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55 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
S. Craig Zahler nos regala una joya de cine negro contemporáneo
Cuando en el año 2015, con “Bone Tomahawk”, S. Craig Zahler nos regalaba uno de los mejores y más interesantes westerns de los últimos años renovando de manera feroz las claves del género, ya entonces podíamos apreciar a un autor con una mirada muy personal, al igual que su excelente gusto por lo grotesco y por diálogos extensos y sensacionalmente escritos. Repetiría fórmula en 2017 con el thriller carcelario “Brawl in Cell Block 99”. Una locura neo-noir gore deliciosamente excesiva y mucho más oscura que su predecesora.

Con “Dragged Across Concrete”, Zahler consigue algo mayor. Una cocción a fuego lento tan políticamente incorrecta, violenta y rodada con un pulso narrativo tan vibrante y sin ningún tipo de complejo, que no queda otra que rendirse a ella por completo. Es un extraño y soberbio ejercicio de estilo de más de 2 horas y media de metraje, que se convierte en una maravilla de cine negro contemporáneo, una buddy movie de atracos donde se vuelve a tomar su tiempo para implicar al espectador en la trama y empaparle de una tensión latente, que va in crescendo a medida que avanza el film hasta que llega a su último tercio para cerrar la función con un espléndido y previsible festín de disparos. Todo es fascinante, desde la pausada pero vibrante presentación de personajes, hasta la hipnótica manera en la que Vince Vaughn se come un bocadillo en una de sus interminables vigilancias. Acompañada de una banda sonora maravillosamente seleccionada con viejos temas de soul, al más puro estilo “Jackie Brown” (Quentin Tarantino, 1997), pero amando por encima de todo los silencios o el implacable sonido ambiente que rodea cada escena.

El reparto está estupendo y todos lucen de manera muy precisa en su papel, pero Mel Gibson ¡está que se sale! y no es para menos, es un gran actor, de esos que ya no quedan, con un físico y un carisma que recuerdan una época de Hollywood anterior. Zahler lo sabe y le echa el lazo en su mejor momento para transmitir todo lo que su personaje requiere, y todo aquel que se asome para ver lo que hay detrás de su crepuscular mirada, verá un alma torturada que sabe que cualquier tiempo pasado fue mejor, pues han ido cayendo en el olvido (si es que los ha tenido) los buenos momentos vividos por alguien que con el paso y peso de los años ha perdido, y es que al final la gente tiende a ser gente, la esperanza en el ser humano.

Una preciosa joya de cine policiaco con aroma clásico. Puro estilo. Cine puro.
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81 de 103 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Arrastrados por el asfalto.
Sitges, día 4.

Aún se dejaban sentir en mi cabeza las secuelas de la “ópera rock volcánica” (así la definió el propio Panos Cosmatos) de la noche anterior, cuando ya me dirigía, a eso de las 10 de la mañana, hacia el Auditori para ver la película que más curiosidad me generaba de todo el festival: Dragged across concrete (lo que se podría traducir como “Arrastrados por el asfalto”). S. Craig Zahler es un rara avis, un director/guionista que con tan sólo dos largos a sus espaldas ya contaba con una legión de seguidores muy numerosa. Y yo la verdad, me declaro muy fan de este tipo. Se trata de una anomalía dentro del cine americano actual tan enorme que hay que celebrar el nacimiento de cada uno de sus films. Si en sus anteriores creaciones había mezclado con brío géneros como el western y el drama carcelario con el más puro terror y el descarado relato pulp, en su tercer largo Zahler sube la apuesta y se mete en la piel de tipos como Nicholas Ray o Sam Fuller, para entregar un policíaco de corte clásico, aunque sin renunciar a sus peculiares toques explotation. Y para ello se sirve del trabajo de un colosal Mel Gibson, que entrega aquí una de las mejores actuaciones de su carrera, un poli al que se le nota la calle, los años de arrestarse por el asfalto, de ensuciarse la manos para no llegar a nada. Todo eso lo lleva colgado en esa mirada amarga que sólo un grupo muy reducido de actores consiguen desarrollar en su madurez. A mí me recordó a tipos como Jason Robards o William Holden en sus últimos años.
Es muy interesante como la pulida puesta en escena del director de Bone Tomahawk muestra un paralelismo en los primeros compases del film entre la vivienda de Gibson y la del ladrón recién salido del trullo (como encuadra la puerta de la habitación de sus respectivos hijos, por ejemplo), mostrando de forma sutil como están más cerca de lo que parece.
La dilatada duración del film no pesa, puesto que Zahler demuestra un pulso narrativo envidiable, de director veterano, creando una continua tensión atmosférica sin necesidad de volverse loco con el montaje, que usa de manera muy pausada, incluso en las escenas de acción.
Sería injusto no destacar la labor actoral de Vince Vaughn (que ya dio un recital en Brawl in cell block 99), perfecto en su papel de compañero de fatigas de Gibson (las conversaciones entre ambos son una gozada), así como la gran sorpresa del film: Tory Kittle (que por momentos roba la película a los maderos). A esto añade los cameos de Don Johnson, Jennifer Carpenter, Fred Malamed y el mítico Udo Kier y te queda un reparto redondo.
Su estética de luces amarillas y callejones oscuros dibujan un entorno tangible y amenazador por el que transitan los policías y los ladrones de Dragged across concrete, con una serie de dilemas morales que recuerdan mucho a ese cine de género de los 60 y los 70 del que su director es tan deudor. La escena del banco demuestra una pericia inusitada a la hora de usar el punto de vista y la dosificación la información y su larguísimo clímax final es una delicia de giros de guión y desgarradoras decisiones sin vuelta atrás que dejan un regusto a gran cine.
Con esta tercera peli S. Craig Zahler es ya uno de los creadores más potentes e interesantes del cine americano actual.

(Extracto del artículo "5 días en Sitges", dentro del blog "Antes de parpadear" https://robergcuesta.wixsite.com/antesde)
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40 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Desfigurando géneros
El gran S. Craig Zahler, que ya sorprendiera con su ópera prima "Bone Tomahawk" (2015), western Frankensteiniano donde se cuela el cine de caníbales y el ritmo crepuscular en clave de cine de autor, y posteriormente nos regalara la maravillosa "Brawl in Cell Block 99" (2017), esta vez subvirtiendo el Grindhouse de los 70 y respetando su ya característico ritmo de videojuego indie de 2 horas, nos trae en esta ocasión, y tras el enorme hype incubado durante un año, su última aberración genérica, y es que en esta "Arrastrado a través del cemento", le ha tocado el turno a las Buddy movies, que nuevamente se encarga de tergiversar como si no fuera Mel Gibson el de la pantalla, y lo hace con una genialidad intermitente a la que le pasa factura su conocida vena de novelista, pues la duración excesiva del film, la abundancia de gags de relleno, o excesiva presencia de lo absurdo, la forzada descripción de ciertos personajes con la voluntad de lamentar sus posibles desapariciones de escena, o la extraña decisión de invertir el rol del hombre negro en el cine ex(blax)ploitation de los 70, no logran ponerla a la altura de sus anteriores películas, dejándonos para el recuerdo, todo hay que decirlo, un maravilloso y largo clímax donde reaparece otro de los elementos que han marcado (y marcarán) el estilo de este genial realizador: el desconcierto del "no saber qué coño pasará".
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28 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Acción, sangre, crueldad y diversión.
Por fin le hemos podido hincar el diente a la última película de S. Craig Zahler. Es increíble como tan solo dirigiendo dos películas antes, Bone Tomahawk (2015) y Brawl in Cell Block 99 (2017) ya haya conseguido tener una multitud de seguidores dispuestos a seguirle hasta el fin del mundo. Y es que tiene un estilo muy particular, es un director que siempre firma los guiones de sus películas y estos tienen, después de ver su tercera película, unos paralelismos muy claros. Siempre están protagonizadas por hombres veteranos, se toma el tiempo que haga falta para describir a sus personajes ayudándose de largas conversaciones y que son extremadamente violentas. ¿Alguien ha mencionado a Tarantino?

Brett y Tony son compañeros en el departamento antidrogas de la policía. Tras una violenta redada ambos son suspendidos por seis semanas después de que se filtrara un video de sus acciones. Aquejados por las deudas no pueden permitirse tanto tiempo sin ingresos y están dispuestos a hacer lo que sea, pues al ser ahora civiles no pueden ser corruptos...

Como ya había dicho, es una cinta con altas dosis de violencia pero todas ellas bien medidas y nada gratuitas. Consigue que el espectador se involucre en la historia y entienda los motivos de cada uno de sus personajes, aunque tal vez el sistema que utilice tenga algunos problemas y es que le dedica mucho tiempo al desarrollo de los protagonistas y eso hace sumarle muchos minutos a la cinta. Dragged Across Concrete podría durar una hora menos pero sería una película mucho peor. El director opta por el camino de que cada tiroteo y bala cuenten y nos brinda una cinta de acción, tensión, humor negro y mucha sangre.

La fuerza de esta película es en mayor parte por la acertada dirección de Zahler y por un potente guión, que sin contar nada de especial si que consigue que tengas la sensación de que estás viendo una futura cinta de culto, pero la película cede mucha carga al carisma de su reparto, pues tener a un tótem como Mel Gibson, y además haciendo de policía que está de vuelta de todo, es ya un lujo, pero también aprovecha para reivindicar una vez más a Vince Vaughn para cintas de estas características. Destacar también el papel de Tory Kittles, el verdadero protagonista de la historia.

Si no te importan las introducciones largas, y si eres un amante de los policíacos, el cine negro, la sangre, las buddy movies y las películas de tipos duros con cierto aire de los 80 ésta es tu película. Es muy recomendable en todos los aspectos pero si tuviera que decidir creo que Dragged Across Concrete es inferior (por muy poco) a las otras dos. Deseosos de ver qué nos depara en el futuro este director.

http://www.terrorweekend.com/2018/10/dragged-across-concrete-review.html
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23 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Efectivamente, serás arrastrado por el asfalto
Encuentro peculiar que muchas de las críticas de esta película se centren en su impresionante elenco, pero que luego no incidan más en que toda la estructura narrativa no parezca tener cohesión. O que se alabe de manera desmedida su ritmo más lento comparado con otras películas del género. No tengo nada en contra de ritmos más pausados, y no tiene que haber explosiones a lo Michael Bay cada cinco minutos, pero si esta es la alternativa, mal vamos.

El principal problema es que no hay realmente tensión. ¿Hay momentos de explosiva agresión? Si, pero extremadamente espaciados en el tiempo. Si tuviera que comparar material parecido, me recordaba bastante a las pelis de género yakuza de Beat Takeshi, ya que tienen una estructura narrativa parecida. Lo que personalmente creo que hace que en Dragged Across Concrete no funcione igual es que hay excesivas, ingentes cantidades de diálogo. Pero no es ni mucho menos Tarantinesco, ojalá. Es un diálogo (muy elaborado eso sí, parece una competición entre aspirantes a Shakespeare) que no lleva realmente a ninguna parte o conclusión satisfactoria. Ni siquiera es particularmente memorable (podría recitar frases de películas de Tarantino cualquier día, difícilmente me quedaría con una sola de Dragged Across Concrete). Tampoco define en demasía a los personajes. En resumen, no funciona.

Realmente no sé qué pretendía el director con este material. Después de su visionado, concluyo que tal vez quiere demostrar su capacidad para crear algo diferente. Bueno, distinto es, eso se lo concedo. Ahora sólo falta que sea interesante y de paso que no introduzcan tramas que jamás llegarán a ninguna parte ni afectan a la película en sí.
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48 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Zahler vuelve a la carga con una brillante obra de cine negro/policial
A estas alturas, aquel o aquella que se disponga a ver "Dragged Across Concrete" (título no traducido aquí en España) y tenga ya un seguimiento de su estilo cinematográfico, creo que es (o debería ser) consciente del cine que va a ver. El cine de este buen hombre, por si alguien no está informado, hace especial hincapié en el uso de largas secuencias de diálogo (en mi opinión muy bien equilibradas) compenetradas con esos brillantes estallidos de violencia explícita.

Así sería como yo definiría el estilo cinematográfico de Zahler si alguien me preguntase. Posee un pulso narrativo brillante, y sus películas, como la que hoy nos ocupa, acostumbran a tener un metraje alargado. "Dragged Across Concrete dura 2h y media, más o menos, y en esas dos horas y pico, añadiendo el soberbio pulso que tiene para narrar el relato, creo que nos encontramos ante una de las mejores (yo diría que la mejor, aunque esperaré a que acabe el año) películas de cine negro de 2019.

Y hablando de años, esta pieza esta a caballo entre el 2018 y 2019, ya que algunos usuarios (no muchos pienso) la pudieron ver en octubre de 2018, mientras que algunos otros (en los que me incluyo) la hemos podido ver este año 2019. De modo que aunque en FA nos indique que es del año 2018, muy probablemente acabe en mi lista de las mejores de 2019.

La película cuenta con un guión soberbio, una historia muy bien relatada y construida, así como unos Mel Gibson y Vince Vaughn en estado de gracia. Un reparto estupendo. Lo mismo puedo decir de los arcos argumentales de sus personajes, los cuales, los completan de una forma bestial.

Esa es la cocción a fuego lento (y tempo lento) que nos regala este año S. Craig Zahler, un maestro al que hay que seguirle la pista porque, con cada película que estrena, se supera aún más.
Zahler tiene ya suficientes motivos para ser un director del que tengamos que ver todo lo que haga, ejemplos de ellos son la espeluznante "Bone Tomahawk" y la brutal "Brawl in Cell Block 99".

Si tenéis la oportunidad de verla, hacedlo, sabiendo lo que anteriormente he comentado.
Y nada más que añadir, una puta joya.
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20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Crítica de Dragged Across Concrete por Cinemagavia
Puntuación: 8,5

Un sello de autor único

S. Craigh Zahler es un autor más que un director, hasta se podría decir que es el nuevo Tarantino, a su manera. No es de extrañar que con él ya hayan trabajado Kurt Russell, Patrick Wilson y hasta Vince Vaughn quedó tan satisfecho que ha repetido. Esta vez se une a Mel Gibson para encabezar el reparto y podernos dar una de las parejas de policías que pasaran a la historia del cine para los amantes del género.

Para quién conozca su obra esta película no le va a sorprender ya que sigue paso por paso lo que anteriormente no ha ido presentando. Películas que se cuecen a fuego lento, donde se desarrollan sus personajes y que acaban explotando en una espiral de violencia y crudeza sin igual. A Zahler no le interesan los giros ni la acción trepidante sino que se decanta más por las emociones y las sensaciones de sus personajes en pantalla, aunque le cueste más tiempo en pantalla. Hasta se permite poner otras tramas secundarias que cerrará en diez minutos.

Es difícil superar el final de su opera prima Bone Tomahawk donde veíamos unas de las imágenes más perturbadoras del cine de estos últimos años. En este caso, al igual que en sus dos anteriores, vuelve a terminar con una espiral de violencia que nos dejará pegados a la pantalla.

No le da miedo mostrar sus influencias

Dragged Across Concrete tiene un poco de Tarde de perros, Taxi Driver y Atraco perfecto. Podríamos decir que pese a estar ambientada en la actualidad huele a años setenta. Empieza poniéndonos en situación con un funky que deja muy claro en que época se ha inspirado. Poco a poco irá presentándonos a sus personajes y las situaciones en las que se encuentran para ir desarrollando un guión de dos historias en paralelo que acabaran confluyendo.

El autor nos ofrece un guión lleno de diálogos, que podrían parecer pesados a priori pero que son pura magia gracias a Gibson y a Vaughn. Las interminables conversaciones en el coche llenas de ironía, cotidianidad y comida hacen que sea una película que de gusto escucharla. También hay momentos que aparentemente no son cómicos pero en los que no puedes evitar reírte y como siempre, violencia, mucha violencia. Se nota la química entre sus dos protagonistas.

Una duración excesiva que no parece preocuparle

No todo puede ser bueno y es que si algo hay que decir malo de esta película es su duración. Tiene un metraje de dos horas y cuarenta y cinco minutos, una duración excesiva que no parece preocuparle ni al director ni a los productores. El propio director asegura que no le preocupa porque quiere hacer el cine que él realmente quiere y no acepta trabajos en los que no pueda tener el control absoluto. Podemos decir que, de momento, lo ha logrado.

Escrito por Daniel Burón
https://cinemagavia.es/pelicula-dragged-across-concrete-critica/
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18 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Tiempos muertos.
Mel Gibson. Mad Max. La primera. Mi padre la había grabado de la tele. Con un viejo video Mitsubishi. Le había pegado al cartón una imagen de esas que tenías que recortar del Supertele de aquellos entonces. Uno de mis primeros recuerdos cinefilos. Toma ya. Yo debía contar no más de 3 años y ya había visto aquella película. Tantas veces que me la sabía de memoria.
Mel Gibson. Unos cuantos años perseguido y ninguneado por la afición a las botellas. Un bache. No lo contrataban ni para hacer de tatuador en Resacon en las Vegas.
El tiempo pone a todo el mundo en su lugar.
Bendito Craig Zhaler. Después de una serie B sucia como la suela de un yonki(que grande Vince Vaugh en Brawl, muy grande) nos lo rescata para una peli de polis corruptos de los de toda la vida. Sólo que las deudas de estos dos son más parecidas a las nuestras. Una tarjeta de crédito. El colegio de los niños. Una boda. No es para pagar deudas de juego, ni de droga. Que también podrían ser las nuestras en este mundo que facemos.
Es un buen puñetazo en la boca del estómago. (Duras de cojones las escenas de Jennifer Carpenter. Siempre el puto dinero. )
Y las constantes de su cine se repiten. Escenas de las que no puedes apartar la mirada. Muy duras. Durisimas. Y un final soberbio.
Una película que se sostiene en los puntos muertos, en los tiempos muertos. Como si filmases las escenas de un viaje y la charla con un amigo.
Se Le podría comparar con Tarantino porque comparten las mismas manías por la cultura popular. Pero este tío reinventa un género nuevo.
Estas películas se estudiarán de aquí unos años y el estudioso no saldrá de su asombro.
Ya te digo choni, cuanto más la pienso más me gusta lo visto.
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18 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Ya van 3 Zahler!
Me agrada muchísimo Craig Zahler, un director sin duda alguna para tenerlo en cuenta siempre, esta vez con un thriller de mas de 2 horas y media de duración, pero ese exceso de metraje no me dejo insatisfecho por varios motivos.
Con Dragged Across Concrete me di cuenta de algo que es muy criticado en el cine, no necesariamente una película lenta tiene que aburrirte, vi muchas criticas que se quejaban de lo lenta que esta, pero a mi en lo personal nunca me aburrió, porque el guión es muy bueno, los diálogos son muy inteligentes, ademas cada fragmento en la película es muy importante, algo que en realidad hay que tomar en cuenta y aplaudir de Zahler , es cuando aparece Jenifer Carpenter por ejemplo, su personaje sale en un momento en el que no te lo esperas y termina siendo muy fundamental en otra escena clave de la película, eso denota una dirección original y sorpresiva, dando muy buenos resultados. La dupla de actores resulto magnifica dando como resultado un gran buddy film, hablo por Gibson y Vaughn.
En fin pensé que iba a a ser una película en la que me iba aburrir pero falso, tuve fe de que iba a ser otro trabajo notable y en realidad lo fue, es un gran thriller con un excelente desenlace final, para el que la va a ver sin duda debe esperar hasta el final porque lo que se viene es bueno.
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14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
An unexpected player
S. Craig Zahler es un director con un gran estilo propio y mucha personalidad. Bebe de distintas fuentes, mezcla todo tipo de géneros, particularmente los que en su origen fueron considerados de serie b, y siempre dedica una importancia fundamental al guión, tomándose su tiempo para presentar y desarrollar a sus personajes e historias.

Su inicio en la dirección fue con Bone Tomahawk (2015), en la que también escribe el guión y se encarga de la banda sonora, su paso de novelista a director mostraba a unos personajes y situaciones presentados a fuego lento y con grandes diálogos llenos de sentido del humor, mezclando el western con el terror y pinceladas de gore muy violento.
Prosiguió con Brawl in cell Block 99 (2017), un neo-noir carcelario ultraviolento, en el que también contaba con todas las características de la anterior, incluyendo un gran guión, banda sonora muy acertada, tanto en la música como en el uso del sonido y del silencio, además de una muy acertada selección de actores que encajaban a la perfección en sus roles, elementos que ya son característicos de su cine.

Dragged across concrete es una buddy movie dentro de una película de robos y atracos, cuyo estilo bebe directamente de revistas pulp y de las mejores fuentes de cine negro.
Cada elemento de la historia está muy bien desarrollado, con tiempo disfrutable en su transcurso y detalles que enriquecen su narrativa y su sello personal.
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14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Zahler arrastra por el cemento al cine y hace lo que quiere con él.
Tercer largometraje de S. Craig Zahler director y guionista de dos peliculas que pasaron completamente desapercibidas ("Bone Tomahawk" y "Brawl in Cell Block 99") pero que sin embargo son de lo mejorcito que nos ha traído el cine en los últimos años. La película en cuestión "Dragged across concrete" puede presumir de ser la película más redondas de la pequeña pero fantástica filmografia de Zahler.

Brett Ridgeman (Mel Gibson) y Anthony Lurasetti (Vince Vaughn) son dos policías que, tras filtrarse un video sobre los violentos métodos que usan a la hora de combatir el crimen, son suspendidos. Sin embargo esto no les impedira iniciar una peligrosa investigación a un grupo de ex-convictos (Tory Kittles y Michael Jai White) que trabajan para un capo de la droga (Thomas Kretschmann).

Al igual que sus obras anteriores, la película posee un ritmo pausado que nos prepara para unos compases finales de infarto, aunque, esta vez Zahler deja de lado el gore extremo y la ultraviolencia que lo caracterizaba para narrar una historia sobre un grupo de fracasados que intenta hacerse un hueco en este loco e injusto mundo en el que vivimos, maquillada con una trama de policías y criminales. En esta película, Zahler no sólo brilla como guionista si no también como director, rodando unas escenas de acción espectaculares. Además la película posee una gran banda sonora que complementa a la trama, unas grandes actuaciones y aparicones especiales de actores como Jennifer Carpenter, Udo Kier, Thomas Kretschmann y Don Johnson.

En resumén, Zahler se reinventa a si mismo y reinterpreta las "Buddy Cops Movies" como reinterpreto el western en "Bone Tomahawk" y los thrillers de acción carcelaria en "Brawl in Cell Block 99" alejándose de la ultraviolencia que caracterizo a esas películas.
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12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
DESPERDICIO DE MÁS DE HORA Y 20 MINUTOS
No entiendo, sencillamente no me cabe en la cabeza que haya gente que alabe esta película de dos horas y 38 minutos que se toma más de una hora y media para presentar los personajes. Este despropósito de estructura hace que el relato se construya soso, aburrido, apenas con giros que lo hagan interesante. Y es unicamente más o menos a la hora y 20, como titulo a mi critica donde la historia levanta vuelo.

Se le abona que las actuaciones de todo el elenco están relativamente bien y en especial Mel Gibson y Vince Vaughn, los dos detectives que llevan el peso de buena parte de la trama. Como no le puedo poner cero porque no lo acepta filmaffinity, lo dejo en uno. Y con respeto les digo a todos los que hablan bien de este tostón que aunque para gustos los colores, nada justifica estructurar una película de manera tan absurda.

En el spoiler hablo de algunas mamarrachadas de este adefesio.
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24 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Oscuridades
“Al otro lado de la ley” parece escrita contra el Mel Gibson de “Arma letal” y sus secuelas, como si el actor quisiera corregirse a sí mismo en aquellas “buddy movie”. No se le puede negar madurez al australiano en muchas de sus elecciones y esta adensa su carrera. Su carisma sigue ahí, pero cuesta encontrar simpatía y humor en este filme rodado totalmente a contracorriente. Cuando muchos directores sacan brillo a la superficie digital de la narrativa cinematográfica, S. Craig Zahler se sumerge en el pantano del día a día de la delincuencia y la ley (una ley hipócrita y política, escrita en minúsculas) sin idealismo alguno. Delincuentes y policías apenas se diferencian. No hay seña de identidad más clásica y perdurable del cine negro que la ambigüedad. Aquí es su esencia.

Su director rehúye esa efusión espuria de planos y contraplanos que azota a gran parte del policiaco actual, para solventar las cuitas de unos y otros en secuencias de gran calado: se habla, se mata y se ama como si las elecciones que propone la vida fuesen intercambiables. S. Craig Zahler se toma su tiempo en dirimir los asuntos. Un tiempo pausado y neto, poblado de ruidos y silencios, que recuerda al mejor Melville. La película discurre mediante bloques que van presentando a los personajes y se suman formando una sólida amalgama de 159 minutos, que parece remitir a su título. La ilusión apenas aflora. La secuencia inicial de la fallida detención en el apartamento con el interrogatorio de la chica, deja clara la postura de los dos protagonistas y su relación con el microcosmos que habitan; la piedad se roza con las yemas de los dedos, pero es inasible. La negrura expositiva del filme va ahogando poco a poco y la violencia surge colapsada y terrible. Su poso perdura escenas después. Al contrario de lo que otros opinan, no hay mejor radiografía de la inseguridad moderna, de la fragilidad de todo, que el corto papel de Jennifer Carpenter y su actuación en el banco: un atraco que asusta y conmueve a partes iguales y un destino tan absurdo como elegiaco, a cuenta de un calcetín de bebé.

El único reproche sería el momento, dentro de la furgoneta, en el que S. Craig Zahler recuerda que es el firmante de “Bone Tomahawk” y se deja llevar por un gore eficaz pero, tal vez, solo tal vez, deudor de una marca de fábrica. El resto del tiroteo es un ejemplo adulto de cómo el destino se tuerce y la esperanza se agria. “Al otro lado de la ley” carece de concesiones. Su maestría no es pedante, sino tensa. La sensación de que la fractura de la realidad se va a producir en cualquier momento nos ata al asiento. Un salto hacia atrás en el tiempo en pos de un cine, el de los setenta principalmente, en el que se hurgaba en las vísceras de la sociedad sin vacuidades ni adornos. Aquí la muerte duele y el vacío existencial de los contendientes perfora la noche como los faros de los coches en los que huyen.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
A fuego lento
Esperaba con ansias la nueva película de Zahler, tras la brutal y divertidísima "Brawl in Cell Block 99", todo un homenaje al cine de serie B más cafre visto en décadas anteriores.

De nuevo, este director director ofrece un estilo a modo de reproducción del cine que se hacía antes, esta vez (aunque también la primera mitad de "Brawl in Cell Block 99" era así) claramente influenciado por el cine policíaco de los años 70, tanto por el carácter de sus personajes, el uso de la música, la trama, etcétera. Aunque esta vez me da la sensación de que para lo que cuenta se le ha ido la mano excesivamente y el tono respecto a la violencia gore y el splatter no terminan de pegar demasiado.

De los actores hay poco que decir. Estamos ante dos protagonistas absolutamente geniales como son Gibson y Vaughn, además de secundarios vistos en anteriores cintas del director que siempre aportan un plus. Nos encontramos ante personajes de carácter bien diferenciado, mostrando cierto choque generacional y unos tics racistas en Gibson y familia, aunque con un mensaje que puede ser polémico dado que presenciamos momentos donde el choque entre razas a veces deja en mal lugar a las consideradas "minorías" víctimas del sistema, creando en el espectador cierta justificación por las acciones llevadas a cabo por dicho personaje.

Lo que no hace redonda la película es su excesiva duración. No se me hizo pesada, pero es evidente que sobran perfectamente entre cuarenta y cinco minutos y una hora de metraje, muchas veces de relleno con diálogos un tanto insustanciales o que pretenden explicar el vínculo entre los diferentes personajes. No aporta nada ver cómo Vaughn, en silencio y durante una guardia de vigilancia, tiene que acabase al completo un bocadillo. La introducción de uno de los personajes femeninos, así como la escena en el lugar de trabajo de dicho personaje también son estirados hasta lo innecesario.

El otro problema que encuentro es que, pese a que me gusta que las películas no tengan tapujos a la hora de mostrar violencia explícita y cruda en pantalla, en esta ocasión el tono de la película no casa en absoluto con un tipo de violencia tan parecido al de la anterior película. Ciertas escenas terminan resultando demasiado graciosas por dicho enfoque, más que conseguir estremecernos. Eso lo veo un claro error de enfoque por parte del director.

Más allá de eso, la película no cuenta nada nuevo y te hueles cómo terminará todo, pero hay algo magnético en el cine de Zahler que hace que disfrutes de la cinta en todo momento, impulsada por un gran reparto. Quizás mis expectativas eran mucho más altas, pero seguiré siendo fiel a las futuras cintas dirigidas por este señor.

Por cierto, no puedo dejar de mencionar el destrozo en la cara mediante botox que se ha causado Michael Jai White, quien no es tan mayor como para tirar de estas cosas. Tiene los pómulos hinchados de pésima manera.
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9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Una maravilla de cine negro contemporáneo
"Dragged Across Concrete" es la película que confirma a S. Craig Zahler, como uno de los directores más interesantes surgidos en esta década.

La historia sigue a tres personajes en dos tramas por separado, la de una pareja de policías suspendida de empleo y sueldo durante tres semanas, y un ex convicto recién salido de prisión sin blanca. Tanto el veterano policía Brett Ridgeman (Mel Gibson) como el ex presidiario Henry Johns (Tory Kittles) pasan por una situación familiar desesperada. Eso les llevará a aceptar trabajos que tendrán que ver con el mundo del crimen.

S. Craig Zahler se mueve en el cine independiente norteamericano y algunos de sus rasgos característicos incluyen un uso desmedido de la violencia, diálogos inteligentes, marginación social o terror. Como si fuera un Samuel Fuller del siglo XXI, tiene la sorprendente capacidad para dibujar personajes con dos brochazos, una puesta en escena y manejo de la tensión ejemplares.

Una historia de 160 minutos cocinada a fuego lento, violenta, por momentos aterradora, adulta y sin concesiones. Puro noir que se asemeja en su nivel de madurez al mejor policiaco de los 70, utilizando audazmente algunas claves y problemas de vigente actualidad -la corrección política o la opinión pública con el uso de las nuevas tecnologías- para a partir de un excelente guión plagado de buenos diálogos, juega con las expectativas del espectador en todo momento. Incluye además una selección musical de temas soul setenteros que son crema.

"Dragged Across Concrete" es cine del bueno aunque no para todos los públicos. Una película a contracorriente de lo que prima hoy en las carteleras, que se estrenó en España directamente a plataformas digitales de tv hace unos días. Lástima no tener oportunidad de disfrutarla en una sala de cine.

Peliculón Mayúsculo.

Puntuación: 9,3
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10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Sin concesiones
Este director es bueno. Directo y crudo. Sin concesión alguna con el espectador. Va a lo que va, claro y conciso, a dar su punto de vista sin intención de contentar a nadie.
La historia se va desarrollando lentamente, sin prisa alguna, pero con ritmo. Los personajes se presentan poco a poco, el director muestra un poco de cada uno, para que el resto se lo imagine el espectador a su manera.
Las escenas de acción son crudas y violentas, no aptas para todos los espectadores. Y todo y que hay unas cuantas, diría que ninguna es gratuita, algo a lo que no estamos acostumbrados.
Los actores impecables, destacando quizás a Mel Gibson en un papel bastante alejado a lo que nos tenía acostumbrados.
Como punto mejorable, diría que se hace un poco larga. Se podría haber contado lo mismo con media hora menos.
Para todo lo demás, mastercard
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8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Policial negro y extraño
Hacia mucho tiempo que no veía un policial negro, oscuro como este film que quizás como punto negativo tenga, casi sin sentido diría, su excesiva duración. La historia cuenta como dos policías son separados de su cargo luego de emplear una violencia excesiva en una detención, lo que provocará, especialmente en uno de ellos, un Mel Gibson muy correcto y que a titulo personal celebro su vuelta al cine, un cambio de perspectiva respecto de su vida. La película es cruda, con algún exceso de escenas de violencia en donde todos los personajes son perdedores, que esperan cambiar para bien su opaca y anodina existencia. Además de Gibson encontramos a Vince Vaughn, alejado de las comedias tontas y en un pequeño papel a Don Johnson. Merece verse.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Dragged across concrete por Cine de Patio
Parecía que los inicios de S. Craig Zahler como director y guionista no tenían límite tras Bone Tomahawk y Brawl in cell block 99, pero en esta tercera película ha bajado un poco el listón, aunque lo que sí ha mantenido es el extenso metraje al que nos tiene acostumbrados.

Y precisamente es ahí por donde pierde fuelle, ya que la premisa de policías y ladrones que lleva a cabo, sin ser original, goza de estilo y diálogos punzantes, el problema es que le cuesta mantenerlos constantes durante más de dos horas y media que, por primera vez, se hacen un poco largas.

Aún así, la violencia injustificada, los carismáticos personajes interpretados por grandes actores y la coherencia narrativa son motivos suficientes para que esta cinta sea de visionado obligatorio.

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11 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Serie B
Hace algo mas de un mes vi esta película de serie con dos buenos actores interpretando ambos a dos perdedores que no tienen suerte en la vida, no les acabas cogiendo cariño, son buenos papeles, pero este film es un refrito de otras películas similares.
Pero es entretenida, violenta y ver a Mel Gibson en un papel que recuerda al de Payback, merece la pena.

Steven Craig Zahler apunta maneras y habrá que estar pendiente de su evolución como director porque estoy convencido de que este tipo escribirá, dirigirá una muy buena historia y yo espero vivir para escribir una critica sobre esa película que aun no se ha rodado.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Cine social agresivo
Al igual que en 'Brawl in the block 99', a Zahler no le corre prisa para exponer unos acontecimientos violentos, le interesa tomarse el tiempo que considera necesario para desarrollar a los personajes. Aplaudo su intención, pero sin ser una película mala siento este relato ni me atrapa ni me impresiona tanto. La otra película me parece más cruda, cínica, original y memorable.

Aquí el tema es el siguiente: debido a la precariedad económica que sufren los tres protagonistas -dos policías y un ex-convicto- estos caen en la tentación de ganar dinero jugándose la vida participando en un robo (uno como chófer de unos atracadores fríos y sádicos, sin ningún tipo de respeto por la vida humana, y los dos policías como los perseguidores que tratan de arrebatarles el botín). Se establece así un paralelismo entre individuos que pertenecen a mundos opuestos, en lo que es una posible crítica al alto precio monetario que implica vivir en una sociedad capitalista.

De todas formas, a pesar de una relativa decepción, la sitúo por encima de la media debido a un afán de ir más allá de lo que cabría esperar de un policiaco comercial -que obliga a sus personajes a no salirse de las directrices de los clichés más maniqueos- el cual en muchas ocasiones a los cinco minutos ya te indica quiénes son los buenos y los malos, sin ánimo de pararse a profundizar en razones más complejas que llevan a un individuo a obrar de una manera o de otra, cosa que a mi cada vez con mayor frecuencia me suele llevar al desinterés.
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