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153 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
El derecho a la replica y a la diversidad
Aunque inicialmente fue concebida como un telefilme para la CBS, finalmente el proyecto creció hasta convertirse en una película con un presupuesto de siete millones y medio de dólares. George Clooney vuelve a mostrar nuevamente su interés por la televisión. El mundo que le dio la fama y también que lleva en la sangre (su padre fue presentador de informativos).

Clooney dirige en tono documental una historia basada en hechos reales en los propios estudios de la CBS. La guerra mediática entre Edward R. Murrow y el senador Joseph McCarthy queda perfectamente reflejada en el guión (el propio Clooney es autor del mismo junto con Grant Heslov, guionista de algunos episodios de muchas series de éxito). Y hay mucho guión, muchos diálogos, mucha información condensada en 90 minutos con descansos en las canciones interpretadas por Dianne Reeves.

Tiene el lastre de otros telefilmes similares: puesta en escena teatral y hermética, insertos de grabaciones de la época, mucho primer plano y muchísimos pero que muchísimos interiores. Lo cual esta vez le viene de perlas a una cinta que desea mostrar los entresijos de la televisión de los años 50. “Buenas noches, y buena suerte”, además, tiene suficiente calidad para estar un peldaño (o bastantes según se mire) por encima de un telefilme con contenido político.

Sólo encuentros defectos de bastante peso en los personajes, definidos únicamente en su entorno laboral exceptuando la historia secundaria de Robert Downey Jr. y Patricia Clarkson. También peca de precariedad en su contexto histórico muy limitada a la época que retrata. Resulta una visión distinta a la caza de brujas y el McCarthismo pero le falta empaque y gancho.

“Buenas noches, y buena suerte” es tan necesaria como simple, poco incisiva y finalmente superficial. Me la creo pero me deja frío y bastante indiferente. Ni me emociona y me obliga a revisar la biografía de los nombrados y la wikipedia más cercana, ya que creo que no me cuenta todo lo que debería saber.

Me quedo con la magnífica fotografía en blanco y negro de Robert Elswit (habitual de Paul Thomas Anderson) y con la estupenda interpretación de David Strathairn.
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105 de 123 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Invitación a un buen puñado de reflexiones (6.9)
Me convenció la inteligencia de las cuestiones planteadas: la objetividad en el periodismo y lo difícil que es mantenerla –¿puede llegar a ser moral apoyar más a una de las partes?; la argumentación de la respuesta afirmativa que se da es consistente–, las injusticias históricas de la caza de brujas –o estás conmigo, o estás contra mí; ¿no es esto siempre algo actual en el panorama político español?–, las manipulaciones mediáticas... Me sorprende leer por aquí las opiniones de licenciados en periodismo, pues precisamente a ellos más que a nadie deberían llegarles hondo estos mensajes.

No me convenció su estilo visual. El primer día de la asignatura de montaje, te dicen que los primeros planos se emplean para aprovechar la intensidad de la interpretación del actor, y el segundo día, te dicen que el abuso de ellos fatiga al espectador. Pues parece que Clooney pronto se aficionó a las partidas de mus de la cafetería de la Universidad de Kentucky, porque sólo aprendió bien la primera de estas dos lecciones básicas. Por culpa de esto, deduzco que a muchos se les ha hecho aburridísima la película. Para mi gusto, el director en parte lo subsana gracias a la suavidad y elegancia con que cambia de planos y con que utiliza los travellings, los zooms y los fundidos.

Me convenció la excepcional fotografía en blanco y negro de Robert Elswit ("Boogie Nights", "Magnolia", "Syriana"). Me convencieron todas y cada una de las interpretaciones.

No me terminó de convencer del todo el guión. Hay buenos diálogos y su fondo es interesante, pues plantea inteligentemente cuestiones que harán reflexionar a más de uno; pero es su forma la que falla. La monotonía se hace evidente por la repetición continua de escenarios, situaciones y diálogos. Otra cosa que se le achaca es la falta de claridad, pero aquí yo no estoy nada de acuerdo: es uno de los dramas políticos/periodísticos con trama más sencilla –se ha recortado muchísimo detalle histórico para centrarse en el intenso pulso entre Murrow y McCarthy–, incluso para espectadores no familiarizados con los hechos. Si no se enteran, creo que será más por lo repetitivo de la trama o porque no les interese el tema que por la estructuración del guión.


Ahora sería interesante que el señor Clooney mostrara la otra cara, la de la manipulación periodística, que también existe. Demostraría tener un marcado sentido de la objetividad y un par de pelotas aún más grandes de lo que ya ha demostrado –no todo el mundo se atrevería con esta historia, eso tenedlo clarito–.
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60 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Bona nit... i tapa’t!
Bona nit... i tapa’t! (Buenas noches... y tápate!) decimos en Catalunya. Y eso es lo que hice precisamente tras ver “Buenas noches y buena suerte”. Irme a la cama y dormir como un angelito. Me explico.

Mr. Clooney nos administra con su debut tras las cámaras un potente somnífero para quedarnos fritos a las primeras de cambio. Cierto es que, aunque lo intentó, conmigo no tuvo suerte. Supongo que una puesta en escena impecable, un sobrio guión y una logradísima atmósfera labrada a base de jazz, nicotina y un escrupuloso b/n evitaron que tirara la toalla y me sumiera en un reconfortante sueñecito. Bueno, eso y la duración de la peli. Horita y media escasa que te la zampas en un suspiro. Todo un portento de brevedad y concisión, Mr. Clooney. Felicidades.

Sin embargo, todo eso no logra disimular las carencias de una peli sosa, sosa, sosa. Tan apagada, lacónica y carente de pálpito vital como el rostro de David Strathairn, actor cuya interpretación -he de reconocerlo- resulta impecable a todas luces.

Me interesa la historia y, en especial, la historia contemporánea. Soy de aquellos que se tragan sin pestañear esos documentales de la 2 que tratan de la segunda guerra mundial, del fiasco yankee en Bahía de Cochinos o del origen de Sendero Luminoso. Lo que se tercie. También me encanta todo lo relacionado con la guerra fría. Incluso conozco someramente el episodio de la ‘caza de brujas’ del senador McCarthy en el que se basa la peli. Pero esto no es un documental, señores. Es, o debería ser, una peli. Y lo que he visto es la irreprochable recreación de unos hechos reales. Nada más.
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46 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Sorprendentemente activista y buena
Apasionante película sobre la libertad de prensa, el activismo político y la integridad. Uno podría pensar que George Clooney es sólo otro cabezahueca de Hollywood, pero aquí se descubre como un inteligente guionista que escribe con el corazón.

Utilizando la caza de brujas del cejijunto (en más de un sentido) McCarthy como excusa, Clooney en realidad lleva a cabo un discurso directo, breve, sobre la corrupción del periodismo y la caída libre de la televisión. El aquí impresionante David Strathairn nos clava a fuego con su discurso el idealismo de una ciudadanía que se quiere liberar, que se encuentra subyugada por las luces estúpidas que surgen de una caja, que sufre en su aislamiento sin saber muy bien por qué. También nos martillea con una oratoria sublime los principios del libre pensamiento, de la independencia política, del juicio crítico. No puedo ser objetivo: estos son temas que me apasionan, como también me ha apasionado la película. Noam Chomsky debe haber disfrutado de lo lindo con ella.

Jamás, y digo jamás, el periodismo que dependa de la publicidad podrá ser considerado fiable. No se trata de que mienta, sino de que jamás podrá salirse de los pasos de baile que marca la música del mercado y el ritmo del pensamiento único. Temas tan obvios y denunciables como la caza de brujas resultan una auténtica pesadilla para aquellos periodistas que quieren denunciarlos. En la película (basada en una historia real) se ve claramente: la presión de los anunciantes es mucho mayor que la del gobierno. Y, bueno, ya ni hablar de otros temas más polémicos que no resulten tan obvios: ni siquiera se llegan a considerar. El futuro, pues, se encuentra en Internet donde fácilmente se pueden publicar todo tipo de noticias a bajo coste y con publicidad no comprometedora.

Aparte de su carga activista, Clooney vuelve a demostrar que es un gran director (fuera prejuicios) después de "Confesiones de una mente peligrosa". Lo digo completamente en serio: puede que estemos ante un futuro peso pesado. Ya, ya sé que es duro aceptarlo, yo también le he visto anunciando trajes. Pero, demonios, se ha hecho mayor, yo qué sé. Y esas acusaciones de que su debut se lo hizo Soderbergh... demuéstrenlo, caballeros, no me sean como McCarthy.

Clooney emplea aquí un tempo preciso, breve, directo. A muchos se les antojará que quedan muchas cosas en el tintero, quizás de ahí la baja nota, pero creo que se debe al compás implacable de la película. Cada línea de diálogo, cada discurso de Strathairn, cada canción cae como un martillazo. 90 minutos muy compactos.

De los actores no digo nada porque, joder, están todos geniales y es obvio. Si acaso vuelvo a decir otra vez que menudo papel el de Strathairn.

mail: alvarokesher de Gmail
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24 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una cuestión de libertad
El director de cine es el máximo responsable de una película. Es la persona que tiene la última decisión sobre como deben hacerse las cosas, sobre que es lo que se pone y que es lo que se deja fuera. Se rodea de un equipo de colaboradores, pero en última instancia es él, según su propio gusto, quién convierte un material químico en magia. O al menos así ocurre en el llamado cine de autor, aquel que dota de libertad a los directores, y del que la obra que nos ocupa forma parte. El director de Buenas Noches y Buena Suerte es George Clooney, uno de las estrellas del firmamento hollywoodiense y uno de los hombres más deseados según revelan encuestas aparecidas en revistas dirigidas al público femenino. Pero con esta cinta ha logrado ser mucho más que todas esas nimiedades, y se ha convertido en uno de los realizadores más interesantes del actual panorama cinematográfico norteamericano.
Y es que si por algo destaca esta película es precisamente por su dirección, por esas elecciones de las que hablaba, que pueden hacer que algo sea arte en mayúsculas o simplemente un producto más. Como muestras, la elección del blanco y negro (que hace imposible imaginarse la película de otra forma) o el casting, lleno de rostros habitualmente alejados de los flashes pero con una experiencia y una entereza interpretativa admirables (atención al estelar protagonista David Strathairn). También es verdad que la película está invadida por una cierta frialdad, lo que impide que se convierta en obra maestra, pero son tantos los elementos a destacar que es difícil parar. Acertadísimos planos y movimientos de cámara, que recogen perfectamente el ambiente que se vive en la redacción de un informativo televisivo; excelente y elegante música de jazz, interpretada además de forma sincrónica (algo poco usual) y que sirve maravillosamente para situarnos en la época en que transcurre la acción.
Pero si hay algo destacable en Buenas Noches y Buena Suerte (mucho más que el hecho de que Clooney esté siguiendo los pasos de gente como Gibson, Costner o el maestro Eastwood) es que se están tratando temas de tremenda importancia, como puedan ser la falta de libertad o la injusticia. Eran asuntos palpables en aquellos tiempos de dirigentes nefastos en la tierra de la abundancia y de los sueños. Pero no debemos engañarnos. Se ha dicho que esta película sería recibida con frialdad en países como el nuestro porque digamos que “nos pilla lejos”. Pero una afirmación como esa debería estar muy alejada de la realidad y es que, no hemos aprendido la lección. Lo que hizo el periodista Edward Murrow no puede tomarse como algo lejano, debe servir de referencia.
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24 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Igualmente.
Inteligente crítica sobre el mundo de la televisión como medio de información y entretenimiento. Genial.
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25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Sosas noches y buenas sosas
Pero qué sosería, Dios mío, qué sosería. Esta película es más sosa que una calabaza, de hecho creo que es lo más soso que he visto en los últimos años en un tren (y me ha hecho descubrir que prefiero las películas malas: me divierten más, vamos, muchísimo más, horrores). La película esta de Buenas blablabla no está ni bien ni mal: consiste en cuatro recortes de telediarios del tiempo del senador McCarthy y un acompañamiento en forma de ensalada de actores, todos levemente retóricos, siempre al borde de la falsedad, que cuentan una historieta épico-periodística de las que tanto les gustan a los cineastas afines al Partido Demócrata, que creen que así hacen cine comprometido, los pobres. El resultado es una especie de Estudio 1 inofensivo, bienintencionado y anacrónico (a buenas horas se ponen a hacer peliculitas sobre McCarthy), con demasiado almidón y cuello duro.

El peso de la peli recae en dos actores, a saber:

[Véase el expolio]
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34 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Buenas noches, y buenas suerte ... al que consiga dormirse en la película.
Después de los primeros 45 minutos y varias cabezadas intenté ya en firme dormir, pero sin éxito. Debí optar por esperar fuera a mis amigos, pero un trasnochado sentido del ridículo y la esperanza de que aquello mejorase en al gún momento me retuvieron en mi butaca y, lo que es peor, despierto.

Una pena, porque al final mantuvo el tono pedante, petardo y pretencioso que toma desde el principio. No hay historia, no conmueve, no informa.

O haces un documental sobre la vida de un periodista y sobre La Caza de Brujas, o una película con su correspondiente guión, ritmo, etc ... pero estas cosas, estos engendros intermedios que, encima, se supone que te tienen que gustar sólo porque tratan sobre problemas graves, me indignan.

Lo siento, pero no creo que sea de agradecer el ir al cine a ver como alguien destroza un tema interesante con un bodrio de película. Más bién todo lo contrario, si no sabes dirigir ni elaborar guiones ten al menos la prudencia de dedicarte a Alien III o algo parecido, y no a temas como la censura, los crímenes de la industria farmaceútica, las migraciones, o los entresijos del terrorismo.

Por dios, pseudo-intelectuales que acabáis de decubrir que hubo y hay un mundo que sufre más allá de vuestras butacas o limusinas, Che, ¡Dejame vivir en paz!. Yo descubrí eso con ocho años y no he estado desde entonces dando el coñazo, ¿verdad?.
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30 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Muy buena
George Clooney vuelve a sorprender con una excelente película que narra las andanzas de los reporteros de la cadena de informativos CBS durante la "caza de brujas en los años 50. David Strathairn interpreta magistralmente al presentador Edward R. Murrow durante sus polémicas enfrentaciones con el senador McCarthy. El resto del reparto mantiene un gran nivel, sobre todo un recuperado Robert Downey Jr., que lo hace realmente bien.
Del resto se encarga Clooney, firmando un soberbio y sólido guión apoyado por su firme pulso con la cámara.
Pero no es una obra maestra como cabía a esperar (o por lo menos eso esperaba yo) ya que a la película le falta más profundidad en el tema, más... pasión.

Pero sin lugar a dudas es una de las mejores propuestas del año, y una de las mejores películas que hay actualmente en cartelera.

Ha conseguido 6 nominaciones a los oscar, aunque en los globos de oro se fue con un canto en los dientes.
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15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
INTEGRIDAD PERIODÍSTICA
Dos películas le han bastado a George Clooney para acrecentar celos y envidias. A su éxito evidente y justificado entre personas de ambos sexos, habrá que sumar a partir de ahora su faceta como director. Con cintas como Buenas noches, y buena suerte, el futuro del cine USA queda asegurado, y se confirma una tendencia: cada vez son más los actores que, ante la escasa calidad de los guiones que reciben, deciden llevar a cabo sus propios proyectos. Se lo agradecemos.

Uno puede pensar que con Confesiones de una mente peligrosa, George Clooney apostaba sobre seguro al apoyarse en un guión del cotizado Charlie Kaufman (Cómo ser John Malkovich), pero gracias a un gran manejo del sarcasmo, conseguía salir airoso del milagroso equilibrio entre comedia y drama. Incómoda, llena de vaivenes, ya revelaba ambiciones estéticas y una temática poco complaciente. La verdad y el espejismo le servían para reflexionar sobre la importancia del otro en nuestras aburridas existencias, denunciar la televisión basura y el terrorismo de Estado. Casi nada. Su estilo recordaba a los Coen y a Soderbergh, y aunque caía en el exceso repetidamente, su espíritu se acogía más al cine independiente que al comercial. El cartoon humano de esta paranoica ficción recayó en Sam Rockwell, que aprovechó la ocasión para realizar la mejor interpretación de su carrera hasta la fecha.

Ahora, de la mano de de unos espléndidos David Strathairn y Frank Langella, elogia, con aire de fábula, el espíritu independiente de un periodismo que todavía creía en su función educativa y resistía las presiones de los políticos y anunciantes. Íntima en su manufactura – el blanco y negro aleja toda retórica -, épica en su significado, el discurso es rico, conciso, exacto, objetivo, como la profesión. Señala, a partir de una atmósfera melancólica y nostálgica (jazz y cigarrillos), las fallas del sistema para mejorar su salud ideológica. Buenas noches, y buena suerte supone una victoria de la decencia, las libertades y los derechos civiles frente a la fantasiosa caza de brujas de McCarthy. Con un riguroso material de archivo y un montaje basado en réplicas y contrarréplicas, sin más emoción de la necesaria, Clooney aísla tanto a sus personajes, que nuestra implicación emocional corre el peligro de evaporarse, pero es esta falta de modestia la que acaba por descubrirnos la discreción de un talento genuino que habrá que seguir con expectación.
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13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Murrow, pionero del periodismo informativo de televisión
Segundo largo como realizador de George Clooney. Basado en hechos reales, se rodó en b/n, en 30 días, entre febrero y abril de 2005, con un presupuesto de 7,5 M dólares. La filmación se hizo en CBS Television City (LA). Fue nominada a 6 Oscar. Ganó 2 premios de Venecia (actor y guión). Producida por Grant Heslow, se estrenó en Venecia el 1-IX-2005.

La acción tiene lugar en los antiguos estudios de TV de la CBS, en 1953/54, durante la "caza de brujas". Narra la historia de Edward R. Murrow (David Strathairn), popular locutor radiofónico, corresponsal en Londres durante la II GM, que se involucra como presentador de programas informativos en la etapa inicial de la TV. Para glosar su figura se selecciona el episodio de su enfrentamiento con Joseph McCarthy, senador republicano por Wisconsin, fanático y neurótico, presidente de la Comisión de Actividades Antiamericanas, que persiguió y condenó a personas por sus ideas y filiaciones ideológicas, en una de las etapas más negras de la historia de EEUU, que afectó de modo particular al mundo de Hollywood.

La película exalta la figura, íntegra, honesta y veraz, de Murrow en su confrontación con McCarthy por sus métodos falsarios, alarmistas, basados en medias verdades, acusaciones de testigos sin identificar, condenas de personas por las ideas del padre o la hermana, el desprecio de la libertad de expresión y de pensamiento, la infracción de las garantías constitucionales de los ciudadanos y otras extravagancias impropias de un Estado de Derecho. Las informaciones, ajustadas, sobrias, objetivas, probadas y documentadas, de Murrow y de su equipo, contrastan con la soberbia y el histerismo de las falsas acusaciones de que son objeto. La réplica de Murrow, ascética, fría y sincera, junto a la indignación popular que levantan los ataques a la verdad, facilitan las primeras investigaciones sobre las actuaciones de McCarthy, provocadas por otras causas. La película, biográfica e histórica, apuesta por un periodismo que informe con veracidad y contribuya a la formación y educación. Aparecen en escena las presiones de los intereses corporativos y de sus accionistas, los intereses de las compañías patrocinadoras (anunciantes) y la atención creciente de los directivos de las cadenas de TV a las cuotas de audiencia.

La música, original de la época, corre a cargo en la parte instrumental de la Rosemary Clooney's Band y en la parte vocal de Diane Reeves, que interpreta canciones tan emocionantes como "How High The Moon". La fotografía, en vibrante b/n, se mueve en plató e interiores, que recrean una atmósfera de tensión y estrés. El guión se centra en un solo episodio, que expone con concisión y de modo directo y sincero. La interpretación del protagonista, David Strathairn, trasmite el estilo y los modos del personaje real. La dirección construye una narración de aires épicos sobre la honestidad informativa.

La película mueve a la reflexión y al análisis crítico del pasado y del presente.
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buena Suerte David Strathairn!
George Clooney ha elegido para su segunda película un argumento difícil políticamente hablando, ya que habla sobre la política y los medios de comunicación de los años 50 en Estados Unidos, en concreto de la famosa caza de brujas que protagonizó el senador McCarthy para perseguir el comunismo.

La historia esta bien planteada, aunque algo dejada en algunas partes, y también para mi gusto algo falto de realidad, ya que siendo una época dura, no pasan por demasiadas dificultades para conseguir sus propósitos contra el tiránico senador.
Pero lo que desde luego sobresale sobre todo el conjunto es David Strathairn en su personaje del periodista Edward R. Murrow, simplemente excelente.

El elenco actoral es de primera, sobretodo el protagonista como ya he dicho antes, el es el que lleva todo el peso de esta cinta. Entre los secundarios hay grandes intérpretes como Patricia Clarkson, Robert Downey Jr, o Jeff Daniels, pero estan metidos en las pieles de unos personajes muy poco desarrollados y algo sosos. El asunto entre los personajes de Patricia Clarkson y Robert Downey Jr. es interesante y podría haber dado mucho mas de sí, ya que se resuelve de forma muy pobre y sin ganas de pensar en ello.

Como director, George Clooney se desenvuelve bastante bien, haciendo unos primeros planos del protagonista de gran calidad. La fotografía en blanco y negro está también muy acertada.

Lo dicho, Buena Suerte David Strathairn y a por el Oscar!.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Esto no es más que una tomadura de pelo caballeros...
¿Alguién se ha enterado de algo?
¿Es cierto que las campañas publicitarias os alienan de tal manera que hay que seguir la corriente?
¿Esta película de verdad me decís que va sobre el McArthismo?
¿Se montan unas imágenes de archivo y pivotamos sobre ellas para contar... NADA???
¿La historia de un aviador y una pobre negrita?
¿Y qué me decís de los anunciantes? ¿Alguna presión que no sea fuera de campo? ¿En la imaginación?
¿Dreyer se ha reencarnado en el paupérrimo George Clooney?
¿Alguno en sus cabales puede calificar de paralelismo esta película con la situación actúal?
¿En la que los medios USA dominados por los intereses USA de sus propietarios decidieron ser cómplices hace sólo cinco años de una autocensura global? ¿Basándose en...?

EN NADA. SÓLO ACATARON LAS ORDENES. VETE A CASA CLOONEY.

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Un caballero afirma sin pudor en una de las críticas que algunas películas no están destinadas para el público en general porque no las entienden. Que prefieren ver Gran Marrano a degustar estas obras de arte. Que todos y cada uno de los que cuchichearon durante la proyección no estaban preparados para esta obra maestra.

¿Los que nos hemos licenciado en Periodismo y además tenemos la desgracia de ser aficionados a la Historia, tampoco?
¿A los que nos gusta el Cine y comprendemos todos y cada uno de los putos diálogos metidos con vaselina en nuestro culo por el Sr. Clooney... tampoco?
¿Y qué puntúa con sendos nueves a La leyenda del Zorro y a King Kong?
No comment.
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37 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Aburrido señor Clooney:
Su película me ha parecido auténticamente soporífera... Es cierto que demuestra usted cierta maestría tras la cámara, como alguna vez detrás de ella, y que la fotografía en blanco y negro, aunque pedante y facilona, es notable, así como el trabajo interpretativo de alguno de los actores, en especial Downey Jr. y Mrs. Clarkson... ¿Pero donde está esa valentía política y crítica no sólo con aquella desgraciada caza de brujas sino con la actual política americana?
Debe ser que con ese aire cultista del que ahora hace gala, se dirige a espectadores más ilustrados que un servidor...
Es de agradecer el corto metraje de la cinta, aunque por otro lado, casi que debería haberla prolongado a más del doble, para así amortizar el precio de la entrada con una buena siesta.
Dedíquese a otras temáticas, y deje esta para los grandes, pues "Good night and good luck" es aburrida, simplona, y está muy, muy , muy mal resuelta...
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16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Sobrevalorada
Este vuelve a ser un ejemplo más de lo tremendamente contraproducente que resulta visionar una película después de haber leído tantas alabanzas y críticas positivas. Claro, te sientas creyendo que vas a ver un peliculón y luego pasa lo que pasa.
La película tiene aspectos positivos, no seré yo el que lo niegue. Toca asuntos polémicos y de gran interés con mucha inteligencia, sin caer en discursos panfletarios pero ¿significa por eso que es buena? En mi opinión, no. Mala tampoco, desde luego, pero está muy lejos de ser, como muchos apuntan por ahí, la mejor película del año. Sinceramente creo que no pasa de correcta.
Para empezar el filme es aburrido. Muy aburrido. No tiene la más mínima carga emocional, no hay tensión en el ambiente y a duras penas consigues identificarte con unos personajes (completamente planos) que, sinceramente, llegan a importarte bastante poco. Con tanta apatía es bastante lógico que te la sude lo que pueda pasarles.
Clooney aboga por una estética televisiva (hay muchos minutos en la película que forman parte de imágenes de archivo que retratan las comparecencias del senador McCharty) que llega a resultar cansina y poco original. Profusión de planos medios y primeros planos. He leído por ahí que es una especie de Documentos TV dramatizado. No se si llega a tanto pero desde luego produce la misma emoción que ver un reportaje de La 2 sobre la Caza de Brujas.
El discurso de la película (que será todo lo interesante, complejo, universal y certero que uno quiera) funciona más como disección sobre el poder de los medios de comunicación y su capacidad para controlar al público que como crítica a la “política” del senador McCharty, aunque esta también esté presente. Pero todo lo que cuenta la película me parece que ya ha sido abordado anteriormente y con mayor fortuna por otras obras que, a parte de aleccionar, también pretendían entretener al público.
El problema de esta película, al igual que el de ese otro enorme monumento al tedio cinematográfico que es "Syriana", es que los directores están tan preocupados por transmitir un discurso político y/o ideológico determinado que se olvidan de sus personajes, que al fin y al cabo son los que dotan de humanidad a cualquier filme, convirtiéndolos en meras marionetas que se mueven apáticos en medio de ese mensaje que a toda costa se quiere hacer llegar al espectador. El día que aprendan a conjugar ambas cosas conseguirán hacer grandes películas. Por el momento a mí solo me aburren.
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13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
...Y GANARON LAS CORPORACIONES.
Brillante fotografía, casting (brillante planetl, pardiez), ambientación, tono general a lo "Estudio 1" un tanto tearla que acaba siendo ligeramente farragoso debido a la inclusión de numerosas imágenes reales de archivo de los 50... y un mensaje que cae en saco roto por ingenuo.

Entiendo que el famoso actor quiere exponer mediante lo ocurrido en el macarthismo que ahora estamos peor y que la libertad de opinión y de prensa son vitales, pero La seriedad informativa, la libertad en TV, la pluralidad... murieron. La caja tonta sólo alberga hoy en día basura y material dominado tanto por interéses políticos como corporativos.

Por eso el film de Clooney es de época.

Personajes como Edward R. Murrow ya no existen.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Película para cinéfilos
Típica película para críticos de cine que yo creo que aburre al gran público en general. Hacerla en blanco y negro no creo que le aporte nada. Seis nominaciones a los Oscar me parece una barbaridad. Lo único bueno es la actuación de David Strathairn que está estupendo, sobre todo en su manera de fumar. Al menos es cortita y el tedio pasa pronto.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Mala
Hay películas que son malas, pero esta no le pongo que sea mala como otras que dan grima verlas le pongo mala porque en su época la ponían como que era una obra grandísima. No creo que George Clooney sea tan buen director, como actor si que me gusta pero como director...

Me dejó un sabor de coca extraño, me decepcionó profundamente. Se me hizo larga y muy aburrida.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Trajes y nicotina
Superlativa, un peliculón con todas las letras. En este inicio de 2006 se han podido ver películas bastante notables, pero ha sido ésta una de las que más me han gustado y la verdad es que tiene duros competidores. Me ha llenado. Es una película que transcurre todo en unos pocos escenarios, es de bajo presupuesto pero de enorme valía, lo que viene a reafirmar el qué importa el dinero que se gasten en ella si te cuentan una buena historia.

Que nadie espere ver un thriller a lo John Grisham ni tampoco una película-espectáculo reaccionaria inflada con escenas o sub-tramas efectistas para adornarla más y que parezca mejor, no. Esta es una película bastante sobria, realista, directa, que se centra en la representación de como unos periodistas deciden imponerse por encima de la histeria de su época y encararse con el poder por tal de dejar constancia de la verdad. No es una película sobre el Mccarthirismo, si no sobre periodismo. Por lo tanto o estás estás interesado en lo que se te explica o en aprender de ellos o mejor poner pies en polvorosa porque bien te puede aburrido, como los que yo tenía en la fila de atrás, que al acabar la película alguno soltó alguna frase del estilo: "jo, menudo rollo!". Es una de esas películas que no solo se conforman con entretenerte si no que también se esfuerzan en aportar algo al espectador, en intentar enseñar. La verdad es que estoy encantado con Buenas noches y buena suerte. Reconozco que las películas con buena retórica me ganan fácilmente y aquí la hay para dar y vender.

La (elegante) dirección de Clooney me ha gustado bastante, pero lo que más me ha gustado de su trabajo en esta película sin duda ha sido el guión, sumamente sólido. Requiere no poco esfuerzo ponerse a reunir toda esa información y componerla para dar lugar a esta historia, que a mí por lo menos me ha resultado bastante emocionante. El dólar mejor gastado del año.

En el terreno interpretivo a mí me han parecido que todos están a la altura de lo que pretende la película pero como a muchos les sucederá quien más les habrá gustado es David Strathairn. Suyo es el personaje con más peso de esta historia y por tal que prevalezca el personaje por encima de una cara famosa se ha escogido a este actor, para mí del todo desconocido pero que no por eso no derrocha una gran solvencia y aporta credibilidad a la película. Sabe plasmar todo el savoir-faire que se le supone a un gran periodista, en las miradas, en sus narraciones. Excelente.

Muy posiblemente vendrán bastantes a decir que les ha parecido un coñazo pero para mí ha sido una entrada mejor amortizadas. Si no os la han estrenado en vuestra ciudad coged el tren, el ferry, el avión, el monopatín o lo que haga falta, pero id a verla en la pantalla grande porque realmente merece la pena. Vienen muy bien este tipo de películas de vez en cuando.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Calidad en blanco y negro
Podemos entender Buenas noches y buena suerte como una reflexión acerca de la TV i su condición de filtro entre hechos reales y la percepción que la sociedad tiene de ellos. Y es que la segunda película de George Clooney nos habla del uso que la televisión hace (o podría hacer) de la información, de los beneficios y problemas que puede suponer mostrar (o no mostrar) según qué imágenes y, sobre todo, del grado de compromiso que se toma en un programa y asta que punto la realidad permite ser mostrada tal y como es.

En la década de los años 50, Edward R. Murrow utilizó la televisión para mostrar algunas de las injusticias que estaban tenían lugar en EEUU. Todo lo contrario de lo que hoy sucede: en la mayoría de los casos, la TV no destaca por sus esfuerzos en mostrar la realidad, sino más bien por manipular información y dirigir las masas en la dirección conveniente. En este aspecto, se podría decir que Buenas noches, y buena suerte también funciona como análisis de lo que podría ser la semilla del carácter actual de la TV.

Clooney sabe que el mero echo de mostrar implica un posicionamiento y que eso comporta cierta manipulación inevitable. Por eso Murrow (quien conoce este echo tan bien como Clooney) decide mostrar una realidad y no una otra, persiguiendo un tema concreto sin desviarse. Y aquí es precisamente donde chocamos contra un echo que la película también conoce: Murrow es partidario de contar la verdad, pero por su propio interés decide hablar de una concreta y no de otra. De modo que el personaje protagonista decide no desviar la atención hacia el programa de la competencia, echo que conduce (en cierta forma) al suicidio de un compañero de trabajo. Y es que Clooney no crea héroes ni verdades absolutas, sino que profundiza en sus personajes (incluso en aquellos que apenas tienen importancia) entendiendo la posición de cada uno, demostrando que todos los puntos de vista son defendibles (por este motivo nacen conflictos entre ellos, como el que vive con el director del programa, quien a pesar de compartir la visión de Murrow no quiere que su programa sea censurado).

Aun cuidando con detalle los personajes, es sorprendente la distancia con que Clooney trata especialmente hacia el protagonista principal, hecho que facilita nuestra identificación con él y hace su comportamiento y los diálogos más fluidos. Probablemente también sea gracias a las rápidas y ágiles pinceladas mediante los cuales son dibujados sus rasgos que la película se pueda permitir el sorprendente ritmo con que se desarrolla de inicio a fin.

George Clooney asume tan bien como puede la responsabilidad de mostrar sin juzgar, enseñar sin manipular; y el resultado de ello es una fantástica película objetiva al mismo tiempo que crítica pero también para todos los públicos, características que, actualmente, rara vez van de la mano.
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