la gente, los gobernantes no quieren que sus ciudadanos vean la realidad de las contiendas bélicas, pretenden pintárselas de idealistas y glamurosas. La Academia de Cine la premió con el Óscar a la mejor película y a la mejor dirección. Sinopsis omitida por falta de espacio.

La cinta arranca con un mensaje sobreimpresionado que da idea que estamos ante algo de calado emocional: <Esta historia no es una acusación ni una confesión, y aún menos una aventura, pues la muerte no es una aventura para aquellos que se enfrentan de pie a ella. Trata simplemente de una generación de hombres que, aunque escaparan de las bombas, quedaron destrozados por la guerra.>

Se basa en la novela homónima del germano Erich Maria Remarque, veterano de la Gran Guerra plasma en el libro sus experiencias en el conflicto, siendo el primer gran film del cine sonoro. Lo guionizan George Abbott, Maxwell Anderson (“Cayo Largo”), Del Andrews, y el no acreditado director, con una composición de momentos únicos, de los que manan estremecedores sentimientos, con descripción de personajes con los empatizas y con los que sufrirás. Discurre en tono pesimista, realista recreación del tránsito del artificioso idealismo de de formar jóvenes Patriotas que luchen abnegadamente por una causa, aunque esta causa les sea ajena, pasando gradualmente de la ilusión, al desencanto, la decepción, la frustración, la desesperación, habla de la sinrazón, de la inutilidad, de la futilidad de las Guerras, nos cuenta que la victoria es permanecer vivo, que el inicial idealismo deriva en que únicamente luchas por el compañero. Fastuoso reflejo de la dura vida en las trincheras, no escatiman autenticidad, exponiendo la crudeza, mostrándolas embarradas, mugrientas, con ratas entre los soldados, pasando hambre, con el constante sonido de fondo de las bombas enemigas cayendo, conviviendo con la muerte, impresionantes batallas, magníficamente rodadas, se muestran los horrores de estas con imágenes imperecederas como las manos amputadas que quedan colgando en una alambrada, Sublime. La cinta pone el acento en desmitificar la guerra, en despojarle de cualquier glamur, aquí no hay héroes solo supervivientes.

La guerra la vemos desde el punto de vista de los soldados rasos de infantería, peones movidos por caprichosas manos, nunca sabremos donde están o cual es la estrategia de combate, no se nos explica porque guerrean, pero se nos enseña la manipulación a la que chicos volubles son sometidos con argumentaciones pomposas, hinchadas de nacionalismo que no es más que el McGuffin para azuzar a las masas, jóvenes que sueñan con ser héroes. Se nos relata con esmero todo el trayecto desde el adoctrinamiento en la escuela, el adiestramiento, la llegada a las inhóspitas trincheras, la relación con los veteranos, las primeras misiones, el hambre, las batallas, los deprimentes hospitales con sus fallecimientos, amputaciones y traumas de guerra o los permisos de vuelta a casa donde ya se encuentran fuera de lugar.

Gran parte del éxito del film es su extraordinario elenco actoral, con el acierto de no poner a estrellas para no desviar la atención a lo superfluo, con unos intérpretes que transpiran veracidad, humanidad, y de lo más complicado, contención, pues los actores provienen todavía del cine mudo donde el histrionismo era la forma de emitir emociones, aquí transmiten naturalidad. El amo y señor de la función es Louis Wolheim como el veterano Kat, Colosal, ayudado por un físico tallado a machetazos emite un portentoso carisma, dota a su rol de un patinado paternal conmovedor, su lenguaje gestual apabulla, lamentablemente murió de cáncer un año después del estreno de la cinta con 51 años. Lewis Ayres es el protagonista resulta entrañable en su papel, emite toda la gama de matices que requiere, con momentos apasionantes, con discursos arrolladores de poderío como el que da a los alumnos en un permiso, alertándoles de lo perniciosos de la guerra mientras estos le abuchean por considerarlo antipatriota, tan marcado quedó por su rol que durante la WWII se hizo objetor de conciencia, sirviendo durante la contienda en el Cuerpo Médico en el Pacífico Sur. Slim Sommerville como Tjaden realiza una fenomenal labor como alivio cómico, y derrochando ternura.

Puesta en escena espléndida, brillante dirección artística de William R. Schmidt y Charles D. Hall (“El Doctor Frankenstein”), con estupendo pueblo teutón, tremendas trincheras, aterrador campo de batalla, fruto de 20 hectáreas de un rancho californiano, con miles de extras en una pavorosa coreografía de la muerte, más de 2000 excombatientes alemanes residentes en Los Ángeles sirvieron de extras militares, algunos incluso hicieron de asesores técnicos, con lúgubres hospitales, o el excelente vestuario, esto maximizado por el grandioso trabajo de cámara de Kar Freund (“Metrópolis”) y Arthur Edeson (“Casablanca”), con espectaculares travellings en las trincheras, con prodigiosas tomas en las batallas, con secuencia subjetiva estupenda cuando vemos a Paul asistir a un caótico enfrentamiento entre tropas con él situado en un cráter de una bomba, genial o cuando la cámara actúa de ametralladora, a esto se añade no poner música porque se confía tanto en el relato que la música puede resultar maniquea y sensiblera. (continua en spoiler por falta de espacio))
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21 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Relato austero
Cuesta creer que esta película se rodara en 1930. Con ella termina por concretarse lo que conocemos como género bélico, algo parecido a lo que significa "Scarface" para el cine de mafiosos. "Sin novedad en el frente" es entre otras muchas cosas una lección sobre cómo se narran con suma austeridad los distintos momentos de una historia. Un ejemplo: Primer plano de una mano que se acerca a una mariposa, plano medio de un soldado enemigo que dispara, primer plano de la mano que se detiene y se retuerce. Ya imaginamos lo ocurrido. Una lección para directores novatos y también para veteranos que con frecuencia se enredan en un amontonamiento de imágenes y ruidos que más que sorpresa crean aturdimiento en el espectador.
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18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa.
Si bien el género bélico no es santo de mi devoción, puesto que la mayor parte de las producciones se concentran en mostrar mucha sangre, balas y explosiones, y poco argumento; debo admitir que hay un reducido y selecto grupo de obras que han conseguido armonizar una buena trama con la violencia implícita del género. Sin novedad en el frente pertenece a este grupo, con una temática antibelicista, la película narra la vivencia de hombres, no de soldados.

Asombra la calidad de la película, considerando que fue realizada en 1930. Recordemos que “Lights of New York” fue la primera película completamente hablada, y se estrenó en julio de 1928.

Pero es en la adaptación del guión donde reside la fuerza de esta película, basada en la novela de Erich Maria Remarque, nos señala la futilidad y la estupidez de las guerras, dejando mensajes como que el único medio de vencer una guerra es evitarla, que el patriotismo es el huevo de donde nacen las guerras, que no es lo mismo estar en medio de una guerra que saber mucho de ella, y que cuando las guerras acaban nadie sabe de que trataron.

Hay un análisis que hacen los soldados sobre la génesis y utilidad de las guerras que es sensacional y más o menos dice así:
- ¿Y cómo empieza una guerra?
- Bueno, un país ofende a otro...
- ¿Cómo puede un país ofender a otro?, ¿Estás diciendo que una montaña alemana se enfada con un campo en Francia?
- Mira estúpido, un pueblo ofende a otro.
- Ah, ¿sí? Pues yo no debería estar aquí. No me siento nada ofendido…
- Yo y el Káiser pensamos lo mismo sobre esta guerra, ninguno de los dos la deseábamos.
- Alguien ha debido de quererla, tal vez los ingleses.
- No quiero dispararle a ningún inglés, nunca había visto uno hasta llegar aquí, y la mayoría de ellos nunca habían visto un alemán hasta llegar aquí
- Bueno, alguien debe de estar beneficiándose con esto.
- Todo gran emperador necesita una guerra para ser famoso, la historia es así, los generales también necesitan una guerra, y los industriales se enriquecen.
- Creo que es más bien como una fiebre. Nadie en particular la quiere y de pronto, aquí está, nosotros no la queríamos, los ingleses no la querían, ¡Y aquí estamos luchando!
- Te diré cómo debería resolverse todo esto: Siempre que se avecina una gran guerra, deberíamos acordonar un gran campo, vender entradas y un buen día deberíamos agarrar a todos los reyes, sus gabinetes y generales, ponerlos en el centro del campo en calzoncillos y dejar que se peleen con garrotes.
Y que gane el mejor país...
Dr.Juventus
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17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Los horrores de la guerra
Memorable adaptación de la novela de Remarque, una denuncia certera e implacable de los horrores de la guerra.

La entusiasta y vibrante lección de patriotismo inicial, demagogia al descubierto resuelta en una escena antológica, deja paso a todas las perversidades de la guerra: hambre, miseria, miedo, barrizales, piojos, amputaciones, soledad y muertes sin sentido.

La película contiene muchas escenas imborrables en la memoria: la agonía y muerte del soldado francés, la elipsis que marca la recuperación de las botas, el encierro en las trincheras, las imbecilidades que escucha el soldado en su breve permiso, la decepción que muestra ante el ardor de los nuevos alumnos y la muerte final: una elipsis trágica que inspirará el final de otra adaptación de Remarque: "Tiempo de amar, tiempo de morir" de Sirk.
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13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Para proyectar en los colegios.
El cine bélico suele lanzar un montón de mensajes: patriotas (Patton); denuncias (el trío de Oliver Stone); la guerra en sí misma (corazones de acero); narrar hechos concretos con diferente finalidad (salvar al soldado Ryan o black hawk derribado)... por poner algunos ejemplo así a bote pronto. Pero ninguna de las que recuerdo tiene el mensaje antibelicista tan sutil y al mismo tiempo tan claro como en ésta.
Puede deberse a varios factores: el primero es la fuente. Un libro escrito por alguien que vivió esa experiencia y escribió lo duro, cruel y fútil que son esos conflictos; lo segundo es que, pese a ser rudimentarias, las escenas de acción son muy realistas. No hay brazos ni tripas saltando, ni grandes panorámicas del frente, y aún así esas escenas me llegaron más que cualquier secuencia actual; y lo tercero que le da un toque especial es la ausencia de música, solo la que está en la trama. Es una ausencia que le da más fuerza a lo que quiere señalar. Y es que en la guerra no hay una orquesta que toque una fanfarria mientras estás avanzando bajo una lluvia de balas. Hoy en día es diferente. Los que manejan un dron se pondrán unos auriculares con su música favorita.
En definitiva, un filme que te enseña que la guerra es mala, es sucia, un despropósito que desencadenan unos tipos que jamás estarán en el frente hasta que no haya terminado la contienda; que para nada es elegante ni honorable. Lo triste es que el ser humano no aprende nunca, por mucho que tengamos las señales que nos lo advierten y los medios para que estos horrores ni ocurran, ni vuelvan a ocurrir.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Die Wacht am Rhein
Pese a ser uno de los acontecimientos más importantes de la historia, todavía hoy la Gran Guerra es un conflicto desconocido para muchos. Y esta es una de las muchas causas por la que Sin novedad en el frente es una película tan recomendable.

A lo largo de sus más de dos horas de duración podremos ver la evolución de un grupo de jóvenes que deciden alistarse en el ejército alemán en busca de aventuras y gloria. Junto a ellos podremos presenciar la vida en las trincheras, los hospitales, el horror de los combates y la muerte. Y también, las relaciones que se establecen entre los soldados y como es capaz la guerra de cambiar a nuestros protagonistas. Una película trágica, pero con algunos momentos muy bellos, escenas impactantes e incluso algunas cómicas, que permiten rebajar un poco la tensión.

Estamos ante una película magistral, sobre todo desde el punto de vista técnico. Los efectos de sonido y la fotografía son espectaculares. Parece increíble que en 1930 pudiesen hacerse películas con tantísimas calidad. Las escenas de las batallas no tienen nada que envidiar a la mayoría de las películas bélicas modernas. Simplemente genial. La película esta plagada de momentos inolvidables: la escena de la clase en la que los jóvenes deciden alistarse mientras cantan el “Die Wacht am Rhein”, en un ambiente de patriotismo exacerbado que me recordó mucho a la escena de la cervecería de Cabaret; la de los dos soldados enemigos atrapados en un hoyo y, sobre todo, el sensacional final. Verdaderamente brillante.

Y en mi opinión es la mejor de todas las películas bélicas. Aquí no hay, como en Salvar al soldado Ryan, buenos y malos. No. Aquí los alemanes no son esos monstruos con uniformes que estamos acostumbrados a ver, lo cual tiene especial mérito tratándose de una película americana, ya que EE.UU. luchó contra el Imperio Alemán en la guerra. Tampoco es una critica al ejercito en sí, como Senderos de Gloria. No. Se trata de mostrar los horrores de la guerra. De mostrar que luchar y morir por la patria no es tan glorioso ni romántico como muchos piensan desde la retaguardia.

Pasan los años y el ser humano no ha aprendido nada. No hemos aprendido que la guerra es una pesadilla. Y que el nacionalismo es el peor de los inventos.
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La guerra es muy perra (capítulo en la IªGM)
Es una maravilla descubrir grandes películas que quedan tan atrás, tanto, que hasta mis abuelos eran unos adolescentes cuando se rodó. Las caras de los actores dice mucho sobre el año en cuestión, 1930, el cine sonoro apenas tenía dos años de existencia y todos, los de delante y los de detrás de la cámara contaban con muy poco experiencia. Son las cosas de la transición entre etapas, los gestos y los primeros planos era lo más importante y de repente hasta se oía el retumbar de las bombas. La película, dentro del género bélico, es antibelicista, apenas habían pasado 15 años del fin de la IªGM y nadie quería que se repitieran cosas así, mientras que muchos de nosotros, mirando las fechas de la Historia desde el presente, pensamos en lo que le esperaba al planeta en cuestión de dejar acabar la década.

Lo cierto es que la guerra es muy perra, el contenido es universal y atemporal, allá donde vayamos y en el momento que sea siempre tiene el mismo contenido de tristeza, de depresión humana, hay hambre y miseria, siempre injustificable y en definitiva la misma muerte queda descrita como estúpida. Lewis Milestone señala el problema y sabe mostrar como muy pocos el antes, el durante y el final de la vida de unos soldados que sencillamente caen en desgracia. La guerra es tan perra que incluso lo mejor que podría pasarles a los que la padecen es morir. "Sin novedad en el frente" va a donde duele, todo lo que el soldado de a pie le puede pasar de malo acaba ocurriendo: los hospitales, el hambre en las trincheras, la incomprensión de la familia, el cara a cara ante el enemigo... No hay nada que defraude, y son mas de 80 años los que han pasado desde su rodaje!!! Qué barbaridad!!! Y sin embargo con un mensaje imperecedero.
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
QUE ES LA GUERRA?? LA GUERRA ES EL HOMBRE CONTRA EL HOMBRE
Precioso largometrage en que un grupo de jóvenes se alistan animados por su profesor a la Primera Guerra Mundial en el bando germánico. Pronto descubrirán que esta no es como la pintaban (passarán hambre, frío y veran morir a sus compañeros de infancia).

Increíble en todos los sentidos. Esta película antibélica te hace pensar en lo inútil de las guerras. IMPRESCINDIBLE. UN CLÁSICO
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18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
No hay palabras
La trama: La Gran Guerra
Creo que no hay mucho que decir. Solo verla. La guerra en su total y absoluta brutalidad y locura. No hay "el malo". No hay "el enemigo". No hay héroes. Solamente un grupo de seres humanos que luchan contra otros, que tampoco saben porqué están peleando.
Y a pesar de la pesadilla, al final el informe oficial "Sin novedad en el frente".
Qué lástima que el mensaje no les quedó claro a quienes, nueve años depués, comenzarían una nueva Gran Guerra. Y hasta el día de hoy. Deberían verla todos.
La nota máxima que permite el sistema es un 10. Yo le coloco un 1000.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
LOS ALEMANES NO SON TUS ENEMIGOS
Cualquiera podría pensar que siendo los alemanes los típicos enemigos de todas las guerras bélicas que hemos visto en las últimas décadas, esta película mostraría a ellos como los despiadados, tontos y bárbaros tal como aparecen en la mayoría de las películas; pero no, a través de esta estupenda película, nos muestran su coraje, arrojo, miedos y ansias de paz tal como cualquier mortal.
A pesar de haber sido filmada en los años 30 pareciera una película no tan lejana en el tiempo. Es fabulosa la serie de efectos especiales que para la época son utilizados, y como lo ha dicho otro usuario, da clase de como hacer una película de este género sin mostrar tanta sangre y gore. El final es atormentado e inolvidable. Imprescindible verla.
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17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El retrato de la guerra desde primera linea.
Conmovedor film antibélico. Nos introduce de lleno en las entrañas de la primera guerra mundial dándonos una idea nítida de las vivencias de los soldados entre el barro de las trincheras y las bombas enemigas.
Escenas impresionantes, abrumadoras por el realismo que adquieren, como por ejemplo el ataque de los franceses y la contraofensiva alemana. Conversaciones entre soldados intentando descifrar el porqué de la guerra, sin saber nadie por qué está luchando, o qué bando inició la confrontación, o qué finalidad tiene todo lo que estaba ocurriendo.
El dolor que produce la pérdida de un amigo, verlo morir en tus brazos... y aun peor es ver la irreflxión de los civiles, ávidos de guerra y animando al soldado a matar al enemigo sin comprender lo que en realidad estaba sucediendo en las trincheras.
Una de las mejores películas bélicas de la historia y con mayor mensaje pacifista para las futuras generaciones (aunque por lo visto no se vió lo suficiente durante los años 30).
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12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La novedad es la inovación.
A Erich Maria Remarque le salió la novela de su vida. La única de calidad de su posterior producción. La gran crisis de la Guerra Europea, primera gran confrontación de la era industrial, con sus avances tecnológicos, que traslada a los campos de batalla la frialdad del hierro de las máquinas y el fuego de las forjas y las siderúrgicas, llevó al ser humano a un grado de anulación jamás visto. Remarque, por primera vez, traslada la psicología y el desencanto de aquellos seres educados en el romanticismo y el idealismo, inmersos en la gran fragua de la hecatombe. Antes la guerra se escribía de otra forma, sin el valor de los seres humanos, de los de a pie -la carne de cañón- como protagonistas de la misma. Ahí la inovación, paralela a la de de aquella generación que trasladó el horror de los combates a la cultura, destruyendo el arte antiguo con el grito del expresionismo, el surrealismo, el cubismo, distorsionando la realidad, aliada con el psicoanálisis, incubando la crisis que desembocaría en otros "ismos" más peligrosos, como los fascismos y los comunismos estalinistas, surge la novela, que con fidelidad admirable, Lewis Milestone traslada a la pantalla.
La novela la escribe un alemán y retrata los traumas de su entorno, pero la lectura pacifista que emana se inscribe en clave universal: La vulnerabilidad del ser humano ante la imparable, voraz e inexorable máquina de la guerra.
Coincido en afirmar que se trata de un film de 1930, plenamente vigente y no deja de inquietar un pensamiento que me ronda por la cabeza: Este film, famosísimo en su época, lo visionaron nuestros padres y abuelos, poco antes de enfrentarse en otras trincheras, al tiempo que lo vio también buena parte de la generación que vivió la Segunda Guerra Mundial.
Valen las catársis para exorcizar demonios personales, pero los valores didácticos que conllevan, suelen conducir a ninguna parte.
Excelente film para llevar puesto en el consciente de uno mismo entre aquellas cosas de este mundo que conviene no olvidar.
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12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¿De 1930?, no, de la eternidad.
No creo que hay otra mejor que refleje lo que fue la Gran Guerra. Así de simple.

El hecho de que esté rodada apenas 10 años después del conflicto, y antes de la segunda guerra mundial le da una credibilidad en el planteamiento que ya ninguna otra podrá tener otra. El tiempo pasa, y los matices se pierden en el tiempo.

Pocas veces he visto escenas en una película que me hayan hecho revisar la edad del film. ¿1930?, ¿pero en 1930 se rodaban escenas de guerra tan pasmosas?. Una presentación de los personajes y situaciones directas, humanas...memorables. Los que han hecho esta película tenían claro que querían contar, y lo cuentan, sin más. No hay nada pretencioso, ni el más mínimo asomo de querer convertir una película en otra cosa que no es.

Si alguien piensa que se va a encontrar algo cutre por ser de 1930...que se quite la idea de la cabeza. En esta película he encontrado cosas, demasiadas, que me hacen entender en que se ha convertido el cine de ahora y lo que fue en otros momentos.

Últimamente estoy revisando el cine de los años 30, y lo que veo no me lo creo.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
All Quiet on the Western Front
La primera gran película bélica que plasma el horror de la guerra.
Un grupo de alumnos es inducido a la guerra por un profesor ferviente de patriotismo, pero una vez allí ya no es tan bonito eso de "defender a tu pais".

Lewis Milestone un director especializado en películas bélicas retrata con un realismo increíble los sentimientos, esperanza y desesperación, y a esto se une unos excelentes escenas de batalla.
Se puede amar a un país, pero la guerra siempre sera inútil.

Sin duda una de las mejores películas bélicas, que ha servido de inspiración para otras posteriores, y aunque han pasado 79 años sigue siendo una película de referencia.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
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