127 Críticas de los usuarios
Críticas de los usuarios:
Tenebrosas estampitas
20 de marzo de 2011
El argumento cinematográfico pone en el centro de la historia al joven Michael Kovak (Colin O’Donoghue) miembro de una conservadora familia estadounidense que ha orientado y mantenido una vocación humanitaria en los oficios de agente funerario o de sacerdote. Al inicio del film vemos cómo este joven, de nombre y presencia angélical, pasa sus días en la morgue familiar, acondicionando cadáveres con respeto y compasión que hacen intuir en él una necesidad espiritual para ese contacto cotidiano con el dolor y la muerte. En su interior, se debaten explicaciones racionales que no alcanzan para echar luz en inquietudes esenciales. Esto lo lleva a emprender la segunda alternativa familiar: el sacerdocio. En realidad, solamente se propone cursar el seminario teórico, dejando abierta la posibilidad de retirarse en caso de que las dudas sobre su vocación persistan. El azar y la perspicacia de uno de sus maestros influyen para que este indeciso aprendiz de fe viaje desde EEUU al Vaticano, para realizar un curso de exorcismos, circunstancia que lo llevará a encontrar al menos ortodoxo de los conocedores de esta práctica de resabios medioevales.
Aquí llegamos a la presentación de la desigual dupla actoral que sostiene el planteo básico de la película: la pugna entre fe y escepticismo, que encarna el joven novato (Colin O'Donoghue) versus el experimentado sacerdote jesuita (Hopkins).
El problema es que la segunda parte de "El Rito", no se desarrolla a la altura de lo que prometen sus primeros 45 minutos, porque la historia se vuelve tan infantil como una historia de estampitas con monstruos y ritos medioevales. La maldad y el horror parecen limitarse a relatos míticos como sacados de un manual de catecismo adaptado a niños que necesitan un relato en forma de cuento.
La otra gran decepción es la falta de expresividad del joven actor principal (Colin O’Donoghue) que no da la talla cuando el personaje debe demostrar su clímax de infierno espiritual.
De todos modos el producto final de "El Rito” logra entretener. Tiene a su favor la solida interpretación de Anthony Hopkins y algunos momentos elegantes de la puesta en escena de un director que cuenta con mejores registros en su haber como "Evil" o "1048".
Así, la nueva película del elegante realizador sueco radicado en EE.UUl, Mikael Hafstrom oscila, buscando hacer equilibrio sobre lo que es bueno y lo que es vendible, aspectos que no siempre coinciden y aquí finalmente se inclinan hacia inconsistencias argumentales y acelerados efectismos que surgen del montaje y algunos fallidos efectos especiales.
Aquí llegamos a la presentación de la desigual dupla actoral que sostiene el planteo básico de la película: la pugna entre fe y escepticismo, que encarna el joven novato (Colin O'Donoghue) versus el experimentado sacerdote jesuita (Hopkins).
El problema es que la segunda parte de "El Rito", no se desarrolla a la altura de lo que prometen sus primeros 45 minutos, porque la historia se vuelve tan infantil como una historia de estampitas con monstruos y ritos medioevales. La maldad y el horror parecen limitarse a relatos míticos como sacados de un manual de catecismo adaptado a niños que necesitan un relato en forma de cuento.
La otra gran decepción es la falta de expresividad del joven actor principal (Colin O’Donoghue) que no da la talla cuando el personaje debe demostrar su clímax de infierno espiritual.
De todos modos el producto final de "El Rito” logra entretener. Tiene a su favor la solida interpretación de Anthony Hopkins y algunos momentos elegantes de la puesta en escena de un director que cuenta con mejores registros en su haber como "Evil" o "1048".
Así, la nueva película del elegante realizador sueco radicado en EE.UUl, Mikael Hafstrom oscila, buscando hacer equilibrio sobre lo que es bueno y lo que es vendible, aspectos que no siempre coinciden y aquí finalmente se inclinan hacia inconsistencias argumentales y acelerados efectismos que surgen del montaje y algunos fallidos efectos especiales.
[Leer más +]
42 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Han dejado de chillar los demonios?
24 de marzo de 2011
‘El rito’, llamada así sólo porque el título ‘El exorcista’ ya estaba pillado. Supongo que ‘El cura escéptico’ o ‘La duda del cura’ no hubieran vendido igual. ‘Satán nos acecha tras cada esquina’ o “Ahora que dejan de chillarme los corderos me gritan los demonios” tampoco le hubieran ido mal... Bueno, vamos a lo que importa.
La película, siendo sincero, cumple lo que promete. El problema es que no va más allá. Tiene una trama interesante, mantiene al espectador en una tensión casi constante y ofrece momentos de terror demoníaco realmente buenos.
El protagonista del film, Colin O'Donoghue, para mí un auténtico desconocido, se cree su papel y logra una actuación muy aceptable. Se dan escenas concretas en las que el actor tiene que mostrar toda su habilidad, y ciertamente resulta convincente. Su compañera secundaria, Alice Braga (‘Soy Leyenda’) se pasea discretamente por la película aunque sin estorbar. Por último, y como gran estrella, contamos con Anthony Hopkins, que en esta ocasión es el segundo protagonista teniendo en cuenta el guión, porque lo cierto es que comparado con las demás actuaciones se convierte en el verdadero dueño de la cinta, pero de largo… Consigue que su personaje resulte intrigante, impactante y, lo más importante, creíble. Este hombre siempre borda sus interpretaciones, y ésta no es una excepción. En algunos momentos recuerda, bien por su mirada o por un gesto, a su personaje de ‘El silencio de los corderos’, el gran Hannibal Lecter, todo un mito del cine. De ahí viene, precisamente, el título de la crítica.
Un debate interesante es la forma en que el director, Mikael Hafström (‘1408’), ha decidido enfocar ciertos aspectos de la trama. Muchas opiniones señalan que la trama está enfocada a reforzar y apoyar la doctrina de la Iglesia, y por tanto a confirmar la existencia del bien –Dios- y el mal –el diablo-. Creo que en parte es cierto, pero no debemos olvidar que estamos observando una historia –basada en hechos reales, por cierto- desde el punto de vista de un cura. Por ende, un enfoque diferente hubiese resultado incluso extraño para la película. Aunque uno no sea religioso –mi caso- debe aceptar esto como parte de la trama, sin darle mayor importancia.
Por otra parte, a lo largo de la cinta vemos historias secundarias –la niñez del cura, la periodista…- que tratan de enriquecer el argumento principal, aunque alguna de ellas es innecesaria y sólo ralentiza el ritmo, sumando metraje y, además, distrayendo de lo verdaderamente importante. Pero, en general, el director va al grano con lo que nos interesa: ver a Hopkins en acción.
(Continúa en el SPOILER sin desvelar nada)
La película, siendo sincero, cumple lo que promete. El problema es que no va más allá. Tiene una trama interesante, mantiene al espectador en una tensión casi constante y ofrece momentos de terror demoníaco realmente buenos.
El protagonista del film, Colin O'Donoghue, para mí un auténtico desconocido, se cree su papel y logra una actuación muy aceptable. Se dan escenas concretas en las que el actor tiene que mostrar toda su habilidad, y ciertamente resulta convincente. Su compañera secundaria, Alice Braga (‘Soy Leyenda’) se pasea discretamente por la película aunque sin estorbar. Por último, y como gran estrella, contamos con Anthony Hopkins, que en esta ocasión es el segundo protagonista teniendo en cuenta el guión, porque lo cierto es que comparado con las demás actuaciones se convierte en el verdadero dueño de la cinta, pero de largo… Consigue que su personaje resulte intrigante, impactante y, lo más importante, creíble. Este hombre siempre borda sus interpretaciones, y ésta no es una excepción. En algunos momentos recuerda, bien por su mirada o por un gesto, a su personaje de ‘El silencio de los corderos’, el gran Hannibal Lecter, todo un mito del cine. De ahí viene, precisamente, el título de la crítica.
Un debate interesante es la forma en que el director, Mikael Hafström (‘1408’), ha decidido enfocar ciertos aspectos de la trama. Muchas opiniones señalan que la trama está enfocada a reforzar y apoyar la doctrina de la Iglesia, y por tanto a confirmar la existencia del bien –Dios- y el mal –el diablo-. Creo que en parte es cierto, pero no debemos olvidar que estamos observando una historia –basada en hechos reales, por cierto- desde el punto de vista de un cura. Por ende, un enfoque diferente hubiese resultado incluso extraño para la película. Aunque uno no sea religioso –mi caso- debe aceptar esto como parte de la trama, sin darle mayor importancia.
Por otra parte, a lo largo de la cinta vemos historias secundarias –la niñez del cura, la periodista…- que tratan de enriquecer el argumento principal, aunque alguna de ellas es innecesaria y sólo ralentiza el ritmo, sumando metraje y, además, distrayendo de lo verdaderamente importante. Pero, en general, el director va al grano con lo que nos interesa: ver a Hopkins en acción.
(Continúa en el SPOILER sin desvelar nada)
[Leer más +]
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me toques el pito, que me irrito
20 de junio de 2011
Sí, sí, no es coña. A los hombres siempre nos ha gustado que nos toquen el pito, por supuesto. Pero cuidado: según quién y según cuando. Y eso significa —en términos cinematográficos— que cada vez que viene el enteradillo de turno y quiere volver a tocarte el susodicho con el tema de los exorcismos muy pero que muy bien lo tiene que hacer para que tan gallardo miembro decida erguirse como mandan los cánones. Algo que, sin lugar a dudas, no termina de lograr “El rito”. Al menos, en mi caso. Y no sólo porque considere que no existe, ni existirá jamás, ninguna peli al respecto que supere a “El exorcista” de Friedkin, no. El problema, a priori, es que contemplar un exorcismo en pantalla como Dios manda debería provocar auténtico pavor. Y “El rito”, en cambio, tan sólo consigue despertar, a lo sumo, una leve inquietud. Un bagaje a todas luces insuficiente cuando estamos hablando de una peli, ojito al dato, cuyo elemento esencial se refiere —o debería referirse, vamos— a los más ignotos y escalofriantes entresijos de tan tremebundo ritual.
Cinco compasivas estrellitas, pues, para una peli excesivamente tibia y apocada que sólo salva su triste y encogida alma pecadora gracias a la soberbia interpretación de Anthony Hopkins y a un sobrio y elegante diseño de producción que, por lo menos, te permite verla sin que se te caiga el alma a los pies. Como vulgarmente se dice, es lo que hay. Y gracias.
Cinco compasivas estrellitas, pues, para una peli excesivamente tibia y apocada que sólo salva su triste y encogida alma pecadora gracias a la soberbia interpretación de Anthony Hopkins y a un sobrio y elegante diseño de producción que, por lo menos, te permite verla sin que se te caiga el alma a los pies. Como vulgarmente se dice, es lo que hay. Y gracias.
[Leer más +]
30 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un rito evangelizador
4 de mayo de 2012
El cine de evasión ha sido testigo de una larga lista de producciones que aborda el tema de los exorcismos y son muy pocas las que han tenido algún grado de éxito. En este contexto aparece "El Rito" de Mikael Hafström, una obra que se deja ver y no aburre. Sin embargo, dista mucho de ser una buena película.
Considero que su mayor flaqueza es contar con una trama forzada e inconsistente, en la que cuesta entender las motivaciones del protagonista. Son bastante forzadas las razones por las que decide abrazar el sacerdocio o viajar a Roma, por citar un par de ejemplos. Tampoco entendí la existencia del personaje femenino. Es poco y nada lo que aporta a la historia. Me parece que su presencia obedece únicamente a fines comerciales.
Asimismo, la cinta recurre a elementos estrujados hasta la saciedad por el género (poseídos hablando en lenguas extranjeras, profiriendo insultos de connotación sexual, convulsionando, etc.), a pesar de que en un primer momento intente desmarcarse de sus antecesoras, haciendo alusión a "El Exorcista" de William Friedkin.
Por otra parte, es muy probable que "El Rito" decepcione a quienes estén buscando una película de terror. Yo diría que se preocupa más de evangelizar que de asustar. A grandes rasgos, sostiene que la fe cristiana es la única vía para combatir el mal, personificado en el Diablo. "No creer en él no nos salvará". No hace falta leer entre líneas para darse cuenta del tenor del mensaje. En la "santa sede" deben estar muy agradecidos.
Dentro de lo positivo, destaco las actuaciones de Sir Anthony Hopkins y Marta Gastini, además de las hermosas locaciones que se utilizaron en Roma y Budapest. Pero no alcanza para sostener una película bastante floja.
Considero que su mayor flaqueza es contar con una trama forzada e inconsistente, en la que cuesta entender las motivaciones del protagonista. Son bastante forzadas las razones por las que decide abrazar el sacerdocio o viajar a Roma, por citar un par de ejemplos. Tampoco entendí la existencia del personaje femenino. Es poco y nada lo que aporta a la historia. Me parece que su presencia obedece únicamente a fines comerciales.
Asimismo, la cinta recurre a elementos estrujados hasta la saciedad por el género (poseídos hablando en lenguas extranjeras, profiriendo insultos de connotación sexual, convulsionando, etc.), a pesar de que en un primer momento intente desmarcarse de sus antecesoras, haciendo alusión a "El Exorcista" de William Friedkin.
Por otra parte, es muy probable que "El Rito" decepcione a quienes estén buscando una película de terror. Yo diría que se preocupa más de evangelizar que de asustar. A grandes rasgos, sostiene que la fe cristiana es la única vía para combatir el mal, personificado en el Diablo. "No creer en él no nos salvará". No hace falta leer entre líneas para darse cuenta del tenor del mensaje. En la "santa sede" deben estar muy agradecidos.
Dentro de lo positivo, destaco las actuaciones de Sir Anthony Hopkins y Marta Gastini, además de las hermosas locaciones que se utilizaron en Roma y Budapest. Pero no alcanza para sostener una película bastante floja.
[Leer más +]
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Moraleja: Para espantar al diablo hay que creer en él
24 de febrero de 2011
Partiendo de la base de que es casi imposible hacer una película sobre exorcismos
sin tomar elementos de la primera: “El exorcista,” allá por el 73, diré que en este caso
ha sido “saqueada” pero sin lograr ese clima tan denso y especial, de un terror casi místico de aquella obra maestra dirigida por William Friedkin, sobre un guión escrito por Williams Peter Blaty con Linda Blair y Max Von Sidou.
De todos modos el producto final de “El Rito”es aceptable y logra entretener, aunque el miedo brilla por su ausencia. Tiene buenos momentos pero la creatividad no alcanzó y tuvieron que echar mano de un maestro como Anthony Hopkins en el protagónico para salvar las papas.
Me gustó por que no abusan de los efectos especiales, haciéndola mas creíble.
Me gustaron las reflexiones sobre la fe y por dejar también ventanitas abiertas
invitando a dudar y usar la razón donde cada uno puede valorar de acuerdo a su
sentir si el diablo es un ente separado y acecha constantemente, o viéndolo de otro modo, es un producto de nuestros errores y el odio que habita en cada corazón humano.
sin tomar elementos de la primera: “El exorcista,” allá por el 73, diré que en este caso
ha sido “saqueada” pero sin lograr ese clima tan denso y especial, de un terror casi místico de aquella obra maestra dirigida por William Friedkin, sobre un guión escrito por Williams Peter Blaty con Linda Blair y Max Von Sidou.
De todos modos el producto final de “El Rito”es aceptable y logra entretener, aunque el miedo brilla por su ausencia. Tiene buenos momentos pero la creatividad no alcanzó y tuvieron que echar mano de un maestro como Anthony Hopkins en el protagónico para salvar las papas.
Me gustó por que no abusan de los efectos especiales, haciéndola mas creíble.
Me gustaron las reflexiones sobre la fe y por dejar también ventanitas abiertas
invitando a dudar y usar la razón donde cada uno puede valorar de acuerdo a su
sentir si el diablo es un ente separado y acecha constantemente, o viéndolo de otro modo, es un producto de nuestros errores y el odio que habita en cada corazón humano.
[Leer más +]
22 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Unas cuantas verdades
22 de septiembre de 2011
Podría relacionarla con El exorcista, pero saldría perdiendo por goleada. Es más, podría analizarla como el hijo pródigo de un director sin más que ofrecer y terminaría como el bastardo nunca querido por los espectadores (desconozco la opinión del dire al respecto de su peli). El rito tiene, en su eterno y nunca concretado prólogo, mucho para ofrecer. El problema es que se queda dando manotazos de ahogado como un viejo inútil que ya no tiene más nada para dar.
Basta de tanta metáfora, vamos al grano: El rito es una peli histérica, promete, que digo promete, de antemano propone mucho pero nunca se sale del molde establecido; un bomboncito con envoltorio dorado que no se deja comer pero que se florea con mucha palabrería nunca llevada a los papeles. Me aburrí de sus métodos retóricos para engalanarme, detrás sólo hay un montoncito de escenas tímidas que llevan a la nada. Ñoñadas de ocasión que "sugieren" la presencia del mal, y en ese aspecto me quedo con la opinión del sacerdote escéptico: parecen psicóticos, no gente realmente poseída. La sugerencia como método formal puede ser sinónimo de sutileza: en esta peli es sinónimo de vacío de fondo.
A la trama: secuencias de exorcismos sobre perfiles de supuestas víctimas mal perfiladas, puesto que sus caracteres rozan no el absurdo, sería muy sutil. No, aquí los delineamientos esconden displicencia a la hora de escribir el guión. Ni Hopkins puede salvarse del naufragio por adelantado que supone El rito.
El bendito demonio detrás de todo ésto. ¿Realmente sintieron la presencia del mal sosteniendo este thriller? Se le llama atmósfera y jamás se desprende de lo netamente enciclopédico: como un Boy Scout enumerando sus deberes, amenazando con una navaja de bolsillo y diciendo "acérquense". Pero él nunca se mueve de su sitio.
Por último, una observación pertinente: lo que suelen decir las mujeres poseídas, no solo en esta peli sino en la mayor parte de las obras sobre exorcismos. "Méteme la polla" o "quiero que me hundas tu enorme polla en el coño". La idea es que suene tremendo, transgresor, las palabras de una ruptura, un quiebre puro y duro salido de la voz de un ser del más allá...y en realidad suenan a un discurso panfletario lleno de mojigateria cristiana, directamente apoyado en la noción del pecado que mantiene la iglesia. Yo esperaría algo realmente chocante si viene del diablo, no unas palabritas que solo esconden moralina barata. Como, siguiendo con las metáforas, la histeria de unas chicas reprimidas entrando a la pubertad que de pronto se rebelan contra sus propios miedos.
Basta de tanta metáfora, vamos al grano: El rito es una peli histérica, promete, que digo promete, de antemano propone mucho pero nunca se sale del molde establecido; un bomboncito con envoltorio dorado que no se deja comer pero que se florea con mucha palabrería nunca llevada a los papeles. Me aburrí de sus métodos retóricos para engalanarme, detrás sólo hay un montoncito de escenas tímidas que llevan a la nada. Ñoñadas de ocasión que "sugieren" la presencia del mal, y en ese aspecto me quedo con la opinión del sacerdote escéptico: parecen psicóticos, no gente realmente poseída. La sugerencia como método formal puede ser sinónimo de sutileza: en esta peli es sinónimo de vacío de fondo.
A la trama: secuencias de exorcismos sobre perfiles de supuestas víctimas mal perfiladas, puesto que sus caracteres rozan no el absurdo, sería muy sutil. No, aquí los delineamientos esconden displicencia a la hora de escribir el guión. Ni Hopkins puede salvarse del naufragio por adelantado que supone El rito.
El bendito demonio detrás de todo ésto. ¿Realmente sintieron la presencia del mal sosteniendo este thriller? Se le llama atmósfera y jamás se desprende de lo netamente enciclopédico: como un Boy Scout enumerando sus deberes, amenazando con una navaja de bolsillo y diciendo "acérquense". Pero él nunca se mueve de su sitio.
Por último, una observación pertinente: lo que suelen decir las mujeres poseídas, no solo en esta peli sino en la mayor parte de las obras sobre exorcismos. "Méteme la polla" o "quiero que me hundas tu enorme polla en el coño". La idea es que suene tremendo, transgresor, las palabras de una ruptura, un quiebre puro y duro salido de la voz de un ser del más allá...y en realidad suenan a un discurso panfletario lleno de mojigateria cristiana, directamente apoyado en la noción del pecado que mantiene la iglesia. Yo esperaría algo realmente chocante si viene del diablo, no unas palabritas que solo esconden moralina barata. Como, siguiendo con las metáforas, la histeria de unas chicas reprimidas entrando a la pubertad que de pronto se rebelan contra sus propios miedos.
[Leer más +]
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con las Cosas de Dios y el Diablo no se juega….
25 de febrero de 2011
Pocos actores hay con la capacidad y carisma de podernos expresar mil cosas con su forma de hablar, pocos actores hay en el mundo de estremecernos con su voz, con su manera de hablar, hay pocos muy pocos con esa capacidad celestial de manejar su cuerpo hasta el último impulso de la expresividad, y sin dudas Anthony Hopkins es uno de esos pocos, prueba de todo esto que describo anteriormente está en su nueva película “The Rite”, en donde encarna un viejo sacerdote que es invadido por un espíritu demoniaco.
Cuando hablamos de películas de exorcismos es inevitable no recordar y hacer referencia a la Exorcista de Friedkin (1973), para muchos y me incluyo la mejor película de terror de todos los tiempos, la más visceral y traumante, y es imposible para cualquier producción después de ese clásico no querer copiar la buena formula que utilizaron en el 73, ahora hablando de la película en si “The Rite”, funciona a medias, no es terror es mas drama, los amantes del terror posiblemente solo sentirán un par de sustos, pero no se decepcionaran en lo absoluto con el sensacionalismo al rojo vivo que transpira el filme.
Lo repito The rite funciona como un producto entretenido, que gira sobre eje de lo que puede hacer o no Hopkins, y es que Hopkins se deshace en su personaje, lo disfruta con cada uno de sus poros y para uno como espectador y admirador de este actor es un deleite verlo así. De lo demás un poco de lo mismo que ya estamos hartos de ver, un guion mal estructurado y hasta con falta de sentido, una fotografía que si bien no es mala, no es explotada al máximo y una música y edición que parecen ser las mejores acompañantes de Hopkins para sacar a flote del filme. Junto con un par de escenas que destacan, si bien es cierto los últimos 20 minutos son exageradísimos, eso es lo que quiere ver la gente, el diablo en persona o mejor dicho el Diablo en Hopkins.
Al final como diversión palomitera funciona perfectamente, como un dato teológico creíble es una completa muestra estéril de la lucha interminable entre el bien y el mal, con pocos a casi ningún aporte al género, pero que vale la pena ver sobre todo por dos grandes palabras ANTHONY HOPKINS.
Cuando hablamos de películas de exorcismos es inevitable no recordar y hacer referencia a la Exorcista de Friedkin (1973), para muchos y me incluyo la mejor película de terror de todos los tiempos, la más visceral y traumante, y es imposible para cualquier producción después de ese clásico no querer copiar la buena formula que utilizaron en el 73, ahora hablando de la película en si “The Rite”, funciona a medias, no es terror es mas drama, los amantes del terror posiblemente solo sentirán un par de sustos, pero no se decepcionaran en lo absoluto con el sensacionalismo al rojo vivo que transpira el filme.
Lo repito The rite funciona como un producto entretenido, que gira sobre eje de lo que puede hacer o no Hopkins, y es que Hopkins se deshace en su personaje, lo disfruta con cada uno de sus poros y para uno como espectador y admirador de este actor es un deleite verlo así. De lo demás un poco de lo mismo que ya estamos hartos de ver, un guion mal estructurado y hasta con falta de sentido, una fotografía que si bien no es mala, no es explotada al máximo y una música y edición que parecen ser las mejores acompañantes de Hopkins para sacar a flote del filme. Junto con un par de escenas que destacan, si bien es cierto los últimos 20 minutos son exageradísimos, eso es lo que quiere ver la gente, el diablo en persona o mejor dicho el Diablo en Hopkins.
Al final como diversión palomitera funciona perfectamente, como un dato teológico creíble es una completa muestra estéril de la lucha interminable entre el bien y el mal, con pocos a casi ningún aporte al género, pero que vale la pena ver sobre todo por dos grandes palabras ANTHONY HOPKINS.
[Leer más +]
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Don Diablo se ha escapado
9 de octubre de 2012
Igual que TopGun provocó una oleada de alistamientos en las fuerzas aéreas americanas de jóvenes que querían ser Tom “Maverick” Cruise, es razonablemente probable que “El rito” habrá provocado una ola de vocaciones de jóvenes y no tan jóvenes deseosos de embarcarse en una cruzada contra el mismísimo Maligno. Sí, amigos, el Satanás, Lucifer, Belcebú…. el Demonio, para entendernos, anda suelto y deseando poseernos: niños, adultos, hombres, mujeres, guapos, feos, carniceros, políticos e incluso sacerdotes son potenciales víctimas del muy bribón. Pero no desesperemos: “El rito” nos presenta una faceta de la Iglesia alejada de las monjas ursulinas, los franciscanos mudos, los obispos cebones y los misioneros carne de cañón; una faceta semidesconocida que combate el abierta y directamente; un grupo de élite de estudiosos y activistas que se enfrentan a diario cara a cara contra el mal para cerrarle todas las puertas.
En parte documental, en parte biopic, en parte copia de “El exorcista”, en parte show y en parte propaganda, la película expone superficialmente varias facetas de lo que es la lucha hoy día entre la Iglesia y el Mal: una presentación del gremio de exorcistas como una mezcla entre pasado y presente, rituales y tecnología, como se produce el ingreso en ese grupo de exorcistas de élite colocándonos en la piel del protagonista joven, el modus operandi del demonio a través de un catálogo de posesiones y lo que es el día a día de un exorcista veterano, con sus momentos de tensión, de duda y de riesgo.
Lo mejor de la película es que parece basada en hechos reales y (subrayemos lo de “parece”) avalada por la Iglesia en lo que se refiere a la existencia de exorcismos, demonios y exorcistas… a pesar de que hace algún tiempo, el difunto Juan Pablo II se marcara unas sorprendentes declaraciones en el sentido de que el Diablo había sido derrotado (preguntado posteriormente, nunca llegó a mojarse sobre si se le había derrotado por goleada, por la mínima o si había jurado venganza). Se tenga más o menos fe en estos temas, nunca está de más conocer lo paranormal desde un punto de vista más serio que Anne Germain u Ocativo Acebes, y aunque desgraciadamente no se termine de tener claro cuánto en la película es riguroso y cuánto es espectáculo, la temática, las interpretaciones y la puesta en escena son suficientemente profesionales e interesantes.
En parte documental, en parte biopic, en parte copia de “El exorcista”, en parte show y en parte propaganda, la película expone superficialmente varias facetas de lo que es la lucha hoy día entre la Iglesia y el Mal: una presentación del gremio de exorcistas como una mezcla entre pasado y presente, rituales y tecnología, como se produce el ingreso en ese grupo de exorcistas de élite colocándonos en la piel del protagonista joven, el modus operandi del demonio a través de un catálogo de posesiones y lo que es el día a día de un exorcista veterano, con sus momentos de tensión, de duda y de riesgo.
Lo mejor de la película es que parece basada en hechos reales y (subrayemos lo de “parece”) avalada por la Iglesia en lo que se refiere a la existencia de exorcismos, demonios y exorcistas… a pesar de que hace algún tiempo, el difunto Juan Pablo II se marcara unas sorprendentes declaraciones en el sentido de que el Diablo había sido derrotado (preguntado posteriormente, nunca llegó a mojarse sobre si se le había derrotado por goleada, por la mínima o si había jurado venganza). Se tenga más o menos fe en estos temas, nunca está de más conocer lo paranormal desde un punto de vista más serio que Anne Germain u Ocativo Acebes, y aunque desgraciadamente no se termine de tener claro cuánto en la película es riguroso y cuánto es espectáculo, la temática, las interpretaciones y la puesta en escena son suficientemente profesionales e interesantes.
[Leer más +]
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
FE Y RAZÓN: UN DELICADO BALANCE
24 de febrero de 2011
Antes que nada quiero aclarar que el 10 que le otorgo a la cinta es netamente emocional, con el pertinente comentario que emocional no necesariamente significa irracional. A final de cuentas lo que busco en una película es que mueva algo dentro de mí. De sobra se sabe que el cine al igual que el resto de las artes es subjetivo aunque tenga cualidades y características perfectamente evaluables que los expertos en la materia bien pueden definir y medir. Pero yo no soy un experto en cinematografía así que hablaré por mí entonces. La eterna pugna de la fe y la razón, tema tan manido como antiguo. Ya lo decía muy bien Galileo Galilei: “No me siento obligado a creer que el mismo Dios que nos ha dotado de sentidos, razón e intelecto nos ha destinado a renunciar a su uso.” De sobra es conocido su conflicto con la Iglesia por su postura, y es que la fe y la razón están en tan delicado balance como el pH del organismo humano: si éste no estuviera en perfecto equilibrio sencillamente las reacciones bioquímicas necesarias para sostener lo que conocemos como vida no se darían. Así es con la fe y la razón, ambas son necesarias para la vida: la fe es el conocimiento del significado de la vida, la razón es su aplicación, pues como seres pensantes tenemos ese don y privilegio. A veces a este perfecto equilibrio se le llama “sentido común”, que muchas veces es el menos común de los sentidos.
La película nos muestra precisamente esa pugna. Para algunos incluso podría parecer una especie de panfleto publicitario para reclutar desesperadamente nuevos fieles. Se menciona por allí en una de las críticas de que la película comete el supremo pecado de hacer que el diablo sea aburrido. Sinceramente yo no lo veo así, y es que hay que aclarar que no se trata de una película de terror per se, sino que es más bien un intenso drama con los elementos de terror necesarios para la narración de la historia de un tema tan escabroso. Quien busque la típica peli de terror con sobresaltos (que también tiene uno que otro) cada 2 minutos pues mejor que se ahorre la entrada. La dirección de la cinta es sencilla, sin muchas pretensiones y va directo al grano, además de contar con buenas actuaciones, y aunque la historia recae en un muy buen y hasta ahora para mí desconocido Colin O'Donoghue, es Antony Hopkins quien sostiene perfectamente el proyecto recordando en algunas ocasiones a ese personaje que nunca se podrá quitar de encima por el resto de su vida, el Dr. Hannibal Lecter. Características técnicas de la película bastante comedidas en cuanto a música y fotografía, aún con bonitas locaciones. SIGUE SIN SPOILERS...
La película nos muestra precisamente esa pugna. Para algunos incluso podría parecer una especie de panfleto publicitario para reclutar desesperadamente nuevos fieles. Se menciona por allí en una de las críticas de que la película comete el supremo pecado de hacer que el diablo sea aburrido. Sinceramente yo no lo veo así, y es que hay que aclarar que no se trata de una película de terror per se, sino que es más bien un intenso drama con los elementos de terror necesarios para la narración de la historia de un tema tan escabroso. Quien busque la típica peli de terror con sobresaltos (que también tiene uno que otro) cada 2 minutos pues mejor que se ahorre la entrada. La dirección de la cinta es sencilla, sin muchas pretensiones y va directo al grano, además de contar con buenas actuaciones, y aunque la historia recae en un muy buen y hasta ahora para mí desconocido Colin O'Donoghue, es Antony Hopkins quien sostiene perfectamente el proyecto recordando en algunas ocasiones a ese personaje que nunca se podrá quitar de encima por el resto de su vida, el Dr. Hannibal Lecter. Características técnicas de la película bastante comedidas en cuanto a música y fotografía, aún con bonitas locaciones. SIGUE SIN SPOILERS...
[Leer más +]
19 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aburrida, soporífera hasta decir basta
25 de junio de 2011
Me dispuse a ver esta película pensando que me iba a dar muchísimo miedo, pero finalmente me di cuenta de que estaba completamente equivocada. ¿Cómo es posible que no dé absolutamente ni un mínimo de inquietud? ¿Por qué aburre tantísimo? ¿Por qué parecen todos actores de segunda incluyendo el maravilloso Anthony Hopkins?...
Una película completamente desesperante, no sé si es que la temática está demasiado trillada, no la han sabido llevar, errores de cásting vaya usted a saber qué, pero es un film completamente fallido, no funciona en ningún momento.
No la recomiendo, a no ser que quieran dormir una buena siesta.
Mi nota: 0.56
Una película completamente desesperante, no sé si es que la temática está demasiado trillada, no la han sabido llevar, errores de cásting vaya usted a saber qué, pero es un film completamente fallido, no funciona en ningún momento.
No la recomiendo, a no ser que quieran dormir una buena siesta.
Mi nota: 0.56
[Leer más +]
19 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿PODEMOS HALLAR NUESTRO CAMINO, ATRAVESANDO LA SENDA TRAZADA POR OTRO"
30 de mayo de 2019
La vi hace unos años, y recuerdo que no me había gustado demasiado. Hoy, cuando mis circunstancias son otras, he vuelto a revisarla, y sigo pensando en su mediocre resultado, pese a la magnífica actuación de Anthony Hopkins.
Se extiende innecesariamente, exaltando el morbo de los exorcismos que a mi, particularmente, me dicen poco.
Colin O´Donoghue se desliza por la película cumpliendo su cometido sin brillantez, circunspecto y prudente. Un escueto aprendizaje final, sobre la importancia de asumir las riendas.
Se extiende innecesariamente, exaltando el morbo de los exorcismos que a mi, particularmente, me dicen poco.
Colin O´Donoghue se desliza por la película cumpliendo su cometido sin brillantez, circunspecto y prudente. Un escueto aprendizaje final, sobre la importancia de asumir las riendas.
[Leer más +]
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El nume-rito.
7 de abril de 2012
Por lo que se ve las pelis de demonios, posesiones y exorcismos no terminan de pillar ese virtuoso término medio que tan saludable sería entre la exageración convulsa de "El exorcista" y la insulsez extrema de, por ejemplo "Requiem, el exorcismo de Micaela". En "El rito" la cosa empieza más o menos bien, con cierta contención, como intentando distinguirse un poco de la masa, pero a mitad de camino ya se le va la pinza, se nos tuerce y empiezan los saltos, las contorsiones, las voces de ultratumba y toda la parafernalia que ya conocemos tan bien los aficionados al género.
Eso sí, la vida evoluciona y los exorcismos también. Por ejemplo, aquí en mitad del ritual, el cura recibe una llamada por el móvil y se aparta discretamente para atenderla. Queda como muy profesional, como si está uno en una reunión y le llaman y se disculpa para salir un momento. Esto en un exorcismo puede llamarnos un poco la atención, no? Bueno, pues aquí se ve de lo más natural. Y mientras el sacerdote titular está atendiendo su llamada, el otro cura joven que le acompaña, vamos, para entendernos, el exorcista becario, continúa con los rezos y las imprecaciones al demonio. Como en cualquier otra empresa o actividad laboral. Es, podríamos decir, la normalización del exorcismo como modo de ganarse honradamente la vida.
Por lo demás, un poco más de lo de siempre. Un demonio un tanto chusco que se dedica a provocar a los curas con las mismas gilipolleces de toda la vida, que si tu padre, que si tu madre, que si tú lo que quieres es follarte a periquita... en fin, el típico demonio de patio de colegio. Me pregunto cómo es posible que a estas alturas los demonios no tengan un poco más elaborado el tema de la provocación, con un listado más serio y más adulto, como más evolucionado. Y ya con lo que flipo es con que los exorcistas sigan, después de haber visto taaaaantas pelis, dejándose cabrear tan fácilmente con argumentos tan pueriles y tabernarios. Hombre, por dios, un poco de preparación! Hay que mentalizarse para tratar con un demonio, no se puede ir como al bar de la esquina, dispuesto a encabronarse por cualquier capullez.
En fin, la verdad es que no sé cómo Anthony Hopkins, que es un señor que podría vivir tan ricamente de sus ahorros tras una fructífera y feliz carrera, se presta a este tipo de proyectos llamémosles "frikis". Qué necesidad tendrá este hombre de dejar para la posteridad recuerdos tan lamentables como éste? Es algo que se me escapa, la verdad. Lo hará por vicio?
Eso sí, la vida evoluciona y los exorcismos también. Por ejemplo, aquí en mitad del ritual, el cura recibe una llamada por el móvil y se aparta discretamente para atenderla. Queda como muy profesional, como si está uno en una reunión y le llaman y se disculpa para salir un momento. Esto en un exorcismo puede llamarnos un poco la atención, no? Bueno, pues aquí se ve de lo más natural. Y mientras el sacerdote titular está atendiendo su llamada, el otro cura joven que le acompaña, vamos, para entendernos, el exorcista becario, continúa con los rezos y las imprecaciones al demonio. Como en cualquier otra empresa o actividad laboral. Es, podríamos decir, la normalización del exorcismo como modo de ganarse honradamente la vida.
Por lo demás, un poco más de lo de siempre. Un demonio un tanto chusco que se dedica a provocar a los curas con las mismas gilipolleces de toda la vida, que si tu padre, que si tu madre, que si tú lo que quieres es follarte a periquita... en fin, el típico demonio de patio de colegio. Me pregunto cómo es posible que a estas alturas los demonios no tengan un poco más elaborado el tema de la provocación, con un listado más serio y más adulto, como más evolucionado. Y ya con lo que flipo es con que los exorcistas sigan, después de haber visto taaaaantas pelis, dejándose cabrear tan fácilmente con argumentos tan pueriles y tabernarios. Hombre, por dios, un poco de preparación! Hay que mentalizarse para tratar con un demonio, no se puede ir como al bar de la esquina, dispuesto a encabronarse por cualquier capullez.
En fin, la verdad es que no sé cómo Anthony Hopkins, que es un señor que podría vivir tan ricamente de sus ahorros tras una fructífera y feliz carrera, se presta a este tipo de proyectos llamémosles "frikis". Qué necesidad tendrá este hombre de dejar para la posteridad recuerdos tan lamentables como éste? Es algo que se me escapa, la verdad. Lo hará por vicio?
[Leer más +]
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si no se puede hacer nada nuevo, hagamos algo REAL
31 de marzo de 2011
Poco o nada se puede hacer ya del cine de terror y suspenso relacionado con exorcismos, ya lo hemos visto todo. Ya no hay final que sorprenda. ¿Entonces que queda por hacer? REALIDAD. Si, historias que parezcan reales y el Rito es buen ejemplo de ese acertando intento.
No existe mejor antagonista que el mismo personaje principal. O sea, que no hay nada mejor en una película que ver al protagonista luchando consigo mismo, y por que no?, con alguna otra fuerza sobrenatural que lo obligue a creer en si mismo y de paso a creer en Dios.
Michael, el protagonista, cuenta, desde luego, con un sabio amigo (quien es lo verdaderamente interesante de la película) y una linda chica que lo acompaña en su proceso de autoaceptación. Él es un joven con oportunidad de ir a la universidad que vivía con su padre de un negocio funerario. Por alguna fuerza extraña decide presentarse al seminario sacerdotal. En tal sitio ven algo diferente en él, y dada la poca oferta de exorcistas que hay, lo llevan directamente a Roma, creen que el puede ser uno de los mejores, aun cuando ni siquiera sabe si quiere ser cura o no. En Roma inicia toda su travesía (su búsqueda espiritual), conoce a la chica y a Anthony Hopkins, el gran salvador de la película, es increíble ver como este hombre puede representar todo el suspenso, el misterio, la gracia y bondad de un personaje en una sola película…
La recomiendo ampliamente, porque aunque no pase a ser un clásico, es una película que no defrauda, que te deja un buen sabor de boca...
No existe mejor antagonista que el mismo personaje principal. O sea, que no hay nada mejor en una película que ver al protagonista luchando consigo mismo, y por que no?, con alguna otra fuerza sobrenatural que lo obligue a creer en si mismo y de paso a creer en Dios.
Michael, el protagonista, cuenta, desde luego, con un sabio amigo (quien es lo verdaderamente interesante de la película) y una linda chica que lo acompaña en su proceso de autoaceptación. Él es un joven con oportunidad de ir a la universidad que vivía con su padre de un negocio funerario. Por alguna fuerza extraña decide presentarse al seminario sacerdotal. En tal sitio ven algo diferente en él, y dada la poca oferta de exorcistas que hay, lo llevan directamente a Roma, creen que el puede ser uno de los mejores, aun cuando ni siquiera sabe si quiere ser cura o no. En Roma inicia toda su travesía (su búsqueda espiritual), conoce a la chica y a Anthony Hopkins, el gran salvador de la película, es increíble ver como este hombre puede representar todo el suspenso, el misterio, la gracia y bondad de un personaje en una sola película…
La recomiendo ampliamente, porque aunque no pase a ser un clásico, es una película que no defrauda, que te deja un buen sabor de boca...
[Leer más +]
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La eterna lucha en la Ciudad Eterna
19 de marzo de 2011
He de reconocer que las películas con tramas pseudo-teológicas, de la eterna lucha del bien y del mal siempre me han atraído especialmente.
En esta ocasión esta "lucha" se desarrolla en la ciudad eterna: Roma que es como un personaje más. La película juega constantemente entre la delgada línea que separa la ciencia de la psique humana y el plano sobrenatural de las posesiones diabólicas.
Siendo pretenciosos, se podría comparar con El Quijote en el sentido en que se van desarrollando los dos personajes principales.
La fotografía de la película es impecable, destacando la ambientación tan contrastada entre la "luz" que se refleja en la película con El Vaticano de protagonista, donde todo aparece iluminado e impoluto y la Roma tibertina más pobre y oscura que es donde se desarrollan los episodios de los endemoniados.
El director ha sabido jugar excepcionalmente con este juego: luz y oscuridad, locura y raciocinio. Todo ello acompañado de la excepcional labor del siempre infalible Hopkings, que vuelve a tomar las riendas de la película pese a ser el personaje secundario de la misma.
La película además lo adereza todo con unos endemoniados bastante creíbles y lejos de lo estrambótico. No hay poseídos levitando, ni giros de cabeza de 360º. Es por eso que la película no asusta, al menos no en el sentido estricto de la palabra, busca quedarse ahí detrás, en el subconsciente de cada uno, intentando darnos algo en lo que pensar.
Y creo que lo consigue...
En esta ocasión esta "lucha" se desarrolla en la ciudad eterna: Roma que es como un personaje más. La película juega constantemente entre la delgada línea que separa la ciencia de la psique humana y el plano sobrenatural de las posesiones diabólicas.
Siendo pretenciosos, se podría comparar con El Quijote en el sentido en que se van desarrollando los dos personajes principales.
La fotografía de la película es impecable, destacando la ambientación tan contrastada entre la "luz" que se refleja en la película con El Vaticano de protagonista, donde todo aparece iluminado e impoluto y la Roma tibertina más pobre y oscura que es donde se desarrollan los episodios de los endemoniados.
El director ha sabido jugar excepcionalmente con este juego: luz y oscuridad, locura y raciocinio. Todo ello acompañado de la excepcional labor del siempre infalible Hopkings, que vuelve a tomar las riendas de la película pese a ser el personaje secundario de la misma.
La película además lo adereza todo con unos endemoniados bastante creíbles y lejos de lo estrambótico. No hay poseídos levitando, ni giros de cabeza de 360º. Es por eso que la película no asusta, al menos no en el sentido estricto de la palabra, busca quedarse ahí detrás, en el subconsciente de cada uno, intentando darnos algo en lo que pensar.
Y creo que lo consigue...
[Leer más +]
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acertada
19 de marzo de 2011
Las películas que encaran esta temática con "seriedad", por basarse en hechos verídicos en su mayoría, tienen a mi modo de ver un nivel superior al cine de terror convencional, donde los golpes de efecto tienen la intención de hacer sobresaltar al espectador de la butaca, y toda la batería de situaciones que puedan crearse para mostrar la lucha del Bien contra el Mal (pongo ambos en mayúscula porque a ambos le tengo mucho respeto). Creo que para los que esperaban efectos especiales más espeluznantes el padre Lucas lo dice claramente antes de mostrarle al padre Kovac una de sus prácticas de expulsar demonios: "acá no va a haber sopa de arvejas ni inversión de cabezas"..automáticamente de acordé de El Exorcista ( para mí la mejor película de terror de todos los tiempos), y supongo que dió la pauta que iba a ser más sobria en cuanto a esos efectos, pero creo que no menos meritoria ya que la temática apunta hacia el mismo lugar: La falta de Fé.
[Leer más +]
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película de suspense pero sin sobresaltos
20 de marzo de 2011
Si queréis ver una película entretenida, que te tiene en vilo y que está interesante esta es la vuestra. No es una película de terror ni de miedo, simplemente es una peli de suspense. Voy a comentaros cuando empieza la acción, para que os metáis dentro del argumento, he de decir que trata de un estudiante de teología (seminarista) que su fé no es muy apropiada puesto que se metió en dicho oficio para no trabajar como embalsamador de cadáveres, puesto que en su familia sólo se barajan dichos trabajos.
Su estrategia era muy simple, pasar allí 4 años y abandonar el seminario en el último año, pero su sorpresa es que cuando decide abandonar le comentan que si abandona antes deberá abonar todos los gastos que ha ocasionado. A falta de dinero, decide hacer un trato con el hermano mayor del seminario: Hacer un curso de 2 meses en Roma e intentar ser exorcista durante un año en su ciudad.
Desmoralizado, el protagonista viaja a Roma para tirar por tierra todos los argumentos dados por los profesores (sacerdotes) en dicho curso. Los curas, al ver que no podían llevarlo por buen camino y que su falta de fé podría generar conflictos al resto de estudiantes deciden enviarlo a dar clases practicas con un sacerdote jesuita (Anthony Hopkins).
Justo cuando más desmoralizado y más ateo se encuentra el protagonista....comienza la acción de la película...
Su estrategia era muy simple, pasar allí 4 años y abandonar el seminario en el último año, pero su sorpresa es que cuando decide abandonar le comentan que si abandona antes deberá abonar todos los gastos que ha ocasionado. A falta de dinero, decide hacer un trato con el hermano mayor del seminario: Hacer un curso de 2 meses en Roma e intentar ser exorcista durante un año en su ciudad.
Desmoralizado, el protagonista viaja a Roma para tirar por tierra todos los argumentos dados por los profesores (sacerdotes) en dicho curso. Los curas, al ver que no podían llevarlo por buen camino y que su falta de fé podría generar conflictos al resto de estudiantes deciden enviarlo a dar clases practicas con un sacerdote jesuita (Anthony Hopkins).
Justo cuando más desmoralizado y más ateo se encuentra el protagonista....comienza la acción de la película...
[Leer más +]
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿De verdad necesitabas hacer esta peli, Anthony de mi alma?
28 de julio de 2011
Uno de esos tristes ejemplos que de vez en cuando ocurren en los que director y estrella de Hollywood se ponen al servicio de la productora, y acaban realizando un producto bien masticadito para el público palomitero pero sin profundidad alguna. Un de esos trabajos "alimenticios", como llaman.
Y es que ver al gran Hopkins metido en la piel de este cura experto en exorcismos que intenta enseñar a un pupilo bien agnóstico da hasta un poco de grima. Él, que ha sido uno de los villanos más aterradores de la historia del cine, se ve abocado en un film bastante tibio, sin mucha intriga y menos sustos, donde hasta se tiene que poner al servicio del maquillaje en el tramo final. Aún así, hasta este Hopkins desganado esta muy por encima del resto del elenco. Al fin y al cabo la pelcíula está diseñada para su (des)lucimiento.
Y es que ver al gran Hopkins metido en la piel de este cura experto en exorcismos que intenta enseñar a un pupilo bien agnóstico da hasta un poco de grima. Él, que ha sido uno de los villanos más aterradores de la historia del cine, se ve abocado en un film bastante tibio, sin mucha intriga y menos sustos, donde hasta se tiene que poner al servicio del maquillaje en el tramo final. Aún así, hasta este Hopkins desganado esta muy por encima del resto del elenco. Al fin y al cabo la pelcíula está diseñada para su (des)lucimiento.
[Leer más +]
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El rito.
21 de febrero de 2011
Floja película del director de 1408, un buen film de terror, ni más ni menos.
La película en sí no es ambiciosa, la historia es simple, el viejo duelo entre ciencia y fe, que suscita en el personaje principal, Michael Kovak. Las interpretaciones son correctas, con unos 15 increíbles minutos de Anthony Hopkins sobre el final de la película.
La utilización del paisaje italiano y la ambientacién en la ciudad de Roma también son correctas, pero dan la sensación de que podrían haberse explotado más.
La fotografía y la música también son demasiado modestas, pero prácticas, sobre todo esta última.
Finalmente el gran fallo de la película es su pobre guión, sobre todo, los diálogos y la composición de los personajes, que llega a ser muy trillada, sobre todo los chistes que no tienen lugar ni justificación en la película, o ciertos aspectos de los personajes que no llegan a entenderse. E incluso el personaje de Angelina que no tiene justificación aparente en la película más que ser la "chica" de esta.
Como conclusión nos encontramos ante una película modesta, increíblemente holywoodense y que da la sensación de ser demasiado prefabricada.
A destacar, sólo la actuación del gran Anthony Hopkins.
La película en sí no es ambiciosa, la historia es simple, el viejo duelo entre ciencia y fe, que suscita en el personaje principal, Michael Kovak. Las interpretaciones son correctas, con unos 15 increíbles minutos de Anthony Hopkins sobre el final de la película.
La utilización del paisaje italiano y la ambientacién en la ciudad de Roma también son correctas, pero dan la sensación de que podrían haberse explotado más.
La fotografía y la música también son demasiado modestas, pero prácticas, sobre todo esta última.
Finalmente el gran fallo de la película es su pobre guión, sobre todo, los diálogos y la composición de los personajes, que llega a ser muy trillada, sobre todo los chistes que no tienen lugar ni justificación en la película, o ciertos aspectos de los personajes que no llegan a entenderse. E incluso el personaje de Angelina que no tiene justificación aparente en la película más que ser la "chica" de esta.
Como conclusión nos encontramos ante una película modesta, increíblemente holywoodense y que da la sensación de ser demasiado prefabricada.
A destacar, sólo la actuación del gran Anthony Hopkins.
[Leer más +]
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inesperada
18 de marzo de 2011
La película trata de narrar la historia de un joven y como acaba envuelto en el "rito".
No penséis que vais a ir a ver una cinta tipo el exorcista, ni que de mucho miedo o asco. Simplemente es para pasar el rato sin buscarle más explicación.
Si es cierto que te deja que pienses sobre Dios/Demonio, cielo/infierno y demás.
A mí no me ha disgustado, ni se me ha hecho larga, de hecho tiene un ritmo bastante aceptable, con un final que en parte esperas.
Como curiosidad decir que está basada en hechos reales, eso sí supongo que con algo de ornamentación
No penséis que vais a ir a ver una cinta tipo el exorcista, ni que de mucho miedo o asco. Simplemente es para pasar el rato sin buscarle más explicación.
Si es cierto que te deja que pienses sobre Dios/Demonio, cielo/infierno y demás.
A mí no me ha disgustado, ni se me ha hecho larga, de hecho tiene un ritmo bastante aceptable, con un final que en parte esperas.
Como curiosidad decir que está basada en hechos reales, eso sí supongo que con algo de ornamentación
[Leer más +]
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuestión de fe
18 de marzo de 2011
Como parece imprescindible a la hora de hablar de este tipo de filmes el recurrir en algún momento a 'El exorcista', cinta que todo sea dicho de paso a un servidor no le dice gran cosa por más que nunca negaré su merecido estatus de clásico, empiezo por aquí y así me lo quito de encima. De igual manera que en '2001' y 'La guerra de las galaxias' hay naves espaciales sin que la una tenga por qué parecerse a la otra, en 'El rito' nos encontramos con un aparente "parecido razonable" que no va más allá de los exorcismos y la presencia de la iglesia como defensa ante el maligno. Por lo demás, el 'El rito' ni es ni pretende ser 'El exorcista', aunque Sir Anthony Hopkins se permita un inevitable guiño/chiste en un momento dado.
Al igual que la lucha inmortal e impedecera entre el bien y el mal que impera en buena parte de cualquier historia y relato, como es el caso por más que su corazón dramático se suponga orbite en torno a la búsqueda de fe del protagonista, en 'El rito' nos encontramos con el tan a veces habitual problema del producto surgido de una industria: la lucha entre el propio producto y su comercialidad, y el difícil equilibrio que existe sobre lo que es bueno y lo que es vendible, que parece mentira que en no pocas ocasiones no coincidan. Así, la nueva película del interesante (y elegante) realizador Mikael Hafstrom es una cinta que oscila entre el bien, cuando enfila lo que debiera haber sido, y el mal, cuando se amolda a las exigencias de una campaña de promoción.
'El rito' podría haber sido una cinta del montón si no fuera por, entre otras cosas, las aportaciones de Mikael Hafstrom, cuya habilidad para crear momentos de calma tensa ya se disfrutó en ‘1408’, y cómo no de Sir Anthony Hoppkins encabezando su reparto, algo que demuestra que en ocasiones no es tanto lo que se cuenta sino quién lo cuenta, y que cuando se está en buenas manos uno puede, al menos, respirar tranquilo y dejarse llevar con algo de paz cristiana. En la eficaz puesta en escena del primero, alejada de modismos efectistas (que en todo caso surgen del posterior montaje) y con una clara intención atmosférica y narrativa, y la sobriedad y convicción del siempre apreciable Hopkins, un auténtico salvavidas para cualquier producción, la cinta encuentra dos apoyos fundamentales para que sus inconsistencias argumentales (el desdibujado personaje de Alice Braga) e imposiciones "industriales" (ahora viene el in crescendo musical y el susto, tranquilos…) sean perdonables tras el rezo de un par de avemarías, o así, una pequeña penitencia equiparable a lo fácil que se deja ver una producción a la que, no obstante, algún que otro minuto de menos le hubiera sentado divino.
Al igual que la lucha inmortal e impedecera entre el bien y el mal que impera en buena parte de cualquier historia y relato, como es el caso por más que su corazón dramático se suponga orbite en torno a la búsqueda de fe del protagonista, en 'El rito' nos encontramos con el tan a veces habitual problema del producto surgido de una industria: la lucha entre el propio producto y su comercialidad, y el difícil equilibrio que existe sobre lo que es bueno y lo que es vendible, que parece mentira que en no pocas ocasiones no coincidan. Así, la nueva película del interesante (y elegante) realizador Mikael Hafstrom es una cinta que oscila entre el bien, cuando enfila lo que debiera haber sido, y el mal, cuando se amolda a las exigencias de una campaña de promoción.
'El rito' podría haber sido una cinta del montón si no fuera por, entre otras cosas, las aportaciones de Mikael Hafstrom, cuya habilidad para crear momentos de calma tensa ya se disfrutó en ‘1408’, y cómo no de Sir Anthony Hoppkins encabezando su reparto, algo que demuestra que en ocasiones no es tanto lo que se cuenta sino quién lo cuenta, y que cuando se está en buenas manos uno puede, al menos, respirar tranquilo y dejarse llevar con algo de paz cristiana. En la eficaz puesta en escena del primero, alejada de modismos efectistas (que en todo caso surgen del posterior montaje) y con una clara intención atmosférica y narrativa, y la sobriedad y convicción del siempre apreciable Hopkins, un auténtico salvavidas para cualquier producción, la cinta encuentra dos apoyos fundamentales para que sus inconsistencias argumentales (el desdibujado personaje de Alice Braga) e imposiciones "industriales" (ahora viene el in crescendo musical y el susto, tranquilos…) sean perdonables tras el rezo de un par de avemarías, o así, una pequeña penitencia equiparable a lo fácil que se deja ver una producción a la que, no obstante, algún que otro minuto de menos le hubiera sentado divino.
[Leer más +]
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre