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127 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
A la izquierda indisoluble.
En ese piso parisino antiguo retrata Bertolluci un recuerdo. La luz entra por ventanas altas y angostas, de manera mortecina, blanca, siendo reflejada por la pared del frente; la del otro lado, en el patio interior. La mortecina, entra monocrómatica y polarizada; y rectilínea, sesga las sombras y la piel se muestra: el pecho de una joven, blanco lunero, y un pezón mariposea en él. No hay follaje de árboles asomándose por la ventana, indiscreto, lentamente (tout press, tout press), como “novelearía” Rimbaud.

Isabelle ( Eva Green) es guapa, pero sabes que no durará. Te dejará, seguro.

Y Matthew (Michael Pitt) es Bertolucci de mayor. Es la madurez, o una voz amiga que vuelve a 1968 para recordar que lo peor de una revolución es que surge de la rabia del populacho (la jauría).

-¿No es maravillosa la revolución cultural de Mao?. Todo Pekín inundado, por millones de jóvenes con el libro rojo en las manos.- Dice Theo, entusiasta.
-Sería una auténtica revolución cultural si cada joven llevara su libro preferido.- Sentencia Matthew.

Y yo…ya no soy de partidos de izquierdas de la misma manera que las mujeres que me gustaron en mi juventud ya no me gustan....Me decepcionaron de alguna u otra manera. Y como la derecha derechosa, más que odio me da nausía; me quedo apátrida más que ácrata de ideas; en el limbo de ideologías compartidas, coorporativas y de partidos; en la izquierda indisoluble.
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217 de 305 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Jules, Jim y Catherine viajan al s.XXI
Una "película cinéfila" deliciosa, perfecta para cualquier aficionado al séptimo arte que se precie.

Un triángulo delicioso, sensualidad y sexualidad que rebosa, actores en estado de gracia (Eva Green directamente deviene mítica) y la mirada de Bertolucci, ¿qué mas se puede pedir?

De las mejores películas del 2003, si no la mejor.
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156 de 193 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La imaginación al poder
El Mayo de 1968 fue el mes de los que creían que otro mundo era posible, el mes de las utopías, el de los soñadores. Los vaticinios escritos por Aldous Huxley advertían de un planeta dominado por el consumo, la guitarra de Hendrix y las letras de The Doors se resistían a decir que había llegado el The End y las películas de Godard proponían una forma diferente de vivir y de hacer cine. Estos son solo algunos nombres que formaban parte de la ‘mitología’ de los jóvenes ‘sesenteros’. La filosofía que trasmitían estos artistas fue penetrando en la sociedad hasta formar parte del corpus ideológico de gran parte de ella. Este hecho es fundamental para comprender las razones del por qué se dieron en diferentes partes del mundo (París, Praga, Ciudad de México), de manera casi sincronizada, acontecimientos revolucionarios, iniciados en la mayor parte de los casos por estudiantes universitarios de clase burguesa. Isabelle y Theo son dos hermanos gemelos que no han cumplido la veintena, viven con sus padres en un típico apartamento parisino y acuden a diario a la Cinematheque francesa, en donde se proyectan películas que van desde los clásicos hasta las ‘nuevas olas’ del cine. Allí conocen a Matthew, un estudiante californiano que comparte con ellos su pasión por el séptimo arte y que cerrará el triangulo de soñadores. El marco en el que se desarrolla su amistad es un París desbordado por la corriente contestataria estudiantil. Pero Bernardo Bertolucci no cae en la simple reconstrucción histórica del Mayo del 68, sino que encierra a sus tres personajes en un apartamento para realizar una recreación de las revoluciones “puertas a dentro” que se llevaron a cabo en dicha época. Las transgresiones que se pueden observar en Soñadores están más relacionadas con la ruptura generacional, los gustos artísticos o el sexo que con la lucha por los derechos de los trabajadores o la oposición a la guerra de Vietnam. A pesar de ello Isabelle, Theo e incluso el aparentemente más ingenuo Matthew son personajes que desprenden una apabullante vitalidad, una forma diferente de lucha, producto de las revoluciones llevadas a cabo por los artistas que adoran y que se muestran a día de hoy como uno de los pocos triunfos que se cosecharon en esa década para combatir contra lo que Cortázar definía "la muerte climatizada del estado del bienestar".
Las múltiples citas cinéfilas sirven como recordatorios que evidencian que el arte, en este caso el cine, es más que un pasatiempo y constituye un lenguaje capaz de trasmitir las emociones de sus personajes al espectador haciendo que las interiorice y formen inevitablemente parte de su persona. Soñadores atrapa al espectador porque es una obra que tiene en sus cimientos la pasión que se siente por algunas cosas cuando se es joven. Pasión que con el paso del tiempo puede verse como la culpable de comportamientos erróneos o vergonzantes. Pero como sugiere Edith Piaf en la canción que cierra el film, no hay que arrepentirse de nada.
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127 de 146 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Soñando con Eva Green
Dios sabe que muchas veces tengo que hacer esfuerzos sobrehumanos para acabar una película de Bertolucci. "El último emperador" es un tostonazo de tomo y lomo de los que hacen afición. De "El último tango en París" lo único que me enamora es el maldito Marlon Brando y los continuos desnudos de Maria Schneider. Su mejor obra me parecía "Novecento" pero quiero volver a verla para darle la valoración definitiva, lo que pasa es que ante semejante tocho de más de 5 horas siempre me entra pereza. Con todo esto, lo que quiero decir es que no me esperaba mucho de "Soñadores" en su momento pero que no solo me sorprendió sino que me enamoro esa historia.

Me sorprendió por ese esplendido homenaje al cine clásico que realiza un Bertolucci inspirado, por esa historia de esos tres chicos y sus jueguecitos con esas portentosas escenas tran brillantemente filmadas por el director italiano. Por esos tres actores que interpretan enormemente sus papeles. Michael Pitt es junto con Ryan Gosling uno de los mejores actores jovenes actuales (lástima que en la peli que ambos coinciden, "Asesinato... 1-2-3" sea tan mediocre) y Louis Garrell también es digno de destacar.

Punto aparte a la maravillosa Eva Green, verdadera alma de la película, completamente enamorable y fantástica siempre incluso haciendo de florero de Orlando Bloom o de chica Bond (la mejor chica Bond, por cierto). Consigue todo desprendiendo naturalidad y fascinando al público, enamorándonos ante su antológico recital. Esta interpretación será recordada por mucho tiempo. Igual que esta película.

La mejor película del 2003 dice Antonio Gasset. Casi le doy la razón pero es que "Mystic River" es mucho "Mystic River", pero le concedo el segundo puesto con honor y mucho merecimiento. Si me hubieráis preguntado hace dos meses pondría antes "21 gramos" pero es que esta película cada día que pasa me parece mucho mejor y me vuelve más loco. Completamente de culto. Gracias Bertolucci. Gracias por hacer esta película y por descubrirnos a la maravillosa Eva Green. Te perdono todo lo demás.
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96 de 117 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Decálogo del pijo progre
1. Te amarás sobre todas las cosas.
2. No pronunciarás el nombre de Marx en vano.
3. Santificarás las berzas de Eva Green.
4. Cobrarás los cheques de papá.
5. Mearás Château Lafitte.
6. No sabrás lo que es limpiar.
7. Achicharrarás los guisos.
8. No sospecharás lo que es una neurona.
9. No consentirás vivir con el trabajo de tus manos.
10. Circularás por la izquierda en las manifas.

París, 'Mao' de 1968.
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234 de 396 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El retroceso artístico de Bertolucci.
De todos es sabida la genialidad de Bertolucci, un director que nos ha regalado películas que ya forman parte indisociable de la cumbre del séptimo arte. Pero no es fácil mantener el listón alto, y para mí es evidente que 'Soñadores' es un paso hacia atrás en la carrera cinematográfica del realizador italiano, el cual me había generado una expectativas que se han visto defraudadas.

Por un lado, la película ostenta el dudoso honor de ser una de las obras más pedantes que he visto en mi vida. Bertolucci se pasa dos horas diciéndonos lo bueno que era el cine que se hacía antes - y no las moderneces que se crean hoy día, supongo - aludiendo constantemente a aquellos directores con los que se le cae la baba - vemos referencias a Chaplin (Luces de la Ciudad), Browning (La Parada de los Monstruos), Godard (Al Final de la Escapada, Banda Aparte), Hawks (Scarface), etc. -. Tanta cita explícita para mostrarnos cual es, según su criterio, el verdadero gran cine, me resulta de lo más pretencioso e innecesario.

Por otro lado, la película es de una ingenuidad terrible. Comparemos las escenas de sexo de 'El último tango en París', donde el personaje de Brando conseguía romper barreras que parecían infranqueables al personaje de Schneider - tanto sexuales como psicológicas - y, por tanto, también al espectador de la época, con las escenas de sexo de 'Soñadores', la mayoría de una gratuidad absoluta, que intentan sorprendernos con elementos que nos resultan muy manidos, incluso pueriles, a día de hoy (tensión sexual entre dos hombres, 'ménage à trois' que intenta resultar provocador, actos sexuales en los que están involucrados dos hermanos, etc.). La primera película tenía una razón de ser, era completamente rompedora y demoledora en aquel 1973, pero esta última resulta completamente inocente, no nos abre nuevos caminos para la reflexión ni el análisis. 'Soñadores' no es una película adecuada a su época.

No obstante, reconozco también sus cualidades. Me parece muy acertada la conversación en la que Matthew echa por tierra el maoísmo - que tanto entusiasmó a Godard y otros cineastas intelectuales de la época - con gran elocuencia; también es interesante cómo muestra Bertolucci la forma en que Mayo del 68 llegó a los franceses de manera ineludible - "La calle entra por la ventana", dice Isabelle -; y también es oportuna, aunque demasiado obvia, la defensa que hace Matthew al final de la película de que la lucha ha de ser con el intelecto, y no con las armas.

Pero en fin, lo cierto es que a quien le aburra la película se puede dedicar a jugar al 'trivial cinéfilo' y acertar los títulos de las pelis que representan los personajes antes que nadie, y si no, pues ahí está Eva Green, que se pasa en cueros media película y es la excusa perfecta para quedarte pegado al asiento hasta el último minuto de metraje.
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70 de 87 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Eva Green desnuda
¡Menuda juventud!
Se supone que son estudiantes, cinéfilos y revolucionarios del mayo del 68 pero se pasan más rato retozando que estudiando, viendo películas o levantando adoquines...
Bernardo Bertolucci ya no es el que era; comparar esta película con, por ejemplo, Novecento es como comparar un lacasito con una mariscada, pero de todas formas es dificil no quedarse hipnotizado por a) la candidez argumental, b) la avalancha de juegos cinéfilos y c) las berzas de Eva Green.

Normalmente intento mantener la compostura y no dedicar media reseña a lo suculentas que son las actrices de hollywood, pero es que esta señorita se pasa media peli zascandileando tal y como vino al mundo y, bueno, todo se bambolea, los relojes se paran, el calentamiento global se acelera, la chica parece muy simpática, creo que no la echaría de mi cama por comer galletas. Ah, l'amour...

Nos encontramos frente a una prueba sólida de que el poderío de internet como red de pornografía global no ha eliminado del todo el encanto del erotismo fino y elegante.
Parece posible afirmar que el subgénero del pit-i-cuixa con pretensiones intelectualoides no ha muerto del todo... aunque supongo que cuando se recurre a filias chungas como el incesto para llamar la atención es que ya debe tener los días contados. Pero bueno, soñar es gratis y soñaremos que el buen cine es para siempre.

Nota: notable.
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65 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Bohemian like you (eso sí estaría bien)
De las películas que he podido ver de Bertolucci hasta la fecha, ésta ha sido la que más me ha gustado, por encima incluso de su obra más reconocida, El Último Tango en París, cuyo último segmento me pareció abyecto. A banda de polémicas, controversias y demás morbosidades, lo que para mí de verdad cuenta en esta película es el aire bohemio que se respira en ella, el conseguido carácter hedonista de sus protagonistas y su (adorable) amor hacia el cine, con sus juegos y demás historias. Cuando la vi no me dio la sensación de que se trataba de un intento gratuito de escandalizar, no después de tener en cuenta su carácter liberal, más que perverso o subversivo. Antes que intentar llamar la atención, veo unos personajes curiosos respecto a su sexualidad, que se liberan de ataduras al establecerse entre ellos esa relación tan estrecha de forma tan inmediata, cosa mostrada con bastante naturalidad y gracia.

Y por supuesto, Eva Green. Es el gran hallazgo de esta película. Me enamoré instantáneamente, y no es por los desnudos, que a fin de cuentas son unos pocos minutos, lo que a mí me gustó verdaderamente son los claroscuros que le transfiere al temperamento del personaje, sus contradicciones, sus expresiones, verla en pantalla es una auténtica delicia. Este fue su primer trabajo en el cine y también el mejor porque su personaje es más auténtico. Lástima que haya tirado por otro lado y no siga haciendo películas a este nivel, que se haya lanzado a superproducciones de mayor o menor efectividad, dónde no puede desarrollar a fondo su talento como actriz.

Lo referente al Mayo del 68 lo veo cómo algo anecdótico, un decorado de fondo, el marco histórico que sirve para justificar los ideales y el carácter de los personajes (que es lo que de verdad trata la película), en ningún momento me parece que quiera diseccionar o retratar esa época a nivel global, tan sólo a unos personajes característicos que vivieron esa época. Por eso en ese sentido no me parece fallida, cómo he llegado a leer. Sin duda hubiese sido interesante que se tratara el tema con mayor profundidad, pero dado que esa no es su intención, entonces no le veo sentido a atacarle por ese flanco o por el libertinaje de la obra. Si hay que mencionar a Bertolucci, mejor hacerlo para por su elegante puesta en escena.

Dudo mucho que un tipo como Bertolucci no sea consciente de la sociedad en la que vive actualmente y que, si de verdad su intención fuera escandalizar, opte por utilizar unas bazas parecidas a las que ya empleó hace 30 años. Mäs bien ha sido al revés, que la sociedad se ha acercado a su mirada. Sus obras suelen tener un marcado componente sexual y la masa ha ido rebajando su tolerancia respecto al tema, por eso mismo no termino de ver acertados a los que tachan esta película de ser un intento de el Último Tango en París II, ésta tiene personalidad propia y va más allá de la simple controversia. Notable al margen de lo que haya hecho o dejado de hacer Bertolucci antes de ésta.
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45 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
El revolcadero de los monos
No me gusta “El último tango en Paris” pero fue un producto de su época, los años 70, y puedo entender el impacto que causó el joven Bertolucci con su osadía. Sin embargo, que en el 2003, el director, a sus 62 años, pretendiera llamar la atención con la misma fórmula, me parece un intento fallido, y quizá una muestra de su decadencia, como ya se ha dicho en estas páginas.
1-Los personajes.
Engreídos, inútiles y egoístas. No producen la más mínima empatía y sus diálogos causan aburrimiento. La secuencia del mechero es la cosa más pedante que he tenido que soportar. Me imagino al cuervo Rockefeller agitándose mientras dice “¡Toma armonía cósmica, Moreno!”
2-Política de salón.
Si se introducen temas políticos como las revueltas estudiantiles, Vietnam o el comunismo, parece la cosa más profunda, aunque todo se venda de la manera más superficial y precipitada. Una vez que está definido el contexto trascendental, esos tres pollos ya pueden enseñar el culo con garantías.
3-La cinefilia.
Siempre funciona evocar a los clásicos intercalando imágenes que todos reconocemos. Te saca una sonrisa y por unos segundos te olvidas del truño que estás presenciando.
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41 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Autismo en mayo del 68.
La historia deja un regusto agridulce. Por un lado uno siente repugnancia por el egoísmo de los personajes, mientras el mundo que ellos conocen se hunde a sus pies, se entretienen con juegos, destilando en muchos momentos estupidez e indiferencia a lo que les rodea. Por el otro uno se siente atrapado por el viaje de iniciación tanto sexual como a la vida adulta, de una manera enfermiza eso si, pero a unos niveles de erotismo y sensualidad de alto voltaje.
No sabe uno como tomársela como un capricho pijo y frívolo por parte de un izquierdista aburguesado, o bien como un análisis, un enfrentamiento entre los dos mundos de la época encerrados en un piso, capitalismo contra comunismo, conformismo contra revolución.
Supongo que un poco de las dos cosas.
De todas maneras a mi me ha gustado
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31 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
¡Por favor, que alguien me despierte!
De inicio, nos presentan a tres protagonistas repelentes, pedantes, pretenciosos, remilgados; dos cinéfilos arrogantes, dos rebeldes acomodados, con una música de fondo tan irritante como sus conversaciones. Hasta para decir dónde y cuándo nacieron son repulsivos. Pero bueno, de pronto se ponen a hablar del sentido trascendental de la vida, donde incluso la posición de un mechero les sugiere ideas intelectuales. Por supuesto, yo también hablo con los padres de mis amigos sobre la armonía cósmica de todas las cosas en cualquier cena. Qué razón tenían los antiguos cuando decían que sólo alguien con el estómago lleno es filósofo. "Una petición es un poema y un poema es una petición", de quitarse el sombrero. Parece ser que se ha puesto de moda hacer películas sobre gente divagando filosofía popular para que los espectadores se sientan más inteligentes al ver su cine. Pero justo cuando te acostumbras a sus conversaciones insípidas, a sus "disquisiciones filosóficas", la historia cambia. Nuestro inquilino, culto e ilustrado, se queda en una casa de locos mientras sus papis están fuera. Y a partir de ese momento, aparcamos la filosofía, para presentar a dos hermanos con muchas inquietudes sexuales. Son hábiles, cuando el espectador está a punto de apagar porque ve que esta película no conduce a ninguna parte, nos enseñan cuerpos desnudos. Porque estos hermanos son aficionados a adivinar películas imitando escenas todo el santo rato. Y si pierdes, te masturbas o te follas a mi hermanita mientras yo me frío unos huevos. Hecha la pausa, retomemos una conversación crítica sobre guerras y demás asuntos vitales, ya que nuestro contexto es conflictivo, para que no parezcan fechas irrelevantes. El momento de la menstruación en la bañera fue la guindilla de esta diarrea de apariencia intelectual. Lo que se fuman no es tabaco. Soñadores, sí, porque todo lo que vemos parece un sueño por lo ilógico que es. Y en la mejor parte del sueño, es cuando te despiertas. Es decir, la mejor parte de esta película es cuando se termina.
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31 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Un juego
Una película sobrecogedora, como pocas. Mejor para jóvenes si quiere uno identificarse desde el presente; excepcional para adultos si es para echar una mirada al pasado, pensada por quien ya ha sido las dos cosas. Los jóvenes, y hablo como tal, la experimentamos; nos engaña, nos invita a otra cosa, a una utopía de juego, sexo y amor despreocupado.
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29 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El arte es la vida misma, y viceversa...
SOÑADORES (Bertolucci, 2003)

Quizás por nostalgia de una época que nunca viví, y con la que siempre me estoy relacionando mediante libros, películas y canciones, esta película, que encierra todo eso y más, me ha dejado en un éxtasis bastante especial. Y es que los italianos parece que saben hacer homenajes al cine mejor que nadie, hace tiempo Tornatore con "Cinema Paradiso" ya me dejó encantado y ahora le ha tocado el turno a Bertolucci, su película es una tela cuyos estampados de cine, política, música, y literatura son símbolo de una época, la de mayo del 68. En un ejercicio muy godardiano, Bertolucci, consigue utilizar su filme como un baúl de citas y homenajes con los que expresa todo su amor al cine, y nos hace sentirlo como él lo siente: el cine es la vida misma. Es un tributo el que rinde el director italiano al séptimo arte en general, pero sobre todo a la Nouvelle Vague. En “Soñadores” está también "El último tango en París": el erotismo, el amor libre, los diálogos con frases geniales, los espejos (es impresionante la escena del baño y los tres espejos), las habitaciones... Teo se masturbará mirando una foto de Marlene Dietrich... Isabel dirá que viene a la vida el mismo año que nace "About de souffle" (1959) mientras se entrecruza la escena de Jean Seberg vendiendo el New York Herald Tribune por los Campos Elíseos... Entre los nombres a los que Teo aludirá para referirse a los artistas manifestados en contra del cierre de la Cinemateque se encuentran: Truffaut, Godard, Rhomer, Rivette, Chabrol, Marcel Carné, Renoir, Simone Signoret... artistas y directores del Realismo Poético y la Nouvelle Vague se unen para protestar mientras nosotros somos transportados a un mundo por entero cinematográfico. La música es también un elemento fundamental, símbolos de la época como: Janis Joplin, Dylan, Clapton, Jimi Hendrix... serán motivo de disputas y llenarán la historia con sus voces para ambientar y reflejar la euforia y rebeldía de una época.
Desde luego para quien le guste el cine, la historia de estos tres “Soñadores” que consiguen unir el arte con la vida, es imprescindible.




"La diferencia entre
Keaton y Chaplin es la diferencia
entre prosa y poesía,
entre la aristocracia y el vagabundo,
entre la excentricidad
y el misticismo.
Entre el hombre como máquina
y el hombre como ángel".
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27 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Sobrevalorada
Es cierto que es por momentos la película es bella. Tiene escenas bonitas, sobre todo las relacionadas con escenas de cine clásico. El guión es muy inteligente y los actores lo hacen muy bien. Pero considero que está demasiado rellena de escenas de juegos eróticos que apenas aportan algo a la trama. Las escenas de sexo me parecen genial en las películas pero sólo si aportan algo sobre los personajes. Y a mi, este rollo sexual tan raro entre los tres ni me dijo nada, ni me interesó ni nada de nada.

La película quiere pero no puede. Toca de refilón temas mucho más importantes que los juegos eróticos entre tres adolescentes. El final me dejó indiferente y no veo claras las motivaciones de los personajes. Sé si una película me ha calado y me ha gustado si al preguntarme si la volvería a ver la respuesta es afirmativa o si al preguntarme si la ponen en la tele dejo el canal en la que la están emitiendo o no. "Soñadores" es una película que ni volvería a ver por mí misma ni dejaría el canal en que la emiten.

No me aportó nada. No me sacó una sonrisa, ni me hizo pensar, ni soñar ni estremecerme. Para mi, bastante carente de emoción. Jules et Jim tampoco me gustó y se parece más o menos.

En fin, que ni para mentes abiertas, ni obra maestra, ni chorradas. No la recomiendo.

Desde luego la banda sonora es exquisita, pero la BSO no hace a la película. Sin embargo, la hace más llevadera.

Saludos.
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35 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Ahora que nos depilamos todos.
Como un cuento de hadas tierno y cruel. Como unas vacaciones en el mediterráneo, donde perdiste la virginidad, mientras follabas y bebías, y fumabas. Como un viaje con Peter Pan, cruzando el barrio rojo. Un céntrico piso en París, dos hermanos pijos y pseudointelectuales, amantes del cine, sólos en casa durante un mes, anfitriones de un americano joven y guapo, como ellos, y los cheques de papá, sus botellas de buen Chateau, los porros de las amiguitas, las pajas de Marlene, el mayo Francés, juguemos a las películas. Qué más se puede pedir, menudas vacaciones, entre clase y clase en la universidad, sintiendo que cambiarás el mundo, o que ya cambia sin que tengas que molestarte, mientras ves el horizonte como una enorme boca de mar inmenso. Libertad, libertinaje. Problemas para negociar la energía que sale por los poros y se pega como la miel, y no te deja respirar. A mi me hubiera gustado vivirlo, sin duda, sobre todo por lo ya citado, buen vino, porros, etc., pero si he de ser sincero conmigo mismo, lo mejor son las tetas de Isabelle, qué belleza, en el momento justo de su existencia, un lugar mágico sin duda.

Una película de Bernardo para hacerme crecer el nardo, poco más. Recomendable para jovenes con acné.
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35 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
¡Qué alguien le enseñe a usar el vater de una puñetera vez!
La verdad es que no me cabe en la cabeza como una película como esta puede tener un 7 en FA. Bertolucci nos presenta a unos críos burgueses de esos modernos que, cual platón, se dedican a filosofar sobre la vida, el cine, la literatura... vamos, sobre el arte en general. La diferencia entre estos niñatos y el gran filósofo, no es otra que la consideración de uno mismo como pensador. Estos chavales se creen que son mejores, más listos y más guapos que el resto de los mortales. La película se divide en dos partes. La primera parte va desde el comienzo hasta la primera hora y se reduce a unos diálogos que intentan sonar profundos, grandes e "inteligentes". La realidad es bien distinta, ya que, todos y cada uno de ellos están más vacíos que un huevo Kinder con defecto de fábrica. En la segunda parte( la más polémica) aparte de los discursos y la pedantería, Bertolucci intenta introducir el erotismo. Pero, bajo mi punto de vista no lo consigue. ¿Por qué? pues porque hay un gran abismo entre sugerir y mostrar y aquí, por mucho que se empeñen algunos, predomina lo segundo. Así, tenemos hora y media de Eva Green en pelota picada de forma continua, fornicando cada 5 minutos y practicando las más grandes guarradas. En resumen, una película que se regocija en su actriz para atraer público joven rabo en mano
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31 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Diálogos bertoluccianos en la oscuridad
Ella: Hay una armonía cósmica entre la forma y el tamaño.

Él 1: Pero toda armonía es una forma de entelequia, no?

Ella: No, porque un poema es una petición y al mismo tiempo una repetición.

Él 2: Aunque en la sustancia luminosa del ser está todo contenido.

Él 1: Así es, el desarrollo interior de la conciencia es el Universo.

Ella: Y en el pecado original está la esencia del engaño.

Él 1: Por eso la energía fluye con la sustancia de la sabiduría.

Él 2: En verdad te digo que lo subyacente no habita en la esfera de los tiempos.

Bertolucci, retrato de un intelestuás.
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26 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Hacen de todo menos el francés
Un análisis y crítica muy sesuda de la peli:

1) Intro
2) Culo
3) Conversación
4) Tetas
5) Pene
6) Conversación
7) Coño
8) Culo
9) Torso
10) Conversación
11) Tetas, tetas y tetas.
12) Culos (muchos).
13) Conversación.
14) Suceso inesperado.
15) Se me olvidó decir que todo esto sucede en Mayo del 68 (ahora entendéis todo, ¿verdad?)
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74 de 135 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Este film si produce sueño
Esta crítica evitarla si:
-Eres un gafapasta sabedor de todo
-Crees que eres un filosofo mejor que el resto del mundo
-Ves un significado vital en una roca en el fondo de un charco
Acabo de ver la película pero antes miré que media tenía ( 7 ) y pensé que podría estar bien. Nada más lejos de la cruda realidad.
El ritmo es soporiferamente aburrido.
Los personajes son lamentables. Te presentan a 3 jóvenes que por algún extraño motivo se creen más listos que el resto del mundo. Son egocéntricos, guarros, inútiles y vagos. Y como colmo les gusta vivir de los padres y con los lujos que puedan permitirse.
Luego, la acción transcurre en Mayo del 68. Pongamos que no sabes que ocurrió. En la película solo sabes que tiene algo que ver con la palabra revolución ya que la repiten decenas de veces.
El royo sexual no produce nada. Quizá asco para algunas personas pero poco más.
Y es que amigos/as en esta obra no nos cuentan nada. Almenos es coherente que ya que no cuenta nada no produce en el espectador ningún sentimiento.
Le doy un 3 por lo único pasable de la obra:
-Las imágenes del cine en B/N
-La música
-Eva Green está como para clonarla.
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32 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un americano cinéfilo en París
Me gusta el cine de Bertolucci. Creo que bajo la sempiterna provocación de sus películas subyacen unas ansias de vida enormes, su cine nos incita al deseo de trascender el vouyeurismo al que todo espectador está ligado para dejar de serlo y vivir las vivencias de sus personajes, a veces rodeados de las peores circunstancias, como en “Novecento”, pero siempre llenos de vida. Esto es lo que hace especial a Bertolucci, la vida que su cine nos insufla en grandes cantidades, y es que cuando uno de sus personajes abraza, nosotros abrazamos con él.

En absoluto considero a “Soñadores” como una película sobre mayo del 68. Considero que en esta ocasión este mayo del 68 solo es un contexto, una excusa para poder entender el proceder de los personajes, su rebeldía, sus ansias de discordancia, sus ganas de estallar y la natural concupiscencia del despertar sexual que unida a un movimiento emergente y de carácter insurreccional multiplican de manera considerable el resultado de sus actos. “Soñadores” es una película sobre la amistad, el amor por el cine y el despertar sexual.

Si “Soñadores” es provocativa, no lo es, en mi opinión, gracias a las escenas de sexo explícito, estas escenas no me provocan, las acepto con naturalidad; en cambio, lo que sí me provoca, lo que no soporto, lo que me azota y me desgarra es la impersonalidad de los dos hermanos, que viven permanentemente uno al lado del otro y son incapaces de vivir separados. Esta carencia de personalidad, esta pusilanimidad frente a la vida es la que los arrastra a la masa informe del comunismo, donde la voluntad personal queda subyugada por la voluntad común del partido.

Se sabe que Bertolucci es un director detallista (y en esta ocasión no iba a serlo menos), que además ha heredado de su antigua faceta como poeta y de su colaboración con Pasolini el sentido del color y la musicalidad, y es que todo en sus películas, hasta el detalle más nimio, está ahí por algo, como pasa con los objetos; tenemos la sensación de que ningún objeto es solo algo inerte y decorativo, estos objetos están revestidos de una elocuencia sugestiva, como el Delacroix con la cabeza de Marylin Monroe avisándonos de que ese pasillo nos ha transportado desde el mundo frío, sobrio y estirado de los padres al cálido, cinéfilo, lascivo y díscolo mundo de Theo e Isabelle.

Esta película aunque es un regalo para todos los cinéfilos no alcanza las cumbres cinematográficas que han alcanzado otros films de Bertolucci debido a su temática sexual casi monopolizadora y a que en lugar de crear escenas legendarias se encarga de recordarlas y retratarlas, como aquella de “A band apart” en el museo del louvre. Tengo la sensación de que este film jamás podrá ser un clásico puesto que al rendir homenaje la mayor parte del tiempo a otras películas deja de mirarse a sí misma y solo aquellas películas que se tengan a sí mismas como referencia más directa se convertirán en obras de arte inmortales. Notable película para cinéfilos de pro.
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13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
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