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"HITCHCOCKIANA"
12 de mayo de 2021
Con una docena de películas realizadas hasta la fecha, Mark Tonderai tendrá que aplicarse a fondo si pretende consagrarse como un reconocido director de cine. Mas conocido por su labor para la cadena británica BBC, donde produjo su propio show televisivo, el celuloide es uno de tantos otros frentes a los que ha dedicado su tarea professional sin, digamos, distinguirse demasiado, por no haber hecho más que productos con pretensión comercial, sin un estilo propio ni ambición clara, como autor de lo que se podría llamar una obra de arte. Y, en resumidas cuentas, de eso se trata el cine.
El hecho de que, como he leído, «House at the end of the street» (título que ya de por sí sugiere más una «soap movie» o telenovela, que una esperada historia de terror u horror), saliera directamente acuñada en DVD’s, parece ya que la cinta, sólo por esto, quede despojada de la dignidad de arte, para pasar a ser un mero artículo de supermercado; cosa de por sí humanamente injusta, y académicamente poco correcta, ya que la calidad de un film no puede ser medida por criterios de taquilla, ni mucho menos por las subjetivas apreciaciones de quien se basa en si «da miedo», o es o deja de ser «aburrido».
Con sus dos primeras piezas, «Pánico» (aka, «Hush»), de 2009, y «House at the end of the Street» (2012), Tonderai hace su mise en scène con la claqueta, pretendiendo rendir tributo a sendos trabajos de culto, respectivamente: «El Diablo Sobre Ruedas» (1971), ópera prima de Steven Spielberg, y primera lección de lo que debe ser el terror sobre el asfalto; y «Psicosis» (1960), de Alfred Hitchcock. A ésta última, el bienintencionado homenaje con el que no termina de subir la masa de esa tarta rodada en Ontario (Canadá), de correcto sabor, pero de bizcocho poco consistente e infraelaborado. Y no es porque la levadura de la receta, una historia corta de Jonathan Mostow, cofirmante del guión, sea de mala raza. Sinó más bien la flojera del producto final es debida al poco atino y experiencia de quién se sentaba detrás de la cámara.
El argumento daba mucho más de si, y queda explotado bastante por debajo de sus posibilidades. Si bien el ritmo narrativo es correcto, acorde con el desarrollo de la trama, sin prisas pero sin pausas, su intensidad dramática queda desvanecida por momentos, y apenas la sustenta una decente partitura de Theo Green, que obviamente no es la obra maestra que compuso Bernard Hermann para «Psicosis».
La predominante oscuridad de la fotografía, en la que se prodiga Miroslaw Bazsac en escenas críticas, tiende a perder al espectador, así como un montaje un tanto lioso, que entorpece más que ayudar a seguir el hilo de la historia. Aunque hay que resaltar, en su favor, que de una belleza evocadora especial es la escena de Elissa, rescatada de la lluvia por el coche de Ryan, al que termina subiéndose. Aquí solo faltaría el gatito, para evocar a la empapada Audrey Hepburn en «Breakfast at Tiffany’s». O los estremecedores «flash back», en blanco y negro, que nos trasladan diegéticamente a los fragmentados y traumáticos recuerdos de la infancia del muchacho.
El trabajo interpretativo se aguanta con pinzas en los tres personajes principales de la historia: Elissa, Ryan y Sarah. Los secundarios poco aportan, y los actores que los caracterizan, poco hacen para hacer valer el rol que desempeñan. Gill Bellows, en su papel de agente, poco convincente resulta; no queda claro si su función es de encubridor, o de sabueso despistado. Y el repelente Tyler, encarnado por Nolan Gerard Funk, no pasa de ser un pretendiente obsceno y maleducado, que nada más empezar la pel·lícula, ya vemos que queda descartado como príncipe azul del cuento.
Del trío protagonista, Jennifer Lawrence es la que menos relevancia dramática tiene, aunque encabece los títulos de crédito. Conocida por su papel en «Los Juegos del Hambre» (2012), en donde el gran Donald Shutherland les pasa a todos la mano por la cara, apenas logra figurar su presencia más allá de sus incipientes habilidades vocales, del escote y de una excesivamente maquillada jeta. Ya sea por la escasa verosimilitud que transmite su actuación, o porque el guión no da más para ella (toda una lástima), la podríamos asimilar a un balón o pelota de tenis que se va dando rebotes entre la frustrada maternidad de Sarah, su progenitora, y las seductoras atenciones del tan tierno y dulce, como sombrío Ryan.
El peso, pues, recae sobre la veterana Elisabeth Shue, a la que algunos ya conocemos desde sus primeros pasos en franquícias como «Karate Kid» o «Regreso al futuro», pasando por su aparición en algunos films decentes (como « Leaving Las Vegas» (1995), «El Santo» (1997) o «El hombre sin sombra» (2000)), y algunos otros bastante deleznables; y sobre el hermosísimo Max Thieriot, no sólo por su irresistible atractivo físico (que poco tiene que envidiar en este sentido a Anthony Perkins), sinó por su esforzado intento de sacar adelante su personaje, bastante malbaratado por las chapuzas del script, y por la construcción de los diálogos.
Lo peor de éstos no són las insustanciales y soeces conversaciones en las escenas del grupo de adolescentes, del que Tyler pretende ser el centro de atracción sexual de sus féminas, y al que el aspirante a gorila plateado tiene comprados con los mil pavos mensuales que su ingenuo padre dona a una supuesta «oenegé». El trabajo de David Loucka no da lo suficiente al motor de arranque, y echa a perder un libreto del que se podría haber obtenido una cinta de órdago.
Más que ayudar a los intérpretes a despegar, les hace embarrancar; como si les pusiera una mordaza. Ahí radica lo poco creíbles que resultan no pocos momentos.
El proceso de identificación recae sobretodo en Ryan, en la mayor parte del rodaje: su belleza, su carácter, y todo lo demás de él que atrae a Elissa, ponen al espectador en su perspectiva, la de un chaval inteligente, sensible y que, por oscuras razones queda relegado al ostracismo social.
El hecho de que, como he leído, «House at the end of the street» (título que ya de por sí sugiere más una «soap movie» o telenovela, que una esperada historia de terror u horror), saliera directamente acuñada en DVD’s, parece ya que la cinta, sólo por esto, quede despojada de la dignidad de arte, para pasar a ser un mero artículo de supermercado; cosa de por sí humanamente injusta, y académicamente poco correcta, ya que la calidad de un film no puede ser medida por criterios de taquilla, ni mucho menos por las subjetivas apreciaciones de quien se basa en si «da miedo», o es o deja de ser «aburrido».
Con sus dos primeras piezas, «Pánico» (aka, «Hush»), de 2009, y «House at the end of the Street» (2012), Tonderai hace su mise en scène con la claqueta, pretendiendo rendir tributo a sendos trabajos de culto, respectivamente: «El Diablo Sobre Ruedas» (1971), ópera prima de Steven Spielberg, y primera lección de lo que debe ser el terror sobre el asfalto; y «Psicosis» (1960), de Alfred Hitchcock. A ésta última, el bienintencionado homenaje con el que no termina de subir la masa de esa tarta rodada en Ontario (Canadá), de correcto sabor, pero de bizcocho poco consistente e infraelaborado. Y no es porque la levadura de la receta, una historia corta de Jonathan Mostow, cofirmante del guión, sea de mala raza. Sinó más bien la flojera del producto final es debida al poco atino y experiencia de quién se sentaba detrás de la cámara.
El argumento daba mucho más de si, y queda explotado bastante por debajo de sus posibilidades. Si bien el ritmo narrativo es correcto, acorde con el desarrollo de la trama, sin prisas pero sin pausas, su intensidad dramática queda desvanecida por momentos, y apenas la sustenta una decente partitura de Theo Green, que obviamente no es la obra maestra que compuso Bernard Hermann para «Psicosis».
La predominante oscuridad de la fotografía, en la que se prodiga Miroslaw Bazsac en escenas críticas, tiende a perder al espectador, así como un montaje un tanto lioso, que entorpece más que ayudar a seguir el hilo de la historia. Aunque hay que resaltar, en su favor, que de una belleza evocadora especial es la escena de Elissa, rescatada de la lluvia por el coche de Ryan, al que termina subiéndose. Aquí solo faltaría el gatito, para evocar a la empapada Audrey Hepburn en «Breakfast at Tiffany’s». O los estremecedores «flash back», en blanco y negro, que nos trasladan diegéticamente a los fragmentados y traumáticos recuerdos de la infancia del muchacho.
El trabajo interpretativo se aguanta con pinzas en los tres personajes principales de la historia: Elissa, Ryan y Sarah. Los secundarios poco aportan, y los actores que los caracterizan, poco hacen para hacer valer el rol que desempeñan. Gill Bellows, en su papel de agente, poco convincente resulta; no queda claro si su función es de encubridor, o de sabueso despistado. Y el repelente Tyler, encarnado por Nolan Gerard Funk, no pasa de ser un pretendiente obsceno y maleducado, que nada más empezar la pel·lícula, ya vemos que queda descartado como príncipe azul del cuento.
Del trío protagonista, Jennifer Lawrence es la que menos relevancia dramática tiene, aunque encabece los títulos de crédito. Conocida por su papel en «Los Juegos del Hambre» (2012), en donde el gran Donald Shutherland les pasa a todos la mano por la cara, apenas logra figurar su presencia más allá de sus incipientes habilidades vocales, del escote y de una excesivamente maquillada jeta. Ya sea por la escasa verosimilitud que transmite su actuación, o porque el guión no da más para ella (toda una lástima), la podríamos asimilar a un balón o pelota de tenis que se va dando rebotes entre la frustrada maternidad de Sarah, su progenitora, y las seductoras atenciones del tan tierno y dulce, como sombrío Ryan.
El peso, pues, recae sobre la veterana Elisabeth Shue, a la que algunos ya conocemos desde sus primeros pasos en franquícias como «Karate Kid» o «Regreso al futuro», pasando por su aparición en algunos films decentes (como « Leaving Las Vegas» (1995), «El Santo» (1997) o «El hombre sin sombra» (2000)), y algunos otros bastante deleznables; y sobre el hermosísimo Max Thieriot, no sólo por su irresistible atractivo físico (que poco tiene que envidiar en este sentido a Anthony Perkins), sinó por su esforzado intento de sacar adelante su personaje, bastante malbaratado por las chapuzas del script, y por la construcción de los diálogos.
Lo peor de éstos no són las insustanciales y soeces conversaciones en las escenas del grupo de adolescentes, del que Tyler pretende ser el centro de atracción sexual de sus féminas, y al que el aspirante a gorila plateado tiene comprados con los mil pavos mensuales que su ingenuo padre dona a una supuesta «oenegé». El trabajo de David Loucka no da lo suficiente al motor de arranque, y echa a perder un libreto del que se podría haber obtenido una cinta de órdago.
Más que ayudar a los intérpretes a despegar, les hace embarrancar; como si les pusiera una mordaza. Ahí radica lo poco creíbles que resultan no pocos momentos.
El proceso de identificación recae sobretodo en Ryan, en la mayor parte del rodaje: su belleza, su carácter, y todo lo demás de él que atrae a Elissa, ponen al espectador en su perspectiva, la de un chaval inteligente, sensible y que, por oscuras razones queda relegado al ostracismo social.
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35 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
LA CHICA DEL JARDÍN SE DESPARRAMA POR AHÍ
23 de diciembre de 2012
Sòlo diré en la parte general que si los representantes de los actores, por culpa de la crisis, ya se ven obligados a contratarse con la primera chorrada que se les ponga a tiro, y que una actriz que admiro como la Lawrence, la genial niña de Hunger Games, se ve forzada a meterse en porquerias de pseudo terror como éste, es que no hay mucho donde escoger entre la montaña de guiones basura de Hollywood.
El resto, lo dejo en el spoiler. Ojo, que destripa todo.
El resto, lo dejo en el spoiler. Ojo, que destripa todo.
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68 de 108 usuarios han encontrado esta crítica útil
El remake que nunca fue
10 de mayo de 2013
Curioso lo que me ha ocurrido con "La casa de al lado" (título latinoamericano). La vi convencida de que era un remake de alguna película setentosa u ochentosa, de algún director como Wes Craven. Vaya sorpresa la mía cuando llego a FA y me encuentro con que es una historia "original".
El punto es que si vas a copiar al menos hazlo bien, esta es la típica película con casa rara en el medio de la nada, psicópata suelto, pasado aterrador y víctimas tontas. Es lo último que cuando vas a copiar le plagies al peor, hasta se han copiado la carátula de "Caso 39" (Christian Alvart, 2009) aquella chorrada con Renée Zellweger.
Una historia que se enreda sola sin ningún fin, podría haber sido más sencilla y entendible y hubiera sido lo mismo (me voy al SPÓILER aunque dudo que le cambie algo saber que es lo que ocurre). El rechazo de la sociedad hacia el pibe no tiene ni media justificación, es una mera excusa para encabronar a la fiera y que se mande una de Jackie Chan.
La cinta genera menos terror que la pequeña Miss Sunshine, tiene cero gore -y esto va en serio, no hay casi sangre-, y casi todo es simulación, todas escenas que insinúan sustos que luego no aparecen: el típico voy a abrir la puerta, chan (súper música) ¿qué habrá? ahhhh no hay nada. Tampoco es que la intriga sea para tirar petardos porque la verdad genera menos interés que la señal de ajuste, te importa un carajo la Carrie Anne -ese nombre me recuerda a la de De Palma- o la vida de la Lawrence. Es que ni siquiera el aspecto de esta psicótica-loca-de-remate-asesina-en-serie te asombra o asusta, es una imitación barata de la niña que salía de la TV de la Watts, la típica despeinada con caminada torcida.
Ni siquiera tiene mucha acción, recién al final aparecen los frenetismos, huidas, cuchillos, llamadas sin contestar, luces que se apagan, y todas las chorradas, pero lamentablemente es ese tramo final el más inverosímil de toda la película. Es decir, la primera parte es aburrida pero creíble, la segunda es entretenida pero absurda.
La cámara en mano no aporta un carajo a la película, otra muestra de que este recurso cada vez se usa más en vano. Lo rescatable es un reparto cumplidor con una Shue convincente y una Lawrence bastante expresiva, al igual que Thierot que da bastante bien en el rol de chico "rarito", el resto completamente olvidables.
Una lástima que ni siquiera funcione como peli risible ya que se toma demasiado en serio la función.
Lo mejor: Lawrence, y siendo de lo peor en toda su joven carrera..
Lo peor: no tiene ni media emoción, ni siquiera de la absurda o del gore barato. Lo más aterrador es el prólogo.
El punto es que si vas a copiar al menos hazlo bien, esta es la típica película con casa rara en el medio de la nada, psicópata suelto, pasado aterrador y víctimas tontas. Es lo último que cuando vas a copiar le plagies al peor, hasta se han copiado la carátula de "Caso 39" (Christian Alvart, 2009) aquella chorrada con Renée Zellweger.
Una historia que se enreda sola sin ningún fin, podría haber sido más sencilla y entendible y hubiera sido lo mismo (me voy al SPÓILER aunque dudo que le cambie algo saber que es lo que ocurre). El rechazo de la sociedad hacia el pibe no tiene ni media justificación, es una mera excusa para encabronar a la fiera y que se mande una de Jackie Chan.
La cinta genera menos terror que la pequeña Miss Sunshine, tiene cero gore -y esto va en serio, no hay casi sangre-, y casi todo es simulación, todas escenas que insinúan sustos que luego no aparecen: el típico voy a abrir la puerta, chan (súper música) ¿qué habrá? ahhhh no hay nada. Tampoco es que la intriga sea para tirar petardos porque la verdad genera menos interés que la señal de ajuste, te importa un carajo la Carrie Anne -ese nombre me recuerda a la de De Palma- o la vida de la Lawrence. Es que ni siquiera el aspecto de esta psicótica-loca-de-remate-asesina-en-serie te asombra o asusta, es una imitación barata de la niña que salía de la TV de la Watts, la típica despeinada con caminada torcida.
Ni siquiera tiene mucha acción, recién al final aparecen los frenetismos, huidas, cuchillos, llamadas sin contestar, luces que se apagan, y todas las chorradas, pero lamentablemente es ese tramo final el más inverosímil de toda la película. Es decir, la primera parte es aburrida pero creíble, la segunda es entretenida pero absurda.
La cámara en mano no aporta un carajo a la película, otra muestra de que este recurso cada vez se usa más en vano. Lo rescatable es un reparto cumplidor con una Shue convincente y una Lawrence bastante expresiva, al igual que Thierot que da bastante bien en el rol de chico "rarito", el resto completamente olvidables.
Una lástima que ni siquiera funcione como peli risible ya que se toma demasiado en serio la función.
Lo mejor: Lawrence, y siendo de lo peor en toda su joven carrera..
Lo peor: no tiene ni media emoción, ni siquiera de la absurda o del gore barato. Lo más aterrador es el prólogo.
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16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
La chica nueva
30 de noviembre de 2012
Aquí en Venezuela sí llegó al cine. Yo la vi sin muchos miramientos, sólo con ganas de pasar un buen rato con los amigos, y, por qué no decirlo, por Jennifer Lawrence. Por el cartel se veía como la típica película de la casa donde suceden cosas extrañas. Digamos que no me equivoqué, pero tampoco acerté del todo.
La prota es la nueva del barrio. Pero no se muda a la casa "en cuestión", donde en el prólogo te muestran que allí una chica mató a sus padres, sino que se muda a la casa de enfrente. Se supone que la otra casa está vacía luego de aquel incidente, pero Lawrence se da cuenta de que allí vive el hermano de esa chica.
Durante la primera mitad te descubres tratando de adivinar de qué va la película, y eso no es totalmente negativo, porque en cierto modo te mantiene en suspenso sobre qué es lo que pasa: si es algo sobrenatural, si la casa está embrujada, si hay un asesino en serie y van a empezar a morir personas.
Ahora, en la segunda mitad comienzas a ver qué es lo que está pasando y muchas de tus teorías se caen. No hay nada sobrenatural y no hay asesinos en serie, aún así te mantienes esperando que pase algo de tensión, y realmente no pasa mucho hasta el tramo final del film.
(Continúo en spoiler para no arruinar detalles)
La prota es la nueva del barrio. Pero no se muda a la casa "en cuestión", donde en el prólogo te muestran que allí una chica mató a sus padres, sino que se muda a la casa de enfrente. Se supone que la otra casa está vacía luego de aquel incidente, pero Lawrence se da cuenta de que allí vive el hermano de esa chica.
Durante la primera mitad te descubres tratando de adivinar de qué va la película, y eso no es totalmente negativo, porque en cierto modo te mantiene en suspenso sobre qué es lo que pasa: si es algo sobrenatural, si la casa está embrujada, si hay un asesino en serie y van a empezar a morir personas.
Ahora, en la segunda mitad comienzas a ver qué es lo que está pasando y muchas de tus teorías se caen. No hay nada sobrenatural y no hay asesinos en serie, aún así te mantienes esperando que pase algo de tensión, y realmente no pasa mucho hasta el tramo final del film.
(Continúo en spoiler para no arruinar detalles)
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23 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo macabro y elegante.
10 de marzo de 2013
Nos encontramos, en esta coproducción USA-Canadá, ante un excelente film del británico Mark Tonderai, en la cual, y a través de unas imágenes cautivadoras, nos cuenta una historia realmente escalofriante. Esto no quiere decir que nos encontremos ante una obra especialmente truculenta, si no que lo que explica es algo que no quisiéramos vivir ni en nuestros más lúgubres sueños. Sumamente agradable de visionar, sus escasos 101 minutos se nos pasaran volando ante unas imágenes a ratos morbosas, en ocasiones oníricas y a veces poéticas, todo ello redondeado con unas interpretaciones de la pareja protagonista muy logradas y realistas. Con lo dicho anteriormente parece que sea una cinta excesivamente comercial, puede ser, pero creo que hay que despojarse de ese tipo prejuicios y disfrutar de una buena película de terror. Nada más y nada menos. Esto es muy difícil de conseguir y salir satisfecho de la sala es algo a tener muy en cuenta.
Lo que narra tampoco es que sea muy novedoso pero el guión, muy bien hilvanado, nos lo explica de manera sumamente original. Utiliza la vuelta de tuerca en el momento oportuno, muy avanzada ya la cinta y cuando pensamos que todo transcurrirá como una mezcla de historia de amor y relato de misterio. Ese giro en el guión desencadena todos los acontecimientos, y de un film con un ritmo un poco lento, aunque no cansino, pasamos a otro realmente infernal y el terror aparece desnudo ante nosotros, afortunadamente nos podemos asir a un buen y coherente final.
Elissa y su madre Ryan se trasladan a un nuevo hogar lejos de la gran ciudad, y donde en principio se respira paz y tranquilidad. Los nuevos vecinos les explican lo que sucedió en la casa de al lado. La hija de una familia normal asesinó a sus padres. No tardaran en darse cuenta que la realidad era otra, si cabe más macabra.
En la parte un poco más técnica de esta crítica hay varios puntos que habría que destacar. Primero el excelente guión de David Loucka y Jonathan Mostow, respira calidad y coherencia por los cuatro costados, podríamos decir que está hecho con mimo y cuida hasta el más mínimo detalle, por pequeño que sea. La fotografía de Miroslaw Baszak es magnífica, claros y oscuros sabiamente mezclados que dan un aire especial a toda la cinta. En cuanto a las interpretaciones destacar a la pareja formada por la bella Jennifer Lawrence y su antagonista Max Thieriot, con unas caracterizaciones precisas y contundentes. El resto juega un papel muy secundario aunque Elisabeth Shue, en el papel de madre, logra destacar por su buen hacer y su experiencia.
Para terminar, deciros que aunque seáis amantes de filmes muy truculentos y extremos, a veces hay que agradecer una película de estas características, nos baja un poco al suelo y nos hace pensar que las obras bien hechas tienen el éxito asegurado.
http://www.terrorweekend.com/2013/02/house-at-end-of-street-review.html
Lo que narra tampoco es que sea muy novedoso pero el guión, muy bien hilvanado, nos lo explica de manera sumamente original. Utiliza la vuelta de tuerca en el momento oportuno, muy avanzada ya la cinta y cuando pensamos que todo transcurrirá como una mezcla de historia de amor y relato de misterio. Ese giro en el guión desencadena todos los acontecimientos, y de un film con un ritmo un poco lento, aunque no cansino, pasamos a otro realmente infernal y el terror aparece desnudo ante nosotros, afortunadamente nos podemos asir a un buen y coherente final.
Elissa y su madre Ryan se trasladan a un nuevo hogar lejos de la gran ciudad, y donde en principio se respira paz y tranquilidad. Los nuevos vecinos les explican lo que sucedió en la casa de al lado. La hija de una familia normal asesinó a sus padres. No tardaran en darse cuenta que la realidad era otra, si cabe más macabra.
En la parte un poco más técnica de esta crítica hay varios puntos que habría que destacar. Primero el excelente guión de David Loucka y Jonathan Mostow, respira calidad y coherencia por los cuatro costados, podríamos decir que está hecho con mimo y cuida hasta el más mínimo detalle, por pequeño que sea. La fotografía de Miroslaw Baszak es magnífica, claros y oscuros sabiamente mezclados que dan un aire especial a toda la cinta. En cuanto a las interpretaciones destacar a la pareja formada por la bella Jennifer Lawrence y su antagonista Max Thieriot, con unas caracterizaciones precisas y contundentes. El resto juega un papel muy secundario aunque Elisabeth Shue, en el papel de madre, logra destacar por su buen hacer y su experiencia.
Para terminar, deciros que aunque seáis amantes de filmes muy truculentos y extremos, a veces hay que agradecer una película de estas características, nos baja un poco al suelo y nos hace pensar que las obras bien hechas tienen el éxito asegurado.
http://www.terrorweekend.com/2013/02/house-at-end-of-street-review.html
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17 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin magia
10 de septiembre de 2013
Sobre el papel La casa al final de la calle, promete más de lo que ofrece, tras un perturbador suceso en una casa, una madre y su hija se trasladan a vivir a una zona próxima a donde se dieron los escalofriantes hechos. De esta forma comienza una película que promete terror, suspense, misterio y alguna que otra sorpresa, pero que a medida que se desarrolla, evidencia que sigue el esquema habitual de este tipo de producciones, sin llegar a cumplir con las posibles expectativas depositadas en ella.
Cuenta con los elementos necesarios para generar suspense, alrededor del extraño misterio que rodea a los sucesos acaecidos en el pasado en la casa, donde sigue viviendo un joven misterioso, pero no llega a aprovecharlos.
Comete el error de caer en los tópicos que se dan en este tipo de producciones, tanto en lo referente a los personajes, sus comportamientos y en el desarrollo de las escenas de suspense y supuesto terror. Se hace previsible en muchos puntos, la historia que surge entre la vecina que se siente atraída por el chico misterioso, los matones que se meten con el tío raro y la madre sobreprotectora, elementos simples para una película de suspense floja.
Como reclamo comercial, cuenta con la atractiva presencia en su reparto de Jennifer Lawrence, ganadora del Oscar por El lado bueno de las cosas, que se limita a poner el piloto automático y llevar los tradicionales escotes que lucen las jóvenes protagonistas en las películas de terror. Del mismo modo cuenta con Elisabeth Shue, la que fuera deseada por muchos en otro tiempo, relegada a un papel secundario, haciendo de madre de la protagonista.
El director apuesta por el empleo de efectos de cámara, para generar confusión y suspense, intentando camuflar las trampas y entresijos que esconde la trama, pero lo hace de una forma tan forzada, que involuntariamente hace que el espectador se plantee dudas acerca de lo que esta viendo.
Juega con la ambigüedad de uno de los personajes para añadir más dosis de misterio y suspense a la trama y emplea los tradicionales trucos del cine, para generar instantes de terror, que no llegan a pasar del susto puntual, con el empleo de efectos de sonido y el aumento de volumen de la música en el momento idóneo.
El desarrollo de la historia se va haciendo insostenible y todo se precipita vertiginosamente a una sucesión de situaciones forzadas, al tiempo que previsibles.
Sigue las pautas del cine reciente e intenta sorprender con un giro argumental, que descoloque, pero que ya no coge desprevenido a nadie, a lo mejor a algún despistado, y ya en el comienzo hace intuir lo que esconde la trama.
Es como ir a un espectáculo de magia y anticiparse a los números del mago que van a venir e incluso descubrir sus trucajes, perdiéndose en ese momento toda la magia. Es lo que ocurre mientras uno ve esta película, se anticipa a todo lo que va pasando e incluso descubre el pastel sorpresa nada más dar comienzo la película, lo cual denota la torpeza del director a la hora de trasladar la historia a la pantalla. Un mago del suspense, torpe y mediocre, que imita hasta la saciedad los tópicos del género, nada nuevo en La casa al final de la calle.
Cuenta con los elementos necesarios para generar suspense, alrededor del extraño misterio que rodea a los sucesos acaecidos en el pasado en la casa, donde sigue viviendo un joven misterioso, pero no llega a aprovecharlos.
Comete el error de caer en los tópicos que se dan en este tipo de producciones, tanto en lo referente a los personajes, sus comportamientos y en el desarrollo de las escenas de suspense y supuesto terror. Se hace previsible en muchos puntos, la historia que surge entre la vecina que se siente atraída por el chico misterioso, los matones que se meten con el tío raro y la madre sobreprotectora, elementos simples para una película de suspense floja.
Como reclamo comercial, cuenta con la atractiva presencia en su reparto de Jennifer Lawrence, ganadora del Oscar por El lado bueno de las cosas, que se limita a poner el piloto automático y llevar los tradicionales escotes que lucen las jóvenes protagonistas en las películas de terror. Del mismo modo cuenta con Elisabeth Shue, la que fuera deseada por muchos en otro tiempo, relegada a un papel secundario, haciendo de madre de la protagonista.
El director apuesta por el empleo de efectos de cámara, para generar confusión y suspense, intentando camuflar las trampas y entresijos que esconde la trama, pero lo hace de una forma tan forzada, que involuntariamente hace que el espectador se plantee dudas acerca de lo que esta viendo.
Juega con la ambigüedad de uno de los personajes para añadir más dosis de misterio y suspense a la trama y emplea los tradicionales trucos del cine, para generar instantes de terror, que no llegan a pasar del susto puntual, con el empleo de efectos de sonido y el aumento de volumen de la música en el momento idóneo.
El desarrollo de la historia se va haciendo insostenible y todo se precipita vertiginosamente a una sucesión de situaciones forzadas, al tiempo que previsibles.
Sigue las pautas del cine reciente e intenta sorprender con un giro argumental, que descoloque, pero que ya no coge desprevenido a nadie, a lo mejor a algún despistado, y ya en el comienzo hace intuir lo que esconde la trama.
Es como ir a un espectáculo de magia y anticiparse a los números del mago que van a venir e incluso descubrir sus trucajes, perdiéndose en ese momento toda la magia. Es lo que ocurre mientras uno ve esta película, se anticipa a todo lo que va pasando e incluso descubre el pastel sorpresa nada más dar comienzo la película, lo cual denota la torpeza del director a la hora de trasladar la historia a la pantalla. Un mago del suspense, torpe y mediocre, que imita hasta la saciedad los tópicos del género, nada nuevo en La casa al final de la calle.
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10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mejor película que he visto de la Lawrence.
1 de mayo de 2015
Debo de vivir en una dimensión desconocida o no saber tanto de cine como creo saber. Vamos a ver, querido lectores de mis críticas (no creo que tenga demasiados, pero espero tener más de dos) ¿ésta película no es, al menos, aceptable? No entiendo su 4,3 de nota media. Es la película de Jennifer Lawrence que más me ha gustado y donde mejor a actuado y bueno, tiene la expresividad de un palo de fregona, pero es digno mencionar que está mejor que en otras. Su guión es correcto sin ser demasiado bueno, ni demasiado malo. Es una película aceptable para su visionado y me ayuda a evadirme de una vida de mierda en un patético pueblo de mierda de la Andalucía más cani y profunda existente (y ésto lo digo mientras una pareja de "canorros" discuten bajo mi casa casi a hostias por un "nosequé carroníl"). Elisabeth Shue está estupenda para tener ya cincuenta, y mantiene un rostro realmente hermoso en comparación con una Jennifer Lawrence, mucho más joven, pero más feilla (y la Lawrence no es fea, fea).
La premisa del film es buena, aunque algo manida: Ese vecino rarito, que debe ser raro de la hostia, pero que no parece mal chico, en principio, da mucho juego. Es lo suficiente como para que el personaje de la Lawrence se interese por él, como para que la Shue no quiera que su hija se vea mucho con él. Qué lo tengan puteado en el pueblo ni me parece raro, ni extraño, visto lo gilipollas que es la gente en grupo y lo poco que valemos últimamente (si putean a gente por ser tímida o insegura no me extraña que puteen a alguien por "ser hermano de una asesina de padres"). Al fin y cabo los pueblos son penosos para poder vivir si no cuentas con el favor de la gente. Paseos, sí, simples paseos por mi pueblo, me lo recuerdan a diario y me hacen afrontar con una ilusión enfermiza mi futura aventura en la ESAD de Castilla y León. ¡Qué grande son mis sueños, Dios mío! ¿Cómo voy a querer así el pueblo donde vivo? Vente tu pa´ Écija que yo me voy a otro sitio.
La premisa del film es buena, aunque algo manida: Ese vecino rarito, que debe ser raro de la hostia, pero que no parece mal chico, en principio, da mucho juego. Es lo suficiente como para que el personaje de la Lawrence se interese por él, como para que la Shue no quiera que su hija se vea mucho con él. Qué lo tengan puteado en el pueblo ni me parece raro, ni extraño, visto lo gilipollas que es la gente en grupo y lo poco que valemos últimamente (si putean a gente por ser tímida o insegura no me extraña que puteen a alguien por "ser hermano de una asesina de padres"). Al fin y cabo los pueblos son penosos para poder vivir si no cuentas con el favor de la gente. Paseos, sí, simples paseos por mi pueblo, me lo recuerdan a diario y me hacen afrontar con una ilusión enfermiza mi futura aventura en la ESAD de Castilla y León. ¡Qué grande son mis sueños, Dios mío! ¿Cómo voy a querer así el pueblo donde vivo? Vente tu pa´ Écija que yo me voy a otro sitio.
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9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es tan mala como la ponen los gafapastas
9 de abril de 2013
No me llamaba mucho la atención pero como me estoy viendo la corta filmografía de Jennifer Lawrence esta tenía que verla si o sí aunque no estuviese en castellano. Sus malas críticas me tiraban para atrás y el hecho de no haberse estrenado en España quizás algo mas todavía así que no las tenía conmigo a la hora de visionarla.
Tengo que decir que no es gran cosa la película, que su ambiente queda muy de telefilm y su historia no es mas que un refrito pero la verdad es que prefiero una película así de terror con algún susto que otro y con mas suspense que terror que una payasada gore o de exorcismos que se repiten 4 o 5 veces al año. La interpretación de Jennifer Lawrence es sin duda lo mejor de la cinta, nunca defrauda aunque a veces sus personajes muchas veces no cuadren mucho como en Like Crazy o El Castor. Quizás esta no sea su mejor interpretación ni mucho menos pero engrandece el interés por la cinta ya que sabe que caras poner y como hablar cuando es debido. El resto del reparto no cumple mucho con su cometido, es más, Max Thieriot (la versión joven de Hayden Christensen en Jumper) me parece un muchacho que le queda mucho cine por rodar ya que es demasiado seco y soso pese a que su personaje sea normal que lo sea. El guión no es nada del otro mundo, como ya he citado es mas de lo mismo pero sin embargo funciona y el ritmo mejora con el paso de los minutos ya que empieza algo floja pero su última media hora hay que reconocer que te atrapa y no te suelta, estoy seguro que nadie es capaz de dejar la película a medias cuando ya llevas una hora de película. El giro de guión inesperado está bien aunque está toda la gente tan acostumbrada a esos giros en la muchas películas de terror/suspense que ya no sorprende tanto. Es casi que mejor no tocar la historia y dejar que siga su curso. Por ejemplo cintas como Eden Lake se saben llevar mejor que esta.
La banda sonora y la fotografía acompañan y se amoldan bien al formato de la película aunque tampoco destacan mucho.
En definitiva, una película entretenida, interesante, para pasar un buen rato con los amigos, que me gustaría que llegase a España en dvd para que sea mas reconocida y vista y se pueda emitir en televisión pero que dudo mucho que llegue, aunque ¿Quién sabe?. Entretenida.
PD: Que no os engañen las malas lenguas de los críticos, que no es tan mala como dictan.
Tengo que decir que no es gran cosa la película, que su ambiente queda muy de telefilm y su historia no es mas que un refrito pero la verdad es que prefiero una película así de terror con algún susto que otro y con mas suspense que terror que una payasada gore o de exorcismos que se repiten 4 o 5 veces al año. La interpretación de Jennifer Lawrence es sin duda lo mejor de la cinta, nunca defrauda aunque a veces sus personajes muchas veces no cuadren mucho como en Like Crazy o El Castor. Quizás esta no sea su mejor interpretación ni mucho menos pero engrandece el interés por la cinta ya que sabe que caras poner y como hablar cuando es debido. El resto del reparto no cumple mucho con su cometido, es más, Max Thieriot (la versión joven de Hayden Christensen en Jumper) me parece un muchacho que le queda mucho cine por rodar ya que es demasiado seco y soso pese a que su personaje sea normal que lo sea. El guión no es nada del otro mundo, como ya he citado es mas de lo mismo pero sin embargo funciona y el ritmo mejora con el paso de los minutos ya que empieza algo floja pero su última media hora hay que reconocer que te atrapa y no te suelta, estoy seguro que nadie es capaz de dejar la película a medias cuando ya llevas una hora de película. El giro de guión inesperado está bien aunque está toda la gente tan acostumbrada a esos giros en la muchas películas de terror/suspense que ya no sorprende tanto. Es casi que mejor no tocar la historia y dejar que siga su curso. Por ejemplo cintas como Eden Lake se saben llevar mejor que esta.
La banda sonora y la fotografía acompañan y se amoldan bien al formato de la película aunque tampoco destacan mucho.
En definitiva, una película entretenida, interesante, para pasar un buen rato con los amigos, que me gustaría que llegase a España en dvd para que sea mas reconocida y vista y se pueda emitir en televisión pero que dudo mucho que llegue, aunque ¿Quién sabe?. Entretenida.
PD: Que no os engañen las malas lenguas de los críticos, que no es tan mala como dictan.
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17 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por un par de sustos baratos ya la catalogan de terror? ¡No!
21 de agosto de 2013
Otra vez más que nos la meten doblada. Este es otro claro ejemplo de cómo con un buen montaje de tráiler se puede hacer creer a la gente que está a punto de presenciar una buena película de terror pero nada más lejos de la realidad. Espero que esta humilde crítica les sirva para quienes no la hayan visto saber a lo que van, porque eso de engañar al espectador es de muy mal gusto.
A simple vista, viendo el tráiler o incluso alguna crítica aislada puede parecer una buena opción de cine de terror pero os aseguro que de eso no tiene nada. En cuanto pasan los primeros 10 minutos de metraje ya podemos comprobar por donde irán los tiros, y la desgracia es que no nos sorprende y desde ahí hasta el final es precisamente lo mismo.
La historia he de decir que, antes de verla, pensaba que tendría miga para ofrecer algo más, pero era un espejismo. Una vez que me puse a verla ya noté que nada bueno o terrorífico me iba a encontrar y, para mi desgracia, así fue. Los primeros compases no son malos, pero son engañadizos. Muestran un ''ambiente'' en la cinta que luego no se corresponde con lo que veremos en su totalidad, engañando al público para luego decepcionarles. Eso no se hace. Los minutos van pasando y sigue sin haber nada de miedo auténtico y eso no puede permitírsele a una película, en teoría, de terror.
Las interpretaciones son muy del montón. Solo tenemos a Jennifer Lawrence y Elisabeth Shue como actrices realmente conocidas. La primera casi todos la conocerán por ''Los juegos del hambre'' y la segunda, posiblemente, por ''El hombre sin sombra''. Aquí pasan sin pena ni gloria aunque la primera hay que decir que es preciosa en todos los aspectos. El resto bastante flojos y desde luego olvidadizos. No merece la pena profundizar mucho más en esto.
Como he dicho al principio esto de terror no tiene nada. Lo único que posee son un par de sustos baratos y contados. ¿Esto qué quiere decir? Fácil. Sustos de esos en los que está todo en silencio y algo o alguien aparece de repente y con una música de fondo muy alta para sobresaltarnos. Eso no es terror de verdad, son sustos baratos. Y además de eso tiene 2 o 3 como mucho. Un desastre. No nos ofrece lo que estábamos buscando en ella que era pasar miedo y este apartado ya le resta bastante nota.
Y por otro lado tampoco es que sea una película divertida o entretenida del todo. Tiene varias secuencias bastante lentas e incluso aburridas a ratos que nos hace pensar cuándo llegará lo bueno. Eso, por desgracia, nunca ocurre.
En resumen ''La casa al final de la calle'' es una cinta muy regular. Tenía esperanzas puestas en ella pero se esfumaron al poco rato de verla. Su género correcto sería de intriga o más bien de suspense pero terror jamás de los jamases se podría poner. No aburre del todo y se deja ver por encima pero tampoco se la recomendaría a nadie, las cosas como son. Y para más inri la cinta nos llega a España con mucho tiempo de retraso. Lo tiene todo oiga...
Lo mejor: A niveles muy generales entretiene y la belleza de Jennifer Lawrence.
Lo peor: Todo lo demás. No da miedo en ningún momento, se vuelve lenta y aburrida por momentos y un tráiler engañadizo.
* Regular *
A simple vista, viendo el tráiler o incluso alguna crítica aislada puede parecer una buena opción de cine de terror pero os aseguro que de eso no tiene nada. En cuanto pasan los primeros 10 minutos de metraje ya podemos comprobar por donde irán los tiros, y la desgracia es que no nos sorprende y desde ahí hasta el final es precisamente lo mismo.
La historia he de decir que, antes de verla, pensaba que tendría miga para ofrecer algo más, pero era un espejismo. Una vez que me puse a verla ya noté que nada bueno o terrorífico me iba a encontrar y, para mi desgracia, así fue. Los primeros compases no son malos, pero son engañadizos. Muestran un ''ambiente'' en la cinta que luego no se corresponde con lo que veremos en su totalidad, engañando al público para luego decepcionarles. Eso no se hace. Los minutos van pasando y sigue sin haber nada de miedo auténtico y eso no puede permitírsele a una película, en teoría, de terror.
Las interpretaciones son muy del montón. Solo tenemos a Jennifer Lawrence y Elisabeth Shue como actrices realmente conocidas. La primera casi todos la conocerán por ''Los juegos del hambre'' y la segunda, posiblemente, por ''El hombre sin sombra''. Aquí pasan sin pena ni gloria aunque la primera hay que decir que es preciosa en todos los aspectos. El resto bastante flojos y desde luego olvidadizos. No merece la pena profundizar mucho más en esto.
Como he dicho al principio esto de terror no tiene nada. Lo único que posee son un par de sustos baratos y contados. ¿Esto qué quiere decir? Fácil. Sustos de esos en los que está todo en silencio y algo o alguien aparece de repente y con una música de fondo muy alta para sobresaltarnos. Eso no es terror de verdad, son sustos baratos. Y además de eso tiene 2 o 3 como mucho. Un desastre. No nos ofrece lo que estábamos buscando en ella que era pasar miedo y este apartado ya le resta bastante nota.
Y por otro lado tampoco es que sea una película divertida o entretenida del todo. Tiene varias secuencias bastante lentas e incluso aburridas a ratos que nos hace pensar cuándo llegará lo bueno. Eso, por desgracia, nunca ocurre.
En resumen ''La casa al final de la calle'' es una cinta muy regular. Tenía esperanzas puestas en ella pero se esfumaron al poco rato de verla. Su género correcto sería de intriga o más bien de suspense pero terror jamás de los jamases se podría poner. No aburre del todo y se deja ver por encima pero tampoco se la recomendaría a nadie, las cosas como son. Y para más inri la cinta nos llega a España con mucho tiempo de retraso. Lo tiene todo oiga...
Lo mejor: A niveles muy generales entretiene y la belleza de Jennifer Lawrence.
Lo peor: Todo lo demás. No da miedo en ningún momento, se vuelve lenta y aburrida por momentos y un tráiler engañadizo.
* Regular *
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5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine por obligación
14 de junio de 2023
No soy particularmente fanático de las películas de terror de la misma manera que no me hacen mucha gracia los pimientos de padrón: no encuentro diversión en el sufrimiento o en el pasarlo mal. Pero cuando consigo superar la pereza de ponerme a ver algo de Insidious, la muñeca Anabelle o rollos de Ouija, me gusta encontrarme sorprendido ocasionalmente por nuevas formas de jugar con los nervios de la gente o de encontrar elementos originales para poner los pelos de punta. Y es que, aunque haya quien no salga de las clásicas subidas repentinas de volumen o de la mano misteriosa que se posa de pronto sobre el hombro del protagonista, hay que reconocer el esfuerzo de algunos cineastas por buscar maneras de llegar a lo más profundo de la psique o convertir en macabro lo que no pasa normalmente de costumbrista.
Desgraciadamente, no podemos encuadrar “La casa al final de la calle” dentro de los renovadores o vanguardistas del thriller de horror. Posiblemente encantados con ellos mismos por poder contar con la oscarizada y en la cresta de la ola Jennifer Lawrence y dando por hecho que eso era garantía suficiente para asegurar buena crítica y mejor taquilla, los productores se olvidaron de darle un buen guion y una buena dirección. La historia no es mala o, como mínimo, las hay mucho peores: tiene ideas con potencial y su resumen es interesante. Pero la escritura de esa historia, la forma de implementar esas ideas es infantil y previsible, como recorriendo continuamente a un catálogo de tópicos del género para ver cómo hay que llegar a tal punto o resolver tal conflicto. La ejecución es igual de horrenda, como si diese por perdida la producción y considerara que ese guion no es remontable, por lo que se limita a montar las escenas de manera rutinaria y diluye cada clímax en la más asquerosa apatía.
Insisto, lees el resumen de la película y ves buenas ideas - quizá no revolucionarias, pero a las que un director normalito sacaría bastante partido - que discurren en la pantalla con la misma energía que un anuncio de pasta de dientes. A veces me pongo ese momento de “Cabaret” en el que un niño angelical canta el “Tomorrow belong to me” y se me pone la carne de gallina de puro pánico. También recuerdo que el grito de Wall-E cuando la nave con EVA está a punto de irse de La Tierra y me deja congelado de terror. Son sólo dos ejemplos de que el miedo no es sólo sangre y fantasmas, es también saber tocar elementos de la psique con conceptos, a veces, de lo más inocente. “La casa al final de la calle” no despierta más que algún bostezo ocasional y algún que otro sobresalto cuando suben de pronto el sonido. A estas alturas, muy poca cosa por mucha Jennifer Lawrence (que bastante bien lo hace para el flojo material con el que tiene que torear).
Desgraciadamente, no podemos encuadrar “La casa al final de la calle” dentro de los renovadores o vanguardistas del thriller de horror. Posiblemente encantados con ellos mismos por poder contar con la oscarizada y en la cresta de la ola Jennifer Lawrence y dando por hecho que eso era garantía suficiente para asegurar buena crítica y mejor taquilla, los productores se olvidaron de darle un buen guion y una buena dirección. La historia no es mala o, como mínimo, las hay mucho peores: tiene ideas con potencial y su resumen es interesante. Pero la escritura de esa historia, la forma de implementar esas ideas es infantil y previsible, como recorriendo continuamente a un catálogo de tópicos del género para ver cómo hay que llegar a tal punto o resolver tal conflicto. La ejecución es igual de horrenda, como si diese por perdida la producción y considerara que ese guion no es remontable, por lo que se limita a montar las escenas de manera rutinaria y diluye cada clímax en la más asquerosa apatía.
Insisto, lees el resumen de la película y ves buenas ideas - quizá no revolucionarias, pero a las que un director normalito sacaría bastante partido - que discurren en la pantalla con la misma energía que un anuncio de pasta de dientes. A veces me pongo ese momento de “Cabaret” en el que un niño angelical canta el “Tomorrow belong to me” y se me pone la carne de gallina de puro pánico. También recuerdo que el grito de Wall-E cuando la nave con EVA está a punto de irse de La Tierra y me deja congelado de terror. Son sólo dos ejemplos de que el miedo no es sólo sangre y fantasmas, es también saber tocar elementos de la psique con conceptos, a veces, de lo más inocente. “La casa al final de la calle” no despierta más que algún bostezo ocasional y algún que otro sobresalto cuando suben de pronto el sonido. A estas alturas, muy poca cosa por mucha Jennifer Lawrence (que bastante bien lo hace para el flojo material con el que tiene que torear).
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sue y Lawrence en busca del hombre perfecto.
23 de diciembre de 2023
Siempre me resulta estimulante ver en escena a Jennifer Lawrence, por lo que tenía deseos de ver esta película desde hacía tiempo, a pesar de no contar con demasiada buena valoración.
Me he encontrado con un historia clásica de intriga, que por clásica, no debiera ser implícitamente insignificante o carente de interés.
Unos episodios dramáticos acaecidos en un pasado cercano, son la tarjeta de presentación para las nuevas inquilinas del barrio. Sarah y Elissa (Elisabeth Sue y Jennifer Lawrence respectivamente), o lo que es lo mismo, madre e hija. Ambas, intentando restablecer una relación deteriorada, debido a un divorcio traumático (para variar).
Una historia dramática, dura y cruel que juega al despiste, arrastrando en una demencial espiral a Elssa, una chica adolescente, inteligente, empática y necesitada de estímulos positivos.
No es una cinta que aporte nada especial al conjunto de películas del género. Máxime si nos situamos en un clásico como es, madre con divorcio traumático, de mudanzas, con una hija adolescente arrastrada a tener que acoplarse, tanto física como emocionalmente.
Sí con el paso del metraje se va evidenciando, hacia donde quiere dirigirnos el director, también se otorgan espacios hacia unos cuantos giros sorprendentes, que realmente pueden realzar el interés por la historia.
No me ha resultado desagradable la película, honestamente. Sí es cierto que algunas cosas sí que me las esperaba, en cambio, ha dispuesto también de ciertos momentos con algún giro, que si han hecho que mi interés haya crecido.
Bien en general los dos principales protagonistas. Jennifer Lawrence y el enigmático Max Thieriot.
Me he encontrado con un historia clásica de intriga, que por clásica, no debiera ser implícitamente insignificante o carente de interés.
Unos episodios dramáticos acaecidos en un pasado cercano, son la tarjeta de presentación para las nuevas inquilinas del barrio. Sarah y Elissa (Elisabeth Sue y Jennifer Lawrence respectivamente), o lo que es lo mismo, madre e hija. Ambas, intentando restablecer una relación deteriorada, debido a un divorcio traumático (para variar).
Una historia dramática, dura y cruel que juega al despiste, arrastrando en una demencial espiral a Elssa, una chica adolescente, inteligente, empática y necesitada de estímulos positivos.
No es una cinta que aporte nada especial al conjunto de películas del género. Máxime si nos situamos en un clásico como es, madre con divorcio traumático, de mudanzas, con una hija adolescente arrastrada a tener que acoplarse, tanto física como emocionalmente.
Sí con el paso del metraje se va evidenciando, hacia donde quiere dirigirnos el director, también se otorgan espacios hacia unos cuantos giros sorprendentes, que realmente pueden realzar el interés por la historia.
No me ha resultado desagradable la película, honestamente. Sí es cierto que algunas cosas sí que me las esperaba, en cambio, ha dispuesto también de ciertos momentos con algún giro, que si han hecho que mi interés haya crecido.
Bien en general los dos principales protagonistas. Jennifer Lawrence y el enigmático Max Thieriot.
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El BODRIO al final de la calle
27 de diciembre de 2013
De acuerdo, sale Jennifer Lawrence… pero…
— La película es tan mala que fue considerada una de las peores de 2012 por público y crítica.
— Reúne todos los clichés en cien metros (y neuronas) a la redonda: leyenda macabra, asesinato familiar, casa siniestra y chico peligroso del que se enamora la prota, moje de bragas y calzones, policía adicto a las milfs, etc.
— Parece un casting (por no decir tv-movie cutre de toda la vida) para que Nolan Gerard Funk repitiera papel de gilipollas integral en “La chica invisible (Awkward)” y que Max Thieriot optase a ser el prota de “Bates Motel” y se quedara siendo su hermano…
— En esa casa sólo hay tontería, personajes unidimensionales, toneladas de clichés y una trama tan previsible que sus sustos parecen simplemente funcionar para tratar de levantar al dormido y anestesiado público.
— ¿Suspense? ¿Horror? ¿Homenaje a los thrillers psicológicos de los 90? La cara de todo aquel que se lea el guión si debe ser el auténtico terror…
—… y la propia cara de la Jenni diciéndose a sí misma cómo iba a torturar a su representante por meterla en semejante fregado… con tan poco refriega. ¿Se trata de un chantaje para no publicar fotos/vídeos sexuales?
Eso sí, la Jenni lo hace muy bien, toca la guitarra, canta y explican su genética gracias a ser la hija de una milf como Elisabeth Shue. De acuerdo, sale Jennifer Lawrence… pero…
—¿Qué ves?
—Un pedazo BODRIO con un árbol en medio.
— La película es tan mala que fue considerada una de las peores de 2012 por público y crítica.
— Reúne todos los clichés en cien metros (y neuronas) a la redonda: leyenda macabra, asesinato familiar, casa siniestra y chico peligroso del que se enamora la prota, moje de bragas y calzones, policía adicto a las milfs, etc.
— Parece un casting (por no decir tv-movie cutre de toda la vida) para que Nolan Gerard Funk repitiera papel de gilipollas integral en “La chica invisible (Awkward)” y que Max Thieriot optase a ser el prota de “Bates Motel” y se quedara siendo su hermano…
— En esa casa sólo hay tontería, personajes unidimensionales, toneladas de clichés y una trama tan previsible que sus sustos parecen simplemente funcionar para tratar de levantar al dormido y anestesiado público.
— ¿Suspense? ¿Horror? ¿Homenaje a los thrillers psicológicos de los 90? La cara de todo aquel que se lea el guión si debe ser el auténtico terror…
—… y la propia cara de la Jenni diciéndose a sí misma cómo iba a torturar a su representante por meterla en semejante fregado… con tan poco refriega. ¿Se trata de un chantaje para no publicar fotos/vídeos sexuales?
Eso sí, la Jenni lo hace muy bien, toca la guitarra, canta y explican su genética gracias a ser la hija de una milf como Elisabeth Shue. De acuerdo, sale Jennifer Lawrence… pero…
—¿Qué ves?
—Un pedazo BODRIO con un árbol en medio.
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24 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena entre las del montón
27 de enero de 2013
La película empieza "potente", con unos asesinatos que están envueltos en una atmósfera de terror bien lograda. Pasados estos, se centra en el thriller: chica, cuya madre se preocupa mucho por ella, conoce a chico rarito en el nuevo vecindario y se "enamora" de él. Pero es tan rarito que esconde un oscuro secreto. Ahí, de la mitad al final del metraje, es donde hay intriga. Durante la relación veremos algún interesante momento de amistad o amor, pero muy limitado, ya que al chico parece que "se le caiga el mundo encima", es un poco callado, ¡y eso que tiene a una buena mujer delante!: Jennifer Lawrence. Esta, en su papel, no lo hace nada mal, llegando casi a lo notable. Pienso, por lo que he visto en su filmografía y en otros filmes suyos, que es una actriz que vale para papeles muy diversos. No creo que llegue en muchos a actuaciones sobresalientes, pero con su edad, físico y carisma aún le queda bastante por vivir y estrenar en el mundo del cine. Dejando este pequeño y concreto inciso, he de decir que las actuaciones, en general, están entre el 6 y el 7. El guión y la trama es lo que se podría tomar de forma más subjetiva y gustar o no, porque se puede pensar que es lo típico, que es como en los telefilmes de Antena 3 un domingo por la tarde... pero a mí, personalmente, me ha gustado: tiene más gracia que estos últimos, tiene buenos y conocidos actores, argumento más que aceptable, y, en su conjunto, tiene "envoltorio" de producto "de calidad". Buenos toques de thriller e intriga también hacen que sea un poco diferente dentro del género de terror, y eso es bueno (ya que en este, casi siempre, es más de lo mismo).
La cinta cuenta con algún giro (inesperado) en la trama, que llevan a un final más que aceptable y respetable. También hay que hacer mención de que se verá a una mujer y a una niña que, por como han sido maquilladas y "trabajadas", dan mal rollo y miedo de verdad (de hecho, recuerdan a la niña del videojuego F.E.A.R.).
En fin, quien diga que es una película del montón lo entiendo, pero será de las buenas buenas del montón. Entretiene y puede llegar a gustar, lo que no sé seguro es por cuanto tiempo se quedará en la memoria.
La cinta cuenta con algún giro (inesperado) en la trama, que llevan a un final más que aceptable y respetable. También hay que hacer mención de que se verá a una mujer y a una niña que, por como han sido maquilladas y "trabajadas", dan mal rollo y miedo de verdad (de hecho, recuerdan a la niña del videojuego F.E.A.R.).
En fin, quien diga que es una película del montón lo entiendo, pero será de las buenas buenas del montón. Entretiene y puede llegar a gustar, lo que no sé seguro es por cuanto tiempo se quedará en la memoria.
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19 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Unos inquilinos muy sospechosos
29 de agosto de 2014
No es ninguna maravilla del género pero parece mentira que "La casa al final de la calle" haya llegado a España directamente en DVD sin pasar por los cines, pese al protagonismo de Jennifer Lawrence, una de las estrellas juveniles más cotizadas del momento. Claro que aunque no es fea tampoco es una belleza. En ese estilo, prefiero a Leelee Sobieski. De las que salen estoy por afirmar que la más guapa es Elisabeth Shue a pesar de que se la ve demasiado mayor, no en vano tenía casi cincuenta años. Sin embargo no lo es de verdad pues hay una tal Joy Tanner, una señora de unos 45 años, que está realmente estupenda. Sí, la que hace de la madre de Tyler (Nolan Gerard Funk).
A todo esto la película es más que una de miedo o de sustos, un thriller con apuntes de drama romántico adolescente. A mí me ha recordado mucho a esa serie reciente de la Antena 3 llamada "Luna. El Misterio de Calenda" (2012), incluso físicamente los actores. De hecho durante la primera hora el espectador se pregunta de qué va esto, porque parece que la obra anda en un punto muerto. Sin embargo, cuando el muermo comienza a asomarse de modo peligroso Mark Tonderai nos da un giro que nos deja sentados. De las muchas posibilidades que uno anticipa, porque está claro que algo raro hay, nunca imaginé ésta. Buena segunda parte aunque exagerada y algo torpe.
A todo esto la película es más que una de miedo o de sustos, un thriller con apuntes de drama romántico adolescente. A mí me ha recordado mucho a esa serie reciente de la Antena 3 llamada "Luna. El Misterio de Calenda" (2012), incluso físicamente los actores. De hecho durante la primera hora el espectador se pregunta de qué va esto, porque parece que la obra anda en un punto muerto. Sin embargo, cuando el muermo comienza a asomarse de modo peligroso Mark Tonderai nos da un giro que nos deja sentados. De las muchas posibilidades que uno anticipa, porque está claro que algo raro hay, nunca imaginé ésta. Buena segunda parte aunque exagerada y algo torpe.
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3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al final de la calle hay más casas.
18 de septiembre de 2014
Únicamente lo más llamativo y atractivo de 'La casa al final de la calle' es sin duda, la presencia de Jennifer Lawrence quien venía de protagonizar la exitosa 'Los juegos del hambre' y eso sería un buen reclamo para atraer al público ... sobretodo al público adolescente. Digo esto, porque la cinta es exclusivamente para adolescentes ¿Terror? ¿Suspense? ¿Sobrenatural? ... no hay na' de na ... en 'La casa al final de la calle' solo encontrarás una historia lenta que no interesa a nadie, en serio, no llevas ni mitad de película visionada y ya estás muerto de aburrimiento. Me pregunto que es lo que quería hacer el señor Mark Tonderai, si un film de terror adolescente, una mariconada crepusculiana, o un thriller psicológico barato de esos de sobremesa ... no lo sé. Lo que sí se, que la Jenni y la veterana Elisabeth Shue por lo menos cumplen dentro de un guión flojo, limitado, simple y tramposo que se guarda un par de ases en la manga para cuando ya estés dormido.
¡¡OJO SPOILER¡¡
¡¡OJO SPOILER¡¡
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2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí no hay quien viva.
30 de septiembre de 2012
No se confundan con el título de la crítica, ya que seguramente les recordará la exitosa y genial comedia española. House at the End of the Street, o La casa de al lado como llegó este film a mi país, es una película de suspenso, saturada de los clichés éste género. Sin embargo, la película funciona medianamente.
Elissa (Jennifer Lawrence) es una adolescente que se muda, junto con su madre Sarah (Elisabeth Shue), a un nuevo pueblo, y allí descubren que en la casa de al lado, ocurrieron unos asesinatos y Ryan (Max Thieriot) el único sobreviviente continúa viviendo en la casa.
Luego de los primeros treinta minutos del metraje, el film no duda en poner las cartas sobre la mesa y darnos todos elementos necesarios para saber a qué nos vamos a enfrentar los 70 minutos restantes, y aunque al final trata de dar un giro inesperado, no logra sorprender. Tal vez, porque la historia ha sido narrada un sinfín de veces y en la mayoría de los casos sin mucho éxito. Lo nuevo, es el giro que toma el film en los últimos minutos, pero su director no supo aprovechar este elemento y desafortunadamente todo se va al traste. Aún así, Mark Tonderai (Director) supo aprovechar los elementos típicos del suspenso y logra algunas escenas al nivel de su género.
Las actuaciones están bien logradas, la fotografía aporta acertadamente a la estética del film. Lo que realmente no funciona bien fue su proceso de edición, tal vez se deba a su afán por no ser censurada y caer en la clasificación R (en EEUU fue PG-13).
Elissa (Jennifer Lawrence) es una adolescente que se muda, junto con su madre Sarah (Elisabeth Shue), a un nuevo pueblo, y allí descubren que en la casa de al lado, ocurrieron unos asesinatos y Ryan (Max Thieriot) el único sobreviviente continúa viviendo en la casa.
Luego de los primeros treinta minutos del metraje, el film no duda en poner las cartas sobre la mesa y darnos todos elementos necesarios para saber a qué nos vamos a enfrentar los 70 minutos restantes, y aunque al final trata de dar un giro inesperado, no logra sorprender. Tal vez, porque la historia ha sido narrada un sinfín de veces y en la mayoría de los casos sin mucho éxito. Lo nuevo, es el giro que toma el film en los últimos minutos, pero su director no supo aprovechar este elemento y desafortunadamente todo se va al traste. Aún así, Mark Tonderai (Director) supo aprovechar los elementos típicos del suspenso y logra algunas escenas al nivel de su género.
Las actuaciones están bien logradas, la fotografía aporta acertadamente a la estética del film. Lo que realmente no funciona bien fue su proceso de edición, tal vez se deba a su afán por no ser censurada y caer en la clasificación R (en EEUU fue PG-13).
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18 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
OTRO VECINO ZUMBADO MAS
25 de agosto de 2014
Otra típica película más sobre una familia, esta vez madre e hija que se mudan a un nuevo vecindario y como no en la casa del vecino de al lado algo chungo para no variar.
Como madre protectora tenemos a una Elisabeth Shue alejada ya de sus mejores papeles si es que alguna vez los tubo salvando leaving las vegas, como hija adolescente tenemos a la chica de moda ultimamente a la explosiva (físicamente) Jennifer Laurence y único reclamo de la cinta pero sin conseguir llenar la pantalla.
Como he dicho nada nuevo ni narrativamente ni visualmente hablando y la película se podría resumir así:
Madre e hija se mudan a un nuevo vecindario, madre sobreprotectora, hija adolescente semi-rebelde que no hace ni puto caso a su madre, en la casa de al lado ocurrieron asesinatos, solo sobrevivió el hijo, el chaval es un tanto rarito y guarda secreto, Jennifer Laurence se encapricha de él, su madre le dice que tenga cuidadin, movidon, era otro vecino zumbado más, la madre tenía razón, finalmente madre e hija se vuelven a mudar.
Si manejas otras opciones descarta esta cinta porque no vale ni para pasar el rato.
A DESTACAR: Jennifer Lawrence alegra la vista.
EN CONTRA: 1; Típica dirección al uso. 2; Típico Guion al uso. 3; Malas interpretaciones. 4; Elisabeth Shue muy viejuna (con lo guapa que era y lo buena que estaba).
Como madre protectora tenemos a una Elisabeth Shue alejada ya de sus mejores papeles si es que alguna vez los tubo salvando leaving las vegas, como hija adolescente tenemos a la chica de moda ultimamente a la explosiva (físicamente) Jennifer Laurence y único reclamo de la cinta pero sin conseguir llenar la pantalla.
Como he dicho nada nuevo ni narrativamente ni visualmente hablando y la película se podría resumir así:
Madre e hija se mudan a un nuevo vecindario, madre sobreprotectora, hija adolescente semi-rebelde que no hace ni puto caso a su madre, en la casa de al lado ocurrieron asesinatos, solo sobrevivió el hijo, el chaval es un tanto rarito y guarda secreto, Jennifer Laurence se encapricha de él, su madre le dice que tenga cuidadin, movidon, era otro vecino zumbado más, la madre tenía razón, finalmente madre e hija se vuelven a mudar.
Si manejas otras opciones descarta esta cinta porque no vale ni para pasar el rato.
A DESTACAR: Jennifer Lawrence alegra la vista.
EN CONTRA: 1; Típica dirección al uso. 2; Típico Guion al uso. 3; Malas interpretaciones. 4; Elisabeth Shue muy viejuna (con lo guapa que era y lo buena que estaba).
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6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Otra vez, madre?
19 de noviembre de 2015
Creo que a copiar a los clásicos no se le llama plagio sino homenaje. Así que esto parece ser un intento de homenaje a Psicosis, donde no hay duda en ningún momento de quien es el salvaje asesino que machaca a la gente pero se juega con la identidad real de ese asesino. Además, el plano final no deja dudas de qué película es el motor inspirador de todo. Jenniffer Lawrence, con sus ojos preciosos y sus curvas rotundas, interpreta a una adolescente con personalidad, que vive enfrentada a su insegura madre Elizabeth Shue y que se atreve a rechazar a los adocenados vecinos pijos de su nueva zona residencial y fijar su mirada en el monísimo Max Thieirot, marginado y escarnecido por todos por ser el superviviente de una familia en el que la hermana se ha cargado a sus padres y luego se ha ahogado en el lago (o eso parece). Lo que está claro es que a los guionistas del género terrorífico de Hollywood necesitan a los y las psicópatas como el comer, pues así todo su laberinto de sorpresillas bobas y acciones caprichosas resulta justificado en la presunta condición de imprevisibles de esa gente. Más allá de esa necesidad de introducir un susto o una sorpresa banal cada determinado tiempo, cualquier consideración crítica del guión se sustentaría en falso. Incluso observar que la historia parece apuntarse a una tendencia reaccionaria a dar la razón a quienes piensan que siempre hay motivos para desconfiar de lo extraño y que es razonable marginar a los extravagantes.
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5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La casa al final de la calle
7 de marzo de 2016
"La casa al final de la calle", ¿que les sugiere ese titulo?... Les viene a la mente una casa en la que sucedió un terrible crimen, se les aparecen unas ingenuas vecinas que llegan al vecindario, por supuesto que también caen en la cuenta de que dicho vecindario está rodeado de profundo bosque,... ¿Tienen algún cliché más para ofrecerme? ¡No!, supongo que ya los han mencionado todos. Pues entonces ya tienen armada la introducción de la película en cuestión.
Dejando a un lado lo poco evocador que es el primer acto de "La casa al final de la calle", pasemos al segundo. La pregunta es concisa, ¿hacia dónde van sus personajes y las situaciones que les envuelven?... No sé que querría hacer Mark Tonderai con su cinta, pero es obvio que tendría que haber empezado por aclararse él. El film, ¿es un thriller?, ¿es una cinta de terror?, ¿es un drama?... ¡No me lo pregunten porque no tengo ni idea! A ratos es una cosa, más tarde la siguiente; y entre tanto, el espectador hecho un lio. Es evidente que el film tiene mimbres de historia de suspense, pero los que la han hecho no lo tuvieron tan claro.
Uno de los pocos estimulantes de la película, por no decir el unico, es la presencia de una Jennifer Lawrence pre-Oscar. He de admitir que verla noventa minutos sufriendo en camiseta imperio da mucho juego, y alegra la vista. Pero poco más. Al margen claro de que Elizabeth Shue es clavadita a Ana Botella.
Poco más puedo añadir sobre "La casa al final de la calle", pasatiempo light para una noche de lluvia.
Dejando a un lado lo poco evocador que es el primer acto de "La casa al final de la calle", pasemos al segundo. La pregunta es concisa, ¿hacia dónde van sus personajes y las situaciones que les envuelven?... No sé que querría hacer Mark Tonderai con su cinta, pero es obvio que tendría que haber empezado por aclararse él. El film, ¿es un thriller?, ¿es una cinta de terror?, ¿es un drama?... ¡No me lo pregunten porque no tengo ni idea! A ratos es una cosa, más tarde la siguiente; y entre tanto, el espectador hecho un lio. Es evidente que el film tiene mimbres de historia de suspense, pero los que la han hecho no lo tuvieron tan claro.
Uno de los pocos estimulantes de la película, por no decir el unico, es la presencia de una Jennifer Lawrence pre-Oscar. He de admitir que verla noventa minutos sufriendo en camiseta imperio da mucho juego, y alegra la vista. Pero poco más. Al margen claro de que Elizabeth Shue es clavadita a Ana Botella.
Poco más puedo añadir sobre "La casa al final de la calle", pasatiempo light para una noche de lluvia.
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2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un barrio muy tranquilo
23 de febrero de 2014
Otra película más sin promoción y con una distribución muy modesta, peor que consta en el reparto con Lawrence, sólo puede significar una cosa....
Cuando nos llegan ciertas películas con actores conocidos, pero que no pasan por las salas de cine, uno se teme lo peor y la verdad es que ver a Lawrence haciendo un papel de una chica de 17 años cuesta ya creérselo ya que aunque es relativamente joven, como que para los 17 no está.
La trama es de difícil ubicación ya que como género de terror no es, como intriga podría valer y como suspense la verdad es que se queda un tanto corta, ya que la historia resulta muy obvia desde el comienzo, se repite bastante y aunque la atmósfera mas o menos esta bien calculada no logra que en ningún momento nos sugestionemos, tiene bastante altibajos y resulta lineal y predecible. Los actores como suele pasar en este tipo de cinta, están por debajo de su poder interpretativo, eso incluye también a Lawrence que no termina de encajar bien con el personaje que interpreta. La recta final se convierte en otra copia màs de cualquier película de terror, incluido susto post-morten.
Película recomendada para quienes les guste el género y no les importe ver algo que para nada les sorprenderá.
Lo mejor: Cierta atmósfera que permite ver la cinta entera
Lo peor: Repite tantos tópicos que impide verla sin comparar una y otra vez.
Cuando nos llegan ciertas películas con actores conocidos, pero que no pasan por las salas de cine, uno se teme lo peor y la verdad es que ver a Lawrence haciendo un papel de una chica de 17 años cuesta ya creérselo ya que aunque es relativamente joven, como que para los 17 no está.
La trama es de difícil ubicación ya que como género de terror no es, como intriga podría valer y como suspense la verdad es que se queda un tanto corta, ya que la historia resulta muy obvia desde el comienzo, se repite bastante y aunque la atmósfera mas o menos esta bien calculada no logra que en ningún momento nos sugestionemos, tiene bastante altibajos y resulta lineal y predecible. Los actores como suele pasar en este tipo de cinta, están por debajo de su poder interpretativo, eso incluye también a Lawrence que no termina de encajar bien con el personaje que interpreta. La recta final se convierte en otra copia màs de cualquier película de terror, incluido susto post-morten.
Película recomendada para quienes les guste el género y no les importe ver algo que para nada les sorprenderá.
Lo mejor: Cierta atmósfera que permite ver la cinta entera
Lo peor: Repite tantos tópicos que impide verla sin comparar una y otra vez.
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