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18 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
Radiografía de la infidelidad
Lo mejor de la película es la interpretación portentosa de Lena Endre, todo un descubrimiento para mí. Los demás también lo hace genial.

Esta película es la más autobiográfica de Ingmar Bergman, pero -curiosamente- sólo es el autor del guión, la dirige una de sus actrices predilectas (y una excelente discípula, a juzgar por esta película): Liv Ullmann.

La película es densa, compleja, original...Hace una radiografía de la infidelidad, de sus etapas, de sus consecuencias. Uno de los protagonistas es el propio Bergman que aparece desde una doble perspectiva:

-Bergman anciano, triste y descreído, que mantiene una conversación con Marianne, una actriz que relata su historia de amor y de infidelidad.

-Bergman joven, encarnado por David.

Se alternan el pasado con el presente, se evocan los momentos clave de esta historia y al final nos sorprende con sorpresas y giros inesperados. Hay traiciones, infidelidades, deslealtades, egoísmos, mezquindades. También amor y pasiones desatadas.

No hay intención de moralizar, sólo una amarga reflexión de las terribles consecuencias negativas, sobre todo para los hijos. Y también pone de manifiesto la fragilidad de las relaciones humanas, del dolor que produce la traición y de la fuerza de la pasión.

Liv Ullmann, una de las grandes actrices de todos los tiempos, ha sabido dar dinamismo a una historia que -a priori- es muy teatral y de ritmo lento. Consigue una sabia dirección de actores (insisto: espectacular Lena Endre) y atrapar al espectador con esta emocionante y conmovedora historia. También me gustaría señalar que la fotografía es de una gran belleza.
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45 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Delicadeza, sutileza y sensibilidad, simplemente, una genial película.
Hace algo más de un año que vi la película Infiel y también hace tiempo que me he querido sentar tranquilamente para escribir una crítica merecedora de esta gran película.

Esta película no está dirigida por Bergman pero por una de sus musas, Liv Ullmann, y con guión de Bergman, y con eso ya tenemos una película fabulosa si a eso le añadimos la increible y espectacular actuación de su actriz principal, Lena Endre, donde nos demuestra una auténtica lección de lo que es una buena interpretación.

Lo que más me gusta de esta película es la delicadeza, la sutileza, la sensibilidad, la finura, y el trato en cada una de sus escenas, tanto en dirección como en interpretación, cada escena está perfectamente tratada y estudiada, esa es para mí la principal razón por la que tanto me cautivó esta película.

Si empezamos a hablar de algo será sobre el guión, podemos ver una vez más al Bergman analítico y psicológico pero esta vez en las relaciones sentimentales entre las personas y las consecuencias que puede llegar a tener un divorcio dentro de una relación. La manera de narrar la historia, es lenta pero intensa, donde cada frase escrita y dicha está una vez más totalmente pensada y no me deja de sorprender el acierto de este análisis psicológico dentro de las relaciones pues a quién no se le ha pasado esas ideas por la cabeza dentro de su relación de pareja sin pensar en las consecuencias que estas pueden tener a corto y largo plazo; una película donde el estudio de la persona una vez más sigue siendo el centro de atención de Bergman.

Esta película quizás no sea tan complicada de ver como otras de Bergman, quizás porque esté dirigida por Ullmann, no lo se, la narración es lenta pero llevadera, digamos también que no es una película para un público de habitúa el cine americano.

De las interpretaciones nada mas que decir, la maestría de Lena Endre me dejó sorprendido, no se si decir que disfruté mas de la película o de la interpretación, con ese rostro tan característico, esa mirada da a sus monólogos un toque especial, digamos que tenemos en Europa grandes actores y actrices y ni siquiera los nombramos, desgraciadamente la industria americana no nos deja respirar ni tampoco pensar.

En la película se respira sutileza y una gran sensibilidad en todos los aspectos, solo tengo cosas buenas que comentar de esta película de la cual no quiero hacer la crítica mas larga para no aburrir al lector, he propuesta siempre esta película a un tipo de espectador que tiene una sensibilidad educada y pueda apreciar la belleza del séptimo arte, pues esta película es un fiel reflejo de ello, espero que si alguien la ve pueda pensar lo mismo.
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29 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Pretenciosa adaptación de un buen relato de Bergman.
Hay tres formas de retratar la clase pudiente en el cine que ha servido como patrón para el resto. Una es con comicidad y sarcasmo, esa sería la manera de Woody Allen. Otra es la de Luchino Visconti, donde sus protagonistas se insertan en la historia y quedan atrapados por las circunstancias que los devora. Y la tercera es la de Bergman, donde desde lo estrictamente personal se presenta en forma transcendente y plenamente dramático.

Esta última manera es con diferencia la que más me molesta. Los hombres y mujeres que aparecen en estas películas parecen sufrir lo suyo mientras beben vino reserva, hacen viajes por medio mundo, acuden a óperas en palcos vip, contemplan con ojos llorosos el atardecer en el mar desde su casa de la playa o tienen complicadísimas elecciones en seleccionar que prestigiosa compañía de teatro trabajan.

De eso trata “Infiel”, de tres personajes de la clase media-alta (en realidad de la clase alta-baja, que no es lo mismo) y de las diferentes pajas mentales que se harán durante las larguísimas más dos horas y media que dura la película.

Pero es que encima Liv Ullmann no es Ingmar Bergman, no se le acerca ni en el blanco de los ojos. “Infiel” tiene muchos defectos. Es una película perfecta para un ciego. Me recuerda a esas charlas de yuppies de empresas con las presentaciones de Power Point que van leyendo lo que tiene escrito. Aquí pasa lo mismo. La voz en off cuenta exactamente lo que vemos, siendo reiterativo y minusvalorando la fuerza de las imágenes o la inteligencia del espectador.

Y eso que como narración literaria “Infiel” es magnífica (probablemente si un director de cine hubiese merecido el Premio Nobel de Literatura ese hubiera sido Ingmar Bergman), pero una cosa es el relato, que es bueno, y otra como plasmación cinematográfica que es mediocre.

En algunos momentos sí tenemos buen cine, escenas como por ejemplo la de la mujer confesando a su amante que se ha acostado con su marido para conseguir la custodia de su hijo su de una fuerza increíble. Pero como se recrea la directora en algunos planos cortos, de forma excesiva, va en perjuicio del acabado final.

Además creo que se magnifica el divorcio, hay cosas bastantes peores, cualquier currante de una fábrica de conservas puede decirlo. Ni siquiera creo que Bergman, por muy serio que se ponga se lo cree. Fue un señor que se casó cinco veces y tuvo decenas de amantes, incluida la propia Liv Ullman con la que tuvo una hija. Convertir en un drama de tal profundidad lo que no deja de ser unas simples feromonas disparadas es bastante ridículo.

Ya decía el refrán que sarna con gusto no pica.
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36 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Marianne
Cuarto y último largometraje realizado por Liv Ullmann, compone un espléndido retrato femenino. Escrito por Ingmar Bergman, contiene numerosas referencias autobiográficas. Se rueda en exteriores de la isla de Faro (Suecia) y París y en estudio. Es nominado a la Palma de oro (Cannes). Producido por Kaj Larsen para SVT, se estrena el 13-V-2000 (Festival Cannes).

La acción dramática tiene lugar en dos tiempos narrativos distintos y a lo largo de dos secuencias espaciales diferentes La historia, basada en experiencias personales del guionista, tiene lugar en 1958-60, cuando éste tenía 40 años, en Estocolmo, Paris, Copenhague y en una casa de campo de Suecia. Marianne es un personaje de ficción que en los dos tiempos narrativos tiene la misma edad (unos 40 años). Explora la emergencia espontánea de una historia de amor (la de Marianne y David), que durante un tiempo se superpone a otra que entra en declive (la de Marianne y Markus). Marianne es un personaje imaginario en boca del que el guionista pone la reconstrucción del recuerdo dramatizado de un episodio autobiográfico. Marianne (Endre), actriz de teatro, madre de una niña de 10 años (Isabelle), lleva 11 años felizmente casada con el director de orquesta, Markus. Goza de la serena belleza que suele acompañar la plenitud de la madurez femenina.

David (Henriksson), de 40 años, es director de teatro y de cine, divorciado 2 veces y con dos hijos, le acompaña con frecuencia la mala fortuna y se halla sumido en deudas. Es meticuloso, perfeccionista y celoso. Markus (Hanzon) es un acreditado y solicitado director de orquesta, casado con Marianne, goza de una posición económica desahogada y le apasiona la música. Es reservado, suspicaz, interesado y vengativo. Bergman (Josephsson) es guionista y director de teatro, el mismo personaje que encarna David en el otro tiempo narrativo.

El film suma drama y romance. Se basa en un guión deslumbrante elaborado con pulcritud y brillantez por un guionista que escribe con inusual maestría. El relato presenta una gran riqueza de detalles y matices y una grata complejidad técnica y de contenido. Explora los sentimientos del ser humano, sus debilidades, fragilidad y vulnerabilidad. Investiga la complejidad del alma humana, sus contradicciones, tensiones y paradojas. No habla de causas, sólo muestra la sucesión temporal de los hechos. Las observaciones que establece quedan abiertas a interpretaciones diferentes. Presta especial atención al dolor moral que producen el desengaño, la desilusión, la frustración y el desamor. Saca a la luz los secretos, las pasiones ocultas y los rincones reservados de los personajes. Construye un discurso que traspira profundidad, realismo y humanidad.
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19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Homenaje a Bergman
Un escritor vive en una isla, batallando con una novela basada en sus recuerdos de una historia de amor. Su nombre es Bergman. Una "voz" le habla, a la que permite transformarse en mujer, en una actriz a la que llama Marianne. Es a través de ella que la historia se desvela. Marianne está felizmente casada con Markus, un exitoso director de orquesta con el que tiene una hija de nueve años, Isabelle. El mejor amigo de Markus es David, divorciado dos veces y que frecuenta la casa de Marianne y Markus además de ser el cuentacuentos favorito de Isabelle. Una noche, mientras Markus está ausente, David les visita. Pero algo cambia, y lo que era una amistad platónica segura entre Marianne y David se altera de repente.
Infiel, 2000. Liv Ullmann dirige con mano sabia esta adaptación de un texto autobiográfico de Ingmar Bergman y le sale una película incluso más bergmaniana que las del propio director. Un personaje surgido de la creatividad atascada del viejo escritor llamado Bergman, con el que dialoga, relata un episodio de la vida sentimental de éste, o de sus fantasías, quien sabe. Un triángulo amoroso en el que él juega el papel de amante, que pugna por asomarse al terrorífico enemigo de los escritores: el folio en blanco. La soledad del artista ante el miedo, encerrado en una isla con el propósito de crear una novela, le lleva a la genialidad que, como casi siempre, proviene de la idea más peregrina y menos comercial. El personaje central, al que da vida de un modo asombroso Lena Endre, sabiamente dirigida, no persigue un autor, sino que se inventa su propia historia, casi sobre la marcha, a partir de una infidelidad que nace sólo de la imaginación del autor. O no.
Sin recurrir nunca a lo obvio, entre el maestro y la mano sabia de Liv Ullmann pintan un cuadro de sentimientos que deslumbra en esta inteligente película, en la que el cineasta deja trazos de su biografía para hacer las paces con el pasado. “Perdonar al joven de entonces, aunque nunca al viejo de ahora”.
Tras la presentación de los personajes y del idilio llega la tempestad, densa y con una fuerza dramática extraordinaria. Infiel, ¿deslealtad consciente o acto no voluntario?. Aquí casi no hay bien ni mal. Los principios morales no están a la orden del día. Los personajes juegan a amar hasta el límite, sin juzgar a nadie. Pero siempre hay alguien que sufre… Las interpretaciones alcanzan una riqueza expositiva rica en matices, como pocas veces se ha visto y la exposición de los hechos penetra en el espectador más exigente hasta deshacerlo en pedacitos. Imposible quedar indiferente.
En un querer sin querer. Es tan intensa que duele. El pesimismo de Bergman no es normal, pero sin él sus películas no habrían significado tanto para el cine. Infidelidad y soledad. Como un espejo.
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17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
De la mano de Bergman...
La película nos cuenta como es esto de la infidelidad, del adulterio, por qué se produce, cómo, las consecuencias que ésto trae... Evidentemente no se puede hacer un estudio científico del tema, ya que el amor es algo que se mueve por sentimientos e impulsos y dejando, por desgracia, totalmente de lado a la razón. El guión de Ingmar Bergman es realmente bueno, lo que se ve desde el principio, cuando es escritor analiza su vida ayudado por una imaginaria mujer, a la que pide que se siente junto a la ventana... Los impulsos, la pasión, el amor, el rencor, los remodimientos, los celos, los engaños, el egoismo... Todos los factores del tema de la infidelidad y del divorcio están en esta película. Nos hace reflexionar mucho, pero lo que se ve más claramente en la película es que ser infiel lo destroza todo, cómo hacer las cosas por impulsos sin pensar en los demás y las consecuencias puede ser fatal... Muy buena película, muy completa, con uan manera muy interesante de relatar la historia, y además con sorpresa final.
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15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La doble vida de las parejas
La sombra de Bergman es alargada, muy alargada. Uno de los cineastas más ensalzados e influyentes del siglo XX que dio forma en imágenes a la insondable complejidad del ser humano. Para Bergman era importante la forma, pero lo era infinitamente más el fondo. La mayor parte de sus películas son tizones ardientes lanzados al subconsciente, huyendo de etiquetas, dando lugar a múltiples interpretaciones algunas de las cuales quizás nunca se lleguen a explorar, y rompiendo con los moldes y convencionalismos del cine de su tiempo.
El más grande director que ha parido la industria teatral y cinematográfica sueca no sólo era un director meticuloso y volcado en su vocación, sino también un escritor consumado, dejando unos guiones que continúan deslumbrando y latiendo de cuestiones eternas sobre nosotros.
En su faceta de guionista, colaboró con otros realizadores, entre ellos Bille August (“Las mejores intenciones”) y su musa, la actriz y directora Liv Ullmann (“Infiel”). Todos sus textos incluyen muchísimo de sí mismo. Aportan abundantes elementos autobiográficos que hacen que todas sus películas y guiones contengan referencias a su pasado, a sus obsesiones, sus inquietudes, sus concepciones y su íntimo punto de vista basado en sus observaciones del alma individual y colectiva.
De este modo, por ejemplo en “Las mejores intenciones” de August se advertían guiños a su propia familia, aludida directamente a través de los apellidos de la pareja protagonista: Bergman, el apellido de su padre, y Akerblom, de su madre. En “Infiel” de Ullmann, el anciano protagonista (Erland Josephson, actor habitual del realizador) es una representación alegórica de sí mismo. Un anciano solitario y abandonado a sus recuerdos, que trata de traer al presente la memoria de Marianne para dejar constancia escrita de su historia.
Marianne revive para él en toda su esplendidez de mujer pletórica de esa belleza que a veces otorga la entrada en la madurez. El anciano Bergman la escucha sin pestañear, confidente silencioso y conmovido por el tormento de ella.
Por medio de las vicisitudes amorosas de Marianne, Ullmann y Bergman hilvanan con firme pulso, gran lucidez e hiriente franqueza una historia de relaciones amorosas con las que tantas personas podrían identificarse. Plenas de vigencia y de realidad. Porque el amor sigue tantos caminos extraños… Porque suele ser tortuoso, una hoja al viento que ahora está aquí, y que al instante siguiente puede estar en el sitio menos pensado. ¿Quién puede controlarlo?
El relato de Marianne es un relato de amores volubles, de infidelidades, de la ruptura en trozos que implican las traiciones y las separaciones. También es un relato sobre las inexplorables heridas causadas al espíritu de una niña, su hija, su adorada Isabelle, criatura que de buenas a primeras se encuentra desamparada en mitad del caos de las mareas de rupturas, rencores, peleas, reconciliaciones y amarguras de sus mayores.
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Cómo ser reseco y delicioso
Es curioso cómo una película tan "reseca" puede no dejarte despegar la mirada de la pantalla. Sentir tanta intensidad con sólo cuatro paredes de madera y una mujer que detalla una historia sin música, con frases lentas y reflexivas, planos muy semejantes y estáticos...

Es interesante ver reflejado en un film una sensación que le ocurre a alguna gente (mujeres sobre todo, podría jurarlo) de comenzar a amar a una persona por pena y por sentirse necesarias para ella. ¿Será el instinto maternal? Cómo la mujer va provocando la destrucción propia y de su familia sólo porque otro hombre la necesita y su marido no: la sensación de sentirse indispensable, necesitada por alguien. El típico "me enamoré de él porque quería salvarlo". Quizá estéis totalmente en contra de esta idea, pero aparte de ser un acto irracional, también lo es de generosidad. En esa mujer se despertó la necesidad de curar a ese hombre al que la vida y él mismo habían maltratado y, en mi opinión, lo hizo por generosidad innata. Sintió que ella podía salvarlo y lo intentó. Sólo que no pensó que eso podría acarrear sufrimiento a un mayor número de personas, ella incluida...

Me encanta el modo de narrar de este guinista y directora, para ellos lo que más importa en el mundo son los sentimientos y las relaciones humanas. Para algunos puede ser larga y aburrida, para mí clarísima y de una sinceridad abrumadora. Algo como Kieslowski pero más seco y sin florituras. Más profundo todavía porque hurga en el sentimiento y lo trata como un ente importante por sí mismo. Adoro la cara de la actriz principal cuando se desvive por encontrar las palabras para explicar lo que siente. No es fácil ver tanta sinceridad, tanta humanidad, tanta profundidad en el cine (y en ningún lado). Apabullante. La película y la actriz.

Y para terminar, ese plano fijo del viejo en la playa... delicioso. Una pena que no durase más.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Burgueses inteligentes=Felicidad imposible
Psicoanálisis o radiografía del comportamiento de seres muy civilizados incapaces de detener la fuerza destructiva del amor cuando se sale de senderos preestablecidos.
El guión es de Bergman y sus reflexiones y diálogos empapan toda la película. La mirada es de Liv Ulmann, que tanto aprendió al lado del maestro.
¿En los conflictos amorosos es la inteligencia un arma válida o por el contrario es un gran inconveniente para la resolución?. ¿Tiene más fuerza el corazón que el cerebro?.

Hay algo que sobrevuela, bajo mi punto de vista, por encima del apasionamiento sexual en este drama, es el egoismo. Es el agente desestabilizador y monstruoso, capaz de fustigar y destruir de forma inmisericorde a una pobre e inocente criatura, la niña de la historia. Pero es un sentimiento que la propia directora o su célebre guionista consienten en que es innato y natural en los altos círculos artísticos en que se desarrolla la acción.

Ambientes burgueses poco recomendables, una vez más, por incendiarios y generadores de infelicidad. La sinceridad, en este caso, sólo sirve para encender la mecha que acerca la llama hacia el polvorín de las relaciones imposibles.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Fielmente fiel
Descarnada plasmación del dolor que supone el amor y el desamor y magnífica recreación de los efectos colaterales que conlleva en el entorno más próximo.

Con un sello fílmico fiel a Bergman, Liv Ullmann logra sumergirnos en el yo más íntimo de los personajes. La manera de adentrarnos consigue penetrar en lo más profundo de los sentimientos a través de un estilo que toma prestadas técnicas teatrales.

El juego del demiurgo que se conmueve por el dolor de sus criaturas, sirve de punto de partida para recrear la historia con un desgarro cercano y a la vez dramático. El espectador se convierte así en testigo de excepción de una confesión, que va desgranando sin ahorrar en detalles los más complejos impulsos de la naturaleza humana.

Creo que la disección resulta reveladora y muy efectiva. Magnífica película.
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La infidelidad y sus consecuencias
Las relaciones humanas son tan complicadas como nosotros msmos las queramos complicar, se puede disfrutar de una vida feliz y plena, y por el mero hecho de cambiar o hacer algo nuevo podemos dar pie a nuestra propia destrucción y a la de las personas que nos rodean, porque cada persona es un mundo y solo dios sabe cómo podemos llegar a reaccionar en determinadas circunstancias y con determinados estímulos. Así lo que comienza como una señal de afecto y apoyo hacia tu mejor amigo en un momento puntual, como supone Marianne que está haciendo al comienzo de la cinta con David, hace saltar la llama de la pasión entre ambos y se inicia una relación que, tras pasar como cualquier otra por sus momentos felices y no tan felices, tendrá graves consecuencias tanto para ellos como para el marido y la hija de Marianne.
Esta historia con sus múltiples problemas y momentos de cierta tensión es la que aborda Liv Ullmann, demostrando que su faceta de directora no tiene nada que envidiarle a la de actriz, de una manera serena y pausada para descubrinos todos los matices de este triángulo amoroso y mostrarnos la evolución de la protagonista a lo largo de todo el relato. Para ello contó con las actuaciones de un acertado elenco, en especial Lena Endre que construye a la perfección el personaje de Marianne con gran naturalidad empleando sus profundos y melancólicos ojos azules, y con una hermosa fotografía. También es de gran calidad el guión del magnífico Ingmar Bergman, a cuyas anteriores películas me recuerdan algunos aspectos: las escenas de la playa vacía de Faro (me recuerdan a " Persona") y el color llamativo color rojo de la habitación donde disfrutan de su amor en París, que me ha traído a la memoria la película "Gritos y Susurros", ya que en palabras del mismo director ese color era el color del alma humana.
Como conclusión, señalar que esta cinta es otra relevante muestra de lo alto que puede llegar el cine sueco cuando de plasmar los conflictos humanos se trata, y que merece mucho la pena verla y reflexionar sobre ella.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Cine de actores
La estructura de la película parece compleja y es, sin embargo, de una enorme sencillez. Se nos cuenta los pormenores de un triángulo amoroso que termina con la muerte de sus miembros, el sufrimiento de todos y la destrucción final de una familia que parecía estable y feliz. El procedimiento parece inspirado en la lejanía por August Stringberg: los personajes de esa historia van reconstruyendo el puzzle ante uno de ellos, pero en un tiempo narrativo distinto.

Es decir, el personaje de David en concreto aparece desdoblado en el presente y en el pasado. Luigi Pirandello escribió ese memorable texto en el que los personajes buscaban desesperadamente a un autor que contara su historia en una obra de teatro. Aquí los personajes susurran, o recuerdan la historia, para que uno de ellos la filme, probablemente a modo de expiación personal.

La fórmula, empleada de manera similar por Ingmar Bergman en más de una ocasión, es utilizada ahora por Liv Ullmann en la última película de su carrera como directora. Por cierto, Bergman, que escribe magistralmente el guión, en realidad está escribiendo sobre episodios similares de su propia vida real, con lo que “Infiel” tiene, además, un valor autobiográfico que le añade un interés especial.

Es una película hermosa, intensa, dramática. De una duración superior a las dos horas, sin embargo esa concentración de emociones y tiempos narrativos ejerce una fuerza de atracción extraordinaria sobre el espectador. Las imágenes bellísimas y la factura de producción –exquisita, perfecta, de una eficacísima simplicidad- colaboran en esa tarea.

Una de las agradables sorpresas es el trabajo de Lena Endre, actriz sueca muy conocida en su propio país, y que aparece en dos películas de la reciente y conocida “Millenium”. Está excelente, junto a Erland Josephson, actor habitual en las películas de Bergman, y Krister Henriksson.

Una película así precisa de unos actores de esta extraordinaria calidad. No en vano está firmado por una actriz magistral que lo sabe muy bien.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Relación dolorosa
Si hubiera que elegir la película más autobiográfica de Ingmar Bergman, esa sin duda sería Infiel. Un anciano escritor (el propio Bergman encarnado por un grandioso Erland Josephnson) recuerda una dolorosa relación que tuvo con una mujer casada, Marianne (asombrosa Lena Endre). En su habitación solo existe él y sus recuerdos.

Compleja, desgarradora y densa película dirigida por la actriz protagonista de Persona, Liv Ullmann. La película es un descarnado retrato sobre la infidelidad, el amor y el dolor, que a veces es lastrada por una lentitud narrativa que sumerge al espectador en el fragoso terreno del tedio. Pero sobre todo, es una reflexión sobre el daño que se le puede llegar a hacer a las personas que se encuentran cerca de una relación adulta (con esto me estoy refiriendo a la niña, la cual es la verdadera víctima). No importa el daño que me has hecho sino el que te puedo hacer a ti.

Infiel es una bellísima película que deja los sentimientos en carne viva. Sus imágenes resultan tan hermosas y abrumadoras que Ullmann se olvida de que las emociones que pretende transmitir están cayendo en el paroxismo. Por último, los diálogos son tan complicados que el espectador puede perder el hilo argumental muy fácilmente. Infiel por tanto es un film difícil de entender, que te deja reflexionando.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La ruptura.
166/19(31/05/10) Liv Ullman con un guión adusto de Ingmar Bergman hace una profunda radiografía sobre el dolor provocado por la ruptura de una pareja, sobre cómo se pasa del amor al odio, lo fina que es la línea que separa estos sentimientos, y como este instinto básico que es el odio puede llegar a arrastrar a inocentes en una espiral asfixiante donde la condición humana se nos presenta en su verdadero color, el gris, no hay buenos ni malos, hay personas que sufren y que afrontan la aspereza de la vida. La cinta tiene el inconfundible sello Bergman por todos sitios, si la hubiera hecho él no parecería tan suya, su puesta en escena recuerda bastante a ‘Saraband’ la última realización dos años posterior del director sueco, resulta todo muy teatral, pocos personajes, todo son interiores, con lo que sensación de claustrofobia se acentúa bastante, se transmite un increscendo ambiente irrespirable, donde las interpretaciones de los protagonistas son el mejor motor de la cinta, destacando sobremanera Lena Endre que da vida a Marianne, y lo hace de forma colosal, no se puede hacer mejor, unos primeros planos clásicos en el cine de Bergman en los que Endre nos hace sufrir su tormento interior. La historia es la de un triángulo amoroso Marianne (Lena Endre), su esposo Markus (excelente Thomas Hanzon) y el amante de ella David (magnífico Krister Henriksson), y de cómo la ruptura del matrimonio con una hija pequeña provoca una encarnizada lucha donde la niña es el ser inocente que sufre sobre todo la bajada a los infiernos anímicos del padre, destacando la lectura de una carta de él, muestra magistral de lo que supone la cumbre del sufrimiento interior. El resultado de todo es un drama intenso, que da una visión amarga del matrimonio, donde los adulterios, los chantajes sexuales, la violencia psíquica lo inundan todo en oceano de martirio, no hay oasis de respiro y el plato fílmico es muy seco y cuesta digerirlo, no es apto a todos los paladares. Recomendable a los degustadores del universo Bergmaniano. Fuerza y honor!!!
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Teniendo paciencia, vale la pena.
Emotivo drama de un inicio interesante por la forma en que está narrada, que se vuelve cada vez más flojo y perdiendo evolución, haciendo que la película pueda llegar a sentirse tediosa durante la parte media del metraje, con escenas de poco aporte, diálogos carentes de intensidad y momentos dramáticos sin mucho impacto además de que en muchas ocasiones las emociones que los personajes experimentan no se alcanzan a transmitir o entender del todo. Durante el último tercio de la historia el nivel de drama se eleva considerablemente, alcanzando momentos muy sobresalientes y un crescendo en las actuaciones, destacando la de Lena Endre, quien tiene un papel, al igual que el resto, muy humano acompañado de una trama realista, abordando el tema de forma profunda, sin maniqueísmos ni posturas tendenciosas o sentimentalistas, situación sostenida durante toda la cinta a pesar de que el verdadero impacto solo lo alcanza al final. La trama secundaria que se plantea, donde la narración se basa en un diálogo entre director y personaje, no alcanza a comprenderse completamente. En un balance general, es una buena película que vale la pena, para ver con paciencia.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
recuerdos íntimos
Impresionante y rotundo drama que aun se hace mas real cuando se sabe que es autobiográfico. Me ha mantenido en alerta las dos horas y media que dura, que he de decirlo, se me han hecho cortas. Película que revela lo positivo y negativo de las relaciones amorosas, tanto la dura separación como el descubrimiento de un amor, aunque este se trate de un viejo amigo. Película que traspasa los sentimientos y lo hace de una manera exquisita, con auténticos momentos para el recuerdo y situaciones realmente desconsoladoras. Te introduce poco a poco en una historia que te va envolviendo, aunque te imagines en cada momento como se van a desarrollar los acontecimientos, siempre hay algo que te sorprende y no te deja indiferente, Película que por desgracia he descubierto muy tarde, pero que realmente ha merecido la pena. La recomiendo sin ningún tipo de duda.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Infidelidades, mentiras, vidas....
El maestro Bergamn firma un guión impresionante para su eterna musa, Liv Ullmann, que se convierte en manos de esta última en una historia de infidelidades, engaños, traiciones, todo un estudio de la condición humana.
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1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
trölosa?
¿Infiel? ¿a qué?
Magnífica, una obra maestra. Todo. Siempre. Atemporal.
Bergman, Ullman
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2 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
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