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29 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Grandes esperanzas rotas
Seguramente la película gane si no has leido la novela, pero me cuesta entender que alguien que se haya leido la novela encuentre la versión de Lean brillante. Me diréis que es casi imposible que te guste una película basada en un libro que es de tus favoritos. Cierto, pero se me ocurren algunas excepciones, como la estupenda "El retrato de Dorian Gray" de Albert Lewin o "El rey Lear" de Khosintsev.

Cuando se ve una película basada en una de tus novelas favoritas hay que estar preparado para ver cómo recortan de aquí y de allá, y cómo seguramente quiten un par de momentos de tus favoritos. Pero uno no está preparado para el gran error que comete David lean en "Grandes esperanzas", me refiero concretamente al personaje de Biddy, que en la película es una maruja sin importancia que sale en un par de planos, pero en la novela es una de las claves dramáticas. Pues "Grandes esperanzas" trata del conflicto que se le plantea a Pip entre una vida sencilla y humilde en el campo representada por la dulce y cariñosa Biddy, de su misma edad (¡no 25 años mayor que él, como en la peli!), y una vida de lujos innecesarios y sin amor encarnada por Estela. De esta manera Pip se debate entre estos dos mundos a la vez que se debate entre el amor de las dos muchachas. Si se elimina a uno de estos dos personajes casi se anula el espíritu de la obra de Dickens. Para colmo el personaje Estela está absurdamente interpretado por Valerie Hobson, que a parte de que no se parece a Jean Simmons ni en el blanco de los ojos, no es ni fria ni calculadora ni magnética. Por lo tanto las dos historias de amor de Grandes esperanzas están eliminadas o son un desastre.

También me pregunto por qué han cogido a un tío de 38 años para encarnar a un personaje de 22. Vale, John Mills es muy bueno pero ¿qué pasa? ¿que no hay actores jóvenes en Inglaterra?
No todo es horrible en "Cadenas rotas" (los distribuidores patrios siempre tan cachondos). El inicio en el cementerio es genial, visualmente impactante, y por suerte la calidad de la fotografía y la ambientación se mantiene durante toda la película. Otro acierto es que el argumento general de la novela se ha conservado, lo que hace que por lo menos la historia sea entretenida, aunque le falte humor (qué pena que no hayan metido la boda de Wemmick, aunque es comprensible) y lo que es peor, emotividad. Pues la novela tiene un par de momentos preciosos y desgarradores, y la peli de Lean no me ha emocionado ni de lejos en ningún momento, en parte por esa ausencia del personaje de Biddy.

Es lógico que se hayan hecho cambios y se haya recortado con motosierra la historia original, pero los cambios son simpre para peor o directamente incomprensibles. Además, la película es muy superficial, para subsanar esto bastaría con añadir un par de minutos a algunas escenas. No pasa nada porque la peli dure 2 horas y media, bien que nos dio el coñazo David Lean con las 3 horas de Doctor Zhivago.
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60 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Tenebroso folletín (abierto a la esperanza)
Los personajes de Dickens son una bendición del cielo: insólitos, terribles, hermosos, complejos... Es decir, que el británico pone media película para que alguien con talento la complete. Si Cuarón la desbarató en su "modelna" adaptación, Lean la encarrila por la vía del gran cine, del cine clásico por perdurable, no por antiguo. Su folletín es un ejemplo perfecto de progresión narrativa, de puesta en escena y de depuración literaria. Habrá quien se mosquee por los cambios respecto al texto original, sin darse cuenta que dichos cambios no merman (en absoluto) el poder brutal del mismo ni su esencia, edificante, romántica y socialmente crítica.

Retorcida historia de pasiones y ambiciones, de sueños alcanzados y truncados, de ricos fagocitando a pobres (tan Dickens) y viejos amargados jodiendo a jóvenes aún con mucho que vivir, Grandes esperanzas cohesiona su multiplicidad de registros y acaba rompiendo la crisálida de un espectador que, primeramente interesado, y luego literalmente absorbido, se deja abandonar ante la hipnosis narrativa que el propio original literario ya inspirara en lectores de medio mundo. Lo hace con ritmo, grandes actores (de edades excesivas, cierto), lecciones de moral subversivas (aquí es la "mala gente" y las clases bajas los que ayudan a progresar en la vida, no los poderosos) y una limpieza descriptiva que sublima la misma carne de sus personajes, todos inolvdables.

Su riqueza visual, narrativa, su buen pulso y su mágico balanceo genérico (hay drama, gotas de comedia, incluso terror purísimo) hacen de esta adaptación una de las películas más brillantes de los años 40. En su emocionante discurrir, en su lenta revelación de secretos, en la tristeza legendaria de algunos de sus personajes (escalofriante Martita Hunt) alcancé un gozo que difícilmente encuentro en las películas que se estrenan actualmente. ¿Que ha envejecido? Me entra la risa. Yo la terminé de ver con los pelos de punta. Espléndida.

Lo mejor: la historia es fascinante, y Lean la traduce a imágenes magníficamente.
Lo peor: no cuelan Mills y Guinness de veinteañeros, ¿no?
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32 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La luz del día
David Lean llevó a cabo las adaptaciones de dos obras de uno de los escritores más universales del mundo. Profusamente ensalzado en la pantalla, Charles Dickens aportó un legado literario que continúa en boga y que no cesa de ser ampliamente extendido y conocido en todas partes. Y mucha de esa difusión en la actualidad se la debe al cine.
“Grandes esperanzas” es una de sus novelas más famosas, en la que se cristaliza ese espíritu dickensiano que los lectores (y no tan lectores) de cualquier época podemos reconocer. Y también un libro muchas veces llevado al celuloide.
Dickens era un retratista de la pobreza en la Inglaterra industrial. Puede que nadie plasmara con tanta amarga crítica y sordidez las enormes diferencias sociales y las injusticias que atacaban sin piedad a quienes tenían la mala suerte de nacer en el cieno. La observadora mirada del escritor dirigía sus dardos con penetrante puntería hacia las clases acomodadas, tan regaladas de su posición y de sus privilegios; hacia las clases humildes, despreciadas por los que se llamaban a sí mismos poderosos y dignos, explotadas y arrastradas hacia la esclavitud de un progreso despiadado que medraba a costa de pobres desgraciados, abandonados a una perra suerte y condenados a malvivir como ratas en una ratonera; hacia un sistema cruel que no contribuía en absoluto a paliar las enormes diferencias, y que incluso abría aún más la brecha infranqueable.
En “Grandes esperanzas”, Dickens exploró esa brecha que separaba a los ricos de los pobres, a los señores elegantes de los sencillos hijos del pueblo llano, envolviendo su idea central en una trama dotada de desangelado patetismo, de cierto toque de grotesco realismo con el que tanto simpatizaba, pero también con brochazos de intriga y de halo romántico. Y David Lean hizo una versión cinematográfica que tiende a resaltar el componente romántico y casi fantasmagórico.
El planteamiento central es el de un niño huérfano y pobre, cuyo horizonte no pasa de llegar a convertirse en herrero.
Pip crece bajo la tutela de una hermana ruda y avinagrada y de un cuñado dulce y comprensivo. Tiempo después de su encuentro con un proverbial desconocido en el cementerio, un acontecimiento da un giro a su rutina. Una señora, que posee una propiedad y riquezas, lo invita a su casa y, a partir del instante en que el chico cruza la verja de la misteriosa y decrépita mansión, se abre para él un anhelo que antes ignoraba. Desea salir de la pobreza y convertirse en un caballero, porque en la mansión habita una criatura bella como él no ha visto ninguna, una chica desdeñosa con él y de la que el pobre Pip se enamora.
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21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Gran cine!
Hay que quitarse el sombrero ante tal despliegue de calidad. Muy buenos actores al servicio de una buena historia (de Dickens ni más ni menos), y muy bien contada.
Y es que el buen hacer de Lean es indiscutible. Yo destacaría el ritmo impecable con que desarrolla la trama. En ningún momento da la impresión que sobre o falte escena alguna. Todo parece estar en su justa medida. Además me ha llamado la atención la utilización muy común de éste director de escenarios reales abiertos, muy poco dados en películas de la época, con una gran eficacia. El manejo de la luz (de gran dramatismo y muy adecuado a la época en la que se desarrola el guión) y los encuadres magistral.
En definitiva una gran película para disfrutar de un clásico del cine que ya es historia.
Sobresaliente.
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17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Great expectations de Sir David Lean
Lean siempre fue un director de trazo fino y elegante, como lo demuestra está cuidada adaptación de la novela Grandes esperanzas de su compatriota Charles Dickens, es sin duda el cineasta que con más talento y afinidad ha sabido reflejar el mundo del célebre escritor londinense en la gran pantalla.

Con un gran reparto, y una brillante narrativa, fiel a su génesis literaria, David Lean nos adentra en el quinto largometraje, de su poca pero colosal filmografía, en este drama de época que transcurre en la Inglaterra del siglo XIX, a través de una lograda ambientación y con unos decorados magníficos que le valieron en su día un Oscar a la mejor dirección artística y a la mejor fotografía en blanco y negro de Guy Green.La escena al principio, de Pip y él preso en el cementerio cuando el primero visita la tumba de sus padres, o los interiores de la decadente casa señorial de la señora Havisham, tienen un aire casi tétrico y tenebroso, que invita a que se siga con un inusitado interés la atmósfera que envuelve todo el relato, genialmente filmado por Lean.
Supone también, la primera aparición de uno de los mejores actores británicos de todos los tiempos, el también Sir, Alec Guinness, uno de los actores fetiches del director inglés con el que trabajó en varias de sus más importantes, y recordadas películas ("El puente sobre el rio Kwai", "Doctor Zhivago", "Lawrence...etc).

Obra de magnífica calidad, estas Cadenas rotas, que más que separar unen a David Lean, con el universo Dickensiano, del que también adaptaría años más tarde la no menos excelente Oliver Twist.

Notable clásico.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Inolvidable cine en estado inglés.
Primera adaptación (bajo mi humilde opinión,una de las mejores que se han hecho nunca de una obra del inmortal Dickens) que David Lean hizo de dos novelas del mundialmente famoso novelista inglés, la segunda sería la genial "Oliver Twist". Por una vez, una adaptación cinematográfica está a la altura del formidable material literario que sirve de inspiración, detrás de la cámara, un meticuloso David Lean, que ya venía de hacer una joya del cine de todos los tiempos, “Breve encuentro”, se pone al frente de un reparto de actores con un peso formidable como John Mills o Alec Guinness y nos ofrece una película inolvidable, y que puebla, con aires góticos, nuestro álbum de imágenes de espectadores que han disfrutado del cine en estado inglés. Nos encontraremos con una película dotada de una atmósfera propia, de una historia absorbente, de una perfección casi victoriana en su puesta en escena, aquí, los detalles son protagonistas y la trama es el marco y la fotografía nos hará creer que paseamos por las calles adoquinadas metidos en un coche de caballos, mirando discretamente por la ventana para ver si podemos pillar algo que comentar en nuestra próxima hora del té.

Maravillosa e indiscutible la fotografía en blanco y negro, una auténtica gozada y dirigida por el carismático Guy Green "55 dias en Pekín", una de las figuras más destacadas tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, y que fue el primer director británico en lograr el Oscar, a la vez que fue considerado como uno de los mejores del mundo en la fotografía de blanco y negro, aquí creando una gran ambientación, con unas escenas llenas de un gran dramatismo, al igual que otras de gran patetismo, una pura delicia, sí señor. Sombría y barroca, la banda sonora, haciendo juego con la fotografía y dirigida por el alemán, aunque nacionalizado inglés Walter Goehr "Brumas de traición", un hombre quizá muy poco conocido en el mundo del cine, pero que tiene en su curriculum el haber sido director de la Orquesta de Teatro de la BBC.

Una maravilla de película, se mire por donde se mire, y que, a pesar del tiempo transcurrido, no ha perdido nada de su grandeza ni de su patetismo.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Encrucijada de destinos
Charles Dickens (1812-1870) fue un contundente maestro de la narrativa y uno de los más atinados críticos sociales que nos haya brindado la literatura inglesa (la desigualdad social, el maltrato a las prostitutas, la infamia penitenciaria y la pena de muerte, fueron algunos de sus más feroces blancos). Dickens fue el hombre que inspiró la eficiente edición cinematográfica que aplicó David W. Griffith, y como autor, dejó un legado que figurará por siempre en los catálogos de las librerías: “Oliver Twist”, “Canción de navidad”, “David Copperfield”, “Historia de dos ciudades”… y “Grandes esperanzas”.

Llevada numerosas veces al cine, como sus más famosas novelas, quizás sea esta versión del director David Lean, la mejor adaptación que se haya hecho de “Grandes esperanzas”. La historia arranca con el encuentro entre el pequeño Philip Pirrip -“Pip” por siempre y para siempre- con el fugitivo Magwitch, quien amenaza al chico para que éste le traiga comida y le facilite una lima para safarse de sus cadenas. El comportamiento del pequeño cuando la policía lo recaptura, hace que Magwitch actúe lealmente con él, pero, el encuentro del chico con la, tan bella como engreída, Estella, y con la anclada en el tiempo, Miss Havisham, deja de lado el episodio con el anciano fugitivo y comenzará un difícil romance que lo hará víctima de una curiosa venganza.

Diversos y separados destinos se entrecruzarán luego, y el juego de la vida nos muestra sus facetas y la sabia manera como hila las redes que tejen las historias, hasta dejar contada una bella experiencia, que ha de trascender cualquier tiempo y lugar por su espíritu humano y su labor edificante. El virtuosismo literario de Dickens, con su mesurado humor, su gótica ambientación para recrear el drama, y su constante crítica a la sociedad victoriana, se compagina muy eficazmente con el estilo visual de David Lean, el cual se luce con su eficaz composición escenográfica y con esa iluminación cuidada hasta en el más mínimo detalle.

Una muy joven Jean Simmons, impacta ya con su fina belleza, y llega a extrañarse cuando otra actriz entra a reemplazarla, para dar cuenta del transcurrir de los años en que ha abandonado su engreimiento dando paso a una mujer más serena y madura. Finlay Currie es otro actor que impacta con su recia y sorprendente personalidad, y como Magwitch, resulta tan eficaz como ya lo fuera en “Murmullos de la ciudad”. Finalmente, Martita Hunt, como Miss Havisham, pone otro punto en alto con su excéntrico personaje, anclado en el momento preciso en que su adorado novio dejó de asistir a la boda.

“CADENAS ROTAS” es Dickens y es Lean, dos nombres inmortales legados por los ingleses.

Título para Latinoamérica: “GRANDES ILUSIONES”
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Grandes esperanzas
La adaptación llevada a cabo por David Lean de la conocida novela de Dickens "Grandes esperanzas"se hizo justamente famosa gracias a su magnífico reparto y a su ausencia de teatralidad. Tanto la fotografía como los decorados obtuvieron un Oscar, y la película contiene, además, la primera aparición cinematográfica de Alec Guinness como el afable Herbert Pocket.
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11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Broken Chains o, como diría en castellano, Grandes esperanzas.
Grandes esperanzas (De su título original, mucho más acorde con la idea), viene de la mano de un David Lean ya famoso, con su Breve encuentro, y que inicia una nueva etapa, después de trabajar adaptando obras de Nöel Coward bajo su supervisión, bastante corta, de dos películas, que consiste en adaptar obras de Charles Dickens.

Great expectations no es lo primero que pensamos al oír Dickens, pues se nos viene a la cabeza Oliver Twist (La otra película suya de Lean), Cuento de navidad, o David Copperfield, pero eso no es problema para que se convierta la novela en un éxito en pantalla, para muchos la mejor adaptación de una obra del escritor inglés.

Tengo que admitir, muy a mi pesar, que, al acabar de verla no me dejó tan buena sensación como suponía que me iba a dejar en un principio, y así al acabar la cosa olía a muy ligera decepción, pero escribiendo esto y recordándola, como pasa con las películas merecedoras y buenas de verdad, ha subido mucho mi idea sobre ella. de hecho, no se me ocurre nada malo, la sensación que me dejó al acabar de que esperaba algo más (No mucho, quiero resaltar; que no parezca que ha sido un desastre, ya se ve en mis palabras; que tenía muy muy altas expectativas para la que pensaba que iba a ser la gran sorpresa de la filmografía de Lean, y lo ha sido) ya casi ni está patente.

La película comienza perfectamente, un inicio prácticamente ideal. Un niño, nuestro Pip, pasea por un cementerio, ambiente gótico, aparece un hombre (Menuda aparición)... Y es que es un escenón, en gran parte culpa de la fantástica ambientación, fascinante en toda la peli, especialmente en cierta mansión, ambiente formado por una fotografía y una dirección artística ganadoras del Oscar ese año. A eso le añadimos el vestuario y diferentes accesorios, que hacen los personajes cada uno más pintoresco que el anterior, con sus vestidos barrocos, sombreros de copa, bastón y pajarita gigante, al más puro siglo XIX. La música acompaña correctamente también, menos no se podía pedir.
A partir de ese comienzo, la película se vuelve un seguido de sucesos que irán cambiando la vida de nuestro particular protagonista, que, a través de diferentes golpes de suerte, consigue una buena posición social.

De mayor este chico es interpretado por John Mills, en el que, me atrevo a decir, es el papel más importante de su carrera y bien logrado dicho sea paso. Le acompañarán en su historia personajes muy carismáticos y pintorescos, perfectamente representados y muy icónicos, muy "dickensianos" llamémoslo.

Sigo abajo sin spoilers, falta de espacio.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
GRANDES HISTORIAS, GRAN DAVID LEAN
La crítica insiste en considerar a Breve Encuentro la primera obra maestra de David Lean. Yo no olvidaría la pequeña joya que es La vida Manda. Pero es en Cadenas Rotas donde por primera vez nos encontramos al David Lean de las grandes historias narrativas donde él se sentía más cómodo. No por casualidad era la primera película en la que se separaba de Noel Coward y sus relatos familiares y sociológicos, más intimistas. Y Lean escogió ni más ni menos que a Charles Dickens, genio de la gran narrativa inglesa. Supone el paso de un cine basado en el teatro a un cine más entroncado con la novela, y las posibilidades que ésta contiene.

En Cadenas Rotas encontramos por ello las grandilocuentes puestas en escena, vestuarios e iluminaciones sorprendentes, metrajes dilatados que más tarde serán parte de su sello. Y no como envoltorio hueco, caso de otros directores, sino como marco donde contemplar al ser humano y sus dudas y circunstancias. Colaboran para ello los "tipos" dickensianos que tan bien adapta con una dirección de actores coral que resulta efectiva, más allá de los problemas de edad de algunos interpretes. Mención aparte para la genial Jean Simmons, pero también Martita Hunt y otros secundarios. Y no falta el acertado estudio de la ambientación, a partir de esta película tan propio de Lean.

Tras ver Cadenas Rotas, he visto un Dickens, pero también tras ver Cadenas Rotas he visto a Lean.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cadenas Rotas
Hasta hace relativamente poco David Lean era un director controvertido. Cierto que durante su madurez no pasó apuros económicos, que sus películas fueron grandes éxito de taquilla, y gozó de gran respeto por parte del público, pero la crítica difería bastante de criterio y le consideraba un simple artesano vendido al sistema hollywoodiense y comercial de la industria del cine. Sin duda esta parte de la crítica se produjo con la llegada de los nuevas olas, como la nouvelle vague y el free cinema inglés, llenas de jóvenes ansiosos por derrumbar los convencionalismos anquilosados que imperaban en el cine, de este modo, vieron la figura de David Lean como una manera de trabajar que se situaba a las antípodas del cine que ellos buscaban. El propio director inglés les contestó en cierta ocasión, diciendo que pensar que por que una película más cara sería peor, era absurdo. Alejándonos del debate que se sostuvo y viéndolo con nuestra perspectiva, es evidente que David Lean fue algo más que un artesano sin convicción, y que sus películas (nos gusten más o menos) son lo que hoy llamaríamos cine de autor.

Cadenas rotas es una película de la que podríamos considerar como la segunda etapa de David Lean. Este Rompió la unión que había mantenido con el dramaturgo Noël Coward, con el que había coodirigido su primera película (Si no contamos Major Barbara, en que apenas había dirigido dos escenas del total) Sangre, sudor y Lágrimas (un panfleto rancio que hoy en día ha envejecido bastante mal) y empezó a dirigir una serie de películas basadas en obras literarias. Cadenas rotas por tanto, no es la única película que Lean adapta de Dickens, también haría lo mismo justo después con la famosa adaptación de Oliver Twist (que se trata seguramente de la novela más famosa de Charles Dickens). Estas dos películas, basadas en el autor inglés guardan mucha relación entre sí, no sólo por la fuente original en la que están basadas, sino porque comparten muchas características de estilo.

Por otra parte, Cadenas rotas no se trata de una simple adaptación literal, Lean es capaz de convertir el texto y dotarlo de vida, transfigurándolo a su propio mundo creativo. La novela de Dickens era mucho más larga y salpicada muchas más anécdotas, así que buena parte del trabajo de Lean fue acotar el guión (Aquí encontramos una de las características del director, siempre quería revisar el modelo final de guión, darle el visto bueno personalmente) para que tuviera una duración lógica. Para ello eliminó bastantes trozos de la infancia del protagonista, sólo rodando lo que él consideraba necesario para que la historia pudiera desarrollarse (el episodio del preso fugado que luego resultaría ser el desconocido benefactor, la relación con Stella) y haciendo más hincapié a la historia de adulto. También hay que remarcar el cambio final respecto a la novela, en aquella Stella y Pip nunca llegaban a marchar juntos y la obra tenía un final más amargo, en la película Pip abre las ventanas de la mansión que durante joven le había atemorizado (un hecho cargado de un simbolismo muy bello) con lo que llega a convencer a Stella y huir juntos de la oscuridad, agarrados de la mano.

La primera parte de la historia, la infancia se trata de un gran logro en cuanto a la puesta en escena y la creación de una atmósfera (y personalmente es la parte que más disfruté). Nada más empezar el director envuelve toda la escena en un mar de niebla, y casi en un in media res empieza la historia, con tintes de película de terror, nuestro joven protagonista va al cementerio a ver la tumba de sus fallecidos padres cuando es asaltado por un preso, que le pide comida. No es casual la atmósfera inquietante que plantea Lean, lo hará durante esta primera parte de la película en la que retrata la infancia, como veremos cuando el protagonista entre en la casa de la condesa que no llegó a casarse. Ahí también vemos un gran cuidado de la fotografía (una de las grandes bazas de la película), que se sirve de la oscuridad y de la poca luz que aportan las velas para provocarle respeto a nuestro joven protagonista e infundir un ambiente cercano al miedo (quizá es exagerado decir que de terror, pero no muy lejos del término). Quizá porque la primera parte del retablo se trata de un fragmento más fantasioso que la parte adulta (aunque hay que decir que el tono de la obra siempre es cercano a los elementos fantásticos).

Lean también domina perfectamente la música en sus películas. Pero lo que más destaca en la película, más que la música de Walter Goehr, es la utilización que hace el británico del sonido. La primera secuencia es un gran ejemplo, mientras nuestro protagonistas Pip corretea por el cementerio, Lean hace denotar forzadamente el sonido del viento silbando entre los árboles y captando esa esencia de frialdad que se palpa en el cementerio. Gracias a este recurso Lean crea una atmósfera impecable, tenebrosa, que nos introduce de lleno en la historia. También en la escena de los barcos, en la que hay una persecución, Lean opta por mostrar el ruido de estos moviéndose ruidosamente por el mar, cuando cualquier director de la época habría optado por un acompañamiento musical para aligerar la escena.

http://neokunst.wordpress.com/2013/02/12/205/
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Grandes Esperanzas (1946) (8.0)
Película basada en la novela de "Charles Dickens", la cual no he tenido oportunidad de leer pero que imagino debe ser magnífica y como es habitual en las adaptaciones de libros suscita toda clase de comentarios acerca de los recortes, pero es muy difícil plasmar en dos horas o menos todo un libro, en fin una discusión de nunca acabar. En cuanto a la película en si, me gustó mucho más la primera parte, llena de virtuosismo en cinematografía y dirección. David Lean un magnífico director tuvo tal vez el desacierto de no elegir los actores adecuados según su edad, cuando ya estaban en los veintes, no se que pudo haber pasado. Muchas escenas memorables de la película, que tiene para mi gusto un final maravilloso. Idas y venidas en una historia sobre la perdida de los sentimientos y el dinero en medio, como un factor deshumanizante y la prepotencia femenina en sus sentimientos.

"Nunca te fíes de las apariencias, solo por las evidencias"
"Puedes destrozarle el corazón"

*Juan_Diego_GP
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buena pero avejentada adaptación.
Una buena adaptación, sin más, de la célebre novela de Dickens "Grandes esperanzas". Resulta más importante por ser una de las primeras obras del luego aparatoso y a veces genial Lean y por ser la primera interpretación del gran Alec Guiness que por su calidad intrínseca. Sí resultan notables la fotografía y la ambientación (brumosa y decadente) pero la película no logra transmitir toda la riqueza ni la fecundidad del paisanaje y la fauna dickensiana.
Tiene un notorio reparto y queda como un film un tanto avejentado.
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8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
PEPITA
Ya le vale a quien fuere enmendarle el título al maestro Dickens. El caso es que "Grandes esperanzas" una de sus obras más populares publicada por entregas de 1860 al 61 ha tenido más de 250 adaptaciones para cine, teatro y televisión.
La de David Lean fue la tercera para la gran pantalla. Las dos anteriores en el 17 (muda) y el 34.
A Lean que no leía mucho y menos a Dickens hubo que llevarle a ver una versión teatral para convencerle de las posibilidades del asunto. Su anterior y maravilloso trabajo "Breve encuentro", había gustado a la crítica pero no tanto al publico y Dickens podía ser una garantía de lo segundo. Quizás por ello, a instancias de su mujer y como también le sucedió al genial novelista retocaron, desafortunadamente el final, a gusto del consumidor.
El trabajo de Lean tras la cámara y de su equipo artístico que se llevó dos Oscars (Fotografía y Dirección artística) es sobresaliente. La atmósfera, el ritmo y las actuaciones recogen la esencia del mundo Dickensiano sin lugar a dudas y la película se contempla con admiración y agrado. Pero...
"Grandes esperanzas" es mucho más de lo que nos ofrece Lean, bastante más. Lean la novela. El guión adaptado, que obtuvo una nominación al Oscar, escrito a 5 manos se queda corto y se apresura por motivos de metraje en su recta final. Se cercena un personaje tan importante como Biddy, y se eligen a sus principales protagonistas pasados veinte años de edad. John Mills tenía 38 interpretando a un Pip de 20. Eso no quita para que Mills y Valerie Hobson defiendan con solvencia sus roles, pero la Estella y el Pip adolescentes les ganan con mucho la partida con una Jean Simmons esplendorosa en la que si atisbamos la inmisericorde y desgarradora alma del personaje.
Muy acertado sin embargo el casting de los personajes secundarios que conforman el universo Dickensiano, con un Alec Guinnes en su primer papel con dialogo, lejos aún de ser Sir y de su fructífera colaboración posterior con el director, pero dejando su particular impronta.
El infierno interior de cada uno de los personajes principales queda apenas vislumbrado en beneficio de la historia lineal y superficial de amores, herencias, bailes y misterios.
La versión que hizo la BBC en el 2011 en tres episodios de una hora, sin dejar de lado la factura impecable marca de la casa, atiende más y mejor al interior de unos personajes que ya son inmortales.

czjc.blogspot.com
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Dinero, poder, ambición, venganza, todo fortalece las cadenas.
Nunca había visto esta maravilla de David Lean, más aún, ni conocía que existía esta película. La versión nueva de 1998 sí que la conocía y me gustó bastante, pero cuando mi gran amigo Marcos Santana, me habló de esta en particular, despertó mi interés en conocerla.

La novela de Dickens es majestuosa, siempre resaltando la clase obrera, las personas humildes, aquellas que no cuentan con las necesidades básicas para salir adelante. Aquí se deja al descubierto las penalidades que pasó de niño el escritor, debido mayormente a la forma de despilfarrar el dinero, que tenía su progenitor, el cual fue encarcelado y debido a las costumbres de la época, su familia tuvo que ir con él a vivir en prisión. Charles fue acogido por una casa y solo acudía los domingos a visitar a su padre.

Vemos en esta historia a Pip, un chaval noble, pero muy humilded, que de forma sorprendente sufre maltratos por parte de su propia hermana, sin embargo su cuñado lo quiere con locura. A raíz de un suceso en el cementerio local, dará pie a un cambio radical en su vida. Poco a poco va acudiendo a la casa de una señora la cual dicen que no está muy bien de la cabeza, pero que es enormemente rica. Con ella vive una chica prepotente, malcriada, orgullosa y testaruda, llamada Estella, de la cual se enamora Pip a primera vista. Con el paso del tiempo, este comienza a ejercer de herrero con su cuñado y un buen día, aparece un señor y lo reclama a Londres, para acudir a una cita con un abogado.

Alguien anónimo, lo quiere convertir en un caballero, alejarlo de esta vida humilde, y le paga una cuota anual, para vivir sobradamente, a medida que va adquiriendo costumbres y formación de caballero. Todo hace pensar en una dirección, incluso el espectador comparte este pensamiento. Cuando vean la peli, se darán cuenta de si también pensaron lo mismo, o por el contrario escogieron otra opción.

Es curioso la mentalidad de la señora que adoptó a Estella, en su día, la dejaron " colgada " el día de la boda, y a partir de ese día señalado, no ha querido modificar nada, los adornos, el traje, la ropa, las mesas, la comida, por decirlo así, congeló ese día para el resto de su vida. Y su afán es convertir a la chiquilla en un ser sin sentimientos, capaz de convivir con un marido, pero sin mostrarle ningún tipo de sentimientos. Así que Pip tendrá una misión complicada, es vencer ese gran obstáculo.

En la última escena, descubrirán el porqué del título.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Porque lo digo yo....Y ya está.
Lo realmente sorprendente, es cuando los que aseveran...aseveran...así, con mucho arrojo, que ¨El tercer hombre¨, es realmente de Orson Welles, pero eso, sin saber qué diablos es ¨Larga es la noche¨, ni nada...Qué sí, hombre, qué sí...Que Carol Reed soplaba botellas...Bueno, esos mismos, después, hablan de las atractivas propuestas de un Charles Laughton en ¨La noche del cazador¨, de esos horizontes y siluetas a contraluz, sin reparar en las referencias estéticas de esta otra obra maestra más de Lean.

Con ese trasfondo, también de la producción tormentosa de ¨El déspota¨, por el medio.

Son todo conjeturas, sospechas paranoides. Al menos yo admito la subjetividad de mis apreciaciones...Referencias absurdas, simpáticas a veces. Otros defiende sus teorías wellesianas con agresividad...Le van las lentejas en ello.

Y es que imponerte que te tiene que gustar, sí o sí, ¨La noche del cazador¨, es una marcianada si se paran a pensar. Yo invitaría primero a ver este film, y luego con la perspectiva, empezar a hablar de ¨La noche del cazador¨.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Pip, Stella, la señorita Havisham y los demás
Grandísima adaptación de una de las novelas más adaptadas de Dickens, Grandes esperanzas.
(Otra) gran película de David Lean que es modelo de diseño de producción, vestuario, actores, guión.... es cine clásico en toda la extensión de la palabra, no pasa de moda porque es maravilloso y emociona al espectador con una historia que queda en la memoria y un buen hacer (británico) ante el que no queda sino rendirse.
Lo único malo es que a veces el ritmo es demasiado letárgico, igual que en la novela, por otra parte, pero se trata de un drama maravilloso y otra gran, grandísima película que regaló David Lean al mundo.

Lo mejor: El guión, la producción, los actores... casi todo.
Lo peor: Es algo larga y tiene altibajos en el ritmo.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
308. DIGNA DE DICKENS
No me puedo imaginar una obra de Dickens mejor mostrada y representada que esta. Los personajes y la ambientación en aquel Londres de posguerra es tan realista, que lo moderno jamás podría llegar a igualarlo.

La casa es una maravilla, un personaje más; qué digo más, ¡el principal! Los detalles del polvo en la mesa, las ratas, las cortinas… Da asco y miedo a la vez. El tiempo parado…

No me queda claro qué le hace a Pip ir a la casa de la señora despechada por primera vez. Imagino que esta película estaba más basada en la obra de teatro que en el libro en sí, por eso faltan trozos.

Lo que sí es antinatural es que la edad de los actores no corresponde a los personajes de Dickens. Pip tiene menos de 18 años cuando llega a Londres y aquí el actor tiene casi 40. Habría seguido perfectamente con Jean Simmons en su época adulta. La actriz que interpreta a Estella de adulta no transmite emoción.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Los sueños de las expectativas
El remake de Alfonso Cuarón "Grandes esperanzas" de 1998 me pareció una película magnífica. Con un pulso y una vitalidad trepidante, con una energía y una emotividad fascinante, además de un ambiente entre gótico y del silo XIX ideal para esa historia. La he visto, al menos, dos veces, y sabía que era remake de esta obra de Lean. Ahora que estoy terminando con Lean es el momento de ver el original.
Y, obviamente, me ha encantado. Todo Lean, aunque algunas cosas más que otras, claro, como no puede ser de otra manera.
Esta película me recuerda, y mucho, a "Cumbres borrascosas" (William Wyler, 1939). La niebla, el tratamiento claramente ingles de aquella y, naturalmente, de ésta, y la ambientación e incluso el propósito emocional. Se llevan seis años, y no es descabellado que Lean viese, y le gustase, la de Wyler. Como Luis Buñuel, que la consideraba su obra preferida.
La historia se desarrolla en varios grandes actos, ideales para representarse como obra de teatro, lo que probablemente sería en la original concepción del Dickens, el autor de la novela. La parte primera, la del niño en la casa y el enamoramiento de la niña es la más gótica, la decididamente más oscura y dada a la interpretación. La mujer que ha quedado enterrada en vida, la niña que trata mal al protagonista por pura diversión, etc.
La conversión del niño en un caballero es interesante, aunque la frivolidad de la situación tiene tintes cómicos que no son del todo bien explotados, y que no quedan del todo bien. Es esa parte segunda, la más floja, la historia decae algo, aunque es corta y tiene la virtud de mostrar a Alec Guinness. En la tercera retoma el vuelo, el enamoramiento es una fase muy creativa, sobre todo por lo que insinúa, que no muestra. La sorpresa que experimenta el muchacho con la averiguación de quién su benefactor abre la tercera parte de esta gran obra.
La idea del remake de convertir al chico en un pintor es brillante, muy buena. Llena muchos espacios que aquí simplemente se rellenan con la presencia del actor, con su vivencia como caballero londinense.
Me ha gustado mucho John Mills, capaz de soportar por sí mismo el peso de la película.
Es una gran película, de un gigante del cine, con mega producciones gigantescas pero con películas, como esta y otras, de formato más contenido pero de una belleza singular, bien acabadas, y con muchos visionados. Son películas que no se dejan de ver, que siempre se están viendo, que forman parte de nuestra cultura cinematográfica más profunda. Es un auténtico Rey del cine.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
EL HOMBRE MÁS FELIZ DE LONDRES
David Lean adaptó a Charles Dickens en esta majestuosa incursión en blanco y negro y con un gran reparto de actores ingleses que destacan, entre ellos, a John Mills (El Abogado del Diablo), Alec Guinness (El Hombre del Traje Blanco) y a Valerie Hobson (Ocho Sentencias de Muerte y a una joven Jean Simmons (Espartaco) interpretando al personaje infantil de la intérprete femenina.

La novela de Charles Dickens ya ha sido adaptada varias veces en la pantalla y ya no queda muchos en mente la incursión de David Lean, en su etapa primeriza, en la adaptación de una de sus menores obras. Hace ya algunos años el mexicano Alfonso Cuarón (Hijos de los Hombres) desmenuzó el texto hasta nuestros días ambientando los escenarios en los Estados Unidos y no en el frío Londres gris o nevado cuando no está turbulento de nubes, ventiscas y sombras tal como Lean supo escenificar tan bien.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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