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45 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Walk on the Wild Side: al filo de la navaja
La compulsión por el peligro, la fascinación por lo turbio e intrincado, como si albergara algún premio inesperado, la obsesión por repetir comportamientos estériles y espinosos, con un apremio y una insistencia que bordean la locura y la sinrazón, como si el sexo ofreciera una compensación desorbitada o se pudiera llegar a través del sexo a la felicidad máxima o la anhelada pareja siempre soñada pero casi siempre insatisfecha por impaciente, impertinente o pospuesta. Todo esto se recoge con perspicaz meticulosidad en esta película francesa de escaso presupuesto e inquietante desarrollo, donde lo de menos son algunas escenas de sexo explícito y lo mejor la capacidad de observación casi documental de un comportamiento que podría parecer arbitrario si no fuera tan reconocible como desasosegante.

La trama policiaca que sirve de marco a la acción no deja sino al descubierto las contradicciones íntimas del protagonista, que se enamora de un personaje opaco y huraño porque corresponde, quizás, a su ideal de masculinidad, pero cabe preguntarse cuál es el problema de que haya personas abocadas, irremisiblemente, hacia comportamientos dañinos e insalubres, que saben que les pueden costar la vida o la salud, y sin embargo no cesan en su empeño de repetir obsesivamente unas pautas que poco tiene que ver con la felicidad y sólo en apariencia parecen corresponder a la facilidad de contactar sin trabas ni prejuicios con todo tipo de personas, indiferentes a los condicionantes sociales, pero ciegos ante el peligro o impelidos hacia la aventura (o desventura) más desbocada.

Este cinta recoge un episodio no por extremado menos verosímil, donde se dan la mano eros y la compulsión hacia la muerte, en ofuscado aquelarre bajo el sol veraniego y las miradas escrutadoras de un público tan fálico como descerebrado, tan deseoso del orgasmo como incapaz de trascender las limitaciones de un ambiente que ofrece carne al por mayor como en un supermercado pero sin control de calidad alguno. Asistimos a un estudio sociológico de las contradicciones palmarias de ciertas personas, atentas a la satisfacción inmediata y dispuestas a no ver lo que no quieren ver o prestos a mentirse con tal de obtener una promesa de gratificación enloquecida.

No es para paladares pacatos ni gazmoños (el puritanismo queda desterrado por completo), pero ofrece una radiografía precisa y nada complaciente de las penalidades afectivas y vitales cuando buscamos – en lugares equivocados o en personas desaconsejables – una brizna del amor codiciado. Pero la codicia es mala consejera y la tragedia está presta a caer como una pesadilla. Lo dicho, no es para cualquiera, pero el que vaya avisado encontrará un espejo nada complaciente donde ver reflejadas las contradicciones que nos avocan hacia el abismo.
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55 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Amor y cruising sin matorrales
Sin alfombras, ni flashes, ni ruido mediático se ha inaugurado una nueva edición del Atlántida Film Fest, el festival de cine más accesible de todo el panorama internacional. Lo ha hecho con El desconocido del lago, a punto de estreno y con ocho nominaciones a los César en sus espaldas. Tamaña representación en los principales premios del cine francés sería anecdótica si no fuera porque el filme sólo podría salir, y para colmo ser premiado, de una industria como la gala.

De nuevo nos encontramos con una cinta de temática gay, centrada esta vez en el submundo del cruising, ese fenómeno que todo el mundo ha percibido alguna vez cuando frecuenta determinadas playas o determinados baños públicos pero ante el que prefiere hacer la vista gorda. ¿Cómo reflejar en pantalla ese ambiente casi marginal, percibido por tantos como algo sucio, perturbado e incluso degenerado? Pues sólo había dos maneras: desde la distancia y el estereotipo o con valentía y transparencia, que es el camino escogido por Alain Guiraudie en esta arriesgada, y triunfante, apuesta.

El propio director dice haberse sorprendido por la buena acogida de un filme que preveía polémico. Y es que, en una decisión valiente, decide prescindir de todo filtro, no sólo musical o de iluminación, sino también del de la prudencia o el pudor. El desconocido del lago no mueve su foco de una zona de baño nudista y de intercambios sexuales y por ello en ningún momento amaga la realidad con planos calculados o cortes interruptus. Buena parte del trabajo de los actores se realiza en pelota picada. Sin miedos ni tabúes.

Pero Guiraudie va mucho más allá, dejando a La vida de Adèle y sus escenas lésbicas en un mero juego de niños. Porque el filme no es esconde tras los matorrales. Plasma sin ambigüedades lo nunca visto en una cinta comercial, desde besos negros a eyaculaciones muy gráficas, probablemente nada que no pueda verse si uno decide aventurarse en ese oscuro y desconocido ambiente del cruising. Escenas que perturbarán a más de un espectador pero que, a diferencia de propuestas como Nymphomaniac, no buscan el escándalo gratuito sino que incluso pueden estar plenamente justificadas.

Valorar una cinta por la explicitud de sus imágenes, sin embargo, debería ser ya un capítulo superado, y al menos en Francia parece que lo han conseguido. Porque realmente esas escenas rodadas con dobles pornográficos no tendrían ninguna razón de ser si tras ellas no existiera un trasfondo mucho más profundo, como el que presenta El desconocido del lago cuando además se preocupa por desnudar a sus personajes más allá de lo físico.

Lo que Guiraudie en realidad nos está enseñando sin tapujos, además de a un grupo de hombres solitarios en busca del placer exprés, además de un angustioso asesinato que dota al filme de algo más que tensión sexual resuelta aquí te pillo, aquí te mato, es la honesta amistad entre el apuesto Franck y el entrañable Henri. “Te quiero y no me apetece acostarme contigo. ¿Increíble, verdad?”, le confiesa este último al protagonista en uno de sus impagables diálogos. Puede que la película no logre desempañar el concepto hacia los adictos al cruising, ni tampoco lo intenta, pero tiene mérito que de ese entorno de supuesta decadencia y amoralidad logre extraer una preciosa historia de amor verdadero.
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36 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Extraño triángulo.
'L'inconnu du lac' es una película sorprendente en su uso del naturalismo como lanzadera para plantearse cuestiones más abstractas. Alain Guiraudie crea un microcosmos en los alrededores de un lago, con extraños intimando y otros extraños mirando a los primeros. Con pocos recursos, y un estilo de dirección muy austero, se retratan con mucho tino pasiones que consumen y otras que se callan. Sirviéndose tan sólo de planos fijos del lago en calma y los árboles meciéndose, ya se nos avisa de que algo no va bien. No es tanto un desajuste ambiental, sino anímico. Guiraudie acierta en no romper la unidad de espacio, logrando así una coherencia interna y hábil conocimiento de la prioridad dramática, a pesar de que algunos espectadores lo juzguen como repetitivo. No nos interesa la vida rutinaria de los personajes fuera del lago, porque es ahí donde se sienten confusos, inseguros y turbados.

El ambiente conseguido debe gran parte de su éxito a sus actores, y al modo en el que se establece la dinámica de sus relaciones. Franck, el protagonista, conoce a Henri, con el que tiene conversaciones muy agradables y sinceras. Cada mañana, vemos a Henri apartado del resto de hombres, y cuando Franck se acerca sabemos que van a sentirse mejor. Se alivian mutuamente, aunque sólo sea de forma verbal. Conocen las inseguridades del otro, y saben decir las palabras adecuadas sin juzgar los impulsos del otro. Hay armonía. Entre ellos surje una relación platónica, que se hubiera visto consumada de no ser por la aparición de Michel. Más que un personaje, Michel es una fuerza. Una fuerza ante la que el personaje se rinde, somete su voluntad e incluso sus valores, después de ser testigo de algo horrible.

Conforme la película va avanzando, la abstracción en los personajes que al comienzo intuíamos va resultando más clara. Franck es una criatura indecisa, con las piernas a punto de desquebrajarse; una de ellas está en la tierra, y la otra es arrastrada por una peligrosa corriente. Henri es la tierra, paradigma del alma pura, buena y estable, que tal vez por resultar demasiado predecible a ojos de los demás, siempre acaba quedándose sola. Y Michel es esa fuerza pasional que envuelve y hace que quien la siente sacrifique lo que sea con tal de obtener una migaja de sus encantos. Hacia el final, vemos cómo el alma pura, cansada de ser abandonada constantemente, ve su soledad como un martirio irrevocable al que prefiere poner fin. La fuerza del deseo, como la corriente de destrucción que es, accede a llevarse con él al alma pura. Y la criatura indecisa se queda sin la posibilidad de regresar con ese alma afín, atrapado para siempre en los dominios de la fuerza a la que decidió entregarse.

Ecos trágicos de las obras de Sófocles o Esquilo se filtran en este retrato de caracteres atrapados en una miseria autoimpuesta. Los personajes aquí funcionan a dos niveles. Por un lado, son símbolos que elevan la ficción y la historia que se cuenta, retazos de una honda y atemporal naturaleza humana. Por otro lado, funcionan como personajes con su historia concreta dentro de la ficción. Normalmente, los personajes que simbolizan algo no suelen resultar creíbles dentro de la ficción, y los que sí resultan creíbles rara vez trascienden los confines del guión. Aquí se consigue cubrir ambos flancos, y eso es algo de lo que Alain Guiraudie debería sentirse muy orgulloso.
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16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
UNA PELÍCULA DONDE LAS MIRADAS SE OSCURECEN MIENTRAS LOS OJOS SE AGRANDAN
Salvaje, bien construida. Su magia se encuentra en su osadía para mostrar lo que muestra de manera tan explícita.

El mundo de la homosexualidad masculina llevada al cine alejándose en lo posible de ciertos estereotipos manidos y tan recurrentes en cualquier película de género. Sencilla en su exposición y compleja a la hora de resolverse para no caer en tópicos típicos.

Hay mucha simplicidad dentro de su verdad. Se acerca al cruising, algo que los heterosexuales no conocen y a los que podrá sorprender.

Prácticas comunes entre hombres que viven su sexualidad clandestina en libertad, cuando surge la oportunidad y se lo permiten, o ellos mismos se lo consienten.
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17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Vamos al lago a pillar
Calificación: 6, Aceptable.
Lo mejor de la película: Guiraudie ha tomado el “toro por los cuernos” y en un arrebato de valentía ha llevado a cabo una puesta en escena fuera de lo corriente, mostrando sin tapujos multitud de tabús de esta sociedad y con la presencia en pantalla, de forma tan natural, de tanta genitalidad. El desnudo con normalidad de los protagonistas ha sido todo un acierto, rodeado de un paisaje bucólico fotografiado de manera espléndida por Claire Mathon. El orondo Henri es uno de los personajes más interesantes del filme, rebosa simpatía en cada plano.
Lo peor de la película: La censura ejercida sobre el cartel de la cinta, de momento, en dos ciudades francesas. Ciertos planos son demasiado repetitivos (la entrada de coches en el parking del lago) y otros muestran de manera explícita ciertos detalles que causarán pudor en mentes demasiado encorsetadas.
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15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Un lago seco
Esta película recibió el premio Un certain regard en la pasada edición de Cannes y su proyección ha estado envuelta en la polémica por culpa de sus escenas subiditas de tono. En general, no me ha gustado.

Guiraudie no sabe muy bien qué historia tiene que contar: de amistad, un drama, de amor, un thriller... Todo y nada. Tanto batiburrillo hace que no funcione. No me parece que la idea de la película esté bien definida, más bien parece como un todo vale y ¿por qué no? No obstante, tengo que destacar el naturalismo del francés y su atrevimiento al no estigmatizar el sexo homosexual y tratarlo de manera natural, enseñando todo lo que hay que enseñar, sin complejos ni tapujos, con una libertad total que es digna de alabar.

Sin embargo, el guión sí que tiene problemas: es incoherente, está perdido, está falto de objetivo y de razón, por lo que ni me convence ni me engancha la historia de gays de cruising en un lago con erótico resultado y con un misterio por resolver en un final ridículo y desproporcionado. Me hubiera gustado que se hubiera explotado aún más la relación del protagonista con el señor mayor que lo espera todos los días, hubiera sido más empático y a la larga hubiera dado mejor resultado con el final que se ha inventado Guiraudie.

Otra cosa que no entiendo es el sexo. La película es un campo de nabos, enseña de todo (miembros viriles al aire, masturbaciones en primer plano, felaciones, eyaculaciones...). Por momentos parece que esté viendo una porno gay que no viene al caso. Me sobra mucho sexo porque una gran parte de él no está lo suficientemente justificado como para mostrarlo de forma tan abierta. No tengo nada en contra del sexo en el cine, ni me molesta ver ciertas escenas; lo único que ocurre es que no entiendo el por qué, la historia no me lo justifica.

Las interpretaciones son aceptables y punto. El protagonista es inexpresivo, su novio tres cuartos de lo mismo: en las escenas de tensión existe de todo menos tensión. El señor mayor está mejor porque es el que más experiencia tiene y el policía es un señor demasiado extravagante y sobreactuado. El montaje naturista con una fotografía muy bella por los paisajes y la naturaleza debido a un rodaje íntegramente en exteriores y una pobre escenografía no sirven para aumentar el interés en esta historia sin rumbo e indefinida.
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21 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Buena
Pelicula de suspense que aborda la homosexualidad sin ninguna frontera, sin prejuicios, de forma natural como si de una pelicula en dónde los personages son heterosexuales se tratra. La trama, puntuada por ciertos momentos de humor (sobrio) mantiene al espectador alerta, como cualquier buen thriller, aunque se desarolle de forma integral en el mismo sitio. Los personages son interesantes, tienen carisma y algunos son diferentes/nuevos en comparación a lo que ya se ha visto mil veces.
Se aleja totalmente de toda la masa de peliculas "para gays" centradas en intentar emocionar al espectador y hacer pasar el mensaje de “se tu mismo y no te escondas”, clones unas de otras por la trama, el estilo de banda sonora, o la personalidad y el físico de los personages.
Aquí, la homosexualidad ya no se muestra como una libertad por defender, sino como todo lo normal que es, reflejando así el profundo y reciente cambio de mentalidad de la sociedad (puesto que en otros tiempos la pelicula habría sido probablemente censurada).
El director va aún más lejos y rompe los tabús del cine mostrando desnudos integrales y escenas de sexo explícito excluyendo los recursos musicales habituales que interferirían en la voluntad de enseñar el lado más normal y banal del sexo.
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17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El poder del sexo la fuerza de la razón.
Este es el punto del comentario en el que yo me marco una introducción a la película de la que voy a hablar, normalmente enrollándome con los antecedentes del director y el camino que le ha llevado hasta este punto. En este caso esta parte me lo voy a saltar ya que nunca había oído hablar de Alan Guiraudie hasta el pasado Festival de Cannes donde se presentó esta película, que muchos esperaban con ganas. En esta web compruebo que el director tampoco es demasiado conocido para los demás ya que varias de sus películas siguen sin ser votadas, a excepción de su penúltima obra vista en el festival de Gijón.
La primera referencia que oí acerca de El desconocido del lago fue, como no podía ser de otra forma, la del abundante, y bastante explícito, sexo gay que aparece en la película. Vale, ya estaba la película escándalo del año en Cannes. No le dí más importancia. Luego el tiempo ha ido colocando(me) esta película en el justo lugar que se merece y es que, aunque lo del sexo es cierto, El desconocido del lago es mucho más que una colección de pollas y culos.
¿Puede una película ambientada en un entorno tan teóricamente sórdido como un lugar de intercambios sexuales entre desconocidos, con muertes de por medio, ser a la vez sutil y hasta elegante? La respuesta es un SI, en mayúscula.
La historia que plantea Guiraudie es muy sencilla sobre el papel. En un idílico lago, en el luminoso verano francés, se dan cita hombres de todo tipo con la intención de broncearse, nadar, socializar, y, ya de paso, mantener sexo rápido y a destajo en el bosque cercano. En este entorno conocemos al protagonista, Franck, un treintañero que acude muy a menudo al calor del sol y del sexo. Allí entabla una relación de amistad con Henri, un cuarentón que después de dejarlo con su novia pasa su tiempo en soledad, buscando solo un poco de atención, de cariño tal vez. Pero quien deslumbra a Franck es Michel, un imponente desconocido con bigote, que pondrá le en un difícil dilema, en el que la pasión sexual (quien sabe si amor) deberá hacer frente a la lógica de la razón. Pero es muy difícil razonar con la fuerza irrefrenable del sexo. Por mucho que haya un asesinato de por medio.
Guiraudie mezcla en esta historia muchos ingredientes diferentes. La relación que el protagonista mantiene con los otros dos personajes apuntan en direcciones muy distintas, pero las dos avanzan con interés. Por otro lado la muerte que da un giro inesperado a la historia, permite al director introducir elementos de thriller, con peculiar investigación policial incluida, y unas acertadísimas gotas de tensión y suspense. Además Guiraudie no se corta a la hora de mostrar el sexo en pantalla, algo que obviamente se podía haber evitado, pero que encaja perfectamente con el desarrollo de la historia y con la relación que se establece entre dos de los protagonistas. Sin eso, probablemente, la película quedaría coja.
Bueno, pues todo esto que he contado en el párrafo anterior podría dar pie a un mejunje disperso y sin rumbo. En cambio Guiraudie consigue que todos estos elementos confluyan en la pantalla de manera cristalina y sosegada, transmitiendo una sensación tan incómoda como agradecible. Incluso cuando en un momento dado la violencia más explicita hace su presencia en pantalla, la película mantiene ese tono que queda perfectamente reflejado en la serenidad de sus imágenes y en la transparencia de su fotografía.
El dilema al que debe hacer frente el protagonista de El desconocido del lago aporta profundidad al lado más naturalista de la película, mientras que la imperceptible, pero creciente, tensión juega con nosotros hasta culminar en un final brillante.

7.5
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Tranquila pero muy provocativa
“El desconocido del lago” es un drama romántico muy novedoso, plagado de erotismo y con la persuasión de un thriller. Lo más interesante de la obra es justamente lo que usualmente consideramos secundario. La facilidad con que los personajes (y los actores) masculinos expresan la sexualidad es sorprendente, y más aún, cómo el director nos la muestra con la naturalidad con la que vivimos en el sexo día a día, y sin embargo nos parece en cine tan cruda que asusta. La genitalidad aparece como "por accidente", si se la puede evitar no se evita (como estamos acostumbrados), pero tampoco se la suele enfocar especificamente sino que tiñe el fondo. El director enseña un mundo donde la homosexualidad no tiene grandes significaciones ni diferencias, donde la orientación sexual no es motivo de discusión ni de impostura. Eso es justamente lo más grandioso. El escenario, fijo durante toda la película, es una orilla tranquila y apartada con sus alrededores, dónde pocos personajes disfrutan la desnudez al sol. Es allí donde se desarrollan más que sólo atrevidas relaciones sexuales sino también vínculos de amistad y amor. Por supuesto el recurso de este único ambiente relajado ayuda a plasmar esta naturalidad, sin que se haga necesario algún otro; como también ayuda la ausencia de música y sonidos distractores, la sobriedad casi misteriosa de los personajes (excelentemente intrigante), los encuadres serenos y prolijos que nos introducen en un espacio de goce y tranquilidad (en especial los de la naturaleza). Todo esto hace única a la película desde el principio.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Inteligente seducción.
Es correcto comenzar diciendo que probablemente recordaremos a este film como uno de los mejores de 2014. El thriller filmado únicamente en exteriores, nos regala paz a través de los sonidos de la naturaleza que son acompañados de una fotografía y composición de planos que solo alguien que va a quedar en la historia del cine puede realizar. Alain Guiraudie, a diferencia de muchos directores, no usa la homosexualidad como tema de conflicto, sino que con total naturalidad expone figuras desnudas mientras nos cuenta una historia que combina deseo sexual, amistad y misterio. A partir de estos elementos y de las actuaciones colmadas de carisma y dramatismo, se nos permite conocer a los personajes sin hundirse en los estereotipos tan comunes hoy en día. A medida que los minutos pasan, podemos percibirnos como espectadores privilegiados que mueven las ramas y las hojas para poder presenciar todo lo que Guiraudie tiene para mostrarnos, como una abrazo que dura mas de lo que debería o una mirada que esconde pensamientos inquietantes.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
mucho ruido
“El desconocido del lago”, de Alain Guiraudie: aunque por momentos es interesante en la descripción del mundo de la libertad sexual gay, que no deseo llamar promiscuidad, y hay momentos crudos y duros, al revés de "La vida de...", siento que respecto a las escenas de sexo todo está apenas insinuado: la dureza de los vínculos y el deseo no aparecen, queda todo epidérmico, en la superficie. Y ese mundo no es así. Es más fuerte, más mezclado. Aquí los personajes parecen cartoncitos recortados mimando el acto sexual. No siempre, por momentos se logra la crudeza necesaria. Respecto a la historia: me pareció inconclusa, desaprovechada, pretenciosa, un mal film de un imitador de Chabrol. Nada se sostiene, nada se justifica, las acciones de los protagonistas están colgadas de la nada, de nuevo parecen cartones recortados y el final es directamente ridículo. Es cierto que hay momentos buenos, es cierto que el sonido del viento y del agua son hermosos, es cierto que por momentos la película inquieta… pero no es esa obra de arte que se comenta, para mí. Es una película policial con detalles sexuales, interesantes, y nada más.
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7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Mucho más que inquietante
Salí del cine con una extraña sensación de desasosiego que duró lo suyo. Me habían recomendado mucho esta película y, por una vez, con razón. En lugar de sentirme decepcionado me quedó la sensación incómoda de haber recibido un regalo no deseado. Se puede intentar clasificar esta obra como un `thriller homosexual´, pero, en mi opinión, si tan sólo fuera eso no conseguiría despertar interés más que en quienes conocemos ese mundo. La cosa va mucho más allá y, en cierta forma, la circunstancia de que los protagonistas sean gays no pasa de ser una anécdota. `Thriller existencial´ le cuadraría mucho mejor, creo. Aquí se muestran todos los grandes temas de la condición humana, la soledad, el sexo, la amistad, la muerte, el amor, el misterio, la fatalidad... Y se hace sin grandilocuencia, paso a paso, y sin nombrarlos en absoluto. El resultado final, al menos eso es lo que a mí me ocurrió, es una sensación de vértigo, de quedarse sin ningún asidero.
Pero, filosofías aparte, hay muchas más cosas destacables aquí. En primer lugar una interpretación maravillosa por parte de todos los protagonistas. Algo que al menos a mí me llamó la atención desde el primer momento: la falta total de amaneramiento o afectación, tan frecuente en muchas películas francesas y españolas.
Capítulo aparte merece también el ritmo, un crescendo tan gradual que termina consiguiendo que la tensión se vuelva por momentos casi insoportable. A lo que hay que sumar el abrupto y magistral final que no desvelo por no aguar la fiesta a nadie.
Por no mencionar las increíblemente explícitas escenas de sexo, lo más real y sorprendente que he visto en el cine hasta donde recuerdo. Y no precisamente por lo que muestra, que a estas alturas da lo mismo, sino por cómo lo hace. ¡Qué diferencia con, por ejemplo, `Vida de Adèle´ o, ya no digamos, `Alabama Monroe´, por citar dos casos extremos. El sexo de cartón piedra es la regla y no la excepción en el cine actual.
En resumen, como se suele decir, una obra que no dejará a nadie indiferente, te fascinará o la encontrarás aborrecible. Y que, a los que no apreciamos especialmente el cine francés, nos obligará a replantearnos el tema.
¡Chapeau!
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Huellas en la arena y en el espectador
Al ver esta película, una de las primeras cosas que me vinieron a la mente era que por fin, partiendo de un punto de referencia como es esta obra, podía juzgar lo visto en Nymphomaniac, aunque las compareciones sean odiosas y etc. Y la conclusión a la que llegué es, por mucho que me gustara Melancolía, dicha peli se revelaba como una pirueta de niño malo tratando de impresionar con su "atrevimiento". Es muy posible que mucha gente se incomode viendo El desconocido del lago, pero aquí, desde luego, lo que impera es la naturalidad y la transparencia absoluta, las ganas de contar una historia y sobre todo de plantear una serie de conflictos personales, y no las ganas de provocar.

Partiendo de unos elementos muy "desnudos" (ja), como son un puñado escaso de personajes y apenas tres localizaciones que no son sino partes de la misma, es increíble la cantidad de cosas que el director y guionista pone sobre la mesa. La dificultad de establecer un contacto profundo, la soledad (pero una soledad realista y descarnada, nada de postales), el autoengaño, las dudas morales, la negación de los propios deseos, la lucha de la razón contra los sentimientos... En el pequeño mundo del lago, cada uno de los personajes representa una forma de enfrentarse a su sexualidad y por extensión a su vida, pero todo ello sin tratar nunca de moralizar ni dar respuestas fáciles al público. El personaje del inspector, a nivel "filosófico" y no ya solo argumental, supone el elemento revulsivo que observa desde fuera y hace a los "habitantes" cuestionar sus decisiones.

Todo ello narrado con gran precisión, naturalidad y un tratamiento del sexo no muy común. Muchos críticos hablan de "crudeza", pero francamente no me da la sensación de que el director pretenda mostrar el sexo como algo intrínsecamente desagradable y sucio, como tantas veces se hace en el cine, sino más bien todo lo contrario: algo intrínsecamente bueno cuando hay pasión por ambas partes (aunque una de las dos partes no sea precisamente muy "bueno" que digamos).

En fin: sumado a unas interpretaciones entregadas y valientes (aunque usaran dobles, cualquier actor no se prestaría a algo como esto), unos personajes interesantes, una fotografía precisa y por momentos bella y un guión conciso pero rico en matices, nos queda un peli de las que dejan huella y dan que pensar para mucho después de haber salido del cine.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
L'Inconnu du lac
En una entrevista al director se le preguntaba que si éste era un film político. Su respuesta dubitativa respondía a la esperada dificultad que tiene siempre un director a hablar con franqueza de su obra.
Después de verla no tengo ninguna duda. Este filme es una completa reafirmación de unos valores políticos en tanto a la reafirmación de una sexualidad minoritaria. De una minoría a la que todavía le queda por luchar más de lo que unos simples avances legislativos suponen para una sociedad, en una Francia actual donde todavía se manifiestan en masa por la consecución de estos.

Con unos planos de especial belleza y unos actores en estado de gracia física y actoral, Guiraudie nos coloca en un mundo aparte y desconocido, donde el sol brilla y lo sórdido desaparece entre los juncos y árboles de este enigmático y a veces apocalíptico lago. Lo descarnado y lo sexual aparece de una forma completamente natural como si conformara una pieza más de ese engranaje desconocido por imposible que es de conocer. Ese sol que siempre se vuelve a poner y ese verano que no se volverá a repetir.

Un final rotundo en una consigna necesaria y sutil ante la irreflenable necesidad que tiene el ser humano de conocerse y explicarse a sí mismo.
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9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
La naturaleza del deseo
Pelicula sin banda sonora, sin arreglos de luz, natural y descarnada como la historia que cuenta. La búsqueda del amor, del sexo en una comunidad muy reducida. En un momento, un personaje hace una buena reflexión, sobre la falta de solidaridad, de empatía con el otro. Es la clave para comprender esta película y las relaciones esporádicas en nuestra época. Nada importa más que el placer momentáneo de la seducción, del éxtasis sexual. ¿Hacia dónde camina nuestra sociedad?. A un vacio existencial, a una frialdad fisica donde solo importe lo exterior y el placer físico sin importarnos el qque tenemos al lado; si es buena persona, si es un malvado.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Conocimiento Carnal
No conocía el trabajo del realizador Alain Guiraudie hasta que me he encontrado con El desconocido del lago. Prometo ahora tragarme todas sus películas, pues con ésta he descubierto a un realizador honesto, valiente, sensible, con un espectacular sentido de la atmósfera, arriesgado, veraz y todos los adjetivos similares que se quieran añadir.

El desconocido del lago se sitúa en un único escenario: la pequeña playa al borde de un remoto lago de algún sitio de Francia, donde acuden hombres solos para relajarse y practicar cruising. El protagonista, Frank, establece distintas relaciones con otros habituales, hasta que se enamora gradualmente de un desconocido (nota maestra: desconocido para él y también para nosotros), Michel, aún sabiendo con seguridad que es culpable de un crimen allí cometido.

Este sencillo planteamiento sirve a Guiraudie para realizar un filme que explora en las personalidades de todos sus protagonistas, cogiendo el estereotipo de cada hombre gay y subvirtiéndolo hasta encontrar la verdad detrás de él. Las relaciones que se establecen entre ellos (platónicas, amorosas, sexuales, de amistad), a través de unos excepcionalmente sencillos pero profundos diálogos, llevan a la cinta a convertirse casi en un estudio antropológico sobre sus protagonistas, sin tratarse de una crítica pero evidenciando sus faltas, sin ser morbosa pero sin la morosidad sexual de casi todo el cine contemporáneo (he leído por ahí críticas contra la cantidad de desnudos y lo explícito de sus escenas de sexo: vamos a ver, es como si ante una película de vaqueros te quejas de que salen demasiados caballos o pistolas; el contexto es este, no se puede contar de otra forma…). Relaciones, retomo el tema, las de su protagonista con Michel, el solitario Henri, o cualquiera de los demás desconocidos, tan hermosas como terribles, tan efímeras como trascendentales.

Guiraudie, con un excepcional manejo del tiempo escénico y del tempo de la historia, realiza un virtuoso seguimiento de la naturaleza (humana, literal) a lo largo de esos 10 días en que la cinta nunca sale de ese paraje natural. Un paraje tan bello como subyugante, de atmósfera sostenida en la tensión y el deseo. Repleta de planos fijos, largas miradas a significativos cambios naturales (el viento, el agua, la zona donde aparcan los coches) y atención a sus valientes actores, que con un trabajo mesurado y sencillo nos hacen creer que en realidad no lo son, que todo es una improvisación de gente real. Pero no, el guión está dicho palabra por palabra, y sus intérpretes lo son en realidad, lo que le da aún más entereza artística a esta pequeña y magnífica película, con tanto estilo como sabiduría sobre la naturaleza humana en lo referente al deseo, la soledad, el amor y la necesidad del otro.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Anonymous Interruptus.
Si La vida de Adèle trata sobre la exploración romántica más desatada y lasciva entre mujeres, sería justo decir que El desconocido del lago lo es entre hombres. Lejos de ser ambas, sobre todo esta segunda, una apología defensiva de la homosexualidad, el filme de Guiraudie muestra una exposición casi espontánea del deseo irracional y su mixtura genera un empaque que va mucho más allá del exhibicionismo gratuito, pregonando de forma susurrada la libertad de acción y participación ante las embestidas los impulsos carnales.

En consonancia, las prácticas eróticas de estos siniestros difusos están rodadas con una apasionada carnalidad, como si el director buscara en la imagen el acoplamiento entre el imaginario fogoso y su impresión perenne en la memoria. Un film que se siente más que se ve, que trasciende ritos onanistas y sudores fríos para retratar el amor inesperado, fugaz, lujurioso, homosexual. El amor, en sí. Sin etiquetas.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
"Yo estaría asustado en tú lugar"
Película que se desarrolla durante el verano, en un solo escenario el cual es un lago y el bosque contiguo, lugar predilecto para que hombres lleguen a tomar el sol, bañarse, hacer amistad y a tener encuentros sexuales algunos esporádicos otros más en serio.

El film se centra en Franck (Pierre Deladonchamps) un apuesto joven en busca de amor, que conoce a Henri (Patrick d’Assumçao) un tímido regordete de buen corazón y a Michel (Christophe Paou) un tipo que se convierte en su objeto de deseo.

Franck iniciará pronto un romance con Michel, a pesar de los peligros que este puede representar dentro de su integridad, y además por la forma de pensar de este hombre que lo único que desea es tener encuentros sexuales.

L'inconnu du lac es un film de corte erótico que muestra sin recato y de forma normal las relaciones entre estos individuos, una exploración interesante de la sexualidad latente en ellos y lo que cada uno busca encontrar dentro de sus posibilidades.

Si bien la historia de Guiraudie es atractiva, donde más destaca es en la dirección por la apuesta de utilizar escasas locaciones pero que no vuelve aburrido el film que tiene una duración perfecta que apenas sobre pasa la hora y media.

Buenas actuaciones por parte del elenco, un trabajo arriesgado pero que va más allá de las escenas sexuales. A mi parecer la película cumple con lo que desea mostrar, ni más ni menos, una propuesta interesante.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Interesante pero con sospechosa moralina
Interesante y desasosegante película sobre la soledad, la visceralidad del sexo, el gusto por lo prohibido, las rutinas adictivas. Perdura en la memoria como una experiencia perturbadora. El tono redundante de algunas escenas y el único escenario es un acierto absoluto, se plasma bastante bien cómo es el mundo del cruising/cancaneo. El contraste entre lo idílico (el ruido del agua al nadar, la belleza del paisaje) y lo oscuro también queda perfectamente reflejado.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Todo lo empaña el deseo.
Un lago, el bosque, un estacionamiento, son los elementos, todos en un mismo sitio, con los que Alain Guiraudie cuenta para desarrollar la historia que se sucede en El extraño del lago, película que es una especie de thriller erótico y perturbador, filmado con rigor y pasión.

Franck suele ir al lago y al bosque adyacente para buscar sexo casual con otros hombres, ahí conocerá a Henri, un hombre maduro recientemente separado con quien suele charlar, después verá a Michel quién se volverá su objeto de deseo. Michel suele estar acompañado de otro joven a quienes Franck observa mientras tienen un encuentro sexual en el bosque.

La actividad voyerista de Franck lo llevará a ser testigo de un crimen ocurrido en el lago, en una secuencia filmada con maestría absoluta. Esto no minará la pasión de Franck para con Michel y continuarán sus escarceos. A partir de ahí, todos los visitantes recurrentes al lago serán sospechosos del crimen y serán interrogados por un peculiar inspector de la policía.

Con una narrativa clásica, con muchos momentos cercanos a Hitchcock, Guiraudie consigue un film que va construyendo sin prisa alguna las conexiones entre los personajes, y también la relación de éstos con el espacio donde se desarrolla la acción.

Y es que es de resaltar la correcta utilización del espacio como efecto dramático; el juego espacial entre el lago, la playa y el bosque, y el recurso del estacionamiento, el auto de la víctima y los otros autos que van y vienen son utilizados para reflejar el paso del tiempo.

Como en sus películas previas, Guiraudie no teme mostrar los cuerpos masculinos desnudos en plena actividad sexual, eso es lo que los personajes van a buscar al lago y logra que el sexo se convierta en una actividad cotidiana y no distractora ni escandalosa para con el relato.

Una película para observar y dejarse llevar; sol, agua, playa, cuerpos, un pez misterioso y un crimen a mitad del lago. Guiraudie combina todo a la perfección y consigue una obra maestra llena de sutilezas, pasión, obsesiones y demás linduras que trae consigo el deseo.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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