93 Críticas de los usuarios

Juntar a 18 directores de diferente pelaje (en realidad 20 pues hay dos codirigidas) con sus respectivas historias es un riesgo por partida doble, a muchos se les ve limitados por el tiempo y en general, aunque el nexo común sea evidente París, cada uno va a su bola (y a algunos se les va, vease Natali). Y diremos ya que ese momento emotivo final que se sacan de la chistera retomando a algunos personajes es un horror. Pero claro está, aquí hay gente con talento detrás y delante de la cámara para mover montañas, pero en 7 u 8 minutos muchos no mueven ni una hoja. Resumamos:

- Buenas:

Alexander Payne: La última y simpática historia
Nabuhiro Suwa : Con un trauma y toques oníricos bien resueltos
Tom Tykwer : Retomando estilo de su "Corre Lola Corre" sorteando el riesgo videoclipero
Joel y Ethan Coen : De los pocos humorísticos y originales

- Interesantes:

Bruno Podalydes: La primera, ingenua y en parte divertida
Walter Salles y Daniela Thomas : Bien resuelta pero con poca carne
Frederic Auburtin y Gerard Depardieu: Por ver juntos a Gazzara y a Rowlands solamente
Sylvain Chomet : Historia de mimos original y algo "Amelie"
Isabel Coixet : Aunque todavía sigue enferma con dar descripciones publicitarias
Alfonso Cuarón : Por Nolte y Sagnier por la calle de noche, aunque no da para mucho
Richard LaGravanese : Cierto toque de gracia de Ardant y Hoskins aunque con poca garra

- Pasables

Olivier Assayas : No se le ve venir por ningún lado aunque Gyllenhaal intenta hacer algo
Gurinder Chadha: Sigue metida en sus rollos exóticos y hace algo demasiado simple
Christopher Doyle : Prepara un cóctel asiático estrafalario a lo Tsai Ming Liang sin sentido
Oliver Schmitz : El toque africano de rigor sin mucho donde agarrar

- Regular

Gus Van Sant : Sigue metido en historias simples sin ideas que provocan sesudas reflexiones
de parte de la crítica extrayendo oro de donde solo hay un agujero negro.
Vicenzo Natali : Aunque se pueda apreciar que se salga del tono general nos deja un corto
que más parece un anuncio de perfume mediante vampiros.

Después de verla, no me quedo más remedio que comentar cada uno de los cortos.

Bruno Pedalydes: A mi juicio, la más floja de todas las historias, creo que es puro onanismo intelectual.

Gurinder Chadha: Es buena, y los amigos del chavo (obviamente del principal) son unos idiotas.

Gus Van Sant: No entiendo porque a muchos no les perece su segmento, es gratificante ver la vida loca...

Ethan y Joel Coen: Recurren al siempre efectivo Steve Buscemi para que a través de su gestualidad devele la perplejidad de un norteamericano ante el relajamineto de costumbres del que hacen gala los franceses.

Walter Salles y Daniela Thomas: Mucho contenido social, aún tengo en la mente la canción de Catalina Sandino. Buen juego de viajes y miradas.

Christopher Doyle: Nunca me metere con las orientales bajo el influjo de psicotrópicos...o tal vez si...

Isabel Coixet: Homenaje explícito a Jules et Jim de Truffaut, con suma eficacia y buen gusto.

Nabuhiro Suwa: Juliette Binoche me encanta, en una historia dura, enternecedora y un tanto surrealista.

Sylvain Chomet: Resulta apasionante y extremadamnete gratificante esa apuesta por la mímica en acción real del maestro de la animación francesa.

Alfonso Cuarón: Con una gran sencillez, filma un largo y maravilloso plano secuencia.

Olivier Assayas: Y yo que pensé que a la joven le iban a hacer otra cosa...

Olivier Schmitz: Otra que también tiene un gran contenido social, expuesto de manera sucinta y terriblemente efectiva.

Richard LaGravenese: Me enterneció mucho su desenlace.

Vincenzo Natali: Un cuento gótico con el homenaje al cine de vampiros con la complicidad de Elijah Wood, quien al igual que en Sin City, demuestra lo desasosegante que resulta su mirada captada en blanco y negro.

Wes Craven: Efectivo y oníroco.

Tom Tykwer: Como siempre, le da un sello único a sus historias, y esta no es la excepción, tremendamente rápida y con una música excelente. Les dije que amo a Natalie Portman.

Frédéric Auburtin y Gérard Depardieu: No me convenció del todo su historia... como a muchos otros si... aun así, es buena.

Alexander Payne: La que más me gusto, una enternecedora reflaxión sobre lo efímero de la existencia, echando mano de la sublime humanidad de esa actriz llamada Margo Martindale.

Aunque si me dan a elegir cinco, escogería la de Payne (obviamnente), la de Chomet, la de Tykwer, la de Schmitz y la de Nabuhiro Suwa.

Si alguien observa el título de la crítica puede pensar:
‘Un’.- Llega la primavera y el bastardo se ha enamorado.
‘Deux’.- El bastardo se ha caído por unas escaleras y se cree gabacho.
‘Trois’.- El bastardo del bastardo encima se ha equivocado dándoselas de que sabe francés.

Pero el truco o la realidad es sencilla: solamente hay que buscar un traductor por la red, escribir lo que uno quiera (nunca guarrerías porque las traduce malamente) y darle al botón… ¡Et voilà! ¡Uno ha convertido algo bonito y artificial en precioso! Aunque al descubrir la verdad pierde encanto. Trabajo equiparable al de los directores que han realizado las piezas para “Paris, je t'aime” (se agradece que no se haya traducido el título por alguna atrocidad con las que nos tienen acostumbrados): convertir ocho o diez páginas de guión en algo creíble o que sugiera emociones al espectador construyendo una mentira mediante actores, banda sonora, montaje, planes de rodaje, etc.

“Paris, je t'aime” muestra dieciocho piezas o cortometrajes para retratar la ciudad del amor donde se confirma:
‘Un’.- Algunos no están acostumbrados al formato y quieren contar mucho en poco tiempo. ‘Deux’.- Se les ve demasiado el plumero sacando su faceta de publicista o director de clips. ‘Trois’.- No dan la talla y deberían seguir haciendo largometrajes.
‘Quatre’.- Realizan auténticas y reducidas joyas.

Ni que decir tiene que el conjunto resulta desigual y que la mayoría de piezas no se comerían un colín en un festival de cortos, aunque la unión hace la fuerza y encuentran cierto equilibrio dejando un buen sabor de boca general.
Para gustos están los colores aunque yo me quedo con las siguientes cinco que destacan sobre el resto a mi juicio:

- Joel y Ethan Coen: Lo mejor que han hecho desde “El gran Lebowski”. Ejemplo en formas de lo que debe ser un corto original y brillante.

- Nobushiro Suwa: El director de la estupenda “M/Other” prefiere otra historia de amor más universal entre reencuentros oníricos con una Binoche esplendida.

- Alexander Payne: Deliciosa y simpática historia de una turista americana.

- Sylvain Chomet: El que firmó una de las cumbres del cine de animación de esta década (“Bienvenidos a Belleville”) acierta con una pieza repleta de frescura.

- Tom Tykwer: Lo suyo es el montaje acelerado (“Corre, Lola, corre”) y en su pieza sabe comprimir hasta extremos de un clip una historia de amor.

Me ha sorprendido gratamente esta bonita película formada por segmentos que brillan de una forma sorprendente gracias a sus actores como al director.

-Bruno Podalydes: su historia es la primera y quizas por eso ha ido perdiendo fuerza a lo largo del film. Simpática historia en manos de un simpático personaje. nota:6

-Gurinder Chadha: Una historia de denuncia que no pega ni con cola, aun asi no es del todo desperdiciable. nota:6

- Gus Van Sant: De los pocos transgresores del film, nos da una historia bonita, algo mística pero que consiguió darme el primer respiro de amor en el film. nota:8

- Hermanos Coen: sin duda el capítulo más divertido con diferencia y uno de los más buenos. Sabedores de las costumbres francesas nos proyectan una sublime historia. nota:8

-Walter Salles & Daniela Thomas: Historia de denundia que produce un sentimiento amargo en el espectador. Una de las más cortas y una de las que más cuenta. nota:8

- Christopher Doyle: Una auténtica basura de historia. Grotesca historia de chinos recién sacados de un musical. nota:5

-Isabel Coixet: Sorprendente film. Quizás me da la sensación de que a esta mujer el mismo tema siempre la viene bien, pero la verdad es que resuelve una preciosa historia de manera increíble. nota:9

-Nobuhiro Suwa: La increíble Juliette Binoche siempre es capaz de sacar una película hacia delante, pero si encima el film o corto en este caso, tiene méritos propios, estamos delante de algo fabuloso. nota:9

-Sylvain Chomet: cuando comence a ver esta parte me quede petrificado ante como seria capaz el director de resolver tal despropósito. La respuesta final fue fabulosa. Un toque de humos hacia la vida. nota:9

- Alfonso Cuarón: Nos propone un largo plano secuencia para darnos una historia curiosa y tramposa. nota:7

- Oliver Assayas: historia algo transgresora pero que se queda en nada. El trabajo de la actriz es muy bueno, pero nichicha ni limona. nota:6

- Oliver schmitz: Bonita historia interracial, denunciando determinados aspectos. nota:8

- Richard LaGravense: retorcidilla historia que coloca una agradable sonrisa en tu cara. Impecable pareja de actores. nota: 7

-Vicenzo Natali: Nos da uno de los episodios mas raros y diferentes del conjunto. Visto todo desde una forma muy personal. nota: 6

-Wes Craven: Agradable y divertida pareja de actores que dan un toque mágico a esta historia. Una agradable sorpresa. Me encanta Emily Mortimer. nota :7

- Tom Tykwer: Increible Portman, increible historia. Montaje acelerado para la historia que más dice y que más se siente. nota:9

- Frederic Auburtin & Gerard Depardieu: Historia llena de dialogos sarcásticos e irónicos para llegar a un final lleno de mentiras. nota:7

- Alexander Payne: Fantástica, mágica, increible, fabulosa. La mejor parte de todas sin duda alguna. El gran maestro del saber hacer nos da una muestra de como saber amar algo visto por los ojos de un personaje adorable. nota:10

No es una película al uso, bien sûr, y tampoco una rareza de esas con las que presumir de haberla visto. "Soy un marginal del arte contemplativo". Es un sencillo, agradable y colorista mosaico, baldosines en la cocina parisina. Un colage, un combinado.

El más prestigioso y heterodoxo certamen de cortos de la ville de Paris. Esencia obliga.

Pues Lutecia es el destino y encaja cualquier desventura; sus calles son hermosas y son pisadas por gente hermosa pero, también, son intestinos llenos de mierda a vaciar en el Sena. Quien haya estado en París lo sabe y quien no que vaya y lo viva. Ninguna otra ciudad ofrece tanto. Ninguna otra ciudad acepta tanto.

Por eso, y aunque era un ejercicio tan fácil y natural como respetar esa esencia, me gustó "Paris je t´aime". Porque, efectivamente, supieron enlatar l´air parisino. Porque todas esas pequeñas historias pisan sus calles con la soltura de quien sabe dónde está. Pero esto tampoco era difícil. Pero qué difícil es concretar lo fácil.

Del conjunto destaco el ritmo de los "Dos cortados con unas gotas de sangre", la ironía de "El metro y Steve Bucemi", la sensibilidad de "La nana de Cuarón", la fotografía del "Ensayo de Coixet", la narrativa de "El bocadillo del turista", el bonito oportunismo de los "Vampiros" y el montaje de "El ciego y la Portman". Otros desfallecen algo -Craven, Van Sant...- sin importar mucho. Y para buscar estas historias dentro del pastel habrá que atender al cuento.

Porque las he retitulado yo.

18 historias de amor en Paris. No necesariamente amor de pareja, como se tiende a pensar, sino amor de todo tipo, maternal, fraternal, a la vida, a la muerte... Todo tipo de amor.
Como bien dicen las críticas periodísticas, sentarse a ver un compendio de piezas acerca de algo tan universal, en una de las ciudades más románticas del mundo, y dirigidas por una pluralidad de directores acostumbrados a mimar sus obras pues se nos antoja una autentica delicia. Y es este mismo adjetivo el que emplearía un servidor para definir algunos de los cortos de los que aquí podemos gozar. Sencillamente emocionantes.
Dentro de éstos situaría sin pensarlo un segundo la magnífica pieza de coleccionista de Tom Twyker que dirige la que sin duda alguna es la mejor de todas las historias, la protagonizada por mi adorada Natalie Portman y por un semidesconocido aunque muy notable actor. El señor Twyker pone toda la carne en el asador y muestra una vez más su enorme talento para crear unos planos con una fuerza hipnótica y una potencia visual increíblemente electrizantes (recuerda en ocasiones a su infravalorada "El Perfume"). No podía haber escogido a unos actores más idoneos para su historia. Su guión es de los mejores; Pero esta calidad en cuanto a los escritos no es única. Wes Craven sorprende muy notablemente con su corto demostrando que cuando quiere puede realizar algo interesante e incluso emotivo y bien hecho. Su pieza con Emily Mortimer en un famoso cementerio parisino se sustenta en un guión solido y mordaz con un humor irónico en ocasiones. Esperemos que nos siga sorprendiendo.
Por otro lado La Coixet realiza uno de los cortos más personales, haciendo reconocible un estilo muy descriptivo del que ya hizo gala de manera magnífica en sus anteriores películas protagonizadas por Sarah Polley. Junto con la del Sr. Twyker, su historia es de las más bellas estéticamente.
Tras ellos destacan por encima de la media Alexander Payne y su Carol perdida en Paris, Gurinder Chandha con una maravillosa fábula sobre el respeto, Alfonso Cuarón y su impresionante plano-secuecia, Walter Salles con su preciosa oda al amor y el sacrificio materno, los hermanos Coen con un divertidisimo Steve Buscemi, Sylvain Chomet y sus encantadores mimos, Nobuhiro Suwa con una Binoche que rompe el alma y Gerard Depardieu y su historia de amores y desamores. Ciertamente pocos se quedan fuera de la terna y es que la calidad a nivel general es muy alta y aunque hay excepciones, (como el incomprensible y esperpéntico corto de Christopher Doyle) practicamente todas las historias son maravillosas.
No hace falta hablar acerca de interpretaciones porque al ser pequeñas historias cada actor da todo de sí y eso se hace notar y por otro lado lo que si hay que destacar es la banda sonora, compuesta en su mayoría por canciones ya existentes y por pequeñas piezas originales totalmente acordes con el espíritu del film.

(Falta de Espacio, Continua en Spoiler)

París, je t'aime no es un algo. Son 18 pellizcos individuales en el espacio. Un espacio, eso sí, bastante reducido; la periferia parisina. Estos 18 momentos al asociarse forman París, je t'aime; pero por separado no es más que humo disperso. Lo compararía al planeta Júpiter: De lejos ves algo con apariencia grande y majestuosa, pero si en él te metieras sólo quedaría gas; sólo quedaría una gran nada.


París, je t'aime dura 119 minutos. Por decir al boleo, puede que un minuto y medio esté dedicado a los créditos iniciales y otro minuto y medio a los finales. Esos tres minutos lo restamos y se nos queda la cinta en 116.
Los 116 se repartirán entre 18 cortos; con lo cual toca a 6´4 minutos por pieza. Tiempo demasiado escaso como para que los relatos notables ganen el pulso en la nota final ó para que lo hagan los mediocres. Con 6 minutos no tienes tiempo ni para calentar motores; ¿Cómo entonces poder aliarnos con los capítulos que sí nos sorprendieron para bien?, ¿Cómo poder digerir las paranoias menos acertadas de otros de estos directores?.

Se supone que esto es una maravilla porque con pequeñas pinceladas nos habla de que el amor flota por cada esquina de París... pero no es más que un proyecto cursi asentado en una parcela idónea para darle el glamour que no merece los currículum de bastante de estos directores.


Neathara dice en su crítica con toda la razón del mundo que queda como imposible hacer una valoración conjunta. Yo añadiría, que por separada casi tampoco. De todas maneras, pese a todo, un 5. Saber que tarde o temprano aparecerá Natalie Portman de fuerzas para no abandonar. Aunque cuando vas más o menos por la número 12 te empiezas a cansar del invento.

Y es que, más de 20 años después de su particular debut con su obra maestra "Blood simple", los Coen siguen haciendo un cine igual de particular e, incluso, más desinhibido, socarrón y divertido. Y vuelven a dar muestra de ello en su particular intervención con el corto "Tuileries", donde la genial intervención de un gran Buscemi y los escasos pero ocurrentes personajes que le rodean dotan su pequeña aportación en "Paris, je t'aime" de una frescura y un descaro natural y muy cachondo.

También contribuyen a realzar el nivel de la obra otros grandes autores como el brillante Silvain Chomet, que tras su fabulosa "Bienvenidos a Belleville" nos deleita con un corto esplendoroso donde el ingenio brilla por si solo y te deja risueño, eso sin obviar otras aportaciones de Cuarón, que juega al despiste en su pequeña zona y nos ofrece una historia de lo más ocurrente, de Twyker, que nos obsequia con un lúcido relato con Portman esplendorosa incluida en el pack, y de Natali que, por lo visto aquí se ha denostado. A mi, en cambio, no me parece que desentone, creo que da un perfecto contrapunto a las gamberras historias de los Coen o de Payne y su particular personaje, además de trabajar con una ambientación magistral y muy idonea, demostrando que avanza a pasos agigantados en esto del cine, y dotando su escueta parcela en este film de un humor disparatado y de geniales tintes humorísticos.

Tras todos ellos quedan otras partes más o menos interesantes como las de Nobuhiro Suwa -bello y triste-, Christopher Doyle -estrafalario y curioso-, Gurinder Chadha -tierno-, Oliver Shmitz -resultón y bonito-, Richard LaGravanese -descarado-, Isabel Coixet -sugestivo- y algunos restantes que, sin desentonar, no ofrecen tan buen contrapeso, aunque también resulten estimulantes en parte.
En pocas palabras, para pasar un rato ameno y terminar amando esa hipnótica ciudad del amor... retratada como nunca.

"Paris je t'aime" es una serie de cortos -muy cortos- que derivan de lo simple a lo absurdo pasando, si bien poco, por lo sublime. Imposible hacer una crítica en conjunto, así que iré uno por uno.
Bruno Pedalyes: nos ofrece la primera historia, poco menos que una anécdota a la que no vi el menor interés. El director no parecía nada inspirado.
Gurinder Chadha: tontería con afán de integración multicultural. No me disgustó pero no me dijo nada. Inmigrantes guapos, buenrollistas y tolerantes.
Gus Van Sant: éste se ve que no tenía nada que contar...
Ethan y Joel Coen: divertida historia sobre el auténtico choque cultural. Lo mejor, Steve Buscemi y su perplejidad.
Walter Salles y Daniela Thomas: son de los que mejor resuelven su parte, una historia muy sencilla, con poco contenido pero bonita y con un final idóneo.
Christopher Doyle: como un videoclip de Björk puesta de ácido. Muy raro. No me gsutó.
Isabel Coixet: Quién mucho abarca...Sobra el personaje de Leonor Watling.
Nabuhiro Suwa: la historia está bien, curiosa pero algo tontorrona. Juliette Binoche sufre admirablemente.
Sylvain Chomet: Para gustos...una irritante historia a lo "Amélie" con personajes aparentemente borderline y bastante asesinables.
Alfonso Cuarón: Curiosilla, no está mal pero se olvida a los cinco segundos de haberla visto.
Olivier Assayas: un corto incomprensible con Maggie Gyllenhaal. No la entendí.
Olivier Schmitz: una historia sensible, lacrimógena, que manipula con descaro al espectador. Mala por pretenciosa aunque los actores son bastante creíbles.
Richard LaGravenese: sin nada que contar, pero el oficio de los actores proporciona encanto al conjunto.
Vincenzo Natali: historia de vampiros con estética a lo "Sin City" que parece un anuncio de perfume fashion, regular, lo mejor, la curiosa fotografía.
Wes Craven: una de las más simpáticas y curiosas, sobre una pareja que se pelea en el cementerio de Père-Lachaise.
Tom Tykwer: está bastante bien, lástima que el final, que intenta ser sorpresivo, resulte tan fácil de adivinar.
Frédéric Auburtin y Gérard Depardieu: una sola escena en la que un matrimonio maduro, a punto de divorciarse, se lanzan pullas. Muy típica, pero despunta el trabajo de Rowlands.
Alexander Payne: de lejos, la mejor, una joya de humor, credibilidad y ternura. Genial Margo Martindale en su papel de vulgar turista americana que se redescubre a sí misma en París. Quizás el único de los fragmentos que rinde un sentido y merecido homenaje a la ciudad.

El balance general, un 5´5, se nota que hay muchos directores que no están en absoluto dotados para hacer cortometrajes y que no tenían gran cosa que contar.
Sólo queda la duda de saber quién ha patrocinado el proyecto -¿La Concejalía de Turismo de París? ¿El ayuntamiento?. Descaradamente turística.

París nunca me atrajo. Llevándole la contraria al mundo entero siempre vi en ella una vieja gloria que vive de las rentas. Una ciudad prostituida por el cine y la literatura. Masivamente mitificada por el símbolo. En mi lista de destinos había una treintena con preferencia pero hace relativamente poco, por motivos ajenos al turismo, tuve que conocerla y al llegar… la primera en la frente. Antes incluso de poner un pie en tierra, sólo viéndola tras el cristal, me conquistó completamente. Tras un mes allí sólo un milagro hizo que no tirara a la basura mi billete de vuelta, evitando así que parte de mi vida o quizá el resto de ella se escribiera en francés. Desde entonces estoy de “parisinismo” calada hasta los huesos. Y es que no hay peor fe que la del converso.

¿A qué viene esto? ¿Por qué este párrafo?

1. Porque lo aviso en el título y el que avisa...
2. Porque me lo pedía el cuerpo.
3. y la más importante: Porque "Paris, je t'aime", como su propio título indica, no es una película, ni una sucesión de cortos, es una declaración de amor. Y si todos ellos pueden ¿por qué yo no?

A lo que interesa: algunos cortos son realmente soberbios como el de Coixet, fiel a sí misma y a su estilo consiguió en tan sólo 5 minutos tocarme el corazoncito. Es quizá la historia más elaborada y con más desarrollo, y carente de pedantería que es lo que le suele chafar las historias a esta directora. Tras ver su corto me he reconciliado con ella. El de los mimos es una delicia, simpático, tierno y lleno de magia. El de Tykwer es frenético, intenso, con un poderío visual y argumental abrumador. Y el último, el de esa turista encantadora que hace un viaje tan real, tan descriptivo y tan especial que es casi imposible no identificarse con ella.

Muchos otros son buenos o interesantes destacando el de Craven y esa pareja en el cementerio, con unos diálogos incisivos aunque le falla para mi gusto el final. El de Shmitz brutal y sorprendente, el de Chadha es sencillo pero luminoso y el de los Coen fiel a la marca de la casa: delirante y divertido.

Y otros tres que son infumables: El de Gus Vant Sant ¿pero este hombre qué quiere contar? por favor que alguien me lo explique. El de Doyle que no es más que una paranoia exótica sin ningún sentido ni fundamento. Y el que se lleva el premio: El de Natali y los vampiros. Como han dicho en otras críticas, con mucha razón, parece un anuncio de perfume pero cutre, muy cutre. Intuyo que no era la intención del director pero yo me reí mucho, sobre todo viendo a Spiderman haciendo la croqueta escaleras abajo. Impagable.

Tanto trajín de historias y cambios de ritmo descoloca y puede llegar a hastiar aunque todo está muy bien ensamblado y la música es preciosa.
Conclusión: Si a ti París ni fu ni fa, puedes pasar de la peli y ahorrarte las dos horitas para dedicarlas a otra cosa. En cambio si estás enamorado de ella recomiendo que la veas. No cura pero alivia.

A partir del tercer corto ya me empezaba a oler mal el asunto. Y que conste que hay algunos que no están mal, pero es que esto no es una película, es un maldito popurrí de actores y directores para promocionar la capital francesa. Que cada uno juzgue por sí mismo cuando lo vea. No voy a contar nada más; aunque, de todos modos, sería imposible. Es lo bueno de está "película", que nadie podrá desvelarte el final por mucho que se lo proponga. Bueno, ni el final, ni el principio, ni la trama intermedia, ni nada de nada. En conclusión, desde mi humilde opinión, esto es un engaño a pesar de que tenga buenos detalles puntuales. Se salvan 10 minutos, no más.

“Pues vale…” Es lo que se te viene a la cabeza cuando acaba la película. Sí, París muy bonito; las historias, pues vale, algunas son buenas, otras no tanto, unas gustan, otras no; los actores, pues bien en su mayor parte. Pero yo me pregunto, ¿por qué París? ¿Qué tienen que ver la mitad de las historias con París? ¿Por qué no Londres, Madrid, Roma, Budapest…? Se podría hacer una película exactamente igual hasta para Cuenca.
París es bonita sí, pero si el objetivo era remarcar esto no hacia falta una película, con un buen documental bastaba. O simplemente con vendernos la película como un documental. Hay momentos en que parece un video promocional del Ayuntamiento de París… Como objetivo publicitario, para promocionar París, para lucirse los directores y para sacar taquilla los productores, pues está muy bien; como película, pues vale…
P.D.: si estáis atentos, podéis ver que este año se estrena “New York, I love you”. Más de lo mismo, parece que alguien ha descubierto la gallina de los huevos de oro para lo que he dicho, promocionar la ciudad X, que n directores de luzcan y alguien gane dinero…

Interesante selección de pequeños cortos acerca del amor en todas sus formas, en un marco único, la ciudad del amor y de las luces, París.

Algunos más logrados que otros, pero el nivel medio es bastante alto. En la mayoría de los cortos hay ideas, frases y detalles de buen cine.

Pero por encima de ellos, el último, a cargo de Alexander Payne, un sensible, emocionante, nostálgico y arrebatador canto a la vida.

El de Isabel Coixet, Nobuhiro Suwa, Walter Salles y Olivier Schmitz mantienen el listón alto.

En París, el amor está en todas partes. En la barras de sus bares y cafeterías, debajo de la Torre Eiffel, incluso bajo las calles, en el Metro. París, je t'aime es un París visto a través de los ojos de algunos de los más aclamados directores, cada uno de ellos nos cuenta una historia que se desarrolla en los diferentes distritos de París. El resultado es un abanico de historias sobre la alegría, la separación, los encuentros inesperados y extraños y, sobre todo, sobre el amor. Veremos esta ciudad de una forma que nunca hemos imaginado y entenderemos porqué París es la ciudad más romántica del mundo.
¡Vive l´amour! 18 cortos, 18 visiones del amor, con alegría y tristeza, regocijo y melancolía, felicidad y desgracia, alimentando la risa y la lágrima. 18 cineastas de todo el mundo ponen en escena su visión del amor, diferentes sentimientos, estilos de amar y ver a la persona con la cuál se relacionan o se conocen de diferentes modos. Los sentimientos saltan a borbotones en la espléndida y mágica París. Ciudad emblemática que el tópico ha convertido en la ciudad del amor por excelencia. ¿Pero acaso no es cierto?.

Bruno Podalydès (Montmartre). Para empezar, pequeña historia cotidiana. Todos queremos que ser salvados…

Gurinder Chadha (Quais de Seine). Bonita historia sobre la tolerancia y el respeto; lástima que sea tan sumamente previsible.

Gus Van Sant (Le Marais). El amigo Gus, retorcido y hermético, nos brinda una historia sencilla y abierta. Si crees en el destino, ésta es tu historia.

Joel & Ethan Coen (Tuileries). Mis admirados hermanos Coen son inconfundibles, y no me decepcionan. Desopilante, original y con un estupendo Steve Buscemi intentando enamorarse de París…

Walter Salles & Daniela Thomas (Loin du 16e). La vida está llena de momentos duros, pero sí, merece la pena vivir. Precioso canto al amor maternal. Los ojos de Catalina Sandino son todo un poema.

Christopher Doyle (Porte de Choisy). Entre las pesadillas psicotrópicas también caben los sueños de amor. Inenarrable episodio de Doyle, de los menos apreciados.

Isabel Coixet (Bastille). La catalana me conquista con una maravillosa historia que confirma todas mis teorías sobre el amor. Sí, ese amor que cuesta tanto construir, lentamente y con tesón, que puede derrumbarse en el aire en un instante cual castillo de naipes… pero que siempre permanece. Gracias Isabel. Uno de mis favoritos.

Nobuhiro Suwa (Place des Victoires). Conmovedora fábula sobre cómo el ser humano es capaz de sacar tanta fuerza, aunque el amor duela hasta desangrarte. Juliette Binoche está inconmensurable.

Sylvain Chomet (Tour Eiffel). Uno de mis preferidos. ¡Qué felicidad! Original, fresca e impecable, combina una perfección técnica asombrosa con una simpática historia de mimos. Para reír a carcajadas de pura alegría.

Alfonso Cuarón (Parc Monceau). Curiosa historia que juega a jugar con el espectador, aunque al final termina sabiendo a poco.

Sigue en el spoiler por falta de espacio.

Estupendo y redondo experimento fílmico en el que multitud de directores / actores de reconocida fama mundial han vertido su inspiración y sus dotes para dar lugar a un collage de mini-historias que vibran en la ciudad del amor (o así la pinta la fama que la precede) por excelencia: París.
El verano pasado estuve dos días en la ciudad. Casualmente me alojé en un hotel de la rue du Faubourg Saint-Denis, porque se ubica cerca de la estación de trenes de Austerlitz y de la "Gare du Nord" o la estación del Norte. Visité la torre Eiffel, la Tullerías y el Louvre, me recorrí buena parte de los subterráneos en el metro y se me grabó en la retina la imagen del Sena desde uno de los trenes que salían a la superficie y atravesaban un puente sobre el río. Paseé por sus orillas viendo pasar a los barcos de turistas y los barcos-restaurante varados. Caminé por calles, avenidas y plazas que, a fuerza de llegar a creerlo, tienen, efectivamente, magia. Aunque por supuesto no todo era magia ni belleza, y desafortunadamente no convenía perderse en las nubes porque, como en todas partes, acechaban los caraduras, timadores y toda la morralla que se aprovecha de la buena voluntad ajena, y había que andarse con ojo. Y, por supuesto, como siempre ocurre cuando vas cargado con una maleta pesada, estaban las miles de escaleras del metro. Como creo que sucede en todas las ciudades, muchos lugares de acceso público no están habilitados para las personas con minusvalías, ni para quienes conducen carritos de niños, ni para los que llevan cargas pesadas. Una parte de las infraestructuras debería destinarse siempre a la remodelación de los lugares que puedan revestir una barrera para las personas con dificultades de desplazamiento. Porque de veras que nos dejamos parte de los riñones en las interminables escaleras de las estaciones de tren y de metro.
Pegas aparte, lo cierto es que París es mucho París. Y aunque yo no me enamoré allí, ni todo fue de color de rosa, ciertamente me llevé un recuerdo que siempre estará conmigo.
Esta película saca a la luz el alma de la gran urbe. Y dicha alma se compone de la de aquéllos que habitan la ciudad. Distrito a distrito, París se va desplegando a través de dieciocho cortometrajes y algunos pequeños interludios. Algunos de los cortos son tan maravillosos que casi arrebatan el aliento.
Para mí, los más preciosos, tristes y estremecedores son:
-Bastille, de Isabel Coixet y protagonizado por Sergio Castellitto, Miranda Richardson y Leonor Watling).
-Place des Victoires, dirigido por Nobuhiro Suwa e interpretado por Juliette Binoche, Martin Combes y Willem Dafoe.

Retazos de París y su romanticismo envueltos en papel de seda y diseñados por los mejores costureros. Cada uno de estos cortos nos regala una atmósfera diferente, un punto de vista particular del amor y de la vida. Su visionado es como sumergirse en la memoria colectiva del mundo y rescatar sus momentos más románticos, diferenciando cursilería de romanticismo.
Individualmente, y a pesar de la admiración que siento hacia la obra de Coixet, aquí, rodeada de muchos grandes, su corto decepciona no por su poca calidad sino por su incapacidad para emocionar, de la que la autora tanto puede enorgullecerse con sus películas. Esa voz en off recuerda quizás a un intento de repetición del París de Amelie y Jean Pierre Jeunet, más que a un intento propio de superación personal.
Los que no sorprenden, pero en el buen sentido, son Gus Van Sant, Alfonso Cuarón y los hermanos Cohen, brillantes, únicos en su estilo y en su forma, jugando con los límites de la realidad y la ficción pero reales y nítidos en su fondo.
Y sin embargo, yo me he dejado sorprender de verdad por otros directores de los que no esperaba tanto:
Vicenzo Natali, es uno de los directores a destacar por la fuerza visual de su corto que invita a olvidar el pasado hobbit del no poco encasillado Elijah Wood.
Sylvain Chomet con la cómica utilización del arte de los mimos que nos destroza con la dulzura de su cortometraje.
Tom Twyker y esa rapidez visual, una larga historia contada en décimas de segundos, mil planos, mil sensaciones por milésima, mil historias en una sola, mil recuerdos, mil pensamientos por la cabeza como en el momento antes de morir y un teléfono que suena, y le devuelve al tiempo su ritmo habitual.
En mi opinión, sin duda, ésta es la gran joya de la película, con Natalie Portman como protagonista, que se las apaña para parecer de nuevo más joven.

Preciosa, encantadora, triste, conmovedora... ¿Y qué se puede esperar de todos estos directores? Pues una variadísima película hecha con gusto y sensibilidad (o mal gusto, en el caso de el genial, en todo lo demás, menos aquí, Christopher Doyle) y con unas interpretaciones soberbias. Destacar nombres, tanto directores como actores, como Coen, Binnoche, Coixet, Payne, Portman, Nolte, Rowlands, Suwa, Gazzara, Coixet, Salles, Tykwer, Schmitz (quizás su corto sea el mejor junto al de Depardieau y el de Payne), Castellito, Chomet (¡putos mimos!), Sandino Moreno, etc. Aunque sus respectivos cortos me han fascinado, hay otros que me han decepcionado un tanto, como son los de Alfonso Cuarón, que pese a ser un corto sencillo, tiene su gracia, no acaba de coger el truco, y de Olivier Assayas, que podria haber explicado mucho más con la historia de Maggie Gylenhaal. Estos dos que he nombrado no es que sean malos, sino que simplemente no me han llamado la antención especialmente. Pero hay, en "Paris, je t'aime", el peor corto que haya visto en mi vida: el de Christopher Doyle, con un Barbet Schroeder increíblemente patético y una historia que da pena. Por lo demás, hay historias que no dicen ni fu ni fa, pero que no molestan (al contrario, enriquecen de una manera inteligente el film), como los de LaGravanese (con Fanny Ardant y Bob Hoskins), Gus Van Sant (a mi, personalmente, me ha parecido, su corto, bastante pesado, aunque a mucha gente del cine le ha encantado), Wes Creaven (otro polémico, pero sin duda, con unas interpretaciones formidables, tanto de Mortimer, Sewell y Paye (Alexander) -¡como Oscar Wilde!-), Bruno Podalydès (el primer y amable corto), Vicenzo Natali (original, sí, pero le falta solidez, le falta la chispa Coen) y Gurinder Chadha (sí, es bonito, pero un pelín típico).
En conjutno, la película presenta un formidable montaje (¡sin los nombres de los directores antes de que empiece cada corto!) y una estructura ordenada por barrios de lo más original. La música es preciosa (¡atentos a la canción del final!). Bueno, que como veréis, para criticar esta película se necesita nombrar a intérpretes y directores, porque sino, nos quedaríamos con poco. Os la recomiendo a todos aquellos que deseéis ver algo nuevo, original, inteligente, variado, irregular (aunque muy poco), bonito y triste.

Lo mejor: nombres como Coen, Payne, Portman o Schmitz.
Lo peor: el horrendo corto de Christopher Doyle. Demencial.

La película, con su variada selección de cortos, sirve tanto de homenaje a París como al amor en todas sus formas. Dividido en 18 historias (se planearon veinte, una por cada barrio de París, pero dos no llegaron al corte final), el filme resulta algo desparejo, naturalmente y teniendo en cuenta la variedad de enfoques (y el talento de los distintos actores y directores). Pero en mi opinión el balance es notablemente positivo (son pocos los cortos que no me gustaron). En general las historias son prolijas y originales.

Paris Je T’Aime, entonces, es una selección de cortos muy interesante y colorida enteramente disfrutable para cualquier amante del cine e imperdible para todo fanático de los cortos.

Documental sobre el amor en París.

Bruno Podalydès: Cuidarnos en el tabacólogo. 2/5
Gurinder Chadha: Respeto y amabilidad. 3/5
Gus Van Sant: El flechazo. 1/5
Hermanos Cohen: El metro y los tontos también se enamoran. 5/5
Walter Salles y Daniela Thomas: La nana desganada. 5/5
Christopher Doyle: La peluquería de los deseos. 1/5
Isabel Coixet: Amelie en la salud y la enfermedad. 4/5
Nobuhiro Suwa: La peor perdida pero la vida continua. 3/5
Sylvain Chomet: Los mimos y actitud en la vida. 4/5
Alfonso Cuarón: Todos engañados en el plano de hijos de los hombres. 4/5
Olivier Assayas: Las drogas desvirtuan la realidad. 2/5
Oliver Schmitz: Si deseas algo de verdad el universo se mueve para que los consigas. 5/5
Richard LaGravenese: La pareja, renovarse o morir. 4/5
Vincenzo Natali: Vampiros enamorados. 4/5
Wes Craven: Oscar Wilde te da una 2ª oportunidad. 3/5
Tom Tykwer: El amor es ciego, Amelie returns. 5/5
Frédéric Auburtin y Gérard Depardieu: El mejor divorcio posible. 4/5
Alexander Payne: La cartera siempre ama dos veces. 5/5

Dicen que el amor mueve el mundo. Doctor Hackenbush.

Lo que a priori era un proyecto interesante, termina siendo una obra irregular que se redime por la calidad de algunas de las piezas que la componen.