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27 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Historia de Melos
Ópera prima del realizador checo Jirí Menzel (Praga, 1938). El guión, de Bohumil Hrabal y Jirí Menzel, adapta la novela “Ostre sledované vlaky”/”Closely Observed Trains” (1965), de Bohumil Hrabal. Se rueda en escenarios naturales de la República Checa (Lodenice y estación ferroviaria de Lodenice). Obtiene (1967) el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Producida por Zdenek Oves y Carlo Ponti (productor ejecutivo no acreditado) para Filmové Studio Barrandow, se estrena el 18-XI-1966 (Praga).

La acción dramática tiene lugar en la localidad checa imaginaria de Kostomolaty en febrero de 1945, pocos meses antes de la finalización de la IIGM en Europa. Milos Hrma (Neckár) es un muchacho que alcanza la edad laboral y pasa a trabajar como aprendiz de controlador ferroviario en la estación de trenes de su localidad. Desciende una familia afamada por su afición a la indolencia y escasez de luces. El tatarabuelo del chico, tambor del ejército, quedó tonto a causa de una pedrada en la cabeza que le lanzaron unos chiquillos durante una batalla, el bisabuelo presumía de estar jubilado ante los trabajadores de una factoría que le mataron por envidia, su abuelo murió arrollado mientras quería detener la invasión de tanques rusos mediante hipnosis y su padre fue declarado no útil para el trabajo a raíz de haber lanzado de un tren en marcha al calderero de la locomotora de la que él era el conductor. Milos es ingenuo, holgazán, de complexión asténica y de pocas luces. Tiene la mirada franca y es tímido y sensible. Su modelo a imitar es Ladislav Hubricka (Somr), compañero de trabajo, cínico y lujurioso, que corteja a todas las chicas que se cruzan en su camino.

El film suma comedia, drama y guerra (IIGM). Contiene elementos de comedia, tragedia, farsa y sátira. Mezcla humor y erotismo, indolencia y patriotismo, distracción y deseo, realismo y absurdo. La combinación de estos elementos da como resultado una obra entretenida, graciosa y llena de encanto. La reiterada presencia de árboles intensamente floridos y la descripción del estado de la guerra en Europa sitúan la acción en febrero de 1945.

La narración se presenta construida de modo sencillo y directo, casi documentalista. Describe con complacencia la vida diaria en el interior de la estación ferroviaria. Añade hábiles toques sobre aspectos de la vida doméstica de los mismos, lo que le permite aportar detalles que confieren al relato un toque intimista, cálido, próximo y humano. A Max (Valenta), el jefe de la estación, se le sorprende mientras su mujer le hace las pruebas de corte de un nuevo uniforme y mientras da de comer a los palomos y limpia el palomar. Resulta entrañable ser rtestigos del primer beso de Milos y Masa (Bendoná), interrumpido por el silbido malicioso de Ladislav, el acceso de Milos a un burdel para darse un baño caliente, etc.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
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50 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
CUANDO EL HUMOR SE UNE A LOS TEMAS SEXUALES OBTIENE MUCHA SIMPATÍA
Existe un microrrelato titulado «EL EYACULADOR PRECOZ» que con pocas palabras describe lo que a veces es un problema entre un hombre y una mujer, por no entender ambos que la eyaculación precoz se trata de algo completamente biológico, normal y previsto por el diseño orgánico en el varón.

Pues bien, este es el microrrelato completo:

«EL EYACULADOR PRECOZ
Por más que la mujer se quejaba, él era un vivo ejemplo de naturalidad, naturaleza económica y orden natural.» (Fej Delvahe, 2007 ®©)

¿Por qué hago mención a este asunto? Porque el guión de la presente película hace de tal tema sexual un eje central de la narración y de la vida del protagonista.

No es de extrañar que sea una de las películas que más simpatías despierta entre los checos, pues no sólo es de un humor excelente sino que además es un humor que toca la importancia del sexo en la vida y lo hace con gran desparpajo, ironía y provocación, describiendo algunas escenas que todo el mundo entiende porque en el fondo son como un espejo donde cualquiera se mira, se ve y se comprende.

Además, "Trenes rigurosamente vigilados" es más: es una película sutilmente crítica en muchos sentidos; también se constituye en especie de memoria fílmica de una realidad histórica, profesional y sociológica en Europa central (concretamente Checoslovaquia) en la primera mitad del siglo XX.

Fej Delvahe
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43 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Trenes rigurosamente vigilados a lo largo de mi vida
Hace muchos años, en uno de esos cines llamados de arte y ensayo, vi Trenes rigurosamente vigilados. Me dejó una impresión tan buena (yo entonces sería poco más que un adolescente) que años después busqué el libro del mismo nombre, del escritor Bohumil Hrabal, en que se basaba la película. Eran 118 páginas deliciosas que capturaban esa impresión que recordaba. Ahora he vuelto a verla y no sólo no me ha defraudado sino que aún me ha gustado más.
Trenes... es una estupenda película en bello blanco y negro (en esta ocasión sí que el color hubiera quitado cierta magia a las imágenes) que narra de forma aparentemente liviana la historia de iniciación y despertar sexual de un joven en un contexto terrible, la ocupación nazi de Checoeslovaquia.
Desde la estación de trenes de un pequeño pueblo checo el aprendiz de ferroviario vive sus problemas juveniles con todo el dramatismo que le permiten las circunstancias, mientras por las vías pasan raudos los trenes "rigurosamente vigilados" de los alemanes; pasa la historia del momento trágico que le ha tocado vivir.
Y de una forma curiosamente entrañable, cómica a veces, se suceden hechos por lo demás terribles.
Destacaría la belleza de las imágenes del paso de los trenes a todo vapor por la pequeña estación con la figura endeble pero digna del ferroviario de turno en primer término; una lúcida imagen del arrollador paso de los acontecimientos por delante (y a veces por encima) del ser humano.
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20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
TIERNO HUMANISMO
Los personajes son memorables, de una gran sutileza. Están perfectamente creados e interpretados.
Este es uno de los mejores directores europeos. Tiene un lugar asegurado en la historia del séptimo arte. Y ésta es una de las mejores películas.
Jiri Menzel es un director que enlaza arte y técnica, ternura y crítica (denuncia), drama y comedia. Su mejor inspiración y agudeza la desarrolló en esta película y en "Mi dulce pueblecito", también de una humanidad candorosa.
También ha dirigido "Tijeretazos", que no se porque, no aparece en esta web.
Imprescindible.
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20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Eyaculation precox
Seguramente estamos ante la película más popular de la historia del cine checoslovaco. Esta obra narra la historia del joven vigilante de una pequeña estación ferroviaria que, bajo la sombra del nazismo, comienza su aprendizaje sentimental.

Un joven quiere ser vigilante de trenes para hacer el mínimo esfuerzo posible, como su padre, que se jubiló muy pronto al tirar al de la caldera a las vías del tren, en marcha; o como su abuelo, quien intentó parar a los tanques nazis con su poder mental. Pero lo que aprende siendo controlador es su ansia por las mujeres, y su preocpación por su virilidad y su "Eyaculation precox".

Jiri Menzel logró con esta cinta una mirada tierna y delicada acerca del despertar adolescente en medio de un contexto bélico.
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23 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Innisfree en Checoslovaquia
Una obra deliciosa, preciosa cinta que cautiva desde el comienzo, un comienzo con la presentación del joven protagonista es simplemente portentoso, digno del mejor Billy Wilder. El argumento entremezcla varias historias a cuál más tierna y conmovedora, siendo la principal la del despertar sexual del protagonista todo ello con el telón de fondo de la ocupación nazi en un entrañable pueblo checo, siendo el centro de toda la acción una estación de trenes y los personajes que en ella trabajan, contado en un tono de comedia a pesar de bombardeos, intentos de suicidio, etc... Los actores estan soberbios pero el jefe de estación y el conde estan especialmente bien. El final te descoloca ya que no lo esperas, esto no va en su detrimento pues hace que aún se te quede en la cabeza. En definitiva una gran película que roza la obra maestra.

P.D: Ya tengo otro lugar para soñar que vivo uno es Innisfree y ahora esta estación checa.
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18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Milos y la tradición dinamitada
Llego a Jirí Menzel, a través del Cineclub El Gallinero y de su última película: "Yo serví al rey de Inglaterra (2006)", y retrocedo cuarenta años (1966), cuando aquello se llamaba Checoslovaquia, para encontrarme a un primerizo joven (28 años) que con su primera película, Trenes rigurosamente vigilados, gana el oscar a la mejor película de habla no inglesa. Descubro que la proximidad de los temas tratados en ambas, la ironía, la tradición y la mirada tienen mucho que ver con el gran novelista checo Bohumil Hrabal, autor de muchas de las historias que ha llevado al cine Jirí Menzel y guionista incluso en esta de la que hablamos.

En la corta vida de Milos hay un objetivo claro y dos asignaturas pendientes: conseguir un trabajo en el que no se trabaje, capear filosóficamente la ocupación nazi y dejar satisfecha a la chica que quiere en su primera relación íntima. Los trenes del título son transportes especiales del ejército alemán, llegados, en mala hora y entre otras cosas, para fumigar la bendita indolencia tradicional de los guardagujas. Así nos lo cuenta el que posiblemente sea el mejor director checo, con un blanco y negro de documental que convierte las posibles carcajadas en resignadas sonrisas.
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
EL TREN SE VA
Uno de los films más populares en el inicio profesional de Menzel, cuarenta años antes de dirigir "Yo Serví al Rey de Inglaterra", película que le debe mucho a esta producción de 1966 si tenemos en cuenta las similitudes del holgazán Milos con el afortunado camarero Jan Dite. Los dos están acechados por los nazis pero viven con indiferencia la situación de su país y les importa un comino la guerra en Europa. Por otra parte merodean en los quehaceres del sexo aunque en este film en blanco y negro solo nos situamos ante una época, sin recurrir a "flash-backs" temporales.

Milos es guardaagujas y eyaculador precoz. Su principal problema es que su prometida Misa no lo acepta en dicha condición mientras hastiado contempla como sus compañeros de trabajo no tienen ningún problema en consumar sus conquistas en el despacho vacío del jefe de estación. Milos intentará suicidarse aunque la esperanza de liberarse también puede tener doble respuesta al poder doblegar las rígidas normas disciplinarias que se le han impuesto como empleado del Ferrocarril (bajo supervisión alemana) a quien le obligan prestar atención a los convoyes que paran en el andén; a veces con miembros de las SS, u otras con enfermeras ávidas de pasión y deseo.

Supuso el reconocimiento internacional de su director llevándose así el Oscar a la mejor película de habla no-inglesa en 1967.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La simpática guerra del eyaculador precoz
Divertida, amena, perspicaz, crítica… una joya de película ideada como una forma punzante de desenmascarar algunos vicios de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación nazi y lo hace despertando una simpatía desbordante, bajo un humor natural y la máscara de las primeras experiencias sexuales de un chico con algún problemilla de eyaculación precoz ante las chicas un tanto ‘facilonas’ que se le ponen por delante. Humor grácil, delicioso, sencillo, tierno, que se desparrama en forma de sexo (o intentos del mismo) en el ambiente de un pueblo controlado por el nazismo y que esconde mucho más de lo que aparentan sus juegos con braguitas de risueñas señoritas que se dejan tocar. Leí en una crítica que tal vez la eyaculación precoz sea “la impotencia del pueblo checo” y que mejor forma de expresarlo que a través del sexo “¿Qué mejor que el sexo para romper el himen del silencio?”. Lo cierto es que tras ese desparpajo narrativo, esa aparente frivolidad de coqueteos, nalgas que asoman por debajo de la ropa, y sonrisitas cómplices acolchadas por carnosos labios, se esconde toda una declaración de intenciones, de la lucha por la libertad de un pueblo y de una realidad que se palpa (nunca mejor dicho) con el paso del tren, que descubre las ruinas, los tejados de chapa, los uniformes manchados por las excreciones de palomas, que dejan entrever muy sutilmente las desgracias de la guerra. Pero esto requiere de una segunda lectura porque la película es todo encanto. La utilización de la mordaz ironía también tiene un efecto embaucador en la película y las metáforas visuales (imagínense a una mujer acariciando el largo cuello de un cisne mientras el protagonista intenta buscar a un ‘madurita’ para su primera experiencia sexual) son sorprendentes y poco comunes. Esta cautivadora obra tiene a personajes magníficamente definidos en detalles y soberbiamente interpretados, especialmente el protagonista, torpe , debilucho, ingenuo que empieza a despertar en la vida. El soniquete de la musiquilla en forma de sátira de himno militar es pegadizo y se queda danzando en la cabeza horas después de haber visto la película. Y en este mundo mágico y envolvente que se crea bajo el prisma del humor, la tragedia también viaja soterradamente, los acontecimientos dibujan un futuro peor, pero es imposible escapar de la sonrisa que despiertan estos personajes pintorescos que remolonean por el filme, hasta que, justo antes del The End y de forma inesperada, todo estalla en una tragedia, ni aún así fui capaz de perder la sonrisa.

http://palomitasconchoco.wordpress.com
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Buena crítica social en medio de peripecias sexuales.
Después de ver Mi dulce pueblecito sentía tremenda curiosidad por seguir conociendo las películas de este director checo del que desconocía por completo su existencia y el cual descubrí con la gran película que anteriormente he nombrado.
Película ganadora del oscar a la mejor película de habla no inglesa es una muestra del buen cine que en Checoslovaquia se hizo.
Este director, hasta ahora bastante desconocido para mí, es genial al saber combinar la ironía de las historias normales del día a día de la sociedad más realista checoslovaca para hacer grandes críticas políticas y sociales y muchas veces pasando desapercibidas, así como he podido ver en Mi dulce pueblecito donde se ve un manantial de valores humanos y ahora en Trenes rigurosamente controlados vuelve a unos personajes de la Chequia más realista y rural donde se ven los contrates sociales de una sociedad que está pasando una guerra y se ve dividida por aquellos checos a favor de los alemanes y su ocupación y de aquellos checos en contra de esto.
Entre crítica y crítica se cuentan las peripecias de un chico joven, tímido y sensible además de tener muy pocas luces, un pobre chico con ganas de perder su virginidad.
Además de ser una gran crítica a la situación política de la ocupación alemana en Chequia es una película erótica y tremendamente sensual y demasiado avanzada para una época donde los checos estaban bajo el dominio comunista.
La película está llena de momentos de un gran erotismo, donde no se ve ninguna escena de sexo pero donde se supone y donde quizás tenga más fuerza sexual que cualquier desnudo íntegro.
Si en Mi dulce pueblecito critica al comunismo en Trenes critica la ocupación alemana en Checoslovaquia además de cuestionar el sentido de la sexualidad en las personas católicas y tradicionales donde el vacío del día a día y de la rutina de trabajo, hacen a estos trabajadores utilizar el sexo como medio de evasión.
Con momentos divertidísimos estamos antes el auténtico cine europeo de los años sesenta que con pocos medios y grandes actores son capaces de contar historias interesantes además de críticas demás de tener un ritmo mucho más lento del que estamos acostumbrados así que uno ha de sentarse a ver este tipo de cine como algo diferente a lo que últimamente nos llega de américa.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Hacerse hombre en la antigua Checoslovaquia
La historia que nos cuenta Jirí Menzel a menudo transita por caminos surrealistas, tiene el acierto de contar con la ternura de un personaje protagonista de pocas luces y bajo mi punto de vista lo que la hace más atractiva es que posee un humor que le viene muy bien al largometraje. Nadie sabe explicar cómo surgió ese cine que se hizo en la antigua Checoslovaquia, nadie sabe explicar con firmeza por qué se produjo esa explosión de creatividad, pero el caso es que hay muy buenos ejemplos de buen cine y desde aquí invito a todo el que desconozca de qué va la llamada "Nueva Ola Checoslovaca" a que curiosee un poco porque vale mucho la pena.

"Trenes rigurosamente vigilados" es posiblemente el ejemplo más conocido de este movimiento cultural (película más conocida no supone que sea la mejor, no me cansaré nunca de recomendar "La tienda de la Calle Mayor" (1965), una obra mucho más completa), ya que a través de la vida del joven Milos se conjugan dos elementos tan dispares como sus desafortunadas primeras experiencias sexuales y el retroceso del ejército alemán en el frente ruso durante la IIºGM. Todo ello con gracia, esa es la gran apuesta de la película, ya que el hecho de que el pobre chico falle en su primer escarceo amoroso inevitablemente produce una mezcla de ternura y diversión. La atmósfera de la ocupación alemana no le resta tono a la comedia, que se mezcla con el drama de forma afortunada.

A todo ello se le suma una estación de trenes imposible, llevada al absurdo, con personajes muy bien trazados pese a sus rarezas y... muy al estilo Kusturika, no sé decirlo de otra manera, llevo rato pensando en las similitudes de esta historia de trenes, incompetencia sexual y barbaridades varias con el genial director de origen serbio. Ahí queda mi personal guiño cinéfilo. Confesaré, porque estamos en FA y esto va de poner notas, que le calcé un 6, pero que habiendo pasado unos días desde que la vi y teniendo en cuenta que su desenlace permanece en mi mente, es cosa lógica subirle una estrellita más a la nota. Justo y necesario.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Una película original que no envejece
Trenes rigurosamente vigilados, como se la llamó en español, transcurre en Checoslovaquia, durante la ocupación nazi, y aunque el conflicto de la Segunda Guerra Mundial es un tema que se siente constantemente en el fondo de la acción, se trata de una "coming of age movie" (¿tenemos una expresión similar en nuestro idioma?), ya que el foco está puesto en la vida de Milos y en su pequeño problema: es un eyaculador precoz.

Pese al drama de fondo y a la conclusión (que me dejó con un sabor amargo), Ostre Sledované Vlaky tiene más de comedia que de cualquier otro género. Algunas escenas son muy graciosas, a veces grotescas (como aquella en la que Milos le cuenta su problema a una señora mientras ella rellena a un pobre ganso y hace pasar el alimento estrujándole el pescuezo). El guión está tan bien como las actuaciones y la fotografía.

Lo mejor, de cualquier forma, es la interpretación de Václav Neckár como Milos, un muchacho medio torpe, debilucho y sumamente ingenuo que intenta suicidarse después de su frustrada primera experiencia sexual. Me encantó como trabaja este chico. Por otro lado, me pareció un poco lenta y me aburrí por momentos, pero no hay duda de que se trata de una película original que no envejece.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El aprendiz de ferroviario
Bohumil Hrabal fue el escritor checo autor de la novela “Trenes rigurosamente vigilados”, que le reportaría fama mundial, gracias al Oscar a la mejor película extranjera, en la que se basaba el primer largometraje filmado por Jiri Menzel. Buhumil fue adalid del humor checo, una rebosante mezcla de sequedad y jovialidad, colorística imaginación y apacible fatalidad, que el realizador sabe trasladar a las imágenes del film, sus personajes acostumbran a ser fracasados y marginales, suelen ser locuaces y amantes de la vida… como Milos, el entrañable adolescente protagonista del film, poco hablador, cierto, pero ebrio de vida. De tono irónico e impronta naturalista, con un revestimiento de comedia penetrado de una amarga tristeza, de una contrastada luz soñadora en blanco y negro, recreado en un invernal ambiente, es una fábula de aliento tierno y sombreado halo poético, ligera pero densa, construida sobre un recorrido iniciático que sustantiviza la pérdida de la inocencia y el despertar de la sexualidad.

“Trenes rigurosamente vigilados” es un relato acerca de un guardagujas y su aprendiz cuyo telón de fondo es la angustia por la ocupación nazi de Checoslovaquia, que recrea y denuncia a gobernantes serviles y colaboracionistas con el invasor, pero que también presta atención a los pequeños detalles de la vida cotidiana, a las peripecias jocosas y la madurez política del joven protagonista. Menzel, cuyas dotes de observación, apreciable inventiva visual y capacidad para pintar caracteres son indiscutibles, propone una regenerativa reflexión, tan mordaz como moral, acerca del orden y la libertad, la mezquindad de los hombres y el lirismo del horror.

Más allá de las penas de amor de Milos, del apunte de la hostilidad del mundo exterior y el acoso de la realidad, de su demoledora y caustica condena a los villanos de esta historia – los nazis, los burócratas, el Estado… -, de esa mirada, tonificante pero sardónica, sobre la guerra vista desde un estación de ferrocarril, temas ciertamente importantes, me interesa destacar en particular la relación, contraste que se establece entre la torpe ternura de Milos y la lozanía y seguridad de su jefe, uno de esos superiores que atormentan a sus subordinados. Ese Hubicka, famoso en el mundo entero por sellar las nalgas de su telegrafista con el matasellos checo-germánico de su estación. Y así, Menzel consigue plasmar lo individual y lo colectivo, amalgamar la historia personal y la Historia global, lo cotidiano y lo excepcional, cruzando comedia y tragedia, emoción y aventura en un relato armado de un jubiloso humor.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Todo un hallazgo
Apenas había oído hablar de esta película, y la verdad es que ha sido una gran sorpresa. “Trenes rigurosamente vigilados” es un sano ejercicio de ironía, sátira y crítica, que no deja títere con cabeza, a pesar del tono aparentemente inocente de la narración. Se trata de una obra muy moderna, tanto en el fondo como en la forma. Los destellos de humor en la historia del joven Milos son si cabe más brillantes por lo deslumbrante que resulta todo su universo. La miseria y la guerra marcan un simple telón de fondo, absurdo y lejano, ante el trauma que supone para un adolescente un despertar sexual no acorde con sus ensoñaciones y expectativas.

Todo se nos muestra de una forma descaradamente viva. El blanco y negro es de una extraña calidez, sin duda por los juegos de luz, el inteligente uso de la cámara (siempre colocada en el lugar adecuado) y una ocurrente utilización del sonido y de la música. El film es un prodigio de armonía, todo encaja a la perfección en un universo particular. El guión es muy ocurrente. Los personajes secundarios están muy logrados y hasta el más pequeño de los objetos tiene su propio protagonismo. Se notan influencias del cine clásico (Chaplin, Wilder...), pero también aprecio huellas de este tipo de hacer cine en directores de ahora mismo (Jeunet, Wes Anderson, Tarantino…). Hay un cierto distanciamiento en la narración, incluso en los pasajes más trágicos, pero curiosamente eso acentúa la sensación de candor. Destacaría muchas escenas, aunque supongo que me quedo con la del balanceo de sillas, persecución en la oficina y estampado de los sellos. Diez minutos para enmarcar. Por cierto, una escena en la que no aparece el protagonista.

El final es desconcertante pero muy acertado, y quizá es el colofón perfecto para una de las películas más frescas e ingeniosas que recuerdo. “Trenes rigurosamente vigilados” es una obra que, partiendo del elogio del detalle, y a pesar de poner el espejo frente a nuestras propias miserias, provoca una extraña sensación de ternura y de reconciliación con el género humano. Y nadie diría que tenga ya casi cincuenta años.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
LITERATURA CENTROEUROPEA
La película es una adaptación de Hrabal, un escritor checo que fue ferroviario durante la guerra, como le ocurre a su personaje. La película está contada con un sentido del humor muy centroeuropeo. Se trata de una historia que se mueve en el filo entre lo grotesco, lo picaresco y lo trágico. El ambiente histórico es el de la ocupación nazi; cabe pensar pues en una historia de tintes dramáticos. Sin embargo, los personajes viven situaciones risibles, ya sea a causa de sus escarceos eróticos, ya por la cría de palomas que les hacen aparecer (caso del jefe de estación) con el uniforme sucio de excrementos ante su superior. Visualmente, la película es bastante teatral, con el ámbito de una estación de tren por escenario. Se buscan imágenes chocantes, como la de ese automóvil en el que entra en escena siempre el jerarca nazi, que circula por la vía y vuelve dando marcha atrás en la dirección en que ha venido. Esta parte burlesca no impide que se produzcan también hechos dramáticos o heroicos. Este contraste está muy presente en la obra literaria de Bohumil Hrabal y se recoge con gran fidelidad en esta puesta en imágenes.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
HOLA, TENGO EYACULACIÓN PRECOZ, ¿ME PUEDE AYUDAR?
No he visto una nota inferior, de las 23 críticas, inferior a 7 en FilmAffinity, y las he leído todas queriendo encontrar algo a lo que agarrarme, algo que no haya visto, que me haya pasado desapercibido para seguir valorando por esos derroteros, y no, no lo he encontrado.

Supongo que eso me deja conduciendo por la carretera, siendo el único que va contra el sentido del resto, pero es mi idea, es mi opinión. Una película en la que nos muestran a unos responsables de estación de tren en un pueblo imaginario de la antigua Checolosvaquia y que son una pandilla de estrafalarios. Desde el que se divierte poniendo sellos en la pierna de la chica, que también trabaja allí, hasta llegar adonde la espalda pierde su honroso nombre, hasta el protagonista, un joven, descendiente de una familia de vagos y de pirados, que cuando empieza con los primeros hormigueos sexuales resulta ser algo torpe por lo que se le viene el mundo encima, y ésto es literal, por lo que hace a continuación.

Y esto es todo. Una historia que no deja de ser tan original, pero tanto como vulgar, tediosa, aburrida. No veía que se acabara nunca, y eso que no es larga. Por eso, solo me quedo con la fotografía, con ese blanco y negro que a mí, sinceramente me encanta.

Lo siento mucho pero quizás no la he entendido, no me ha llegado adentro, no me quedo con nada relevante, me parece una peli que no merecía haber ganado el Oscar a mejor película de habla no inglesa, me parece un auténtico timo. Pero solo debe de ser mi opinión, no la de los demás. Un 3.
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Engañoso y tierno humor.
Segunda Guerra Mundial. En la Checoslovaquia ocupada por los alemanes, un joven comienza su trabajo en una estación ferroviaria e intentará tener su primera experiencia sexual con su bella novia. Sin duda, una de las más relevantes películas en la historia del cine checo (Oscar a la mejor película de habla no inglesa), que cuenta en un tono desembozadamente simpático, con excelentes tramos humorísticos plenos de libertad y hedonismo, un drama grave y tierno que parece incluso una fábula infantil para adultos.
Transgresora (no solo ya por el tono ligero, semihumorístico en sí, sino por adoptar este registro muchas veces de forma engañosa, en una historia desarrollada en un ambiente de guerra y tragedia) y de fina ironía, es probablemente la más popular película en la historia del cine checo, una obra excelente del todavía activo Jiri Menzel.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una gran mezcla de humor negro y drama
Trenes rigurosamente vigilados de Jirí Menzel es un drama basado en la segunda guerra mundial en el que un joven que trabaja en una estación de ferrocarril y que tiene unos antepasados perdedores, vive una serie de historias trágicas y heroicas de lo más extrañas que dejan al público descolocado. Dirigida con un ritmo pausado y con un estilo peculiar que llama poderosamente la atención, es una obra atractiva por su insólito humor negro dentro de un trasfondo histórico tan desolador como la segunda guerra mundial, logrando cautivar a todos aquellos buscadores de obras originales clásicas que se centran en llevar a cabo siempre una historia sorprendente no por lo que ofrece, sino por cómo lo ofrece, concluyendo un soberbio film que obtuvo justamente el oscar en su categoría.
La fotografía en blanco y negro es lúgubre en imágenes oscuras que están repletas de matices bien trabajados, ofreciendo detalles distintos en su realización y transportando eficazmente al público al momento y lugar en cuestión. La música es alentadora y militar gracias a unos sonidos rítmicos que estimulan al público, arrollando en una evocadora tarea que es usada solo en determinadas ocasiones para no desviar la atención del espectador. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica informal pero a la vez bien llevada mediante el uso de detalles, subjetivos, generales, primeros y primerísimos planos no totalmente centrados en el enfoque a propósito para dar una sensación de mayor trastorno al film.
Las actuaciones son remarcables y auténticas. Cuenta con las estupendas y cómicas interpretaciones que simulan dramas de Václav Neckár, Josef Somr, Vlastimil Brodský, Vladimír Valenta, Alis Vachek, Ferdinand Kruta y Jitka Bendová. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de militares y trabajadores del ferrocarril en una gran tarea bien trabajada que junto con los decorados y exteriores te transportan al momento y lugar en cuestión.
El guion, escrito por el director junto con Bohumil Harabal, está basado en una novela de este último y mezcla con mucha originalidad el drama y el humor con una curiosa historia que trascurre en plena segunda guerra mundial, llamando la atención del espectador con varios detalles inesperados que dejan al público descuadrado, finalizando un gran film que es notable y singular en todo lo que se propone serlo. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off explicativa del protagonista en una misteriosa y directa labor que llena de pesimismo todo el film, pero siempre con una nota de humor negro. Cabe destacar también, el montaje alternando fotos y fotogramas para explicar la historia familiar, siendo el resto lineal y seguido y de corta duración para verla en un santiamén.
En conclusión, la considero una obra excelente en su mezcla de drama y humor que mantiene al público atento con una trama de lo más desconcertante y única que dejará notables sensaciones tras su visionado, ya que ofrece algo novedoso y no visto hasta ese momento para cautivar a los seguidores de películas innovadoras y distintas. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios y narrativa que convierten a Trenes rigurosamente vigilados, en un film indispensable en el cine europeo que además obtuvo el oscar a la mejor película de habla no inglesa.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El heroíco precoz
Poco tuvo que recorrer Jiří Menzel en su filmografía para alcanzar repercusión mundial, apenas con su primer largometraje, basado en la novela homónima (1965) del escritor Bohumil Hrabal, el cineasta checoslovaco logró alzarse -entre otros premios- con el Oscar a Mejor película de habla no inglesa del año 1967, sin embargo, este hecho debe explorarse más contextualmente.

Para esos años sesenta, el movimiento de la Nueva ola checoslovaca marcó una gran relevancia en la Academia, ostentando nominaciones en esta categoría por cuatro años seguidos, en 1965 Obchod na Korze (The Shop on Main Street) de Ján Kadár y Elmar Klos también ganó, mientras que en 1966 y 1968 estuvieron nominadas Lásky jedné plavovlásky (Los amores de una rubia, 1965) y Horí, má Panenko (¡Al fuego, bomberos!, 1967), ambas dirigidas por Milos Forman, que años después tendría su “revancha” en su etapa estadounidense.

El guion de la película fue escrito en conjunto por Menzel y Hrabal, de hecho, ambos tuvieron una relación muy cercana durante sus carreras, adaptaciones de novelas del escritor será una constante en la filmografía del director, además, en general, las adaptaciones de sus trabajos fueron recurrentes en los cineastas de la Nueva ola checoslovaca, entre ellos Jan Němec, Ivan Passer o Věra Chytilová.

La película se centra en Milos Hrma (Václav Neckár), un joven que comienza a trabajar en una pequeña estación de trenes, esto en el contexto de la ocupación Nazi en territorio checoslovaco. El filme se mueve hacía dos ideas centrales, la primera en cuanto a los antepasados del protagonista, así como la concepción de vaguedad de sus labores.

La segunda, aunque pareciera menor es sumamente importante, es el entorno sexualizado alrededor de Hrma, que está intentando tener su primera experiencia sexual con su novia Mása (Jitka Scoffin), mientras tiene un contrapeso importante en Hubicka (Josef Somr), un compañero de trabajo con gran experiencia en el arte de la conquista, sin siquiera respetar su entorno laboral.

Sin embargo, ambos se logran mezclar a la perfección congeniando un ambiente turbio para un joven protagonista que no puede hacer frente a lo que tiene encima, en especial porque su interés laboral es adentrarse en algo "sencillo", como supone que es vigilar los trenes, pero que pronto va a tomar otros tintes y el concepto de heroicidad que se menciona en el inicio de la película respecto a sus antepasados, toma fuerza.

Entre los aspectos cómicos y el tono sexual del filme, poco a poco comienza a aparecer amenazante el contexto histórico en el que se desarrolla la historia: el nazismo, la ocupación, los colaboracionistas alemanes y la lucha partisana, aunque Menzel en ningún momento agobia con el conflicto o la guerra como tal -salvo una secuencia-, la amenaza se va volviendo insostenible hasta el fatídico final.

Menzel se muestra con agilidad tanto en la narración como en la dirección, el largometraje fluye con total naturalidad, además el aspecto visual es atractivo dentro de la sencillez visual que propone y relevante en su contenido.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Original y delicioso
En la versión en video los subtítulos en español están impresos en blanco en un filme en blanco y negro; cuando el fondo es blanco los subtítulos se vuelven invisibles, es una pena en una película tan interesante, con escenas inolvidables. Un joven tímido, Milosh Hrma (Václav Neckár) se emplea en el ferrocarril en la estación de su pueblo, con la intención de emular a su padre y a su abuelo, trabajar lo menos posible y observar pasar los trenes. Son los tiempos de la invasión alemana y las formaciones pasan cargadas con soldados y oficiales alemanes y pertrechos para esas tropas. Su jefe y compañeros de trabajo son personajes muy interesantes, en particular uno, Hubicka (Josef Somr), que juega juegos eróticos con la joven telegrafista Zdenka (Jitka Zelenohorská), que se presta alegremente a que el hombre le estampe sellos del ferrocarril en muslos y nalgas. Varios simbolismos sexuales son reconocibles. El joven Milosh tiene una amiga muy encantadora, Masha (Jitka Bendová), guarda de trenes, que está muy dispuesta a iniciarlo sexualmente, pero el joven se atormenta con ciertas dificultades sexuales; un médico que lo trata es el mismísimo director Jirí Menzel. El final sorprende y pone en claro en qué están metidos los checoslovacos. Encantador e inolvidable filme, un verdadero clásico, tan original y delicioso que merece verse más de una vez.
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