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Críticas de los usuarios:
4
Última película de la Legrand
Luego de una extensa cinematografía en la carrera de Mirtha Legrand, actúa en 1964 en su última película que se estrenará en 1965, pocos años antes de comenzar su etapa televisiva con sus famosos almuerzos eternizados en la t.v. argentina. Con gusto a rabia marca el último film de su etapa dramática, habiendo dejado ya, un tiempo atrás, las comedias livianas típicas del período del teléfono blanco de la producción argentina de los años cuarenta.En este film de Fernando Ayala se retrata un momento político del país, en momentos de la embrionaria efervescencia política entre la derecha ultramontana y la izquierda prerrevolucionaria, en los tempranos años sesenta, previos al drama argentino de las luchas a muerte entre estas dos posturas desatadas posteriormente, en un momento de la historia argentina en que el peronismo estaba momentáneamente congelado con su líder proscripto y exiliado en España. La película presenta los típicos tics del cine argentino que llevan a una cierta morosidad del guión, dentro de una atmósfera que intenta ser realista, aunque pocas veces lo logra. Las actuaciones no se destacan de la medianía, con una buena performance del excelente actor Alfredo Alcón. Película mal envejecida que llevaría una forma de filmar lenta y conversada como marca de fábrica de ulteriores producciones argentinas. No está del todo mal, pero ante una idea innovadora se podría haber logrado un mejor film. Vale verlo como curiosidad de un particular momento de nuestro país, y para ver la última actuación en pantalla grande de la futura "Diva de los almuerzos".
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Mundos Opuestos.
La vida de una burguesa y la de un estudiante terrorista, se entrecruzan y producto de ello nace un romance prohibido, a que ella está casada y el de novio.
Interesante aproximación a un tema tan candente en ese momento, como era el terrorismo en Latinoamérica, en este caso de derechas, al ser una agrupación neo nazi, que se enfocaba en robar, amedrentar de todas las formas posibles a los judíos.
A la película se le ha reprochado su exceso de melodrama, yo creo que eso es lo mejor que tiene, toda la parte política, los diálogos, las situaciones, etc, se ven y oyen acartonados, mientras que la relación entre la burguesa, incluso la descripción de su matrimonio y entorno, está mejor lograda que la del estudiante, y también gracias a ese vinculo entre ellos, es que conocemos el lado más humano del personaje de Alcón.
En cuanto a los interpretaciones, creo que a Alcón le sobraban años, ya tenía 35 cuando la hizo, como para interpretar a un estudiante, además está un poco sobreactuando, es difícil interpretar a un personaje como el suyo, resentido, amargado lleno de frustraciones, que se deja deslumbrar por una causa en la que cree encontrar un cause para toda su furia, cuesta creerse, está mejor en las escenas más contenidas, donde muestra su lado más tierno, aunque, por desgracia, son las menos.
Mirtha Legrand, por otro lado, está muy bien, quizás una de sus mejores interpretaciones, dándole vida a una mujer rica, aburrida de la vida que lleva, que viene de una familia venida a menos, que se caso con un hombre rico, para mantener su estatus, bastante contradictoria, que se deja llevar por una pasión que sabe que no puede terminar bien, en el fondo en un papel ambiguo, nunca se termina de conocer si realmente lo amaba, o solo estaba caliente con él, o para decirlo de una forma menos banal, deslumbrada porque un hombre más joven, (en la película se supone aunque nunca se comente que se llevan por lo menos 10 años, aunque en la realidad Mirtha solo tenía 3 años más que Alfredo) ve una aventura para escapar de su monotonía, por lo menos durante un tiempo.
su último rol cinematográfico, después de 25 años como actriz, se retiraría después de ésta, para centrar su carrera en la televisión, como conductora, actividad a la que se dedica hasta la actualidad.
E cuanto a la dirección, es una de las mejores de Ayala, buenos planos, también es uno de los mejores guiones que tiene dirige, por desgracia la película fue un total fracaso que casi llevó a la ruina a Aries, la productora que tenía el propio Ayala en sociedad con Olivera, y lo que hizo que desde entonces y por muchos años, se dedicara a películas comerciales, y dejara de lado la temática política, social, incluso intelectual, que había marcado su cine, desde El Jefe, en adelante.
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