arrow

41 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Honor
Es imposible ver la película de Miike desde una posición objetiva si se conoce la anterior adaptación de la historia de Yasuhiko Takiguchi, "Seppuku" de 1962, dirigida por Masaki Kobayashi. Aquel film es una de las mejores producciones japonesas de la historia, equiparable a clásicos como "Los siete samuráis" de Kurosawa o "Cuentos de la luna pálida" de Mizoguchi, por lo que la idea de un "remake" (o nueva versión) en 3D ejecutado el realizador sonaba a suicidio. A obra inaceptable, a proyecto maldito.

Me alegra poder comerme mis prejuicios y poder admitir que "Hara-Kiri: Death of a Samurai" de Takeshi Miike es un magnífico chambara que aún estando muy por debajo de la obra de los 60, tiene entidad propia y fuerza e incluso atreve a desligarse un poco de la narración de aquel para centrarse más en los flashbacks e intentar darle más intensidad a la parte dramática. No siempre funciona porque los excesos juegan en contra (hay algunos momentos demasiado melodramáticos y dependientes de una música melancólica) pero cuando lo hace, que es sobre todo en un tercer acto magnífico, y en una primera mitad de una dureza alucinante (el primer 'seppuku' duele verlo), nos descubre a un Miike que ya dio muestras de poder moldear historias con un aliento clásico sin descuidar su toque personal en la fantástica "13 Asesinos" (2010) pero que aquí va incluso más lejos en la búsqueda de esa contención, aunque el resultado final no sea tan bueno como en la citada. Total, una buena película, honorable y que se suma a una filmografía llena de altos y bajos pero de incalculable valor, que eso sí, utiliza el 3D de forma bastante anodina. Probablemente sea una imposición del estudio y a mi personalmente me da bastante igual, así que por mi no hay mayor problema.
[Leer más +]
37 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Miike ya se puede hacer el hara-kiri y grabarlo en video si quiere, ¡ha hecho una buena película!
Que se proyecte en 3D una película de corte tan respetuosamente clásico como Hara-kiri (Takashi Miike, 2011) no deja de parecer una pequeña broma de un cineasta siempre irreverente que no podía evitar dejar su visión tan especial del cine en la que es probablemente su obra más seria que haya visto, y que establece una clara ascensión formal en sus intenciones desde la paródica Sukiyaki Western Django (2007), la acción de 13 asesinos (2010) hasta el virtuoso clasicismo de una Hara-kiri que es una lección de cine y otra confirmación de su talento tras las cámaras, si es que hiciera falta.

Por medio de unos largos y excelentemente narrados flashbacks, Miike sitúa al espectador -con su suave y cuidada puesta en escena- en la época, dando broche inmejorable a su obra con una secuencia de acción final que hará las delicias de Tarantino, en la que cuando empiezan a caer los primeros copos de nieve el 3D cobra con suma belleza todo su sentido, y que resuelve, con un excelso gusto visual, un poderoso drama feudal que nunca perderá vigencia. La lucha por el honor de uno mismo y tú familia está por encima (y en contra) del de los poderosos y sus falsos ídolos.

Amigo, después de esto compensa que hayas hecho Zebraman y Zebraman 2, pero tampoco es necesario que hagas la tercera parte.
[Leer más +]
16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
MARAVILLOSAMENTE IMPROPIA
Cuando me enteré de que mi adorado Miike iba a hacer el remake de Seppuku de Kobayashi, del año 62 y en 3D pensé lo que la gran mayoría-cagada a babor-pero cual no sería mi sorpresa al ver que no desmerece tanto de aquella, considerada una de las grandes obras maestras japonesas, contando una historia mucho más centrada en las emociones que en las acciones, interpretada magníficamente y rodada con una preciosista maestría. A puristas les parecerá un engaño y a los que como yo esperen gore puro y duro podrá defraudar en el desarrollo medio donde las historias, a través de magníficos flashbacks entrelazados nos cuentan la historia.
Un pasote.
Después de 13 asesinos es lo que tocaba.
[Leer más +]
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Plasma el valor del honor pero es extremadamente lenta
Película de genero dramático que refleja una parte de la historia de la cultura oriental, concretamente hechos relacionados con los samuráis del Japón del siglo XVII, y más concretamente aún, plasma los valores de honor y la familia.

Personalmente no ha sido de mi agrado, ya que se desarrolla de forma lenta, muuuuy lenta: Un gran número de escenas sin significado ni contenido sumado al hecho de que las pocas escenas significativas generan pocas emociones. Respecto a las escenas de acción decir que no son creíbles y quasi similares a combates de un "pressing catch"-amañado oriental.

Está claro que mis gustos no son los mismos a los de la mayoría de usuarios que han visto el filme (que en su mayoría dejan críticas positivas).
[Leer más +]
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Definición de Remake. Por Takashi Miike.
Y ojo, que es el remake no sólo de una obra maestra del cine japonés, sino de una de las mejores películas de todos los tiempos. Hay que tener pelotas para ponerse el listón tan alto y encima hacerlo tan bien, así de claro.

Llevo tiempo comentando a mis amigos que "Seppuku" de Kobayashi es redonda y me temía que un remake fuera innecesario. Y más viendo que ahora está de moda esto de los remakes, reboots y reostias. Pues Takashi Miike nos indica lo que debe ser un remake si te pones con una obra tan magna: fiel al original, pero sin ser una copia; transmitiendo el sentido de la peli original, pero modificando la historia para resaltar otros aspectos que den sentido propio a la nueva peli; respetuosa y humilde con respecto a la primera, pero también con identidad propia.

- El comienzo de la peli parece una copia plano a plano, pero pronto vas viendo que lo que busca es ser fiel a la primera en cuanto a la pausa, la fotografía, la potencia y la intensidad visual, la fuerza narrativa de la imagen, el significado de cada sonido.... Perfecto.

- La historia cambia, va variando. Y lo que al principio parece una cagada, un esfuerzo vano de ser una película distinta que provocará que transmita un mensaje y un sentido distinto a la original, nada más lejos de la realidad. Y conseguir esto es dificilísimo. Ahora bien, me sigo quedando con la historia de "Seppuku", me sigue pareciendo más interesante, arriesgada y honesta.

- La película es muy respetuosa con la de Kobayashi. Y es humilde. No es pretenciosa, no creo que aspire a superarla. Busca cosas nuevas y busca tener su propia identidad, remarcada ésta a partir de la segunda mitad de la película y, sobre todo, según se resuelven las escenas finales. Y cuando uno ve que la película la va a realizar Takashi Miike, se imagina por dónde irán los tiros en cuanto a esa seña de identidad. Pero al acabar la peli comprobamos que estamos todos equivocados. Y esto quizá haga que nos sorprenda tanto y (en mi caso) tan gratamente, que nos lleve a sobrevalorar este aspecto.

Pero no, no creo que sobrevalore la película. Es más, creo que se infravalora por los puristas de "el-cine-clásico-es-intocable". Cambien el chip. Lo que no hay que hacer es joder una obra. Aquí nadie jode nada. Aquí se ha hecho un gran remake. No, se ha hecho una muy buena película.

¿A priori era "Ichimei" necesario? Pues no. ¿Es "Ichimei" un peliculón? Pues sí. ¿Y aún así habrá gente que diga que no es ni una buena peli ni un buen remake porque la original es una obra maestra intocable? Pues también. Tiene que haber de todo...

PD - Abstenerse a verla doblada. Imprescindible VOS.
[Leer más +]
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El nuevo Miike
Me encanta el cambio de resgistro de Takeshi Miike. Este director amado y odiado a partes iguales ha entrado en una dinámica muy interesante para mi gusto, que comenzó con su estupenda 13 asesinos, continúa aquí y cuyo próximo título, "Ace attorney" promete, y mucho.

Se trata de un remake de la homónima Hara-kiri dirigida por Masaki Kobayashi en 1962, que a su vez se adaptó de una novela de Yasuhiko Takiguchi.

Ambientada en el siglo XVII, donde muchos samurais sin señor (ronin) buscan algún clan donde sacrificarse mediante el ritual del seppuku en busca de algo de honor. Así, muchos jóvenes samurais acaban en la residencia del clan Li, cuyo lider (Koji Yakusho) no está dispuesto a que su clan sea objetivo de guerreros en busca de algunas monedas o un plato caliente.

Un día se presenta en la residencia Hanshiro (Ebizo Ichikawa), un samurai que solicita realizar seppuku allí. Antes de eso, le cuentan la historia de otro samurai, Motome (Eita) para intentar disuadirle. Lejos de echarse atrás, Hanshiro tiene su propia historia que contar: la de su hija Miho (Hikari Mitsushima) y su ahijado.

El modo en que se desarrolla la historia es bastante original, a través de las historias que van contando sus protagonistas con largos flashbacks con los que se van encajando todas las piezas de la trama. Tras un comienzo dubitativo y con alguna escena un tanto desagradable (marca de la casa) pese a no ser nada explícita, la cosa va a más y al final estamos ante un drama puro y duro en el que tiene cabida tanto el amor, como la acción en un final impresionante.

Ahora bien, que nadie se espere una cinta con mucha acción, ni mucho menos. La que tiene es muy justita, pero desde luego vale la pena. Lo más interesante es la historia en sí y cómo va cogiendo forma a medida que pasan los minutos con sorpresas incluídas, y todo ello acompañado con unos personajes muy cuidados y con personalidad, una gran ambientación y una banda sonora realmente buena.

Vale la pena, a mi desde luego me ha gustado mucho.
[Leer más +]
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Me quedo con la original
Tengo que decir lo primero de todo que mi opinión de Hara Kiri se hace después de quedar fascinado hace años con la original de Kobayashi, pero es lo que tiene hacer un remake, que tu obra nunca será vista con la misma objetividad que una original.
Miike logra alejarse un poco de su estilo un tanto freak y manga para emular en esta obra a los clásicos del Chanbara (cine de samarias) con los que seguro creció. Esto significa que los que esperen cine de acción sin parar como en 13 asesinos quedarán un tanto decepcionados. Por momento tengo que decir que lo logra, su ambientación del Japón feudal, los escenarios el colorido es hipnótico pero... Ebizo Ichikawa no es Toshiro Mifune ni de lejos, este último realiza una de las mejores actuaciones del cine japonés en la original del 62 y es muy difícil olvidar su sombra mientras vemos el remake. Por otro lado los cambios que realiza Miike en el remake me dejaron con una división de opiniones, por un lado algunos detalles que aporta nuevos a la trama la enriquecieron bastante pero en otros la cagó, sobre todo el final. La sensación general es de que no importa lo que aportes a una obra maestra, siempre acabas pensando que la original estaba perfecta y no necesitaba retoques. mi recomendación es que veáis Seppuku (es el modo de decir Hara Kiri pero de un modo más fino) de Masaki Kobayashi y después veáis esta como una anécdota.
[Leer más +]
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Para qué tocas... ¡ved la antigua, por dios!
Esperaba algo respetuoso, que limase algún exceso de la original, y que introdujese técnicas modernas de rodaje... pero...
Me parece casi imposible coger un guion de los mejores de la historia del cine, por coherencia, por la habilidad de contar la trama con efectividad, con unos parlamentos cargados de intenciones y genialidad... coger una película sobriamente rodada, llena de actores carismáticos... añadirle chopecientos millones y los medios más punteros, y hacer una cagada.
Parece casi imposible, coger cada genialidad de la película original, cada detalle que la hace fuera de serie y modificarlo lo justo para que pierda todo lo que tenía de superior, de inteligente y de impactante.
El señor Miike no entendió NADA, no leyó las claves, no entendió el drama y la gloria de cada uno de los diálogos, y en cada jugada llega tarde y mal.
Una lamentable adaptación que ni llega a tolerable, una autentica profanación.
[Leer más +]
13 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Vida. Orgullo. Honor. Muerte
Como no he visto la original no puedo comparar.
Tremenda historia. Bien el ritmo, la fotografía, las actuaciones. A destacar la genial interpretación de Ebizo Ichikawa.

- "¿Le habéis sacado brillo?"
- "Sí, señor. Después de todo, esa armadura roja es el orgullo de nuestro clan"
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
HARA-KIRI: MUERTE DE UN SAMURÁI (2011) y nacimiento de un nuevo Miike
Takashi Miike, un cineasta siempre dado al exceso, parece haber encontrado en Harakiri (Seppuku) de Masaki Kobayashi la continuación del camino que ya inició con 13 asesinos hacia un cine más contenido y formalmente más clásico. Ello nos demuestra que el autor de Dead or alive (1999) es capaz de canalizar todo ese derroche de visual y encauzarlo hacia un lirismo tendente a la moderación.

En este remake del filme de Kobayashi de 1962, se trata la violencia de una manera implícita. No vemos las características secuencias impetuosas a las que nos tiene acostumbrados Miike, sino que la belleza de las imágenes que contemplamos contrasta con el terrible dramatismo y la tremenda violencia que esas mismas imágenes contienen. Se podría decir que Hara-Kiri: Muerte de un samurái es una epopeya intimista con tintes de tragedia griega.

“Menos es más”, parece haber querido transmitir Miike a los espectadores contándonos una historia con una gran carga emocional y simbólica que trasciende más allá de su sencillo planteamiento. En el siglo XVII, Hanshiro, un samurái pobre, solicita llevar a cabo el suicidio ritual conocido popularmente como el Harakiri en la residencia del clan Li con el fin de morir dignamente.

Este punto de partida desgrana un relato donde el amor, la traición, la venganza, el honor, la civilización japonesa de la época y los códigos samuráis tienen lugar, pero, a pesar de centrarse en unas costumbres específicas de un período histórico concreto y de un grupo social —los samuráis— propio de una cultura diferente a la occidental, el mensaje que Miike transmite es universal.

El sufrimiento humano que los personajes padecen en el filme trasciende épocas, países y culturas. En esencia, lo que el cineasta nipón nos está expresando es el rechazo a la imposición a raja tabla de una serie de normas o leyes por parte de un poder superior incapaz de sentir compasión por los problemas ajenos. De ahí que las dos secuencias más representativas del filme sean las únicas en las que Miike nos muestra la violencia de una manera más explícita. La recreación en el harakiri con la espada de bambú refleja la cruel intolerancia del poder (por su férrea creencia en las normas de conducta samurái) hacia la piedad y, la increíble batalla final, no es otra cosa que la representación de la lucha de los valores humanos y solidarios (personificados en Hanshiro y su sed de venganza) contra la tiranía y la intransigencia (personificadas en los guerreros del clan Li y, sobre todo, en la armadura roja dentro de la residencia) del autoritarismo.

El ritmo y la fuerza con la que inicia la película decaen en cierta medida hacia la mitad de la misma. Si el uso de flashbacks para narrar la historia genera interés en el espectador, la excesiva recreación de Miike en los hechos que llevan a Hanshiro a tomar la decisión de practicarse el harakiri, sobrecargan a la cinta de escenas que redunda en una idea que podría haber sido contada con menos minutos de metraje.

A pesar de ello, Harakiri: Muerte de un samurái se presenta como una obra de una impecable factura técnica, que desprende ternura en sus momentos más humanos y una imponente vehemencia en sus momentos más intensos, en la que la narración fluye, como si de una poesía se tratase, hacia el final trágico al que, inevitablemente, está predestinada.


SI OS HA GUSTADO LA CRÍTICA, PODÉIS ENCONTRAR MUCHAS MÁS AQUÍ: http://bigkahuna3.blogspot.com.es/
[Leer más +]
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Debe ser el género...
Me encantan la mayoría de trabajos de Miike, con sus toques de humor, y sus pinceladas de gore. Pero en el caso de sus películas de samuráis (esta, y 13 asesinos) me quedo un poco frío.

En 13 asesinos, pese a ser una película seria, podiamos apreciar el toque personal de Miike, pero en este caso no me pareció que fuera así. Es una película normal, seria, de samurais que podría haber sido de cualquier otro director.

La historia, en ocasiones dramática, está muy bien, y logra tenerte con un cierto suspense hasta el final. La razón entonces de mi baja puntuación es la lentitud con la que transcurre todo...escenas y silencios interminables, que hicieron que me aburriera un poco. Además, el final también me dejó un poco frío...con un planteamiento tan interesante me esperaba un desenlace mejor.

Con directores tan polifacéticos como Miike, no puedes asegurarte que todos sus trabajos vayan a gustarte...debe ser que no estoy hecho para el cine de samuráis.
[Leer más +]
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El seppuku de Miike
Las comparaciones son odiosas, y por esto hay que intentar evitarlas. No obstante, hay ocasiones en las que éstas son casi inevitables. Dado que la industria cinematográfica (sin fronteras que valgan) recurre cada vez más al remake, al encargado de analizar también le cuesta horrores no recurrir a ellas. Menos cuando se desentierra a grandes clásicos del séptimo arte. Hay películas tan mediocres que a nadie le importa que surjan nuevas versiones suyas (básicamente porque ya casi nadie las recuerda), pero en el caso contrario, los más devotos del material original ya empiezan a afilar las zarpas antes siquiera de iniciar el visionado. ¿Se acuerdan de las reacciones después de que Gus Van Sant estrenara su 'Psicosis', a partir del legendario filme de Alfred Hitchcock? La comunidad cinéfila se le lanzó encima -injustificadamente- con ira homicida, aunque los más calmados prefirieron reservar sus fuerzas, al interpretar que Van Sant ya había hecho el trabajo por ellos, ya que consideraban que su trabajo había sido un auténtico suicidio. Queda demostrado pues que jugar con los clásicos es jugar con fuego. Dicho de otra forma: es buscar el harakiri.

La nueva incorporación al ilustre club de los suicidas es Takashi Miike, un personaje que bien habría podido ser uno de los habitantes de la Villa del Pingüino, aquel pueblo delirante ideado por Akira Toriyama para aquella delicia del manga / anime que era "El Dr. Slump". En dicha serie, hacía apariciones esporádicas un motorista que vestía un mono con agujeros especialmente dispuestos para que pudiera hacer sus necesidades mientras conducía sobre dos ruedas. No es que fuera un vago, lo que pasaba es que si se bajaba de la moto, moría. Literalmente. Por esto, para él, el peor momento del día coincidía con el obligatorio repostaje en la gasolinera; por esto no paraba jamás de circular por cualquier carretera. Una dolencia similar debe padecer Miike, un realizador que si para de rodar películas, muere. Seguro. Solo así se explica que, desde hace ya casi dos décadas, mantenga un ritmo de producción que, en el peor de los casos, se "limita" a dos películas al año.

La última de ellas sigue en la senda marcada por la muy recomendable '13 asesinos', que debería ser recordada, más que por tratarse de un respetuoso y muy logrado remake de una célebre cinta nipona de la década de los sesenta, por marcar un punto de inflexión en la carrera de Miike, al mostrar éste una más que bienvenida madurez (manifestada en la serenidad tanto en el discurso como en la puesta en escena) que, echando un rápido vistazo a sus títulos más relevantes hasta entonces, parecía que nunca haría acto de presencia. Con 'Hara-kiri: Muerte de un samurai', el director japonés vuelve a los años sesenta, para rehacer en tres dimensiones la magnífica película de Masaki Kobayashi 'Harakiri (Seppuku)'. Volviendo a los argumentos esgrimidos al principio: váyase preparando toda la liturgia que conlleva el rajarse literalmente el vientre y esparcir por doquier los intestinos... un ritual tan brutal como -paradójicamente- bello, por ello, un ritual 100% Miike.

Como ya sucediera en la ya mencionada '13 asesinos', en lo nuevo (?) de este híper-activo autor la calma reina en los primeros compases, para imponerse al final la furia y el caos. Siguiendo al pie de la letra la hoja de ruta marcada por Kobayashi, se presenta con elegancia y tensión al personaje de Hanshiro, un viejo samurai que acude a una casa noble para pedir efectuar allí la noble ceremonia del harakiri ("Cuanto más respetable sea la casa, más honor se conseguirá con el ritual"), no sin antes relatar detalladamente a sus ocupantes las razones que le han llevado a formular la petición en cuestión. Así se inicia una cada vez más enigmática, al mismo tiempo que dramática, narración construida a base de flashbacks, que sirve para que Miike vuelva a deslumbrar con una muy convincente recreación del Japón feudal... y quede retratado por el antecedente.

En efecto, el conjunto se tambalea peligrosamente cuando el director decide alejarse del camino propuesto por el original, una decisión que desemboca en la introducción de nuevas variantes que no hacen más que lastrar el desarrollo de la historia, y que marginan algunos de los conceptos más fascinantes planteados por el guión casi perfecto que escribió hace casi medio siglo Shinobu Hashimoto. Al final del presunto harakiri autoral, las sensaciones que permanecen dentro del espectador son más bien tibias. Una temperatura que ni quema ni enfría, debido a que la calidez de esta recuperación del chambara clásico, técnicamente envidiable, se ve compensada por la gelidez de que ésta sea demasiado plana... y esto no solo es debido a su mal uso del 3D. Las comparaciones son odiosas, sí, pero es innegable que Takashi Miike es una triste sombra de Masaki Kobayashi (eso sí, al menos el primero sale vivo de su particular seppuku, que ya es mucho).
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Takashi Miike se pone traje y corbata para dirigir con rotunda seriedad el remake de Harakiri.
En una época donde el honor estaba por encima de todo, incluso de la propia vida, los samuráis entregaban todo para servir fielmente a sus señores. Pero después de las grandes guerras y con un Japón unificado, estos los samuráis quedaron sin trabajo y se volvieron simples ronins, sin nada que hacer, sin nadie con quien combatir. La gran mayoría sin trabajo, su verdadero enemigo ahora es el hambre. ¿Estarán dispuestos estos nobles y legendarios guerreros a perder su honor a cambio de comida o trabajo?

Hanshiro, es un samurái sin recursos para seguir viviendo en tiempos de paz. Pero no está dispuesto a perder su preciado honor, se dirige a la residencia del clan Li para pedirles si le dejarían realizar el ritual del Seppuku en sus jardines para así poder morir con honor. Kageyu, el jefe del clan Li, para tratar que desista en su intento de realizar seppuku, le contara la terrible historia de Motome, otro samurái que antes que llegara Hanshiro había venido aquí mismo con estas mismas intenciones…

Takashi Miike, nos sorprende a todos no por realizar el remake del mítico film de Masaki Kobayashi (Harakiri), sino más bien por la sobriedad y entereza con el que está rodado. Mas viniendo de un director al cual siempre le gusta dejar su toque excéntrico en todas sus películas y después de haber dirigido la brutal 13 Asesinos, todos esperábamos algo más de su estilo, con muchos litros de sangre y giros inesperados. Pero todo esto nunca llego, y a medida que pasaban los minutos, más nos sorprendía esta faceta de Miike, estábamos viendo Hara-kiri: Muerte de un samurái dirigida por el director japonés que genera controversia en todos y cada uno de sus films y aquí no pasaba nada extraño, es más, todo tenía un tono lúgubre, pausado, tranquilo y con una sobriedad que llegaba a asustar, sin olvidarse de escenas realmente duras y dramáticas pero siempre sin llegar a los excesos. Definitivamente era como ver el film del 1962 pero esta vez a color. Hay que quitarse el sombrero por que Miike vuelve a demostrar que maneja todos y cada uno de los géneros en el cine y sabe cuándo debe añadir violencia extrema y desmembramientos y cuando debe prescindir de su sello personal en pos a brindarnos un remake digno de este gran titulo de samuráis.

El film es todo poesía, y nos muestra lo enfermizo, casi rozando el absurdo que podía llegar a ser la palabra “honor” para un hombre. Hara-kiri ha sido rodada en 3D, cosa que personalmente me asustaba un poco, pero tras ver el uso que se le ha dado en el film quede muy satisfecho. Y es que el 3D usado es casi imperceptible, simplemente buscar hacernos sentir que estamos en el mismo Japón feudal de la época, objetivo que logra con creces. Sobretodo destacar la escena que empieza a nevar, puedes sentir el frio de los copos de nieve caer en ti. Toda esta increíble inmersión no se podría lograr de no ser por la espectacular fotografía que corre de la mano Nobuyasu Kita, el cual ya ha trabajado en varias ocasiones con el director nipón. Por otra parte y hablando del tema de la inmersión conseguida en la película, hay que mencionar la música del compositor Ryûichi Sakamoto, que parece quedar en segundo plano pero cobra mucha fuerza sobre todo en las escenas más dramáticas, otorgándoles mucha más fuerza.

Para esto también ayuda y mucho, las increíbles interpretaciones de los protagonistas, un Ebizô Ichikawa espectacular en su interpretación del ronin que busca morir con honor, Hanshiro y el veterano Kôji Yakusho en el papel de jefe del clan Li sin olvidar a la preciosa actriz Hikari Mitsushima, la cual firma una gran actuación como Miho, la hija de Hanshiro.

Indispensable titulo de samuráis, de obligada visión para los amantes del género y toda una lección de buen hacer a la hora de realizar un remake. Atreviéndose a aplicarle una técnica relativamente novedosa y a veces incluso arma de doble filo como el 3D. Takashi Miike vuelve a demostrar porque es uno de los más notables directores que hay actualmente, no solo en su país sino en todo el mundo.

http://www.terrorweekend.com/2012/08/hara-kiri-muerte-de-un-samurai-review.html
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El original la supera de largo
Sin duda mis espectativas eran demasiado altas. Suele pasar. Esta no es una mala película, ni un mal remake, pero no supera la de kobayashi de 1962 en NINGÚN aspecto, y eso que reconozco que el color no le sienta nada mal.

Me parece muy bien que le sirva a Takashi Miike para reafirmarse como un excelente director (no le hacía falta) y que esté ahí disponible para la gente que no quiere ver películas en blanco y negro por principio ( ellos se lo pierden), pero, sinceramente, prefiero ver el original con un solo ojo que ver siete veces esta versión en color, 3D, dolby sorround chupi guai. Por mentar sólo un par de detalles en los que aquella supera a esta: el carisma del protagonista le da mil vueltas al actual y las pocas escenas de lucha están mucho mejor realizadas en la versión antigua.

Lo peor: Ser un remake del Harakiri de 1962.

Lo mejor: Ser un remake del Harakiri de 1962.
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
PATRIMONIO DEL ALMA
No se si el público poco informado no se sentirá decepcionado cuando acuda a ver esta cinta atraído por el reclamo de: "el director de 13 asesinos". Tampoco es que este tipo de películas sea muy comercial pero... El caso es que a pesar de tener elementos comunes como la época en que transcurre la acción, y que también es un remake de los 60, en este caso del clásico de Kobayashi, "Hara-Kiri./ 1962", la primera es básicamente una cinta de acción y esta es un drama con una profundidad trágica que, a mi juicio le queda grande a Miike. En mi profunda ignorancia no he visto el clásico del 62 pero al menos esta versión me ha motivado a verlo y eso ya es un acierto.
Miike, que no para desde el 91 con casi 90 cintas en su haber, se toma una pausa en su gusto por la acción sangrienta y tiene en algunas escenas de la vida cotidiana de estos samurais, sus mejores logros. Élite militar samurai abandonada en tiempos de paz por sus antiguos señores a quien servían.
No beneficia en nada narrativamente el largo comienzo que destripa la trama, donde Miike tiene su ocasión de soltar su perla sangrienta, lastrando el flashback en que se constituye toda el metraje posterior. Ya sabemos lo que va a pasar y solo un maestro, quizás Kobayashi, puede mantener el interés en la desgracia de unos personajes aferrados a un honor cuyo valor apenas da para exponerlo como reliquia artística ya en aquellos tiempos, no hablemos de hoy día.
El montaje, los encuadres, la fotografía... todo evoca lo que pudo ser y no fue este remake probablemente innecesario.
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El Maestro Kobayashi hace demasiada sombra al pequeño Miike
A día de hoy sobran los medios pero escasean los maestros del cine. Ahora hay más presupuesto, mejores cámaras, se pueden hacer todo tipo de montajes, con la globalización el cine llega a cualquier punto del globo... pero escasea la imaginación, escasea el talento. De no haber existido la grandísima obra maestra que nos regaló Kobayashi mi crítica sería bien diferente, pero como es un remake bastante parecido a la original el factor sorpresa ya no existe.

Que sea fiel está bien y lo valoro, pero no introduce nada nuevo, la fotografía es peor, el estilo narrativo es peor, las actuaciones son peores y el final es bastante peor. Entonces, ¿qué le queda?. El nombre, que es entretenida, pero es que el listón estaba muy alto y Takashi Miike no es ni por asomo Kobayashi. Creo que el toque personal que Miike no tiene nada especial y el verse obligado a hacer algo diferente para que se llame remake y no plagio no le ayuda en absoluto.

Creo que en películas como Seppuku no pueden tener un fiel remake como este sin que la historia pese. Películas como Los Siete Samuráis fueron plagiadas hasta la extenuación siendo Los Siete Magnificos su mejor remake, pero al ser diferente ambientación e intentar algo diferente podía salir mejor parada que Hara-kiri: Muerte de un samurái. Más de medio siglo después no se ha podido mejorar ningún aspecto de su predecesora y para mí eso es todo lo que puedo decir de esta película. No está mal como curiosidad, se deja ver en todo momento pero es un arbusto al lado de un gran árbol que le hace sombra.

Mi conclusión es que se busca un lirismo visual con el color con escenarios bellamente montados, hasta la casa de un pobre es totalmente aséptica y eso le resta realismo. Se busca una moralidad al más puro estilo Miyamoto Musashi cuando ya alcanza la perfección con la espada : ¿para qué matar?. Pero también se le resta humanidad buscando esa perfección moral. Un 5 y gracias por el intento, pero te quedó muy grande el proyecto amigo Miike.
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Anotaciones de un indignado.
He tenido oportunidad de ver este remake aunque en riguroso japonés, por lo que me limité a saltear escenas para compararla con la original, a cuyo argumento es totalmente fiel.

¡Una mierda! No es más que un insulto al cine clásico, a los espectadores y al mismísimo Kobayashi. Mucha gente no conoce el cine japonés, les diré que "Harakiri (Seppuku)" es el mayor clásico del cine oriental, comparable en occidente a "Casablanca", "El tercer hombre", "Perdición", "El halcón maltés" por poner algunos ejemplos. Vaya cultura más bochornosa la de hoy en día. ¿Vamos a esperar a que la juventud conozca "Casablanca" cuando saquen el remake en 3D? "Casablanca", ahora en 3D, protagonizado por el soso y la sosa de "Crepúsculo", 300 millones de dólares en efectos especiales. Por favor, ¿Por qué ese empeño por destrozar el cine con afán de lucro? ¿Por qué tanto remake de mierda para cobrar por películas ya cobradas hace años, pero con el extra del 3D?

Así estamos, Scorsese ganando Óscars por copiar totalmente películas de Hong Kong, cuyas originales no se comieron un rosco; extraños e irrisorios "homenajes al cine" que nos tenemos que tragar en la gran pantalla, aderezados con millones de dólares en efectos especiales, ¿Homenaje al cine? ¡Y un huevo! Mancillando el cine, avergonzando al cine, escupiendo en el cine, cagándose en el cine... eso sí lo definiría mejor.

Esta película en concreto tiene el mismo argumento que la joya del séptimo arte al que profana (cosa innecesaria, si ya está hecho para qué otra vez?) pero quitándole toda la gracia a escenas clave, avergonzando con sus peleas, bochornando con esa nieve añadida solamente para conseguir "efecto 3D". ¿Y el dramatismo de la escena del harakiri? Lamentable.

Bueno, sólo queda esperar la siguiente secuela, la siguiente precuela, el próximo remake, la venidera "revisión" de alguna inocente película de las pocas que quedan por ser violadas. Patético.
[Leer más +]
21 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Ribotril para uno
¿Saben lo que ocurrió cuando Takashi Miike tomó dos cápsulas de ribotril?

Muy simple: Filmó Hara-kiri: Death of a Samurai.

Estamos de acuerdo que Miike es uno de los directores más inquietos y descontrolados de la actualidad. Que de él esperamos no menos que un descontrol (placentero en muchas oportunidades) de dos horas de duración.
Que "convencionalismo" no es una palabra de su diccionario y que se aburre con dramas tradicionales, películas de época o comedias moderadas.


Sin embargo, aquí hay 'detractores' un film para que vean un Takashi distinto, sereno, cauto y sensible.
Un film que, dicho sea de paso, es una remake de otro de hace décadas, cuestión fundamental, creo yo, para esta postura distinta del director nipón.
Es que al menos se tuvo que adaptar al clima lento y denso de la original (aunque sabiendo en lo que convirtió el Django western con su libre adaptación en Sukiyaki Western Django, nada confirma mi teoría).

El resultado: Un film intenso, duro, bien narrado y con una calma poco habitual.
La historia de una casa donde se realizan rituales de suicidios (harakiris) y una venganza oculta.

Un Takashi Miike poco habitual, reflexivo, obviamente intenso aunque a menos revoluciones que de costumbre.

Linda historia, sin estridencias.
[Leer más +]
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Un Remake Correcto
Takashi Miike es reconocido por hacer películas muy extrañas pero de hacer remake no es tan usual en el debido a que siempre el planteaba que superar a la original es casi imposible.

+ Recrea una atmósfera digna de admirar que entrega soledad.
+ Actuaciones buenas como la del personaje principal.
- Escenas muy copiadas de la versión de los 60.
- Visión muy poco original del director , la película no tiene un sello propio.

Un trabajo respetable pero no admirable es lo que entrega el querido director.
[Leer más +]
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Mi Honor en fuera de juego
Introduzco el pendrive, le doy al play y comienza "Hara-kiri", el peliculón de Kobayashi del cual he leído que es una obra maestra de rompe y rasga. La imagen es de mucha calidad, casi parece HD y tiene una especie de toque moderno, a pesar de que es una historia de samuráis del siglo XVII... yo pensaba que Kobayashi tenía más solera, pero como es la primera peli suya que veo, pienso que estaba equivocado.

La peli avanza y cada vez me atrapa más, una serie de flashbacks van dando forma al impactante comienzo, la historia es descarnada y poética. Las imágenes bellísimas. Termina y quedo extasiado. Ya entiendo por qué pertenece al Olimpo. Voy a ponerle un 9.

Antes leo que la "Harakiri" original es del año 62, con lo cual acabo de tragarme un remake de 2011 dirigido por Takeshi Miike. Presionadísimo, finalmente le pongo un 8.

Después me atravieso el estómago con el pendrive y lo giro 360º.
[Leer más +]
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver críticas con texto completo
Más información sobre
Fichas más visitadas