36 Críticas de los usuarios

Esta peli es un puntazo. Está rodada de manera exquisita y más que un remake es un: "gracias tíos por el cine que hicisteis a principios de los setenta." No es una copia. No es Psicosis aka Van Sant se aburre. Shaft the return no necesita un techo como ése para triunfar. La hábil mano de John Singleton nos dirige hacia un viaje en el que cualquiera de los protagonistas es todavía más capullo que el anterior. Y con unos diálogos paleros y vacilones que son de enmarcar. Y con titis negras. Y polis corruptos. Y todo envuelto en una cutredad tan elegante que te preguntas si esta película es un intento más por dignificar la serie B, si es otra intentona por elevarla, o simplemente son ganas de realizar un digno homenaje a aquellas míticas obras realizadas con cuatro duros, mucho esfuerzo y ganas de joder al hombre blanco por sus muchas controvertidas imágenes violentas y sexuales.

Aquí nada es tan explícito, o mejor dicho, lo es pero de una manera distinta: es una película exagerada como pocas. Se juega más con el espíritu que con las formas. Igual de cutre pero con un halo de artesanía en el género acción subgénero blaxploitation que resulta desternillante en casi todos sus tiempos. Me esperaba la típica bazofia de siempre y me he encontrado con un puntazo de película brillantemente elaborada.

Y sin aspavientos.

No sé por qué la critican tanto, la verdad. Para mí, esta peli es una auténtica gozada, una genial recuperación de la esencia de los filmes macarras de los 70, con un encanto especial que la distingue de tanto producto prefabricado de acción. Sólo por ver a John Shaft (el sobrino del original, que por cierto, también hace un cameo) matando malos a ritmo de la mítica sintonía de Isaac Hayes, merece la pena verla. Pero aún hay más: un ritmo narrativo trepidante, un argumento interesante con pequeña sorpresa final incluida, magníficas escenas de acción dirigidas de forma muy digna por ese gran artesano de la acción que es Singleton, y un reparto de altura: Sam Jackson está muy creible y expresivo en su papel; Christian Bale demuestra que es un actorazo, comiéndose la pantalla cada vez que aparece en ella; Jeffrey Wright, perfecto como criminal latinoamericano; y, finalmente, Toni Collette levantando con soltura un papel demasiado pequeño para ella. Por tanto, es una buena opción, siempre que os guste este tipo de películas. Otra buena revisitación de los filmes de negros estilo 70 es "Jackie Brown", pero esa es totalmente distinta. La que nos ocupa es perfectamente recomendable para los amantes de la buena acción.

Pues Shaft, ¿quien si no? El poli más duro y con más mala baba de este lado del Ebro.

¡Que tío! Puede perseguir a varios transgresores de la ley, intimidar a los que va a detener mañana, conseguir información sobre los de pasado mañana, comer como un señor y tirarse a un número indeterminado de chatis con alto grado de satisfacción y todavía puede dormir horas más que suficientes para continuar maña con el mismo ritmo. Todo un macho alfa. La envidia del corral.

Jackson (Samuel Leroy para los amigos) hace de Shaft de una forma impecable. Los matices de triunfador de la vida en un mundo donde no puede serlo son acojonantes. Pero claro, Shaft es acojonante por si mismo. Menos mal que eligió este lado de la ley, que si no apañados estaríamos.

La ciudad es suya, y si alguien quiere hacer lo que no debe en su ciudad, tranquilo que lo pagará. Muy caro. Hasta que se arrepienta. Shaft no se conforma con detener, el busca justicia. Realmente no la busca, es Shaft, y por lo tanto la encuentra. Su seriedad y profesionalidad puede hacer que incluso el sistema al que pertenece se tambalee. No es un policía de medias tintas. Lo es hasta sus últimas consecuencias.

Los suyos son los que respetan al mundo. Su respeto hay que ganarlo.

Tanananana tanananana naaaaa tanananana tananananaaaa ¡Shaaaaft!

Ahí va la reivindicación de un oscuro género perdido que por allá finales de los setenta principio de los ochenta fundía cerebros sin reparo junto a otros inclasificables fenómenos como los de las películas Grindhouse ya homenajeadas por Tarantino y Robert Rodríguez más recientemente (próximamente crítica de Machete, ojo ahí). Porque este género no dejaba de ser un Grindhouse algo peculiar, el de negratas, el de la blackxplotation y mírame que chulo que soy y que bien me enrollo, de tipos carismáticos e historias surrealistas.

Y eso es lo que es precisamente esta revisitación de Shaft si bien algo más comedida y seria, lo justo para hacerla interesante al público actual pero manteniendo esos ingredientes que hacen reconocibles sus orígenes: un guión decente pero maniqueísta e ingenuo a tope, un libreto lleno de frases de chulazo para Shaft, los cochazos, los amigos garrulos, las chicas calientes (negras, por supuesto) y los villanos más cómicos y estúpidos que malvados, ¡ahí está la blackxplotation!

Si a esto se le suma el sucio Nueva York, el de las calles de Shaft por encima de la calle 100, una dirección competente, una banda sonora cojonuda en concordancia con los temas míticos del original y una actuación a la medida de Samuel L. Jackson, que era el candidato perfecto para resucitar al poli negrata, el resultado se acerca como mínimo a lo respetable.

Realmente toda una sorpresa y un homenaje muy digno, una película que pese a lo maniqueísta de lo que cuenta puede verse, y que precisamente lo hace con tal gracia que es uno de los encantos de la historia, como los ojos de Vanessa Williams.

Aunque de modo muy vago, guardo un recuerdo medianamente grato del personaje original encarnado por Roundtree, que aquí se marca un cameo con una cara de despistado que parece estar preguntándose: ¿Cómo me han podido liar en esto?

Los actores resultan más o menos creíbles, el irregular Jackson cumple, Bale da el perfil de NBBH, esto es, niño bien con brotes de hijoputez. Hay tiros, persecuciones, ambiente tirando a rapero, coca, negratas chungos, polis corruptos y todo lo demás. Pero vamos, que por más que se empeñe Singleton la cosa no pasa de entretenidillo film de acción. A lo mejor sólo buscaba eso. En tal caso, conforme.

Pero para no mejorar el original, que sin ser ninguna maravilla desprendía más frescura y autenticidad, mejor haberse ahorrado el esfuerzo.

PD: Lo que ha perdido la Vane.

De nuevo no puedo ponerle la máxima puntuación porque no es el tipo de película que yo suelo puntuar , sin embargo, esta película me encanta.
Samuel L. Jackson hace un papel increible, prepotente, duro, algo siniestro y que se lo tiene muy creído, algo loco pero legal, justo y que a veces "acoj...".
Real, con momentos duros y fuertes, pero con puntos muy simpáticos. Se te pasa el tiempo rápido y te hace quedar con un buen sabor de boca. Buena

Partiendo de que el largometraje original es prácticamente desconocido fuere de EEUU (¿cuantos de vosotros lo habéis visto?), John Singleton dirige una película aburrida (su historia bien podría pertenecer a un episodio de una floja teleserie de los 80), interpretada con desgana (Samuel L Jackson hace de sí mismo, como siempre), poco espectacular (que GRISES las secuencias de acción, Dios...) y carente de todo elemento funki o con punch.

En resumen: Quentin Tarantino hubiera dirigido algo mucho más apropiado. John Singleton... ni idea de como sigue dirigiendo. Sumad a esta "maravilla" "2 fast 2 furious" y os preguntaréis como diablos este tipo fue nominado a un oscar con 23 años.

A mí me resulta un misterio mayor que el triángulo de las Bermudas.

Quien haya disfrutado de la versión original, ese mito setentero, no podrá menos que sentirse disgustado con este triste remake, en el que no se encuentra ninguna de las virtudes que hacen apetecible la peli primigenia, es decir, la sexualidad implícita, los personajes descarados, esa atmósfera plagada de funky y soul, en definitiva, donde se respira autenticidad, aunque no sea una obra redonda. Lo único en lo que se puede reconocer algo de uno de los personajes predilectos de la cultura afroamericana es la sintonía de Isaac Hayes, demasiado poco bagaje para salvar esta versión, en la que ni siquiera Samuel L. Jackson parece sentirse cómodo interpretando a John Shaft. Se podría salvar alguna actuación, como el pequeñísimo papel que se reserva a la talentosa Toni Collette, o el magnífico personaje que interpreta Christian Bale, pero es difícil alejarse de la impresión de que todo no es más que un episodio extendido de una floja serie de TV.
Resulta ciertamente lastimoso ver en qué ha devenido la carrera de John Singleton, sobre todo después de haber constatado un debut tan prometedor como Boyz N the hood.

Personalmente a mí me gusta la película, con un guión pobre, personajes esteriotipados, aceptable narrativa y de rítmo irregular, aún así, me gusta. Es de las pocas películas donde el protagonista va de "guay" y encima es que me cae bien el tipo.

Por tanto, lo mejor de la película es el personaje, porque el resto sobra. Lo siento, pero el resto sobra, no hay detalles de calidad, detalles de guionista, no hay nada. Solo podemos ver al detective Shaft con cuatro frases "molonas" y dando palos al personal. Realmente nos podían haber puesto cualquier otra historia donde el detective Shaft siguiese con su "cantinela" y nada, seguiriamos con la misma opinión.

Tristemente no es el S.L. Jackson de Tarantino, pero bueno, suponemos que esto deriva del director no del propio actor. Pienso que el actor se ve envuleto en una interpretación que no le da oportunidad para lucirse, simplemente es un rol setentero con gancho.

Pero amigos, aún así la recomiendo, es eso, simplemente una cuestion de gancho. No contemplo a otro actor para este papel, sinceramente.

El retorno del mítico policía que inauguró el subgénero de la blaxploitation allá por los años 70, no podría tener mejor cara que la de Samuel L. Jackson, que lleva en la sangre el espíritu de este género. No podría decir lo mismo de la película, que se deja ver bien pero no tiene el encanto de la original. Pese a tener todos los ingredientes falla en el absurdo intento de querer hacerla más comercial.
El reparto está bien elegido, con un Christian Bale con la careta de su personaje en “American Psycho” (2000) y una secundaria, siempre olvidada, pero que para mi merece más atención, como es Toni Collete ("United States of Tara").

No hay misterio, ¿verdad? Que Walter Wade Jr. es el malvado de la historia no es ninguna sorpresa. Al menos no lo es si no te dejas engañar por el atractivo físico de un Christian Bale treintañero, lo que puede influir en tus deseos ocultos de que este chico enmiende su vida. Sé que ocurre, me ha pasado viendo la película con una señora que aseguraba que Walter era bueno y en realidad la camarera era la asesina. Maravillosa teoría que podemos creer cierta en un universo paralelo, pero no en esta «Shaft».

En la película de John Singleton este «blanquito» multimillonario, pijo, elegante, orgulloso, templado, duro de pelar y con una clase desmesurada en cada palabra, gesto, pose, puñetazo y actitud es el claro antagónico de Shaft, el policía negro que ante la impunidad tras el asesinato de un joven de raza negra se reconvertirá en una especie de vengador de las calles con mucho ritmo setentero y mucha chulería a cuestas, para mi gusto demasiada. Admito que Walter Wade me interesaba más que Shaft y todas sus buenas intenciones al margen de la legalidad. Walter es objetivamente hablando el personaje más interesante de la historia y es una pena que pierda protagonismo a favor del otro villano, el narcotraficante Peoples, y que tenga un final tan drástico. Impagable su escena en los calabozos.

Por lo demás, lo cierto es que «Shaft» es un poco parida, no digamos lo contrario. Tiene un aire tontorrón de profunda americanada que le resta energía, quizá porque la historia busca por encima de todo el homenaje racial y la alabanza constante al héroe sin asomo de crítica o duda respecto a su sentido de la justicia. De hecho, es posible que aquí nadie pretenda ser justo.

En otra vida, Wade.

Un joven es asesinado de forma espantosa y brutal a las puertas de una cafetería. El detective Shaft se encargará de la investigación, descubriendo casi sin esfuerzo al asesino. Este no hará demasiado para esconder sus actos, seguro de poder librarse sin problemas de los cargos gracias al dinero de su padre. Aun teniendo claro quien es el asesino, John Shaft tendrá que esforzase sobre manera si quiere que se imparta justicia en este caso.
Tenemos enfrente un remake de las películas y la serie protagonizadas por Richard Roundtree a principio de los años 70, que aquí hace un pequeño papel como el tío del actual Shaft. El género en el que se inscribe esta cinta es el de blaxploitation y como cualquiera que sepa de que hablamos, ya se habrá imaginado que el asesinato tiene un claro componente racial, en realidad este es el tema central de la película.
El inicio de la cinta es poco original, pero entretiene por la confrontación entre Shaft y el asesino. Pero la trama se desinfla y pasada ya la mitad de la película esta degenera en una caza al individuo. Seguida de unos increíbles y absurdos tiroteos, donde Shaft nunca falla ningún tiro, los demás nunca le aciertan. Estamos ante una historia muy confusa, lenta y anodina, es como si no tuvieran las ideas suficientemente definidas en el guión para completar una hora y media de película. De manera que se concentran en desarrollar lo que pueden en la primera hora y luego sueltan a nuestro héroe, para entretener al espectador acabando con todos los que se le presentan de la forma más violenta posible.
Shaft, de esta forma, aunque esté bien interpretado por Samuel L. Jackson carece de moralidad, se encuentra entonces decididamente demasiado cerca de lo que sería Harry Callahan. El resto de los personajes resultan demasiado estereotipados. La verdad es que en algunos momentos llegan a ser cargantes y odiosos. Creo que el director hubiese acertado enormemente añadiendo algunos toques de humor a la cinta, pues le servirían de relleno y rebajaría la gravedad que no deja de flotar en el ambiente.
En general es una película que se deja ver, pero que falla en su concepto. Podría haber sido mucho mejor con un guión más trabajado y una dirección más acertada.
Parece ser que el guión fue modificado por el director. Además el director tuvo graves diferencia con Samuel L. Jackson en el rodaje.

"Shaft" es la continuación de la exitosa saga de los setentas, “Shaft” (1971), “Shaft's Big Score!” (1972) y “Shaft in Africa” (1973), protagonizada por Richard Roundtree como el detective John Shaft, pero ahora es el sobrino del mismo nombre, interpretado por Samuel Jackson.

El film cuenta con el atractivo de actores esterales como lo son Samuel L. Jackson, Vanessa L. Williams, Jeffrey Wright, Christian Bale, Toni Collette, Richard Roundtree y el director de los primeros dos filmes, Gordon Parks (1912-2006).

Walter Wade Jr. (Christian Bale) es el hijo de un rico desarrollador de la ciudad de New York, este desagradable joven racista mata a un estudiante negro por una provocación motivada por él mismo.

John Shaft, sobrino del legendario policía del mismo nombre, luchara porque Walter pague su crimen, pero este buscando venganza y protección, forma una rara alianza con un mafioso del barrio neoyorquino, que también tiene problemas con el detective.

La película tuvo un presupuesto $53 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $107 millones, además recibió 13 nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine.

Hollywood le dado al publico antihéroes que utilizan métodos heterodoxos para combatir el crimen, los más famosos son Dirty Harry (Clint Eastwood) y Johnn Shaft, son policías extremadamente violentos, pero con una gran conciencia social.

Su popularidad y aceptación es la identificación de una sociedad por tratar a los criminales, como ellos nos tratan a nosotros, sin piedad, ni misericordia.

La película es justita justita.
El argumento es muy simple y puede entretener para verlo un domingo por la tarde pero poco más.
El amigo Samuel mas que interpretar parece que rememora o su juventud o lo que siempre ha querido hacer pero no pudo, porque interpretar lo que se dice interpretar...
Por otro lado Bale sí consigue exactamente lo que pretende su personaje. Parecer un niño pijo que te dan ganas de darle de puñetazos por mamón.
Así que si no tienes otra cosa que ver y pretendes entretenerte algo mas de una hora ponte a verla, aunque seguro que no la volverás a ver voluntariamente.

A diferencia de Jackie Brown, que partía de la idea de hacer un homenaje a los films "blacksploitations" de la década de 1970, pero que terminaba siendo un auténtica "película Tarantino" de un altísimo piso de calidad con la que ni en sueño contaban aquellas divertídas bobadas en la que Pam Grier era reina indiscutida, Shaft es una recreación hecha y derecha de aquel cine barato y lleno de emociones gratuitas.

Shaft es Sam Jackson haciendose el simpático, pateando traseros y tirando frases de levante bien grasas a cualquier chica de color que se le cruzara (las cuales se le regalan como si nada, que facil acceden al sexo los heroes blacksploitation.

Shaft es todos los estereotípos raciales más básicos en un sólo lugar: el jovenzuelo rico, blanco y racista, los negros hablandose entre sí como en un video de rap, el policia nazi blanco discriminador, el latino-estadounidense jefe de un mini cartel urbano de distribución de droga, etc.

Shaft es aquellas bandas músicales que hasta quien odiaba ese cine, no puede dejar de apreciar.

Shaft es para entretenerse un rato, y nada más.

Una película policiaca con estética de los años setenta y con intenciones de reivindicación racial. Hasta ahí podía valer, pero se va lentamente yendo hacia la acción de gatillo fácil. En realidad es una película entretenidilla pero insuficiente para el director Jogn Singleton, autor de "Los chicos del barrio". Hay que exigirle más, aunque debe ser él, el primero que lo haga. Y vieno sus obras posteriores como "A todo gas 2" entre otras me parece que ha optado por llevar una vida en el "pequeño vehículo" que dicen los budistas.

No se le puede pedir mucho, pues es más de lo mismo, pero para pasar un buen rato no está mal. Con un poco conocido C. Bale y un L. Jackson bastante aceptable, que lleva el peso del fílm, bastante bien. Una trama quizás demasiado repetida poli bueno poli malo, pero tiene buenos momentos.

La industria de Hollywood está siempre atenta tanto a los nuevos gustos de los espectadores potenciales como a posibles “revivals” de anteriores películas de éxito. O bien películas que se supongan van a recordar a otras. El hecho que Tarantino consiguiera emular el estilo de hacer cine de los años 70 que creo un subgénero conocido “blaixpotation” (cine destinado al consumo de los espectadores negros), hizo que los avispados productores rescataran a uno de los personajes más emblemáticos de aquella época: Shaft un detective de color con métodos muy particulares.

Enfundado en la piel de Samuel L. Jackson, y dirigido por John Singleton, en esta ocasión nos encontramos a Shaft como un policia a la caza y captura de un blanco rico. Sin embargo, los guionistas complican la trama con unos traficantes sudamericanos por medio, todo ello imitando la estética de aquel tipo de cine. Aunque Singleton va más allá al copiar la música y la técnica (la parte más visible son las transiciones entre escena y escena). El despliegue se completa con un reparto que aunque en función del protagonista, encontramos caras conocidas como Vanessa L. Williams, Jeffrey Wright, Christian Bale, Dan Hedaya o Toni Collette.

Sin embargo, una cosa es que un amante de ese tipo de cine sea capaz de refundir todos los elementos para crear una película “al estilo” de aquello que admira, y otra muy diferente es copiar descaradamente esos mismos elementos para intentar atrapar en la sala de cine a los nostálgicos de aquéllas películas de culto. Es por ello que pese al despliegue de medios, y a la voluntad de imitar la “blaixpotation” el resultado del film sea excesivamente artifical y frío, totalmente desprovisto de personalidad propia, por lo que es inevitable el enorme abismo entre el espectador y la película. Un fallido intento de intentar repescar (copiar más bien) el espíritu de aquélla época.

No sé como será la novela de dónde procede este pedazo de película, pero la verdad es que tengo que reconocer que este film es toda una pasada, pues engancha desde el primer momento hasta el final por la increíble acción que contiene, además por si fuera poco este dato los actores son bastante buenos, detalle que hay que tener en cuenta a la hora de valorar una película. El caso es que rara es la vez en la que Samuel L. Jackson no actua en una peli que no sea guay, o no merezca la pena, pues yo no conozco ninguna en la que haya participado y sea un bodrio.
Bueno sí, la de <<Negocios Sucios>> quizá no sea gran cosa en comparación con las muchas otras estupendas películas en las que sale, aunque a mi me gustó cuando la vi.
Resumiendo, como os decía, que <<Shaft>> es una de mis películas favoritas del género, ya que no me ha defraudado en absouto por lo fresca y ágil que es, ya que el protagonista sabe como hacer frente a los delincuentes en la peli, que no es poco.

Es increíble como se puede estar tan amargado de puntuar a esta película con un suspenso, ya no es cuestión de respetar ya es cuestión de valorar una película para lo que puede ofrecer y es verdad que la película ni ofrecía nada nuevo y se veía de lejos que sería facilona, tópica y previsible pero de ahí a tacharla de mala hay un gran trecho. Que el carisma de Samuel L. Jackson y que un villano como lo es Jeffrey Wright (Código Fuente) lo haga de lujo son motivos para salvar esta película. Vale que el personaje de Christian Bale pasa a un segundo plano cuando aparece Wright y su pandilla de por medio y que solo queda como chico sujetavelas y pringao del grupo pero así empiezan los grandes actores y quien iba a decir que 5 años después se convertiría en el mismísimo insuperable Batman. Que el guión no es nada del otro mundo ya se sabía o ¿Es que nadie miró el cartel antes de ver la película?, por dios si ya solo el mensaje y el ceño fruncido de Samuel L. Jackson quiere decir que hay estopa de la buena en plan Cobra de Stallone o Steven Seagal o cualquier héroe de acción querido por cualquier nostálgico ochentero.
No, no es una gran película pero para mí si es una buena película porque cumple con su cometido, su ritmo es trepidante, tiene dialogos poco inteligentes pero desternillantes (quizás un tanto excesivos en tacos) y una historia simple pero muy interesante e intensa que te engancha desde el primer minuto hasta el 90. No tiene giros de guión argumentales ni situaciones que sorprendan hasta la destacable escena final inesperada en los juzgados. Se trata bien a los personajes secundarios ya que cada uno aporta su significado en la trama aunque no sean mas que cameos. La película respira un espíritu setentero con buena música, buena banda sonora y buena fotografía, bien rodada en las escenas de acción y esa estética por las calles americanas está muy bien cuidada.
En fín, una película mas de acción que ha sido vapuleada por la crítica y por mucha gente que no ofrece nada nuevo pero que te diviertes a lo grande y no necesita ser explícitos en cuanto a sangre o sexo como utilizan muchas películas para atraer el interés del espectador, sino se limita a ser un buen thriller con momentos cómicos que te denotan que no debes tomarte la cinta en serio. ¡Buena!