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115 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
Estar roto
Me parece del todo imposible hacer justicia a una serie tan devastadora como The Leftovers. Escribo porque no asumo que haya terminado, porque necesito estirar la resaca, o porque sentarse delante de una pantalla en blanco, mientras suenan las teclas de EL PIANO, resulta muy evocador como para decir no.

El caso es que la serie ha terminado y automáticamente se ha colado en mi top tres junto a The Wire y Six Feet Under. Defiendo The Wire como la mejor porque no es un producto pensado para la televisión en cuanto a ritmo, montaje, etc… es una peli que dura sesenta horas. todas muy medidas, todas muy pensadas, con una interpretación coral inalcanzable para las demás, aunque entienda que no ofrezca lo que mucha gente pide a una serie en cuanto a dinamismo o seducción, tenga o no tenga una porción de pizza en la mano. cuando hablo de Six Feet Under aludo al amor del bueno, ese que en televisión o cine suele ser más empalagoso que mojar toffees en leche condensada pero que en la interpretación de keith & david resulta natural, real, legítimo.

Con the leftovers suelo hablar de intensidad, emocionalmente es la serie más exigente que he visto nunca. Y aquí, al intentar verbalizarla, me vienen a la mente un par de referencias. La primera alude a este párrafo de “Ña y Bel” (Gustavo Martín Garzo, 1997):

[…] creo que estar triste es tener el convencimiento de que las cosas son más de lo que parecen, que esconden siempre otra vida. Una vida que, sin embargo, nunca podremos alcanzar. […]

Estos días he hilado una teoría absurda: para que te guste The Leftovers tienes que estar roto. Vale que no es muy sólido esto, pero creo que tienes que haber lidiado de lo lindo con la mierda para poder encajar los golpes que guionistas, actores, directores han creído que podías recibir. Hablo de estar mal de verdad (no de parecerlo), de la incapacidad para resolver conflictos, de tener que haber desarrollado mecanismos de autodefensa para asomar ahí fuera, de la incapacidad para comprender o relativizar ciertas cosas.

Vale que mi teoría es completamente subjetiva pero sí he pensado en esto cuando le he recomendado la serie a personas felices que bajaron del barco rápidamente porque la serie les exigía mucho a nivel de intensidad. Al fin y al cabo hablamos de sentarnos delante de unos personajes que, estando ya rotos, deben lidiar con la súbita desaparición de familiares, amigos o conocidos. Una desaparición que no tendrá nunca explicación, vamos, que si quieres porqués últimos, nanai de la china.

La otra referencia tiene que ver con Nick Cave. En concreto con esa parte del documental “one more time with feeling” (Andrew Dominik, 2016) en la que intenta explicar cómo respira la pérdida de su hijo. Nick Cave habla como si estuviese en el diario de patricia exponiendo el drama de dramas. Me llamó especialmente la atención una parte en la que define el tiempo como elástico, puedes alejarte del vacío y del dolor, pero el tiempo funciona como una goma que aunque se estira y aleja, termina por ceder y volver a la zona cero. En este caso Nick Cave habla de la hora en la que sucedió la mayor de las desgracias imaginable, de la discapacidad emocional para ver el reloj, nuestro 14 de octubre particular.

El tiempo es elástico para todos y cada uno de los personajes con alguna diferencia en la fuerza de retorno a la zona cero, pero igualmente amenazante. Querer recuperar una vida que no querías porque la actual tampoco la quieres, porque tú no te quieres, porque eres incapaz de querer, porque el precio de querer o aferrarse a algo/alguien, aunque tengas tres millones de dólares en una subasta, no lo puedes pagar.

Dentro del torbellino emocional que sacude a todos los personajes de The Leftovers hay uno que los supera a todos, Nora Durst. Lo de Carrie Coon sería de alfombras rojas, muñecos bañados en oro y todo el tenderete si creyese en eso. Porque si hay algo más valiente que suicidarse es afrontar una vida en la que echar de menos pesa lo mismo que echar de más y aun así no hay, ni habrá nunca, equilibrio.

porque en el fondo todos nos movemos infinitamente mejor en la mierda, es más barato pensar mal que pensar bien, nos han hecho creer primero que la felicidad es una meta, es más fácil andar persiguiendo una zanahoria, más tarde rectificaron, ya no es una meta, es el camino hasta la meta. El caso es que seguimos sin ser capaces de ser felices porque desconocemos los esquemas de la felicidad, porque no estamos acostumbrados, porque no tenemos confianza en ella porque nunca la hemos conocido lo suficiente como para dejarle las llaves de casa. porque aunque sabemos cuáles son los efectos secundarios de ser/estar triste somos capaces de manejarlos, qué coño, ¡siempre han estado ahí! por eso es lícito jugar a ser dios, a ser espía, a creer en conspiraciones perrunas, en realidades paralelas, en física cuántica, todo vale, todo, absolutamente todo menos creer sin más en el ya, en el ahora, en el ser humano que tienes enfrente en este preciso momento, un momento que es presente y pasado al mismo tiempo, que puede o no puede estar en el mismo plano existencial que tú, que yo, que ella, que él, que todo.

The Leftovers no es que deje más interrogantes que respuestas, es que tanto unas como otras en realidad no importan. Importan los caminos, el proceso, la evolución, los andamios que has necesitado para hacer esto, lo otro o lo de más allá, importa la ciencia (Laurie) hasta que importa más el sentirse útil (aaaay Laurie). Y claro, importa el amor, siempre el amor, o el pragmatismo, ¿o era la fe?

Da igual, ojalá volver a sentir algo así con una serie, o-ja-lá.
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315 de 347 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una auténtica obra maestra. WE REMEMBER
Llevo muchos años siguiendo filmaffinity. Leyendo las críticas de la prensa y otros usuarios a la hora de elegir qué pelis ver, ojeando las listas, viendo las puntuaciones, etc.

Y esta es la primera vez que me animo a escribir una crítica, porque realmente esta serie merece la pena, y creo que está infravalorada. Es de lo mejor que he visto en mucho tiempo, y no lo digo por decir, he disfrutado de grandes series como The Wire, Los Soprano, Breaking Bad...

Como ya han dicho muchos usuarios, que nadie se espere un Lost 2.0. Desaparece el 2% de la población y nadie sabe por qué. Pero no importa, porque la trama se centra en el 98% restante que se queda. En cómo reaccionan, cómo se sienten, cómo se ubican y recuperan en un mundo en el que nada tiene sentido. Es una serie llena de mensajes profundos, que te hacen reflexionar, que te hacen pensar, y que te hacen sentir.

Con una banda sonora excepcional a cargo de Max Ritcher, que hace que se te pongan los pelos de punta varias veces por capítulo; una fotografía fantástica, con escenas emocionalmente demoledoras; y unas interpretaciones que te llegan al alma, The Leftovers para mí es una serie que va más allá, que no es para todo el mundo, pero que, si le das 3 o 4 capítulos, te impactará seguro. ¿Qué sentido tiene todo? ¿Realmente merece la pena? ¿Qué hacemos aquí, a dónde vamos?

Continuo con una reflexión que contiene pequeños spoilers.
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262 de 314 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Damon Lindelof por fin nos toma en serio
Era uno de los estrenos más esperados de la temporada veraniega y quizá por ese motivo ha generado una marabunta de reacciones encontradas. El nuevo producto de la factoría HBO, en el que el canal de pago ha depositado toda su confianza, no respondía quizá a las expectativas de un planteamiento y sobre todo de un tráiler que vaticinaban una gran obra de ciencia ficción. A pesar de que la promoción se ha esforzado en enfatizar los efectos de este nuevo Apocalipsis (“¿Qué harías si de repente desapareciera el 2% de la población mundial?”), los hay que ya están reclamando resoluciones. Y la nueva apuesta de Damon Lindelof, esta vez sí, no va de eso.

No sé si llamarlo osadía o recochineo, pero hay que tener narices para embarcarse en un nuevo misterio televisivo después del fiasco que supuso el desenlace de la mítica serie Perdidos. Si en aquella ocasión sus responsables se escudaron tras el falso argumento de que aquel entuerto era en realidad una historia de personajes, esta vez sí que nos encontramos ante un proyecto honesto desde un principio. The leftovers no busca las causas de lo inexplicable sino sus consecuencias terrenales, tan interesantes e imprevisibles como la ciencia ficción.

Hay que conocer el trabajo de uno de los responsables de la serie, Tom Perrotta, para cerciorarse de que The leftovers no es ni Perdidos, ni Los 4.400, ni nada que por su sinopsis se le pueda parecer. El autor de Juegos de niños (llevada a la gran pantalla de forma brillante como Juegos secretos) y de las más reciente Lecciones de abstinencia es todo un maestro en retratar las miserias de la sociedad estadounidense (y por extensión de la occidental), en hurgar en lo más hondo de la basura que todos tratamos de camuflar. Y aunque con esta Ascensión diera un giro importante a su carrera, al final el planteamiento fantástico le ha servido nuevamente para trazar las flaquezas del ser humano actual.

El piloto de la serie arranca potente, con el llanto desgarrador de una madre que ha visto esfumarse a su bebé mientras el caos se adueña de su alrededor. Si The leftovers hubiera sido un producto de J.J. Abrams para la NBC no faltarían aviones cayendo en picado y ciudades en llamas, pero afortunadamente el post-apocalipsis puede contar con lecturas más personales y menos explotadas.

Tras la impactante secuencia inicial, el primer capítulo echa el freno y juega a la confusión. Los personajes se introducen de manera desconcertante, sin un aparente hilo conductor. Hasta que poco a poco el guión nos desvela el seno de una familia desestructurada tras la ascensión, con un jefe de policía y su hija todavía traumatizados y una mujer y su hijo abducidos por diferentes sectas que han nacido a rebufo de la incomprensión.

Aunque en algunos instantes puede que flojee el ritmo, la serie debuta con imágenes de enorme poder, como esa petición desesperada del agente Garvey a su esposa o el grito ahogado de su hijo en la piscina, por no mencionar la inquietud que provocan los miembros de la secta silenciosa en su búsqueda de nuevos fieles.

Como si de un texto de Saramago se tratara, The leftovers se sirve de una hipotética e improbable situación para desnudarnos el comportamiento humano y social. Aquí no hay lugar para los fenómenos paranormales o conspiranoicos. No importa tanto lo que haya sucedido con los desaparecidos sino lo que ocurre con los que se quedan, los que deben reordenar sus vidas tras el desorden. Y, por el momento, resulta mucho más aterrador.
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121 de 157 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El efecto Lindelof
Así como la cabra tira al monte, Lindelof repite sus aciertos y sus errores previos y (seguramente) futuros.

Comienza una historia en un tono, con una propuesta y ambiciones nada tienen que ver con el resultado al final.

Consigue sorprendernos a cada paso del camino. Nos siembra el misterio. Juega con nuestra expectativas con maestría, pero... ¿a qué precio? No es Lynch, no puede permitirse que el viaje sea el fin, al carecer de su poesía y de su dominio de lo onírico. Es concreto, y sus personajes se rigen por la misma lógica que la del espectador.

Abre tramas, abre preguntas, las cierra a su antojo (las que le da la gana). Deja a un lado personajes que no le dan más zumo y aprieta a los que el espectador aprecia.

Esta serie tiene algunos personajes (y actores) muy buenos, que detonan el corazón del espectador con frecuencia. Es muy entretenida. Si superas el hastío inicial, invita a terminarla. La música es conmovedora.

Y sin embargo me resulta imposible quitarme el sabor a fraude de la boca. Se tambalea entre lo sobrenatural, lo científico y lo religioso de forma torpe, como un mago borracho que tropieza y termina en llamas en medio de la actuación. Parece querer que el espectador especule constantemente, es un gran alimentador de foros de opinión.

¿Qué significará esto? ¿Y aquello?

Nada, no significa nada. Se le ocurrió que molaría meterlo y lo metió.

En resumen la serie no sabe lo que quiere, si ser un entretenimiento vacuo pero efectivo o una obra filosófica ambiciosa. Al final es un entretenimiento efectivo y decepcionante, y una basura filosófica pasada de vueltas.

¿Y el final?
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102 de 151 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Yo he visto The Leftovers
Llevo mucho tiempo visto películas y series de televisión y no recuerdo serie que a la par de infravalorada me haya parecida tan buena e imprescindible como esta. Por eso me he animado a escribir esta crítica, por eso me he animado a dejar esta huella, para que quede en el recuerdo.

No suelo poner dieces, los reservo para el contenido que me parece especial, que me ha marcado. No estoy diciendo que sea una serie perfecta, tiene sus fallos y altibajos como muchas otras (Para mi sobre todo en la primera temporada), pero, su mensaje y desarrollo lo palia completamente. Antes de nada te responderé lo que has venido a buscar, ¿Recomiendo la serie?, un rotundo SI.

Esta serie no es fácil de ver, por lo menos no para muchos, puesto que formando parte del argumento cosas tan disparatadas o inverosímiles que difícilmente vamos a ver (Algunas no por que no existan, es porque no vivimos en el contexto donde se dan) no puede tratar temas mas personales y que afecten tanto a cualquier persona que vea esta serie. Es una bofetada al espectador para que piense y reflexione sobre situaciones como la falta de seres queridos, la falta de respuestas o como ser feliz.

Se que es una crítica muy abstracta y que no ahonda en los detalles del argumento, pero así es exactamente la serie, un viaje sin sentido y con final incierto mientras vas observando y sintiendo todo lo que pasa.

Decir para ir terminando que la serie al contrario de lo que opina mucha gente a mi me entretiene, y mucho. No solo se basa en en cuestiones filosóficas de las que se puede hablar hasta el infinito, también tiene su parte de enganche, misterio y hasta algunas partes graciosas, pero en el caso de que no te haga pensar, no sientas nada, o busque explicación a todo lo que pasas, no la sigas viendo porque no encontrarás nada mas haya de eso.

Además de todo eso la música, fotografía, actuaciones.. son maravillosas, pequeñas píldoras que hacen aun mas grande a la serie. Ya se que es difícil hacer caso a una crítica como esta y mas conteniendo 17 "no" y solo un "si", os recomiendo darle una oportunidad.

No busquéis respuestas, a Dios, al big bang, a la inflación cósmica, a Brahma o a Tepeu y Gucumat, o por lo menos no dejéis que os impidan ser felices, aprovechad el tiempo que tenemos al lado de los que mas os importan.
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77 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Perdidos
Con un audaz inicio. Una estética y una música enormes, un elenco de intérpretes al alcance de pocas producciones, una idea de guión interesante; la cosa prometía. Pero poco más. La serie se puede disfrutar, porque cada una de esas unidades que acabo de enumerar por sí misma produce placer y merece el rato que le dediquemos a su disfrute. En mi opinión cumpliría con el objetivo fundamental del entretenimiento si no pareciera que tras él hay un objetivo superior, una ambición mayor, de dejar en el televidente ciertas ideas, conceptos, procurar cierta discusión...y cuando te propones eso, y no lo consigues, el fracaso es, para mi gusto, total.
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75 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Como cerrar en 20 minutos algo inabarcable, de la forma mas brillante posible.
Tres temporadas, 28 episodios después llego el final de Leftovers. Se empieza sin demasiada convicción y una vez que te atrapa ya no hay vuelta atrás. Eso sí, con una sensación episodio tras episodio de que estas reviviendo “Lost”, que no van a ser capaces de darle un final a este enredo loco y apasionante.
Pues nada más lejos de la realidad. Termina y lo hace a lo grande, con la boca del espectador abierta hasta casi desencajar.
No es que Leftovers sea recomendable, es que es imprescindible y única. De esas obras que sabes que con el tiempo se convertirán en un mito para los amantes de las buenas series. ¡Joder que sí, que maravilla!
Como es posible enredar tanto, volver loco al espectador y cerrarlo todo en 20 minutos finales del último episodio “the book of Nora” de forma tan absolutamente brillante. Eso si que es un misterio.
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45 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Es rara de cojones, pero tiene algo... un no se qué....
Empecé a ver esta serie con una mezcla de curiosidad, expectativas (al fin y al cabo es una producción de la HBO, lo que casi siempre garantiza calidad) y ciertos reparos (que algo se anuncie como “el nuevo trabajo del creador de Perdidos”, no necesariamente juega a su favor, y eso aunque no te llevaras un chasco monumental con el final de Perdidos). Y cuando acabé de ver el episodio piloto pensé que esta serie podía tanto ser una de las mayores genialidades de la HBO como convertirse en uno de los fiascos y tomaduras de pelo más grandes de la cadena.

Un buen día de 2011 (creo recordar que es el 14 de octubre en la serie) a escala global, en todas partes, simultáneamente, sin previo aviso, personas que estaban haciendo sus actividades cotidianas, en un instante desaparecen sin dejar rastro. En todo el mundo, una de cada 50 personas se ha desvanecido repentinamente sin explicación y sin dejar rastro.

Un arranque potente y original ¿verdad? Bueno, pues la originalidad de verdad es que la serie no va de explicar que les pasó o porqué les pasó a ese 2% de la población mundial. La serie se desarrolla tres años después (es decir, en nuestro presente, en 2014) y lo que trata es la repercusión de esa misteriosa “partida”, lo que trata es lo que les pasa a los que quedaron atrás (los leftovers del título).

A través de unos cuantos personajes, vemos como la sociedad ha quedado profundamente tocada, más tocada de hecho de lo que se podría pensar teniendo en cuenta que el 98% restante de la población sigue allí, pero con una sensación de vacío y de herida aún sin cerrar, y sobre todo sin ninguna respuesta. Mientras algunos luchan por pasar página y seguir viviendo, otros no pueden. Se organizan congresos sobre los desaparecidos, movimientos religiosos, gente que escribe libros sobre sus expreincias, chalados con teorías visionarias y conspiranoicas,...

Los que desaparecieron lo hicieron completamente al azar, en todo el mundo, de todas las edades (desde ancianos a punto de morir a fetos en el útero de sus madres embarazadas) y de todas las clases soculaes (uno de los desparecidos fue el propio Papa Benedicto XVI, así que ya sabéis porqué tenemos al papa Francisco).

El protagonista principal es Kevin Garvey, un padre de familia que se esfuerza por mantener una aparente normalidad con su hija adolescente Jill (que ha pasado de ser una estudiante de diez a una chica problemática, contestataria y que parece pasar de todos) mientras trabaja como jefe de policía de su pequeña ciudad: Mapletown.

Hay personajes como el revernedo Matt, que que investiga a los desaparecidos, buscando a delincuentes, estafadores, gente que engañaba a sus mujeres o que se jugó apostando el dinero para los estudios de sus hijos,... y los desenmascara editando carteles y contando cómo relamente no eran tan buenas personas. Eso sí, cabreando de paso a mucha gente, familiares incluídos, que no sabían como eran sus seres queridos.


Hay gente trabajando para el gobierno, elaborando completos censos de desaparecidos y entrvistando a sus familiares, haciéndoles largúisimos test con preguntas que aparentemente nada tiene que ver, buscando patrones, trantando de averiguar lo que tenían en común.

Hay una mujer que perdió a toda su familia (su marido y sus dos hijos) en la “partida”, que luego descubrió que su marido la engañaba con la profesora de los niños, y que ahora de vez en cuando se pone un chaleco antibalas y contrata a gente para recibir un disparo y sentir por un momento -supongo- lo que debe ser abandonar el mundo como hizo su familia.

<sigo en el spoiler por falta de espacio>


Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2014/09/the-leftovers-tiene-algo.html
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35 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
2ª temporada: subiendo el nivel
Probablemente no exista actualmente en la tv ningún drama tan sombrío y descorazonador que no es para todos los públicos. Una historia que avanza coherente y lentamente, recreándose en la soledad que rodea a cada personaje.
Admito que me costó muchísimo engancharme a una historia que avanzaba despacio y parecía que hacia ningún lado. Fue a raíz del 4 capítulo de la primera temporada que empecé a comprender el sentido de la serie, a aceptarlo y disfrutarlo.
Ya advirtió Lindelof que esto no sería "Lost" , que no daría explicaciones a la desaparición de parte de la población mundial. Se trataría de mostrarnos como encaja cada uno esa pérdida. La desesperación, el auge de las sectas, el pacto de silencio dentro de las familias etc...
La decisión de partir en dos la trama central en la segunda temporada, creía que iba a perjudicarla, pero la da nuevo valor. ahora tenemos otra ciudad donde nadie había desaparecido hasta ahora, mientras por el otro lado se sigue ahondando en esa misterio secta de fumadores que no hablan.
a destacar la elección de las canciones, me parece la serie que mejor lo hace actualmente.
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32 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El resto
Damon Lindelof (creador de la exitosa serie 'Perdidos') acompañado de Tom Perrotta en la escritura de su guión y de la mano de HBO nos traen una de las propuestas más atrevidas y arriesgadas dentro del panorama seriéfilo de la temporada con 'The Leftovers'. Un cuento mágicamente lúgubre, oscuro en matices y con mensaje arrollador. El 2 % de la población desaparece literalmente, de forma abrupta y sin premeditación, causando un escalofriante estupor entre la población que ha quedado "viva", ese resto humano que por algún motivo sigue deambulando por la faz de la tierra mientras se pregunta, ¿Por qué...? ¿Qué hacer al respecto ante esta situación? ¿Olvidamos a nuestros seres queridos que han desaparecido o vivimos una vida desagradable mientras nos reconcome su recuerdo?

La premisa, al igual que la obra en sí, no está dirigida a todo el público. Como podemos suponer, su desarrollo embriagado de ambiguedad y surrealismo irá destinado a un cliente necesitado de un producto diferente, sombrío y con muchas ganas de estrujarse el cerebro. Tal panorama nos deja un desarrollo abierto, capaz de suscitar diferentes lecturas argumentales y que mantendrá al espectador siempre alerta, siempre pensando y dispuesto a organizar ese puzle de imágenes y sonidos que nos están mostrando. Decir que habrá amor, suspense, acción, misterio, asesinatos, drama... parece insuficiente para todo lo que encierra 'The Leftovers' entre sus entrañas.

En este embaucador y enigmático progreso argumental que nos espera, desde el punto de vista de Kevin Garvey, jefe de policía de Mapleton, atenuado de un desequilibrio emocional y psicológico importante, gira todo el peso de la historia. Excelentes personajes secundarios que compondrán el teatro principal: Patti, la líder de una secta con la misión de que todo el mundo recuerde el día de la "gran volatilización" junto a su mano derecha en la organización, Laurie, esposa del protagonista. Otros secundarios como Nora Durst, Matt, Jill, Tom, Megan (Liv Tyler) o el esquizofrénico padre de Kevin darán personalidad a la trama. Personajes abstractos, como la propia historia, rocambolescos, atrevidos, siniestros, embargados de perturbación. Dentro de su extrañeza contendrá el gozo creativo que el público anhela. Ese esotérico matiz que hará esperar la continuación del próximo capítulo, y es que pese a pequeñas lagunas que encontraremos en su visionado, 'The Leftovers' tiene algo que engancha como una droga. Una telaraña de misterio que atrapará sin remedio, un ejercicio de perspicaz dramatismo, absorbente como una esponja.

Ciertas situaciones narradas de manera atropellada, donde un tiempo de narración a fuego lento les hubiera venido de perlas, ya sea por falta de espacio o simplemente porque los guionistas no consideran una parte esencial en su escrito, podrían haberse desarrollado mejor. Los primeros compases serán vacilantes, pausados, la calma que precede a la tempestad. Una tempestad que sucede en los últimos episodios de la temporada, cerrando con dos francamente excelentes. La música es espléndida, diversas piezas orquestales que permanecerán en nuestra memoria engatusando de personalidad a la obra, mención especial a la intro, absolutamente maravillosa.

Inquietante y lúgubre drama, un intelectual ejercicio de cine donde obligará al espectador a permanecer dentro de la historia, enganchado a su enigmática y surrealista trama. Personajes que empatizarán rápidamente, piezas musicales soberbias y un guión fascinante, que pese a pequeñas lagunas y altibajos argumentales, harán las delicias del público que busque una obra esotérica, atrevida y arriesgada. Muchas grandezas nos deja la primera temporada de 'The Leftovers', todavía mayor la cantidad de interrogantes, misterios y entresijos por descubrir que hará aún más larga la espera hasta su continuación.
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28 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El sueño de la sinrazón.
El pasado 29 de junio llegó a las pantallas norteamericanas uno de los estrenos más esperados del verano. Con "The Leftovers", HBO incorpora a su repertorio de ficción una curiosa mezcla entre misterio, drama familiar y sci-fi basada en el bestseller del mismo nombre de Tom Perrotta y contando para su adaptación con uno de los padres de "Lost", Damon Lindelof. Este hecho, a parte de suscitar una considerable expectación por comprobar cómo se las arreglaría Lindelof en el cable, ha congregado de nuevo ante las pantallas a todos aquellos espectadores que hace años comenzaron un viaje de no retorno a la isla más famosa de la televisión.

Las comparaciones con la serie de ABC no tardaron en llegar, un capítulo piloto que cambia los osos polares y las selvas por ciervos y barrios residenciales y presenta un Locke urbano que usa un rifle en vez de cuchillos, incitan a ello y ponen de manifiesto que la sombra de la Isla es alargada. Sin embargo, las similitudes parecen corresponderse más con una seña de identidad (como ya ocurriese con otras series) que con lo que podríamos denominar un "Lost" 2.0. "The Leftovers" se desmarca de la serie de ABC en formato, duración y narrativa, apostando por crear un misterio de dimensiones descomunales a fuego lento.
Pero, ¿qué ocurre en The "Leftovers", cuál es ese gran misterio? El piloto, de casi hora y media de duración, comienza poniéndonos en situación, tras la aparición del rótulo “14 de octubre” vemos una serie de situaciones en las que la gente comienza a desaparecer, sin embargo, la serie se aleja rápidamente de ese caos e incomprensión y con un nuevo rótulo nos lanza al vacío en el que se encuentra el mundo tres años después de ese acontecimiento inexplicable.

Lo que sigue a continuación son una serie de personajes cuyas relaciones se plantean despacio, un puzzle cuyas piezas esbozan un fresco social caracterizado por la apatía, el recuerdo de los que se fueron y una inevitable sensación de deriva. Entre los personajes protagonistas hay de todo y en un primer momento parece el aspecto menos trabajado de la propuesta, familias desestructuradas, en las que el padre se da a la bebida y las adolescentes tienen amigas rebeldes deslucen al generar la sensación de “esto ya lo he visto antes”. Por suerte, es en el suspense de su trama general donde "The Leftovers" parece tener su mejor baza. La aparición progresiva del grupo de fumadores impolutos, mitad fans descarados de "Funny Games", mitad club de drugos buscando bronca, tiene la suficiente fuerza narrativa como para que queramos saber más. El misterio parece centrarse en lo cotidiano, asumimos (aunque nos duela) que no descubriremos dónde se fue ese 2% de población mundial y nos dejamos arrastrar por el drama individual y social, en detrimento de la ciencia ficción ¿qué sería del mundo tras un Apocalipsis tan peculiar? ¿qué nuevos grupos religiosos surgirían? ¿que sería de los que se quedaron? son las preguntas que se corresponden con el verdadero misterio.

Este planteamiento ni es un hecho aislado ni surge como un Mesías de las aguas de la ficción internacional. Desde hace varios años, cine y televisión parecen sentir especial preocupación por el Apocalipsis personal, por la distopía presente, por un fin del mundo que ya no es sólo físico, sino moral y ético. En este sentido "The Leftovers" se distancia de referentes temáticos como "The 4400" y vuelve su mirada a producciones más recientes como "Black Mirror" o "Les Revenants", producción francesa que en ocasiones parece la otra cara de la moneda de la serie de HBO. "Les Revenants" nos habla de gente muerta que vuelve por un hecho inexplicable, "The Leftovers" propone la desaparición inexplicable de un porcentaje importante de la población mundial. En ambas, el misterio que podrían suscitar ambos acontecimientos queda relegado a un segundo plano, lo que importa es cómo los protagonistas afrontan una situación de tales características. La apatía, el desconcierto y las nuevas formas de fe son los protagonistas en ambos casos y ponen de manifiesto que el género de ciencia ficción está experimentando, no tanto un cambio de temáticas, como un cambio en la forma de expresión y ejecución de las mismas.

A día de hoy y con varios capítulos más en nuestra lista de visionados, vemos cómo "The Leftovers" continúa jugando cartas similares, algunas bazas son agresivas e incómodas, otras están cargadas de un extraño vacío existencial que parece contagiar a la narrativa. Sin embargo, nos dejamos arrastrar sin saber bien qué buscamos, con la esperanza de que el puzzle empiece a encajar y, al mismo tiempo, deseando que no lo haga, debatiéndonos entre creer con fe ciega o limitarnos a fumar y mirar sin profundizar. A los misterios de la trama parecen unírsele otros de igual dimensión, ¿sobrevivirá la serie a su primera temporada? ¿quedará como una serie e culto? ¿pasará sin pena ni gloria entre las producciones de HBO? Sean cuales sean las incógnitas de "The Leftovers" y su posibles (o no) soluciones, la oportunidad merece la pena.

[Más críticas en http://tegustarasitegusta.wordpress.com / @TeGustaraSi]
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30 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El eclipse de la superación.
Hasta el capítulo siete de la temporada tres, no sabía que tenía esta serie que me enganchaba tanto, no solo me enganchaba, si no que alucinaba con cada capítulo que tenía el placer de degustar, me lo preguntaba una y mil veces, ¿que tendrá que me gusta tanto? ...y nada, no sabía que responderme, como explicarme a mi mismo cual era su mayor virtud, por que me atrapaba tanto y me zarandeaba, con desgarro incluido en el alma, pasaban los capítulos y no daba con la tecla.
Pues bien, al final lo averigüé, creo, al menos eso creo, si no, es para darme de cabezazos contra la pared.
Es su manera de hacer llegar al espectador los sentimientos de cada personaje, principalmente la tristeza, pero no solo eso, la locura, la soledad, la desesperación, la desidia, la fe, el inconformismo, mas locura todavía....por que admitámoslo, la serie es loca, muy loca y rara, rara de cojones, otra de sus mayores virtudes claro y e ahí que entienda que a mucha gente le tire de espaldas, que renuncie a ella debido a su alto contenido en situaciones extrañas, atípicas e inusuales que tiene esta maravilla de serie.
No entraré en el gusto de los demás, cada uno tiene el suyo por supuesto, pero yo me alegro enormemente, de ser de los "elegidos" que han sabido captar el mensaje del creador, ese genio llamado Damon Lindelof.

Sin duda alguna un 10. ¡¡MARAVILLOSA!!
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29 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El traje nuevo del emperador
«Hace muchos años vivía un emperador que era comedido en todo excepto en una cosa: se preocupaba mucho por su vestuario. Un día oyó a Damon Lindelof y Tom Perrotta decir que podían fabricar la tela más suave y delicada que pudiera imaginar. Esta prenda, añadieron, tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna sino que los pícaros hacían lucir que trabajaban en la ropa, pero estos se quedaban con los ricos materiales que solicitaban para tal fin.

Sintiéndose algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver la prenda o no, el emperador envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Evidentemente, ninguno de los dos admitieron que eran incapaces de ver la prenda y comenzaron a alabar a la misma. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y estaba deseando comprobar cuán estúpido era su vecino.

Los estafadores hicieron como que le ayudaban a ponerse la inexistente prenda y el emperador salio con ella en un desfile, sin admitir que era demasiado inepto o estúpido como para poder verla.

Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el traje, temerosos de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo:

"¡Pero si va desnudo!"

La gente empezó a cuchichear la frase hasta que toda la multitud gritó que el emperador iba desnudo. El emperador lo oyó y supo que tenían razón, pero levantó la cabeza y terminó el desfile.»

Y este es mi resumen de esta serie.

Se puede sustituir "emperador" por "HBO" y "desfile" por "tres temporadas" y creo que se entiende lo que yo pienso. El resto en el spoiler, no vaya yo a desvelar alguno de los misterios de la serie (léase de forma irónica).
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26 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Disfruta del camino
La primera temporada me resultó una original y maravillosa colección de personajes, de cómo se enfrentan al detonante de la historia, que se convierte poco a poco en el "escenario" donde se desarrollan diversas tramas que ni te imaginas dónde te van a llevar. Pero da lo mismo, ya que disfrutas inmensamente del camino. Por eso y otras cosas (creador, género, etc.) es habitual y, a mi parecer, acertado compararla con Lost. Y la segunda multiplica por más que por dos las sensaciones que emanaba la temporada anterior; los personajes crecen, las historias entran en un laberinto sin salida, pero con atisbos de esperanza de que, al igual que su predecesora, no termine nunca. Porque para mi nunca terminó.
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23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¿Eres capaz de soportar su dolor?
Con la sinopsis pensaréis que es del tipo de serie que no explican nada, que no tiene coherencia, y todo lo que solía caracterizar a ‘Perdidos’, y pensáis bien, aunque hay un notable aprendizaje de los errores del pasado. La primera temporada fue un poco anárquica, difícil de comprender, dividiendo a todos, suscitando sendos “la amo-la odio”, pero ya iba marcando su estilo. Yo soy de la opinión que la desaparición de esa gente podría haber sido esta espontánea o producto de una enfermedad que afecta a unos y no a otros, lo importante es cómo se sienten los que se quedan, pero, en este caso, sin tener una razón epidémica que lo explique. De todas formas, y como bien indica el nombre de la serie, los importantes no son los que se fueron, sino los que se quedaron. En esta segunda temporada, que recién terminó hace una semana, ha sacado todo su arsenal, y ha maravillado a todos. Siguen los que dicen que no explican nada, pero ya no dudan de la calidad de la serie. No somos capaces de comprender, pero somos capaces de sentir. Y ese es el objetivo de la serie, que nos sintamos como los mismos protagonistas, que intentan superar las etapas de la pérdida, la imposibilidad de aceptación, el "por qué ellos sí y yo no", eso lo explora hasta el final, y es que la partida les ha dejado sentimentalmente deformes, ¿o ya lo eran?, ¿no lo somos todos?

Creo que no es una serie para recomendar a todo el mundo, no es una serie que cuando terminas el capítulo acabas con una sonrisa, no, es una serie que duele, y esto no es del gusto de todos. Pero, y citando una de las frases de la serie, “tu dolor no importa”, nos volvemos unos masoquistas, es imposible no querer ir la semana siguiente a por más. Cuando se anunció que la segunda temporada no seguiría ya el libro de Tom Perrotta, tengo pendiente el leerlo y averiguar si no siguieron porque se incluyó todo en la primera temporada o porque decidieron no seguir con él. También se dio a conocer que sería en otro lugar, un lugar donde nadie desapareció ese 14 de Octubre, y que algunos personajes de la primera temporada no volverían. Muchos fans empezaron a sospechar si no sería un error, hubo bastante cachondeo cuando se presentaron los nuevos títulos de inicio, que eran muy “happy” en comparación con los de la temporada 1, y la mayoría no hemos tenido más remedio que rendirnos a la gozada de temporada que les ha salido.

Más en http://cineenlosgenes.blogspot.com.es/2015/12/critica-leftovers-serie-de-tv-en-emision.html
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20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
No es oro todo lo que reluce
Efectivamente, no es oro todo lo que reluce. Si coges una buena idea y la aderezas con un buen guión, una buena fotografía, unas espectaculares interpretaciones, una acertadísima banda sonora y un gran transfondo emocional, lo lógico es que consigas conmover al espectador, y no hay duda que esta serie lo consigue, y con creces. Pero cuando te sacias de una gran carga emocional y lo aderezas con muchos dogmas religiosos, imaginarias ensoñaciones , extraños actos de fe, fantasiosas recreaciones, bastos campos de interrogaciones y finalmente lo resuelves con un soplo vago de absoluta simpleza, te queda una cinta muy emocionante emocionalmente, valga la redundancia, pero vacía en esencia..Un bonito cuento que no cuenta nada, una moraleja que no está a la altura de su fábula.
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17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
A los que permanecieron ese fatídico 14 de octubre...
Cuando se pierde a un ser querido, la mayoría de personas tienen la necesidad de ver el cuerpo sin vida del fallecido, ya sea en el tanatorio, ya sea en el hospital donde ha pasado sus últimas horas. Por ese motivo, cuando alguien desaparece, incluso cuando se tiene la certeza de que ha muerto, las autoridades pertinentes deben hacer lo posible para hallar el cadáver, para que los familiares puedan ver con sus propios ojos que esa persona ya se ha ido, que puedan poner un punto y final a esa vida que se ha desvanecido y así puedan comenzar el lento y desolador proceso del duelo. Pero ¿qué pasaría si de manera inexplicable un día el 2% de la población desapareciera de la faz de la Tierra sin que nadie conociera el motivo por el que se han desvanecido, sin saber a dónde han ido, sin saber si están realmente muertos, nada...? ¿Podríamos realmente seguir adelante con el proceso natural del duelo o seguiríamos aferrados de manera infinita a unas vidas que no sabemos si volveremos a tener entre nosotros alguna vez? De alguna manera, este es el dilema moral que plantea "The Leftovers".

Cuando vi el tráiler, pensé que se trataba de una serie de ciencia-ficción, me extrañó tratándose de una producción de la cadena HBO, que no acostumbra a realizar series de este género. A medida que avanzaban los episodios, me di cuenta de que no se trataba de una serie que intentara dar una explicación al fenómeno paranormal de la repentina desaparición del 2% de la población un 14 de octubre, sinó que era como una especie de análisis sociológico de cómo la población que se quedó, los sobrantes (los "leftovers" del título) afrontaban ese hecho inexplicable y eso era lo que resultaba realmente interesante. Como sucede con otras series como "Lost" (donde llegó un momento que poco importaban los fenómenos extraños que se sucedían en la isla, sinó que lo relamente importante era cómo Jack, Kate, Hugo, Sawyer y compañía sobrevivían en una situación extrema como aquella) o incluso en series como "The Walking Dead" donde poco importa saber cómo una enfermedad ha llegado a aniquilar a la mayor parte de la raza humana convirtiéndola en un enjambre de zombies sin consciencia, sinó ver cómo los humanos no contagiados resisten y sobrellevan ese apocalipsis de la humanidad.

La serie nos presenta dos posibles actitudes ante dicho inexplicable fenómeno. Por un lado, están todos aquellos que tres años después de la desaparición de muchos de sus seres queridos (fenómeno bautizado con el nombre de "The Rapture", algo así como el arrebatamiento, porque sus seres queridos han sido repentinamente arrebatados de sus vidas sin ningún tipo de explicación) han decidido seguir con sus vidas, intentar olvidar lo ocurrido, intentar pretender que aquellas personas que han desaparecido jamás han existido, la negación total ante la incomprensión. Y, por otro lado, están los llamados "Guilty Remnant", algo así como los "remanentes de la culpa", un grupo de gente que se niega a aceptar lo ocurrido, que han decidido hacer un voto de silencio total, sólo se comunican lo justo a través de unas libretitas que llevan siempre consigo, que visten de blanco todo el tiempo y que fuman como aunténticos carreteros. Éstos abandonaron sus hogares para vivir juntos en una especie de comunidad, se presentan a los actos públicos y celebraciones para recordar a todo el mundo que celebren lo que celebren ellos no olvidan lo que ocurrió, llegando a entrar en las casas de la gente para robarles fotos de sus seres desaparecidos (el misterio sobre por qué hacen eso, no se resuelve hasta el último episodio de esta primera temporada).

La serie consigue resultar tan inquietante y fascinarnos de tal manera que deja de importarnos el motivo por el que desapareció el 2% de la población, ya sólo queremos ver cómo el 98% restante se la apaña para seguir con sus vidas. Otro episodio que me dejó hipnotizado y totalmente enganchado a la pantalla del televisor fue el episodio nº9 "The Garveys at Their Best" ("Los Garvey en sus mejores momentos"), que muy a lo "Lost" (tiene que notarse que detrás del equipo creativo de la serie se encuentra Damon Lindelof, una de las mentes pensantes que nos mantuvo durante 6 años perdidos en una isla tropical habitada por osos polares, humeantes monstruos de color negro y un tipo de lo más inquietante llamado Ben) nos ofrece un largo flashback donde se nos muestra a todos los personajes, que ya hemos ido conociendo en los ocho episodios anteriores y por los que comenzamos a sentir algo, en los días previos a la "repentina desaparición". Entendemos por fín, por qué Laurie abandona a Kevin, ¿a quién perdieron realmente? ¿por qué Laurie parece no perdonar a Kevin por algo? No responderé a estas preguntas, que tienen alucinantes respuestas, porque quiero que la veáis y porque me he propuesto hacer un post totalmente spoiler free, para que gente que no la ha visto se anime a verla.

Una vez más la HBO apuesta por una obra literaria para crear una nueva serie, como ya hizo con "True Blood" o "Game of Thrones" y sale airosa y con nota del reto de adaptar una novela de éxito con nota. Esperemos que el talentoso equipo creativo de esta primera temporada esté ya trabajando duro y no nos decepcione en la segunda aún sin fecha de estreno.
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22 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
1ª temporada. Imperfecta y devastadora disección del duelo
“Quien mucho abarca, poco aprieta” es un refrán que bien podría aplicarse a 'The Leftovers', una de las últimas propuestas de la HBO que expone la traumática situación que debe arrostrar nuestra especie cuando el dos por ciento de la población mundial desaparece de un plumazo sin explicación alguna.

Y es que esta serie peca en ocasiones de exceso de ambición, queriendo mostrar, sugerir y explorar demasiados temas y de demasiadas maneras. No hay nada malo en que no se sigan las pautas narrativas convencionales, y esto de hecho puede resultar incluso estimulante, pero en 'The Leftovers' la impresión es que sus creadores no siempre tienen claro adónde quieren ir ni cómo cerrar las múltiples posibilidades argumentales, conceptuales y estilísticas que abren. Esta incapacidad (o deseo deliberado, he aquí la cuestión) de ofrecer un sentido de coherencia lastra en cierta medida la primera mitad de la temporada, que a menudo parece avanzar sin rumbo fijo. Pero entonces llega esa obra maestra que es el episodio 6 y la serie, además de seguir siendo enigmática y evocadora, realza su componente humano y levanta el vuelo en otros aspectos fundamentales. Muchas piezas que hasta ese momento se antojaban inconexas comienzan a encajar episodio tras episodio para conformar un engranaje lleno de significados que roza la perfección y que hace que se nos escape más de un “¡ostras!” ante los continuos giros y hallazgos que nos depara. Si el primer segmento es confuso y atractivo a partes iguales, el segundo desorienta como se debe desorientar y cautiva de modo hipnótico.

Por medio de puñetazos emocionales que nos dejan K.O., esta obra inclasificable se adentra en la desolación, la autocompasión, el autodesprecio, el standby emocional y las ansias de redención que experimentan los supervivientes en una sociedad que no tiene más remedio que seguir adelante pero que no tiene tampoco más remedio que hacerlo rota de dolor… Y cuando creemos que estamos K.O., entonces 'The Leftovers' nos deja K.O. de verdad propinándonos un último y contundente puñetazo.

Así, lo que en principio podría parecer el misterio central (la súbita e incomprensible desaparición de ese exiguo pero significativo porcentaje) se convierte en realidad en un pretexto para abordar diversos temas que van adquiriendo cada vez más calado conforme avanza la serie y que acaban cortando nuestra respiración más veces de las que uno puede soportar.

A todo ello contribuye, por supuesto, un reparto en casi permanente estado de gracia en el que sobresalen Justin Theroux (sí, el macizorro novio de Jennifer Aniston), Ann Dowd (¡cómo estaba esta señora en 'Compliance'!) y Carrie Coon, auténtico descubrimiento de esta serie que, tras lucirse en teatro pero apenas prodigarse en cine y televisión, realiza aquí un papelón por el que debería ganar todos los premios del mundo. No me extraña que David Fincher se fijara en ella para su thriller 'Gone Girl' ('Perdida'). Coon es la protagonista absoluta de ese excelso episodio 6 ("Guest") que marca un punto de inflexión en esta temporada y que está dirigido con exquisita delicadeza por Carl Franklin. El tipo, por si no les suena, ya había estado tras la cámara en varios episodios de 'Roma', 'House of Cards', 'Homeland' y en esa pequeña joya de película que es 'Un paso en falso' (One False Move, 1992).

Entiendo el cierto grado de división que 'The Leftovers' ha causado entre la crítica americana. Sus primeros episodios tienen mucho de caótico (como lo tiene el nuevo mundo tras semejante catástrofe humana, por otra parte) y en realidad la serie nunca deja de serlo del todo. Su narrativa difusa y zigzagueante, impresionista, surrealista, desconcierta y exige paciencia al espectador. Es además ligeramente pretenciosa y de cuando en cuando a sus responsables el asunto se les va de las manos y se cuelan queriendo hacerla parecer demasiado intensa, críptica y “artística”, hasta llegar a hacernos dudar si no se trata todo de una colosal tomadura de pelo. Bordea a veces lo ridículo o incluso cae directamente en él (ese abuso de la música celestial en escenas ralentizadas, esos cansinos cigarros de los “Guilty Remnants” como símbolo igualmente cansino) para recuperarse luego de modo inapelable. A algunos puede frustrar asimismo que la volatilización de tantas personas permanezca como un misterio sin resolver, y sin visos de ser resuelto. No busca tampoco la lágrima, sino que conmociona más que emociona. Asume demasiados retos y no siempre emerge triunfante de ellos. Y plantea muchos interrogantes que no siempre encuentran respuesta. También, como dije antes, parece que a veces la serie no sabe bien hacia dónde se dirige, pero a cambio el trayecto suele ser fascinante.

Estamos, en suma, ante una obra tan brillante como desigual, pero su impacto es de veras demoledor, y el mundo enfermo de desesperanza que retrata, su marasmo sentimental, su opresora atmósfera de pesadilla y ese estrés postraumático a escala global resultan descorazonadores. No es una serie fácil ni para todos los paladares, ni lo pretende. Algunos la desecharán de inmediato. Otros, como un servidor, esperamos impacientes la segunda temporada. Gracias una vez más, HBO.

P.S.: la banda sonora de Max Richter, para enmarcar.
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20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
The Leftovers una serie para los que sobran
No les mentiré, llegue a ver esta serie por el señor Damon Lindelof, tenia pocas expectativas pero en el fondo tenia la esperanza de que fuera una de esas que me enganchen. Un mundo donde el 2% de la población mundial desaparece parecía algo atractivo y un poco ilógico para HBO.
Capitulo 1 y lloraba por mi inocencia pero aun así no podía dejar de mirarla.
Capitulo 2 sentía esa leve calidez en mi curiosidad, y así avance por este mundo creado por Tom Perrota.
Capitulo 10 y final; tan idiotamente descubrí que estaba enamorada, como cuando sientes que te estas quedando dormida, primero lentamente, y de repente de golpe.
y puf¡¡
Desaparecí en las redes de Lindelof, como alguna vez me perdí en ellas con Lost.
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20 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Lindelof en estado puro: Obra maestra destrozada por su creador.
Sí, lo sé, muchos aún tenéis la espina de Lost clavada en vuestro corazón y habéis decidido sentenciar a esta serie antes de tiempo por ser una obra de Damon Lindelof. Lo siento, pero es hora de madurar, a mi tampoco me gustó el final de Lost, pero seamos realistas, Lost nunca fue una gran serie. The leftovers sí lo es.

La serie que nos ocupa sí es una serie de personajes, ese mantra repetido hasta la saciedad por todos aquellos que pretendían justificar el desastre que terminó siendo Lost. Para que os hagáis una idea, The Leftovers se aproxima más a lo que fue Six Feet Under, pese a que sea un producto con una serie de misterios que ocupan un segundo plano.

He visto muchas series y os puedo asegurar que The leftovers posiblemente sea una de las series más infravaloradas de la historia. Se trata de un drama humano sobre la pérdida tan conmovedor, tan crudo y con unos personajes tan bien construidos que hace palidecer a casi cualquier otra serie en la que podáis pensar. Esta serie no trata sobre la desaparición del 2% de la población, sino de como el mundo se va al garete tras ese acontecimiento, sobre como el ser humano pierde el rumbo e intenta continuar con sus vidas.

No considero que The leftovers, como han comentado en otras críticas, "no sea para todo el mundo". The leftovers no es una serie aburrida, ni muchísimo menos. Es un drama humano que empatiza rápidamente con el espectador gracias a un gran elenco y a una gran BSO que acompañan a una serie de sucesos tan emotivos y desgarradores que te harán emocionarte en más de una ocasión, y creedme, lograr eso en mi caso es harto difícil, habiendo poco antecedentes de ello, salvo Six Feet Under por descontado.

En definitiva, The leftovers es otra obra maestra de la HBO, una muestra más de la genialidad de este canal. Ha sido crucificada por los antecedentes de su creador, y estoy seguro de que si esta serie hubiese caído en otras manos tendría el éxito que merece. Posiblemente sea una de las mejores series en emisión, sino la mejor. Dadle una oportunidad y dejad que Lindelof se redima de sus errores. Así se hace una serie de personajes señor Lindelof, así sí.

Eso sí, hay que ser cautos, no me gustaría tragarme mis palabras y que en los episodios que me quedan de esta temporada o en la próxima y última temporada el señor Lindelof retomase viejos hábitos. Los sucesos misteriosos de la serie parecen estar aumentando, y no me gustaría que un producto tan redondo se hundiese por los desvaríos de su creador. Si no es capaz de responder a los misterios planteados no los plantee señor Lindelof, la serie no los necesita. Déjese de pueblos milagrosos, de seismos y de visiones o corre el riesgo de terminar de nuevo en la hoguera y creedme, este producto no se merece eso.

ACTUALIZACIÓN:

Desgraciadamente, el señor Lindelof ha vuelto a destrozar una serie que aspiraba a ser la mejor de la década. La tercera temporada se deshace de tramas esenciales en la serie como la secta de los culpables remanentes de una forma tan burda, chapucera y ofensiva para el espectador, que hacen que uno se plantee como un director puede ser capaz de lo mejor y de lo peor al mismo tiempo.

Una cosa sí tengo clara: Señor Lindelof, se ha ganado a pulso a la legión de seguidores y detractores que tiene, y créame, los entiendo a ambos.
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18 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
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