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13 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
Una joya en bruto.
Un día estaba en casa cambiando de canal sin ninguna esperanza de ver nada decente cuando de repente me encuentro con una joya en bruto cómo esta.

El señor Brannagh adapta de manera maravillosa una de las mejores obras de Shakespeare (a mi modesto entender) y la mezcla con una estética de años 20 que, aunque a priori resulta extraña, a la que te acostumbras se vuelve exquisita. Un humor increíblemente fino, y unas magistrales actuaciones de unos actores que te hacen sentir cada momento de la obra con total intensidad son la guinda de esta película.

No soy un gran aficionado al teatro, ni a los musicales, ni a Shakespeare, pero esta película mezcla estos géneros tan diversos y los convierte en una sutil y elegante obra de arte.

Cabe destacar la forma tan natural con la que tratan el amor y el romance, y el increíble erotismo y sensualidad de algunas escenas y de los continuos coqueteos. Los Actores transmiten que disfrutaron mientras filmaban la película. Una gran obra maestra.
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13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Artificios que despiden fuego
Un ejercicio de comedia divertido, sensual y lleno de imaginación. Tendrán que pasar seis años para que Nathan Lane vuelva a destacar en un musical (Los productores), pero ya aquí el talento de Branagh lo pone en la palestra: y lo añade a un reparto de primerísimas figuras con enorme capacidad para el musical y la comedia, capaces todos juntos de jugar al musical clásico, al Fred Astaire, al toque de comedia de enredos... sin dejar de hacer Shakespeare nunca. Eso sólo lo puede hacer un tipo tan especial como Branagh, realmente pletórico en recursos y, encima, capaz de derretirte en las ruedas de prensa con una sencillez, un toque de camaradería... que te desarma por completo. Esta es una de sus incomprendidas películas, sólo para adictos al musical innovadory, a la vez, tradicional: menuda mezcla.
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11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
TRABAJOS DE MAGIA RECUPERADA
Manida frase en el mundo del cine es la que sigue: Ya no se hacen películas como las de antes. Tal aseveración es patente. Siempre, empero, pueden surgir fisuras: Esta película es una de ellas.

Cuando asomó al horizonte de la taquilla y dijeron de ella que mezclaba Shakespeare y musical, pensé en que debía de ser una chorrada. Más adelante fui a verla en gran pantalla. Y sonó la música de "Así hablaba Zaratustra" del inicio de 2001: UNA ODISEA EN EL ESPACIO, y no en la sala de cine, precisamente, sino que mi interior ejercía a la vez de emisor y caja de resonancia de tal corte musical. ¡Que grandiosa experiencia! Mi estado anímico al salir del cine era de flotación en un nirvana infrecuente y maravilloso.

La mezcla de Shakespeare con Gershwin y Porter, esos popes de grandes canciones standards americanas -y mundiales, nos pongamos como nos pongamos- resultó ser una fusión altamente simbiótica que, a buen seguro, no hubiera disgustado al famosísimo bardo isabelino. Por otra parte, demuestra el film fehacientemente que la magia es posible, que no es un desvarío de románticos majaretas (¿deberíamos considerar esto una redundancia?). Una arriesgada y exitosa empresa de ejercicio de estilo, con la vista puesta en los musicales clásicos y que se diría apadrinada, ungida, amparada y bendecida por San Fred Astaire.

Por cierto: Que a Matthew Lillard le den el protagonista de un biopic del gran Astaire. Tanto por parecido físico como porque en el film que tratamos hace sus pinitos bailongos.

Para terminar: La película hacia su parte final cambia peligrosamente de registro para volver al anterior tras ciertos -llamémosles- "efectos colaterales". Hasta ahí puedo escribir.

CONVOCATORIA PARA LOS CURIOSOS AL SPOILER.
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7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cole Porter, Irving Berlin y William Shakespeare
El cine musical se ha convertido en un género carente de prestigio y de seguidores – por lo menos en el momento actual –, cuando no relegado a mero pasatiempo para nostálgicos. Se trata, sin duda, de una reducción simplista que ignora, por comodidad y rutina, el esfuerzo creativo, la búsqueda de nuevas soluciones espacio-temporales y, por qué no, la vivacidad, la imaginación, la fantasía, la vitalidad, el romanticismo, la picaresca, todo ello inherentes al género. Siempre ha sido escapista, soñador, brillante y divertido, por lo que algunos cineastas actuales se han atrevido a filmarlo desde el respeto y la memoria del legado en su época dorada, los años 50 del siglo pasado.

Kenneth Branagh, el “enfant terrible” del cine britanico, heredó el prestigio de creador y adaptador del verbo shakesperiano que el gran Laurence Olivier y el genio Orson Welles habían legado al cine y la escena mundial. Branagh, además de ser un profundo conocedor de la prosa literaria del maestro, resulta hábil a la hora de colocar la coreografía musical. El cineasta, curtido en tragedias y comedias, adapta una de las obras menos conocidas del dramaturgo, permitiéndose una licencia decisiva: convertir este enredo de intrigas palaciegas desarrolladas en un país imaginario en un musical dotado de los cánones clásicos del género musical. No faltan los clásicos: Cole Porter e Irving Berlin.

La trama se inicia cuando el rey de Navarra y sus tres camaradas y amigos juran solemnemente renunciar a todo trato con las mujeres durante los tres años que les ocupan sus estudios, pero la llegada de de la princesa de Francia y unas amigas a la corte, pondrán a prueba dicha promesa. Por lo que asistiremos a una amena y divertida batalla de sexos en la que los verdaderos sentimientos acaban por imponerse a cualquier otra hipocresía. Hasta ahí la prosa del dramaturgo, tan pronto los cuatro protagonistas masculinos insertan la primera canción: “I’d Rather Charleston with You” de George Gershwin, la película levanta el vuelo hacia otros aires. El film ubica su acción poco antes del inicio de la 1ª Guerra Mundial, precisamente toma alguna licencia extra temporal, sería algo más tarde, el periodo en que Fred Astaire instauraba los cánones del cine musical al ritmo de las mismas melodías recuperadas en este evocador film.

Branagh es muy hábil colocando entre las frases del dramaturgo los números musicales, gracias a una ingeniosa puesta en escena, allá donde la acción parece pedirlo a gritos: desde el “Cheek to cheek” hasta el “There’s not business like show business”, todas ellas pertenecientes a la memoria cinéfila musical. El cineasta convierte ese mítico y luminoso reino de Navarra en una recreación tan “kitsch” como los escenarios centroeuropeos de cualquier opereta de Lubitsch y hace partícipe a los intérpretes de ese juego equidistante entre el homenaje y la parodia. Aunque los actores que acompañan al propio Branagh no son especialistas en el baile, logran un trabajo aceptable en un film que resulta liviano y simpático. No es la primera vez que alguien se atreve a ponerle música a Shakespeare, pero sólo Branagh ha cometido la osadía de recurrir a un repertorio tan popular, además de las mencionadas está incluso el “I Get a Kick out of You”. Una gozada total.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
A New Spin on the Old Song and Dance
Proyecto personalísimo de ese geniecillo infravalorado que es Kenneth Branagh a través del cual se propone acercar al gran público una obra shakesperiana que incluso en su época se consideraba difícilmente inteligible; además, plantea con este filme un homenaje al musical saliendo, bajo mi punto de vista, airoso de todo ello. Y es que ya hay que tener agallas para hacer todo eso en el año 2000 sin que te coman vivo. Aunque a Branagh se lo comieron tanto crítica como público, vista con el paso de los años “Trabajos de amor perdidos” se revela como un musical solvente, una comedia atractiva, una distracción resplandeciente de diálogos ágiles –dada su procedencia podían resultar enormemente áridos-, cuidada puesta en escena y coreografías por lo general muy dignas.

Quizá el espectáculo no llegue a resultar cautivador, si bien no se puede negar que su planteamiento introduce inmediatamente al espectador en la trama y hace que éste siga con una sonrisa las andanzas de los personajes, envueltos en una historia coral de conquista de un amor aparentemente esquivo que se beneficia de unos vestuario, fotografía y diseño de producción realmente buenos. Hay que mencionar también la dificultad de condensar en un guión de noventa minutos el contenido de la obra original, un mérito añadido del director/guionista/intérprete Branagh. A lo largo de su metraje la película no aburre en ningún momento, lo cual es muy de agradecer.

En suma, se trata de un filme inofensivo simpático de ver en el que hay que tener en cuenta el gran esfuerzo que conlleva su realización y olvidarse, creo, de purismos innecesarios. Asumida su condición de elaborado entretenimiento y olvidando supuestos ultrajes al original, resulta un espectáculo realmente disfrutable.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Demasiado colorido y un guión difícil de seguir.
La verdad que me puse esta película esperando ver algo al estilo de “Mucho ruido y pocas nueces”, una película inolvidable, pero aquí no se consigue nada de lo mismo.

De primeras, se rinde homenaje a los musicales de una época ya pasada, y ahora no tiene el mismo sentido, todo resulta ser demasiado pomposo, demasiado dulce, demasiado colorido para centrarse en la narración de una historia que cuesta seguir y al final me rindo y la dejo de ver, me cuesta centrarme.

En mi opinión, el balance entra vestuario y guión no es bueno y es difícil seguir ambas cosas a la vez...o quizás tuve mal día....

Además no me gustan mucho los musicales, quizás sea también esta opción...
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
There's no business like show business
Un elenco de actores fantástico, una ambientación en mitades del S.XX muy bien adaptada a la obra de Shakespeare, unos números musicales francamente bien realizados... vuelve la magia de la época dorada de los musicales de la mano de... nada menos, que de Shakespeare. Eso sólo puede significar una cosa: Shakespeare es atemporal: se puede ambientar en el S. XVII o en pleno S. XX, pero seguirá emocionando con la misma fuerza e intensidad. Hay que darle mucho de este mérito a Branagh que, como siempre, adapta el teatro al cine de un modo impecable. Los actores parece que llevan toda su vida haciendo esos papeles, parece que les sale solo. Bravo.
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Everything goes
De todas cuantas adaptaciones de textos de William Shapespeare ha llevado a cabo a lo largo de su carrera el director británico Kenneth Branagh, ésta es sin duda la más heterodoxa y la menos convencional. En Trabajos de amor perdidos, Brannagh toma como base una de las piezas menos conocidas del autor de Romeo y Julieta y, trasladando su acción a la época contemporánea (vísperas de la II Guerra Mundial) la convierte en un musical al estilo del Hollywood dorado en el que no faltan los clásicos standars de George Gershwin o Cole Porter. Está claro que por un lado las lecturas de Shakespeare siempre son un deleite para el espíritu y por otro las canciones de Porter y Gershwin resultan maravillosas y eternas, nunca se pasan de moda; esta película se atreve a combinar estos dos placeres que por separado funcionan tan bien, y ¿cuál es el resultado?

Pues nada malo, mire usted. La verdad es que uno se acercaba con cierta reticencia a estos trabajos de amor y, conociendo la tendencia a los excesos y la megalomanía que se gasta de vez en cuando el amigo Kenneth, ya casi se ponía en lo peor. Pero no. Aquí, como diría el otro, la cosa funciona. El mérito quizá es haber elegido dentro del repertorio shakespeareano el argumento de una comedia ligera cuyos enredos recuerdan a veces al de la más conocida Mucho ruido y pocas nueces, y al que el tono de las melodías seleccionadas parece adaptarse como un guante. Si a ello le añadimos una cuidada puesta en escena, una bella fotografía y unos actores que cumplen a la perfección en todo momento ya tenemos todo lo necesario para que los puristas de la obra de Sir William no acaben rasgándose las vestiduras. A estas alturas y con el prestigio acumulado durante años, a Branagh no se le hubiese permitido una blasfemia de ese calibre.

Dicen que William Shakespeare ha sido y es por muchas razones el mejor guionista de la Historia del Cine. Viendo esta película, y perdón por la “boutade”, a uno le da por pensar la cantidad de maravillas que este señor nos hubiera podido brindar viviendo en los años 30, trabajando a sueldo de la RKO y creando historias para los Lubitsch, Leitsen, McCarey y compañía.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Está graciosa.
El señor Kenneth Branagh es mundialmente conocido por el noble deporte de acercar la obra de Shakespeare al gran público, y lo hace a base de ladrillos de cuatro horas y media y canóniga teatralidad, que en realidad sólo llegan a amantes de las obras del autor, que son los únicos dispuestos a tragarse esas películas. Pero aquí, el buen Kenneth, coge una comedia de su ídolo y la presenta cual si fuera una peli de Stanley Donen. Una idea muy chiflada y muy valiente, que se merece un aplauso.

La peli es perfectamente ridícula, claro, como lo eran aquellos deliciosos musicales que yo adoro. Y ya que se trata de homenajear a los clásicos, Branagh toma prestadas las más emblemáticas canciones de aquellas películas; idea esta que le debió de gustar mucho al abominable Baz Luhrmann, que un año después parió su atroz (para mi gusto, lo siento) Moulin Rouge bajo la misma premisa, haciendo de su peli un amorfo karaoke. La de Branagh queda mucho más elegante y definida.

El problema, según lo veo, son los actores. Falta destreza, tanto para recitar a Shakespeare, como para echarse a bailar a lo Fred y Ginger mientras se canta a Cole Porter. Alguno hay que hace bastante bien una de esas dos cosas, pero en ambas sólo cabe destacar al propio Branagh, que como recitador oficial del autor no tiene rival, y a la hora de cantar y bailar le echa mucha mucha cara.

Cuando todo está inventado, la fusión puede ser la más creativa de las opciones. Y para muestra, esta peli tan loca y alegre. That's Entertainment!
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Insufrible
Ya de por sí el género musical es bastante difícil de tragar y asimilar en un largometraje (salvo gloriosas excepciones como la inmortal "Sonrisas y Lágrimas") y este no es más que otro de tantos ejemplos que resultan del todo insoportables.

En lo personal, además, Kenneth Branagh me parece tan mediocre actor como director. No transmite. No interpreta. Parece que juega (con desmesurada teatralidad) y lo que precisamente termina provocando en el espectador es el juego del rechazo.

No hay quien lo aguante, ni a este musical ni a él.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Si no fuera por la guerra
Inspirada actualización de Shakespeare, con un homenaje al musical clásico y con canciones de siempre. Todo hecho con gusto, clase y categoría. Pero no cuela que todo se mezcle, aunque sea en pocos minutos con la guerra del 14.
Tendría que haber seguido más la obra original.
Pero da gusto verla, sobre todo sí de antemano te gusta Shakespeare y el musical; si no, se comprende que alguien opine que es un truño.
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3
Aburrida
A lo mejor la comedia de Shakespeare es entretenida. Pero esta película desde luego que no.

El argumento es tontísimo. La música no tiene especial interés. La coreografía es ramplona.

Lo único que se salva es el colorido en decorados y vestimentas. Pero eso no resulta suficiente para mantener la atención del espectador.
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2 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Querer mezclar agua con aceite
Vaya por delante el que no soy muy amigo de los musicales pero esta película para mi gusto es extremadamente superficial en su trama y en su contexto. es simplemente un capricho de Branagh en el que ha querido aunar Shakespeare con la edad de oro del musical. Tratar de unir estas dos cosas es como querer mezclar aceite con agua, la densidad del agua, aqui Shakespeare (por muy poco densas que sean las comedias de Shakespeare), es superior a la del aceite (aquí la comedia musical estilo sobrero de copa o Chicago, a los que se hace homenaje)
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5 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
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