arrow

59 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
Drama ambíguo y fantasioso, que invita a pensar y a gozar de la belleza
Escrita y dirigida por Krzysztof Kieslowski, se rodó en Varsovia, París y en los Studios de Lodz (Polonia). En Cannes obtuvo el premio a la mejor actriz, el FIPRESCI, el Premio Ecuménico y la nominación a la Palma de oro. Ganó otros 5 premios.

La acción tiene lugar en Varsovia, Cracovia y París en 1989/90, a lo largo de unos 3 meses. Narra la historia de dos muchachas, nacidas el mismo día (23-XI-1966), que llevan el mismo nombre (Veronika y Veronique), tienen gran parecido, no se conocen y no tienen relación de parentesco, pero ambas sienten que no están solas, aprecian igualmente la belleza que les rodea, sienten pasión por la música y padecen una misma malformación congénita cardíaca. Veronika (Irene Jacob) vive en Polonia, tiene una magnífica voz de soprano, se relaciona con muchos amigos, le gusta el sexo, trabaja con celo y frenesí, le falta tiempo, con frecuencia va corriendo por la calle y, en un momento de estrés, le falla el corazón y muere. Veronique (Irene Jacob) vive en París y a la muerte de Veronika se siente profundamente triste, lo que le hace dar un giro a la vida. Deja el canto para dar clases de música en una escuela primaria y se enamora de un marionetista, Alexander Fabbri (Philippe Volter), que escribe cuentos infantiles con historias que ella siente como propias. Una tarde, entre las fotos que ella hizo en un viaje a Polonia, Alexander identifica una en cuyo fondo se ve la imagen de Veronika.

La película explora las relaciones entre sexualidad, música y feminidad. Para Veronika y Veronique la música y el sexo son dos pasiones paralelas, igualmente intensas y complementarias. La película encierra un gran interrogante ¿Cuenta una historia realista o una fantasía? El color dorado que inunda las imágenes, la atmósfera etérea e irreal que se respira, las extrañas e inexplicables relaciones entre las dos muchachas, parecen indicar que la obra es una deliciosa fantasía. Probablemente, la dualidad de Verónica es, también, una alegoría de las dos Europas, la occidental y la oriental, nacidas al final de la II GM. Es posible que se refiera, además, a las dualidades del mundo contemporáneo (Norte/Sur, opulencia/miseria, Primer Mundo/Tercer y Cuarto Mundo, etc.).

La música, de aires clasicistas, eleva y enriquece la obra con numerosos registros que se manifiestan en torno a una bellísima melodía central, recordada por el clarinete, la flauta, las sopranos. La interpretación es de la Gran Orquesta de la Radio y TV Polaca y del Coro Filarmónico de Silesia. La fotografía hace un uso magistral de la luz, la sombra y el claroscuro, mientras la cámara investigqa la belleza de cada plano. El guión se centra en la expresión silenciosa de los sentimientos íntimos de las protagonistas, sus temores, inseguridades y ansiedades. La dirección busca la elipsis y la concisión expositiva.

Película fantasiosa y ambígua, desconcertante y reflexiva, filosófica y emocionante, que invita a pensar y a gozar de la belleza que nos rodea.
[Leer más +]
182 de 215 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
La doble vida de Nadie
No resulta fácil juzgar una obra tan sobrevalorada como la firmada por el director polaco Kieslowsi en su etapa francesa (ésta película se rodó aun en régimen de coproducción, pero ya se percibe la ruptura formal con su etapa polaca). Ante el coro de alabanzas que se vierten sobre él, el choque con su vacua realidad tienta a quien esto suscribe a irse al extremo opuesto y descuartizar sus cintas, pero, francamente, es que esta "Doble vida..." no merece nada mejor al ser la más floja.
Enmascarar la anemia de contenidos tras una fotografía preciosista pero que acaba por saturar, o tras una partitura deliberadamente "culta", solo agrava el calibre del naufragio al añadirle pretensiones. Sobre todo cuando la mencionada fotografía deriva en ocasiones hacia terrenos peligrosamente próximos al video clip: pienso por ejemplo en una de las escenas de sexo de la película (creo recordar que era en ésta, sus cuatro últimas obras se me parecen demasiado), filmada con una lente de distorsión y que resulta calcada de otra ya aparecida en "El Muro" de Alan Parker. Sólo que Parker rodó lo que rodó, el video clip del disco de Pink Floyd, y no pretendía darnos gato por liebre.
En cuanto a sus dotes ¿narrativas? el problema de Kieslowski no es su lentitud, cada historia requiere su ritmo y éste no tiene por qué ser siempre rápido, pero es que ahí está el quid: el ritmo es inadecuado y cansino porque apenas hay historia que contar, y a ese vacío los entusiastas se empeñan en considerarlo densidad.
¿Densidad? Unos "personajes" acartonados, totalmente faltos de carácter, incapacitados para mantener otra relación que no sea de naturaleza sexual, unos diálogos insulsos, una historia que se pretende enigmática a base simplemente de no explicar bien las cosas, y un mensaje inexistente que intenta sustentarse en su propio envoltorio sin plantear jamás, no ya respuestas, sino ni tan siquiera preguntas...
Iréne Jacob puede ser fascinante por su físico, pero en tanto que actriz se pasea y exhibe por esta película sin hacer otra cosa más que poner cara de cordera degollada, sollozar de vez en cuando y aparearse accidentalmente casi como por despiste (para regodeo, suponemos, del director y de los incondicionales de la chica). No se la puede culpar de hacer un papel mediocre: lo que le cayó en suerte, más que papel, fue una papeleta.
Si Kieslowski quiso entender al ser humano como títere en manos del destino olvidó que es, en cualquier caso, un títere fascinante y extremadamente complejo. Demasiado complejo para él.
Cualquiera que haya tenido el placer de leer "El doble" (Dostoievsky), habrá podido comprobar lo que un auténtico genio puede hacer con una historia basada en la existencia de un enigmático alter ego, y eso hace aún más grave este "quiero y no puedo" de un director que tuvo un nivel muy superior en su "No amarás", rodada en su Polonia natal cuando aún sabía hacer buen cine sin recurrir a envoltorios de lujo.
¿Profunda? Sí, casi casi toca fondo...
[Leer más +]
170 de 253 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La mujer ambarina
Para mí, junto con Rojo, la obra maestra de Kieslowski; curiosamente —o quizá no— protagonizadas ambas por la gran Irène Jacob. Una actriz, dos películas y tres personajes.
Antes de llegar a las franjas de la bandera francesa, Kieslowski impregnó a la manera impresionista, hecha de retales, la pantalla del ocre de la soledad, el misterio, la búsqueda, el reencuentro. A menudo he pensado que la luz de esta película debe parecerse a la que Huston concibió originariamente para “Reflejos en un ojo dorado”, un film también donde lo más importante se dice con miradas y silencios.
Aquí, con una expresividad siempre sutil, de la medida de una pelotita de goma o el lazo de una carpeta, Weronika y Verónica miran el mundo, se miran entre ellas y a sí mismas. El rostro de Irène Jacob, como si fuera una versión adulta de los ojos de Ana Torrent en “El espíritu de la colmena”, lo dice todo sin tener que pronunciar demasiadas palabras.
También Kieslowski habla únicamente con el lenguaje de la cámara. Como diría Godard en sus años mozos, esto no podría ser una novela o una obra de teatro, sólo puede existir como forma puramente cinematográfica.
Kieslowski trasciende —en el mejor sentido de la palabra— la excusa argumental para ofrecernos un cúmulo de sensaciones tan imborrable como la majestuosa banda sonora de Zbigniew Preisner. Por eso creo que la mejor definición de esta película la dio su propio autor cuando afirmó que es un film “sobre las emociones, hecho sólo de emociones”.
[Leer más +]
69 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
CAMPO DE EXPERIMENTACIÓN PARA LA TRILOGÍA DE LOS COLORES
No en vano fueron los mismos autores los inmiscuídos en la trilogía posterior, el propio Kieslowski y su habitual Krzysztof Piesiewicz, además del excelente y también habitual suyo, ambientador sonoro Zbigniew Preisner...

La historia, aparentemente sencilla narra la vida de dos personas clones de sí mismas en cuanto a genética y entorno social, sólo que en diferentes espacios...oriente versus occidente (Polonia versus Francia), origen-adopción del extraordinario cineasta polaco...

Sólo el final de sus vidas varía por las circunstancias de cada cual...Veronika y Veronique son ambas huérfanas de madre, y conviven con sus padres, y sus primeros recuerdos freudianos de juventud son aquellas enseñanzas con sus madres cogiéndoles en su regazo, y ellas observando el mundo del revés, con las estrellas abajo y las casas arriba, como las bolas de cristal souvenir a lo ciudadano Kane.. o las hojas de los árboles y sus terminaciones nerviosas...

Ambas con aptitudes para la música, amantes del sexo pero de salud débil y delicada y con padres creativos y permisivos...

Sus vidas se cruzaron por casualidad durante un viejo de la Veronique francesa por los países del este (Hungría y Polonia), en concreto en una excursión por Cracovia durante una manifestación reprimida por las fuerzas públicas...Aparentemente libre Veronique puede escoger líbremente su futuro, mientras que la repentina muerte de Veronika pudiera simbolizar el sacrificio polaco durante la segunda guerra mundial y su consiguiente adscripción al bloque soviético...Click! Una foto...y todo comienza a tener sentido...

Kieslowki deja elucubrar sus intereses estéticos con el uso de filtros con la intención cromática de una atmósfera etérea claramente predecesora de su mencionada trilogía colorista...

Si para alguno tan sólo se trató de la primera incursión del cineasta polaco parcialmente fuera de sus fronteras patrias como mera fuente de ingresos para la financiación de sus proyectos posteriores más ambiciosos, para otros entre los que me incluyo, supuso una iniciación al contenido abismal de su magna obra...

Vertiginosos y originales movimientos de cámara (...a Veronica se le aparece después de un vaído de origen cardíaco, un gabardinero exhibicionista con su pene al aire...)...

Una historia dual de alguien que vivió en la misma época en dos sitios distintos del orbe bajo distintas coyunturas deterministas...dos finales distintos...una misma finalidad...

¿Y el maestro de marionetas? es el creador que busca simbiosis y sinergias con la diva...alter ego del creador...

C O N M O V E D O R A.
[Leer más +]
43 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La doble le vida de Krzysztof Kieslowski
La fotografía que Kieslowski y Slawomir Idziak (director de fotografía de la última peli del niño mago) es sin duda, lo más destacado del film. Como siempre, el director polaco se obsesionaba por conseguir una fotografía única para cada una de sus películas. Y lo conseguía. Igual que la fotografía, la música toma (como luego haría en su famosa trilogía) un papel de suma importancia.

Los dos papeles que interpreta de manera más que correcta, Irène Jacob pueden considerarse una premonición del papel que años después interpretó en “Rojo” (más conseguido debido sobre todo, a un guión redondo). Las dualidades y casualidades que Kieslowski pretende mostrarnos se traban un poco en el ritmo narrativo que impone. Quizá, lo que era una idea original y con juego, nunca llegue a plasmarse correctamente en el guión, quedando en el aire algunos flecos difíciles de obviar.

Aún así, consigue que conectemos con la incertidumbre de encontrarnos la misma mujer en dos lugares diferentes o mejor dicho, dos mujeres diferentes en un mismo lugar: la cabeza de un sesudo y sensible Krzysztof Kieslowski.
[Leer más +]
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La película premio
La película premio hace gala de iluminaciones imposibles.

La película premio cuida cada fotograma como si fuera el último de nuestras vidas.

La película premio no descansa hasta encontrar el encuadre perfecto.

La película premio fotografía en verde, rojo u ocre.

La película premio se ampara en la Musa del efecto musical.

La película premio está cuajada de momentos premio.

La película premio siempre gana el FIPRESCI.

La película premio es virtuosista.

La película premio juega con la luz y los reflejos.

La película premio se sitúa en la esfera de lo metacinematográfico.

La película premio interpone, entre la sangre y la pupila, un gran lienzo de látex.

La película premio, si resbala, es cine artificial.

La película premio no tiene ningún pero.

Pero... no es el premio lo que cuenta. Es la emoción.

===

A la película premio, tras hora y cuarto de metraje, la salva un plano venido desde el cielo: El rostro durmiente, horizontal, de la hermosa Véronique. En él encuentra su infinito.
[Leer más +]
41 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Si tuviéramos dos vidas
Melancólica, enigmática y lírica antesala de la que sería la trilogía de los colores de Kieslowski, "La doble vida de Verónica" circula delicadamente por una vertiente dolorosa, con aires de cuento que traspasan lo etéreo y lo ultraterrenal, en una comunión casi mística con lo inexplicable.
Empleando un juego de colores cálidos, oscuridades, sombras, imágenes intimistas que parecen recitar un poema visual mientras se oye una música que se eleva a las alturas impulsada por la voz pura de Veronika, Kieslowski compone un cuento alegórico a la vez que muy personal sobre la posibilidad de vivir dos vidas, de tener un alma gemela casi exacta con la que poseer una conexión que sobrevuela los límites de la realidad. Alguien a quien no se conoce pero a quien sentirse estrechamente vinculado.
En Polonia y en Francia nacen dos niñas el mismo día y a la misma hora, tienen el mismo nombre (Veronika y Veronique), ambas pierden a su madre, ambas padecen la misma enfermedad cardíaca, ambas son aficionadas a la música y poseen una prodigiosa voz para el canto. Están predestinadas. Se sienten mutuamente. Llevan vidas similares, sumidas en la nostalgia por una madre que se fue demasiado pronto, en la alegría de ser jóvenes y de disfrutar del momento, en los roces de la pasión, en la búsqueda del amor y en su vocación musical.
Pero una de ellas parece destinada a abrir camino, mientras la otra aprende de los errores y los pasos adversos de su "gemela".
Lleno de misterios, de penas sutiles, de pequeños momentos antológicos, de presagios, de coincidencias no fortuitas, de calidez y sensualidad... Es un drama que contiene en sí la magia de una suave y parsimoniosa función de marionetas que parecen cobrar vida ante los ojos embelesados de una audiencia que contiene el aliento, olvidando que lo que ven no es más que una ilusión...
Tan frágil como esos muñecos de porcelana y tela, como un sueño que se deshace de un soplo.
[Leer más +]
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
La insoportable vida de Verónica
Una buena película debe ser, ante todas las cosas, una historia bien narrada en la que se nos dan a conocer varios personajes ( con su manera de ser, de comportarse, de sentir, es decir, con su propia idiosincrasia ) y la manera en que estos se interrelacionan. No sólo no estamos ante una historia bien narrada, sinó que, además, los personajes sólo están dibujados a trazos, de manera esquemática, por no hablar de las relaciones entre ellos, que, aparte de las sexuales, son inexistentes. Pretenciosa hasta resultar sumamente irritante, " La doble vida de Verónica " nos invita a entrar en un mundo de continuos simbolismos, metáforas visuales, imágenes sugerentes y partituras hipnóticas con los que Kieszlowski pretende seducirnos cual encantador de serpientes. Basura envuelta en papel de celofán satinado. Todo ello, por supuesto, aderezado con gotas de petulancia intelectualoide. PD: Ruego me disculpe la gran Irène Jacob ( y el director de fotografia )
[Leer más +]
36 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Marionetas.
El destino es cruel, caprichoso, terrible, misterioso y amenazador. El destino es maravilloso, ciego y luminoso como la sonrisa de Verónica, el destino se entrega sin reservas y nos arranca el alma con la misma facilidad que alguien tapa con el manto del olvido una marioneta muerta en esa representación extraña que es la vida. Kieslowski intuye todo eso y nos lo muestra con imágenes de genio místico que busca desesperadamente una respuesta a lo desconocido. Esta película lleva al extremo las obsesiones del autor polaco regalando a Irene Jacob un personaje digno de ser observado tras la cortina del tiempo de los sueños, esos sueños que desgraciadamente nunca conseguimos atrapar, pero que sabemos que tarde o temprano volveremos a tener. Todos tenemos una doble vida, la que nosotros mismos nos dibujamos y la que alguien de no sé donde nos tiene preparada. Hay que saber mirar, al cine y la cielo.
[Leer más +]
19 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
talento especial para crear climas y atmósferas
Sus historías podrán gustar más o menos, pero lo que no se le puede negar a Kieslowski es que es uno de esos directores con un talento especial para la creación de climas y atmósferas, ayudado por su gran dominio de todos los resortes de la narración cinematográfica, como puedan ser el montaje, la fotografía, la música, los movimientos de cámara, o la dirección de actores. Y cuando cuenta con un guión que, encima, es bueno, pues aparece una obra maestra como sucedió con algunas de las películas de la trilogía de los tres colores.
En este caso, sin embargo, la historia queda algo desdibujada. Pues el tema que se plantea -el fascinante tema del doble- queda, en mi opinión, demasiado esbozado. Las razónes de ello tendríamos que buscarlas en una voluntad del autor por evitar lo demasiado obvio, así como los planteamientos truculentos propios de un cine más comercial (¿qué habría hecho Brian de Palma, o incluso M. Night Shyamalan, con esta historia?).
Ahora bien, esta es una opinión muy personal y referida a esta historia en concreto. Comprendo que a otros espectadores les haya satisfecho esta visión sutil del tema del doble, construida a base de pequeñas sugerencias poéticas, incluso metafóricas, y que deja la interpretación de los hechos en manos del espectador.
Una cosa más: Irene Jacob, bellisima, es la actriz ideal para este papel.
[Leer más +]
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Gracias Kieslowski
Gracias Kieslowski porque después de ver esta película tengo clarísimo que no voy a ver tus famosas trilogías de los colores; me he ahorrado unas cuantas horas de sufrimiento.

Está muy bien experimentar, pero no dormir a las ovejas y aunque el cine ciertamente es arte, no todo vale. Alguien ha definido la película como "pedante" y eso sin duda es lo que es: pedante y aburrida.

Tenemos que ser sinceros y no sobrevalorar turuños como este, eso no nos hace más intelectuales.
[Leer más +]
23 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una doble paja mental
Pocos directores son tan densos como Krzystof Kieslowski y ninguno tan rebuscado en sus propuestas. Afirmar que la película nos habla sobre la desmembración de una parte de Europa realizando una comparativa con la otra... sería afirmar mucho, pero es una de las conclusiones que saco. La otra, su hermosa capacidad visual; esa fotografía apistachada y a ratos anaranjada preciosista e insuperable. La enorme interpretación de Irène Jacob (hay que ver lo güena que está de cintura parriba) y la acunante música que se nos brinda. Por contra, es... es... demasiado espesa en algunos pasajes y supongo que no gustará a todos. El cuento es rebuscado, pero hermoso al fin y al cabo. Cuando Verónica descubre la fotografía... se echa a llorar.
[Leer más +]
30 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
¿QUIÉN SOY YO?
Ahora vivo en el campo, en una casita de madera apartada de la ciudad.
Pocos ruidos, un pequeño huerto, pocos recursos económicos... pero mucha libertad personal.
A veces tengo la sensación de caminar sobre la cuerda floja...pero nunca sentí tanto esa sensación de "caminar".

Hace 8 años era otra, era la misma...pero era otra. Tenía más cosas, un trabajo de 40 horas semanales bien remunerado, una casa de ladrillo y los problemas bien atados, pero sentía muchos más miedos. El propio camino de no vivir los sueños por miedo, ya da miedo por sí mismo.

Un día me crucé conmigo misma, tal vez en una calle, tal vez en un espejo.
No sé què fué de esa chica de ciudad, y ella tal vez nunca sepa lo que ahora es de mí.
Somos la misma.
Las mismas pasiones, la misma intensidad.
Pero cada una escogió un camino.
Yo el de mis sueños.

BESOS.
[Leer más +]
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Weronika y Veronique: Dos caras de una misma moneda
Veinte años después, he vuelto a ver esta película. Todavía recuerdo, allá por julio del 92, cuando la vi por vez primera. Realmente, me apabulló. Me dejó noqueado en la butaca del cine. Su luz, su música (recuerdo que compré el CD en Londres un par de años después), su melancolía,...y su angelical protagonista todavía permanecían en mis retinas.
Por eso me ha dado miedo volver a verla. No sentir la misma fuerza, profundidad y tristeza que entonces.

Criticar películas de Kieslowski siempre ha parecido una temeridad, un atrevimiento, hacia uno de los mejores directores (en mi opinión) que ha dado la historia del cine. Solo lo he hecho con “Azul” y con esta, ahora. Sin duda, sigue siendo la mejor película de Kieslowski. Sigue conservando ese halo de misterio y de poesía. Irene Jacob está esplendida. Sus gestos, sus miradas, su tristeza, sus temores, sus inseguridades están perfectamente arropadas por una extraordinaria fotografía ocre de Slawomir Idziak y una magistral música de Zbignew Preisner.
Pero por otra parte comprendo que haya gente que no le guste este tipo de cine. Que no lo perciba de la misma manera que yo, e incluso que no lo entienda. A mi también se me escapan algunas cosas.

Absolutamente recomendable.
[Leer más +]
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Incalificable infamia.
Vomitiva suma de la cursilería y ñoñería francesa y el victimismo polaco.

Se supone que nació como proyecto entre Francia y Polonia para contar la vida de los países post comunistas en relación con la Europa Occidental. Pero el trasfondo político tiene menos fondo que una tabla.

La doble vida de Verónica es solo la vida aburrida y gris de una suerte de Amelie chunga y malrollera, con amor -un amor grimoso-, supuestas coincidencias, encuentros casuales, una banda sonora horriblemente repetitiva y escenas eternas que no cuentan nada, que no dicen nada.
[Leer más +]
15 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La vida en rojo y verde
Kieslowski no parece querer contar una historia, parece querer pintar un cuadro, así, lo que al final resulta no es ni lo uno ni lo otro. Da una importancia extrema a cada uno de los planos, llegando a sacrificar el ritmo por la forma; se obsesiona en que todo cuadre en ese universo bicolor que ha maquinado. Todo pasa muy deprisa, a pesar de que se desarrolla lentamente en la pantalla; sólo llegamos a atisbar, como simples voayeurs, un ápice de Verónica en sus dos encarnaciones. Pero a pesar de todo esto, o por todo esto, el resultado es muy bello. La doble vida de Verónica se alza como una pequeña joya para ser degustada despacio, saboreando quedamente cada uno de sus matices.
[Leer más +]
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Más pedante imposible
Pelicula pedante, bodrio, lenta, pesada y soporífera. Me hizo odiar hasta su música, la cual la primera vez que la escuché, me pareció fantástica. Una peli polaca afrancesada de la peor manera posible. Ya había visto la trilología de azul, blanco y rojo que me parecían todavía aguantables, pero esta es insufrible.
[Leer más +]
27 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Chorrada franco polaca
Me encanta la música, alucino con el físico (que no con la interpretación) de Irene Jacob y poco más... bueno, vale, la fotografía es muy buena y supongo que el servicio de cattering también merecía la pena. Las pelis son buenas en conjunto, cuanto en conjunto te cautivan y emocionan.
Empecé a ver esta supuesta maravilla con ilusión y terminé por los suelos de aburrimiento.
[Leer más +]
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
La doble crítica de Seldon
Krzysztof Kieslowski es uno de esos directores de Europa del este (Polaco por más señas) que hace películas poéticas, pausadas, trascendentes, melancólicas, que ganan siempre en los festivales de cine…[1]

Antes de ver esta película, yo no era neófito en la materia, ni mucho menos. Cuando se estrenó hace ya 20 años pasé por taquilla a ver Azul.[2]

Y luego seguí devorando las otras dos partes de su magna trilogía de los colores.[3]

Pero no quedó ahí la cosa. En un ataque de intrepidez y afán de culturizarme, me hice con El Decálogo, y una tras otra, me las vi, las 10.[4]

De ellas me llamaron la atención las partes 5 y particularmente la 6, y me enteré de que el propio director las había expandido y las había re-hecho como sendas películas.[5]

Así que, ávidamente, también me vi No matarás, y sobre, todo No amarás.[6]

Y hasta aquí llegué. Ahí me quedé.[7]

El siguiente paso lógico era La doble vida de Verónica.
La película es la historia de dos mujeres, Weronica en Cracovia y Veronique en París, muy parecidas, una pianista y cantantes de ópera, la otra profesora de música, que no se conocen entre ellas, pero que llevan existencias casi paralelas.[8]

Pero no se puede juzgar esta película sólo por su argumento.[9]

Tiene una atmósfera etérea e irreal, con una fotografía en tonos ocres y verdosos, haciendo un uso magistral de la luz…[10]

Y una magnífica música (operística) que está siempre presente (un poco como pasaba en Azul) y que se va repitiendo en las dos historias a lo largo de la película.[11]

El guión se centra en los silencios y en las elipsis para mostrar de los sentimientos íntimos de las protagonistas, sus temores, inseguridades y ansiedades.[12]

Con un ritmo cadencioso, pausado y melancólico vamos viendo como las dos Verónicas se sienten mutuamente, sin conocerse, como si llevaran existencias paralelas y estuviesen predestinadas.[13]

Parece que esta película es un prólogo, enigmático, lírico, misterioso a la trilogía de los colores posterior, que se desarrolla delicadamente con aires de cuento que trasciende lo etéreo y lo ultraterreno, en una comunión casi mística con lo inexplicable. Está llena de alegorías visuales que se intuyen más que se comprenden.[14]

Coincidencias inexplicadas y fortuitas (como la de la foto, en la que Veronique, turista de vacaciones en Polonia, fotografía por casualidad a Weronica) ven tejiendo una historia poética llena de metáforas, como la de la marioneta bailarina que con una pierna rota que se convierte en mariposa.[15]

Resulta difícil juzgar y puntuar una película de este estilo, basada más en pequeños detalles, en sutilezas (¡ese final tocando el viejo árbol!) en coincidencias fortuitas,… que en un argumento y una historia.[16]

Más en:http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/p/cine.html
[Leer más +]
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Universos e historias paralelas
Esta película siento que viene a ser una invitación doble, tal como son las vidas de las protagonistas a desmembrar la trama y formar en el conciente o subconciente historias que nacen juntos con universos paralelos. Podemos desglosar aún más esta idea con la simple práctica de comentar con alguién la película una vez terminada la función. No hay que dejar de lado las apreciaciones de cada persona y las individualidades de cada quien a la hora de emitir un juicio frente a la trama.
Enfocándonos en el film, absolutamente recomendable y con un guión que cae profundamente en la emotividad y belleza de la cotineidad de cada personaje, aunque sea crudo el enfoque, por cierto real de la naturaleza de las personas.

Drömmen
[Leer más +]
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver críticas con texto completo
Más información sobre
Fichas más visitadas