30 Críticas de los usuarios

Un fino y sensible retrato de lo que la II Guerra Mundial supuso en Guernsey, una pequeña isla británica sepultada bajo el terror y en constante lucha para forjar la esperanza.

Como lectora empedernida, me ha resultado fascinante que toda la trama gire en torno a la literatura y en cómo los libros se convierten en uno de los refugios más preciados cuando todo a tu alrededor se desmorona. Las historias de las personas que han sobrevivido a la catástrofe son su catarsis, su forma de hallar cierta paz interior en un paisaje desolado por la hambruna, la pérdida y las prohibiciones.

Los actores interpretan de forma brillante y comedida su papel de almas desprotegidas, almas que terminan por hallar paz y consuelo en un simple club de lectura. Un club que poco a poco irá convirtiéndose en un hogar lejos del mundanal ruido, y en el que las historias son las protagonistas absolutas.

Y es que al final, la literatura siempre nos salvará.

Que el cartel y su larguísimo título no es engañe. La película adapta una novela homónima de Mary Ann-Shaffer.
La película es un drama histórico que ocurre durante la post-guerra de la 2a Guerra Mundial y está dirigida por Mike Newell (La máscara de hierro, Harry Potter 4, Cuatro bodas y un funeral), aunque también estuvo Kenneth Branagh como posible candidato para adaptar la obra a la gran pantalla.
Nos cuenta la historia de Juliet Ashton, una escritora de Londres que empieza a intercambiar correspondencia con un grupo de personas que forman la sociedad literaria y el pastel de patata de Guernsey, una isla que fue invadida por la Alemania Nazi durante la 2a Guerra Mundial. Una vez los conoce irá descubriendo el secreto que esconden entre todos.
Es un drama histórico con toques de humor (que le sientan muy bien a la cinta) y que muestra un gran amor por la literatura. Es muy entretenida y cuenta unos personajes muy entrañables y protagonizan escenas realmente cómicas.
La protagonizan Lily James, Michiel Huisman, Glen Powel, Jessica Brown Finlay, Matthew Goode, Tom Courtenay y Penélope Wilton.
La adaptación respecto a la novela es diferente ya que la obra literaria se basa en la correspondencia de los miembros de la sociedad con la escritora Juliet Ashton y en cambio la película explica una historia de relaciones que se establece a partir de estas cartas.
Daniel Buron.

Es un drama romántico, elaborado con ese saber hacer de los británicos cuando nos trasladan a épocas pasadas y le dan ese toque perfecto, que esconde una gran historia en la que profundizar. Si les ha gustado esta película, no duden en correr a la librería o pónganse delante del ordenador para conseguir un ejemplar de esta preciosa novela.
Era cuestión de tiempo que alguien viera el filón de esta historia y nos permitiera, a los enamorados de la historia, completar en nuestra imaginación con las imágenes de la película, el lugar donde se desarrolla, que es una preciosidad.

Aquí el director, limitado por un metraje standar, elige dar mayor relevancia al personaje de Juliette, sus quebraderos sentimentales y su profunda vocación como escritora. Esta segunda parte es la que más me ha gustado; porque escribir es para ella tan necesario como respirar y al conocer esas historias personales tan duras, tan entrañables, necesita escribirlas para comprender esa realidad y poner en orden todos los sentimientos que ha experimentado. Allí aparece como acompañante su editor/ amigo, que le guía hasta encontrar su propia voz literaria.
En el libro se hace más hincapié en la ocupación alemana de Guernsey, en la historia de sus vecinos, de Elizabeth y todo lo que acontece a su alrededor, con más personajes, que nos dan un pequeño reflejo de lo que tuvieron que pasar estas gentes en esos años. Por eso recomiendo el libro, no se asusten porque sea epistolar; es una historia hermosa, triste pero profundamente humana, hecha para que no se olvide ni lo bueno ni lo malo de aquella época.
La elección de los actores me parece bastante acertada; Lili James es una estupenda Juliette, Mathew Goode es el perfecto editor paciente y enamorado de su profesión; el galán americano también está perfecto en su papel, y Michiel Huisman es una maravilla, aunque me cuesta verle como criador de cerdos....pero se esfuerza en hacer verídico a su personaje; en muchas escenas con Juliette el peso lo llevaba él- o es que como me encanta sólo tengo ojos para él....¡qué más da, lo hace genial!. El resto de reparto ofrecen interpretaciones adecuadas al tono de la película y lo que cuenta, sin desentonar en ningún instante.

A destacar la perfecta ambientación, el vestuario, y enseñarnos algo de ese precioso rincón del Canal de la Mancha que dan ganas de ir a visitar, a ver si una también encuentra un criador de cerdos tan aficionado a la lectura que la haga a una aborrecer los lujos y la vida disipada, por los acantilados y la rustiquez de una granja en Guernsey.

A por esta historia sin dudarlo para el que le guste las buenas historias y las películas clásicas británicas.

Se puede afirmar que el cineasta británico Mike Newell se ha aventurado con casi todos los géneros cinematográficos. Conocido popularmente gracias a la comedia “Cuatro bodas y un funeral” (por la que ganó dos premios BAFTA), logró su mayor éxito comercial con la fantasía de “Harry Potter y el cáliz de fuego” y el reconocimiento de parte de la crítica con el thriller “Donnie Brasco”. Además, atesora un gran número de seguidores merced a algunos melodramas clásicos como “Grandes esperanzas”, “La sonrisa de Mona Lisa” e, incluso, “El amor en los tiempos del cólera”. Cuenta, pues, en su haber con títulos efectivos e interesantes donde demuestra una notable habilidad para amoldar su estilo narrativo a las historias que rueda. Por lo tanto, y pese a protagonizar también algún desliz incomprensible (¿cómo es posible que filmase “Prince of Persia: Las arenas del tiempo”?), goza de una sólida y respetada posición profesional.
Ahora estrena “La sociedad literaria y el pastel de piel de patata”, una trama clásica y convencional en la que se mueve con soltura y sin arriesgar un ápice. La elegancia del vestuario, la correcta ambientación artística de mediados del siglo pasado y unos personajes previsibles pero eficaces, le sirven para construir un melodrama tradicional sin margen de aventurarse por caminos inexplorados. Para lo bueno y para lo malo, resulta previsible y destila una calculada puesta en escena armoniosa y académica que encandilará a los devotos de las producciones antiguas, pero aburrirá al público más vanguardista. Yo, que me siento cómodo en ambos grupos, reconozco los méritos de tan cuidada filmación. Sin embargo, echo en falta una mayor valentía a la hora de proponer líneas narrativas que excedan de unos cánones ya consolidados.
La protagonista del relato trabaja como escritora y un buen día comienza a intercambiar correspondencia con un hombre que, ante la ocupación nazi, ha formado un club de lectura como tapadera de la Resistencia. Poco a poco, va entablando amistad con los integrantes del grupo, mientras éstos le cuentan cómo se formó su sociedad, cuáles son sus lecturas favoritas y hasta qué punto su vida está marcada por la guerra. Finalmente, la joven decide visitarlos y ayudarles a compartir sus aventuras, sus tragedias y sus romances.
Pese a no ofrecer ninguna sorpresa a lo largo de sus dos horas de proyección, Newell consigue la difícil tarea de mantener el nivel de interés recreándose en aspectos cotidianos y en experiencias emotivas. Basado en el libro del mismo título de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows, el largometraje está financiado por el mismo productor de “El exótico Hotel Marigold” y “La joven Jane Austen” y el resultado final, pese su carácter previsible, puede calificarse como bueno, siempre que gusten las recreaciones primorosas y sentimentales de épocas pasadas.
Su distribución a través de Netfilx no ha impedido que en España haya llegado a las carteleras, aunque en Estados Unidos de momento sólo ha podido verse por Internet. Aunque se ha estrenado en la gran pantalla en un número limitado de países, acumula ya más de veinte millones de dólares recaudados y las buenas críticas recibidas la convierten en una opción que irá ganando adeptos con el paso del tiempo.
Especialmente acertada resulta la actuación de la actriz Lily James, a quien hemos visto en “El instante más oscuro” y “Baby Driver”. Refleja con aparente facilidad una personalidad optimista y sobre su interpretación recae buena parte del peso de la película. Le acompañan Michiel Huisman (“El secreto de Adaline”, “Guerra mundial Z”), Jessica Brown Findlay (“Cuento de invierno”), Matthew Goode (“The Imitation Game -Descifrando Enigma-“, “Stoker”) y Tom Courtenay (“La soledad del corredor de fondo”, “Doctor Zhivago”). Todos ellos poseen ese toque inglés que dota de cierta distinción a sus respectivas interpretaciones.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s

Se puede decir que esta película es del género de lo que en tiempos se llamó "novela rosa", y que es poco original, superficial, previsible y maniquea. Y sí, pero...
Pero la ambientación es perfecta, los personajes son todos interesantes y están magnificamente interpretados, niños incluídos, el espectacular paisaje es también protagonista pero sin estridencias ni cursiladas, y la historia transcurre amable, sentida y entretenida. Eso es mucho.
Yo no escogí ver esta película, fuí acompañando a otra persona, y no tenía grandes expectativas, pero me gustó, lo pasé bien.

La historia trascurre en los años 40... En la segunda guerra mundial... Una escritora de poco éxito va a una isla donde se hace amiga de los lugareños. Bueno parece una historia ñoña... Pero es mucho mas... Con un toque inteligente de humor y drama. Newell construye una película muy british. Muy suya. Se le nota que tiene experiencia en historias de amor. También ayuda un gran reparto donde sobresale la siempre sobresaliente Lily James.... Un personaje que huye de ñoñerias...

Elegí la película no por su advertidor título, obviamente, sino porque versa sobre literatura e historia, se trata de cine inglés, que raramente me defrauda, y está dirigida por un Mike Newell al que consideraba irregular pero correcto, sin más.

El relato cinematográfico está basado en la novela homónima (2008) de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows, inspirada en el libro 'Jersey Under the Jackboot' (1946), de Reginald C. F Maughan, sobre la isla de Guernesey durante la II Guerra Mundial, trata de la estancia en la mencionada isla, durante la posguerra, de una joven escritora en busca de un admirador con el que mantiene un contacto postal.

Me equivoqué, y van...

Tanto que no me apetece nada alargar mi análisis. Parece hecha por encargo, para la siesta televisiva de los británicos románticos y con añoranzas de juventud. Un mala dirección de actores pese a que los buenos actores secundarios hacen todo lo posible por disimularlo. Flojo montaje de Paul Tothill. Irregular obscura fotografía de Zac Nicholson. Teatral diseño de producción de James Merifield y anodina dirección artística de Kirk Doman, cual estampas navideñas. Artificiosa ambientación y un vestuario de la diseñadora Charlotte Walter, que parece obsesionada en ejercer de repetitiva sombrerera de Lily James. En cuanto a la banda sonora de Alexandra Harwood, decir que resulta correcta y adecuada.

Pero de entre todo lo malo, lo peor, sin duda, es un guión de Don Roos y Tom Bezucha, tipo telenovela, cargado de estereotipos y cursiladas, que facilita una pésima interpretación de la pareja protagonista, Lily James y Michiel Huisman, sin ninguna chispa entre ellos.

No les cuento el porqué de determinada secuencia ganadera, ya lo verán quienes se arriesguen, pero los veterinarios saldrán de la proyección especialmente contrariados...

Intencionado cine convencional, acartonado, teatral, cursi y sin alma, para incondicionales de la novela rosa [4 sobre 10]

El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2018/11/03/la-sociedad-literaria-y-el-pastel-de-piel-de-patata-r-unido-2018-de-mike-newell/

El británico Mike Newell lleva más de 5 décadas dirigiendo películas y a sus 76 años nos presenta una interesante y notable propuesta, que tiene casi todos los elementos de su cine anterior, y que mezcla diferentes géneros, en especial el melodrama romántico con toques de humor (aunque menos que en otras películas como "Cuatro bodas y un funeral ( 1994 )"). La película se presentó en nuestro país ´la pasada Primavera en Barcelona, ya que formó parte de la sección oficial del BCN Film Festival.
Se podrá criticar, y no les faltará razón a los que lo hagan, por ser bastante convencional, previsible e incluso algo edulcorada, pero para seguidores del género como es mi caso poco importan esos defectos ya que, reconociendo esos defectos y que podía haber sido más redonda, es un placer culpable y tanto en los paisajes, como en la ambientación, la música y las historias personales, conecté, y no se me hicieron largas esas dos horas. La película tiene alguna situaciones divertidas, pese a que en el fondo es una historia dramática.

La propuesta está basada en una novela reciente, escrita por Annie Barrows y Mary Ann Shaffer en 2008, y se inicia con un prólogo que se desarrolla en 1941, durante la II guerra mundial, y a partir de aquí avanza unos años hasta 1946, una vez finalizado el conflicto bélico para situar la acción en Londres con el personaje de Juliet, una escritora que está comprometida con un norteamericano, y que por una casualidad conoce a los personajes que aparecen en esa historia inicial y decide acudir a la isla de Guernsey, para conocer esas historias personales que, desde ese momento, vamos conociendo y hace que la escritora empatice con ese grupo de personas que forman esa sociedad literaria que da título a la película y surge un posible amor. La actriz británica, una de las mejores de su generación, está bastante bien y llena la pantalla con su sonrisa y mirada, pero también está creíble en los momentos más dramáticos. Uno de los puntos fuertes de la película es su reparto, ya que entre los secundarios de lujo encontramos a Tom Courtenay y Penelope Wilton. El primero tiene un personaje que es bastante plano y de poca importancia, a diferencia de la segunda como Amelia y es uno de los puntos fuertes de la película.

Glen Powell interpreta a Mark, el novio de la protagonista, Matthew Goode el editor y representante de la escritora. Dejo para el final a Michiel Huisman que es el joven miembro de esa sociedad literaria, y que comienza a tener una relación especial con la protagonista, en donde sale a relucir un enigma de su pasado que terminará siendo uno de los asuntos centrales de la segunda mitad. El intérprete no me termina de convencer y desaprovecha la oportunidad en un personaje que daba para mostrar algo más de carácter.
La película está bastante bien a nivel artístico, y se nota que es una producción británica, con una gran recreación de la época y un buen diseño de vestuario. La fotografía no es nada del otro mundo, pero me parece un acierto la elección del lugar en donde se desarrolla la historia con unos paisajes de gran belleza. También me gusta los momentos en los que hay una elipsis temporal para mostrar algún detalle del pasado de los personajes que es importante para entender lo que sucede en ese momento. Una película que me interesó hasta el final, pero es verdad que se podía haber recortado algo de metraje. No me convence el desenlace que es previsible, y creo que la película puede gustar bastante al público medio aficionado a los melodramas de época británicos.

LO MEJOR: El reparto, en especial Penelope Wilton y Lily James. La recreación de la época.
LO PEOR: El final es previsible y se alarga en exceso.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net

Que algo sea muy british no quiere decir que sea muy bueno. Véase un cucurucho de fish and chip, por ejemplo.
¿Película british por algún pescado y piel de patata en un pastel como única referencia fallida al humor inglés?.
¿Película british, aunque la isla está al lado de la costa de Normandía y se habla también francés?.
¿Película british aunque no tenga la profundidad de la historia y la solidez de los caracteres que tiene el cine inglés?

En fin, película aceptable para quien es capaz de sumergirse en un cuento de amor sin hacerse muchas preguntas.

No sé cómo se habrán tomado las autoras del libro esta película, seguro que es un honor que alguien se encapriche de tu historia y decida llevarla al cine, pero yo en su lugar habría puesto el grito en el cielo ante tan aberrante adaptación llena de tópicos y sin la esencia del libro. Después de tanto tiempo como tomó a las escritoras contar la historia de la Sociedad literaria del pastel de patata de Guernsey, tan bien escrita, con unos personajes tan valientes y tan reales, ver que todo acaba reducido una simplona historia de amor, ¡con todo lo que pasan todos y cada uno de los personajes! ¡Y todos los que faltan!
Me ha parecido un menosprecio a un libro que poco tiene que ver con el amor romántico y más con la crudeza de una terrible guerra que, por desgracia, ocurrió en verdad.
Supongo que suele ocurrir la decepción cinematográfica después de leer el libro original, pero de todas las películas adaptadas que he visto tras la lectura del libro, esta ha sido sin duda la más decepcionante. Me costó mucho no levantarme de la sala y mandar a paseo a los guionistas, al director o a la productora por su caradura (a quien corresponda el despropósito), pues sentí que se estaban riendo de todas las personas allí sentadas.
Ya basta de hacer películas tontas e infantiles, por favor, un poco de seriedad y madurez en los personajes, y más cuando ya hay una magnífica historia ya escrita.

Basada en la novela de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows de mismo y rebuscado título, todo un Best seller internacional, esta estupenda y preciosa historia fue eficazmente adaptada al cine entre tres guionistas, y muy competentemente dirigida por el veterano y consistente Mike Newell, tan británico como la propia cinta, que coincide en muchas cosas con la también magnífica "La librería".

Con la cada vez más consolidada Lily James (nuevamente en un papel "años de guerra o postguerra") como encantadora cabeza de un reparto que cumple a la perfección con sus interpretaciones, el film rezuma buen gusto, con una ambientación perfecta.

Agradable, interesante y entretenida en su tratamiento de temas universales, como las consecuencias de las guerras, o la necesidad de la literatura, esta romántica película deja un estupendo sabor de boca.

Hay películas que derrochan tanto encanto que es imposible llevarse mal con ellas. Aunque tengan un final tan sumamente trillado como el que nos ocupa, el carisma del reparto, los personajes o el paisaje, terminan siendo pluses que inclinan la balanza a su favor.

Basada en la novela de Annie Barrows y Mary Ann Shaffer, ‘La sociedad literaria y el pastel de piel de patata’ nos cuenta la historia que existe detrás de estas personas que en los años 40, intentando escapar de la tiranía nazi, se inventan este grupo que les permita recuperar su autoestima y sentirse, de nuevo, personas. El truco está claro, en que los alemanes después querrán comprobar que todo esto es verdad.

Una vez arrancada la idea principal, nos trasladamos unos cuántos años más en adelante para encontrarnos con la verdadera protagonista, Juliet Ashton, una escritora que pronto se enganchará a la historia que hay detrás de la sociedad literaria y que esconde más de un secreto.

El director Mike Newell rueda con encanto y se aprovecha de la maravillosa belleza que desprende el paisaje para seducir al espectador y hacer que la distancia entre la butaca y la pantalla grande sea mínima. Lo que vemos nos parece real, entre otras cosas porque los personajes son lo más reales posibles. Aquí hay que destacar a su buen reparto (Lily James, Michiel Huisman, Glen Powell, Jessica Brown Findlay, Matthew Goode, Tom Courtenay o Penelope Wilton) pues lo cierto es que están todos estupendos.

Pero como digo, a pesar de ese detalle, ‘La sociedad literaria y el pastel de piel de patata’ es una entretenida y amena propuesta que, estoy seguro, os encantará.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata (¡Vaya título! casi imposible de decir correctamente) es una película encantadora que hace de su sencillez y sus buenas intenciones su mejor valor.
No es una obra maestra, y desde luego no parece posible que cambie la vida de nadie, pero sin duda es una cinta la mar de agradable y tierna que mezcla con acierto una historia de amor, una de guerra y el trasfondo literario (no siempre es fácil retratar en el cine las sociedades literarias, librerías y otras entidades dedicadas a los libros).
Como decimos, su mejor valor es su nada disimulada ternura y encanto, potenciada por unos actores muy bien escogidos. Michiel Huisman se está labrando una más que interesante carrera fuera de su Holanda natal (no se lo pierdan en La maldición de Hill House, por favor), y por allí parece también parte de la plana mayor de Downton Abbey: la veteranísima y excelente Penelope Wilton, una emotiva Jessica Brown-Findlay que tiene el personaje más interesante del relato, y por supuesto Lily James, una de las actrices de presencia más simpática en cine de los últimos años (es perfecta para este tipo de papeles de chica inocente y simpática; resulta tan encantadora como la propia película).
En definitiva,la película más británica de Mike Newell, un realizador que ha tocado todos los palos posibles, y un cuento melodramático que rezuma cariño.

Lo mejor: Su encanto y la pareja que forman James y Huisman.
Lo peor: Nada concreto, salvo que es lo que es.

Película muy a la británica, con un reparto de nivel –como siempre en lo british-, una historia aleccionadora para este mundo en el cual se lee poco, puesta en escena bien y una dirección clásica en la línea de un director con gran experiencia que maneja la técnica y las maneras de este arte que es el cine.

La dirección de Mike Newell re-visibiliza a un veterano, clásico y heterodoxo director, que ofrece con este ‘largo’ título una muestra de cine un cine muy inglés. Y lo hace con solvencia, soltura, gracia y un sentimiento que logra que la película pueda gustar, a pesar de su larga duración, su previsibilidad y que no aporta nada nuevo.

Tiene un guion de Thomas Bezucha y Don Roos, adaptación de la novela de título homónimo, un éxito de ventas póstumamente publicado en 2008 por la autora estadounidense Mary Ann Shaffer y la co-escritora Annie Barrows. La adaptación de las miserias e inconvenientes de la guerra es aceptable, aunque no siga al pie de la letra el libro, pues se han obviado complicaciones dramáticas y románticas de la novela durante períodos prolongados de tiempo de pantalla. Libreto, empero, bien escrito y con unos diálogos chispeantes que juegan a favor de la historia afectiva y enternecedora que cuenta.

La música de Alexandra Harwood acompaña bien, muy buena fotografía de Zac Nicholson y pasable puesta en escena. Gran vestuario de la diseñadora Charlotte Walter con la moda de la década de los cuarenta perfectamente ceñida y colorista.

En el reparto Lily James hace un gran papel junto a Michiel Huisman, aunque entre ambos no exista mucha sintonía o química; son roles muy diferentes los que ambos interpretan, y los conjugan con relativo éxito. Si ella es agraciada, rica y talentosa, él es el arquetipo del granjero guapo y bueno que invita a retornar al mundo del campo con clara opción al romance. Muy bien todos los actores de reparto como Glen Powell que interpreta de manera óptima el rol del novio militar norteamericano; o Matthew Goode, excelente en el papel de editor de la protagonista y para mí el mejor del reparto.

Hay algo que destaca en esta cinta: que alzaprima el poder de la palabra escrita, el amor por la literatura y por los libros. La lectura no sólo como fuente de alegría, recogimiento o fantasía íntima, sino también como refugio donde cobijarse en tiempos difíciles. Su director Mike Newell, tantas veces considerado un artesano del cine, en esta ocasión hace un tratamiento afectuoso hacia sus adorables y excéntricos personajes, lo cual puede eximirlo de las carencias en su obra.

Al ser la lectura una de mis mayores aficiones me resultó atractivo el título y la sinopsis de esta película, pero realmente me ha decepcionado bastante pues es otro giro de tuerca más al tema de la segunda guerra mundial, el nazismo y bla-bla-bla. No me transmitió absolutamente nada la historia de la protagonista ni tampoco la trama relativa a los tiempos de la segunda guerra mundial, desconozco si por la poca efervescencia de la actriz principal o por estar todo ya muy manido. Me alucina bastante que en esta web se le de más de un 6 cuando todo lo más es un producto de sobremesa, pero...

Una historia muy bien contada. El desarrollo va alternando constantemente el flashback con el presente de forma muy hábil, con un sabio manejo de la elipsis. La puesta en escena y la ambientación están francamente logradas. El entorno natural es muy atractivo, en la infrecuente isla inglesa de Guersney, curioso lugar, con sus acantilados y su ambiente celta, a sólo una hora de ferry de las costa atlántica de Francia. El paisaje se integra en la narración y forma parte de ella, atrapando a sus personajes. Los actores, sin excepción, dan la talla y hacen absolutamente creíbles sus personajes. Bastantes películas tienen la pasión por la literatura como tema central. Recuérdese "El club de los poetas muertos". Aquí es sólo una circunstancia más que ayuda a sobrevivir.

Las películas inglesas de comedia o de drama tipo romántico (como es el caso) siempre me han gustado y suelo verlas porque nunca defraudan: "La sociedad literaria y el pastel de piel de patata" cumple con las expectativas y reafirma este hecho.

Con unos actores de 10 y, en especial, con una Lily James que clava su papel (grandes actuaciones también en "El instante más oscuro" y en "Yesterday"), la película se hace muy amena e interesante, tratando no solo el aspecto romántico y la relación que se va forjando entre los protagonistas, sino también aquellos más amargos y crueles que dejaron las secuelas de la guerra.

Y además, la película permite descubrir los paisajes tan fantásticos que posee la Isla de Guernsey y sus localizaciones, dando ganas, sin duda, de visitarla.

Personalmente, la he disfrutado y la recomiendo totalmente.

De nuevo vuelve Lily James, imbatible tras Mamma Mía y Cenicienta, en el papel de Juliet, una periodista de después de la segunda guerra cansada de escribir charadas, que se pone en contacto con un club de lectura que no esconde sino corazones rotos y secretos que irán minando la visión romántica de nuestra pizpireta escritora.

Llena de grandes momentos de referencia a las mejores cualidades de cada autor que leen, la historia se pierde entre las manos de una Lily James a la que el papel de Cenicienta rancia ya empieza a pasarle factura en un recorrido cinematográfico marcado por las damiselas en apuros.
Esta película cuenta con un reparto realmente bueno. Michiel Huisman pone la nota romántica e imposible, y Jessica Brown el de esa existencia humana mermada por la guerra que irá comiéndose con sus acciones la vacía vida de la autora, para quien todo es perdurable, necesario pero a la que Mike Newell ha tratado con un guión donde se la describe como plana.
Nada que ver con el libro original, los personajes son entrañables, la música horrible, y el vestuario aún más salvable.

Desgraciadamente Mary Ann Shafer (Virginia USA / 1934-2008) falleció antes de poder terminar su exitosa primera novela. Dejó el encargo de hacerlo a su sobrina la escritora de literatura infantil Annie Barrows. Una historia de cariz feminista, ambientada nada más terminar la IIGM en la isla de Guernsey ubicada en el Canal de la Mancha frente a las costas de Normandia bajo dependencia británica y que fue ocupada por Alemania durante el conflicto. El amor por los libros y la literatura omnipresente en la vida de Shafer como editora, bibliotecaria y dependiente de librerías impregna toda la narración. Shafer condimenta con acierto una pizca de historia y un toque romántico con una buena base de mujeres fuertes que buscan su propia identidad. Todo ello destila un aroma amable que apuesta por la reconciliación entre los contendientes, bien presentado como un guiso casero local y poco especiado para una buena digestión. Valga el símil culinario.

Se encarga de llevarlo a la pantalla un veterano de cine y televisión, Mike Newell (77 años) con veinte títulos en una  filmografía ecléctica desde el 77 en los que cabe recordar "Donnie Brasco" (1997). Newell cuenta con la solvencia habitual de las producciones británicas y un reparto equilibrado que sabe a lo que juega. Aprovecha el bello entorno natural de la isla en un alegato sobre las bondades idealizadas de la vida rural y todo transcurre de manera clásica en lo formal y previsible en lo argumental para que pasemos dos horas agradables viendo ese cine de "toda la vida" ya en peligro de extinción. Que no es poco.

cineziete.wordpress.com

Esta película se basa en una deliciosa novela epistolar, escrita a cuatro manos entre Mary Ann Shaffer y Annie Barrows. Una joven escritora, con problemas de inspiración, recibe una misteriosa misiva de un desconocido, residente en la isla de Guernsey, en la cual le explica que pertenece a una sociedad literaria, y está leyendo un libro de Charles Lamb que había pertenecido a Juliet, la escritora. Ésta acepta la invitación a visitar la isla y ponerse en contacto con el excéntrico club (estamos en 1946), y descubrirá todo un mundo y una historia sucedida durante la recién finalizada Segunda Guerra Mundial que cambiará su vida. Mike Newell, veterano creador de éxitos cinematográficos (bastará recordar Cuatro bodas y un funeral, o La sonrisa de Mona Lisa), se mueve como pez en el agua en este drama con toques humorísticos en la mejor tradición del cine oh-so-British. Soslayando con habilidad el problema de la trama epistolar que vertebra la novela original, nos traslada a los tiempos trágicos y difíciles de la ocupación alemana de la isla, que dio pie a actos de heroísmo y sacrificio, así como a infames episodios de traición y delación. Con la figura omnipresente de Elizabeth McKenna (magnífica y carnal Lily James) como hilo conductor, nos introduciremos en la pintoresca sociedad literaria, conoceremos a sus miembros y circunstancias personales, y comprenderemos el por qué de unos hechos y unas reacciones. Con el fondo del magnífico paisaje isleño (excelente fotografía de Zac Nicholson), y la espléndida partitura de Alexandra Harwood, La sociedad literaria... es algo más que un bonito cuento de hadas; se trata de un canto a la lectura, un homenaje al libro y a sus creadores, y a la benéfica influencia que ejerce sobre los seres humanos letraheridos. Una gran adaptación de un libro pequeño pero inspirado. Los aficionados a las series descubrirán a diversos actores de Downton Abbey, y a un Tom Courtenay que en su vejez da lo mejor de sí mismo.