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69 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
DE COMO UNA MUJER VOLUBLE USA SEXUALMENTE A DOS AMIGOS Y A MÁS HOMBRES
En realidad, este film no debía haber sido titulado "Jules et Jim" sino "Catherine", pues es este personaje femenino, el que domina y decide coitar según "le sale a ella de su antojadizo coño", ya con Jules ya con Jim, con Albert u otros hombres por los que de repente se siente atraída o más sensibilizada. Ella va de "reina potra desbocada". Toda una ejemplar madre posmoderna para la hijita que está criando, quien hoy la ve intimando con su papá, mañana con el amigo de su papá o pasado con el vecino.

Truffaut monta esta historia libertaria a lomos de la "nueva ola" de cinematografía francesa que se estaba dando en los años sesenta del siglo XX; la intención, como es obvio, fue absorber artísticamente para sí el centro de la atención, del escándalo, del éxito; cosa que consiguió.

Hablar de obra maestra, como alguno se ha atrevido a calificarla, es una exageración; pero sí puede admitirse como una película vanguardista, paridora de novedad, atizadora de polémica y de las que se ponen a espabilar en los morros mismos de los convencionalismos; pues no en vano aborda valientemente un tema como el "troilismo" (del francés "trois" que significa "tres", o sea, más de dos personas en una relación sexual) en una de sus vertientes; o dicho de otra forma, el "ménage à trois" (del francés: arreglo a tres), o sea, un arreglo entre tres individuos para relacionarse sexualmente entre ellos.

Frente a la irresponsabilidad y desequilibrio emocional de Catherine (Jeanne Moreau) lo digno y ejemplar de la narración es observar como los dos amigos, el alemán Jules y el francés Jim, salvaguardan su amistad por encima del enfrentamiento en guerra de sus respectivas naciones y también por encima de esta mujer, Catherine, que viene a ser entre ellos como una prueba de supervivencia, como una jodida cuña explosiva que en cualquier momento puede romper los lazos fuertes de amistad habidos entre estos dos hombres cultos, desinhibidos y muy civilizados.

Fej Delvahe
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141 de 188 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Despreocupado como ellos
Debo ser sincero: La primera vez que ví "Jules et Jim" me pareció un ejercicio cinematográfico, como mínimo, interesante, que me transportaba a un tipo de narrativa distinta como la que practica Truffaut y que otorgó un final a la obra de lo más inquietante.

En cambio, y vista por segunda vez, parece que todas las virtudes que observé en ella no sirven para que servidor deje de sentirse desesperado e irritado ante los personajes que recorren la obra, el modo como afrontan cada uno de los acontecimientos que les afecta y la forma de actuar tras esas máscaras en las que parecen esconderse. Esas máscaras que, en forma de voces en off, nos transportan a personajes que parecen repletos de cierta incertidumbre, angustia e intranquilidad. En cambio, y tras todas esas reflexiones que se abalanzan ante el espectador, uno no debe dejar de preguntarse como pueden llegar a aflorar esos pensamientos entre ellos y, acto seguido, ofrecer comportamientos livianos y despreocupados. Como si todo les importase un carajo, vaya.

Tampoco me convence el ritmo de la obra que, sin ser lento, más bien todo lo contrario, me atora y me obliga a perder interés por la historia gradualmente, casi sin quererlo.
Además, ver a dos tipos la mar de bohemios (que si ahora viajo aquí, luego allí, etc..) y pijos rondar ante mis narices la primera media hora de film lo único que induce es a la irritación y a que servidor se despreocupe totalmente por qué les va a suceder. Por si Jules siente que nunca se querrá separar de Catherine cuando esta prácticamente lo usa, o por si Jim siente aflicción ante todo lo que está sucediendo cuando parece que la relación entre ambos protagonistas, lejos de sus conversaciones pretendidamente espontáneas, es de lo más remota y desidiosa.
En definitiva, poco convincente.
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119 de 153 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Manual de instrucciones para el espectador tonto
Yo soy el narrador y voy a ir describiendo todas las cosas interesantes que hacen los simpáticos personajes, y también lo que piensan, porque los espectadores son tontos y no van a entender ni jota si yo no se lo explico.
-Jim vive del cuento (perdón, es un artista parisino).
-Conoce a Jules, otro que vive del cuento (perdón, es un artista alemán).
-Los dos se ligan a un montón de tías.
-Conocen a Catherine, una pija egocéntrica que está como una regadera.
-Ella les cuenta sus divertidísimos sueños sobre tíos que la dejan embarazada y se largan. Y con eso quiere hacerlos reír.
-Los tres están como un cencerro y se pasan el rato diciendo tonterías y citando pomposamente a preclaros personajes, entre ellos a algún escritor misógino.
-Se aburren de París y se van a la playa.
-Se aburren de la playa y se van a París.
-Jules dice gilipolleces todo el rato.
-Catherine hace y dice gilipolleces todo el rato.
-Jim les sigue el juego.
-Jules le pide matrimonio a Catherine.
-Catherine se siente la reina del mundo. Se suicidaría si se llevase dos minutos sin captar la atención de alguien.
-Se aburren y se van al teatro.
-Catherine intenta imitar a los saltadores de Acapulco en plenas calles parisinas.
-El agua arrastra el sombrero de Catherine.
-La blusa de Catherine tiene encajitos y volantitos.
-A Jules le gusta rascarse la barriga al levantarse.
-Catherine se deprime si no dice más de mil chorradas al día.
-A Catherine le gustan los helados de chocolate con forma fálica, con sombrillita y lacitos dorados.
-A Jim le encanta ser el sujetavelas del grupo.
-Los tres se van a hacer un viaje espiritual.
-Los tres se aburren del viaje espiritual y se ponen a hacer gilipolleces.
-Los tres se aburren de hacer gilipolleces y se van otra vez de viaje espiritual.
-Finalmente deciden hacer un favor a la humanidad y se hacen el haraquiri ritual recitando versos de Baudelaire.
Y ése es, señores, el grandioso devenir cotidiano de estas simpáticas personas.
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147 de 227 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Catherine
Tercer largo de François Truffaut. Se basa en la novela "Jules et Jim" (1930), de Henri-Pierre Roché. Se rueda en cinemascope y B/N, en escenarios naturales de Alpes Marítimos, Alsacia, Costa Azul, Rouen, Villa Castel/Bellaville y Paris (Francia). Es nominada a 2 BAFTA y gana un Bodil (film europeo) y un Silver Ribbon. Producido por el realizador, se estrena el 23-I-1962 (París).

La acción tiene lugar en Paris, Viena y en la campiña alemana junto al Rhin. Abarca más de 20 años (1912-33). Explica la historia de un amor triangular entre una mujer y dos hombres, desde la juventud hasta la madurez. El centro del relato está ocupado por la búsqueda de un amor ideal, plenario y perfecto, que no se concibe como balance de satisfacciones y sacrificios, sino como un paraíso de máximos sin costes y sin altibajos. La prueba de si se puede encontrar mayor satisfacción en el amor múltiple que en el singular no es concluyente, porque ambos incorporan ventajas e inconvenientes. Los hechos demuestan que el amor ideal y plenario no existe para los seres humanos y que la vía de las experiencias múltiples provoca, también, situaciones de satisfacción relativa, de insatisfacción o incluso de hastío (ley de rendimientos decrecientes). Si el idealista no racionaliza adecuadamente esta realidad y la asume a disgusto, le pueden sobrevenir estados de profunda decepción, impulsores de decisiones erróneas. Para Truffaut el amor comporta sacrificios y dolor.

La película se adapta a los parámetros de la "nouvelle vague": rodaje con cámara muy móvil (al hombro, a mano o en bicicleta), ausencia de toda artificiosidad, búsqueda de la espontaneidad, atención a detalles de la vida cotidiana, uso de "travellings" que siguen a los personajes, congelado de imágenes, encadenado de secuencias, etc. Expone el tema de la mujer fuerte, que domina al varón y lo gobierna a voluntad. Se inspira en Jean Renoir en las escenas de la playa, del campo, de los paseos por el bosque. Inserta escenas sorprendentes, como la zambullida imprevista en el Sena, la carrera por el puente, la caracterización de Catherine como mozalbete, la botella de vitriolo en la maleta, la muchacha que hace la "locomotora de vapor". No faltan citas cultas: Quijote, Shakespeare, Strindberg, Goethe ("Las elecciones afectivas"), Boudelaire y Picasso.

La música, de Georges Delerue, ofrece melodías festivas y bulliciosas (de feria) y fragmentos breves de aires idílicos, románticos y melancólicos. Añade la canción "Le Tourbillon de la vie", de Boris Bassiak. La narración dinámica y visualmente atractiva, deleita por su sencillez. La definición de personajes es buena, en especial el de Catherine. El narrador (voz en off) subraya la ficción del relato y no juzga ni a las personas ni a los hechos. La película obtiene un gran éxito, por su espíritu transgresor y porque la protagonista encarna los valores emergentes de los años 60: amor libre, liberación de la mujer, igualdad de géneros, etc.
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73 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
¿Por qué tantos reproches?
Jeanne Moreau, en mi punto de vista, en ningún momento desempeña un rol de mujer fatal jugando a dos bandas. Criticar por criticar. Simplemente se trata de una mujer que se enamora no de ambos hombres; sino de algunas de sus características las cuales constituirían a su "amor" ideal. Como eso no existe, ella intenta pero no consigue saciarse con uno de los dos. La mayor víctima en esta historia es ella misma. Por otra parte, cuando vi la escena en la que Jeanne Moreau está reunida con uno de sus amantes teniendo como fondo una ventana en la que está aposada una mosca, me resultó familiar esa peculiar imagen. Esto es porque dos años antes de ver Jules et Jim, había visto Amélie mucho antes de hacerse tan conocida. Quien haya visto esta gran película de Jean Pierre-Jeunet sabe a qué escena me refiero, escena en la que la protagonista habla de lo que le gusta y de lo que no. Me quedé atónita tras presenciar tal escena que me costó lo suyo para darme cuenta dónde la había visto antes. Yo soy una pequeña cinéfila (llamémolo así) de 16 años que vi esta película hace ya un año casi. Con esto quiero decir que mi conocimiento del cine es casi nulo y que no quiero que tome nadie tome a mal mi comentario. De truffaut vi varias; pero esta es la única película (y no recuerdo por qué) en la que acabé llorando.
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100 de 138 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Mirando por encima de su mito
Se me escapó alguna lágrima... al bostezar. Definitivamente el cine de Truffaut no es para mí. Después de tres películas aún no he conseguido conectar de verdad con ninguna, por lo menos no en la forma que se supone.

Siendo lo más objetivo posible, e intentando valorarla por encima de su mito, he de decir en honor a la verdad que esta película me ha aburrido bastante. Y lo curioso es que no es lo que se puede entender como un film denso ni nada de eso. Los diálogos eran más bien poco atractivos, poco profundos, poco divertidos y etc., etc... y eso, en una película como ésta, más basada en los diálogos que en la acción, es un crasso error. Y la voz en off me pareció que sobraba en la mayoría de las veces que se utilizaba, no la veía necesaria.
Luego viene el apartado de los personajes. Cuesta implicarse con un tipo tan sumamente bobalición y manipulable como Jules, de una chica más bien odiosa como Catherine o un indeciso perpetuo como Jim. Me resultaron un grupito bastante patético y por lo tanto no me importaba lo más mínimo lo que les pudiera ocurrir. Ni conseguí implicarme ni tampoco identificarme con ellos. Si he de ser sincero incluso diré que tampoco me daban la auténtica sensación que estuviesen enamorados de Catherine (no sé a que ser humano le podría satisfacer una relación como la que tienen ellos con ella) y de ella tampoco entendí sus vaivenes. Es una mujer que o bien está profundamente confundida o bien es maquiavélica y le gusta jugar con con los hombres, no veo entonces que la hace tan adorable. Según Jules, es porque es una mujer de verdad, lo cual me parece desconcertante viendo su comportamiento, parece que ese aproveche de sus debilidades, no?

En general a esta película me parece que le hubiese venido bien algo de mano izquierda, algo más de cáracter porque la historia en sí parecía desgarradora pero está llevada de una manera que por lo menos en mi caso me dejó igual y su guión no consiguió que me pudiera sentir mínimamente interesado. Apenas reaccionan humanamente ante la adversidad. Los protagonistas se asemejan más a las estatuas que visitan al principio del film que a seres humanos propiamente dichos.

Personalmente diré que me ha resultado una película tremendamente sobrevalorada. El caso es que al principio parece interesante, supogno que nos engaña un poco su fotografía, pero su parte escrita me mata de mala manera.
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74 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Cornuti contenti.
La cosa empieza a toda pastilla: dos hombres y una mujer juegan a ver quién de los tres es más infantil. Primero en París, luego en la playa. Se comportan como críos. Como críos estúpidos. Eso sí, son artistas, ojo, y saben recitar párrafos profundos de obras mayores. De hecho, a Jules y a Jim les apodan Don Quijote y Sancho Panza. Qué honor. Aunque habría molado más que les llamasen Rinconete y Cortadillo, lo que pasa es que estos últimos les sacan 87 años mentales.

Así que ahí está ella, con su irresistible atractivo, no físico, sino… sino… pues no se sabe bien, la verdad, porque la señorita es repugnante.

Y eso, que si se lía con uno, que si se lía con el otro, que si se queda preñada, que si no, París, la costa, Alemania, la guerra, Albert. Todo ello con una reflexión brutal que se ha de adivinar, más que nada, porque si no te la esconden, te quedas dormido. Es por mantenerte atento y tal y tal.

Truffaut tiene oficio de sobra. Controla. El amigo pilota un huevo, en concreto el que le cuelga menos, pero con el otro, el de por mis santos, no hace llegar la historia, y no sólo poque sus personajes sean repulsivos, sino porque la narración va sobrada. Además hay ciertos momentos pop, de zooms, imágenes congeladas y mini pantallas que resultan grotescos, a mi parecer, más que sutiles.

Inmadura en casi todos sus aspectos.
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76 de 111 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
OBRA CUMBRE DE LA NOUVELLE VAGUE
Hablar de Jules et Jim es hablar de una de las mayores historias de amor que se han visto en una pantalla de cine. Truffaut nos regala un ejercicio de delicadeza y de buen gusto a través de la historia de dos amigos, Jules y Jim, que se enamoran de la misma mujer, Catherine (descomunal Jean Moreau), pero es la manera de como se cuenta y sobre todo como se filma, Truffaut siente tal veneración por Jean Moreau que cuando la sigue con la cámara nos sentimos parte de su vida del mismo modo que lo hacen sus protagonistas o la vemos con el mismo amor y respeto.

Es maravilloso contemplar ese blanco y negro, ver esas calles o esa casa dónde se desarrolla esa historia de amor a tres bandas y nos da igual que moralmente pueda resultar reprochable que una mujer ame a dos amigos a la vez (o por lo menor primero de uno y luego de otro, o solamente a uno...), cuando los vemos juntos es tal la alegría que contemplamos que se transmite al espectador, del mismo modo que cuando los personajes se suman en una profunda tristeza nos venimos abajo, ya que quizás por un sentimiento que se encuentra dentro del alma humana deseamos que triunfe el amor, que triunfe la vida por encima de la muerte...

Jules et Jim es una obra realizada por un genio, que empapa toda su obra de corazón, un noble corazón y lo hace de tal manera que el mismo se inventó una revolución en el mundo del cine del mismo modo que los protagonistas de la película proclaman un amor revolucionario.
Como podrán ver la palabra más repetida de esta humilde crítica es la palabra "amor" y de eso trata la película, amor a Jean Moreau, amor al blanco y negro junto a sus texturas y sonidos, amor a la vida y sobre todo AMOR AL CINE.

OBRA MAESTRA.
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41 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Conmovidos por un símbolo que no entendían
Más que molestar, duele ver como tantas personas no ven en esta película, no una obra maestra, que no es aquí lo que importa, sino una obra limpia. Limpia porque los personajes de Truffaut viven sin trabas cada momento e intentan amar en cada uno de ellos. Hablar o criticar sobre la forma en que lo hacen es algo que escapa a mis facultades y que creo nos aleja cada vez más de los que esta película entrega.
Un buen narrador, un bello blanco y negro, dos personajes conmovidos por un símbolo que no entienden, Catherine, -el símbolo mismo-, son algunos de los elementos de un film que nos muestra sentimientos puros, sin falsas divisiones entre los conceptos que habitualmente utilizamos, como si quisiésemos ordenar lo que sentimos en cajones o en palabras demasiado estrechas…
Truffaut toma acá un sentimiento para el cual no se ha creado cajón alguno, y en vez de fabricarlo, o buscar definirlo, lo deja libre, y la película sorprende por esa libertad, porque nos muestra a la mujer natural, como se dice en el mismo film, y nos invita a amarla.
“La mujer es natural, por lo tanto abominable”, se señala en un inicio. Pero esta misma “naturalidad”, tiene también un lado bello, y la película sabe mostrarlo. Catherine no es particularmente bella, ni inteligente, ni sincera. Pero es una verdadera mujer. Y es la mujer a la cual Jules y Jim aman, a quien aprenden a amar de momento en momento, perdiendo el miedo y sin dejar de aferrarse a una amistad que también va más allá de su significado habitual, y se enriquece hasta desbordarse.
Catherine había dicho: sólo amamos completamente un momento, pero para ella ese momento siempre volvía, y ese momento no tenía un nombre único… y quizá sí, quizá esa mujer natural, esas vidas llevadas de esa forma, puedan parecer extrañas, inverosímiles, contrarias a lo que entendemos comúnmente como correcto, quizá sea una mala película para algunos, pero después de todo, “hay tantas cosas en este mundo que no entendemos y tantas cosas increíbles que son ciertas”.
Truffaut habla en esta película con verdad, de forma limpia. No sé si es una obra maestra, y no me importa. Me basta con que sea una obra libre. Y bella.
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24 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Inverosímil
Aunque me duela decirlo, Jules y Jim me resultó tediosa. Tenía muchas ganas de verla, por las buenas críticas que había leído sobre ella, pero me decepcionó bastante. La película empieza bien, pero se va desinflando según pasan los minutos, hasta tal punto que al final estaba deseando que acabase aquel sinsentido de escenas y diálogos. No me creo los personajes, me parecen esterotipos huecos con los que no pienso que nadie pueda identificarse. Desde luego, es un film sobrevalorado.
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34 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Si no sufres tu, sufro yo
Quizás no es la mejor de Truffaut, puesto que le reservo a Los 400 golpes, ni la más extraña, ni la más célebre, ni mi favorita, La noche americana. Pero Jules y Jim es una película que te deja un dulce regusto en la boca cuando has terminado de verla. Truffaut ha pasado a la historia como el mejor director del decrépito movimiento de la nouvelle vague por que se desmarcó de él cuando pudo, a diferencia de otros miembros, que han pasado a una segunda fila, estancados en su forma de hacer cine. Y esto es por algo muy simple: para Truffaut, un movimiento de cámara es un movimiento de cámara, no una necesidad psicologica de renovación cinematográfica, como propondría algún que otro paisano contemporáneo suyo.

Sin la pedantería propia de otros directores de la nueva ola, Trufaut nos cuenta lo más básico: una historia, sin más patrañas pretenciosas. Es una película que tiene algunas de las constantes de Truffaut, como son el (des)amor, la infidelidad, la amistad, o la mentira piadosa que tan mal resultado le dio a Antoine Doinel. La amistad de los dos protagonistas, dos bohemios, uno frances, Jim, y otro alemán, Jules, es el epicentro de la historia. Entre ambos se traza una relación que comienza como mera afición por el arte, para culminar en la atracción por una misma mujer.

Dicha mujer es Catherine. Una estupenda Jeanne Moreau, que encarna con sobriedad a un personaje que por momentos resulta odioso. Es una mujer caprichosa, caradura, abusiva, una auténtica femme fatale, que deja rendidos a ambos amigos. Pero realmente, durante algunos momentos, el espectador se siente atraido por este personaje, capaz de pasar de la tranquilidad a la locura en una decima de segundo. Pero la amistad entre ambos hará que esta se anteponga a los celos, y cada uno demostrará que su amistad está por delante de cualquier celo o enamoramiento.

La dirección de Truffaut auna experimentación y clasicismo a partes iguales. Sólo con ver el comienzo, el uso frenético del montaje, y la forma de narrar la película, la da un toque freso y original, pero conforme avanza la película, se torna más clasico, y se centra en el uso de la cámara para contar la historia. A ello acompaña una preciosa banda sonora de George Delerue, y una cálida fotografía en blanco y negro que resalta la belleza de las imagenes, como ese maravilloso paseo por las calles de Paris, con Catherin vestida como un chico, con un bigote pintado, y fumando tranquilamente.
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26 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Repelencia gafapasta
Los 3 personajes más repelentes y estúpidamente culturetas de la historia del cine se dan cita en esta repelente película. Se merecen los 3 un bofetón en toda la boca.

Si al final apareciera Rambo y los acribillara a balazos, le pondría un diez.
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55 de 94 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
TECNICA CINEMATOGRAFICA: MATRICULA, GUIÓN: SUSPENSO
Después de haberme acercado al cine de Truffaut desde películas como Los cuatrocientos golpes ó La noche americana, reconozco que Jules et Jim me ha defraudado. No me ha desencantado Truffaut como director sino esa historia donde se mezclan elementos como el amor, la amistad y las libertades e independencias personales que, si bien pueden ser claramente compatibles en la realidad, en la obra de Henri Pierre Roché tienen connotaciones y rasgos tan exagerados que acaban impidiendo cualquier tipo de convivencia, salvo que los protagonistas hayan obtenido buena nota en sufrimiento y masoquismo.

La técnica cinematográfica de Truffaut donde cada plano está estudiado previamente y dibujado al milímetro para, en una gran labor de montaje, conseguir el efecto deseado, es francamente buena, muy buena. Incluso encuentro aceptable ese acercamiento al cine de cámara en bandolera y bicicleta, típico de la "nouvelle vague" francesa y uno de cuyos máximos exponentes es el propio Truffaut juntamente con Eric Rohmer. Todo eso me vale, pero la historia no.

No es una historia de amistad como tampoco de amor. En realidad creo que el único lugar donde se puede ubicar, y eso echándole mucha imaginación, es dentro de las historias de afirmaciones personales, de egos y egolatrías, de miedos, de rupturas con lo establecido. Un cierto cine “psicológico” al compás de una juventud europea de mitad del siglo pasado, claramente imbuida de planteamientos libertarios y de revolución cultural ó contracultural, de Mayos del 68 aun por venir. Y dentro de este contexto de “imaginaciones al poder” previo, que duda cabe, a las revueltas estudiantiles. Porque aquí Truffaut sabe que está haciendo una propuesta cinematográfica de ruptura con lo establecido, de incursiones en planteamientos personales de vida tan singulares que rozan la anormalidad.

El tema de la novela, con su menaje a trois incluido, es arriesgado. Y con ese planteamiento, donde lo sexual siendo arriesgado no pasa de pura anécdota, Truffaut formula una propuesta cinematográfica al espectador. Quizás el espectador de los 60, especialmente el francés, tuviese el terreno abonado y especialmente fértil para este tipo de propuestas pero el espectador de hoy (parece mentira pero casi ha pasado medio siglo desde entonces) tiene el terreno seco y estéril para este tipo de cosas, visto lo visto y vivido lo vivido...

En cuanto a los actores me quedo con Oskar Werner al que descubrí en El barco de los locos. El resto, inclusive Jeane Moreau, digamos que están simplemente bien. En cualquier caso, en la medida que la historia no interesa, valorar adecuadamente la interpretación es sumamente complicado.
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21 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
El narrador, el ritmo, los diálogos...Incoherencias sin gracia. ¡Sobrevalorada!
Esa voz en off que tanto ayuda a aclarar situaciones en muchos films, en este, lo único que consigue es matar todo atisbo de esperanza, y es que con una narración apresurada, caótica e inconexa, consiguió simplemente, desanimarme. Pero no es lo único, y es que el film, aunque tiene sus momentos lúcidos, la oscura irrealidad de lo absurdo, sólo consiguió destruir toda posibilidad de entretenimiento, y es que llegados ciertos momentos donde la película toma fuerza, esas situaciones caóticas sin sentido, acabaron desquiciandome, hasta el punto de que se me hizo muy, pero que muy pesada.

Comprendo el hecho de que el film, sea un caos de situaciones atípicas, pero incluso el caos tiene su orden, y la narrativa debe seguir unos patrones, por muy irreales que sean, pero en este film, el caos es destrucción y vuelta a empezar, lleno de irracionalidad, y disparates a cual más descabellado, pero sin gracia alguna y por supuesto atractivo visual.

Lo mejor sin duda fueron los diálogos entre los dos amigos y sus discusiones, pero en vez de avanzar en ese sentido, todos acaban con una situación atípica, llena de necedad, cortando toda posibilidad incluso de amar la propia actuación, por lo que el ritmo se cortaba por una estupidez sin posibilidad alguna de gracia, carcajada e incluso de cuestionar.

En fin, no me gusto, no la recomiendo y para mi gusto, sobrevalorada excesivamente pero como dice el refrán, para gusto están los colores.
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17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Dos son pareja, tres una multitud.
Tenía muchas ganas de ver esta película, referente absoluto de la Nouvelle Vague, y la verdad me ha dejado un sabor agridulce, casi rayando la acidez. De un ritmo desigual, al principio es muy dinámica, aportando muchos datos y caracteres de los personajes, para después hacerse mas intimista y lenta. La voz en off me descoloca porque a veces me parece inútil en el desarrollo de la trama, pero en otras hace que la acción se relance, aportando un poco de frescura al relato.

Los diálogos son muy superficiales, parecen de niños, de una simpleza absoluta, un ejemplo de esto es el encuentro tras la guerra, me parece un poco surrealista que los tres permanezcan callados como si no tuvieran nada que decirse. Los personajes son inestables y caprichosos, sobre todo ella y ellos además timoratos, lo que hace que nunca te pongas de parte de ninguno, lo que hace que el espectador sea un mero observador de detalles, que si que tiene algunos, pero sin que llegue a involucrarse en la película.

No todo es gris en la película, destaca sobre todo la fotografía, con algunos planos muy bonitos con la niebla sobre el paisaje y con los rayos del sol intentado salir, el paseo en bicicleta con la cámara como si fuera una de estas que aporta mucha jovialidad a la escena, o como el director expresa el paso del tiempo con el cambio de tamaño de las fichas de dominó.

En resumen, una película que me ha desilusionado, por otra parte tiene algo que quizás no sea capaz de ver que hace que esta decepción no sea total, a la que creo que el tiempo le ha afectado negativamente, seguramente al espectador de su tiempo ( Mayo del 68, revolución hippie, amor libre) le pudo parecer original, pero segun mi criterio vista hoy, literalmente, no pasa de ser una película pasable, y si al caso interesante por el intento de los directores Franceses de hacer un cine diferente, más alegre y menos académico del que se venía haciendo hasta ese momento.
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16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Por qué hay cosas que son "clásicos imprescindibles"
Sin ánimo de ser muy caústico creo que excesivo interés en vender algunas películas como esenciales para entender el cine actual. Pues bueno a mi me gusta ir al cine para entretenerme, evadirme, aprender algo aunque no necesariamente y, en definitiva, poder disfrutar.

La película es muy floja, tiene cosas bonitas ,una banda sonora tierna pero nada más.

La historia me parece mucho más simple de lo que la gente comenta en otras críticas. Otra cosa es que a la gente le encante vender la moto.

Desde luego no la recomendaría jamás. Hay como un millón de películas mejores y no me tengo que ir al Padrino o a Sed de mal, Cazafantasmas 2 es bastante mejor que esta película.

un saludo amigos
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18 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
ligeramente insatisfactoria
Me ha parecido una película voluntariosamente original (tanto en la forma como en el fondo), aunque algo aburrida e insatisfactoria. Es como si para disimular la inverosimilitud psicológica de la trama y de los personajes, a Truffaut se la hubiera ocurrido narrar la historia en un tono deliberadamente ligero y lúdico, aunque curiosamente su manera de contarlo deviene en ocasiones deliberadamente fría, casi notarial, con esa voz en off leyendo en voz monótona y a toda leche... Y esos curiosos planos a vista de pájaro a los que se recurre a veces, como sugiriendo: veamos lo que hacen esas hormiguitas inconscientes con sus absurdos juegos y sus absurdas vidas. Esa misma frialdad es, también, la que parece habitar en el alma de los personajes. Pues no hay en ellos ni rastro de las pasiones, los celos, o, para decirlo claramente, la intensidad emocional -aunque sea subprepticia- que se le podría suponer a una situación como la que se describe, con las visicitudes de ese extraño e inverosilmente civilizado trío extendiéndose a través de los años.
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16 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Happy together
Otra novela visual de Truffaut, ¿una historia de amor?, ¿o una historia de amistad?; el amor puede ser tan arrollador, manipulador e ilusorio que termina por destruirlo todo, y la amistad la más pura e intensa de las pasiones; un tema recurrente en la filmografía del director frances; si nunca la han visto, altamente recomendable, para destruir viejos mitos, una película tan cruel como bella.
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11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Jim, Jules, la amistad convertida en amor, el amor, parte de la amistad
Jim, Jules, la amistad convertida en amor, el amor, parte de la amistad.

Agilidad en la historia, la crónica de una amistad, la demostración del amor en todas direcciones, la pasión por la vida, el miedo a la pérdida, la magia de una sonrisa.

Jules, pasión e inocencia, vulnerabilidad en un hombre.
Jim, encanto natural, estilo racional, pureza en los sentidos e ideas claras.

Dos hombres que comparten largas conversaciones y finos cigarros, y una mujer, Catherine, de belleza infinita y sorpresa continua, que moldeará sus vidas y sus sentimientos para adaptarlos a sus deseos.

El film es un halago a los sentidos, sencillez y audacia, con un final que cierra un círculo perfecto, tangencia de dos vidas.
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10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Quizás sea la mejor de Truffaut.
Maravilloso melodrama es el que Truffaut nos propone en esta película a través de los ojos de un narrador. Describe las principalmente las vivencias de dos amigos -Jules y Jim- alemán y francés respectivamente, y su relación antes y después de la primera guerra mundial. Jim va a visitar a Jules y a su mujer Catherine (espectacular Jeanne Moreau) al fin de la contienda bélica. Lo que va a descubrir en su visita en una particular relación entre el matrimonio, que será más particular aún con su llegada. El argumento, tratado con mucho dinamismo, tiene una linea sólida e incluso desemboca en un crucial desenlace.
Truffaut vuelve a indagar en los pensamientos de cada persona, el amor, los celos, la amistad... Para muchos su mejor pelicula, y a mi es la que más me ha gustado del director francés hasta el momento.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
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