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121 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
LA OTRA CARA DE LA VERDAD
Espléndida interpretación de la multipremiada Helen Mirren, que se convierte con este film en el paladín de la monarquía británica, no únicamente por haber sabido mostrar, en una maravillosa interpretación y caracterización, el lado más humano y vulnerable de la reina Elizabeth II, en una de las peores crisis vividas por la familia Windsor, sino por haberlo hecho inmediatamente después de haber glorificado, en otra magistral interpretación a la otra reina Elizabeth, Elizabeth I, en la flamante mini serie coprotagonizada por Jeremy Irons en el 2005.

Rendido ante su capacidad para hacernos sentir que la verdad siempre tiene dos caras, yo también quiero sumarme al homenaje de aquella niña que ofrece un ramo de flores frescas a su reina, mientras toda la multitud agasaja la memoria de la popularísima y desafortunada Diana de Gales.
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74 de 87 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Aquí y Ahora: está pasando.
El caso de "La reina" es bastante infrecuente. Lo que la distingue es que se hizo casi en el momento de los hechos que se están narrando y aunque ahora pasa por ser un drama, en realidad estamos ante lo que dentro de veinte años se considerará cine cien por cien histórico. Que juega con la ventaja haber sido rodada en el aquí y ahora y que más que un retrato fidedigno en clave cinematográfica, es más como un reportaje periodístico con maneras de película.

Frears rara vez mete la pata y aunque la película no llega en ningún momento a lo magistral, resulta un inventario más que digno de un acontecimiento -la muerte de Lady Di y la crisis pública de la familia real inglesa ante los medios de comunicación- del que todos nosotros fuimos testigos de segunda línea, desde el parapeto que nos proporcionaron la prensa, la televisión y la radio. En "La reina", vemos el otro lado de los hechos y gracias a la interpretación de una Helen Mirren más Elizabeth II que la mismísima Elizabeth II, el paseo por una sucesión de estancias reales atenazadas por la incertidumbre acaba siendo cuanto menos un interesante repaso de nuestra historia más reciente.

A destacar también las maravillosas localizaciones que corresponden a las propiedades de la familia en Balmoral, la fotografía desangelada muy acorde al espíritu de lo que se está relatando, la simbólica escena del ciervo y los deliciosos perritos-felpudo que acompañan a la reina en sus paseos y por cuya adorable presencia (me chiflan los animales rechonchos) obligué a mi compañero de pelis a darle al pause ochenta veces hasta que amenazó con tirarme el ordenador por la ventana.

A pesar del tema que trata y del sensacionalismo que lo acompañó en su momento, se trata de un ejercicio reposado, elegante, contenido y muy sobrio. Sospecho que ganará con los años.
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42 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Toda la maestría de Frears al servicio de su majestad
Lo único que despertaba mi curiosidad era ver la archipiropeada interpretación de la protagonista, ya que Isabel II me produce bastante pereza. Pero sorpresa!!, me topé con una gran película.

Lo mejor es su extraordinario ritmo. Empecé a verla con una mezcla de curiosidad y desgana y cuando me quise dar cuenta sólo quedaban diez minutos para el final. Frears desde el inicio sabe cómo captar todos los sentidos del espectador, consigue un relato que atrapa y seduce a partes iguales. Y según avanza el metraje se produce una sensación extraña y estimulante, la de sentir que estás espiándolos a través de una mirilla o escondido trás una ventana. No conozco el grado de veracidad de la historia, pero todo en la peli parece verdad. Gran recurso el de mezclar en imágenes ficción y realidad. El guión es un ejemplo de precisión y sutilidad.

Decir a estas alturas que Hellen Mirren está espléndida no es ninguna novedad, pero es que además de calcar al personaje, lo engrandece, adquiere matices bastante desconocidos. La reina (verdadera) debe estar bastante contenta con su clon fílmico, y no es para menos. Debería invitarla a palacio a tomar un té, como mínimo.

Destacar también los papeles de Blair, la reina madre y el rey consorte, incluso el de la señora Blair. El que queda algo flojo es el del príncipe Carlos. Me hubiera gustado que se hubiera profundizado más en la relación entra la monarca y el heredero, que intuyo que es una relación de lo más interesante.

Recomendable. Una peli interesantísima que se pasa volando.
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49 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
CORRECCIÓN BRITÁNICA
NOTABLE

Helen Mirren, aunque comienza a molestarme que se premie con un Oscar a la imitación de personajes ya existentes. (Y digo yo: ¿no es más complejo crear a un personaje de la nada que basarse en lo que ya existe? En fin...)

ACEPTABLE

La realización y el trabajo de ambientaión.

CORRECTO

Ell trabajo de los actores, destacando a James "Babe" Cromwell.

CURIOSO

La afinidad de guionista y director con Blair. Se le muestra como un hombre abierto, normal, espontáneo y hogareño. Por el contrario, se muestra a la reina de Inglaterra como un ser distante que se preocupa más por un animal cazado cerca de su finca que por la fallecida Lady Di.

POCO INTERESANTE

La historia. Es un folletín. ¿No es así? Se parece un poco a ese telefilm que trataba sobre Diana y Carlos. Pero mejor hecho. Con clase.
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18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Defendiendo lo indefendible (I): La monarquía
Siempre he sido indiferente a la moderna dicotomía monarquía / república. Pero la decadencia de la primera me ha ha hecho decantar definitivamente. Las causas perdidas tienen su encanto. Así que confieso que me he hecho un monárquico de última hora. Pero de una monarquía dinástica y distante, no de esta cursilada al albur de la opinión pública.

Stephen Frears refleja muy bien y sutilmente en esta película, en la monarquía más altiva de Europa, el gran error de las casas reales en la actualidad: hacer gestos de acercamiento al populacho. No hombre, no. Que un monarca se rebaje "a nivel de calle", aunque sea un escalón como en el caso de la reina Isabel II, es echarse definitivamente a perder.

Los reyes actuales en vez de regocijarse de que hayan pasado a ser un objeto decorativo, se siguen absurdamente arrepintiendo de su pasado absolutista, y no paran de rebajarse para hacerse perdonar. No hombre, no. Un jarrón chino si lo pones al alcance de los niños inevitablemente acaba haciéndose añicos. La inaccesibilidad es la clave.

Para esa inaccesibilidad además de la distancia también es necesaria la dinastía. Los presidentes de las repúblicas son más costosos porque dejan el cargo y se acumulan las familias. Los reyes electos (o sea, presidentes vitalicios) sólo hacen que medrar y asesinarse como se demostró con los césares romanos, y los reyes godos.

Pero ante los privilegios absurdos hay que mantener deberes abusurdos: casarse entre ellos aunque te salgan niños subnormales, y no con presentadoras de televisión o jugadores de balonmano de equipos de la turba; vivir en incómodos palacios reales, y no en chaletitos acomodados hasta en falsos nombres palaciegos; conceder audiencias, y no dar comunicados. Y sobre todo no pedir perdón nunca. Un rey abdica o se calla. La corona está por encima del rey siempre, pero como ya no existen reyes monárquicos...

Un rey ha de cazar elefantes en países impensables y calzarse princesas de apellidos imposibles. No sólo es su derecho, es su deber. No ha de rebajarse a hacer de relaciones públicas, y mucho menos a intermediar en negocios. Ha de recordar que es monarca dinástico, y todo lo qu haga será imantado a su familia. Una familia real no se ha de ganar la vida, se le debe dar hecha. Para que no haya decadencia de la institución sus miembros han de llevar una vida decadente.

La modernización de la monarquía tiene un nombre: república. O es antigua, o monarchia delenda est.
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21 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La reina está triste, ¿qué tendrá la reina?
Una crónica irónica e inteligente de los días de la muerte de Lady Di y la reacción de pueblo, gobierno y palacio británicos. Destaca especialmente por el minucioso guión, la conseguida interpretación y particularmente por la relación entre la reina Isabel II y un recién elegido primer ministro Tony Blair, que ofrece momentos entrañables, divertidos y muy humanos, de, finalmente, comprensión y entendimiento mutuo pese a las enormes diferencias ideológicas y sociales.
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15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Helen II de Filmoria.
Qué puedo decir yo que no se haya dicho ya sobre su caracterización de la Reina de Todos que sin duda es Isabel II de Inglaterra. Oscar y demás premios aparte, es sobrecogedor el mimetismo tanto gestual como oral que nos hace creer que invadimos los momento de mayor intimidad de la soberana y su familia. La historia que nos narra es de sobra conocida por todos, pero Frears centra su cámara e interés en desvelar las actitudes de la familia real de puertas adentro. Quizás Tony Blair peca de timorato y servil en la película, cosa que con sus hechos desmiente en la vida real. Las escenas en Escocia son las más conseguidas.
Lo mejor: Aparte de la obvia actuación de la Sra.Mirren, la conducción del Land Rover y la despreocupación del consorte.
Lo peor: Podría dar más caña, puesto que la situación puertas adentro debió ser todavía más tensa.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
God Save Mirren
Una extraordinaria caracterización de Helen Mirren, sin olvidar a Michael Sheen y al resto del elenco con un nivel muy parejo (hasta los perritos corgis!) apoyado por un guión creíble (debería decir increíble?) y una acertada incorporación de material de archivo que otorga un efecto poderoso a la narración de los días posteriores a la muerte de Diana de Gales.

Un filme disfrutable, hecho con oficio de cineasta y de investigador, a pesar del reto que implica recrear sucesos tan recientes, ocurridos a puertas cerradas, y reflejar en la pantalla a Isabel II, una mujer tan expuesta al escrutinio como desconocida en su faceta privada.

Momentos muy logrados como la escena escocesa del ciervo de Balmoral.

Una película hecha con elegancia y mesura y su toque de humor fino. Muy disfrutable.

Como dijo el Daily Telegraph (más o menos): "será difícil ver o escuchar a la Reina sin pensar que es una mala caracterización de Mirren".

God save our gracious Mirren,
Long live our noble Mirren!
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14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Tony y la Reina
Érase una vez un reino muy antiguo, que no tenía Constitución y que había inventado un régimen conocido como Monarquía Parlamentaria. La Reina se llamaba Isabel, y había llegado al trono por una serie de catastróficas desdichas, hacía ya mucho tiempo. Corría el año 1997, y tras dos décadas de dominio tory de la mano de Margaret Thatcher y John Major, el Partido Laborista había recuperado el gobierno liderado por un joven Tony Blair. Justo en ese momento el destino quiso que el ascenso al poder del “Nuevo Laborismo”, coincidiera con una tragedia parisina que haría temblar los cimientos del reino: la muerte de Lady Di, la ex-yerna de la Reina, amada por el pueblo, y poco querida por su majestad. Pero este cuento, dirigido por el gran Stephen Frears y escrito con pulso de hierro y precisión de cirujano por Peter Morgan, no habla del fallecimiento de Diana, sino de la gestión (catastrófica) que realizó la Casa Real, durante los días posteriores. Este cuento narra, pues, el nacimiento de la popularidad de Tony Blair (que duraría hasta la invasión ilegal de Irak), su cruzada por salvar a la Reina de si misma, y la lucha interna que se produce en el corazón de una monarca que por primera vez en su vida descubre que su sentir y el de su pueblo difieren radicalmente, y que para ocultar la desazón que este disentimiento le produce, decide encerrarse a cal y canto en su palacio de campo, mientras espera que cese el vendaval.

De paso el tándem Frears-Morgan analiza los entresijos del poder político, el fenómeno de la prensa amarilla, el devenir de una institución tan antigua y tan lastrada por tradiciones inoperantes como la Monarquía en el comienzo de un nuevo milenio, la esperanza generada por un nuevo líder-carismático que parece comprender al pueblo y que preconiza el fin de las divisiones entre ciudadanos (¿de qué me sonará esto?), las presiones familiares a las que se ve sometido todo personaje político (la Reina frente a un anticuado y pérfido Duque de Edimburgo, el premier electo frente a una encantadoramente republicana Cherry Blair) y la eterna lucha entre generaciones distintas, con valores diferentes.

Y si por encima cuentas con unos actores tan buenos como Michael Sheen, y una increíble, maravillosa, hiperrealista, sentida y profunda Helen Mirren, para plasmar la relación que se establece entre los dos personajes principales, el resultado se aproxima, irremediablemente, a lo que debe ser un cuento redondo para adultos con inquietudes socio-políticas, que desean comprender un poquito mejor ese mamotreto inamovible que llamamos Europa.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
ESTE RAMO ES PARA TI
Alquilé la película en parte porque admiro la figura de Isabel II de Inglaterra (sí, sí, la de la reina, no es tan raro) y en parte porque me pareció interesante conocer la otra versión de lo que pasó en aquellos días de la muerte de Diana. Los diálogos en el ámbito privado de la Reina me imagino que no estarán muy documentados e incluso que cualquier parecido con lo que pasó allí en realidad es pura coincidencia. Pero sí que podría haber sucedido tal y como nos lo cuentan, es perfectamente creíble.

Diana fue un personaje al que, como suele suceder, endiosaron a partir de su trágica muerte. Ya la querían pero a partir de ahí la cosa se disparó y exageró. Para mí era una chica inmadura que no supo estar a la altura de lo que se le exigía, infidelidad de su marido aparte. Sin embargo la Reina con todos sus defectos sí que ostentó siempre su cargo con dignidad y saber estar, tal como se esperaba de ella. Por eso me gustó tanto la película, porque refleja lo que ella es: una institución, más que una persona, a pesar de estar algo anticuada.

No sólo Hellen Mirren está bien caracterizada, también los personajes de Toni y Cherie Blair están genial. Y sobre todo la de el duque de Edimburgo, casi idéntico al real, físicamente, porque me parece a mí que en la realidad ese señor debe de tener una personalidad más dura de lo que nos hace ver la película. Peor el personaje de la Reina Madre.

Diana está siempre presente en la película, a pesar de que físicamente sólo aparecen unas pocas imágenes reales de ella.

Es emocionante el momento en que una niña entrega unas flores a la reina y ésta cree que son para Diana y la niña le dice: son para ti.

El discurso de la Reina en TV es idéntico al real, una gran actuación de Hellen Mirren que repitó hasta el mas mínimo gesto (a destacar cuando se ajusta las gafas).

Me encantó, aunque la apreciarán más los fans de Isabel II. Como yo.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Intrigas palaciegas
Cuando el 31 de Agosto de 1997 murió la princesa Diana de Gales, el Reino Unido acababa de dar un giro radical políticamente. Toni Blair (Michael Sheen) había conseguido la victoria Laborista tras veinte años gobernando Margaret Thacher. Momento propicio para que la monarquía británica fuese cuestionada, sobre todo si se reaccionaba en contra del sentir popular, claramente identificado con la malogra Diana. El film de Stephen Friars no se posiciona ante los hechos y las diferentes posturas, tirando de imágenes de archivo, recrea en parte el ambiente de aquel tiempo. “The Queen” es un magnífico estudio sobre conceptos como lealtad y tradición, Historia y presente, chismorreos y realidad…

Pero ante todo, es una bella pieza de cámara sobre la reina Isabel II, quien se ve aislada e incomprendida, tanto en el castillo de Balmoral donde se retiró al enterarse de la muerte de Diana, como en su propia casa, el palacio de Buckingham, donde lleva una extraña vida matrimonial con su esposo consorte (James Cromwell). El espectáculo es digno de las más peculiares tradiciones británicas. Sólo en el país donde la grosera basura de los tabloides amarillistas comparte espacio con la sutil ironía del humor más civilizado, donde la muerte de una moderna princesa plebeya puede hacer tambalearse a la añeja institución monárquica, y donde las tradiciones realistas del cine británico tienen un profundo arraigo, un retrato sarcástico de reyes y gobernantes.

Los méritos de este sabroso juguete, que recaen tanto en el habilidoso guión de Peter Morgan, como en la sabia dosificación de registros administrados por Stephen Frears y en la memorable creación de Helen Mirren en el papel de la reina. Por fortuna Mirren trasciende las fronteras de un interpretación mimética de la verdadera Isabel II para adentrarse en el apasionante territorio de la creación, consiguiendo un personaje rico y contradictorio, el mejor papel de su carrera sin duda. La representación despliega, es cierto, una finísima sátira capaz de abrir en canal las intimidades de la monarquía y la residencia del primer ministro cuando la muerte de Lady Diana Spencer, enfrenta a un bisoño y avezado primer ministro laborista con su soberbia y vulnerable alteza real.

Toda la puesta en escena está concebida y desarrollada al servicio de los intérpretes dentro de una opción plenamente deliberada y sin duda coherente con lo que se perseguía, y es una progresiva humanización de esa monarquía, una reina de corazón sensible bajo esa máscara de hierro que aparenta. A la vez que, muestra a un camaleónico político de izquierdas capaz de convertirse en adalid de la monarquía para conservar el poder. Una película agradable, amena y muy bien filmada que se disfruta y se digiere sin problemas.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Muy floja
Animado por las buenas críticas y la firma de Stephen Frears me dispongo a ver The Queen y... ooooh, decepción. Ciertamente, Hellen Mirren está soberbia, pero la película no consigue en mi opinión remontar vuelo: me recuerda a esos biopics de Grandes Series Tele5 que relatan las vidas de Onassis, los Kennedy, o la propia Lady Di (nada que ver con Lady Day): actores con ciertos parecidos a los personajes que IMITAN. Quizá pueda tener interés en razón de su actualidad, pero la película es muy floja. Viéndola aún me sorprende la estupidez de las masa cuando se pone de acuerdo en algo (en este caso el ensalzamiento de Diana de Gales).
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21 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Y nada... el tío no se entera!
Miércoles 24.

- Tengo muchísimas ganas de ver "The Queen". Me han dicho que la peli retrata de manera auténtica su historia.
- Ap, pues yo la tengo por aquí. Si quieres te la dejo.
- Venga, va!. La veré esta misma tarde. Tengo un montón de ganas de ver la Biografía de Freddie Mercury.
- No hombre de dios!, "The Queen" trata sobre la casa real inglesa. De los tejemanejes en Buckingham tras la muerte de Lady Di.
- Bueno, dámela de todas formas. No tengo nada mejor que hacer.



Jueves 25.

- Aquí te traigo la peli.
- ¿La viste? ¿Cuéntame que tal?
- Pues bien, no me disgustó del todo. Con lo que sí me he quedao flipao es con la razón que tenía Federico Marín del ABC. La tal Helen Mirren hace un papelón de categoría. Parece la auténtica Diana de Gales.
- No joder, no das una. Esa que dices es la auténtica Diana. Son imágenes de archivo. Helen Mirre es la actriz que hace de La reina, zopenco!.
- No te pongas así, macho. Un fallo lo tiene cualquiera.



Viernes 26.

- Oye tío. Se me olvidó decírtelo ayer. Me gustó el detalle también de cómo pese a tratar en la peli un tema tan trágico y dramático, aun así tuvieron el detalle de citar en varias ocasiones a la Princesa del Pueblo. Eso demuestra que hace más de una década ya Belén Esteban era grande.
- Pero animal!! La Princesa del Pueblo que citaban era Diana, cojones. La otra que tú dices no es más que una gilipollas al que no se sabe por qué razón to quisqui le ríe las gracias... la drogata esa que tiene la nariz toa comia!!



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A veces dar un 6 es negativo; se convierte en nota de cierta insatisfacción. Pero es en esta ocasión mi 6, nota positiva.
Una peli bien rodada e ideal para todas aquellas personas que sentían cierta simpatía por el personaje de Diana. Realmente se consigue que el espectador que esté dispuesto, se traslade a esos fatídicos días.
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15 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Show must go on (Queen)
Ésta es la triste historia de una suegra atribulada porque su exnuera, una petarda de campeonato, se ha matado en un accidente y ella se ve obligada a simular públicamente que tiene mucha pena cuando la realidad es que está encantada por haberse quitado un coñazo de encima. La particularidad es que la suegra es la reina de Inglaterra y la nuera Lady Di, la “Princesa del pueblo” (Hasta que llegó Belén Esteban y le arrebató el puesto).

La cosa empieza muy graciosa. Tony Blair acaba de ganar las elecciones y el secretario de la reina informa a ésta en Buckingham del programa electoral del nuevo Primer Ministro. Vamos, que la reina de Inglaterra no tiene antes de las elecciones ni la más remota idea de quién es cada candidato y de lo que lleva en su programa con respecto a la institución que ella representa.

A todo esto Blair (que le han puesto una carita raruna que te cagas, tipo Mister Bean) llega ante la reina (magnífica Helen Mirren) y casi se multiorgasma cuando se pone de rodillas ante ella y la señora le da su bendición para formar gobierno. El pobre Tony al conocer en persona a la monarca entra en estado catatónico-místico e incluso se pone bizco de gusto.

Stephen Frears retrata francamente bien el estado de histeria colectiva en que entró el pueblo británico y prácticamente el mundo entero por la muerte de lady Di a través de imágenes reales de la gente chillando y diciendo gilipolleces en la calle y de las toneladas de flores y mensajitos cutres que los británicos dejaron a las puertas de Buckingham. A todo esto la reina, su ínclito esposo y toda la gente de palacio alucinando porque ellos sí que conocían personalmente a la difunta y no se explican ese fervor popular por semejante petardazo de tía, lo que viene a confirmarles algo que ya intuían, que el pueblo es completamente imbécil.

En definitiva, tras ver la película a una le queda una pregunta en el aire: para qué coño sirve la monarquía, salvo para dar disgustos. Que si se llevan bien o mal las nueras y las suegras y las cuñadas, que si se tiran de los pelos, que si los hijos salen pendones, que si salen borrachos, que si tal que si cual. Pocos problemas tenemos los ciudadanos de a pie como para encima tener que preocuparnos por los asuntos domésticos de esta panda de vividores.

Alucinante ver a ese pueblo británico criticando a la reina por no mostrarse públicamente afligida por la muerte de la milady. Cómo puede ser la gente tan subnormal, madre mía. No me extraña que llevemos siglos aguantando a estos chupópteros, ellos a los suyos y nosotros a los nuestros. Si es que parece que algunos sufren más por sus desgracias que por las propias. Joder, si es que sale hasta una tía (imágenes reales, no ficticias) diciendo: “Esto es horrible, nunca había pasado por algo tan terrible”). La muerte de lady Di era lo más horrible que le había pasado en la vida!!!!! Virgen santa, qué panda.


FRASES INOLVIDABLES:

- Son una pandilla de gorrones emocionalmente ineptos y chalados (Cheryl Blair, la más lista de todos, sobre la monarquía británica). Me apropio de la frase para nuestros propios gorrones patrios.

- Diana ha resultado ser más pesada muerta que viva (la princesa Margaret). Y que lo digas.
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12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
¿Laborismo encubierto?
Una lástima que no se haya podido hacer algo más con tan escabroso tema de monarquía en el Reino Unido.

Me esperaba algo más de una película con buenas críticas, pero que se me queda corta en algunos aspectos, así como demasiado encasilalda, en ciertos momentos, en tópicos y clichés facilones y partidistas.
Ambientada en la Inglaterra convulsionada tras la muerte de Diana de Gales, en 1997. Toca un tema intesante y con jugo, con un par de detalles muy bien tratados y que le dan lucidez a la película, pero que cae en la trampa de hacer publicidad negativa y positiva de unos y otros. La Monarquía queda desnudada, Isabel II analizada desde su perspectiva más humana y cruel al mismo tiempo. Se ve a una reina que tiene problemas y no sabe atajarlos.

Se ve por contra a un joven Blair ilusionado con la modernización del país, y que se ve obligado a injerir en las decisiones de Estado a la hora de tratar la muerte y las repercusiones de la misma, de Lady Di.

Interesante cinta que tiene aspectos muy destacables, y otras acciones, en cierto modo gratuitas y edulcorantes, para consensuar dos posturas contrapuestas y contentar a ambos bandos, si es que los hubo, o los hay.

Como telón de fondo la muerte de Lady Di, la "Princesa del pueblo", para atacar a Isabel II en aquellos días y su actitud al repecto de tal cuestión.
Un debate, la muerte de Diana de Galés: ¿cuestión de Estado o privada? Stephen Frears, consigue hacer ver que, la reina, sagrada, es tocable, y que Blair apostó, traicionando sus principios, por el apoyo a la reina.

Desconozco con precisión la labor de Blair en tan compleja situación, pero no me ha gustado el tratamiento que se le da a la película en este contexto de división política y social en la Inglaterra de 1997, tras la muerte de Lady Di.

Extrapola y contrapone el desprestigio de la monarquía en aquellos días nefastos para la Casa Real, con los días negros que se le avencinan a Blair en su país, ese que le adoró en 1997.

Un 6.5 en una interesante cinta, que deja un par de detalles muy interesantes, como la crítica a la monaruqía anticuada y estancada en privilegios y caprichos y formas cortesanas, y la conversación final de la Reina con Blair *
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11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La perdurable formalidad y solemnidad por encima de cualquier efímero sentimiento o emoción.
Hay un momento en el film en el cual Helen Mirren (totalmente mimetizada con su personaje de "Majestad") le espeta a "su" Primer Ministro Tony Blair el siguiente consejo: "así hacemos las cosas en este país: con discrección y dignidad. El resto del mundo siempre nos ha admirado por eso".

Pues bien, esa frase podría extrapolarse al buen acabado de esta película tan peculiarmente "british" y tan llena de todas las virtudes que eso conlleva; algo cargado de emociones recónditamente sutiles y tensos silencios con veladas miradas que logran introducirse en el espectador con curiosidad, anhelo, interés y emoción (al estar envueltas de una maravillosa técnica y ejecución con esa perfección, elegancia y finura no vistas en el cine de otros países).

Frears narra unos hechos muy puntuales vividos por la monarca británica con un tacto pulcro y coqueto, y con un ritmo excepcional que imprime atracción desde el comienzo. Una intriga y suspense de sentimientos protagonizada en miradas de Mirren y conversaciones en despachos, en coches, en teléfonos, en lechos con o sin dosel, en paseos por jardines, en subidas y bajadas de escaleras, etc.

Es cierto que por ello las actuaciones son y deben ser el alma del film (con un Frears a su servicio llenando el metraje de planos cortos y primeros planos), unas actuaciones simplemente perfectas que deliberan sus frases, gestos y reacciones con total esplendor. Mirren está de merecido Oscar engalanando (tiene en sus ademanes más clase viejuna que la propia Isabel II) y componiendo a un personaje que el guión nos lo ofrece como recóndito y enrevesado, una mujer gélida y recta criada en la creencia de que su sentimentalismo debe ser sacrificado por la corrección y la mesura, una mentalidad mamada con orgullo que nos deja un personaje que tal vez... (sigue en spoilers)
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Cómo hacerle la pelota a la Reina y seguir siendo guay, por Tony Blair
The Queen no es una gran peli y es que el tema no da para más. Tampoco creo que sea un fiel reflejo de la realidad por la propia naturaleza del formato drama y es que a veces la gente olvida que está viendo/leyendo ficción. Sin embargo, del aspecto formal rescataría (aparte de la muy comentada actuación de Helen Mirren) la comicidad de los personajes secundarios de la “Royal Family” con el marido de la Reina empeñado en ir a cazar cueste lo que cueste, la paranoia del Príncipe de Gales con el magnicidio, o la madre de la Reina bebiendo ginebra y picada porque van a regalarle su funeral a Lady Di.
Por otra parte, una lectura sociológica bastante superficial deja al descubierto dos aspectos que para mí son lo más interesante de la película. El primero es la nefasta educación emocional que comparten tanto la Reina Isabel II, obsesionada con no mostrar ningún tipo de emoción en público, como la sociedad inglesa en general, ávida de lágrimas y sensacionalismos varios. Desde mi punto de vista, ni el estoicismo extremo de la vieja escuela ni la incontinencia emocional de la sociedad del espectáculo son maneras correctas de gestionar nuestras emociones.
El segundo aspecto a destacar sería el progresivo acercamiento del recién nombrado Primer Ministro Tony Blair a la institución de la Corona. Dicho acercamiento refleja bien la hipocresía de los últimos gobiernos laboristas y su famosa fórmula de la Tercera Vía, consistente en cambiarlo todo para no cambiar nada, presentándose continuamente como un camino modernizador del progresismo, que va más allá del binomio izquierda-derecha pero que a la hora de la verdad se traduce en hacer políticas públicas de derechas diciendo que son de izquierdas. Ahora ya podemos empezar a saltarnos el protocolo llamándonos por nuestro nombre de pila, eso si, sin cuestionar para nada la función de la monarquía. Gracias Giddens, te debemos una…
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El Otro Lado de la Moneda
Nos encontramos, sin duda alguna, ante una de las mejores películas del año, que si bien, no es una cinta que invite a la reflexión, es una película que vale la pena ver y que merece una oportunidad.
Contrario a lo que muchos críticos han dicho, "La Reina" es una cinta que tiene vida por ella misma, y sí, en efecto la actuación de Helen Mirren eleva la película por mucho, pero la cinta funciona por sí sola, esto, gracias a la muy versátil dirección de Stephen Frears, que si bien, el año antepasado nos deleitó con la comiquísima "Mrs. Henderson Presents", en esta ocasión vuelve a dejar en alto su nombre, contándo la otra cara de una historia que todo mundo conoce, la de la muerte de Lady Diana; haciéndolo de una manera apropiada y correcta, pero a la vez arriesgada y directa.
Pese a que es Stephen Frears es el que logra unir todo en esta maravillosa cinta, es también Peter Morgan quien merece gran crédito por escribir el que, a mi muy humilde parecer, es el mejor guión del año pasado, un guión que si bien, cuenta con uno que otro tinte humorístico, en ningún momento pierde su intensidad dramática, ni el hilo narrativo.
Ahora, ya no hay nada que yo pueda decir que no se haya dicho ya acerca de la actuación de Helen Mirren, es decir, la mujer simplemente está soberbia, llevando el papel con gran dignidad y orgullo, aún cuando este, en cierta forma, cae derrotado. Y en lo que a Michael Sheen se refiere, logra salir airoso, pese a que no es un papel con escenas propiamente dramáticas, pero aún así luce tanto como era posible lucir.
Así que, en términos generales, "La Reina" es una cinta que nos viene a recordar que toda moneda tiene dos caras, y que una historia no está completa hasta que esta sea contada íntegra y con todos sus personajes.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Acercamiento a Isabel II por una impresionante Helen Mirren
Ante mi inminente viaje a Londres, me surge el interrogante de qué peli británica ver para ir tomando cuerpo. A bote pronto, se me ocurren “Notting Hill”, “Cuatro bodas y un funeral” y “The Queen”, de las que tengo más accesibles, decidiéndome por ésta última (admito sugerencias).
Llama la atención el dibujo que se proyecta de una Reina mayor, soberbia y, sobre todo, anticuada, por muy educada que Isabel II esté para evitar exteriorizar sentimientos, respetar protocolos y para su sentido del “deber”. Está claro que más allá de la cuidadosa ambientación y el detalle, que tan bien se les da a los británicos en su larga tradición de largometrajes de reyes, y la concisa y efectiva dirección de Frears, toda la obra gira en torno a Helen Mirren, pues de su credibilidad en su interpretación depende todo lo demás.

La narración se centra en cómo la Monarquía y el Gobierno gestionaron la trágica muerte de Lady Di, “la princesa del pueblo”, en unos momentos de especial dificultad, y muy sensibles para gran parte de la ciudadanía. La caracterización de un recién llegado Tony Blair, el otro gran protagonista del momento, es también adecuada (el parecido físico de Michael Sheen es asombroso), aunque da la sensación en sus escenas en Downing Street, de estar en el pisito de Jose Luis López Vázquez (ella cocina y él lava platos, personalmente permitánme que lo dude). Quizá sea ésta la única pega, que tampoco tiene mayor importancia. Los secundarios también cumplen a la perfección.

Como se ha dicho por activa y por pasiva, la interpretación de Helen Mirren es soberbia y posiblemente tenga el anhelado Oscar bien merecido, en un año en que competía con con Kate Winslet y Pe (por “Volver”), premio que curiosamente ganarían ambas, dos años más tarde, como principal y de reparto, en 2008.

La imagen que se expone de la Reina es dura y nada complaciente, no dejándola en muy buen lugar, aunque luego se endulza brevemente (lo peor es la historia del ciervo, algo que simplemente sobra).
Un retrato ágil, ameno y cercano de aquéllos difíciles días, en especial para la Reina, reticente hasta el extremo a mostrar un gesto de condolencia o condescendencia para la madre de sus nietos, en forma de funeral de Estado.

Atrevida, correcta y elegante, es un buen ejemplo de cine mordaz pero respetuoso con una narración y realización intachables.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
¿Te das QUEEN?
Menudo desastre de película ha hecho ahora el Stephen Frears.
Es imposible tomarse en serio este biopic, porque, por mucho maquillaje que le pongan, Helen Mirren no se parece en nada a Freddy Mercury.
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105 de 206 usuarios han encontrado esta crítica útil
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