50 Críticas de los usuarios

Gentes decepcionadas con Cuento de invierno y soltando pestes de ella por sus teclados: al final de esta crítica hay un párrafo con unas cuantas verdades. Pero aquí va otra que dijo en su crítica de la película el gran Jesús Usero de la revista Acción Cine: Si fuera una película de animación estaría todo el mundo dando palmas hasta con las orejas.
Y que conste que algunas de las críticas que está recibiendo la película de Akiva Goldsman (excelente guionista desde hace años, sorprendente por su buen hacer en su debut como director) son ciertas. Principalmente porque a poco que se analice un poco la historia y sobre todo su bucle temporal una vez se traslada al espectador a 2014, el castillo de naipes se viene abajo. Pero es que, queridos amigos, esto es un CUENTO, por si alguien no se había dado cuenta... y parece que eso no se está entendiendo, como tampoco se entendió en su día que La joven del agua de M. Night Shyamalan era otro tanto. No hay que buscarle demasiado sentido ni verosimilitud a una historia tan eminentemente fantástica como esta, con caballos que vuelan, demonios y extrañas paradojas temporales, porque precisamente ese es su encanto. También es cierto que existe una sensación de que la historia quiere abarcar demasiadas cosas en demasiado poco tiempo (la historia de amor de Peter y Beverly, la rivalidad con Pearly, la amistad de Peter y Virginia, la teoría de los milagros y el amor incondicional que vertebra toda la película, la simbología estelar, etc), y como consecuencia la narración va demasiado deprisa como para emocionar al respetable con el amor trágico de los protagonistas todo lo que lo debería haber emocionado e identificado con Peter y Beverly. Hay también personajes desaprovechados (el de Virginia, por ejemplo, a la que interpreta la siempre excelente Jennifer Connelly) y el enfrentamiento final entre Peter y Pearly sabe a poco por lo corto que resulta. quizá no hubiese estado de más que la película fuese más larga.
Pero nada de esto puede ocultar el hecho de que Cuento de invierno es una película que sigue al 100% los cánones de un género, el romántico, que pocas veces en los últimos años ha brillado con tanta luz como aquí. La película no sólo es entretenida, sino que resulta romántica sin ser cursi y está pensada para hacer las delicias de todos los aficionados al género. Y para los que no lo sean mucho, tiene un aire a Frank Capra innegable, a ese cine que ya cada vez se hace menos, cargado de buenas intenciones y al que no le avergüenza ponerse sensible y tierno. Tiene además un acabado visual que funciona a la perfección (aunque las alas mágicas del caballo podrían haber estado mejor hechas), un buen puñado de momentos memorables (el final, todos los que comparten Beverly y Peter, el encuentro en el parque entre este y Abby, las entrevistas entre Pearly y su "jefe") y especialmente un reparto que lo da todo. Russell Crowe no tiene que esforzarse mucho porque el rol de villano lo domina a la perfección pero aun así es una gozada verlo. Eve Marie Saint es una leyenda viva de la pantalla y sería interesante hasta leyendo un contrato de iTunes. Jessica Brown-Findlay tiene el personaje quizá menos interesante de todos, pero a estas alturas, con Downton Abbey y sobre todo una interpretación de órdago en Albatross a sus espaldas, ya no tiene que demostrar nada a nadie. Y Colin Farrell vuelve a demostrar una vez más que no merece el desprecio crítico y de público al que normalmente está expuesto. Aquí se mueve como pez en el agua en la piel de un tipo muy distinto a los que ha interpretado en el pasado y regala un tercio final de auténtica brillantez (atención a cuando llora mirando la fotografía de Beverly en el ordenador).
Así pues, quisiera terminar esta crítica rompiendo una lanza a favor de esta película tan maltratada, porque, con todos los defectos que pueda tener, es lo que es y no engaña a nadie. Quien se sienta estafado o no entre en el juego es porque ni siquiera ha leído el título de la película ni echado un vistazo al poster. Cuento de invierno, señores. Así pues, ¿qué se puede esperar salvo magia, romance y fantasía?

Lo mejor: Los actores, la belleza visual de la cinta y el tono puramente romántico de la propuesta.
Lo peor: Quiere abarcar demasiado en muy poco tiempo y ciertos personajes están desaprovechados.

Le doy un 2 por la banda sonora de Hans Zimmer y por la fotografía que son las dos únicas cosas que merecen la pena de esta película. La verdad es que iba con la intención de que no fuera tan mala cuando he visto que tenía un 4'4 el día del estreno, pero me parece que un 4 ya es sobre valorarla.

Al principio creía que tenía mala nota porque veía mucho simbolismo que no terminaba de resolverse, pero a medida que avanza y los diálogos empiezan a no tener sentido alguno me han dado ganas de irme de la sala. No lo he hecho porque había pagado y seguía con la esperanza de que al final cobrase algo de sentido, pero todo lo contrario. A cada minuto que pasaba y a cada frase que se citaba la película era más aburrida, más ridícula y no paraba de preguntarme lo que se habrían fumado los autores de esta bazofia.

De verdad, no perdáis el tiempo viendo esto porque es lo más ridículo que te puedes echar a la cara.

Francamente, después de toda la bazofia que nos está condenando a ver este siglo de series televisivas, y del bajo nivel de la mayoría de los films que podemos ver, ¿Quién puede condenar "Cuento de invierno"?. No necesito entrar en spoiler, sin duda es un cuento de hadas un poco retorcido y algo increible por momentos, incluso si la mente se mantiene abierta, pero no deja de ser un guión mágico, trasformado en película por magníficas interpretaciones, Magnífica Jessica Brown y Jenifer Connely (como siempre por cierto), increiblemente bien Collin Farrel y notable Russel Crowe, varios secundarios, casi cameos (Will Smith) para dar lustre, y una admósfera mágica llena de juegos de filtro, hoy en día innecesarios con los preparados digitales del film. Dulce y tierna, Habrá quien la pueda calificas de "ñoña" (nunca me ha gustado esa palabra) pero realmente, en los días que nos ha tocado vivir, sea cual sea la disculpa o el instrumento, se agradece un poco de calorcito en la pantalla grande, el amor con mayusculas anda dando saltos entre comedias románticas, ya no muy de moda y ceremonias nupciales de serie televisiva (por cierto, estas llenas de trampas como los 100 obstáculos) Cuento de invierno se merece almenos un voto de confianza, un notable, puede que junto a "Amor entre dos mundos" no podamos contar a nuestros nietos que fuimos a ver el estreno de obras maestras....pero...francamente...¿Importa?, deja un sabor de boca agradable y hace honor a cualquier cuento infantil, magia y amor para todos los públicos sin faldas plisadas, ¿se puede pedir más para pasar una tarde de sábado?

Película estrenada a propósito durante el día de San Valentín para engordar su taquilla explotando el filón de pastelón rosa envuelto con un gran reparto encabezado por un Colin Farrell que aquí está completamente desubicado y fuera de bolos, con una Jessica Brown que mejor que se vuelva a Downton Abbey, porque aquí está horrenda y no tiene química con Farrell, y hay que ser muy mala actriz para no tenerla.
El resto del elenco es impresionante, empezando cómo no por el gran Russell Crow, bastante "gran" en esta cinta, y con su inseparable Jennifer Connelly (su personaje es lo único por lo que decidí tragármela, y lo único que salva un poco la gran cagada de Goldsman ¿qué le habrá pasado esta vez, para abrir nuestra cabeza y pretender que paguemos y paguemos, para meternos dentro kilos y kilos de azúcar? En fin, una película que es un desastre y un despropósito en la que todo decepciona, yo no he leído el libro, simplemente vi el trailer, me engañó y la fui a ver el día de los enamorados, como un montón de gente. Lo único que vi convibcente fueron los efectos, el vestuario y la actuación de Jennifer, porque lo demás es un producto ñoño e inútil que induce a quedarte dormido en la butaca. De las peores de este año, ya lo he leído de algún crítico y me temo que es verdad.

Increíblemente, esta historieta nace en la cabeza de un adulto. No, peor, de dos. Porque es la adaptación de una novela, que por libre que haya sido, el librito también debe de tener lo suyo. El resultado es un derroche de estupideces sin límite, contadas con la más burda e indecorosa de las cursilerías. Una cosa muy ridícula.

Bueno, lo voy a intentar. A ver cómo cuento esto sin pasar vergüenza ni desvelar demasiado… Pues resulta que hay una chica enferma de fiebre que tiene que dormir en bolas al raso e ir por ahí descalza pisando la nieve para que le baje la temperatura corporal y evitar así que le pegue un jari. Pero entonces conoce a un muchacho con un torrado indescriptible que entra en su casa a robar (instado por un caballito jerezano, ojo al dato), y del calentón que le pega, pobrecica… no puedo seguir. El caso es que da igual, porque la peli resulta que al final va de otra cosa. No da tregua al espectador.

Pido un aplauso para los actores, que no sólo son muchos y buenos (Russell Crowe, William Hurt, Will Smith y Jennifer Connelly, entre otros) sino que todos y cada uno de ellos fueron capaces de soltar cada línea de su texto sin partirse el culo de la risa. Algo muy meritorio y, en verdad, muy triste, porque este bodrio inmundo no se merece un reparto así.

También pido una ovación para Akiva Goldsman, que consiguió reunir a semejante elenco y tirar para adelante con su peli sin pararse a pensar que la iban a ver sus parientes, amigos y conocidos en general, con el respectivo cachondeo que, supongo, habrá tenido que soportar desde entonces. Así se le caiga la cara de vergüenza. Anormal.

El problema de esta película no es ni mucho menos que su argumento sea malo. Pues el argumento es de una gran imaginación y nos plantea un universo de magia y milagros. Cuanto menos interesante. El problema de esta película es sin duda la segunda parte de esta. La que sucede en el presente. Las tres cuartas partes de la película ocurren en el pasado. Un pasado lleno de amor. Y que personalmente me encanto. En cambio en el presente. Que ocurre la esa parte de cuatro. No puedo decir lo mismo. Le falta desarrollo. Saber el porque de cada personajes. Encariñarte con ellos como con la primera parte del film. Personalmente me ha gustado. Recomendable si quieres pasar un rato con tu novia o ver una historia romántica con altos toques de fantasía.

La magia que encierran esos pequeños relatos cargados de imaginación que son los cuentos, permiten al narrador de historias romper las barreras de la realidad para crear universos donde la única frontera es el infinito del subconsciente. Akiva Goldsman, narrador de historias de reputada filmografía en el séptimo arte, y con algún que otro descalabro argumental en su haber, ha decidido en esta ocasión añadir a su labor de compositor de letras, la de creador de imágenes. Con un relato basado en la novela homónima de Mark Helprin, Goldsman inicia su incursión tras las cámaras con pies de plomo y temor a dar pasos en falso.

Por desgracia, ese fantástico mundo de los cuentos, no suele ser susceptible a esa necesidad de corrección formal. Las fábulas, exigen el uso de todo el potencial creativo del creador. Poner sobre la mesa recursos narrativos inverosímiles que se entremezclen en hermosa danza con los matices de nuestra realidad. Es por eso, que "Cuento de invierno", parece zozobrar en su camino por encontrar el tono de su historia. Goldsman no se atreve a dejar volar a la fantasía, y busca desesperadamente atarla a la realidad con algunas pinceladas de falsa cordura que restan verosimilitud al relato. Esta preciosa fábula, pide a gritos que la dejen volar directa al corazón de los espectadores, sin embargo, la capacidad narrativa de Goldsman tras las cámaras, corta las alas a un cuento que languidece en el temor a soñar.

Porque tras los avatares del destino que persiguen a los protagonistas de la historia, se esconde un hermoso relato, cargado de esperanza, que retoma una vez más, la eterna lucha del bien y el mal, concediendo al amor ese poder redentor que, a un servidor, tanto le hace confiar en el ser humano. Lejos de las interpretaciones pseudoexistenciales o religiosas de cada uno, la base de este cuento, es un precioso canto a la vida y a la muerte, que sin embargo, se presenta en la pantalla dibujado con trazos demasiado gruesos para la delicadeza de su mensaje. Goldsman, parece no confiar en sus propias capacidades y retiene el relato en un punto dramático que no le permite llegar a los caminos de la fantasía, algo que la cinta pide a gritos. Estancada en ese punto, el resto de elementos de la película parecen oscurecer, a excepción de la preciosa banda sonora de Hans Zimmer, sin duda, lo mejor de la obra: las interpretaciones necesitan más alma, los personajes más matices, las escenas más pasión.

"Cuento de invierno", es por tanto una de esas historias que siempre dejarán con la duda de qué podrían haber llegado a ser en manos de un director más arriesgado o con las hechuras de un gran cuentacuentos. De momento, lo que nos encontramos, es una película de precioso mensaje, con una historia delicada, pero coartada en sus ganas de alojarse en los corazones de los espectadores.

Y es, ¿quién de todo el elenco de famosetes fue el primero en aceptar este cagarro de guión new age?

Porque está claro que sólo uno se lo leyó y el resto se fue apuntando por reparto.

Will Smith diría: "Una peli con Russell Crowe. Vale me apunto".
Russell Crowe diría: "Una peli con el guapete de Collin Farrell. Venga sí".
Collin Farrell diría: "Una peli con Jennifer Connelly. No es la más genial pero acaba de hacer Noé. OK".
Jennifer Connelly diría: ...

Bah, ni sigo. ¿Has sido tú verdad Collin? Te pasaron el guión y te pareció que molaba lo que más. ¿Y qué hiciste después? Ir llamando a todos tu amigos actores con dobles "ll", "rr", "nn", "ff", "tt" y "ss" para que combinaran contigo en el cartel y todo quedara aún más chachi.

Pues esto es lo que sale. Al menos sirve para una cosa, para mirar con mejores ojos al resto de películas romanticonas que creías que eran basura y ahora ya no tanto por comparación.

La palabra clave para entender y tragar esta película es desentrañar. Akiva Goldsman uno de los responsables de la serie Fringe se ocupa de la dirección haciendo que la trama sea igual de complicada que leer un jeroglífico egipcio. Así que aunque suene a Morse intentaré explicar mis impresiones subjetivas sobre semejante potaje. Chico Malote llegado y caído en desgracia más caballo tipo Pegaso da igual a ser maligno que lo sabe todo. Pelirroja mujer dulce y débil más traición igual a milagro que viene. Frontera entre el bien y el mal mas amor igual a fracaso y depresión. Paso del tiempo más olvido igual a ya no hay fronteras ni imposibles. Mujer centenaria que se pasea como una rosa mas una joven morena igual a Malote las pelirrojas abundan. Conclusión igual a Milagro. Traducción, si entendiste algo el que acometió el milagro fui yo. Ay pena penita pena.

Érase una vez ... una película con la que debutó como director el guionista Akiva Goldsman, llamada 'Cuento de invierno', según el narrador de esta crítica la película resultaba tan fría y helada ... que decidió llamarla 'Cuento de infierno'. Fue estrenada en nuestras salas a propósito con fines totalmente pretenciosos y comerciales el 14 de Febrero (Día de San Valentín), su única intención no era otra que la de atraer ciegamente a las masas de adolescentes enamorados e incautos, y a los que buscaban una cita romántica en un absurdo, aburrido y confuso cuento infantil mal desarrollado y peor contado. Se dice que dicho cuento, se basaba en la novela 'Winter's Tale' (1983) de Mark Helprin. La historia de tal pasteloso cuento Disney, no dejaba de ser la típica eterna lucha del bien contra el mal, el cielo y el infierno ... actores como Colin Farrell, Jessica Brown Findlay y Russell Crowe ¿que hacían en las páginas del estúpido cuento? por no mencionar el patético papel de Will Smith.

- Aburrido cuento - (FIN).

Otra película más con un guión digno de tirar a la basura. ¿Tan difícil es crear historias que me pueda llegar a creer mínimamente? No sólo no me creo bastantes cosas de las que me cuentan, es que, además, los diálogos son malos y el resultado final un tremendo aburrimiento.

Es una historia de amor, vacía de amor con cero química entre los actores. Russell Crowe siempre haciendo el mismo papel y siempre en la misma línea interpretativa. Jessica Brown Findlay es un plagio de Kristen Stewart pero en buena y modosita. Seguro que si lo hace ella me lo hubiese creído más.

Y la última media hora no tiene ningún sentido dentro de la película... No quiero hacer spoiler pero todo el que se atreva a verla sabrá de lo que hablo.

El trailer engaña y eso no me gusta...

Una fantasía como ésta siempre entraña ciertos riesgos: no es infrecuente caer en el ridículo con ellas. El jugar con el espectador buscando sus puntos sensibles requiere de mucho tacto en la presentación de tramas "sobrenaturales" como la de este "Cuento de Invierno".
La película de Goldsman no consigue sus objetivos, pero tampoco resulta un desastre completo
Hay algo en ella de chorrada trascendente, pero también de historia entretenida. Es un equilibrio complejo, pero la cinta es de esas de las que sales de cine de tres formas distintas: qué memez he visto, qué bonita ha sido o no entiendo muy bien lo que ha pasado en la pantalla. Tal vez el entretenimiento puro y duro requiera de cosas más simples; algo accesible para todo el mundo con buenos y malos y todo eso que tantas veces hemos visto, pero que resulta tan efectivo. Con seguir una líneas más ortodoxas quizá esta historia de ladrones y salvación hubiese resultado mas digerible.

Asombroso, aunque quizá no tanto, es que esta película tenga aquí desde un 1 a un 10.
La explicación, además del tópico de que sobre gustos no hay nada escrito, es el género. Quien tenga alergia al cine fantástico-espiritual lo mejor es que se abstenga.
Quienes no tienen inconveniente en soñar pueden pasar una rato interesante, con buena música, excelente fotografía, caras de actores familiares.
El resumen es que el amor todo lo puede y que vence al tiempo y a la muerte.
Y de fondo la eterna lucha entre el bien y el mal, ángeles y demonios, aunque aquí los ángeles están más camuflados que los demonios.
Colin Farrell lo hace muy bien, como siempre. Y Jessica Brown es un ángel.
En fin, que en este mundo hay de todo.

Había una vez un guionista brillante, tanto como para crear una complicadísima serie de televisión que cautivaría a los espectadores: Fringe. Un buen día, ese mismo autor decidió tirar por la borda su reputación y parir Cuento de invierno, una bazofia de dos horas cuyo mensaje cabalga entre la autoayuda y la evangelización del espectador. Fin del cuento y principio del bodrio.

Estamos ante el clásico planteamiento del bien frente al mal, ángeles y demonios, cuya única originalidad reside en ligar esa manida lucha a la astronomía y dotar al superficial discurso de un aire pseudo científico. Una voz en off nos va dando la plasta a lo largo de todo el film con la típica y recurrente moralina barata made in América. Que si todos somos iguales, que si todos estamos conectados, que si al cumplir nuestro propósito subimos al cielo en forma de estrellas, que si los malos muy malos reciben su merecido, que si el protagonista no es tan malo y que si lo era es que tenía un motivo para serlo… Se me saltaban las lágrimas. De la risa, claro.

Toda la primera parte de la película es de un inverosímil aplastante. Un ladronzuelo se enamora, así de repente, de una damisela en apuros (cómo no, de nuevo marca de fábrica); enferma pero feliz (vaya, qué buen corazón). La familia de ella, forrada, con cuatro preguntas “inteligentes” que el padre le hace al protagonista, ya da por buenas las intenciones de este y acepta al maleante como yerno. Oh, qué bonito, cuánta igualdad. La segunda parte del film es para partirse. Las incoherencias, al igual que las absurdas reacciones de los personajes, se van acumulando. La trama avanza casi por el mismo milagro del que habla la película. Diálogos tan superficiales como la construcción de los personajes que los vomitan. Y un Colin Farrell haciendo de la más patética y lacrimógena versión de sí mismo.

Una película puede ser aburrida, insustancial, estar mal desarrollada… Pero si además de todo esto, contiene mensajes que de subliminales solo tienen las intenciones, entonces mosquea. ¿Por qué permitir que nos metan con calzador la moralidad religiosa y conservadora del otro lado del charco? En definitiva, un desperdicio fílmico que podría haber durado media hora menos. Seguiría siendo de pésima calidad pero, al menos, más corta.

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No me puedo extender en calificar lo que a mi parecer, no es del todo calificable. Quizás sea que, tanto el fondo como la forma, transitan por una dimensión diferente a las que yo puedo acceder, o quizá que mis entendederas son más estrechas de lo necesario para estos "guisados", pero lo cierto es que tras su visionado... como que te quedas frío. Pudiera pensarse que el destino de una historieta así es el público adolescente, pero someter a un sector de población tan sensible a este desafuero sería un crimen de lesa humanidad, o el infantil... pues peor; y tras no encontrar respuesta a estas cuestiones, concluyo que esta película transita -no sé si intencionadamente- por el limbo de los "sin motivo ni razón"
Si podéis evitarla, mejor.

Akiva Goldsman es probablemente uno de los guionistas que provocan todo tipo de comentarios a la hora de juzgar una filmografía llena de éxitos de taquilla, pero también repleta de luces y sombras.
En esta ocasión se pone detrás de la cámara en su debut para la pantalla grande, tras curtirse en estas lides en series de televisión como “Fringe”. Y sorprendentemente lo hace con una historia excesivamente personal, disfrazada de gran drama romántico pero con elementos que la entroncan con las corrientes típicas de la “new age”.
Como espectador debes hacer un ejercicio de introspección que produzca la aceptación de cualquier tipo de incoherencia en el relato. En esta película todo es posible, desde caballos voladores, viajes en el tiempo imposibles y seres sobrenaturales llegados del mismísimo infierno.
La crítica internacional la ha destrozado, al igual que lo han hecho muchos espectadores que asisten perplejos ante un drama nada convincente.
Y lo más curioso es que la historia de amor funciona de manera bastante aceptable, jugando con ese lado romántico que nos han mostrado una y otra vez, enmarcada en las dos primeras décadas del siglo XX. Pero el conjunto no funciona, hay muchos personajes accesorios, y la presencia de los “demonios”, con Russell Crowe y Will Smith ¡!, chirría hiriendo de muerte a la película.
Esta amalgama mal digerida se hace presente principalmente en los primeros tramos del metraje, donde más de uno se sentirá desorientado. La película termina por centrarse, siempre y cuando aceptes las reglas del juego en todo momento.
Dos aspectos fundamentales como la creencia en los milagros y la presencia de un mundo interconectado en el espacio y en el tiempo son las mejores bazas de este cuento con una dirección artística de nivel y una música de Hans Zimmer bellísima.
Pero Goldsman ha errado en el tono, al guión le hace falta eliminar situaciones y personajes, y a buen seguro le hubiera salido una obra redonda y mucho más conmovedora.
La película la podríamos enmarcar en esa serie de cintas románticas como “Cloud Atlas”, “Más allá del tiempo” y sobre todo en esa joya (casi olvidada) titulada “En algún lugar del tiempo” donde Christopher Reeve termina rompiendo las leyes de la física con tal de reencontrarse con su amada Jane Seymour.
En definitiva Goldsman nos ha ofrecido una película irregular e incoherente, pero que bajo sus capas, hay un buen relato ideal para los grandes románticos.

No es una película para ser vista con "lógica y razón", por eso la magia es magia. Espectacular película y guión para los que creen en la trascendencia del alma. Hace falta creer en el AMOR que existe en la humanidad. Por eso el cartel "Esta no es una historia verdadera, es una historia de AMOR", mucho más allá del amor de pareja.

Hace un año más o menos, fui al cine con una amiga para ver Nymphomaniac Vol 1. Antes de empezar, pusieron el trailer de Cuento de Inverno, la cual se estrenaba próximamente.

Nos hizo gracia; historia de amor, más principios de siglo XX más Colin Farrell, más música bonita... acordamos ir a verla cuando se estrenase. Y fín de la historia; nos sumergimos en el universo retorcido de Lars Von Trier y nos olvidamos de ella para siempre. Hasta ayer.

Una de las cosas que más me gusta de tener Canal Sátelite es que puedo grabar películas del menú y verlas cuando apetezca. Ayer apetecía ver Cuento de Invierno, o debiera decir Cuento de Infierno, porque ¡qué tortura más absoluta!
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Tengo la costumbre de consultar en Film Affinity siempre que veo una peli para comprobar si las notas que concede la gente coinciden con mis notas mentales. Después de ver este despropósito con mi madre (hizo muy bien en dormirse buena parte) y de concederle un 1 (exclusivamente por Hans Zimmer), consulté en Film Affinity buscando un poco de comprensión y quizá algo de luz a todas los enigmas sin resolver que se me habían presentado a lo largo del metraje.
Muchos coincidían conmigo, y me alegré saber que desde sus hogares repartidos por España la habían valorado con treses y cuatros; y alguna buena persona la había dado un siete; en fin.

Resumiendo, hice muy bien en no gastarme 10 euros en verla en su momento, y desde aquí os recomiendo que no hagáis el esfuerzo de verla; es en primer lugar larga, increíble en el mal sentido de la palabra y las actuaciones (Rusell Crowe, Colin Farrell, la chica enfermita...) dan penusa; la pobre Jennifer Connelly está durante sus cinco minutos de escena con cara de "lo hago por comer lo hago por comer"

La película es preciosa, llena de imaginación y fantasía, a mi me encanta, todavía la estoy viendo y cada vez me sorprende más y más, no entiendo porque tiene unas criticas tan malas, repito, ¡¡¡ES PRECIOOOOOSAAAAA!!!, Y no soy precisamente jóven, tengo muchos años, me gusta mucho el cine y he visto mucho en mi laarga vida.
Tal parece que solo gustan las peliculas de extrema violencia y maldad, en esta también hay violencia y maldad pero prima todo lo contrario, bondad, belleza, amor, ensueño, fantasía....

Vivimos tiempos pragmáticos donde las productoras se arriesgan lo mínimo y procuran no salirse del guion a la hora de dar a la gente lo que casi todo el mundo demanda: risa fácil, acción simple, romances imposibles y dramas que acaben bien: para llantos, rutina, amoríos tortuosos y tragedias sin remedio ya tenemos la vida real y los telediarios. Y dentro de la estrategia de riesgo cero, la fantasía (entendida como magia, hadas y esas cosas) está relegada a lo infantil, de ahí que sorpresas como esta “Un cuento de invierno”, una curiosa historia romántica con ángeles y demonios de por medio dirigida a toda clase de público, me agraden un montón.

Su secreto está en un guion muy atractivo para el espectador de mente abierta, un libreto sin ninguna clase de complejos, en la que caballos voladores y demonios en busca de almas forman parte de una historia de Amor Verdadero entre una rica heredera y un pobre buscavidas. Lo firma uno de los guionistas de más exito de la historia reciente, Akiva Goldsman, que se atreve también por primera vez a ponerse también tras la cámara y no lo hace nada mal, consiguiendo crear un Nueva York del siglo XIX muy bien ambientado y dándole la atmósfera onírica que una película como esta necesitaba. En el reparto, estrellas de primera fila como Russell Crowe, Jenniffer Connelly o Collin Farrell en papeles principales y cameos de Will Smith, William Hurt o Eve Marie Saint confirman la sensación de que la película puede narrar un cuento, pero lo hace totalmente en serio, con todo el respeto del mundo. Ah, y música de Hans Zimmer.

“Un cuento de invierno” es lo que toda la vida se ha considerado como una ‘película bonita’, una película bien hecha, de buena factura, agradable para toda la familia, que hace pasar un buen rato y deja buen cuerpo. Puede ser un cuento, puede tener grandes dosis de fantasía, pero no es una película exclusivamente infantil, aunque tiene el mérito de que también es perfectamente comprensible y disfrutable por niños. No soy muy amigo de hacer recomendaciones (primero, porque quién soy yo para recomendar nada y, segundo, porque no quiero cargar con el rencor de gente defraudada) pero en esta ocasión, vistas la memeces en cantidades industriales que se han vertido sobre la película por parte de la crítica profesional («fantasía pseudo-religiosa (?)», «peor que Robin y Batman (!)», «ineficaz») sí me gustaría contribuir a darle una visibilidad que bien se merece. No dejemos que unos juntaletras venidos a más nos digan lo que nos tiene que gustar y lo que no.