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37 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
Detalles de una vida en común... (Y Meryl Streep)
Mal hecho. Ha vuelto a pasar. A uno le presentan una película con un trailer bastante insulso, lleno de bromas y comentarios cómicos que fuera de contexto no funcionan tan bien como deberían, y que parecen tópicos y manidos. Además, el cartel de la película se parece a otros cientos de carteles, en tonos blancos y virginales, sin un atisbo de creatividad. Por si fuera poco, el director no cuenta con demasiados créditos a su favor; y el colmo es una traducción del titulo al español que no podría tener menos sentido, que es imposible que perdure. Con todo eso, los que distribuyen Hope Springs esperan dar una imagen de comercialidad, de película liviana y facilona, con el afán de mantener fiel a su grupo demográfico... Haciendo que, probablemente, muchos se alejen de un filme adulto, sin estridencias, realista en el mejor sentido de la palabra, y por supuesto, con grandes interpretaciones.

Por que está claro, si Hope Springs no tuviera a quien tiene en su cartel, el resultado no seria el mismo. Conviene decir que Hope Springs no es una gran película, no es la visión definitiva sobre el matrimonio, ni un ejercicio artístico a la altura de, digamos, Revolutionary Road; y ello se debe, principalmente, a que el director David Frankel, no es precisamente un virtuoso del séptimo arte: le falta inventiva, originalidad, riesgo, se apoya en canciones pop ya pasadas de moda (evidente signo de mediocridad) y se limita a confiar en sus actores y en su guión perdiendo la posibilidad de perdurar, de que su filme no se parezca a otras similares (problemas ya presentes todos ellos en su anterior filme, El diablo viste de Prada).

Pero por suerte, Hope Springs cuenta con un guión que si vale la pena. La sucesión de sencillas escenas que lo componen es puro oro para el trabajo actoral, pero además tiene ideas sinceras, que no quieren aleccionar a nadie y que salen de la verdad de los años de vida compartida de una pareja cualquiera, de todo lo que no se ha dicho o se dejó de decir, de los prejuicios que nos autoimponemos conforme nos hacemos mayores, y de lo fácil que nos resulta olvidar el por qué nos enamoramos de quien nos enamoramos. Pero lo bueno de Hope Springs es que cuenta todo esto de una forma limpia y sencilla, no quiere que lloremos, no es un melodrama, y encuentra un equilibrio perfecto entre la comedia sentimental y el drama matrimonial.

Y ahí está el reparto. Steve Carrel y Tommy Lee Jones son dos actores cuyo carácter parece siempre impregnar sus composiciones. Tal vez aquí también ocurra, pero, por un lado, la limitada labor de Carrel está ejecutada con sabiduría (no parece un psicólogo, ni interpreta a un psicólogo, ES un psicólogo), y por otro, la impertérrita imagen de Lee Jones se conmueve como cuando realiza sus mejores trabajos, pues ver las fisuras emocionales en un intérprete de voz e imagen tan marcadas dejan ver su verdadera humanidad. Y por supuesto, su complicidad con su compañera de reparto, y la creación de nada más y nada menos que 32 años de vida juntos, es de una definición absoluta.

Siempre me pasa. En una película en la que actúe Meryl Streep debo dedicarle uno o varios párrafos sólo a su trabajo, y en el fondo, no se que decir. Podría hablar de otras dos películas suyas, Se acabó el pastel, No es tan fácil, y ésta. En las tres se habla de temas en cierta forma similares, de tres mujeres enfrentadas a crisis que les impone la madurez o las relaciones con sus compañeros de vida. Pero esas tres mujeres están tan bien construidas que cada una de ellas tiene detalles únicos, personales, esenciales como ser. Está claro la vida que han vivido, las experiencias que han pasado; está claro por qué tienen determinados gestos en su cara, por qué se mueven cada una de una forma distinta, por qué visten de una manera u otra. Es en los detalles en lo que Streep se basa para interpretar toda una vida. En Hope Springs su vis cómica está presente, su sensibilidad está presente, su magnetismo está presente. Y la cámara lo sabe, por eso se posa frente a ella, y simplemente, contempla como un gesto da paso a otro, como una emoción emerge en el momento más humano, como un silencio abarca tantas cosas...

Podemos pensar que Hope Springs no es una obra maestra, que la venden como una chorrada más, pero ver a una intérprete como ésta trabajar, en lo que sea, es per se todo un privilegio.
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38 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
...ver dos interpretaciones de lujo.
David Frankel, aquel que dirigiera la exitosa "El diablo viste de Prada", regresa a la comedia de situación con esta pequeña película sobre las crisis matrimoniales.

"Hope Springs" nos cuenta la historia de una pareja, que después de llevar más de una treintena casados se hallan sumergidos en una hastiada rutina donde el contacto físico no existe y el amor es más costumbre que pasión. Pero la mujer decide poner punto y final a la situación tomando cartas en el asunto y sometiendo a la pareja (contra la voluntad de su marido) a una sesión de terapia para recuperar la chispa perdida.

Dos son los pilares que hacen de este pequeño film algo grande, pues son sus dos interpretaciones principales, el matrimonio interpretado por Meryl Streep y Tommy Lee Jones, quienes aportan un valor añadido a la película que arrastrará al espectador desde la ternura a la carcajada, de la sonrisa a la lágrima. Ambos bordan unos papeles que elevan un guión un tanto simple a un nivel superior. Ella, como siempre, perfecta en lo que se propone, y él, sorprendentemente efectivo en un papel en el que no estamos acostumbrados a verle logrando nuevos registros interpretativos que le sitúan en esta producción al nivel de su compañera metiéndose al público en el bolsillo y ganando una instantánea empatía.

Junto a ellos una galería de secundarios capitaneados por Steve Carell encarnando al enervantemente plano terapeuta y meros cameos desde Elisabeth Shue a Mimi Rogers, personajes sin importancia alguna que enmarcan a la historia principal sin aportar nada de especial.
Una puesta en escena sencilla, una banda sonora que guía (quizás con excesivo descaro) las emociones del espectador... una historia mínima con una máxima calidad en sus interpretaciones que la elevan por encima de la media. Divertida, emotiva e interesante.

-Enoch-
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22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
"Si de verdad quieres..."
Resulta agradable acudir al cine a ver una película humana, altamente emocional, de gran comicidad e ingenio sin caer en lo burlesco o en la pura chabacanería -tan común, últimamente, en las salas de los cines-, sin superhéroes ni seres fantásticos que llenan minutos de una historia pobre, sin consistencia que no se mantendría sino fuera por tanto efecto clamoroso; simplemente, dos extraordinarios actores, en un papel soñado para ellos que aparece en el momentos ideal, que funcionan magníficamente en pantalla y una historia humana, una gran tragedia personal presentada con sencillez y gran sabiduría, con un sensacional guión, muy completo y rotundo, con sus oportunas dosis de humor ácido y sorprendente en cantidades oportunas, sin demasiadas melancolías o aspavientos innecesarios que te contenta y satisface por igual. La recuperación de lo que nunca hubo en un matrimonio cuyos 31 años casados pesan como una losa profunda e inalterable es el fondo de este relato que, a pesar de su espléndido resultado, no deja de ofrecer el conveniente vuelco hacia lo que la recta moral norteamericana espera de una unión idílica y pastoril. Lo mejor: el encuentro con un estilo diferente y mucho más grato que lo devorado usualmente en las salas de cine; la siempre sensacional y polifacética actriz Meryl Streep desborda toda su desnudez madura al lado de un Tommy Lee Jones que le baila el ritmo a un buen compás sin necesidad de más que su crisis personal como pareja y su convencionalismo a la hora de solucionarlo. Reconozco que un poco más de picardía y argucia en el tratamiento a seguir, de riesgo en la evolución de la historia hubieran sido el toque ideal de una tarta que no empalaga ni indigesta; todo lo contrario, te quedas con ganas de más!
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17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
UNA GOZADA ACTORAL
Me entero del homenaje que el Festival de S.Sebastián le acaba de hacer a Tommy Lee Jones por toda su carrera y me congratulo de ello. Tommy Lee es un actor de esos que hacen que una se pregunte por qué no lo explotó Hollywood como galán, a la altura de Harrison Ford o Kevin Costner, puesto que se trata de un tipazo, además de varonil, simpático, precisamente por esa tremenda seriedad que ostenta. Yo siempre le he tenido por uno de los buenos, aunque Tommy Lee no haya tenido nunca el aura de los superstars, y eso me lleva a pensar que, tal vez, sea él mismo quien haya elegido un camino más sereno y de menos relumbrón que otros. Si así fuera, este tipo se merecería doblemente el premio otorgado: por buen actor y por inteligente. Ruego me acepten esta pequeña digresión como prólogo a lo que vengo a comentar de la película Si de verdad quieres, en la que Jones comparte protagonismo con la inmensa Meryl Streep. La película, aunque es para todos los públicos, sin duda interesará más a los que ya han superado la barrera de los cincuenta, aunque también a los cinéfilos de pro, aquellos que aman los combates interpretativos, en este caso de dos pesos pesados. Una pareja con una química increíble - y mira que él está pasado de kilos, y mira que ella es la antítesis de la imagen “sexy prefabricado” de la meca del cine –, pero que con su autenticidad e inmenso oficio convierten una película “de viejos” (esto no lo digo yo, lo dirían mis hijos veinteañeros) en una película llena de sensualidad y muy, muy tierna y divertida. Acepto que la historia es natural como la vida misma (y por eso no encierra sorpresas), pero en estas películas que no presumen de nada es donde actores de la talla de Tommy Lee Jones y Meryl Streep mejor lucen en todo su esplendor. Ah, y Steve Carrell está estupendo.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Pequeña gran película
No esperaba nada demasiado bueno de este film, que realmente ha conseguido sorprenderme con las magníficas interpretaciones de los dos actores principales, ambos inmensos en sus papeles, especialmente esa grandiosa Meryl Streep, sin duda la mejor actriz de la historia del cine. Aunque tampoco podemos desmerecer a Tommy Lee Jones, que nos tenía acostumbrado a roles más serios y que sorprende gratamente sacando a la luz su vena más cómica.

Ambos está considerablemente aupados por un gran guión, sencillo pero eficaz, con grandes puntazos y una dosis justa de drama y romance.

Me ha sorprendido muy gratamente este film, no me esperaba que me fuera a divertir tanto e incluso he llorado de la risa. Muy, pero que muy recomendable.

Mi nota: 7.7
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12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Quiero seguir creciéndo para ser como Meryl
Estupenda, la peli y ella. Y él.

Este tipo de cine, con historias más maduras y desprovistas de toda las pasión y descontrol hormonal de las películas "románticas" de jóvenes que creen que el mun abarca lo que son capaces de ver en los ojos de su amor es cada día más necesario.

Porque el sexo es necesario, a cualquier edad y en cualquier circunstancia, porque es una herramienta de comunicación que no todo el mundo sabe usar y su ausencia de significado y frecuencia puede llegar a ser un final.

Y esto nos cuenta Meryl con su marido Tommy, una pareja que ya no recuerda el porqué de muchas cosas, en concreto él, y que se darán cuenta de lo difícil que es tocar a alguien a quién te has cansado de tocar en otros tiempos, a alguien a quién has amado y hoy ya no recuerdas el porqué de ese amor, si es que hay un porqué.

Tristona porque es triste como se despoja de sexualidad a las personas que pasan de una cierta edad y las dificultades que esto les entraña.

Pero Meryl es estupenda y lidia con ellos como una campeona, busca ayuda pensando que tiene la sartén por el mango (o espera tenerla) arrastrándo a su difícil y gruñón marido Tommy con ella.

Alejada de la fórmula de grandes casas, canciones modernas, diálogos facilones y chispeantes y secundarios que quieren aportan y acaban sobrando, "Si de verdad quieres.." es entrañable y necesaria.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Meryl Streep y el amor maduro
David Frankel y Meryl Streel se reunen tras El diablo se viste de Prada para crear una comedia diferente a las habituales aunque igualmente tópica en la que una pareja madura trata de salir adelante de la crisis matrimonial con un psicólogo empeñado en que la clave está en el sexo.

Algunos diálogos con chispa y buenas interpretaciones no esconden en hecho de que el único motivo por el que la vemos es Meryl Streep, que es capaz de transformarse incluso con el papel más sencillo. Solo por ella, vale la pena para pasar un buen rato, pero no para mucho más.

Aún así, es interesante ver un film protagonizado por personajes maduros y que explore los problemas de éstos, los cuales, dentro del plano de comedia insustancial, son tratados con la suficiente verosimilitud.

Más cine en: http://laestaciondelfotogramaperdido.blogspot.com.es
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9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El asunto es quemar el ultimo cartucho !!
Hope Springs- Traducida al español como "Si de verdad quieres" o "¿Que voy a hacer con mi marido?" esta comedia de pareja toca el tema de como renovar el amor después de años de matrimonio, ¿Como impedir que la rutina y la desidia llenen una relación?, que el costumbrismo lidere el día a día. Entre lo bueno del filme encontramos las dos actuaciones principales, Streep y Jones se comprometen con sus papeles a tal punto que uno no duda en pensar que en alguna vida estuvieron casados, el filme es sobre todo para verlo junto a la pareja y esta mucho mas enfocado en los matrimonios por que ellos pueden reconocer varios temas de los que toca el filme, aun así las parejas jóvenes pueden disfrutarla, nunca esta mas saber en que no queremos caer, la comedia del filme es muy discreta, en realidad se basa en las situaciones de día a día así que no es raro pensar que alguien viéndola diga "mira lo que nos paso a nosotros", es un tema actual, sobre todo hoy en día en el que rendirse antes de luchar esta de moda, una película que puede ser una terapia interesante de relajación algo superficial en su desenlace a mi concepto pero muy consciente de lo que quiere decir, y quiere dejar ver, a mi me agrado bastante y si la recomendaría para verla una tarde de esas de cine para dos.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Pasar el rato con dos grandes veteranos
Si de verdad quieres no oculta en ningún momento sus intenciones. Es una comedia con toques dramáticos acerca de los problemas afectivo-sexuales de un matrimonio maduro. Punto. A quien no le interese, que no la vea, porque eso es lo que es y no se avergüenza en ningún momento. Los tópicos se repiten y suceden sin cesar, pero de eso es de lo que se trataba. Es un simple entretenimiento para pasar el rato, y ya está, y tal cual es perfecta. No da para mucho, no es gran cosa, pero cumple con sus propósitos. Y por supuesto, es un vehículo de lucimiento para su pareja protagonista. Meryl Streep y Tommy Lee Jones dan lo mejor de sí, aunque no sean sus mejores interpretaciones (obviamente ambos han tenido personajes más brillantes), llevando el peso de la función con buena química y un talento que les sirve para estar fantásticos sin tener que esforzarse demasiado. Steve Carell sabe que su personaje es muy secundario, y como tal se hace a un lado y cede todo el protagonismo a Streep y Jones.
En definitiva, una agradable cinta que da lo que promete y nada más.

Lo mejor: ¿Hace falta decirlo? Los dos protagonistas.
Lo peor: No da más de sí, pero tampoco lo pretendía.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una lástima
Meryl Streep (oye, es que tiene magia esta mujer), Tommy Lee Jones y Steve Carell sin duda lo mejor de "Si de verdad quieres..." (traducción estúpida y al estilo de "Cuestión de pelotas" y alardes de originalidad similares). Como siempre, los tres están de aplauso. .

Pero... no sé si solo me ha pasado a mí pero no he empatizado con la historia de la película. Se supone que, mientras la ves, has de estar pensando "ojalá Kay y Arnold arreglen sus problemas". Bien, pues yo solo podía pensar "ojalá Kay le tire los huevos fritos a Arnold a la cabeza y lo mande a la mierda de una puñetera vez". Así, sentía constantemente que yo iba por un lado y la película por otro. No fluíamos, que diría mi amiga la que se rapa la cabeza.
Lo que decían los personajes no me concordaba con lo que hacían. A veces, no le veía mucho sentido y no me la terminaba de creer. No por los actores, que repito que ¡olé! sino por la historia en sí, por las situaciones. Y, conforme iba avanzando la película, esta sensación aumentaba más y más.
Además, ¿por qué tantas canciones? ¿Por qué a un volumen tan alto? ¿Por qué fragmentos tan largos? ¿Por qué canciones que no pegan en la escena ni con Loctite?

Le doy un 6 por la primera mitad, que sí que me gustó. Y por Meryl, Tommy y Steve.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
En busca de la chispa perdida
Meryl Streep lleva casada con Tommy Lee Jones 31 años y han caido en la para algunos inevitable y para otros salvable, rutina. Ella es una mujer dulce y tranquila que no parece contentarse con la situación y quiere que su matrimonio sea uno de verdad y no uno donde pasan los días sin apenas hablar. Para ello reserva unas vacaciones que incluyen una terapia intensiva de pareja a manos de Steve Carell (en un papel serio, aunque por al costumbre servidor esperaba que en cualquier momento pusiera carasas). El marido es reticente a ello pero acaba yendo aunque parezca que él lleve mejor la situación de su matrimonio tras una coraza de viejo refunfuñón que le habría hecho sentirse orgulloso a Walter Matheus.

La terapia que intenta arreglar su matrimonio trata sin tapujos las intimidades que les han conducido a esa situación, incluyendo las sexuales, lo que da pie a situaciones muy divertidas. La película aparte de terapeuta es un más que agradable ejercicio de entretenimiento que aunque parezca mentira por los elementos mencionados, no es una más del género ni resulta tópica. Esto es en gran parte a la total complicidad y química de la pareja protagonista con gestos, diálogos y reacciones propios de dos monstruos de la interpretación. De hecho creo que deberían hacer una categoría en la gala de galas que fuera "Oscar Meryl Streep" porque lo merece cada año y así no habría problemas de que se lo negaran injustamente por no ser repetitivos y tampoco se enfadarían las otras candidatas.

De todos modos y aunque no sea una del montón, tampoco deja gran huella aunque pocas cosas negativas se le puedan sacar como por ejemplo una BSO que no es que la estropee pero no ayuda irrumpiendo en ocasiones con fuerte volúmen y con canciones que no acaban de venirle bien a la escena. Sumando todo, nos queda una cinta que es practicamente acierto seguro a la hora de recomendarla por si ternura, simpatía y con personajes que aparte de las interpretaciones que tienen detrás, resultan muy cercanos y es fácil conectar con ellos.

Nota: 6'5

En twitter: @er_calderilla
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE
El director David Frankel vuelve a ser insuperable en su despliegue de la trama. Una pareja, con más de 30 años de matrimonio, está en crisis (Meryl Streep y Tommy Lee Jones). Nos hace ver esas cotidianas escenas caseras “desayuno, cena, descanso, repliegue a las alcobas,…” que acaban siendo tediosas en la rutina matrimonial. Tommy Lee Jones ya lo comenta en la mejor secuencia del film: “todo es maquillaje, y bajo este, está la triste realidad”. Me gusta ver como al final del film todo quede bien, quizá un poco subido de color rosa. Después de que mi matrimonio siga sólido después de 33 años, a Dios gracias, me quedan en mi corazón unas preguntas a los que no se han cogido a la Misericordia de Dios: ¿Qué ocurre con todas esas parejas con el paso del tiempo? ¿Mantienen la llama del amor encendida? ¿Viven la pasión como el primer día? ¿Se cogieron a Dios como unión entre los dos? ¿Saben y desean perdonarse mutuamente en sus equivocaciones respecto al cónyuge? Todo se encuentra en el amor.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Con estos recursos difícilmente se podría haber hecho peor.
No es una buena película. Las recapacitaciones de los personajes son aleatorias, y se dan con el fin de garantizar la efectividad esperada de una obra prefabricada. Por lo general, 'Si de verdad quieres...' es insustancial. El soso guión, los diálogos forzados y las situaciones anodinas que vienen a constituir el filme, conllevan enseguida a la pérdida de interés. Incluso los dos prolíficos intérpretes sólo logran transmitir algo al final, algo bastante lógico si tenemos en cuenta lo desatendida que se muestra la obra a la hora de plasmar su vertiente dramática. Y tampoco parece que hubiera una gran dirección de actores detrás.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Vaya plasta, qué tostón, prefiero el cine nipón.
Hacía mucho tiempo que no pasaba yo tantísima vergüenza ajena viendo una película. Tanto es así que no he podido soportar verla hasta el final. La imagen de Meryl Streep intentando hacerle una mamada a su marido, la primera de su vida, después de 30 años de matrimonio, en un cine mientras ven "La cena de los idiotas" ha sido tan espeluznante que he tenido que cerrar los ojos como si estuviera viendo una de terror. Y he notado además un calorcillo en mis mejillas que solo podía significar intenso enrojecimiento cutáneo.

Madre mía, qué vergüenza! Os cuento, ávidos cinéfilos que buscáis mi asesoramiento: Típico matrimonio de cincuentones (aunque tanto Streep como Tommy Lee Jones tiran más para la sesentena, casi que rozando la setentena) que, oh cielosssss, QUIEREN RECUPERAR LA PASIÓN PERDIDAAAAAA! Bueno, más que nada la tía, porque el señor está más a gusto que un marrano en un charco y no echa en falta en su matrimonio nada de nada. Pero bueno, a ella le da por mirar parejitas jóvenes y ponerse a comparar. Ay cielos, ya ahí tenía que haber cambiado de canal. Y la tía empieza con la paranoia de "quiero recuperar mi matrimonio, quiero que seamos como antes, quiero que me desees como antes, quiero que me mires como antes". Por favoooooooooorrrrrrr!

Y claro, se van a un terapeuta sexual, que no es otro que el inefable Steve Carell. Cágate lorito. Y ya ahí con los consejos del terapeuta el ridículo alcanza proporciones mastodónticas. En fin, el caso es que cuando yo leí de qué iba la peli, pensé, ingenua de mí, que le iban a echar una mijilla de cachondeo al tema, que se iban a descojonar del terapeuta y de la parejilla de maduritos en busca de la pasión perdida y punto. Ayyyyy pero nooooooooooo. Que no es de cachondeo, que de verdad se toman en serio eso de que estos dos vejestorios RECUPEREN LA PASIÓOOOOOOOON!

Y la supuesta gracia de la película estaría en que una tía que jamás ha hecho una felación, ni se ha masturbado... en fin, una tía de lo más pacata y raruna, de repente se ponga a hacerle una mamada a su marido en un cine porque se lo recomienda un consejero matrimonial. Y ahí fue cuando tuve que cambiar de canal porque mi rubor alcanzó proporciones alarmantes.

Qué cutrerismo de película, virgen santa! Y Tommy Lee Jones, ese pedazo de actorazo, Dioooos mío, qué hace aquí? Porque la Streep ya sabemos que es ubicua, que está en todas partes; y Carell también se apunta a un bombardeo si hace falta. Pero Tommy, tú no, tú no tenías necesidad de esto. Siempre hay tiempo para hacer mamarrachadas cuando ya estés en las últimas, hombre.

En fin, luego una se entera de que el David Frankel este es el mismo de "El diablo se viste de Prada", y claro, todo se explica. A este tío le va extraer lo más ridículo y lo más gilipollesco del ser humano hasta hacer enrojecer al más pintado. Pero a mí por lo menos ya no me pilla más.
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7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Meryl, Tommy y Steve
Ms. Streep, esa gran dama de la pantalla, parece haberse especializado últimamente en la problemática sexual de las sesentonas. No la critiquemos por ello; cada uno hace con su vida lo que quiere y/o le dejan. Aquí la acompañan en la tarea el duro Tommy Lee Jones y el graciosete Carell.

Por desgracia, pese a la presencia de tantos y tan variados talentos interpretativos, las vicisitudes de esta pareja no llegan a interesarme. El guión me resulta reiterativo, sensiblero y lineal; se desperdician las oportunidades de introducir subtramas o personajes secundarios (por cierto, ¿qué hace la bella Elizabeth Shue trabajando de camarera en un villorrio del Maine? ¡Acabar así una alumna de Wellesley y Harvard!); y el tema principal no es tratado a un nivel de profundidad o de comicidad que justifique mi atención continuada

Estimado filmaffinitista, te recomiendo la película si eres fan de la Streep o señora de mediana edad. En otro caso, también puedes ir sin miedo a desagradables sorpresas, pero quizás te ocurra como a mí: estuve mirando el reloj a partir de la primera media hora.
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Mucho nombre para poca película
Siempre es positivo que un cine a menudo tan restrictivo como el de las grandes productoras de Hollywood centre sus focos en temas menos explorados, a veces por supuestamente incorrectos, a veces por poco atractivos, etc., como en este caso el amor y el sexo en la tercera edad, periodo vital que, por pudor o incomodidad, difícilmente se relaciona con lo erótico. Si de verdad quieres… asalta este tema de pleno, y lo hace con un segurísimo paracaídas llamado Meryl Streep y un enorme colchón llamado Tommy Lee Jones. Todo un dúo dinámico que asegura casi cualquier jugada, más aún cuando ésta, aunque atípica, se respalda en un guión calculado para la aceptación general, entre lo entrañable y lo ligeramente picaresco.

David Franckel dirige a estos dos titanes, los sitúa a escala humana y los enfrenta a disyuntivas terrestres y clásicas, como la vida en pareja después de más de treinta años, fácilmente rutinaria y empujada por pura inercia, o la progresiva pérdida, o no, del apetito sexual. Reaccionan los protagonistas como se espera de ellos; actuaciones francas e irreprochables que dan vida a dos prototipos de un estilo de vida y una etapa concreta seducen al respetable con unos registros bien llevados pero anclados en lo tópico. El patriarca de fácil refunfuño y emocionalmente impermeable y la mujer dócil y apocada con espontáneos ramalazos de carácter pretenden ilustrar una supuesta tónica general, lanzando además un mensaje que invita por igual al optimismo y a la estoicidad en los momentos difíciles de la pareja veterana.

Obvia el film que sus varemos son los correctos trazando caracteres, comportamientos y moralejas de manual, pretendidamente transversales pero probablemente fallidos. El amor y el sexo quedan aquí lejos de cualquier percepción moderna; tanto lo que describe como la forma en que lo enfoca pertenecen a una mentalidad y una moral muy concretas, propias del cristianismo más tolerante y comprensivo pero nunca desprendidas de éste. Su trasfondo conservador –o tradicional, si se quiere– y totalmente occidentalizado impide que las cuestiones universales que plantea –el sexo, sí, pero también la estima y la extroversión en la tercera edad– sean extrapolables a un ámbito más global, no sólo en el sentido geográfico, también en cuanto a edad. Así es que, efectivamente, esta historia de sexo y terapias conmoverá a un público más reducido de lo que quisiera, dejando al resto frío, solamente amparado por las tablas de unos actores extraordinarios e indiscutibles.

Lo mejor: el duelo Streep versus Jones.

Lo peor: es menos global de lo que pretendía.

[Tupeli.es]
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Los idiotas de la cena
Entrecot.
Qué dura y triste, y sacrificada esforzada y cruenta, de veras jodida, puto infierno, es para un hombre pringado (en verdad para cualquiera) vivir incrustado, a la fuerza ahorcan, en un (terrorífico, sine qua -qua- non), ominoso totalitario arrebolado matriarcado, te matas a trabajar fuera de tu morada, sanctorum sancta, y te exigen el mismo rendimiento desaforado maquiavélico cuando llegas a tu misma casa, del despacho a la cama sin aliento ni perdón y por el camino yo me muero, fiscalizado, perseguido, medido, sojuzgado, sopesado, torturado, exprimido, sin un segundo de reposo o consuelo (ni ver la tele te dejan tranquilo, acabáramos, distopía, engendro), espanto, el capitalismo femenino posmoderno te deja (h)echo polvo (hasta la polla te usufructan arriendan -la pérdida- a la fuerza los las cabrones cabronas, incluso la jodienda de la cadena de producción ya parte forma, Rockefeller y Beauvoir contigo duermen, también te lo/la -lailo- meten, porno, gran hermano, introducen), en porretas o cueros, desnudo, devastado, como un trapo, ni pa los perros, di no a todo, me inmolo.
A la vejez viruelas, ni mozalbetes llenos de granos o zagalas de trece todavía con los pompones (dame una a, dame una s, dame una c, dame una o... pena) en la mano (y en el alma) cayeron tan bajo o tendrían jamás un comportamiento tan lelo como este que aquí vemos (sácame los ojos), vade retro, ¿estamos locos?, solo les faltó que les dieran una clase de anatomía (ave maría), mirad con atención, matrimonio, estos son los huevos colganderos, así de gordos, y este es mi puño -de hierro- en tu ano, viejo, que les explicaran lo que es el clítoris para que no lo confundieran, pasa, de una vez por todas con la nuez (de la garganta, estas cosas las carga el diablo, de la aurora el rosario, no estamos para bromas, mucho cuidado) o con el de tenista codo, nunca se sabe, todos los caminos están llenos de huesos, o con el frenillo (ay judío mío), o, ya puestos, con la llegada de la primavera, de las flores y las musarañas, de los pelos y las coles, las berzas y los nabos, macedonia, orgía perpetua, ruibarbo, caracola.
Allá (en las américas), y ya acá (en cualquier corrala o palacio de zarzuela), aprenda, te sacan los cuartos hasta para darte los buenos días, hola, majo, cinco dólares, hasta para (no, qué va) decirte que el pasto es verde (arcoíris, fluye), es lo que toca, el progreso, la democracia, ciencia, la gracia.
Y lo peor es (¿voluntariamente? no, él es llevado a rastras, extorsionado, amenazado, a punta de pistola) que van (y pagan, alegre, canta, baila, de eso se trata, de pasta, por los servicios prestados muchas gracias), puta y la cama, burro y asno, ciudadano.
Instrucciones para hacer una buena mamada, mama, híncate de hinojos, rodilleras mediante, taca taca por si las moscas, y chupa, que es todo alimento, sustancia, vitamina, proteína, caldo de las estrellas, sopa buena, mayonesa, ella me bate, la cabeza, oligofrenia, abre la boca, cierra los ojos, ah, y quítate la postiza dentadura, bruta, dientes, dientes, no, lengua, (más) saliva, savia, abajo arriba, mece, bambolea, el mundo por montera.
Él está bien, ella, para variar, de la clase la más lista la más perra, demasiado bien, es decir, horrorosa, pa matarla a disgustos, sufre sofocones y se lleva las manos a la testa hasta para decir más fuerte, se ruboriza, la rubeola, es pudorosa, pero no menopáusica, son ardores guerreros, furor uterino, es una estufa humana, más madera, del fuego la leña, siempre con calores y mareos, babilonio, esto es un escándalo, no me hables de rabos que me enervo, todo le altera y subyuga, anonada, desbarata, sorprende, enfatiza, aturulla, un lío la picha, qué cosa, so big, reina drama, a la llorera, soy betty, la fea, ya no te la muevo levanto ni con una catapulta, abre la muralla, mis carnes blancuzcas pellejas te ablandan la entrepierna, mi breva a la verga, qué pena con lo que yo era, una odalisca, una menda, una jeba.
En fin, que él es un mártir, un héroe de nuestro tiempo, un cristiano entre leones y tigresas, un santo y un bendito, un potro de tormento, en su cuerpo toda la edad media, ordalía, si no es ella es el otro, el caso es darle horror dolor del más puro bueno, de primera mano, en resumen, un gilipollas puertas de cuerpo entero, para qué engañarnos ni calientes paños, hasta en el dormitorio, nacer para esto, currar tanto para acabar haciendo el indio, en el punto de mira, puto medio, en el candelero, un memo, mi vida como un perro.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
SESENTAYTANTOS
Está David Frankel cogiéndole el punto, después de la sugerente "El gran año" a un tipo de cine suave, sin estridencias, con humor pero trufado de reflexiones sobre nuestras batallas más intimas y personales, aquellas que no cambiaran el mundo pero dan sentido al éxito o fracaso de nuestra pequeña y única existencia. Solo con grandes actores podemos degustar estos aparentemente sencillos guiones que en otras manos estarían abocados al fracaso. Meryl y Tommy sientan cátedra. Es un lujo y un placer verles defender la propuesta que por otro lado se les queda corta. Aunque uno duda si es precisamente ese "punto" a medio camino del todo y la nada que esta pillando Frankel el que hace tan agradable su cine.
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7
Lo peor, la BSO.
La música es TERRIBLE, rompe la armonía del film. La película tienen guión más que coherente e interpretaciones de peso, todo muy estilo Hollywood, eso sí. Me pregunto cuàntos premios se habría llevado este mismo guión y estos mismos personajes dirigidos por, pongamos, Haneke.
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7
¿Qué tan necesaria es la terapia de parejas?
Moda de la segunda mitad del siglo veinte ha sido la de los terapeutas de pareja. Usualmente se trata de personajes que no tienen un matrimonio estable, dividen la agenda de los hijos entre una casa y otra y pontifican sobre lo que es un amor "moderno". Sin embargo, el Steve Carell de esta película es un terapeuta que se gana la vida como un personaje que propone ejercicios para una comedia divertida y sentimental. Además, tiene un matrimonio estable, aunque sus clientes se preguntan cómo será en la cama.
Eso por un lado: Steve Carell es genial. Pero si a sus consultas va una pareja interpretada por Tommy Lee Jones y Meryl Streep podemos decir que está montado el teatro para un juego de escenas pintorescas y profundas, llenas de vitalidad y espontaneidad para retratar a hombres y mujeres que envejecen "amándose".
Una buena película para reconocer que el amor depende de las mujeres; si ellas no aman, no hay nada qué hacer, y lastimosamente es algo que ocurre con frecuencia: que ellas no amen como la Meryl Streep de este filme. Si una mujer ama, ¿para qué terapia de parejas?
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