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36 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
Escalofriante (8.9)
Le habría dado un diez de no ser por algunas frases puntuales de Gallagher que resultan demasiado preparadas, desentonando con el tono veraz del resto de la película. Y no me refiero a los discursos públicos, que esos sí me los creo, sino a cuando se encuentra a solas con su mujer; ahí sí que no me creo que no se le entrecorte la voz al recordar a su hijo... son palabras demasiado precisas, demasiado estudiadas como para ser espontáneas.

El resto me parece perfecto. Pocas películas hacen que tu alma transite por tal cantidad de sentimientos en 100 minutos: tensión en los momentos previos al atentado, confusión tras la explosión, angustia durante la búsqueda, tristeza (lágrimas) en la confirmación de los peores presagios y, finalmente, indignación cuando se descubre todo el tinglado político.
Incluso la temblorosa cámara propia de la corriente Dogma, que en otras manos puede resultar mareante, le otorga aún más verismo a la historia.

¿Que sobran escenas? ¿Qué esperabais, que montaran una fiesta después de la muerte de su hijo? Me ha sorprendido ver la sangre fría de algunas críticas que dicen que no sintieron nada al verla. ¿Es que tenéis el corazón de piedra? Si queréis podéis dirigir la mirada hacia otro sitio, pero aquí en España hay familias así de destrozadas mientras muchos vais al cine esperando acción y finales felices.

En definitiva, una película monumental. Hay más cine en un fotograma suyo que en toda la trilogía de los anillos... hay más vida.

Casi ni la veo dada la poca repercusión que tuvo. Gracias a Dios, esta vez hice caso de los no siempre inservibles críticos.
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39 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El atentado de Omagh
Escrita por Greengrass (guionista y director de "Bloody Sunday"), en colaboración con Guy Hibbert, fue dirigida por Pete Travis y producida para la TV británica. Basada en hechos reales, obtuvo el premio al mejor guión y el premio CICAE al mejor film europeo de San Sebastián.

La acción tiene lugar el 15-VIII-1998 (25' de metraje) y continúa en los meses siguientes. Narra la masacre de Omagh, reivindicada por el IRA-Auténtico, una facción disidente del Ira, contraria al proceso de paz derivado de los Acuerdos del Viernes Santo. Omagh fue elegida por ser una localidad en la que católicos y protestantes han vivido en paz a lo largo de los 30 años de sus duros enfrentamientos en Irlanda del Norte. Murieron 31 personas y casi 200 resultaron heridas de consideración. Entre los muertos y heridos se contaron escolares españoles. El atentado fue precedido de un preaviso de 30' intencionadamente confuso para evitar la reducción de daños. Pretendía interrumpir el proceso de paz.

La película, narrada en formato semidocumental, introduce la cámara en el escenario de la tragedia y recorre los centros de atención a las víctimas y a los familiares. El relato visual, de estética descriptiva y realista, es desgarrador. Tras el atentado, las familias se organizan para intervenir cerca de las autoridades: reclaman una investigación diligente, que lleve ante la Justicia a los responsables. Topan con una muralla kafkiana de buenas palabras, atenciones superficiales y respuestas ambiguas, mientras crece la sospecha de connivencias ocultas y propósitos de olvido por razones inexplicables. El enfrentamiento de los ciudadanos con el Leviatán del poder, caótico y todopoderoso, frío e invulnerable, muestra la impunidad del mismo, su lejanía y la insignificancia de los ciudadanos ante los intereses de Estado. La narración expone los hechos sin juicios de valor y sin alegatos partidistas.

La música, escasa, incluye la canción "Broken Thing", de Julie Miller. La banda sonora recoge los sonidos ambientales y los derivados de la acción. Destaca el trino de los pájaros al amanecer del día de la tragedia. La fotografía evita las truculencias y las imágenes atroces se presentan matizadas por la nube de humo y polvo de la explosión. Hace uso de primeros planos que delatan el dolor de heridos y familiares. El guión muestra el traslado del coche-bomba desde el otro lado de la frontera a Omagh, donde la vida fluye en paz. Después del atentado se introduce en el drama interior de una familia y en el drama colectivo de la comunidad, sin estridencias y con emoción contenida. La interpretación de Gerard McSorley es excelente y destaca sobre la más que convincente intervención de los secundarios. La dirección, en su debut en cine, exhibe su extracción televisiva y documentalista, muy adecuada al caso.

Película de excelente tono dramático. Trata un tema de trágica actualidad. Es de gran interés general y casi de obligado conocimiento.
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18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La exposición de lo brutalmente real.
En "Omagh" se reconstruye el vil asesinato de varios inocentes a manos de un grupo de delincuentes del IRA en plena antesala del fin del terrorismo norirlandés. La localidad elegida fue Omagh, un pequeño municipio dónde católicos y protestantes habían convivido sin mayores problemas durante los 30 años de conflicto en Irlanda del Norte.
Se trata de un film duro, expositivo, sobrio, nada maniqueo ni juicioso. Expresa, sin tratar de explicar, el dolor, la sinrazón, el sentido de la pérdida de algo vital. Es una reconstrucción hiperealista, concisa, contundente; es el retrato fiel de unas familias destrozadas en espera de algo tan abstracto (¿necesario?) como la Justicia. Es el reflejo de unos seres destrozados en el espejo deforme de la vida, de la sangre y de las lágrimas. Grandes interpretaciones.

P.D.: La película cuenta algo que ocurrió realmente en una situación muy aproximable a lo que se está viviendo en España actualmente. Esperemos un desenlace que lleve a la paz, sin ningún Omagh de por medio. Y espero también que no se organice una manifestación por lo último escrito.
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17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Las secuelas del terror
El cine británico ha dado suficientes muestras de solvencia a la hora de tratar un tema tan espinoso como el conflicto entre Inglaterra e Irlanda del Norte (no podemos decir lo mismo del cine español con respecto al conflicto vasco). Gente como Jim Sheridan o Ken Loach han realizado excelentes películas sobre el tema.

Omagh es la última muestra de este cine comprometido. Detrás del proyecto se encuentra Paul Greengrass (productor y guionista),que dirigió una de las películas más sobrecogedoras que se han realizado sobre el tema, "Bloody Sunday". En este caso, la dirección se la ha encargado a Pete Travis, fogueado hasta ahora, en series de televisión.

La historia se centra en el atentado llevado a cabo por el autollamado IRA auténtico en la pequeña localidad de Omagh, donde católicos y protestantes habían convivido siempre sin ningún problema. El atentado se ejecutó poco antes de la votación en Referéndum del Acuerdo de Paz del Viernes Santo, en 1998. Un atentado que se nos muestra con toda su crudeza, y con ese mismo estilo documental que tenía "Bloody Sunday", utilizando el recurso de la cámara en mano; aunque el resultado no sea tan efectivo, quizás porque no es lo mismo plasmar en imágenes la manifestación del domingo sangriento, que las consecuencias de una bomba que estalla en medio de un pueblo.

A partir de entonces, la película se centra en una de las familias afectadas, ya que su hijo fue una de las 29 víctimas mortales. En este caso, es el padre el que se ve convertido de la noche a la mañana en líder de la Asociación de Apoyoyuda y Autoayuda de Omagh. En un trabajo soberbio del actor Gerard McSorley (uno de esos excelentes secundarios británicos) vemos como se convierte en el portavoz del resto de víctimas para pedir justicia, ya que el gobierno británico parece mirar a otro lado a la hora de encontrar a los culpables.

Una película sin estridencias, con un guión muy sólido; que nos muestra hasta que punto se vieron indefensos los habitantes de aquella localidad, cuando nadie en el poder quería poner en peligro el proceso de paz abierto en aquella época. Una de esas películas que son necesarias para no olvidar cierta parte de la reciente historia británica, y que pasa a engrosar la numerosa y variada lista que forman las películas hechas en el Reino Unido sobre este tema, ya sea desde un punto de vista, el otro, o el de más allá. Una lástima que en España no podamos presumir de lo mismo.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La realidad de la vida
Esta película es pura sinceridad, nos cuenta cómo funcionan las cosas en este mundo, como los gobiernos nos manejan a su antojo, más allá de los hechos relacionados con el terrorismo y el dolor de las familias de las vícitmas.
Después de ver este film, uno se pregunta por qué seguimos creyendo en nuestros dirigentes, gente que no nos representa en absoluto y que nunca miran por los intereses de la gente que los vota.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Comienzo sublime, pero desarrollo aburrido
Se nota que "Omagh" está rodada como un documental dentro de un cine más independiente que comercial. Es una película muy interesante para descubrir las consecuencias de un atentado del IRA auténtico que conmocionó al mundo entero con sus crudas imágenes en los medios de comunicación. Los primeros 15 minutos son sensacionales, ya que el espectador sabe que va a estallar una bomba que desencadenará la masacre, aunque Pete Travis sabe mantener la incertidumbre hasta el fotograma de la explosión. Intuyes la tragedia, pero no puedes calcular cuándo va a producirse. Después, se centra demasiado para mi gusto en el aspecto político, pese a que sea necesario para poder conocer la verdad de los hechos. Sin embargo, a partir de entonces se convierte en un film algo espeso y pesado en su desarrollo.
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12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Welcome to Omagh.
Cuando terminé de ver “Omagh” y le di al STOP, sentí esa extraña sensación que le corre a uno muy de vez en cuando por el cuerpo, en la que piensas: “¡Qué pedazo de película acabo de ver!”.

No tengo ningún pero, ni en el guión ni en el desarrollo del mismo.

Todo el planteamiento es correcto, desde el principio, con la preparación y colocación de la bomba, por un lado y la vida cotidiana de una familia irlandesa, por el otro. Hasta el final, en la que vemos a una familia destrozada y unida por el dolor y por el amor, todo a la vez.

El director nos narra cómo fue, sin alardes, cámara en hombro prácticamente, todo tal y como es, no hay ni sangre ni morbo gratuitos

La interpretación de Gerard McSorley (nacido curiosamente en Omagh) es para tener en cuenta. Un actor que no tiene una filmografía demasiado extensa, pero que deja huella en cada uno de los títulos en los que aparece.

La historia es irlandesa, pero bien podría haber sido española, ¿para cuándo algo así aquí?
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
“No nos callarán. No nos olvidarán”
“Quieren que nos vayamos, que nos callemos, para seguir con su proceso de paz”

Esta, para mí, es la frase de la película. Es la frase que resume la frustración de las víctimas antes la barbarie terrorista y la inoperancia y desidia de sus dirigentes.

Me ha parecido una película genial, dura, clara, real. Digna de ser vista en cualquier rincón del mundo, una lección para entender, no el terrorismo (el terrorismo no se puede entender) sino sus consecuencias, que es lo realmente importante, el sufrimiento que causa.

He leído algunas críticas que dicen que es aburrida, lenta... ¿pero qué esperáis por Dios? Esta película relata un hecho real, un hecho que causo mucho dolor, y eso es lo que quiere plasmar, nada más. Las interpretaciones también me han parecido geniales dada las situación que recrean.

Haciendo analogía con España, termino con la sensación de que en el Congreso de los Diputados y en muchos Parlamentos autonómicos deberían organizar una sesión de cine con este film; muchos de esos animales de bellota con corbata fosforito aprenderían una gran lección para su trabajo, para saber lo que hacen y como sus decisiones tienen consecuencias en la vida real, especialmente en la de las víctimas. Muchos de ellos, si de verdad prestan atención, se les debería caer la cara de vergüenza; a otros muchos les entraría por un oído y les saldría por el otro… Recomiendo encarecidamente a todos mis paisanos su visionado. Como se dijo el diario El País, “Hay tal vez sólo una manera de ver un filme como Omagh, y ésta es la de valorar su utilidad por mostrar, con la crudeza, la decisión y la frontalidad con que tanto nos gustaría que también lo hiciera el cine español con nuestros muertos por el terrorismo, las consecuencias de un atentado."

Término con las palabras de Michael Gallagher:

“No nos callarán. No nos olvidarán”
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Escalofriante documento.
Altamente recomendable para todo el que esté interesado en los entresijos del terrorismo y la política. Todo lo que se esconde detrás de una negociación, con el telón de fondo de la tragedia personal de las víctimas.

Verdaderamente impresionantes las escenas posteriores al atentado, la confusión de las personas que buscan a sus familiares, cómo poco a poco las esperanzas se van transformando en desesperación, y el golpe final, cuando se confirman las peores sospechas.

Qué se puede decir, cuando en este país hemos padecido tantos años esa lacra y todas esas imágenes nos suenan tanto?
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Omagh, el recuerdo de lo olvidado
Pete Travis se consagra en el mundo del cine con esta gran obra que representa el siguiente paso dentro de la nueva etapa del hiperrealismo británico -si me permiten introducir a Irlanda en este saco- iniciada un par de años atrás por Paul Greengrass con Bloody Sunday. Presentada para TV, Omagh abusa con motivos de la cámara al hombro para presentar uno de los atentados más cruentos del IRA, atentado en el que murieron 29 personas (dos de los cuales eran españoles).
Con un guión del propio Greengrass, Omagh es un alegato en favor de unas víctimas olvidadas por el Gobierno. Se erige como una voz que emana de entre las sombras y el ostracismo ante una de las páginas más negras de la historia de Irlanda del Norte y de cómo las autoridades prefirieron olvidar y así poder firmar la paz antes que hacer pagar a los culpables el precio de tan atroz atentado.
Con una actuación muy sentida de Gerard McSorley (natural del propio Omagh), la cinta se nutre de un elenco semidesconocido de actores que encarnan de una forma muy visceral todo el dolor y pesar de las familias de las víctimas del atentado.
Guión y ritmo, planos angustiosos y secuencias escalofriantes; Omagh podría caer en el melodrama de tintes trágicos, pero por el contrario, se trata de una una fotografía movida pero clara del atentado del IRA Auténtico y de cómo las familias de las vícitmas se ven inmersas en un proceso agónico para evitar olvidar lo único que les queda: el recuerdo.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Retrato realista y neutral.
IRA, atentado en Irlanda del Norte en la ciudad de Omagh, inocentes mueren y familias humildes se ven enfrascadas en una situación que no merecen, que no deseaban, y descubren un mundo que no entienden, y pasa el tiempo...

El poder político trabaja para que lo establecido siga igual, y las familias no saben que hacer, y pasa el tiempo, y sus seres queridos han muerto, y su justicia y sus representantes no están porque no quieren, y pasa el tiempo...

Los humildes están en un terreno farragoso que no dominan y que no merecen ni desean y pasa el tiempo...

Y unos les dan argumentos históricos y otros argumentos legales, si, pero sus seres queridos han muerto y pasa el tiempo.....

Y las portadas y los medios de comunicación se han evaporado y pasa el tiempo. Así es la vida, y el terrorismo y la política.

Y pasa el tiempo. La película es muy buena porque retrata todo con una frialdad y con una neutralidad admirables, gran retrato. Omagh uno de los atentados más importantes del grupo terrorista IRA. Quieras o no el terrorismo se ha convertido en una arma política y la utilizan, y me gusta el punto de vista que da desde las familias que organizan su propia representación y se ven envueltas en un juego sucio entre los terroristas, políticos, autoridades etc...

Me pareció una muy buena película, y quién sabe.... alguno de nosotros nos podemos ver enfrascados en una matanza así.. y tendremos que ver esta película y dejar de ver Gran Hermano. Está todo muy logrado, y es muy realista y sincero.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
"Los olvidados" ya no son los de Buñuel sino las víctimas del terrorismo.
El cine y el terrorismo en términos generales no se han llevado muy bien. No encontramos películas que traten estos temas con una meridiana objetividad y siempre se barre el ascua para su sardina. “Omagh” no es una excepción, pero al menos se barre para las víctimas. Que al fin y al cabe son las que menos culpa tienen y menos también les dejan decir.

“Omagh” está dirigida por Pete Travis, un director venido de la tele, que es un mero convidado de piedra tras el auténtico motor de todo esto que es el productor Paul Greengrass, director de la famosa "Blooody Sunday" sobre el problema irlandés también y de otras más comerciales como “El mito de Bourne”.
Este inglés preocupado por los temas irlandeses, lo hace siempre con un enfoque populista que reconozco no me agrada en demasía. Es una forma de recibir aplausos de todos y a la vez de criticar a los terroristas y al Estado. Por eso los aplausos y premio en San Sebastián. Sin la segunda parte de la película donde se pone a caldo a los Gobiernos no hubiera sido ni estrenada allí.

La película es fantástica durante la primera media hora, precisamente cuando la tensión y la cámara en mano nos ayuda a ponernos en la piel del padre que busca a su hijo. La parte siguiente del padre espía y reivindicativo es menos buena. Aunque en el último tramo recupera toda la fuerza al comprobar la gran mentira de sociedad en que vivimos.

En lo que estamos todos de acuerdo es que Gerard McSorley hace un trabajo impecable y descomunal, se nota que es un actor que tiene mucha experiencia en este tipo de películas –trabajó en “En el nombre del padre”, “The boxer”, “Bloody Sunday”... - y si además le unimos que él es de allí de Omagh podemos entender como vibra en cada secuencia sintiendo la tragedia suya.

Sin embargo la película está lejos de ser perfecta. Primero por su carga contra todo y todos como si de una conspiración se tratáse y su presentación de las víctimas como juguetes del conflicto, lo cuál no es del todo cierto.

Estimulante cine sin duda, que recuerda que es muy triste que en España no se atrevan hacer todos los que viven de las subvenciones y que sea mucho más sencillo cargar contra regímenes pasados y personas ya muertas que jugarse el tipo diciendo la gentuza que son los miembros de ETA y los grupos de basura que los apoyan.
La verdad es que Irlanda siempre se ha tenido más pelotas que en España para tocar estos temas.

El señor presidente de España debería de ver esta película para no olvidarse de las víctimas ahora que busca la paz y que la película nos cuenta que nunca a un precio.
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17 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Las verdades incómodas
Está casi todo dicho sobre esta película tan valiente, frontal y tan poco imitada en la filmografía española. Una España a la que, por otro lado, no le faltan argumentos en este sentido para seducir a guionistas, directores y productores.

Gerard McSorley no parece un actor. Solo es el padre desesperado en la búsqueda esperanzada de su hijo entre los heridos del atentado, y entre periodistas, confidentes, vecinos, policías, familia y familiares de otras víctimas.

El guión no puede ser más certero. Y a Pete Travis hay que seguirlo.

Si a la primera media hora de película le sumamos la escena de estos familiares de las víctimas, con sus fotos en la mano, encarándose a los fariseos de turno... Esa madre arrodillada en el asfalto mojado, alisando la fotografía maltratada de su hijo asesinado... Y si a esto sumamos, desde la última rueda de prensa que da Gallaguer a los periodistas, hasta el final del metraje, obtendremos muchos, pero que muchos minutos de celuloide orgánico, de película visceral y razonable, de oro en barras para arrojar a la conciencia de culpables y culpables inocentes, esos silenciosos consentidores, colaboracionistas y bobalicones que somos - unos más y otros menos - casi todos.

Y es que la verdadera injusticia es que las bombas, innecesarias siempre e inconvenientes con frecuencia, no sepan silenciar por igual, a las desafortunadas víctimas de la tragedia, y a todas las personas que llegaron a conocer a todos los recientes desaparecidos. Es una pena tenerse que enfrentar a esas "moscas cojoneras" de indivíduos que parecen no entender, que con esa actitud, no ayudan a calmar a los violentos. A apaciguarlos.

¡Con la de trabajo que tienen las autoridades tras un atentado! No se dan cuenta.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Dura y emocionante
Al principio nos muestran la animada vida en el centro de la ciudad, pero ya desde ahí el espectador sufre, porque sabe como va a terminar eso. Despues sufres con las consecuencias del asesinato ( mostradas en toda su crudeza ), sufres por esa familia desesperada buscando a su hijo ( una de las casi 30 victimas ), despues sufres con la gente que ha perdido e sus familiares, y finalmente sufres viendo el desinteres y las mentiras por parte de las fuerzas de seguridad a la hora de detener a los culpables. Pero a pesar de todo se disfruta y mucho viendo una excelente pelicula en la que todo funciona, desde la dirección hasta la interpretación, soberbia, de todos los actores. Película para ver y no olvidar.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buen gusto
Es innegable que la película está hecha con buen gusto, y aunque dada la temática es casi imposible caer en escenas lacrimógenas, en el filme se conserva un tono documental que no cae en el aburrimiento y que, en ocasiones, hace a la cinta incluso didáctica. El principio de la película, hasta que explota el coche bomba, es genial, y Gerard McSorley borda su papel tanto cuando interpreta al "hombre gris" del principio como cuando el entusiasmo le desborda. Merece la pena verla.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La lucha por saber la verdad
Esta película sigue la misma línea que la anterior Bloody Sunday y retrata los hechos con una estética de documental. Esta opción visual nos hace los personajes más cercanos, más humanos, se acerca a la realidad del horror que pretende narrar.
Para la gente interesada en el conflicto irlandés es de referencia básica.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Contra todos
En nuestro país, hablar de terrorismo es un tema de tanta actualidad que hay tocarlo con mucho tacto para evitar herir susceptibilidades. Sobretodo porque dicho problema (o conflicto mejor dicho) todavía no se ha terminado. Sin embargo, lamentablemente, nuestro hay otros países que sufren o han sufrido dicha lacra. Uno de los más conocidos es el de Irlanda, el cual, parece caminar lentamente (y no exento de fricciones y otras cosas) hacia una solución final.

Aunque la dirección del film la firma Pete Travis, la sombra de Paul Greengrass está detrás, por lo que los parecidos y paralelismos con "Bloody Sunday" son más que evidentes. El film trata sobre el atentado que tuvo lugar en Omagh en 1998, en el que murieron 29 personas (algún español entre ellos), justo cuando el IRA y el gobierno británico estaban negociando la paz y que fue reivindicado por una facción autodenominada "El IRA auténtico".

El estilo de Travis-Greengrass es hiperrealista, sobretodo en las escenas inmediatas al atentado en el que el film consigue captar de forma estremecedora la confusión y el pánico que se producen en una situación como esta. Posteriormente, el film entra en materia, y narra la lucha del padre de una de las víctimas, Michael Gallagher (Gerard McSorley) por conseguir llevar a los culpables ante la justicia.

Se podría considerar un film-denuncia, filmado con tal realismo que en algunos tramos se podría considerar como un documental. El film consigue distanciarse del tema político, por más que son inevitables las referencias, ya que dicho atentado podía poner en peligro el proceso de paz, centrándose en primera persona en el drama familiar, de unas personas que ven como las autoridades y políticos intentan pasar de puntillas ante el atentado. Y ello sin derivar el film hacia el sentimentalismo, ni manipular al espectador, por más que es difícil mantener una postura neutral ante lo realista de las imágenes (destacar el excelente trabajo de actores poco conocidos). Un film que da mucho que pensar sobre muchas cosas de actualidad (terrorismo, políticos, etc) una vez sus imágenes se funden en negro.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Terrorismo puro y duro.
Entre la multitud de males que ensombrecen la vida de los humanos, el más evitable (por su absurda incongruencia) es el del terrorismo, que ha servido de argumento en cientos de documentales y para algunas películas (las españolas, pocas y nada exitosas). Aunque los políticos españoles hayan afirmado, en multitud de ocasiones, que no hay paralelismo alguno entre el terrorismo del IRA y de ETA, y aunque casi todo el mundo opine que el actual terrorismo islámico es la peor de las especies, lo cierto es que todas tienen de común su gratuidad y la creación de injustos dramas familiares, con traumas psicológicos profundos. Todas esas desagradables consecuencias de la lacra universal se revelan con rigor y realismo espléndidos en esta pieza notable que dirigió Pete Travis en 2004, donde se narra con meticulosidad la preparación (y posteriores secuelas) de la horrible matanza de Omagh, provocada por un puñado de desidentes del IRA, que se opusieron al armisticio entre Londres y Dublin para acabar con el "conflicto", que es la denominación sarcástica que se han sacado de la manga todos los dirigentes del terrorismo mundial, para justificar lo que es, a todos luces, barbarie injustificable. Alguien podría oponer que para comprender estas cosas no hace falta película alguna, pues un documental puede hacerlo exhaustivamente en menos tiempo, pero el cine no puede ser ajeno a ninguno de los fenómenos que vivimos los humanos de esta época. Gran labor de dirección y magistrales interpretaciones contribuyen a engrandecer la crónica de Omagh y sus inevitables derivaciones: entre otras, la falta de unidad entre las mismas familias de las víctimas del horror, la muchas veces ineficaz actuación de políticos y fuerzas del orden, y, sobre todo, el terrible impacto que sacude a las "otras víctimas". Imprescindible para los buenos coleccionistas.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
"Obí, obá, cada día te quiero más..."
El tiempo termina cerrando todas las heridas pero conviene no olvidarlas y esta sobria película nos ayuda a no olvidar uno de los atentados mas salvajes de la historia del IRA.
Contada de un modo sobrio y honesto nos mete en la piel de los que más sufrieron, los que perdieron a sus seres queridos, nos muestra su impotencia y dolor al ver como el proceso de paz se anteponía al hecho de hacer verdadera justicia con los culpables, la búsqueda del bien mayor a cambio de sacrificar el dolor del ciudadano de a pie.
El estilo de la película es hiperrealista intentando ceñirse lo máximo posible a la realidad de los hechos mientras especula con terribles teorías que describen como el gobierno norirlandés estaba al tanto de los planes del IRA para con Omagh.
A día de hoy sigue sin haber culpables, increíble.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Bien como documental. Mal como película
El título de la crítica refleja lo que es la película. Como documental es bueno, ya que es fiel a la realidad. El director nos explica el antes y el después del atentado de Omagh, de cómo el terrorismo puede cambiar las vidas de gente inocente y que no tiene culpa de nada.
Pero creo que para lo que nos cuenta la película, hubiera bastado un documental de 3/4 de hora en televisión. Por todo esto, cuando vas a verla al cine se hace muy pesada, lenta y con escenas sobrantes.
Tan sólo se la recomiendo a los fans del conflicto irlandés, al resto, que vean por tv un documental para que les salga más barato; y sobre todo abstenerse aquellos que vayan buscando acción trepidante o entretenimiento porque no van a encontrar nada de esto.
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9 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
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