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18 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
Enseñando a mirar (a pesar de los pesares)
"La historia del cine" de Mark Cousins tiene en su capacidad para enseñarnos a apreciar la imagen fílmica su mayor aliciente.

No nos encontramos ante un documental perfecto ni muchísimo menos. Es más los defectos abundan. Vayan algunos. El primero de ellos radica en cierta monotonía estética. La monocorde y afectada voz de Cousins, acompañada una y otra vez por repetitivas imágenes hace que haya que tomar el documental con un cierto espacio para no acabar en el bostezo.

El segundo de los defectos, a mi forma de ver más grave, depende del criterio de autoridad con que Cousins se manifiesta. Entiendo que el director quiere hacernos valorar otro tipo de cine. Sin embargo, para no ello debería haber evitado simplificaciones del tipo bueno/malo. Llega a ser molesta la forma en que tilda despectivamente de "romántica" buena parte de la cinematografía americana. Dejando a un lado el hecho de que podemos estar de acuerdo en esa asunción, no creo que mencionar "Casablanca" como su mejor ejemplo de cine blandito tenga una base crítica realmente sólida. Frente al cine "romántico", Cousins contrapone el cine "clásico". Aquí, y concuerdo, sitúa la majestuosa simpleza del cine de Ozu. Todo eso se podía haber dicho sin maniqueísmos.

La tercera crítica tiene necesariamente que ver con la selección. Me parece muy valioso el rescate que se hace del cine africano y asiático (especialmente del cine chino clásico del que me sentí un completo ignorante). Ahora bien, ello excusa mal el hecho de dejar prácticamente de lado el cine de algunos países clave, sobre todo del lado hispano (digamos España, Argentina, México, Perú, Cuba o Chile, por citar casos que conozco). Latinoamérica y España, a decir de Cousins, han aportado poco, prácticamente nada a la historia del séptimo arte. Esto en sí en injustificable. Que de España se reduzca a Marco Ferrari (sic.!), contados films de Buñuel (menos mal), al primer Almodóvar y al último Erice; y que Latinoamérica quede reducida Emilio Fernández, P. Guzmán, Jodorowsky, Reygadas, Lucrecia Martel es muy fuerte. Se habla de los herederos de Chaplin y se menta a medio mundo, menos a Cantinflas, es otro pildorazo. Después, claro se va a Burkina Faso y hace una tesis doctoral sobre el cine africano. Y qué quieren que les diga eso de que se deje al cine hispano a un lado, como si no formáramos parte del canon, habla más de su ignorancia que de la poca producción hispana de filmes de calidad.

Las ausencias no se limitan a las antes mencionadas. Olvídense del Teshigara de "Woman in the Dunes", del Ichikawa de "Burmese Harp", de todo Kobayashi (¡imperdonable!), de Chabrol, de Louis Malle, de Capra,... Se entiende que en 15 capítulos no da tiempo de todo, pero es díficil creer una historia del séptimo arte sin los autores mencionados.

Dicho esto, pudiera parecer que la odisea de Cousins da en tierra. Sorprendemente no es así. El director da una clase magistral de cómo ver el cine, de cómo abrir los ojos y seguir los planos. Esa lección, que acompañará al espectador de por vida, si la amnesia no lo remedia, hace de la intentona de Cousins algo extremadamente enriquecedor.

Pocos documentales pueden decir que formaron un antes y un después a la hora de mirar el cine.

PD: Los comentarios están basados en la proyección disponible en Estados Unidos. Por algún motivo que desconozco, el episodio 13 jamás fue emitido.
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94 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Doxa y episteme
“The Story of Film: An Odyssey” es una serie documental personalísima. Tan controvertida que, en ocasiones, uno llega a preguntarse si no sería precisamente levantar ampollas el principal objetivo de su factótum, el crítico norirlandés Mark Cousins. Así se desprende, al menos, de asertos de una osadía tal que “Hollywood no es clásico, Japón sí” o “si hay una película de visión obligada para cualquier cineasta, ésta es “Performance” (ídem, 1970)”, y del —a mi juicio, muy poco acertado— paralelismo que establece entre Jane Campion e Ingmar Bergman, y Baz Luhrmann y Vincente Minnelli, respectivamente.
Además, su desprecio por el sistema de estudios denota una actitud un tanto elitista, intelectualmente acomodaticia y de un reduccionismo insostenible, toda vez que él mismo se entretiene en señalar las grandes diferencias, de forma y fondo, entre los tres grandes —Metro, Warner y Paramount—. No es la coherencia, como se ve, un punto fuerte en los análisis de Cousins. De hecho, corona su encendida apología del manifiesto Dogma afirmando que “la mejor obra de Von Trier en los 90 —” Breaking the Waves” (Rompiendo las olas, 1996)— infringió las normas del Dogma”.
Su a veces excesivo fervor multicultural le lleva a poner cinematografías como la iraní, la cubana o la senegalesa al mismo nivel, o incluso superior, que la norteamericana y las europeas —tiene gracia oír a un manierista impenitente como Baz Luhrmann cuestionar la originalidad y la espontaneidad de la “Nouvelle Vague”—. Ello constituye un ejercicio, cuando menos, voluntarista. Sobre todo, porque lo hecho en dichas cinematografías ya existía en la norteamericana y las europeas 20 o 30 años antes. Nadie niega que tengan mérito, pero originales no son.
Sin embargo, la iconoclastia de Cousins —ciertamente forzada, a veces rayana en la pedantería— nos permite conocer más a fondo la obra de autores que escapan a la mayoría de legos. Muy interesantes resultan las referencias a los pioneros rusos y chinos, o al primer Ozu. Lo mismo las dedicadas al modernismo que frente al realismo social encarnaran Tarkovski, Polanski y Parajanov. Igual de sugestiva es la aproximación a los más recientes Kiarostami —por cierto, que fallecido el pasado mes de julio, D.E.P.—, Won Kar-Wai y al terror japonés de la primera década del siglo XXI. Como se ve, el multiculturalismo no tiene, “per se”, nada de malo.
Pese a las escasas simpatías que Cousins profesa a los clásicos del otro lado del charco —él los llama, no sin postmoderno menosprecio, “románticos”—, se refiere a John Ford con el respeto debido, reconociendo su influencia —eso sí, vía Orson Welles, quien afirmaba haber visto 30 veces “Stagecoach” (La diligencia, 1939)— en el surgimiento del “noir” y la madurez del cine americano con sus aportaciones a la profundidad de campo. Algo es algo. Ah, y con su don para las aseveraciones lapidarias, larga un estridente “Hitchcock es más importante que Picasso” con el que coincido hasta en las comillas. Que nos detengan.
Se esté más o menos de acuerdo con Mark Cousins, o —así les sucederá a unos cuantos, y no me extraña— en total e irreconciliable desacuerdo, su dogmatismo se hace más llevadero merced a las sencillas explicaciones técnicas, muy didácticas, con que adorna el sentencioso discurso. En especial durante los episodios dedicados al nacimiento y consolidación del conocido como séptimo arte, en cuyo contexto encontramos excelentes alusiones a Chaplin, Keaton y Dreyer, así como al expresionismo alemán, Abel Gance, Buñuel, y Eisenstein. Si bien se deja llevar, en su valoración de Griffith, por la falacia de la ideología, último "pero" a guisa de punto final, ilustrativo de las sensaciones contradictorias que provoca —nunca mejor dicho— esta polémica serie.
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39 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
“La pasión y las ideas, no el dinero, es lo que mueve a las películas”
Mark Cousins es el autor de este magistral documento fílmico, serie de 15 capítulos que se basa en un libro suyo de nombre “The story of film” publicado en 2004.

La serie documental de Cousins nos sumerge en un compendio extenso, que nos muestra la historia del cine desde sus orígenes, y nos explica el porque está considerado el séptimo arte. El viaje es a través de décadas, en donde en cada una de ellas han surgido diferentes personajes a lo largo y ancho de este mundo (rebeldes) que han puesto su grano de arena para manifestar y dejar grabadas sus ideas en el celuloide.

El trabajo en base a recopilar diversos fragmentos fílmicos (muchos de ellos extremadamente raros) es impresionante es todo un viaje que nos ilumina para así entender a estos grandes cineastas, sus obras, sus formas de trabajo, sus métodos, ideas, musas, conceptos de imagen, iluminación, vestuario, maquillaje, manejo de la cámara, locaciones, etc…

Cousins plasma parte de cada una de estas obras maestras y aparte las narra en prosa, a la vez que sintetiza y analiza hasta aclarar el porqué?

Material imprescindible, que acerca a todos los amantes del cine con el pensamiento de los grandes genios de la cinematografía mundial.

“La pasión y las ideas, no el dinero, es lo que mueve a las películas” Así comienza el viaje, Cousins analiza los conceptos visuales en sus diversas formas, en las cuales los genios del celuloide han plasmado sus ideas, perfeccionándose para plasmar su arte.

Desde el cine mudo y sus expresiones, hasta el cine sonoro, el cine comercial, el paso al Technicolor, el cine moderno, el cine japonés, chino, indio, alemán, escandinavo, etc…

Por lo que este viaje es universal, aquí están todos los genios de todas las latitudes y los continentes. Y sobretodo como Hollywood se a visto influenciado por corrientes de todo el mundo.

En lo que a mi persona respecta, este documento fílmico me resultó muy aleccionador, yo nunca he estudiado cinematografía y gracias esta serie he entendido muchos conceptos que no tenía claros sobre el cine, aprendí a ver y apreciar el lenguaje corporal y el manejo de la cámara para en cierta forma entender la pasión de estos genios del séptimo arte.

No me canso de elogiar este film, ya que Cousins lo hace todo, narra, extrae material y aparte entrevista a un sin número de personajes (todos trascendentales dentro del cine). Por lo cual he llegado a la conclusión de que Mark Cousins es un individuo sumamente talentoso y sobretodo alguien con muchos conocimientos sobre el cine mundial. Por lo que si tú como yo, amas el cine, no te debes perder este extenso pero brillante serial.
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37 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El clasicismo de Mark Cousins
Mark Cousins decidió realizar ese trabajo que nadie deseaba hacer: entrevistar, investigar, recopilar y ver desde otra perspectiva la historia del cine "internacional" como él le llama. El documental permite a aquel que no se especializa en cine (o autores) comprender la forma en que el lenguaje cinematográfico fue evolucionando hasta convertirse en esa serie de signos y símbolos capaces de narrarnos historias.
Lejos del esquema de corrientes o géneros cinematográficos que en ocasiones se nos dan en la escuela como recetario de cocina, Cousins narra esa historia a partir de la innovación. Rescata al cine como medio y lo aleja de la industria. Le brinda al lenguaje cinematográfico la importancia que posee en la construcción del discurso fílmico.
Si bien es cierto que el trabajo de Cousins puede parecer monótono e inclusive insulso para algunos, el hecho de ver, con nuestros propios ojos esos momentos que fueron claves en la historia del cine es un regalo. Es un refresh a esa parte de la historia del cine que se nos enseñó por años, va más allá de los Lumiere, recupera a Edison, a Muybridge, a Lubitsch, a Stiller, a Pudovkin y a Ozu entre otros. Nos narra las peripecias de Meliés y nos da a conocer a aquellas mujeres que también usaron el cine para decir algo no sólo en sus inicios, también hoy en día.
Claro que, a diferencia de lo que sucede con el cine de ficción, un documental es más noble (Lars Von Trier habla sobre esto en el filme)... finalmente no tiene porque ser perfecto, aunque el documental de Cousins es armonioso, tal vez no lo percíbimos pero mantiene un ritmo agradable a nivel visual, su música es lírica, de ensueño aunque el silencio también juega un papel importante... su montaje es cadencioso... también utiliza ciertos elementos como "el paseo fantasma" como un encadenamiento atemporal, constante, que une una década con otra, el pasado con el presente y el presente con el futuro... primero monocromático, después a color... en un viejo tren, en un autobus o como parte de un viaje interestelar.
En este caso la información vertida retoma a autores como Sadoul, Martin o Pasolini pero va más allá, actualiza, derriba muchos de los mitos relacionados con la historia del cine como el que éste existe gracias a los Lumiere o bien que Griffith fue el inventor del montaje, Cousins nos deja claro que la cinematografía no es invento de un sólo hombre y que hoy, mientras en EU se realizan películas digitales en otros puntos del planeta hay directores que trabajan con una cámara en mano y bajos costos de producción... el cine es un medio.
En una crítica anterior se comenta el "desliz" de Cousins al referirse a la película "Casablanca" como un filme romántico y no clásico, sin embargo para comprender a qué se debe esta aseveración es necesario aclarar que el cineasta aborda el término "clásico" desde la perspectiva del arte, porque el cine lo es. Cousins decide replantear la historia del cine desde la innovación; para lograrlo, la primer reflexión que realiza es sencilla: el cine clásico no es sinónimo de popular. Para Cousins el cine clásico desde el arte "describe aquel período en el que forma y contenido se hallan en armonía" (Cousins, 2012: 16). En el caso de "Casablanca" (o el "cine clásico americano") se da prioridad a la emoción pero no a la forma y gran parte del cine americano "clásico" (y del mundo por cuestiones políticas o sociales) responde a personajes emocionales, anhelos y ansias, por ello propone el uso del término realismo romántico para películas con este corte y del concepto "clásico" aplicado a filmes como los de Yasujiro Ozu, que mantienen un equilibrio entre la historia que se cuenta, el desarrollo de los personajes y la estética.
Tal vez a algunos no les agrade su propuesta terórica pero su documental es maravilloso. Vale la pena verlo, así, las nuevas generaciones comprenderán que mucho de lo que se hace en el cine actual fue realizado décadas antes por alguien más, y que muchos de los directores hoy sólo realizan cambios de ambientación, vestuario o montaje, lo que no minimiza su trabajo pero es bueno tener los antecedentes, así es fácil reconocer cuando algún director usa un referente fílmico anterior a él.
Respecto a no brindar mayor espacio al cine latino, Cousins lo hace (aunque no como nos gustaría a algunos). "Amores perros" es una de las cintas que referencía, y esto se debe a que, como él bien lo explica, su documental aborda el cine desde la perspectiva de la innvovación y "Amores perros" fue una película que en su momento innovó a nivel argumental y estilístico.
Si quieren aprender o dar un vistazo a qué es el cine sin tener que leer un libro, saber qué películas ver (muchas de ellas disponibles en internet) o conocer a aquellos que hicieron posible la magia fílmica vean el documental. Procuren ver un capítulo cada dos días o uno por semana, en un lugar cómodo y con buen volumen, esto para brindar continuidad a la narración,si saltan un capítulo o avanzan sin ver el resto les hará falta información para entender ciertos momentos o elecciones. Si desean mayor información, les recomiendo que compren el texto de Cousins "La historia del cine". De hecho el documental se basa en este libro. Es difícil encontrarlo (Editorial Blume) pero la inversión vale la pena.
Saludos
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24 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Se puede hacer mejor, pero que yo sepa, no hay ninguno mejor que este
Es imposible hacer un documental de la historia del cine y satisfacer a todo el mundo.
Estoy de acuerdo con la mayoría de críticas en que muchas cosas las menciona sólo de pasada como por ejemplo el cine de animación y el cine latinoamericano.
En cuanto a las películas y directores mencionados evidentemente se podría haber hecho otra selección. A mi se me ocurrirían muchísimos nombres que yo personalmente considero más importantes que algunos que han salido. Pero supongo que esto le va a passar a todo el mundo.
Pero hay que reconocer que tiene mucho mérito hacer un documental sobre cine y mostrar cine de todas las culturas. Además yo comparto con el director de valorar más al cine innovador que al cine industrial que ofrece al público lo que espera ver una y otra vez.
Lo que no comparto con el director, y este es uno de los motivos por los cuales no lo he puesto un 10 a este documental, es que en el capítulo 6 dice que Luis Buñuel se va a México por su afán de conocer mundo. Aquí se está faltando a la verdad. No se dice en ningún momento que en España hubo Guerra Civil y que si hubiera vuelto le habrían fusilado. Además Luis Buñuel en 1941 estaba en Estados Unidos implicado en la película "Cargo of Innocents" de la Metro Goldwyn Meyer y producida por Frank Davis, que trataría sobre la Guerra Civil Española. Cuando la MPPDA (actualmente MPAA), supuestamente por orden de la Casa Blanca, prohibió cualquier película que criticara al general Franco (que fuerte) y se abortó el proyecto. Entonces Buñuel, con poco dinero, encontró trabajo en el MOMA, de donde posteriormente le echaron por ser ateo y de izquierdas. Y entonces se fue de Estados Unidos, el país de la libertad.

A parte de las numerosas críticas que se le pueden hacer a esta serie, tengo que ponerle una nota muy alta porque, reconozcámoslo, se aprenden muchísimas cosas en este documental. Y esto no es nada fácil. No es perfecto, tiene errores y lagunas, pero es buenísimo. Es de estos documentales que tienes que pulsar "pausa" de vez en cuando para apuntar alguna información que te interesa y luego seguir. Yo acabo de ver el último capítulo y sólo tengo ganar de volverlo a ver por si se me pasó algo. Es un maravilloso curso de historia del cine.
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23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Una visión del cine mundial.... gafapasta.
A pesar de que comprendo la ambición detrás de esta serie documental, y es ciertamente muy ilustrativa para captar y conocer nombres influyentes en el cine mundial. La serie tiene varios fallos de bulto:

1- En el original el narrador, el propio Mark Coussins es tan absolutamente malo que tuve que cambiar a la versión doblada. Va en serio, un Loquendo es mas emotivo.

2- Esta completamente convencida de su propia opinión. Hasta tal punto que hace afirmaciones muy arriesgadas (Incluso falsas) sin pestañear. En algunas películas que conocía, los detalles que recalcaba estaban directamente mal. Asi que, bueno, no me puedo fiar de lo que no conozco.

3- Desprecia mucho del cine clásico de Hollywood a veces hasta llegar a la monomanía, que vale te puede gustar mas o menos, pero liquida algunos directores en 3 minutos y a muchos ni los menta.

4- Su concepción de cine como arte es muy discutible. Es victima de su propia tendenciosidad, y a veces en las propias entrevistas alguno de los entrevistados le contradice abiertamente cuando intenta arrastrarlos a su terreno de juego.

Así que: Podéis verlo (En varias sesiones espaciadas, como he dicho esta muy mal narrada) pero hacedlo con ojo critico, no os creáis todo lo que dice.
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27 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Ciudadano Cousins
Mastodóntico y, al cabo, frustrante empeño de embutir la historia y evolución del cine, desde su nacimiento hasta cumplirse la primera década del siglo XXI, en algo más de quince horas. Se agradecen la pasión y la heterodoxia de Mark Cousins, pero acaba por resultar irritante la machaconería de algunas de sus tesis de batalla y desconcierta el afán por ningunear páginas y nombres capitales que, sin duda, él conoce, aunque minusvalore.

Es la síntesis de Cousins un universo fílmico por el que parecen no haber pasado, a juzgar por las inexistentes o simbólicas alusiones, nombres como los de Josef von Sternberg, Raoul Walsh, Joseph L. Mankiewicz, Max Ophuls, Preston Sturges, Masaki Kobayashi, Claude Chabrol, Frank Capra, Jacques Rivette, Mario Monicelli, George Cukor, Clint Eastwood, Otto Preminger, Frank Borzage, Mikio Naruse, Manoel de Oliveira, Mike Leigh, Robert Rossen, Jacques Becker, Blake Edwards, Jules Dassin, Aki Kaurismäki, Anthony Mann, Dino Risi, Eric Rohmer, Pietro Germi... Sin duda, todos ellos, figuras insignificantes en comparación con otras personalidades que sí parecen apasionarle, como Nicolas Roeg o Jane Campion. Siendo británico-irlandés, llena de perplejidad su completo olvido de las deliciosas comedias Ealing, con figuras tan imprescindibles como Mackendrick o Crichton, su paso de puntillas por encima del Free Cinema (pese a la afinidad ideológica que pudiéramos encontrar entre el espíritu de aquel movimiento y el documentalista) o la inexistencia del terror de la Hammer.

Respecto al cine español, un alarde de escandalosa ignorancia y una pintoresca pretensión de convertir la figura de Franco en el factor determinante de absolutamente todo. Incluso para explicar la esencia de películas como "El sol del mebrillo", de Víctor Erice, rodada ya en 1.992. Si Cousins conociese, tópicos aparte (dudo que se haya molestado en tratar de ver nada de Berlanga, Neville o Fernán Gómez), algo más de la cinematografía de nuestro país, tendría que reconocer que una parte muy sustancial de lo más valioso que haya dado estaría fechada dentro de los márgenes temporales del franquismo, con lo que su pueril "activismo" intelectual tendría que buscar algún tipo de construcción argumental alternativa a los tres o cuatro brochazos groseros con los que despacha perezosamente una producción que es algo mucho más complejo que supuestos islotes en medio de la nada, como Buñuel o Almodóvar.

Mención aparte merecería el insistente y bastante paternalista empeño feminista de Cousins, incapaz de glosar el trabajo de cualquiera de las mujeres que menciona sin subrayar la cuestión del género. Tampoco destacan por su sutileza las alusiones al contexto político coyuntural que envuelve cada una de las cinematografías en un período concreto, con pretensiones tan discutibles como la de que la presidencia de Ronald Reagan determina el carácter de casi todo el cine estadounidense de los ochenta.

Es fácil simpatizar con la militante convicción del autor en la importancia del cine del tercer mundo y la atención pormenorizada que concede a cinematografías "exóticas" de Asia o África, aunque tengamos la sospechas sobre la completa sinceridad de ese aprecio y que no sea el ariete preferente que haya querido utilizar contra ese Hollywood del que detesta enfáticamente la condición "industrial" (que, en cambio, le parece estupenda cuando las factorías están en Hong Kong o la India), el oligopolio de los grandes estudios, los estereotipos narrativos, el star system y las soluciones de puesta en escena encaminadas a potenciar el glamour o la comercialidad.

Es el trabajo de Cousins un pantagruélico banquete en el que, si uno toma la precaución de no comprarle todo el contenido de la salmodia incansable de sus comentarios y hace un esfuerzo de indulgencia para encontrar no tan tóxicas como puedan parecer muchas de sus apreciaciones, incluyendo la penosa orientación que se da a las entrevistas (pese a que personajes como Paul Schrader nunca puedan dejar de ser interesantes), la experiencia pueda ser relativamente satisfactoria. Al fin y al cabo, la vehemencia que despliega Cousins ennoblece y da entidad polémica a un trabajo que, de haberse presentado con un envoltorio frío y desapasionado, aunque exponiendo las mismas tesis, habría resultado irritante hasta decir basta, y además aburrido.
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13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La historia del cine: Una odisea, o como intentar reescribir la historia.
La serie documental producida, escrita y narrada por el crítico norirlandés Mark Cousins es un proyecto ambicioso a medio camino entre lo didáctico y lo dogmático, porque Cousins por una parte enseña al espectador a valorar al Séptimo Arte en todo su esplendor, pero por otra pretende reescribir la historia del cine dejando de lado su propia tradición histórica. En este intento de revisión cinematográfica el autor intenta que el espectador lo acompañe a su personal perspectiva, y si queremos acompañarle compartamos o no esta visión, es interesante entender las tres premisas básicas de la obra documental, las cuales son:

1. Enfrentar el “verdadero cine clásico” con el “cine romántico” como él lo llama.
2. Hacer del cine un fenómeno global que abarca los cinco continentes y no solo a las grandes producciones.
3. Difundir el concepto de que la innovación y la pasión y no el dinero o el espectáculo son lo que ha movido al cine.

El proyecto comprende desde los origines mudos hasta la época digital y dejará abierta una pregunta muy interesante al espectador sobre cuál será el futuro del cine. Los primeros capítulos asistiremos a los comienzos del celuloide de una manera apasionante, no sólo recorreremos las obras principales de diferentes etapas, sino que seremos invitados a aprender las técnicas más sutiles de este arte plástico. En la obra comprenderemos los contextos históricos y artísticos que dieron lugar a estilos como el Expresionismo Alemán, el Cine Negro, el Neorrealismo Italiano o la Nouvelle Vague para luego desgranar su significado plano a plano y toma a toma, conoceremos historias personales de los grandes maestros y pequeñas y grandes anécdotas de las grandes estrellas y haremos un recorrido apasionante por el cine de los cinco continentes.
Tanto es así que se agradece el intento constante de desmarcarse de las grandes producciones para hacer un repaso por el “World Cinema” como por el cine de Mali, de la India o de Egipto, o incluso por la tan desconocida etapa muda de China, además de por géneros a menudo olvidados como el de las artes marciales, pero como contrapunto descompensa la obra dejándola incompleta al olvidarse escandalosamente y casi por completo del cine de habla hispana, apenas mención de unas pocas obras españolas y prácticamente nada de la época dorada del cine argentino o mexicano de los años 50 y 60 que tantas grandes películas, icónicas escenas y mediáticas estrellas dio a conocer. Son sólo trece capítulos y no da tiempo de todo, cierto, pero dejar de lado una región cinematográfica tan rica en historia como cualquier otra cuando ha acertado de pleno al mostrarnos otros cines “rebeldes” es un fallo imperdonable..

Cousins peca de algunos vicios y de algunos errores, ya no es solo que su monótona voz en versión original se haga más tediosa de ver sino que entra en algunas contradicciones. No es partidario del cine “romántico” pero no duda en aprovechar la intervención de Stanley Donen, director de Cantando bajo la lluvia, para beneficio de la propia obra documental. Hace un repaso exhaustivo por films que rozan la mediocridad como Starship Troopers o La mujer sin cabeza para pasar de largo o ni siquiera nombrar algunas de las joyas que elevaron al cine a la categoría de Arte como El Padrino, Doce hombres sin piedad, El crepúsculo de los Dioses o Barry Lyndon por poner sólo unos pocos ejemplos. Comparto su visión descentralizadora del cine, y seguro que Amitabh Bachechan tiene grandes dotes de actor y en su país es conocido por millones de espectadores, ¿pero llamarlo el actor más famoso del mundo es acertado? Además, valorar la filmografía de un maestro como Yasujiro Ozu tan poco conocido en occidente por las nuevas generaciones demuestra sabiduría cinematográfica, pero una vez más afirmar en lugar de sugerir que uno de sus filmes es probablemente el mejor rodado en la historia no sólo es presuntuoso y totalmente subjetivo sino que además es oportunista porque aprovecha otra vez la participación de la actriz protagonista para quizás darse más magnificencia a sí mismo y a la obra documental. O al menos eso es lo que parece. En definitiva Cousins acierta en enseñarnos a apreciar y no sólo a mirar un film pero yerra en su intento de reescribir la historia, y aunque no lo hace de manera arrogante o prepotente sí que sus opiniones distan de ser objetivas. La obra es un proyecto ambicioso que cumple y que podría haber sido una fuente documental definitiva para los cinéfilos, pero como he dicho, no se puede reescribir la historia del cine olvidando su propia historia.
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9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Imprescindible para conocer lo que realmente ha sucedido con el celuloide.
Un documental concreto. Nos muestra como fue, como se se fue gestando esta magia. De que forma todas las artes y las ciencias se fueron encauzando en este río de la vida. Nos va enseñando la aparición de las distintas técnicas con sus creadores. Nos marca las obras maestras que se consiguieron crear para la posteridad. Las que ganaron mucho dinero y las que causaron alguna ruina. Un trabajo magistral.
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7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
VIAJE A ÍTACA
Cousins, irlandés de 39 años lleva ya unos cuantos amando el cine y trabajando por ello como crítico y estudioso del mismo. Ha escrito esta historia que en el 2011 llevó a la pantalla de Channel 4 en Gran Bretaña y ha pasado por festivales y el Moma de Nueva York. No solo teoriza sino que en colaboración con la actriz Tilda Swinton montó un festival de cine independiente ambulante para hacer llegar el cine a zonas de dificil acceso cultural.

Su historia del cine que aquí nos presenta es una visión muy personal y discutible por lo tanto, que sorprenderá al gran público acostumbrado al punto de vista histórico del cine comercial y de los grandes estudios estadounidenses con su sistema de actores y directores estrellas. Cousin se centra despues de los origenes comunes a cualquier visión, no en el cine cuya meta última es el negocio de la taquilla sino en hacer notar que la frase: "El séptimo arte" tiene realmente sentido.

Así pues los rostros más populares y las películas plagadas de Oscars se limitan a hacer "cameos" en la linea argumental de esta historia que busca la excelencia, la innovación, la experimentación, los porqués y la función de un arte descentralizado del olimpo de Hollywood dandonos a conocer y a entender más que a entretener, un elenco de directores, y peliculas inasequibles en su mayoría al público mayoritario y que han sido piedra angular en el desarrollo y la evolución del cine.

A pesar de las ausencias que cada espectador note a faltar y que la realización peca de monotona y repetitiva, esta imprescindible obra es la "cara b", el reverso de la moneda que faltaba para que la "película del cine" tenga sentido.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El viaje no termina aquí
Magnifica serie documental que sirve como vehículo para disfrutar del viaje mas apasionante que un cinefilo puede tener. Y digo cinefilo porque muy difícilmente podrás interesarte por las 15 horas de este documental sino te apasiona realmente el 7º arte.

Mark Cousins nos muestra un detallado análisis de como este arte va evolucionando a los largo de los años, las décadas y los siglos, influenciado e influenciando al mundo que le rodea. Japón, India, Turquía, Rusia, Francia, Suramérica, EEUU, España, Africa... una vuelta al mundo para conocer a los autores y protagonistas de esta historia, la del cine, y entendamos como y porque hemos llegado aquí.

Me hubiera gustado puntuar con un 10 semejante historia. Pero haciendo una reflexión he tenido que rectificar por los siguientes motivos:

- Poca o casi nula presencia del cine de animación. Me parece casi un desprecio que se haga mención a poco mas que Blancanieves y Toy Story en los 15 capítulos.

- La sensación de que Cousins esquiva determinados momentos amparado en la necesidad de dar la vuelta al mundo. Si dedicas ¡3 horas! del documental a la década de los 70 no puedes centrarte en Spielberg, Coppola o Lucas solo 15 minutos porque no explicas bien como aquellas películas cambiaron el mundo y la forma de ver/hacer cine.
Del mismo modo que si haces mención a la película Avatar y no a la tecnología 3D no estas dando toda la información que deberías y ademas estas saltando un nuevo paso hacia el que parece que se dirige el cine. Y que conste que casi detesto el 3D (Y digo casi gracias Gravity)

Pero bueno, quejas a parte han sido 15 horas magnificas, que volveré a revisionar casi seguro y que hay que alabar por la cantidad información que nos brinda. Muchos datos sobre películas y autores que te dejan en una posición privilegiada. Ahora que conoces los nombres de los autores y sus obras puedes continuar el viaje tu solo y promete ser aun mas apasionante.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La innovación como progreso
De acuerdo con casi todo lo que se escribe antes. Es en efecto, muy interesante el punto de partida de este trabajo de relatar esta odisea que es y ha sido la evolución de la forma de hacer cine a través de las aportaciones innovativas de los directores, y precisamente el dato a retener a la hora de alabar/criticar este trabajo.
Se justifica así la pobre referencia al cine español-hispánico, que como ya se ha dicho, representa no demasiado en lo que se refiere a innovación, lenguaje y equilibrio. Otras virtudes contextuales tiene ese cine, y las valoramos internamente, como aquellas de denuncia política o no, oportunidad y reflexión sociológica, temas en sí mismo más ligados a la bondad de los guiones.
Aunque no sea este el momento ni quizás el sitio, quisiera hacer reconsiderar a Juanma sus comentarios sobre Spìelberg y Lucas. Comprenderás que sus obras ,con miles de seguidores sí, supongan a la historia del cine algo similar a lo que representa Julio Verne para la historia de la literatura. Sus óscares a guiones, efectos especiales y músicas indican sus hallazgos, pero dudo que sean innovativos en puro cine. Y en el caso de Tarantino habría que referirle a Kurosawa (con todos los respetos al maestro) y en consecuencia y paralelamente, situarlo en la frontera de lo folletinesco (tan escasa de matices como resulta la mafia para el cine). No creo que añada mucho a bastante cine negro más antiguo y mejor, y, para mí, podría colocársele delante de toda una secuela degenerativa de efectistas directores/copiadores como Sergio Leone, Clint Eastwood y lo que nos queda por ver.
Suscribo todo lo que se ha escrito sobre cine emocional y su relativa influencia respecto del cine, su lenguaje y evolución, porque todas las opiniones, incluso la mía, sólo pueden ser subjetivas, incompletas y por tanto incapaces de abarcar todos los matices de este arte, cuya vida guarde Dios muchos años. Este es un buen trabajp. Un gran ensayo.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Historia del cine para pedantes y gafapastas
Llevaba tiempo con el ojo echado sobre este documental, y aprovechando que está en Movistar+ me he decidido a verlo. Ciertamente no puedo estar más de acuerdo con la crítica de Carorpar "Doxa y episteme" y con sus apreciaciones sobre el snobismo y pedantería que desprenden muchos de los pasajes del documental y su visión multicultural "forzada".

Por aportar nuevas cosas que me han llamado la atención a lo ya dicho por Carorpar en su crítica, me parece demencial dedicar más tiempo al cine senegalés que al español, al que solo acude de pasada, y de igual manera pasa rápidamente por Coppola, dedicándole un solo minuto a El Padrino y 0 a películas como Apocalypse Now, y no puede decirse que no tuviera tiempo para ello porque dedica 3 capítulos enteros a tratar la década de los 70, lo cual indica que para Cousins -y en esto estoy de acuerdo- es la mejor década de la historia del cine, pero de nuevo sorprende que hable en esos 3 capítulos de los avances y el cine "radical" que se hizo en esa década pero ni siquiera mencione el cine político que se hizo en EEUU en los 70.

Dicho todo esto, no es menos cierto que el análisis puramente fílmico que hace Cousins de las películas es muy acertado, y el documental está muy bien en cuanto a invitación a conocer otro tipo de cine aparte del americano, pero en mi opinión, ese empeño por magnificar el cine del tercer mundo y menospreciar el de Hollywood es muy forzado, sesgado y totalmente injusto.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una gran Historia del Cine, pero incompleta.
Es un gran documental que recorre a través del tiempo el Cine mundial desde sus comienzos con multitud de secuencias y planos de gran número de films de diversas nacionalidades, con comentarios, entrevistas con varios directores de esas nacionalidades y con unos textos de narración explícitos, académicos, y demasiado intelectuales y psicológicos no del todo sencillos y atrayentes para el gran público cinematográfico, por la visión muy personal del autor de este documental y de su gran formación.
A lo largo de los 15 episodios de una hora aproximadamente de duración cada uno de ellos, asistimos a las diversas formas o estilos de hacer Cine y su interpretación por parte del Director del documental, mostrándonos a lo largo de toda la obra un trabajo muy laborioso en todos los sentidos y muy de agradecer por parte de los grandes cinéfilos, pero no es suficiente según mi opinión personal, pues hay muchos momentos a lo largo de los episodios que, se hace un poco espeso por el análisis y estilo de interpretar las imágenes que nos muestra con secuencias y planos demasiado largos y reincidentes en su edición. Alguien dijo que, cuando un espectador mira de vez en cuando el reloj es mala señal, y eso es lo que me ha pasado a mí a lo largo del documental. Pero la gran ausencia en este gran trabajo es el cine Norteamericano e inglés, que es el cine que ha sido más comercial y el que nos ha influido y entretenido a lo largo de toda la historia del Cine, ya que, puedo decir que, son escasas las secuencias de este Cine y las entrevistas con los grandes directores de esas nacionalidades, a excepción del episodio número catorce y quince, pero insuficiente, donde se adentra un poco más en ese Cine, centrándose el documental durante casi toda su extensión, en el Cine de Oriente (tanto el medio como el asiático) y algo del Cine europeo y alguna nacionalidad más. Por lo tanto de ahí viene mi título de la crítica, pues es una Historia del Cine incompleta y me parece personalmente, que sobre todo el Cine Norteamericano, más conocido por Hollywoodense, tiene un papel muy importante y trascendental para lo bueno y para lo malo en toda la historia del Cine
Por otra parte, y a manera de anécdota personal, cuando he terminado de ver esta meritoria producción, me ha dado la sensación de haber asistido en su parte fílmica, a una multitud de secuencias de aquellos películas de los años 70 y 80 que en España se proyectaban en los llamados Cines de Arte y Ensayo, que eran para públicos muy cinéfilos y escogidos, pero no el gran público aficionado al Cine comercial de divertimento, drama o romántico de los grandes directores y productoras. Tampoco se hace referencia a lo largo de este documental a los grandes avances técnicos de la Cinematografía a lo largo de toda su historia, y que hicieron mucho más atrayente y perdurable este Arte, y con la sola excepción en la parte final del documental del Cine digital, que sustituye actualmente al celuloide de toda la vida,
En resumen: Un documental digno de verse por su gran calidad, pero que con un mejor y más completo guión, podría haber tenido algunos capítulos dedicados al Cine de Hollywood en una forma más extensa y profunda y que es el casi gran ausente, según mi opinión. No obstante gustará más a los más cinéfilos, estudiosos y especialistas en el Cine de minorías que al público más consumista y popular de la Cinematografía, el cual no obtendrá, posiblemente, el atractivo deseado.
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Veamos cine, sin prejuicios
Documental destinado a cualquier cinéfilo, sobre todo al que tenga curiosidad por ampliar sus horizontes y descubrir películas diferentes, otros estilos de dirección de cine, otras culturas cinematográficas. Porque cualquiera que sea lo que te gusta, lo que has visto, lo que te gustaría ver, en este documental siempre encontrarás algo nuevo, desconocido, sorprendente.

Valoro positivamente la ambiciosa intención de contar la Historia del cine en unos cuantos capítulos, a pesar de que esté incompleta, pero eso va a ocurrir siempre, por definición, porque como arte centenario que es, va cumpliendo etapas sin dejar de evolucionar, sin dejar de reinventarse, día a día y en todo el mundo.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
IMPRESCINDIBLE, para aprender a valorar y disfrutar más las películas.
No es propaganda mercantil, ya que los tenéis gratis en Youtube, pero si os consideráis cinéfilos es una compra obligada.

En ellos se pasa de largo por peliculones como "La lista de Schindler" y se dedican minutos a películas de dudosa reputación como "Starship Troopers" para ejemplificar cómo colar ciertos temas aparentando otra cosa... pero es que en estos documentales el acento se pone en los detalles, en la innovación.

Como en toda obra, habrá cierta subjetividad del autor y se podrá no estar de acuerdo en la influencia real de algunas cosas que cuenta y hasta con algunas dudaremos de si se está quedando con nosotros como ciertos artistas de arte contemporáneo, pero no deja de ser muy interesante y quizás la única ocasión de que echemos un vistazo a películas de lugares como Irán o Senegal que nos pasarían desapercibidos pero en los que el cine también maduró.

Verlos (los documentales) no solo es disfrutar con ellos mismos, sino que nos habremos regalado para siempre una perspectiva del cine que nos proporcionará mayor deleite al ver películas.

Algunos detalles que parecen hoy día obvios supusieron en su momento auténticas revoluciones, como pasar de los planos fijos a movimientos de cámara o introducir lapsos temporales en las narraciones con imágenes. Entenderemos que grabar con sonido cambió también la forma de filmar, o que "Ciudadano Kane" dicen que es la mejor película no por la historia que cuenta sino por las innovaciones que introdujo en lo que veíamos y cómo lo veíamos. Una toma con la cámara inclinada, aunque no nos hubiéramos dado cuenta, refuerza el caos de la escena... y parece una tontería pero pasaron unos cuantos años antes de que a alguien se le ocurriera o se atreviera a mostrarnos una imagen torcida. En fin... pasen y vean.
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Muy interesante (pero no en V.O.)
Comencé a ver este documental en versión original subtitulada, y no pasé del 2º episodio… Mark Cousins es el peor narrador que he oído en un documental. Tiene buen gusto para el cine, pero mejor no oírle hablar de ello… Los tonos de voz de lo más extraños y monótonos que he oído. Tuve que esperar a verla doblada para poder terminar de ver los 15 episodios. Sí, me pareció muy extraño que escogieran a Juan Diego Botto para que la doblara, y si, hay actores de doblaje que le superan pero… lo importante es que no te sangran los oídos oyéndole. Como he dicho, Cousins ha escogido un buen repertorio de películas a nivel mundial. Pero claro, no me parece correcto que a un gran número de esas películas tenga que mostrar sus finales para poder enseñarnos algo más de su significado interno. ¿Ahora que ganas tengo de verlas? Eso si, he descubierto muchas que quiero ver, ahora a ver como las encuentro… Buen documental, te enriqueces de la historia del cine, y además sirve para poder culturizarte un poco más de ese buen cine olvidado que merece todo nuestro respeto.
Eso si, no perdono a Cousins haber confundido el cortometraje más conocido de Méliès “Viaje a la Luna” y sacarlo un par de veces con el nombre de “La luna a un metro”.
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9 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Bonito documental culturizante
"La historia del cine: una odisea" me parece un gran documental que recomendaría ver a todo el mundo, sencillamente sensacional.
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2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
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