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218 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
La mejor monster movie de la historia del cine (aunque algunos no la entiendan)
Leo con asombro la critica de un internauta que pone a parir esta película soltando perlas como:
"La gran diferencia entre Roger Corman y su alumno John Carpenter, es que el primero era un tipo culto y este no". Doy por hecho que conoces personalmente a los dos.

"Porque esta película está mitificada por un contexto y una época donde todos queríamos ver bichos atacando a humanos indefensos" ¿Por eso este peliculón fue un fracaso comercial y la dulce E.T que mostraba al bicho bueno y amigo de los humanos fue un bombazo?

"Pero el gran problema de esta película es que está enfocada a un público mayoritariamente complaciente con poco bagaje culturas" ¿estamos hablando de La Cosa o de una película de Bruce Lee? Flipante esa afirmación.

"¿Un grupo de investigadores? Pero si parecen una banda de reclusos. Las situaciones son una detrás de otras esperpénticas. El médico haciendo las preguntas al piloto sobre anatomía forense, cervezas, piernas encima de la mesa, argot de la calle, negros sacados del Bronx, discusiones de marineros de barco..." Pretendes que un grupo de personas, que llevan meses aislados de la civilización, ¿se comporten educadamente, solo beban agua sin gas, y sean correctos en todo momento? En situaciones limite como las de la película siempre ahí alguien con carácter mas fuerte que los demás que se erige como el líder, y eso es lo que pasa con MacReady, es normal que un científico en esa situación se comporte de una manera mas cobarde y asustadiza que un hombre de mundo como MacReady y dude hasta de sus propias cualidades, supeditando todas sus acciones a la decisión del líder (en este caso MacReady)

"¿Un científico noruego en la Antártida que no sabe inglés?" En la actualidad, en 2009, ni el presidente de este país ni el líder de la oposición tienen la más minima idea de ingles, ¿por que debería saberlo un científico sueco de 1982?

"Su cine siempre ha estado más cerca de la acción o del terror-Gore" De nuevo demuestras una gran ignorancia, Carpenter nunca a ido por la vertiente del gore, su estilo es un cine de terror clásico y esta es la única película en la que se permitió un exceso de vísceras.

"Y los efectos especiales que pudieron tener gracia en su momento ahora sólo resultan efectistas." Esto ya es el colmo del olmo, los efectos especiales de Rob Bottin constituyen un hito histórico que jamás a sido superado. Un prodigio que aun vistos hoy asombran.

"No hace falta que diga que “El enigma de otro mundo” es mucho mejor que esta" Sin ser mala, ni por asomo se acerca al nivel de esta, la cosa mas bien parece un luchador de wrestling, es un producto de su tiempo que a envejecido francamente mal.

"Por tener más cosas malas, lo es hasta la banda sonora de Ennio Morricone, que es una de las peores que ha compuesto en toda su carrera." Por una vez, estamos de acuerdo.
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259 de 339 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
En el Polo Norte nadie podrá oír tus gritos
Todavía hoy sigo considerando esta joya de la Ciencia Ficción o Terror según como se mire, el mejor trabajo de John Carpenter, todo un despliegue de tensión, acción, drama, terror sólo equiparable al “Alien” de Ridley Scott. “La Cosa” no sólo es inmensamente superior al original dirigido por Christian Nyby y producida por Howard Hawks a la que supera en todos los aspectos sino que además vista después de más de 25 años sigue conservando todos sus puntos fuertes absolutamente intactos. El trabajo de Rob Bottin a cargo de los efectos visuales es de referencia, el reparto encabezado por el siempre creíble Kurt Russell está magnífico y sobretodo la impecable y perfecta dirección de Carpenter que sabe dosificar el espectáculo como pocos. Fue la sabiduría del director la que acertó al apartarse en muchos aspectos de su homólogo original, tratar al extraterrestre como un virus o convertir la estación polar en una prisión para sus ocupantes y a la vez una vía de escape para el ser convierten los minutos de esta magnífica película en la que nadie sabe quién es quién en un obra maestra de referencia para todo amante del buen cine..
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155 de 192 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
QUIÉN ES QUÉ EN LA ANTÁRTIDA
En esta película, lo horroroso tiene la espectacular forma de vísceras colgantes, tentáculos viscosos, mucosidades purulentas y cabezas de lechal desollado, y se ensambla con efectismo en la sólida carpintería del suspense satisfaciendo, con este valor añadido, a los dispuestos a apreciarlo, los amantes de la casquería.

Las condiciones para el suspense son establecidas por Carpenter durante el largo inicio en despliegue de aciertos. Al cabo, una colección de datos intrigantes, sembrados sin vacilación, ha saturado de tensión enigmática el escenario.

En el invierno de 1982, un helicóptero sobrevuela la blanca inmensidad antártica, donde no desentona el correteo de un husky. Pero qué raro que desde el aparato le disparen con rifle de mira telescópica, una y otra vez, con tanto empeño como escasa puntería.
Cuando perro y helicóptero llegan a las inmediaciones de una estación científica norteamericana, las incógnitas no se despejan sino que se acentúan: la tripulación exhibe un comportamiento enloquecido mientras que el perro, tan típicamente canino que atrae el foco y se convierte en personaje, parece saber algo. ¿Algo sobre qué? Ahí está planteado el enigma. Sea lo que sea ese algo, tiene enorme calibre argumental, y su fuerza intrigante se multiplica en la escenificación escogida: un grupo variopinto (algún científico, pero también operarios que matan el ocio con naipes y billar, bebiendo a morro la inevitable botella de whisky de etiqueta bien visible), en radical aislamiento ante eventuales emergencias sobrevenidas en un desierto mundo gélido

Que tanto “la cosa” como la invasión corporal desatada se presenten tan visceralmente, en competencia con Cronenberg, no quita para que el tratamiento de la paranoia y los inherentes temas de lo otro, la posesión, el extraño absoluto, en clima de sospecha y proyección de miedos, de vigilancia y recelo que todo lo vuelven indicio, funcione con gran eficacia, manteniendo intensa inquietud y haciendo de “The Thing” un clásico del género.
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79 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El enigma de otro mundo
A todos los buenos amantes de la ciencia-ficción y el terror se nos pasa por la cabeza lo mismo ¿Por qué no se han hecho más películas como esta? Tan solo hay una película que llegue al nivel de la cosa, Alíen, con la que guarda bastantes similitudes pero aquí el alienígena supone una mayor amenaza sí cabe.

Carpenter ya era reconocido como uno de los directores mas portentosos del genero con míticas obras como Halloween, La niebla o Rescate en Nueva York, pero aquí es cuando dio una verdadera lección de cómo hacer cine fantástico y pese a sus futuros altibajos que lo llevarían a convertirse en un mero realizador de serie b, siempre será recordado como un maestro, esta es sin duda la cúspide de su carrera.

El apartado técnico es una maravilla, la repugnante criatura y sus múltiples formas son una delicia, unos FX no tan digitalizados y más caseros que aportan credibilidad y crudeza a la criatura, sin duda Cronenberg tomaría buena nota para sus escatológicos proyectos.

La desconfianza de todos los personajes hacia los demás e incluso hacia sí mismos crea un logrado clímax inquietante en un lugar desolado y hostil en el que sobrevivir se convierte casi en una utopía, a los personajes no les queda otra que asumir su muerte y a poder ser, llevándose a la criatura con ellos. El suspense y la paranoia se van incrementando hasta llegar a un final sublime que interactúa con el espectador haciéndolo pensar e introduciéndolo en el angustioso desenlace.

Incomprensiblemente, en su estreno, la película fue un autentico fiasco en taquilla, tanto critica como publico la despreciaron sin ninguna compasión. Tal vez su cierta similitud con la por aquel entonces cercana “Alíen” o tal vez la coincidencia con el estreno del extraterrestre mas amable y reconocido del celuloide (E.T.), ensombrecieron la obra de Carpenter. El tiempo la acabaría poniendo en el justo lugar que se merece.

Un clásico con mayúsculas. Pocas veces un remake ha sido tan acertado y necesario. Una indiscutible obra de culto y por supuesto una de mis películas predilectas.
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54 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Y MURIERON HELADOS... ¿DE FRÍO O DE MIEDO?
No me gusta el uso de las etiquetas, tanto por lo que respecta a clasificar las películas por “supuestos” géneros, como tampoco para reducir un filme al trabajo de una sola personalidad, y ya sabemos que académica y popularmente, demasiado, cuando se habla de autoría, se suele minimizar ésta a lo que hace el director.

En este sentido, tanto en el caso de la cinta que nos ocupa (“The Thing, 1982), como en cualquier otro producto del celuloide, me da siempre un cierto repelusín, que éste sirva las más veces al encumbramiento o rajada despiadada del que está detrás de claqueta y cámara.

Por eso, “endiosar” o condenar al pillo de John Carpenter por esta realización, es hacer una caricatura de “La Cosa”, en vez de una crítica o análisis de la misma. Cierto es que el susodicho tiene arte y parte (más de lo primero que de lo segundo) en el asunto, pero ahí está también el currele de muchos otros a los que cabe tener en cuenta en el resultado final, que por eso salen todos y todas en los títulos de crédito; aunque, por falta de costumbre y/o educación, el personal suele abandonar la sala de cine o, en su caso, el streaming, antes de que termine la relación.

Un trabajo que parece ser que tuvo una larga gestación durante la década de los 70, y que, no sé porqué, me esnifa que (sólo es especulación), Ridley Scott saltó a la delantera con su “Alien” (1979), ambientado en otro contexto, pero con unos paralelismos demasiado claros y omnipresentes, como para pensar que, ya no tanto el que “The Thing” beba de “Alien”, como que, por algún rollo raro de esos que se dan en Hollywood, y que suelen quedarse entre bambolinas, los del “octavo pasajaro” le birlaron la idea a Bill Lancaster y a los productores “La Cosa”. Y aunque “Alien” tuvo a Sigourney Weaver, Ian Holm, Tom Skerrit, una enviadable partitura de Jerry Golsmith, y descaradamente más recursos para crear un horrendo bicho, con menos, Carpenter guía “The Thing” con una envidiable maestría, la misma o tanto mejor que la que exhibió en “Halloween” (1978), que con nada reventó taquillas. Lo cual me dice, vistos otros filmes bajo su dirección, que el tipo funciona sólo cuando a él, y sólo a él, le da la santísima gana, y que le importa menos de un pepino el que otras cintas que ha producido sean poco menos que bodrios para su constelación de fans. Tenemos a un personaje bastante cabroncete que, independientemente de las cartas que tenga, generalmente malas, sabe echar un buen “slam” cuando le apetece, y ese es el caso de “The Thing”. Lástima que no haya sido en muchas más del nada despreciable número que tiene a sus espaldas.

Me descorcho ante las mentes que se esfuerzan en endosar la pegatina de suspense, terror, ciencia ficción… a una cinta, como si de clases de manzanas se tratara. Cada pieza es única en sí misma; en su contexto, y con todos los elementos que la configuran. Y si forzamos las cosas, dados los gustos y antecedentes de Carpenter, así como la caracterización de los personajes y el ambiente en el que están, hasta “trazas” de Western encontramos en la película. Las bases norteamericana y noruega podrían ser perfectamente pueblos del “lejano oeste”, rodeados de un inhóspito y desértico páramo (en vez de arena y cactus, hielo y más hielo), y en el caso de los desventurados escandinavos, un pueblo saqueado por indios o bandoleros.

Ese paralelismo, más o menos implícito en el encuadre y el decorado que soberbiamente construye la fotografía de Dean Cundey, en el que la soledad de los residentes de la estación se acrecenta paradójicamente con el contraste de un vasto exterior, pero del que no hay escapatoria, se ve explicitado en la caracterización de unos personajes rudos, barbudos, jugadores de cartas y bebedores de “güisqui” para matar el tiempo, en lo que sería un fuerte desorganizado y decadente en términos de disciplina, y por ende vulnerable a cualquier ataque. De insolencia inusitada ya es la presencia del “cowboy” de turno (Kurt Russell), que será quién liderará el hacer de todos en la afanosa (e infructuosa en varios casos), labor de intentar salvar el pellejo.

Y ¿por qué no plantearse el hilo de la trama, sobretodo en su desarrollo de la mitad hasta el final, más o menos, como un duelo entre el rudo “pistolero” (Russell), y el malvado villano (“la cosa”)?… sólo que esta vez, en vez de revólveres, se usa el lanzallamas.

Aquí no son los apaches los que asaltan el enclave, sinó algo menos “neutralizable” o “destructible”. Lo que le da esta característica es que, como en toda historia de “buen" terror, el enemigo es invisible, inidentificable, incontrolable… y muy listo. Y, para más “inri”, en el momento en el que se manifiesta, no lo hace tal cual es, pues es algo informe, y manteniendo el anonimato de su apariencia física, provoca mayor pánico. Y el hecho de que los protas sean todos masculinos, con los supuestos atributos del género, el que unos hombretones de tal talla se cisquen en los pantalones lo hace más terrorífico.

Este terror infundido a través de la maldad “no manifiesta”, o manifiesta en forma de retazos gore, oníricos, o a base de pingües dosis de maquillaje, es lo que también vemos en obras maestras de terror como “El Exorcista” (1973), de William Friedkin, o, simplemente, con una máscara de látex (Halloween, 1978; del propio Carpenter). El realizador no abusa para nada de los viscosos y asquerosos planos de cabezas con patas de araña y abdómenes amputabrazos.

Otro ingrediente de la película para su exquisita receta, es el suspense, intriga y/o misterio, introducidos con la vivencia paranoica del: “¿quién es el asesino?” en ese grupo que precisamente necesita unión, camaradería y confianza para sobrevivir, y destruir o aislar al “desconocido” enemigo. Y sigue siendo desconocido porque, a pesar de que descubren “científicamente” como opera el ente alienígena, sigue escapándoseles del control, de lo que el “bicho” es capaz, y cómo actuar en consecuencia para evitar lo peor
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22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La obra cumbre de Carpenter
Cuando se estrenó, "The Thing" –que es un remake de "The Thing from Another World", filme producido por Howard Hawks en 1951–, estuvo condenado a permanecer a la sombra de "E.T.", de Steven Spielberg. Si bien existía en ambas películas el denominador común de la presencia determinante (a los fines argumentales) de organismos no humanos; en esencia, se trataba de dos propuestas radicalmente antagónicas; y, como era de esperar, en términos comerciales, la simpática criatura creada por Spielberg terminó imponiéndose con holgura.

Con el correr de los años, sin embargo, la producción que nos ocupa, ha sido objeto de reivindicaciones varias, hasta alcanzar el siempre dudoso status de película de culto. Si habría que bucear en la historia del cine, a fin de encontrar un antecedente preciso, solamente deberíamos retroceder unos pocos años, hasta 1979, y allí hallaremos la cinta que guarda mayor afinidad con ésta de Carpenter: "Alien", de Ridley Scott. En ambas, el núcleo de la trama es idéntico: un reducido grupo de personas aisladas –en una nave espacial, en una estación antártica–, que irán pereciendo una a una con el transcurso de los minutos, se enfrentan a una terrible presencia extraterrestre que les acecha, a la par que dicha entidad no humana precisa de otros seres vivos para perpetrar su especie; y su proliferación, en caso de trascender el remoto ambiente claustrofóbico, provocaría la extinción de la raza humana.

El comienzo resulta efectivo porque, a partir de la punzante banda sonora del maestro Ennio Morriconne, la ausencia de diálogos y la preponderancia del resplandeciente paisaje blanco polar, la situación que se desarrolla –un perro que intenta escapar a los disparos que le efectúan desde un helicóptero– deja desconcertado al espectador, que tardará algunos minutos en comprender el porqué de tal comportamiento.

La disolución de la entidad física de la amenaza encarnada en ese monstruo extraplanetario es otro de los aciertos del director, puesto que, a contramano de lo que abunda en el género del terror, esto es, lo explicito –no exento de lo grotesco–, en "The Thing" lo que realmente inquieta es que no sabemos ante quién ni ante qué nos enfrentamos, dado que el pánico lo causa lo innombrable, lo irrepresentable, lo no explicitado, lo que no tiene una apariencia física permanente, sino que posee la característica de imitar el aspecto de toda forma de vida posible.

¿Obra maestra del género? Por supuesto que sí. No tendrá la importancia capital de prodigios cinematográficos, como "The Exorcist" o "The Shining", pero películas de este calibre, con una concepción diferente del terror y una elaboración esmerada de los personajes y los aspectos técnicos, son precisamente las que escasean por estos tiempos de mediocridad, en que parecería que con la disección de un par de vísceras, que luego vuelan por los aires, alcanza. De hecho, ni siquiera el mismo Carpenter ha logrado a posteriori, superar ésta, su obra cumbre.
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39 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Giro de 180º respecto al clásico de Howard Hawks
El remake de Carpenter da una vuelta de tuerca al original de Hawks de 1951. Parece la misma historia, pero en manos de Carpenter es una película diferente.

Obsérvese el tono general de ambas.

A Nyby-Hawks (la autoría del film de 1951 sigue siendo dudosa) les interesaba crear una película de emociones directas: aventura y evasión. En ningún momento hay desconfianza en los héroes que luchan contra el monstruo. Y si existe división en la especie humana, está circunscrita en el “mad doctor”, quien recibe su justo merecido. Participa del espíritu de los western de Hawks (“Río bravo”, p.e.). Y al final, se delata su tono épico, con el parte noticioso que el periodista dicta por radio: “Hoy la humanidad ha ganado su primera batalla universal…”.

Carpenter, por el contrario, opta narrativa y visualmente por un tono oscuro y claustrofóbico. El espíritu de su remake se acerca más al del cine negro de los 50 que al del sci-fi de la época. Y lleva al extremo la paranoia de ambos. Las sospechas individuales rompen la solidaridad del grupo. E incluso el individualismo es cuestionado: “Tal vez no debiéramos sobrevivir”, le dice McCready a Childs. La película ostenta un espíritu noir en su ambigüedad y pesimismo.

Debe tenerse en cuenta que este tono reposa sobre un genial giro argumental.

Primero. La cosa de 1951 es una especie de vegetal-vampiro. Rompe los esquemas de clasificación humanos pero sigue siendo representado antropomórficamente.

Carpenter rompe esa última barrera y hace de su monstruo algo indeterminado; tal vez lo más cercano que ha estado el cine para representar las pesadillas “tentaculares” de Lovecraft (amén a los efectos especiales de Rob Bottin). Al imitar todo lo que toca, el monstruo no tiene atributos propios e identificables, y entra en el reino de lo infra-natural y “primigenio” (las patas de araña refuerzan nuestra aversión atávica): “es una cosa”.

Segundo. En 1951, el monstruo ataca desde el exterior, con lo que arrastra el atributo de lo salvaje e indómito (la Antártida) que amenaza la "american way of life".

Carpenter, en cambio, le abre las puertas de la humanidad y el monstruo acecha desde su seno. Cualquiera en la base puede ser el monstruo. Cambia la proyección de la paranoia del exterior (sci-fi de los 50) al interior (film noir).

Esto último genera la incomodidad creciente en el film: hacia la mitad, Carpenter incluso nos hace dudar magistralmente de la identidad humana de McCready, el héroe (Kurt Russell)… El secreto está en que Carpenter resuelve escenas cruciales fuera de cámara, a modo de elipsis narrativas. No sabemos lo que ocurre en la torre de vigilancia… El uso frecuente de elipsis tiene por objeto acrecentar la tensión y el suspense, que equivale a mayor incertidumbre en el espectador.

¿No es el clásico de Hawks? No, pero a pesar de las diferencias sigue la misma máxima: emocionar, y eso no es fácil.
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30 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
CLÁSICOS DEL TERROR, VOL. 4
La mejor película de John Carpenter fue esta subyugante odisea antártica, remake superior de “El enigma de otro mundo”. Si bien es clara deudora de “Alien”, se conforma a sí misma como una producción con personalidad propia, una especie de “Los diez negritos” con extraterrestre multimorfo y, por si parecía poco, bajo cero.

Los mecanismos de intriga son simplemente extraordinarios, el nerviosismo y la angustia se palpan en el gélido ambiente, en el que no tan solo es amenaza el extraño ser, sino que también el inhóspito clima y la creciente desconfianza mutua. Cualquiera puede ser el mortífero alienígena, y en cualquier momento puede revelarse, mostrando su horripilante naturaleza. El cuidado de los personajes es ejemplar, sostenido por unas más que aceptables interpretaciones de todo el grupo, aislado y paranoico ante la posibilidad de que el vecino sea en verdad la criatura. Sus peleas internas por identificar al ser crean una tensión en la dinámica del metraje, que va mucho más allá de la mera sucesión de episodios terroríficos.

Además del estupendo manejo de la intriga, destaca la pálida fotografía, ese Ártico desolado y amenazador, esas panorámicas (cuando encuentran la nave, etc.) de un paisaje inusual para el género, que contrastan cuando se producen los ataques, teñidos de un rojo visceral de antología gore. No es un film de terror sugerido, sino que muestra explícitamente las grimosas y alucinantes formas de la criatura en sus sanguinolentas meriendas de humanos en todo su esplendor. Los efectos especiales han pasado a los anales del cine de horror, gentileza de la mítica labor de animatronics y maquillaje del genio Rob Bottin (creador de los FX de “Piraña”, “Aullidos”, “Legend”, “Robocop” y un largo etc.)

En definitiva, una película con secuencias espeluznantes e inolvidables -sobretodo el test con la sangre- que forma parte de lo mejor del cine fantástico de los ochenta. En mi opinión, incluso superior a otras modélicas y muy recomendables incursiones del director como “Halloween”, ”La niebla”, “El príncipe de las tinieblas”, “El pueblo de los malditos” y “En la boca del miedo”. Para verla a solas, a oscuras y en invierno.
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36 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
INCONTESTABLEMENTE COJONUDA -- CARPENTER´S FINEST HOUR
PELICULÓN. Hay que decirlo así. Ni "El enigma de otro mundo" ni leches.

ESTA es la mejor adaptación del cuento de Campbell: una maravilla elegante, parsimoniosa, puñeteramente elíptica, de envolvente BSO, maquillajes de delirio (que alguien trate de igualar el trabajo de genio de Backer con CGI, que me voy a reír) y personajes que no necesitan decir chuminadas ni heroicidades.

Una fucking masterpiece. Gran cine de miedo de los 80. La clase de cosa que ya nadie sabe hacer. Seguramente, la mejor horror movie con monstruo que existe tras el "Alien" de Scott.

Carne de DVDteca obligada. No acepten imitaciones.
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34 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Lovecraft en pantalla grande
Vi "La Cosa" hace mucho tiempo cuando era un pequeño malandrín y me fui a dormir completamente acojonado, claro que antes no vivíamos en la actual Cyber-Gomorra y no había telebasura ni banners de "Folla esta noche". En aquellos tiempos, finales de los ochenta y comienzos de los noventa, los niños conservábamos cierta sensibilidad o incluso auténtico pánico ante temas como el sexo o la violencia. En definitiva, éramos impresionables, que es lo que debe ser un niño, cosa que hoy a no ser que nazcas en una familia mormona es bastante improbable. Pero basta de diatribas.

Me avergüenza decir que no volví a ver "La Cosa" hasta recientemente. Quizás la guardaba como un recuerdo infantil, joya de mi niñez, que no quería mancillar o puede que todavía estuviera acojonado, vaya usted a saber, soy carne de psiquiatra. Hasta entonces había ignorado completamente a Carpenter desdeñándolo por folletinesco, patán o kitsch o lo que sea que se le llame por aquí. Pero ¡Oh! sorpresas te da la vida y a veces uno es ignorante o no comprende y rectificar es de sabios. Quizás mi fascinación posterior por Lovecraft y la literatura de terror fantástico ha hecho que aprecie el cine de Carpenter. Aunque la película está basada en un relato similar de otro autor contemporáneo, es cierto que se asemeja bastante a "At the Mountains of Madness" de Lovecraft y precisamente lo que me fascina de "La Cosa" es la capacidad que tiene de traducir la atmósfera "lovecraftiana" en la pantalla grande. La angustia, la repugnancia y el terror frente a lo desconocido, a lo inmemorial. Cuando lo imposible se torna real, el cerebro humano apenas puede mantener la cordura dentro de la pesadilla.

Fuera de mi impresión subjetiva, de la atmósfera del filme y dentro de lo cinematográfico Carpenter hace uso de algunos clichés pero no olvidemos que él inventó muchísimos de los clichés del cine de terror moderno, qué rayos, prácticamente inventa el cine de terror moderno o sea que se le puede perdonar lo que sea. Y si encuentras "lenta" la película es que evidentemente has nacido bien inmerso en la época de Google, la era de la inmediatez vacía, de los montajes vertiginosos donde cien mil elfos matan a doscientos mil orcos en 3 segundos. Esta época estúpida donde la gente ya no lee libros y los cerebros atrofiados e insensibilizados por la avalancha de información rechazan todo aquello que requiera atención durante más de tres minutos o supere los 144 caracteres. Cierro que me pongo apocalíptico.
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30 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Soledad en filmaffinity
La vi de reojo de niño mientras mis padres la miraban cuando se estrenó en TV. Solo recordaba un par de escenas vagamente, pero la idea que crearon en mi con el paso de los años fue la de que "la Cosa" era un producto de serie B.

Unos 25 años después la veo por segunda vez. De noche. Solo. Y me confirma mi prejuicio: serie B. Hasta aquí todo bien. Entonces entro en filmaffinity y veo una nota media que me sorprende y una críticas que la idolatran. Obra maestra, película de culto, etc. No es la primera vez y sé que hay que hacer: ordenar por nota y buscar en las últimas páginas alguien a quien tampoco le haya gustado y diga aquello que yo pienso. Le doy un me gusta y a dormir. Pero no existe esa crítica! Hay muy pocas por debajo del 5 y no aportan mis argumentos, alguna hasta me da vergüenza ajena.

Así que después de haber puntuado más de 500 películas en filmaffinity me veo obligado a hacer mi primera crítica por si alguien se encuentra algun dia en mi situación y tiene la paciencia de buscar este escrito. Pero yo no se criticar sin hacer spoilers, así que sigo ahí.
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39 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Se Acerca El Invierno
Hace un par de años y en compañía inmejorable, tuve la ocasión de cumplir un antiguo y muy deseado sueño: regresar a Orlando para las Halloween Horror Nights de los parques de la Universal. Para amantes del terror, recorrer Universal Studios el 31 de octubre a partir de las nueve de la noche, es un auténtico orgasmo. Tú compras tu ticket "especial" para el evento en la taquilla por la mañana y de pronto, al empezar a caer la tarde, te aislan con unas vallas para que no te salgas de determinado perímetro mientras la magia empieza a obrar y algunas manos diligentes (e invisibles) se dedican a la labor de transformar un parque de atracciones en una salvaje feria del terror. Pero tú no ves nada, con lo que el efecto, cuando retiran las vallas y puedes recorrer el parque con libertad, es el de que de golpe y porrazo te has plantado en otro mundo: el parque se ha convertido en una misteriosa ciudad costera, suena la canción de cuna de una noria macabra y las calles se difuminan bajo vaharadas de densa niebla, detrás de la cual acechan criaturas a las que no intuyes hasta que sus garras salen de ninguna parte para cernerse sobre tu cara.

En el momento en que las Halloween Horror Nights comienzan, ocho casas del terror ocupan los lugares de los cines y de las atracciones. El puerto de Amity, que sirve de marco a la atracción de Tiburón, se ha convertido en una exacta reprodución del Campamento Crystal Lake, con sus cabañas de madera y sus cadáveres colgando de las literas. Un porche gigantesco que albergaba algún juego de coches, es el matadero donde un enorme Leatherface aguarda a los invitados con su inconfundible sierra mecánica; las pesadillas de Freddy cobran vida en un recorrido alucinado por una decoración onírica; entrar y recibir una ducha de sangre en la discoteca de Blade es tan fácil como encontrar el callejón secreto que conduce a la misma: y ¿qué es esa misteriosa base polar que han erigido al fondo, en la zona más desierta del parque?.

Fácil de adivinar. "La cosa" está esperando.

Recuerdo que entramos en silencio (el frío artificial y la atmósfera de abandono acojonaba imponentemente) y siendo tropecientos mil en fila india, nadie decía ni pío. Lo demás os lo ahorro por no spoilear ni peli ni atracción. Pero la sensación de ir entrando en la propuesta de Carpenter no es muy distinta: de un páramo de nieve y silencio, pasamos lentamente a un recorrido en el que la tensión va desanudándotese de la garganta para instalarse con sobrecogedora brutalidad en la base del estómago. Con un par de apuntes sobre la naturaleza humana nada gratuitos y algunas escenitas de las que hacen salir canas antes de tiempo, "La cosa" se erige como un clásico del horror en temperatura cero que mucho más allá del mero valor cinéfilo, se revela en el tiempo como una de las mejores opciones para vivir el miedo al igual que si fuese una atracción terrorífica. Tú eres el protagonista.

Obligatorio verla solo y a oscuras...si te atreves.
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26 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
ENNIO D.E.P. (10/11/1928-06/07/2020)
204/08(07/07/20) Con motivo de la muerte de uno de los mejores compositores de cine de la Historia, Ennio Morricone (10/11/1928-06/07/2020) he decidido darle mi humilde homenaje al genial compositor de Obras Maestras como las que dejó a lo largo de su dilatada filmografía (La trilogía del dólar, “Hasta que llegó su hora”, “Erase una vez América”, “La Misión”, “Cinema Paradiso”, “Los intocables”, y decenas más), con un film que no hubiera colgado mi crítica aun en esta página, y por su singularidad me he decidido por la techno-partitura de “La Cosa” de John Carpenter, inspirándose en la música del propio director que había compuesto para sus películas, y que a la postre ha resultado mimetizarse con el relato de terror maravillosamente, al igual que la cinta que en su momento fue un fracaso comercial y de crítica, con el tiempo ha ido ganando, la excelente película tuvo la mala suerte de estrenarse coetáneamente con la buenista “E.T.” y ya parecía no haber espacio para Aliens malotes. Asimismo la música de tensión latente formidable de Morricone fue incluso nominada a los Razzies, los AntiOscar, espero que hoy día penen su pecado capital de la peor forma posible. Siendo una música inquietante de sintetizador que impregna de tensión los fotogramas, formando una miscelánea sibarita con las imágenes.

“La Cosa” está dirigida por el artesano del terror físico y psicológico John Carpenter, basándose en la novela de 1938 John W. Campbell Jr. “Quién va allí?”, que ya dio pie a otra película titulada “El enigma de otro mundo” (1951), film que homenajeaba Carpenter en su exitosa “Halloween” (1978) con unas imágenes en un televisor. La película de Carpenter guarda ciertas similitudes con otra producción de terror rodada unos pocos años antes como “Alien, el octavo pasajero” (1979), pero aquí se añade el elemento paranoia similar a otra cinta de otra relato de terror alienígena como en la novela de Jack Finney “Invasion of the Body Snatchers” (1954), llevada al cine en tres ocasiones (1956, 1978, y 2007), dando como resultado una obra con entidad propia. Adaptación de Bill Lancaster que redujo de 37 personajes a 12 los protagonistas, concibió varias escenas clave en la película, incluida la mordedura de Norris-Thing Dr. Copper, y el uso de análisis de sangre para identificar la Cosa, que Carpenter citó como la razón por la que quería trabajar en la película, además el realizador trazó paralelos entre la novela y la novela de misterio de Agatha Christie “Los diez negritos” (1939). El guión de Lancaster evita a los personajes femeninos porque creía que un personaje femenino sería un interés amoroso que inevitablemente se interponía en el camino. Cuenta la historia de un grupo de investigadores estadounidenses en la Antártida que se encuentran con la "Cosa" homónima, una forma de vida extraterrestre parasitaria que se asimila y luego imita a otros organismos. El grupo se ve superado por la paranoia y el conflicto cuando aprenden que ya no pueden confiar el uno en el otro y que cualquiera de ellos podría ser la Cosa. La película está protagonizada por Kurt Russell como el piloto del helicóptero del equipo. Estrenada en 1982 con críticas muy negativas. Fue descrita como "basura instantánea", "un exceso miserable", y propuesta por la revista de cine Cinefantastique como la película más odiada de todos los tiempos. Los comentarios elogiaron los logros de los efectos especiales y criticaron su repulsión visual, mientras que otros se centraron en la caracterización deficiente. La película ganó $ 19.6 millones durante su carrera teatral. Se han citado muchas razones por su incapacidad para impresionar al público: la competencia de películas como ET the Extra-Terrestrial, ofreció visión optimista de las visitas extraterrestres; un verano lleno de exitosas películas de ciencia ficción y fantasía; y una audiencia, viviendo una recesión, diametralmente opuesta al tono nihilista de La Cosa. La película encontró una audiencia cuando se lanzó en video casero y televisión. En los años posteriores, ha sido reevaluado como una de las mejores películas de ciencia ficción y terror jamás realizadas, y ha ganado un seguimiento de culto.

Es una película que indaga en la paranoia de la gente a lo que desconoce, a como un grupo se puede ir desintegrando por una ‘manzana podrida’, la desconfianza degrada en esta particular caza de brujas que ese instala en un grupo aislado del mundo, 12 personas cual doce apóstoles al que llega un particular AntiCristo venidos más allá del cielo, para ir demoliéndolos, haciendo mella en sus falencias Humanas. Hay incluso un subtexto referente a la Guerra Fría USA-URSS, sobre los peligros de una infiltración en terreno estadounidense y como ello puede minar la tranquilidad de la nación.

Carpenter dirige con un sensacional ritmo, atrapándote desde el inicio en la intriga, con un prólogo desconcertante con las imágenes del vasto espacio exterior, y de pronto un platillo volante aparece acercándose a la Tierra. Tras lo que hay una elipsis, estamos en la Antártida, y vemos (con los toques disonantes y neurálgicos de Morricone de fondo) a un helicóptero perseguir a un perro husky disparándole desde el aparato, ello sobre una infinita estepa nevada, tirándole granadas, mientras el can huye, hasta llegar a una base estadounidense (Outpost # 31), los ociosos residentes salen con el jaleo a ver qué ocurre, el helicóptero aterriza y continua baleando al dogo, el piloto sale a tirar una granada se le escurre y termina explotando junto a él, matándolo y haciendo desintegrase al helicóptero, el perro se junta con los americanos, pero el perseguidor que queda no ceja en intentar matarlo, hiriendo a uno de los estadounidenses, entonces desde dentro de la base un americano le dispara en la cabeza al perseguidor... (sigo en spoiler)
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La obra magna de John Carpenter.
En 1938 John W. Campbell hacía pública al mundo una historia corta que años después se convertiría para los anales en uno de los más valorados y conocidos relatos de ciencia ficción jamás contados.

De la mano de Christian Nyby y Howard Hawks en 1951 se hacía realidad la primera adaptación cinematográfica del relato que veía la luz bajo el nombre de The Thing from Another World, un clásico de éxito que lograría la admiración del público así como de varios cineastas de renombre internacional como Tobe Hooper. Pasados poco más de treinta años de la película clásica John Carpenter se adentraba hasta la fecha en su proyecto personal más ambicioso. Una película que comento hoy y que pasaría a la historia como una referencia clara a los efectos prácticos y al cine de suspense y ciencia ficción de los gloriosos ochenta bajo el nombre de THE THING.

Tras un episodio poco más que sospechoso con la irrupción de un científico noruego como protagonista en una base estadounidense de científicos en la Antártida, un reducido grupo decide ir a ver que ha ocurrido en la base del asaltante para poder dilucidar qué le ha llevado a dicha situación. Tras el descubrimiento del destino final que ha sufrido la base noruega con un protagonista de origen interplanetario, todo cambiará para los ocupantes de la base estadounidense en un enigma antes desconocido para ellos.

Los primeros segundos de metraje de la película de Carpenter con la llegada atemporal de un platillo extraterrestre a la tierra te puede llegar a rallar los ojos de los efectos digitales realmente pobres de la época. Incluso, cuando presenciamos esa prolongada y en cierta manera absurda primera escena del helicóptero que nos mete de lleno en la historia de la mano del tirador más torpe de la historia del cine y que sirve de hecho para engancharnos de inmediato a la historia- Podemos llegar a pensar que estamos ante un desastre de película. Totalmente alejado de la realidad, pues diría que estos dos hechos, casi sin trascendencia en cuanto los errores que representan, pasan a ser la antesala de una de los remakes libres más celebrados de la historia, una película de terror, gore y thriller en una historia de ciencia ficción, que pasaría a ser para muchos, entre los que me incluyo, la mejor película de John Carpenter, muy probablemente no la más conocida ni más mítica, pero sí, la más completa.

Resulta irónico considerarla su obra magna, teniendo en cuenta que en este caso John no era el encargado de la banda sonora ni tampoco del guion como vendría siendo lo normal a lo largo de su carrera.

No siendo un hecho menor, cuando en alguna ocasión, y aunque yo no lo comparto, él mismo había llegado a declarar que es un músico que había hecho películas. Una banda sonora que en este caso correría por cuenta del ilustrado compositor italiano y recientemente fallecido Ennio Morricone, quien según se comenta obtuvo por parte del director directrices claras de la música que este quería en la película, obteniendo como resultado final unas piezas más propias del suspense que del terror, sin ser de las bandas sonoras más conocidas, pero sin desmerecer en absoluto.

Además, engrosaría la lista de películas consideradas a posteriori obras maestras que representan un fracaso en taquilla, en este caso, se podría decir que el motivo principal es que se tuviera que pegar en cines con E.T. El Extraterrestre y con Blade Runner, casi nada.

Gran parte de la personalidad de la película reside en ese descaro para mostrar los efectos prácticos de Rob Bottin (quien venía de crear en su película anterior Aullidos una de las transformaciones más impresionantes y conocidas) además fue ayudado en alguna secuencia por el maestro Stan Winston. Juntos lograron aterrorizar a una generación y que incluso hoy en día estando curados de espanto, no estremecen, pero si sorprenden por la complexión plástica de la forma que van adaptando los diferentes cuerpos casi imposibles, fruto de una imaginación perversa que pareció rescatar los monstruos de la peor de sus pesadillas. Unas deformidades que avivan el aura de tensión y nervios que reina durante todo el metraje en un particular ¿quién es quién? A modo de Cluedo gore.

En el apartado actoral, reconoceréis fácilmente y de cuerpo presente a Kurt Russell, un viejo amigo y colaborador del director, que en principio no iba a protagonizar esta película por no fidelizar físicamente con el protagonista de la novela, pero que finalmente y en ausencia de otra elección terminó y de manera sobresaliente protagonizando el rol con más galones de la cinta y que a modo casi de guiño, tendría como en su primera aparición en pantalla que jugar una partida de ajedrez con el elenco restante. Equipo formado por nombres conocidos pero no de gran vuelo entonces como Wilford Brimley, Keith David, T.K. Carter, David Clennon que se irían pasando los minutos de unos a otros siendo realmente “la cosa” quien compartiera minutos con el main actor.

Una película que se supera con el tiempo, admite revisiones, y sigue ofreciendo lo mejor de la ciencia ficción, una obra de culto, gracias a unos efectos prácticos que hoy ya no son una realidad pero que siguen estando en el corazón de los cinéfilos que disfrutan del cine artesano de antaño.

https://www.terrorweekend.com/2020/11/the-thing-review.html
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Antológica. Obra maestra. De Carpenter, como no
Cuando veo la ingente cantidad de críticas que tiene un filme, en este caso 214, no suelo animarme a aportar mi visión, ya que poco novedosa puede ser. Sin embargo el factor nostalgia tira de uno, y tira mucho. Así que aquí va mi experiencia.

Recuerdo ver esta película de estreno. En las butacas de enfrente tenía dos punkis muy ruidosos que progresivamente fueron hundiéndose en las mismas hasta que no asomaba ni la cresta. Y eso empezó con la escena de los perros y la cosa asimilándolos. ¡Que derroche de creatividad! Todo el filme muestra unos animatrónicos creados por unas mentes entre iluminadas y desequilibradas. Construyeron auténticas pesadillas y les dieron vida y, hoy en día, tienen la misma capacidad de impresionar que entonces.

Pero no nos adelantemos. Aunque todos ya conocemos de que va el filme conviene enmarcarlo. Una base aisladísima en la Antártida con un puñado de hombres rudos, muchos de ellos no se soportan. A ella llega un alienígena multiforme con predilección por asimilar a sus víctimas, sin su permiso, con unas proyecciones de carne y sustancia viva con la que atrapa a los desdichados. De pronto, tú no sabes si tu compañero ya no es tu compañero. Y empieza el juego de las sospechas. Todo ello aderezado con un gore y unos animatrónicos espectaculares de los que no se olvidan. Tenemos personajes potentes, como el interpretado por Kurt Russell, agarrado a su JB. Pero sobre todo, tenemos una dirección privilegiada del gran John Carpenter, que crea un ambiente malsano, de terror y sospecha, en una base no muy grande. El filme está lleno de grandes secuencias, antológicas y tiene un final asombroso que tiene varias interpretaciones. Y como aderezo, esa banda sonora de Morricone, cuyo tema de arranque ya te predispone a lo que acaecerá.

Película machacada injustamente en su momento por la crítica. Me acuerdo de no entender las críticas que leía en los diarios, obra de amargados aspirantes a cineasta que no entendían de géneros y sí de memeces gafapásticas. Menos Rohmer y más Carpenter. En fin, parece que el tiempo pone las cosas en su lugar, aunque la carrera de Carpenter y todo lo que podría haber sido se quedó frenada por este fracaso comercial. Y es que el mismo año se estrenó E.T. y la gente prefería un alienígena amable que uno apocalíptico...
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Qué cosas...
Uno de los maestros del terror y del cine puramente palomitero de los años ochenta, John Carpenter, creó una história más que interesante de terror basada en la Antártida donde un grupo de personas reunidas en una base, encuentran a una extraña criatura procedente de otra galaxia que les comenzará a atacar uno a uno para propagarse primero por la base y luego por toda la tierra.

No se puede negar que "La cosa" es una pieza básica y fundamental del cine de terror, pues es un film clave y de referéncia dentro del género, pero a mi gusto particular, los años han hecho que decayera en parte...

Lo mejor del film es su planteamiento, hasta hoy todavía único, pues trata de buscar el terror psicológico haciendo que el espectador dude y desconfie, como los personajes que conforman la trama, acerca de quién está realmente infectado por la criatura. Esta original premisa abre un montón de posibilidades en su argumento, y de hecho, son esas las escenas mejor logradas de todo el largometraje.

El reparto es cumplidor, destaca Kurt Russell, actor fetiche de Carpenter. Sin embargo, lo que cabe realmente a destacar son los geniales efectos especiales de la criatura, parece mentira que ya tengan prácticamente treinta años pues están muy bien conseguidos y logrados.

Donde el film palidece es en su montaje, tiene ciertos altibajos, con momentos muy notables e intensos y otros bastante lentos y empalagosos que llegan incluso a hacer la película un tanto aburrida. Tal vez esa sensación no la habría tenido si hubiera visto el film en el ya lejano 1982, pero es un hecho de que la cinta se sujeta con ciertas dificultades al paso del tiempo.

Lo elogiable del film es que posee ideas realmente originales que además están bien ejecutadas, pero hay otras cosas que no están tan bien llevadas a cabo junto con el carácter inocentón del film debido a su edad, empañando en parte el producto final. No obstante, sigue siendo un film interesante por su original plantemiento y que ningún fanático del terror y sobre todo, de la filmografía de John Carpenter debería perderse.
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28 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Si te gusta el genero de la Ciencia Ficción/Terror, no te la pierdas!!
La verdad hay cosas dentro de la sección de criticas que no logro entender. Me da la sensación que la gente debería abstenerse de hacer la critica sobre películas de un estilo cinematográfico que claramente no les gusta.

Mucha gente no entiende el cine como un vehiculo de entretenimiento, solo como un arte y solo valoran guiones sesudos, historias profundas, encuadres e iluminaciones y travelings de camara y por supuesto yo a eso no me opongo, genial si también lo tienen, son cosas que obviamente marcan las diferencias y que aportan calidad. Pero al hacer las criticas lo que deberían entender es que este arte (también la definición de artístico es muy subjetivo) se creo, se desarrollo y ha logrado ser lo que es porque ha logrado entretener al publico en general, ha sabido llegar a todo el mundo, en los muchos generos que aborda. “La Cosa” no es un melodrama ni es cine “Dogma” y mucha gente parece que no es capaz de entender que lo que es valido y bueno en un genero, no tiene porque serlo en otro, donde priman mas otras cosas, ni mejores ni peores, diferentes.

No digo con esto que se deban criticar pelicuas solo que gusten, lo que no creo es que se deban criticar pelis de un estilo que se aborrece, porque da igual cuan buena sea la pelicula, seguramente se va a poner igual a parir o se le encontraran fallos que los amantes del genero ya sabemos y que no tenemos en cuenta.

Lo que realmente importa es que es una película redonda en cuanto a el genero que aborda (importante tener en cuenta el genero en que se encuadra una película antes de criticarla), sin bajones, con la cualidad de mantener el interes durante toda su duracción, con ritmo, con una ambientación genial y con unos efectos especiales (se recomienda hacer el esfuerzo intelectual mientras se ve, de ser conscientes de que fue realizada en 1979 y con un presupuesto ridículo en comparación con otras producciones, por ejemplo Alien) geniales y que logran lo que se proponen con creces y para rematar la faena, tiene un gran final, cosa que para ser sincero pocas veces sucede en este genero, donde la inmensa mayoría de peliculas tienen 45 minutos buenisimos y unos finales pateticos.

En definitiva, si no has visto esta película y te gusta este genero, no te la pierdas porque seguramente te encantara. Si nunca te ha gustado el genero de la ciencia ficción ni del terror, yo te diría que la vieses igual porque quien sabe….eso si…si no te gusta el genero y no te gusta la peli, no hagas con tu critica, que alguien que la podría disfrutar deje de verla por obviedades como que es “absurda”.

Como punto negativo y es que no todo puede ser perfecto, es un remake con la falta de originalidad que eso conlleva. Si es mejor o peor y habiendo visto las dos…pues…ahí no entro, comparar películas realizadas por un equipo técnico totalmente diferente y con 50 años de diferencia, me parece, personalmente, bastante complicado.
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19 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La obra maldita de John Carpenter
John Carpenter estaba muy orgulloso de "La Cosa". Esta secuela de "El enigma de otro mundo", 1951, Christian Nyby y Howard Hawks, resulta bastante fiel adaptación del relato de John W. Campbell, "¿Quién anda ahí?", 1938 (cosa que la del 51 ofrecía una interpretación más libre). "La Cosa" supone, por lo tanto, la adaptación definitiva al cine del relato de Campbell.

"La Cosa" es una gran película, oscura y pesimista, con una atmósfera ominosa que hay que agradecer al tratamiento de sus espectaculares exteriores. Dura y brutal, que pone énfasis en la desconfianza y la paranoia hasta niveles perturbadores. Intensa, feroz, sangrienta, nihilista, desesperanzadora y misantrópica, con un cinismo y una visión siniestra y negra.

"La Cosa" es una ingeniosa película de terror extraterrestre con espeluznantes escenas de extravagantes efectos, grotescos y aterradores. El estilo de Carpenter es posible definirlo como sobrio, clásico y, sobre todo, muy elegante con el movimiento de la cámara. Además, el director desprecia la posibilidad de distraer al espectador del verdadero rey de la función -el monstruo- con lo que sería un elemento de distorsión de primer orden: la presencia femenina.

Curiosamente, la banda sonora no es de Carpenter (que habitualmente componía para sus propios filmes), sino del maestro Ennio Morricone (cuya música compuesta, lejos de parecer una partitura de su autor, se pliega totalmente a los sonidos habituales de Carpenter).

En cuanto al tema, pocos de los monstruos de la gran pantalla ("King Kong", "Tiburón", "Frankenstein", "Alien", etc.) han estado a la altura de describir el fenómeno del capitalismo. A mi juicio, solo "La Cosa" podría ser utilizada para realizar una lectura, una crítica del presente. La Cosa es un ser informe, fluido, proteico (que es capaz de adaptarse a cualquier forma), pero solo libera todo su "terror-en-sí" al eludir sus condiciones formales, el fenómeno en el cual se oculta.

Un ser extraterrestre, que lleva dormitando en estado de congelación miles de años esperando una oportunidad para engullir todo lo que se ponga a su alcance, esa es la tesis. Comparémosla con esta otra: "en cierta manera -escriben Deleuze y Guattari- el capitalismo ha frecuentado todas las formas de sociedad, pero las frecuenta como su pesadilla terrorífica, el miedo o pánico que sienten ante un flujo que esquiva sus códigos".
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16 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Howard Hawks + H.P. Lovecraft = John Carpenter
Remake de "El enigma de otro mundo", orquestada por el maestro Howard Hawks en 1951,
- en realidad no era el director, pero planificó y supervisó todo el rodaje como productor -
fué siempre la película soñada por John Carpenter, apasionado en sus homenajes a Hawks y devoto seguidor de su cine.

Jamás pensó Carpenter que la aventura acabaría de manera tan funesta, comercialmente fué un fracaso estrepitoso, la gente prefirió la amabilidad de "E.T, el extraterrestre", con la que tuvo que competir en las salas, obviamente no hubo color y la cinta pasó con mucha pena y ninguna gloria.

El asunto aún fué peor que el simple batacazo en taquilla, anteriormente Carpenter se había ganado una merecida notoriedad como realizador gracias principalmente a 3 películas, "Halloween", "La niebla" y "1997, rescate en Nueva York", y ante todo, fama de director fiable y muy económico.
La Universal se apresuró a firma con el un contrato para 3 proyectos, pero trás el fiasco económico, anuló dicho acuerdo.

En los años posteriores, el video doméstico deshizo la injusticia y la encumbro en el trono que merece, debe ser duro rodar una cinta tan original y arriesgada y que no te reconozcan su valía hasta tiempo después.

"La cosa" es un film grandioso, rodado con las tripas, excesivo pero justificado, tan ambiguo como el ser que monopoliza la trama argumental, desprende un morbo terrible y fascinante, de lo mejor jamás rodado en ese sentido, desde las primeras y turbadoras notas de Ennio Morricone, - Incomensurable como siempre - ya podemos intuir que estamos ante algo diferente.

Como anécdota señalar que está rodada en La Antártida, con la dificultad que ello conlleva, hubo jornadas en las que no se pudo atender al mismo por las condiciones meteorológicas adversas, el resultado final lo agradece sin duda.

Imposible no destacar el enorme trabajo de Robb Bottin en los F/X, llegó a tal extremo su entrega, que trabajó durante 1 año, los 7 días de la semana, incluso la mayoría de las noches, lo cual le dejo tan exhausto, que necesitó de ser ingresado en un hospital para recuperarse una vez terminado el proceso creativo.

Y que decir de Carpenter, es un artesano de los que ya no quedan, su empeño y su lucha contra los grandes estudios por que su obra prevalezca, por encima de otros intereses, es mítica. - Hollywood quiso que cambiara el final y dulcificara el tono general de la obra, a lo que obviamente se negó -
Su sello es inconfudible y justamente en ésta, su octava película, deja sus mayores dósis de talento.

Título cumbre del género de Terror, Obra Maestra indiscutible.
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11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¡Qué cosas!
(Crítica escrita el 08/04/2008)

Me dijeron que no era para ver por la noche, no porque diese miedo sino porque era lenta. A mí no me lo pareció, se me pasó en un suspiro. Las partes que supuestamente podrían considerarse lentas, para mí no lo son, porque sirven para alimentar la tensión.

Los personajes:

Según yo mismo, existe el género "diez negritos". Por supuesto, la precursora sería Agatha Crhistie, con la novela homónima. La característica de este tipo de historias es que hay cierto número de personajes al principio y se van muriendo uno a uno hasta que al final queda sólo un porcentaje de los protagonistas originales. O el 0%. Ejemplos claros son películas tan diferentes entre sí como "La noche de los muertos vivientes","Límite vertical" o "Poseidón". Incluso la serie "Lost", un poco la serie entera y concretamente el capítulo 2x07. Como amante de este supuesto género, me gusta identificar a los personajes al comienzo de la película/novela; normalmente están muy claros y se puede hacer una quiniela del orden en el que van a morir.

En La Cosa me sorprendió algo diferente: Menos Kurt Russel, y sólo porque es Kurt Russel, los personajes son difícilmente identificables, y la narrativa hace que los individuos en sí no sean muy importantes; aunque sí lo son algunos de sus actos. A todo esto contribuye que los personajes son muchos, doce. En Alien vs Predator 1&2 también sucede lo mismo, que hay muchos personajes, pero en esa no se crea el mismo problema porque enseguida queda en evidencia quiénes son los protagonistas y quienes quieren los guionistas que individualicemos.

La criatura:

Desde el principio se supone que sólo hay un bicho, un extraterrestre, una cosa. El personaje de McReady dice en un momento dado que se trata de un único organismo que va pasando de cuerpo en cuerpo, pero después de este primer visionado creo que es un tema a debatir. Me parece que tenemos una raza alienígena que se reproduce utilizando otros organismos como incubadora -al más puro estilo de Alien-, o eso, o el objetivo de la raza era similar al de La Invasión de los Ultracuerpos, dominar el planeta haciéndose pasar por sus habitantes.

Otras características del filme:

Es curioso que a pesar de lo peligrosas que son las criaturas, se las vayan cargando enseguida una vez que se muestran; no se da el caso de "Tenemos un antropófago que nos está intentando matar y tenemos que acabar con él" y que huyan de él, le intenten cazar, etc (alien, predator, deep blue sea, tiburón, Viernes 13, etc.), no, aquí en cuanto aparece, y tras un siempre corto forcejeo, gana el hombre. Ahora entiendo que alguien me dijo "La Cosa es una película que trata sobre un extraterrestre frustado". A pesar de sus claras referencias, es una película muy original. También es la primera película de terror que he visto en la que no sale ninguna chica.

¿Quién va? El relato original:

La película se basó en "Who goes there?" (1938), de Jhon Campwell. Es la segunda vez que me encuentro que una película está mejor que el libro en el que se basa (La primera fue con Dr. Zhivago).

Tras leerlo, he comprendido por qué Jhon Carpenter quiso que los personajes fuesen principalmente anónimos. En el relato los personajes no son 12 sino 37, y de los 37, sólo se menciona el nombre de 18 (No los he contado, pero por suerte un wikipedista sí).

El relato es más aburrido porque la mayor parte es una serie de diálogos sobre física y química aplicada a la realización de tests para averiguar quién es un alien y quién no. Además, no muere ningún personaje hasta el antepenúltimo capítulo.

Hubo otra adaptación tres décadas antes que ésta, en 1951, titulada "The thing from outer space", pero aún la tengo pendiente de ver. Por lo visto es bastante menos fiel al relato original porque… ¡salen chicas!
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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