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61 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
4
Sensacionalismo teatral
Se trata de una historia hasta cierto punto entretenida de unos personajes que están hechos de un idealismo pomposo y sueltan frases como “quiero cambiar este puto mundo’ y encima se lo creen. El director también se lo cree y defiende algo así como la expresión artística que busca alentar la vida y el compromiso social a través de escandalizar al hombre acomodado.
Los protagonistas realizan un teatro provocativo que intenta remover conciencias (aunque más bien se queda en palos de ciego). Su arte resulta pedante porque pretende dar lecciones vitales, provoca de forma gratuita y encima se vuelve reaccionario. La película podría ser una buena crítica a la hipocresía de esos personajes pero se presenta como un homenaje a los mismos. En fin, una película que, como sus protagonistas, opta por atacar bien a las emociones pero por desgracia deja huérfana a la inteligencia.
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109 de 184 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Y las musas tomaron forma....
Es posible que quien no se haya subido a un escenario no la entienda.

Noviembre es mas que un "falso documental sobre un grupo teatral idealista" como han remarcado algunos; es la ilusión que todos los que nos hemos sentido atraídos hacia el mundo de Tespis hemos tenido. Una reflexión sobre la vida y los ideales: como nacen, crecen se fortalecen, y por desgracia, acaban convirtiéndose en meros sueños de juventud.

Un retrato fílmico de los sueños de cientos de actores noveles que se sienten identificados en Alfredo, una radiografía al alma de un joven actor.
Noviembre es el canto de cisne del poder del teatro.

Una joya dentro del cine español actual.
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85 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Por amor al arte
Vivimos alienados por muchas cosas pero el trabajo representa, probablemente, el elemento alienante más implacable y humillante de nuestra triste existencia. Y aunque sé perfectamente que –por cuestiones de mera supervivencia- resulta mucho peor estar en el puto paro que ir a currar cada día, el trabajo es –en pocas palabras- una especie de castigo bíblico que consiste en dejarse dar por culo (en sentido figurado, of course) a cambio de un plato de lentejas.

Quizás por eso me sorprende y me satisface al mismo tiempo constatar –aunque sea a través de la ficción cinematográfica- que gente como Alfredo y su grupo de teatro puedan plantearse en estos tiempos que corren, trabajar por amor al arte. Renunciando a cobrar ni un puto duro a cambio de trabajar en la más absoluta libertad. Sin rendirle cuentas a nada ni a nadie. Y digo trabajar porque –que nadie se equivoque- Alfredo y su peña no están practicando ningún hobby. Están ofreciendo un espectáculo repletito de arte, compromiso y denuncia social destinado a un público (el de la calle) de la forma más digna y profesional posible.

¿Qué son provocativos y transgresores? Pues claro ¿Qué se pasan las leyes por el forro? Pues claro ¿Qué su ideario es ingenuo y utópico? Pues claro. Pero que nadie diga que no sería maravilloso poder dedicarse a lo que a uno le apetezca, con toda la pasión y el entusiasmo del mundo, sin verse presionado o supeditado a las férreas directrices de jefes o clientes. Como Alfredo y “Noviembre”.

Mi más sincera enhorabuena, pues, al Sr. Mañas. Un tipo que ha tenido el valor de saltar a la palestra para demostrar que no todos los okupas son una pandilla de niños de papá, fumetas, borrachos y vaguetes y que, tras esos grupos antisistema, también hay gente con ideales, talento y conciencia social.

Y poco más. Tan sólo añadir que, más que ‘grandilocuente y pedante’, a mi ese final me parece ÉPICO.
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47 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Lo siento, Manu Chao, pero prefiero el cocido
Casi todas las críticas que he leído sobre esta película pueden clasificar perfectamente a sus autores en dos tipos muy definidos: fachas y progres. A los fachas les repugna mayormente y a los progres suele gustarles, con contadas excepciones. Incluso leo una crítica que lo describe tal que así:

"Te gustará si te gustan Manu Chao, la artesanía, el 0'7, Maruja Torres, el trueque, los mercadillos medievales, Los Muertos de Cristo. No te gustará si te gustan Slaver, la ropa planchada, el cine de Peckinpah, comer caliente, la canción española, Telemadrid, cotizar a la Seguridad Social."

Qué putada, tú. A mí me gustan Manu Chao y el 0'7 y la artesanía y el trueque y Maruja Torres... pero también me gusta comer caliente y cotizar a la Seguridad Social. Ahora de qué lado me pongo?

Pues es difícil, porque a la parte de mí que le gusta Manu Chao y Maruja Torres la idea le mola, pero a la parte de mí que le flipa comer caliente le parece una majadería como una casa. Y eso que Achero Mañas, en serio, me parece un tipo comprometido que pretende hacer algo honesto; y todos los actores que participan en la peli (pedazo de reparto), desde los más jóvenes, como Óscar Jaenada, a los viejos (magníficos todos pero me quedo con Juan Diego), también se lo creen y se nota que están ahí por eso. No sé qué cobrarían pero me apuesto la cabeza a que fue una mierda.

Pero sabéis qué pasa? Que la parte mía a la que le gusta comer caliente y que cotiza a la Seguridad Social piensa en unos capullos que, con la supuesta pretensión de provocar y crear conciencia social, me pillan en un vagón de tren a las 9 de la noche, invaden mi agotado espacio vital sin yo haberlos invitado y me obligan a escuchar sus ruidosos panfletos y sus chorradas, y me entran ganas de matarlos, previa tortura.

Y esa misma parte mía se sube por las paredes al imaginar que consigo ahorrar para comprarme una entrada de ópera en el Teatro Real y unos revolucionarios de pacotilla detractores del arte oficial abortan la función para regalarme una de sus "performances" del copón.

Y me entra un cabreo que te cagas y pienso: "Ni Maruja Torres ni la artesanía ni el trueque ni los putos mercadillos medievales. Donde se ponga un cocido con su pringá que se quite Manu Chao, qué coño"
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32 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Lo siento por Achero...
Me encantó la naturalidad que mostraba como director y guionista en El Bola, pero en esta película se pasa al bando pedante-salvamundos y, además, lo hace con un estilo soporífero. Si alguien pretende dar lecciones sobre otras formas de construir y vivir el mundo, por lo menos que nos explique cómo es posible que unos personajes que, "por principios", no cobran por una labor tan absorbente, consiguen mantener un crío y un pisazo en Chueca...

Por cierto... cualquier persona que de vez en cuando se pase por festivalillos de calle (incluso de ciudades "de provincias") o por museos de arte contemporáneo, está aburridísima ya de la "provocación" de las obras que se muestran en la película.
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36 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un bonito mes
Achero Mañas me parece el autor más interesante y con mayor proyección del cine ibérico actual. La temática que aborda el film no me interesa demasiado, pero aún así no decae el interes que siento por la resolución de la obra, final, dicho sea de paso, que me parece exquisito. ¿Exagerado? Es posible. ¿Romántico? A más no poder. ¿Y éso lo justifica? No. Pero es perfecto y resume de manera sobresaliente los problemas a los que se enfrentaron nuestros aguerridos amigos, añadiendo además, una monumental metáfora sobre la libertad y el poder.

Noviembre peca de remolona en cuanto a las relaciones del grupo teatral. Se puede perder el hilo con los secundarios. Por otro lado, me parece notable la manera de jugar con el tiempo. Lo engaña, lo reduce a un mero divertimento para ciscarse en él (en su colega espacio me cisco yo que llevo un mes sin coche). Y éso me gusta. Las actuaciones en la calle comercial poseen garra. La cámara se mueve por dónde debe, acompañada de una notable fotografía. Óscar Jaenada se nos rebela como un buen actor y esperaremos con impaciencia el tercer trabajo del amigo Mañas, que aquí y haciendo honor a su apellido, nos demuestra que más vale maña que fuerza, excepto en el final, claro.
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39 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
El arte ha muerto
Una película que trata el tema del teatro callejero desde un punto superfluo e idealista. Identifica a los artistas que viven del propio arte como ladrones y "vendidos", mientras que lo auténtico es hacer teatro improvisado en la calle (a veces incluso con consecuencias peligrosas para el público que no ha elegido serlo).
Pretende ser moralista y hacerte reflexionar acerca del mundo del arte con una pedantería extrema y con unos personajes muy poco creíbles. Además, tiene algunos errores de cohesión porque las obras que realizan son más elaboradas (a nivel de material, vestuario, maquillaje) de lo que su presupuesto '0' les debería permitir.
Todo eso sumado a un constante insulto hacia las artes tradicionales hacen que esta película cause cierta repulsión. Es excesivamente pretenciosa.

Sin embargo, si te gusta el tema y quieres una visión que coloque a los artistas de calle por encima de cualquier otro tipo de persona, encontrarás una película ideal, pues a nivel técnico no falla.

Eso sí, si tienes un conocimiento más amplio del arte, esta película te resultará un insulto y una falta de respeto y tras verla lo más probable es que, como yo, pienses por unos momentos: "El arte ha muerto".
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54 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Vacío...
Veamos. Sin desvelar gran cosa del argumento, se trata de un grupo teatral que (a estas alturas, sí) pretende cambiar el mundo. Y deciden hacer teatro en la calle sin cobrar y además negándose a aceptar el dinero. Sin embargo, durante esas actuaciones, llevan maquillaje, ropa, recurren a objetos varios... Y eso vale dinero. Vale, luego se explica, sucintamente, que lo aportan aquellos del grupo que pueden.


Al principio, tal vez por inocencia o porque, mira, ya que estás viendo la película... estás algo dispuesto a creértelo. Cuando llevas un rato y los personajes siguen siendo estereotipos y además mal construidos, te aburres. Si fuese sólo una historia más o menos simpática, aún, pero pretende ser mucho más, y ahí es donde se queda en un ejercicio de vacuidad y pedantería; si la intención era emocionar, como parece insinuarse al final, no lo ha conseguido; si era provocar reflexión, tampoco lo ha conseguido, porque harían falta unos personajes creíbles que diesen fuerza a esas reflexiones, y no los hay. Si sólo pretendía entretener... pues conmigo no lo consiguió.


Podría perdonarse, sin embargo. Pero hay un momento en que el protagonista se atreve a llorar por la muerte del arte. En una extraña paradoja, es el único punto interesante de la película, porque la propia evidencia de que el arte ha muerto es productos como "Noviembre". Pero creo que esa paradoja no era la intención de la película, así que...
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45 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Te revoluciona los intestinos
Si lo que pretendía era provocar, lo consigue y de sobra: provoca arcadas y muchas. La peli se reduce a una sola idea puesta sobre la mesa: la capacidad del arte de agitar conciencias. Supongo que el director se levantó una mañana harto de ver cine convencional y con ganas de cambiar el mundo, cosa que, dicho sea de paso , nos pasa a todos los domingos por la tarde antes de ir al trabajo y después de ver la película de la semana. La idea , ya digo , no es mala. Muy al contrario, se trata de un tema recurrente , de una obsesión poderosa: cambiar este puto mundo. ¿ Quien no se apunta a eso?. Todos, ¿no?. Pues no , ya empezamos mal: todo el mundo no vale para cambiar el mundo. Por lo pronto, yo no me apuntaría a ningún grupo de teatro que tuviera al sosias de Camarón de lider carismático. Lo primero que hace falta para movilizar a la masa es poder de seducción y Jaenada fascina tanto como un cebollino nuclear o un anuncio de teletienda. Pero bueno, no importa, te dices, para cambiar el mundo basta con una idea bien argumentada , el carisma es un exigencia burguesa, pasemos por tanto al mensaje, a los personajes, a sus motivaciones, a la intrahistoria en definitiva. Pues no. Tampoco. No se muestran razones y no tienes ni pajolera de por qué los personajes hacen lo que hacen excepto porque alguien se ha salido de clase de primero de arte dramático porque sentía que allí dentro se ahogaba y no podía cambiar el mundo. En cambio, aquí fuera en la calle ya es otra cosa. Con este fresquito y el pibón de la Ingrid Rubio , se te sube la sangre a la cabeza, dan ganas de cambiar el mundo a la orden de ya.
La peli no es mala. Simplemente no llega a ser lo que pretende. Imaginen a un vampiro mellado que se te intenta tirar a la yugular. Uno respeta el esfuerzo pero al mismo tiempo no puede evitar descojonarse de la risa. Si de verdad Achero sintiera ese respeto reverencial por el arte del que presumen algunos de los personajes de la película, hubiera tenido mucho más cuidado con este material tan sensible. Porque el arte remueve conciencias sólo cuando es verdadero. Y no lo digo yo: se trata del credo que defiende la pandilla plumilla que protagoniza la película. Pues eso, Achero: aplícate el cuento o búscate un tema más humilde. Entre el drama social y la salvación del hombre a través del arte, tiene que haber algo intermedio, no sé:un thriller sobre el hundimiento del Prestige o un biopic sobre Mercedes Milá ( los méritos de la peli en Spoiler).
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16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Lo interesante o se odia o se ama
Desde luego se trata de una película interesante y esto se ve en que la gente o la odia o la ama. Yo, personalmente, la amo y voy a intentar explicar por qué.

En primer lugar, está muy bien interpretada, especialmente por Oscar Jaenada, Ingrid Rubio y Juan Díaz que, en mi opinión, soportan gran parte del peso de la historia con una maestría digna de mención.

En segundo lugar, me parece que la historia es realmente interesante. Un grupo de jóvenes, idealistas como la mayoría de los jóvenes, deciden crear un grupo de teatro alternativo (Noviembre) con el que actuar en la calle sin cobrar dinero. Quieren hacer un arte libre, sin ataduras, que implique al público y que le provoque (yo creo que eso lo quiere cualquier persona que intente hacer arte, lo consiga al final o no). Conforme va pasando la historia, los personajes van cambiando de opinión sobre lo que están haciendo, algunos siguiendo fieles, otros calmándose un poco y, al final, es el amor al teatro (es decir, a poder hacer feliz a la gente, a ilusionarlos, a provocarlos, a cambiarlos un poco, a hacer arte) lo que llevará a estos personajes hacia el final.

Por último, me fascina la idea de usar el falso documental para narrar la historia. El público sabe que va a ver ficción y de hecho ve imágenes que reconoce como ficción (es decir, puede identificarse plenamente con la historia y creerla como "cierta") pero, de repente, le plantan a unos señores mayores que dicen ser los jóvenes unos años después, explicando a la cámara lo que sucedió. También aparecen letreros con las obras que realizan y su fecha. Esto lo que hace es "romper la cuarta pared" (es decir, nos recuerda que lo que vemos es ficción para evitar la completa identificación con la historia y, curiosamente, nos recuerda que es ficción disfrazándolo de realidad. Esto nos da la distancia justa para que nos emocionemos a la vez que reflexionamos sobre lo que estamos viendo.

Para terminar, no creo que la película pretenda transmitir ningún mensaje concreto, cuenta una historia para que cada uno saque las conclusiones que crea oportunas. Yo creo que la película no se implica ni a favor, ni en contra del grupo Noviembre (ni siquiera con el final). Es el espectador el que debe decidir si lo que ve le parece bien o mal. Por lo tanto, para mí esta obra es una auténtica obra de arte que posiciona a los espectadores a favor o en contra, sin término medio, con unos recursos muy interesantes y muy bien utilizados. Luego ya, cada uno es libre de amarla u odiarla y ambas opciones son respetables. Hay detalles que no me gustan (sobre todo atentado que me parece que no es provocación sino mal gusto barato aunque la secuencia está muy bien rodada), pero yo la amo porque me permite soñar durante su visionado con un mundo mejor (utopía que me encanta permitirme de vez en cuando), y porque me ayuda a creer en el poder del arte para cambiar este mundo (quizá soy muy idealista pero es que, como los protagonistas de esta película, soy joven).
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18 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El sueño de un mundo mejor
Alfredo sólo quería cambiar el mundo, pero al final, como todos los que lo intentaron hasta ahora fracasó.
Una historia contada en flashback por los integrantes de un grupo de teatro de finales de los noventa 40 años después, desde la nostalgia, y en la que se puede comprobar las ganas que tenían de mejorar el mundo mediante el arte, como así se comprueba en los sketches que van protagonizando. Genial el de los diablillos; nostálgico el del verano;impactante el del atentado.
La visión y sueños de un joven que al final se ve arrastrado por las consecuencias de la vida, y deja atrás su ideas de arreglar el mundo.

Con una banda sonora genial, y aunque muchos piensen que Achero baja peldaños tras su ópera prima, en mi opinión es una película distinta e imprevisible, que al menos a mí me sobra para considerar una película buena.
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20 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Una utopía sin cuerpo
Un falso documental (con eso ya quedaría dicho todo) totalmente decepcionante.

No se trata del argumento ni del transcurso de la trama en sí, sino de que no queda para nada claro cuales son los valores y sueños reales de los personajes. Aparte de su rechazo al consumismo y al teatro de pago, no se descubren otro tipo de valores. Los personajes se encarnan en la peor copia de "alternativo" jamás vista, pues en lo único que coinciden es en estar en desacuerdo con todo, sin proponer absolutamente nada a cambio. Otros "arreglamundos" más llevados a la gran pantalla.

Aparte quiero hacer un inciso en la temática en si. Quizás está mal, como los personajes afirman, que el teatro sea algo considerado un lujo y a veces inaccesible a algunas clases sociales. Vale, hasta ahí de acuerdo. Pero es que lo que ellos hacen en la calle, al alcance de todo el mundo, no se puede considerar teatro en la vida. Se puede considerar, eso sí, hacer el payaso.

Lo mejor: Tampoco se hace pesada.

Lo peor: Un cero en credibilidad
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22 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
EL ARTE ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO
Gracias a Noviembre, Achero Mañas ya no es un proyecto, una luz pasajera, sino la confirmación de un nuevo talento a proteger.
Noviembre es Alfredo, un chaval que supera las pruebas de una escuela de interpretación (la REXACH aparece en la mente de todos mientras Héctor Alterio se apodera de las escenas), y que, tras un inicio decepcionante y humillante, decide luchar por realizar un arte auténtico, directo y provocativo junto a otros compañeros (resaltar los buenos trabajos de Ingrid Rubio y Juan Díaz). En esa búsqueda artística serán tan importantes las actuaciones, su resultado, como no traicionar los principios sólidos de su manifiesto.
Achero afronta con acierto el reto de rodar los números en la calle con pasión e improvisación, pues es ahí donde el teatro es más limpio, independiente, dinámico y agresivo con la gente que, a diferencia de la que se acomoda al acudir a estrenos, no está preparada, y necesita en mayor medida de la reflexión no encubierta. Su mayor error radica en la elección del falso documental, que no sería tan desastroso sino fuera por la interpretación de los actores que lo componen, en el que sólo Juan Diego sobresale y convence por su veracidad. No obstante, suple este desequilibrio con otras muchas virtudes. Se le agradece en esta segunda película su apuesta por la libertad creativa en vez de por inflar el presupuesto, su esfuerzo por retratar la crónica viva de unos ideales (desde su efervescente y comprometido nacimiento hasta su desaparición), su compromiso con la esperanza, su valentía, su humildad, su técnica, su sinceridad...
El director consigue sortear el ridículo (la falta de motivación en algunos momentos deja entreverlo), y arriesga su caché en busca de una cinta de tintes populares con trabajo, inspiración y originalidad. Porque esta iniciativa para cambiar el mundo sin ánimo de lucro goza de una presencia física tan constante, bestial, fresca y emotiva, que uno no tiene más remedio que implicarse o salir de la sala, ya que esta amarga historia de entusiasmo combativo y contagioso despierta los sentimientos más primitivos, y convierte en modélica la ilusión que desprende. Por eso, todo idealismo es poco y bienvenido, y como dijo Francisco Umbral en cierta ocasión a raíz de una obra maestra de Bertolucci, Novecento, “no vengo al cine para que me retraten, sino en busca de un cine necesario, repleto de mensaje y dispuesto a utopizar”.
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13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cambiar el mundo
Crítica completa en: sistemadevalores.blogspot.com

"Noviembre", que ya cuenta con unos cuantos añitos, no es la típica película que ganaría muchos Goyas (y no lo ha hecho), posiblemente con razón, ya que exceptuando determinadas interpretaciones no es una película soberbia. Sin embargo, por lo menos para mí, el cine es un arte que no tiene por qué buscar siempre la excelencia: lo importante es lo que transmite y cómo lo hace. El cine no se basa en una dirección magistral que permita que todas las tomas sean sobresalientes, ni en que los actores hagan el papel de sus vidas o la música nos haga llorar. El cine es emoción, sentimiento, pensamiento, reflexión, tristeza, alegría... no la perfección. Y ahí es donde reside la maravilla de "Noviembre", en su fondo o en su inútil y a la vez maravilloso objetivo: cambiar nuestra perspectiva no sólo sobre el teatro, sino sobre todo el arte; y mucho más allá, "cambiar el mundo". No creo que Achero Mañas quisiera cambiar el mundo con su película, pero nos transmitió algo que no se puede recompensar con ningún premio: sentir, emocionarse (ya sé que me repito)...

"Noviembre" narra una historia de idealismos, de un grupo de teatro de quiere cambiar aquello que a nadie nos gusta pero que obviamos, de un joven que quiere hacer feliz a su hermano, de amor... ¿Es ésta una película pretenciosa? Puede serlo. ¿Es una película que sin su glorioso aunque corriente final no sería más que algo olvidable? Se puede llegar a opinar así, lo reconozco. ¿Es una historia de idealismos para jóvenes como yo, que queremos cambiar el mundo? Rotundamente, sí lo es. ¿Es eso un defecto? Posiblemente lo sea para un crítico de cine, pero yo no lo soy ni pretendo serlo. El idealismo por naturaleza es utópico, y siempre lo será, pero ¿qué sería del mundo si no existieran causas perdidas de antemano? La emoción por cambiar el sistema o, como yo matizo, el "sistema de valores", es algo inherente a la juventud que, desgraciadamente, todos tarde o temprano perderemos. Ese final, el de un pobre idealista viendo cómo todo aquello por lo que luchó y por lo que creyó se hundía, es algo realmente descorazonador, casi más que la propia muerte del protagonista. Esos inolvidables, irrepetibles y realmente tristes minutos de metraje convierten al resto de la película en un simple preludio de algo inevitable, y la hacen invisible a los ojos del que no quiere ver. Sé que ni yo ni nadie podremos cambiar el mundo. ¿Merece entonces intentarlo? La respuesta es simple y rotunda: sí, y nada más que sí.

Sólo me gustaría añadir una frase más, la cita textual de un personaje del film tras el paso del tiempo, una afirmación que espero que recuerden todos aquellos que en su día trataron de cambiar el mundo de alguna manera, pero que no lo consiguieron: "Nosotros queríamos cambiar el mundo, y desde luego no lo conseguimos; ahora lo que intento es que el mundo no me cambie a mí".
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
No es sólo Teatro
No es sólo teatro lo que esta película abarca. Llega más allá, al arte en general, a la comercialización de todo, a dejar de hacer las cosas por placer, por honrar el arte... consumismo consumismo y más consumismo... El teatro es arte, y como toda arte, debe expresar sentimientos, ideas (o ideologías en su defecto); una actuación no debe crearse con la intención de ser un éxito, con la intención de ganar dinero. Eso debe ser algo secundario.

Esto es lo que yo entiendo al ver Noviembre.
Y no pasa sólo en el Teatro. Mucho más claramente, lo vemos en la música. Mientras tenemos triunfitos repartidos por todos los ámbitos "musicales", algunas personas se dedican a honrar a la Música, al arte, no a esas putrefactas empresas discográficas cuyos fines son pura y únicamente económicas.
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12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Interesante
Segundo largometraje de Achero Mañas tras sus 4 Goyas con El Bola. En esta ocasión nos muestra un guión tan original como utópico, minutos llenos de provocación y transgresión, segundos que provocan multitud de sentimientos. Desde luego no deja indiferente, motivo por el cual aguantarla se convierte en obligación, y revisualizarla en un acto de sumo interés.
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9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La monotonía social es retrógrada. Es revolucionaria al contrario.
Reflexión sobre el arte y la ceguera de la sociedad.
Un grupo de teatro con intenciones demasiado honestas, se enfrenta por ello mismo a la cerrazón de las fuerzas del orden y del sistema. Si ellos querían llevar la sociedad al límite siendo una cuña que le abra los ojos a la verdad es la sociedad la que será una cuña que revienta el grupo. Desde dentro y desde fuera.
La sociedad es una fuerza retrógrada demasiado potente para propuestas revolucionarias.
La película tiene un buen guión, es en conjunto seria, poseyendo ademas una escena final suficientemente simbólica, si bien creo que tiene algunos toques almibarados y una dirección regular.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Críticas, no sentencias
Con sus imperfecciones, grandilocuencias y sensacionalismos, es emocionante. Me dan risa algunos críticos (Boyero y cia.) que se las dan de iluminados bajándose los pantalones ante películas infumables y critican como si fueran Oráculos de Delfos otras mucho más dignas. Y no digo que ésta sea nada del otro mundo, pero al menos se deja ver, independientemente de sus pretensiones, muy al contrario que muchas de las que los críticos de Delfos elevan, Dios sabe por qué inescrutable razón, a la altura del Olimpo.

Nota:
El Sr. Boyero yo creo que se perdió hace tiempo, y sus criterios son como el trigo y la paja que se separara o mezcla dependiendo de la forma de ser aventados. Es una pena, pero partiendo de que todo es subjetivo, su opinión, en la mía, hace tiempo que es inestable, poco firme, poco fiable, como si el pie con que se levantara inclinara la balanza. Por su tono o estilo, a veces sus críticas más parecen sentencias, y lo dice alguien que admira su fina ironía y en muchas ocasiones inteligentes razonamientos.

Dicho sea esto con todo respeto.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Polémica y difícil.
Desde luego si una cosa está clara cuando se ve "Noviembre" por primera vez, es que es una película extraña, algo que no te esperas, y esto puede descolocar a muchos, a la par que engancha a otros tantos.

El arte más puro. El teatro en la calle. Las actuaciones frente a frente, a dos palmos de los espectadores, los verdaderos jueces de la función. La sorpresa y en cierta medida la improvisación. Noviembre es un grupo de teatro, una compañía, pero que solamente actúa en la calle, nunca entre cuatro paredes, nunca con un escenario limitado; y los espectadores no sacan entrada, son parte sorpresa de la función.

Sustentada sobre todo en unas actuaciones más que sobresalientes, destaca por primera vez y por encima de todos, Óscar Jaenada, una bestia joven de la interpretación, lo deja bien claro. A su lado, varios "nuevos valores" de la actuación que se desenvuelven todos con maestría hasta donde sus personajes les permiten. Y cada uno de ellos, con el respaldo de sus "yos" mayores, del presente.

La historia, toda ficción, alterna partes del pasado, cuando Noviembre estaba vigente, y partes del presente, entrevistas a los personajes "x" años más tarde, simulando ser un documental sobre la compañía y su peculiar historia.

Resumiendo, es una película que ha de engancharte, si no lo hace, te parecerá horrible. Pero si lo hace, si te atrapa entre sus redes, disfrutarás y te emocionarás como pocas veces, amarás el arte, el puro, o más bien descubrirás que siempre lo has hecho, aunque no lo supieras.

Para mí, imprescindible; para otros, totalmente prescindible.
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12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Cualquier película no es arte
Creer que cualquier película, novela o serie es arte es un error que la mayoría llegamos a cometer. Los medios de comunicación en su afán de vender muestran producciones que no solo son basura sino que hacen pensar a la gente basura.

Noviembre relata la historia de un grupo de teatro callejero que con sus creencias de que el arte puede cambiar al mundo, crean obras revolucionarias en las que como no es raro por estos tiempos se termina castigando al que crea cosas nuevas y positivas, y se premia al que copia y hace programas desechables que no dejan nada.

Para concluir, me pareció una historia muy bien contada, con un maquillaje y escenarios estupendos. Deslumbrante película.
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12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
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