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22 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
El destino de una generación
Esta es una de esas películas que se queda adherida al corazón por razones que no son propiamente las más legítimas o cinematográficas, como la admiración a un actor como Michael J. Fox o a la belleza de la súperchica Helen Slater. Además de ellos, se puede decir también que es un título con el que una generación completa de jóvenes empezó a comprender la sed de éxito en que se debía amparar su entrada al mundo y lo poco pecaminoso que era tener aventuras sexuales en casa o en un rincón de la oficina.
Es una comedia romántica con un matiz adicional: los rasgos distintivos de una sociedad en la que importa mucho el nivel económico, la destreza en los negocios y el sex appeal de los recién egresados de prestigiosas universidades. Y lo que muestra esta película lo muestra bien, sin que uno tenga o no que estar de acuerdo con lo que parece ser el mejor destino para toda vida.
El guión es interesante, y el papel representado por el joven Michael J. Fox, con doble personalidad y sin hipocresía, resulta uno de los mejores en los que lo he visto.
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25 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Si no captas las ironías y los sarcasmos ni te gustan las sátiras, no la veas
Aceptable comedia satírica de los 80's que recomiendo visualizar contextualizándola en su respectiva época para no malentenderla.

Acabo de verla hace unos días en una cadena de izquierdas de la hoz y el martini cuyo dueño es un magnate del mundo audiovisual, y que afortunadamente para todos nosotros sus responsables nos están deleitando con antiguos éxitos de taquilla como éste y por lo que nostálgicamente les estaré muy agradecido.

En un curso básico de literatura o cogiendo el diccionario, te enteras que la sátira hace crítica y burla de los defectos humanos y de la sociedad con el fin de concienciarnos y mejorar. Desde la antigua Grecia con Aristófanes hasta la edad media con Moliere o Lope de Vega, y en el cine desde Chaplin hasta nuestros dias la sátira es un recurso muy utilizado en la mayória de comedias como un elemento muy manido y trillado hasta la saciedad.

Pues sí, esta es una comedia sin pretensiones, comercial y simple que pretende hacernos reir con las vicisitudes de un joven que quiere abrirse paso en el mundo de los adultos y que se da cuenta que con su talento y conocimientos solamente nunca podrá conseguirlo.

Así es, la película tiene un pequeño ingrediente satírico como cualquier comedia aunque su finalidad no sea ni hacer crítica social ni apología de ningún sistema político ni sea su meta ninguna conspiración "illuminatti" por el estilo.

Creo que la he sobrepuntuado pero más por razones nostálgicas que por su mérito, te la recomiendo si recuerdas con cariño el cine de los 80´s, y si quieres desestresarte porque pasarás un buen rato de risas y disfrutarás un happy ending que te volverá a poner los pies en la tierra y recuperar la confianza en el ser humano jejeje.

Por favor si eres fanático del realismo socialista, si odias el "american way of life" o el "american dream", si ves conspiraciones hasta en la sopa, y no tienes capacidad para captar los sarcasmos y las ironías, no la veas porque a lo mejor te creeras lo que ves y odiarás más a los americanos y al "capitalismo" que nunca.

Y sí la banda sonora es alegre y sale el Walking on sunshine, porque casualmente estaba muy de moda por esa época, así como estaban de moda también Michael J. Fox (Por la serie Family ties) o Helen Slater (la bellísima Supergirl).

Larga vida al arte y al cine. je je.
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17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El mejor secreto de Herbert Ross
Han pasado ya muchos años desde que vi esta película en el cine y la verdad es que la sigo viendo una y otra vez. Nunca he tratado de ver en ella ninguna genialidad técnica porque precisamente esta película es un tributo a todos aquellos que disfrutamos con historias de los 80 sin más. Aunque su argumento principal es la filosofía empresarial de la época, por cierto, bastante logrado por Ross, yo me quedo con con el papel del sexo y del amor, así como de sus interferencias en las ambiciones personales. Aquí de lo que se habla es de la mentira para alcanzar la meta profesional. Y aunque el final no puede ser de otra manera, es una película de los ochenta, el gran papel del sexo en la historia no deja indiferente a una década que podríamos decir era un poco aún conservadora en ciertas cosas. Gracias a Brian de Palma y a David Foster, lo que podría haber sido una simple comedia, pasa a ser un fotograma musical de Nueva York con letras mayúsculas, en una época donde visitar esa ciudad no era tan accesible como lo es hoy día. Sus estrellas, Michael J. Fox, héroe televisivo entonces y Helen Slater, Superwoman, tienen mucha química juvenil. Desenfrenada, romántica, mordaz, ingeniosa, esta historia es una de las mejores comedias de enredo que recuerdo de los ochenta. Una cinta muy olvidada por la crítica sobre Herbert Ross, y que sin embargo cuenta con buenas interpretaciones en su elenco principal.
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
"Se ha vuelto a estropear el ascensor"
¡Viva los 80! Un buen guión, una buena banda sonora al más puro estilo de la época, y un Michael J.Fox, en el esplendor de su carrera tras su éxito con Regreso al Futuro, nos traen la historia que todos sufrimos al buscar el primer trabajo y el primer auténtico flechazo. Por cierto, ¿qué mejor lugar que Nueva York para que tus sueños se hagan realidad?
¡¡¡Disfrutadla!!!
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El sueño americano
Modesta película, sin más pretensión que la de pasar un ratillo agradable con situaciones poco creíbles, pero graciosas por la proliferación de momentos embarazosos. Es la típica película sobre el sueño americano que tanto molesta a muchos, pero que es tan sencilla y modesta que no puede hacer daño a nadie, sobre todo si se aguanta hasta el final.
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8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Qué bonita es la inocencia
Esta película es un pequeño cuento de hadas donde un chico de pueblo se enfunda un traje con corbata, le echa un poco de cara dura, y consigue ser un superejecutivo de la empresa, codearse con los peces gordos que manejan el capital, y llevarse a la chica (pese a que es la amante del dueño de la compañía y le sube una cuarta).

En los 80 nos vendían esto, que podías triunfar en la vida con un poco de ingenio y de suerte y siendo joven e hiperactivo. En pocas palabras, que podías comerte el mundo. Luego te haces adulto y es el mundo el que te come a ti, día a día, hora a hora, minuto a minuto, hasta consumirte. Por eso no puedo por menos que ver esta película con la añoranza de la inocencia perdida de un tiempo en el que se disfrutaba el ahora sin preocupaciones de ningún tipo.

Para pasar una tarde con la compañía desenfadada de Michael J. Fox y poco más.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Un poco fantasma, pero entretenida.
Cuando veo esta película me vienen a la cabeza los recuerdos de la infancia, Michael J. Fox me encantaba cuando era un chaval, me encantó su trilogía sobre el futuro y el pasado pero esta película, a pesar de ser un poco fantasma, te hace pasar un buen rato.

La película es el clásico guión de cine familiar de los años ochenta, Nueva York y la gran ilusión, la manera de llegar a la cima de la gran manzana…es decir, un tema que hoy en día daría mucho asco y que no sería nada popular…al contrario, sería detestado por la gente…

Es una película entretenida, una género también necesario, mala y bastante fantasma pero entretenida…nadie se creería esta historia y sería bastante imposible.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Otra comedia infravalorada
Excelente comedia: ritmo brioso, protagonista de 10 (Michael), guion divertidísimo...y todo ello acompañado de una música ochentera de primera.
Una buena comedia no solo debe hacer reír (esta lo hace) sino que además debe transmitir alegría y optimismo. Los 80 eran expertos en hacerlo. Cómo se echa de menos... Esta película reúne todos esos ingredientes y el resultado es innegablemente de sobresaliente.
Pero, claro, es una comedia, y a las comedias el público las trata como productos menores.
Ay, ignorantes de ellos, ¡con lo difícil que es el arte de la comedia!
Fox demuestra aquí su talentazo para la comedia: ingenio, energía, simpatía, ritmo y un puntito absurdo y bastante payaso que lo hacen absolutamente encantador.
Eran otros tiempos, donde se valoraba con inteligencia cosas tan necesarias como la alegría y la inocencia.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Chico tu puedes.
Entretiene un tanto y te deja perplejo otro tanto. No se trata de ser pacato pero pareciera que no hubiera reglas de convivencia ni lealtad posible. Lo bueno es que las mujeres también aparezcan como sujetos sexuales y no simples víctimas objetos. Pero si esta es la concepción de la vida capitalista y la de los placeres, apabulla. Nada va a cambiar por ver esta película pero aunque se exagere, en algo muestra la corruptela con que se hacen negocios y expansiones y cuanto cuentan los humanos como personas.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
"NO CREO QUE TE QUIERA... PERO TE DESEO, Y ESO TAMBIÉN CUENTA ¿NO?"
Con marcado acento de la época, espléndida banda sonora, y todo lo que se vivía en la década de los ochenta, relata la subida de un modesto chico de campo, Michael J. Fox, que viaja a Nueva York en busca de oportunidades que se vuelven esquivas; pronto termina descubriendo que no se hallaban donde esperaba.

Resulta entretenida, sin caer en la gracieta superflua y fácil, al mezclar comedia ligera con las especias de un tranquilo drama sobre brokers. Sirve para pasar el rato, que en estos tiempos de escasez parece todo un descubrimiento, aunque hayan transcurrido desde su estreno, 34 años.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Los 80s en una película
El oscarizado Herbert Ross (Footloose, Magnolias de acero) dirige la comedia romántica "The Secret of My Success", con unos jóvenes Michael J. Fox y Helen Slater (Supergirl) como protagonistas.

"The Secret of My Success", aunque llena de tópicos, es una de las películas más ochenteras que se pueden ver. Protagonizada precisamente por la gran estrella de los ochenta, Michael J. Fox, no le falta ningún elemento, la ambientación en Nueva York con las oficinas y las luces de neon, los yuppies, su forma de vestir y los peinados, la música pop con sintetizador, el sueño americano, el humor sexual, las escenas de persecución y de malos entendidos, ese humor ligero pero que combina diálogos ingeniosos y situaciones absurdas... todos los elementos te transportan a la década de los 80.

Michael J. Fox esta en uno de sus mejores momentos, con una interpretación plenamente cómica, junto a Helen Slater, con quien se le nota buena química.

Desde luego la banda sonora es el más claro ejemplo de película ochentera, con dos himnos de la década: "Walking on Sunshine" de Katrina & The Waves, y el mítico "Oh Yeah" de Yello, además de su propio tema "The Secret of My Success", de Night Ranger. Escuchar sus temas es retroceder en el tiempo.

"The Secret of My Success" es una comedia entretenida y ligera, y que no pretende ser más de lo que es. Pero además, es una capsula del tiempo que te transporta a todos los tópicos del cine ochentero. Me ha encantado volver a verla tres décadas después. Un imprescindible para nostálgicos.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Divertida y entretenida
O viceversa, una típica comedia ochentera de la mano de un Michael J. Fox que vivía su época dorada antes de su fatídica enfermedad (Parkinson), que lo fue alejando paulatinamente de la primera plana.
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El sueño americano, o el cuento americano.
Esta película cuando la vi me dejo la sensación de ser una especie de cuento de "hadas" moderno ,"el sueño americano", ja , y la vi a la edad en que me gustaban ese tipo de historias, si es verdad que "Armas de mujer " está relacionada por tratar el tema del éxito laboral en la América de los 80 , y además dejando el mensaje de que si se tenía iniciativa, ya sea en este caso la mejor gestión de los recursos de una empresa, en el caso de "El secreto de mi éxito", o el de tener una buena idea , como en Armas de mujer, era USA el país indicado para desarrollarla.
Aun hoy día tiene cosas que me siguen haciendo gracia como las paradas en el ascensor de Michael J. Fox para cambiarse la ropa de repartidor a ejecutivo y al revés , o la presentación que le hace a su tío , haciéndose una fotocopia de la cara y dándosela a la secretaría , además de que aun hoy el argumento me resulta original, una buena comedia que sirve tanto para reír como para estar atento a lo que pasa.
Aparte de eso también tiene algunso temas musicales que junto con las imágenes hacen de videoclip en algunos momentos resultando bastante bien.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
La cara divertida del capitalismo.
Entretenidilla comedia de enredo, ideal para verla un domingo después de comer. Una película facilona que sigue la ola de las películas con la temática de perseguir el sueño americano siguiendo las reglas del capitalismo más feroz que se había instaurado en nuestro querido USA en los años 80.
En algunos momentos es una pura propaganda del capitalismo. El triunfo de los jóvenes, los guapos, los decididos, los que persiguen un sueño que no es otro que por supuesto hacerse ricos y poderosos dentro de una empresa (faltaría más). La definición de "trepa" en todo su explendor dentro de la fuerte jerarquía de una empresa americana.

Una película tan vacía y superficial como los valores que pretende inculcar.

Sigue la estela de películas como "Armas de Mujer", con la diferencia que aquella es una buena película y ésta no.
Películas que parece que son el homólogo del Acorazado Potemkin en Estados Unidos. Parecen películas ordenadas por el mismísimo Reagan para la glorificación del sistema de vida americano.
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7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una dosis de Motivación
Tenga muchas o pocas esperanzas, lo cierto es que tengo un ritual: Siempre que voy a una entrevista de trabajo, o que comienzo un trabajo, me acuerdo de esta película e, instintivamente, la pongo, es una especie de fantasía oculta que por algún motivo inefable se quedó pegada en mi memoria y se ha convertido en mi discurso motivador personal.

Seamos claros, hemos visto el decorado de Nueva York incontables veces hasta la fecha, el guión es típico a rabiar, y la dirección no destaca en casi nada, pero entonces... ¿De dónde viene mi puntuación máxima? Supongo que parte de ello se debe al carisma de Michael J. Fox y al Sex Appeal que desprenden tanto Helen Slater cómo Margaret Whitton en esta película, a sus interacciones dentro de la película, y a que me identifique un poco con Branlee Foster tanto en el aspecto ambicioso cómo en, para qué negarlo, el picaresco del personaje. La banda sonora también ayuda, todas las piezas musicales aportan mayor carga cómica, motivadora, o dramática según la escena, y el montaje inicial con "The Secret of My Success" es simplemente una maravilla. Por lo que motivos tampoco me faltan.

En resumidas cuentas, es una comedia romántica típica, con ese giro de "The American Dream" que tantas veces hemos visto, pero para mí, guarda un sitio especial en mi corazón, por lo que os animo fervientemente a que la veáis y luego, si queréis, me pongáis a parir por ponerle un 10, hay veces que servidor no puede ser objetivo.
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8
Working boy
El secreto de mi éxito tiene mucho que ver con Armas de mujer, ciertamente. Ambas nos muestran a un personaje joven que decide introducirse de forma no muy honesta en el mundo de la empresa, y ve como su vida sentimental se va complicando al tiempo en que también lo hace la laboral.
Además, la película de Herbert Ross, es más cómica que la de Mike Nichols y menos dramática (dentro de que Armas de mujer tenía mucho más de comedia que de drama, sin duda) y aprovecha maravillosamente el incomparable encanto y carisma que tenía Michael J. Fox. Quizás nunca otro actor haya logrado encarnar tan bien en la pantalla al clásico chico bueno, pero con un punto juguetón, que la estrella de Regreso al futuro. Es guapo, simpático, adorable, un tanto pícaro, pero esencialmente bueno. El novio que todas las chicas quisieran tener y el yerno perfecto, vaya. Y eso que en esta ocasión se nos despendola y lo vemos en determinadas situaciones romántico-sexuales con una serie de señoritas.
Una muy agradable y entretenida comedia que representa el encanto que tenía el cine ochentero.

Lo mejor: Su simpatía y el trabajo siempre impecable de Michael J. Fox
Lo peor: Nada realmente. Es lo que es.
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7
Cuando los sueños, no sueños son.
Alegoría que podría servirnos del mismo Michael J. Fox, una vez llegado a la cima del éxito un par de años antes, al interpretar a un joven recién salido de la facultad, con ganas de abrirse al mundo y comérselo. Y el secreto de su éxito consta en su currículo como un ascenso meteórico forjado a golpe de bragueta, que no es premio menor para quien se convierte, en su recién estrenado trabajo, en el más listo de la clase.
Esa sería, tal vez, la manera bruta, y también un tanto injusta, de describirlo. Porque es cierto que es la síntesis de su éxito, pero en ningún momento alardea, por muy acelerado que parezca el proceso y muy idiotas que parezcan todos a su lado. ¿Por cierto?, ¿he mencionado que entre sus logros va incluido en el menú la consecución de la chica de sus sueños? No, verdad. Pues es cierto; ahí donde vemos a este pequeño vivaracho y perfecto sabelotodo de las finanzas, venido de una granja como cualquier otra del estado de Kansas, encuentra el amor en una atractiva neoyorquina, ejecutiva situada varios peldaños por encima en el escalafón laboral y social sobre la que posa sus ojos. A pesar de las advertencias que le dicen que se encuentra fuera de su órbita, el pequeño Mike (perdón por la confianza), pez pequeño en un estanque enorme, se convierte en el gran Mike, consiguiendo con su descaro, simpatía innata y naturalidad, salvar los muebles con su doble juego de personalidad y cómo no, a la chica de sus sueños.

El éxito, diseñado tras un visillo quimérico por Hollywood, es esa cosa que transita desde que uno sale del cascarón y consigue todo cuanto desea. Al menos, es el poso que deja a entender tras completar su recorrido emocional y laboral en tiempo récord, derribando puertas y enemigos y conquistando corazones. Como un elegido para entrar en el cielo en la tierra tocado por una deidad, ¡vaya!.
Un éxito, valga la redundancia, menor en la exigua carrera de Michael J. Fox si lo comparamos con la famosa trilogía que protagonizó para Zemeckis, aunque sí lo suficiente como para ser recordado, que encuentra en su falta de sentido realista el método apropiado para convencernos de que todo es posible, siempre y cuando sea bajo el canon hollywoodiense. Muy entretenida cinta sobre excitaciones juveniles y triunfos a pedir de boca.
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7
Michael J. Fox's walking on sunshine
Michael Fox interpretando a Michael Fox por enésima vez, y aun así uno no se cansa de verle.
"El Secreto de mi Éxito", que descubrí en mi infancia, destila buenas vibraciones a pesar de que su premisa y las profundas reflexiones que deja su historia son lo menos divertido que uno pueda esperar.

Pero sólo necesitamos esa escena inicial, incomparablemente ochentera, con Night Ranger de fondo y New York y sus bellas neoyorkinas expuestas por Carlo di Palma en colores pastel cual videoclip de MTV: entonces la representación "cool" del Sueño Americano del típico adolescente; hoy la representación de la nostalgia por una época única. Como dijo el actor, había mucho de su propia vida en la del personaje que interpretaba aquí (un universitario de Kansas con grandes ambiciones, igual que las que él tenía cuando se mudó de su Alberta nativa a Los Angeles con tan solo 18 años para ser una estrella) tras la gran decepción que supuso para el público, que no para la crítica, "Light of Day".
Pero el genio de la comedia y el musical Herbert Ross supo encontrar en él otra vez la faceta que tan bien sabía explotar; enamorado de su modestia, le filma con cierta fascinación, y Fox hace el resto. Es imposible no simpatizar con su Brantley al poner los pies en una jungla urbana como esa New York de alta criminalidad y delincuencia, y es curioso lo mucho que contrasta la alegre introducción con la visión bastante deprimente que el veterano guionista de Disney, A.J. Carothers, nos ofrece de la ciudad. De no ser por esa luz esperanzadora que proyecta Fox la película resultaría difícil de creer...

Si bien ya de por sí lo es. El guión retocado por la pareja Jim Cash/Jack Epps nos quiere hacer tragar la bendición del protagonista de contar con un supuesto tío y jefe de una multinacional, la clase de bendición que separa la historia de la realidad (ya nos gustaría a todos tener un tío millonario para conseguir trabajo así de rápido...); guión que no puede obviar el interés romántico del joven héroe, muy necesario, claro (en este caso Helen Slater, previa Supergirl y también chica de los sueños de cualquiera con buen gusto). Lo que no es necesario, y jamás entenderé su razón de existir, es la esposa del jefe y tío de Brantley (una salvajemente sensual Margaret Whitton).
Dicho personaje, que tiene una aventura con él nada más empezar la historia por culpa del equívoco, debería ser tratado con cierta dignidad, pues sólo hace que todo se derrumbe sin remedio y prevalezca uno de los motivos que guían la trama hasta el final: el cinismo, en su más descarnada esencia. Y es que nadie aquí tiende a decir la verdad. Mentir, engañar, fingir, es la base para triunfar, y esto lo aprende Brantley muy rápido, aprovechando un despacho vacío para transformarse en ejecutivo de finanzas (o de lo que sea...), compaginando así esta nueva identidad con su empleo real de mensajero.

Pero si aceptamos la acumulación de mentiras que aborda el personaje con tanta picaresca y tan poca vergüenza para encajar en el estándar del Sueño Americano de aquella Norteamérica de los '80 es debido a una razón: Fox, su entrañable carisma y encanto, sólo así podemos seguir queriéndole aunque haya engañado a quien le dio el trabajo con su esposa mientras, por otro lado, intenta encandilar a la rubia de Slater. De ser un actor distinto el tono se oscurecería, y tal vez recordaría más a "Wall Street", estrenada unos meses después, pero Ross mantiene una línea tan desenfadada y colorida que termina convirtiéndose en algo así como la versión absurda del film de Stone...
Y a su vez una versión moderna del clásico de los '60 "Cómo Triunfar sin dar Golpe" (¿no parece que Fox quisiera imitar los gestos exagerados de Robert Morse?). Otra cosa que intenta el guión, y ya van muchos intentos, es equilibrar la sátira hacia el depredador mundo de los negocios con la comedia de enredo de toda la vida; en este sentido la trama sí que patina, porque la intención de sátira se diluye en líos de oficina y romances dentro de ascensores bloqueados, tanto que hace que la película parezca desfasada incluso para la época en la que se estrenó.

Funciona por alguna extraña razón, porque el director sabe llevar un "timing" adecuado y lo parodia todo desde la estupidez más inocentona, por mucho que aquí se acuesten unos con otros sin pudor, de vez en cuando sirviéndose del "slapstick" y volviendo a las comedias sobre las guerras de sexos de dos décadas atrás. De repente el Blake Edwards más gamberro se cruza con John Hughes, prevalece el entretenimiento, la sensación de fantasía, como bien admitía Fox en sus entrevistas sobre la película; ese aspecto se mantiene de principio a fin, el estar dentro de la fantasía de un joven con más aspiraciones de las que la vida real le permite.
¿Habrá por ahí un pedazo de celuloide con un final pesimista donde toda la trama es eso, un sueño del protagonista que echa por tierra el "happy ending" que el público esperaba ver? El sueño, sin embargo, se mantiene, a unos niveles de delirio imposibles de describir; la imagen que se nos queda es la del triunfo, la de Fox colándose en el ascensor al ritmo de "Walking on Sunshine" para cambiarse de ropa y volver a ser el triunfador americano por excelencia. Si eres guapo, ambicioso y un poco cabrón quizás te salga bien...en los '80, ahora y siempre; la taquilla por supuesto acompañó a la película, hasta ser una de las más exitosas del año, y de las más odiadas por la crítica.

Pero Fox seguía en su empeño de no encasillarse, y así apareció en un título que ningún fan esperaba: "Noches de Neón", donde el sueño adolescente por fin acababa.
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4
Blanda y tontorrona (4.8)
Quitando un par de ideas interesantes, como lo de una vida sexual tan ajetreada y enredada que lleva al joven Brantley a tirarse a su propia tía, el resto es una comedia romántica muy blandita que abusa de los tópicos y que no encuentra en el histérico Michael J. Fox al complemento ideal.
Es totalmente inverosímil lo de la suplantación, y aún lo es más lo de que el joven recién salido de la universidad sea tan competente. Es incluso estúpido.
Pero lo peor es la sucesión continua y abusiva de escenas al ritmo de la cancioncita pop o del tema clásico de turno.
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6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Nada de recortes: ¡Expansión...!
Esta es una de las genialidades que suelta el amigo Fox... No se por donde empezar, quizás por el hecho de que no recordaba el cine de los 80 tan rematadamente malo, y aquí asistimos a un recital de todos (toditos) sus defectos. Esta pretendida comedia es una majadería de tomo y lomo con cuyo libreto se masturbaba Reagan, y con el que aún disfrutan los magos de las finanzas que nos han llevado a la ruina: les desafío a que encuentren un argumento más repugnante que esta apología del (falso) sueño americano, del capitalismo salvaje, de la "comedia" de enredo trasnochada y de las hombreras. Por si esto no fuera poco, por que al menos Wall Street se seguía con interés, tenemos una dirección absolutamente mediocre, unas interpretaciones lastimosas, por muy bien que me caiga Michael y un recital de estética ochentera. Ah, por cierto, como buen director de la época que se precie, el señor Ross toma al espectador por imbécil y refuerza las escenas de alegría con éxitos como "Walking on sunshine" y las de éxito con el "Ooooh Yeah" de Yello. En definitiva, puede que alguien la ve con cierto cariño por sus años mozos, pero no resiste un segundo visionado serio.
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