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185 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
La Civilización y Pasolini
¿Repugnante? Sin ninguna duda.
¿Dura? Rotundamente sí.
¿Verosímil? Por desgracia, también.
Poder + perversión llevada al extremo = Saló.
Y despotismo, sometimiento, vejación, tortura…

Pasolini saca a la luz el horror en estado puro, excavando en lo más oscuro de nuestra mente y mostrándonos, con seriedad inusual, el rasgo intrínseco a la Civilización que ese invento del Humanismo y la propia psique individual siempre han intentado ignorar por intolerable, por insoportable, a pesar de sus más que visibles consecuencias: el sadismo.

Tapar es algo a lo que estamos más que acostumbrados: sembramos mierda por todo el mundo y luego, cuando empieza a subir el olor, en lugar de arrancar de raíz, echamos tierra, huimos y olvidamos para poder continuar con nuestras cobardes y aburridas vidas burguesas.
Yo busqué Saló (me tentaba la curiosidad), la encontré, la vi y después la tiré literalmente a la basura siguiendo el procedimiento habitual: desechar, huir y olvidar para seguir… seguir tapándome la nariz cada día a la hora de las noticias.
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298 de 385 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El futuro según Pasolini
Dirigida por Pasolini, es su última obra. Estrenada en Italia el 13-I-1973, se basa en "Las 120 jornadas de Sodoma o la escuela del libertinaje", que el marqués de Sade escribió (1785) en 37 días, en La Bastilla, sobre un rollo de papel contínuo de 12 m.

La acción tiene lugar en una mansión de la República Social Italiana (R. de Salò), que presdió Mussolini, pero gobernó (1944) el ejército alemán. Narra la historia de 4 libertinos, fascistas, cultos, depravados y poderosos (duque, obispo, juez y banquero), que encarnan el poder absoluto. Consta de 4 partes: anteinfierno y 3 círculos, con un epílogo. En la villa se reúnen los 4 libertinos, 4 cortesanas expertas, 9 muchachas, 9 muchachos, 4 hijas de los libertinos, 4 guardias, 4 colaboradores, 4 mujeres de faenas y 1 sirvienta de color. Los chicos y chicas han sido seleccionados entre los detenidos por ser partisanos o hijos de partisanos. La reiteración del 4 está tomada de los códigos de Sade. Se incluyen referencias a Nietzsche, como "Dios ha muerto" y la figura de superhombres que asumen los libertinos. La orgía de degradación que tiene lugar en la villa alcanza a víctimas, verdugos y cómplices, en un proceso envolvente de desesperanza. Más que una alegoría del fascismo, parece una evocación del futuro del mundo libre. La liberación sexual de los 60 constituía para Pasolini una experiencia que había convertido el cuerpo humano en una mercancía de consumo. La prosperidad de las Posguerra había generado una sociedad acomodada, poseída por un consumismo que hacía a los seres humanos más dependientes que nunca de los caprichos del poder real, que se movía con impunidad, imponiendo oleadas sucesivas de mayor explotación, ante la pasividad de los ciudadanos. Los abusos que sufren las víctimas de la villa, posiblemente, son una visualización del infierno de sometimiento y degradación al que está abocado, sin remedio, el mundo de las libertades del tercer tercio del XX. En todo caso, los errores visionarios de Pasolini no fueron mayores que los de Orwell.

La música original, de Morricone, es interpretada al piano en tiempos de transición y sin efectos dramáticos. Reproduce algunos temas de películas anteriores. Se añaden fragmentos de Carmina Burana, de Carl Orff. La fotografía muestra ambientes lúgubres e inquietantes, paredes desnudas y usa una paleta de colores ocuros. La cámara juega con el espectador aproximando y alejando de su visión los motivos que desea ver más de cerca y mejor. El guión satura los sentidos con una sucesión de imágenes perturbadoras e involucra al espectador en una trama de la que le hace sentir cómplice. Provoca su imaginación, que es más aterradora que la visión franca. La interpretación traspira sinceridad y verismo. La dirección crea una obra brutal, desasosegante, que suscita espanto.

Film abrasador, que sitúa al espectador en el mismo lugar y tras los mismos anteojos de los verdugos. Pocas veces el cine había alcanzado un nivel de horror y terror tan demoledor.
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200 de 253 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Solo con 120 minutos de sadomasoquismo
Todo es bueno cuando es excesivo (Cita inicial del film). Ya, lo he pillado...
Como obra literaria del marqués de Sade tal vez sea monumental. O no, porque lo ignoro. Pero todo lo magistral de un libro no implica la misma trascendencia en el cine, que es que no es igual dos tazas de té que dos tetazas.

El desmedido uso del poder de unos y la falta de libertad de otros como metáfora fascista queda más que memorizado como mensaje, y es atrevido, pero eso no quita para que se puedan tirar dos horas haciendo lo que les plazca en cada secuencia de un modo cada vez más degenerado, cuyo único fin es procurar una reflexión en el espectador que le fuerce a meditar en cada una de sus escenas un trasfondo mayor del que tiene, ya sea por su contenido abstracto y crítico o por el trabajo que llevó realizarlo, que para servidor, están ambos sobrevalorados.

Y ya finiquitando, la obra se pierde mucho en su depravación. Si el objetivo que había en mente era que prevaleciera dicho mensaje crítico a exhumar el malestar del espectador algo se ha hecho mal. No se puede decir más sin mentir que lo máximo que me ha dejado esta cinta es un estado de repugnancia que eclipsa bruscamente cualquier otra buena intención del amigo Pasolini.
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140 de 191 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
An(n)us horribilis
Pasolini revela mediante “Salò…” las aberrantes actividades de un sectario clan auspiciado por el mismísimo Marqués de Sade para arremeter despiadadamente contra los signos de identidad del aparato fascista en la Italia de Mussolini.

Semejante sustrato argumental debería constituir un baluarte teórico lo suficientemente poderoso como para poder sostener, por sí sola, la propuesta pasoliniana. Sin embargo, el descomunal efecto provocativo y transgresor de la obra de Pier Paolo acabará pasándole factura. Me explico. “Salò…” ha trascendido mucho más por su resonancia atroz y nauseabunda que por la fortaleza de su alegato. Una verdadera lástima. Y es que muy a pesar de la extraordinaria fotografía de Tonino Delli Colli y de la música del maestro Morricone, la crueldad física y emocional que nos regurgitan esas imborrables imágenes constituye una losa demasiado pesada para que el espectador interprete nada más allá de lo tangible.

Mi valoración (un siete) responde a la terrorífica y espeluznante sensación que me produjo la absoluta indefensión soportada por esos adolescentes sometidos a continuas vejaciones ignominiosas por parte de sus captores. Eso y el acentuado cariz surrealista y alegórico de su guión.

Del resto que más puedo añadir que no resulte obvio a todas luces… Presumo de tener bastante estómago, pero de ahí a disfrutar con semejante ensalada de sodomía, coprofilia, travestismo, tortura, dominación y pornografía literaria tan sólo media una urgentísima visita al psiquiatra.
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88 de 119 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Los 10 negritos.
El siempre polémico Pier Paolo Pasolini se cubrió de glória.
Este tío es la controversia en estado puro: Hay algunos cinéfilos que echan de menos todas las pelis que podría haber rodado si no hubiese sido asesinado por un zumbado (Pasolini es algo así como el John Lennon del 7º arte); pero no son pocos los que opinan que el mundo hubiese sido un lugar más bonito si se lo hubiesen cargado antes de que terminase de rodar Salo.
En realidad, la mayoría de los que se ponen a verla salen del cine simpatizando con el tipo que libró al mundo del director de esa pesadilla (no es que me haga el fino, sinó que realmente encabeza todas las listas de horrores fílmicos).

Trata sobre unos aristócratas que secuestran unas docenas de jovencitos y jovencitas y dedican todo el metraje a violarlos, torturarlos y obligarlos a comer cosas que no les apetecen (rollo Leo Bassi pero en trágico). Se supone que es una denuncia del fascismo, pero todos los espectadores izquierdosos ya saben que el fascismo es malo cuando entran, y los de derechas pensarán que tampoco son ellos tan cabrones comparadados con el guionista que ideó semejantes escenas.

Yo al verla me acordaba de eso de los 10 Negritos, pero no por la peli en sí, sinó porqué al principio de ésta había una docena de personas en el cineclub, pero cuando acabó habían desaparecido todas excepto 2 o 3 mártires, y uno de ellos supongo que era el asesino... digo el acomodador.

En resumen, no la vean... a no ser que les apetezca presumir de haber visto la Peli Más Repugnante de la Historia del Cinematógrafo (yo la vi, y presumo mucho con mis amigotes, pero todavía no sé si me compensa las noches de insomnio que pasé dando vueltas en la cama y repitiéndome "tranquilo... era sólo una peli... la sangre era sólo tomate, y las cacas chocolate...").

Nota: un cate.
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202 de 352 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Los placeres del libertinaje
Entrega inaugural de una planeada “trilogía de la muerte” que su autor no pudo acabar por ser asesinado meses después de su estreno. La película desprende un sabor de tragedia humana y de pesadilla interminable. Desde el comienzo, la agresión visual del espectador es constante a través de las aberraciones perpetradas por cuatro altos cargos (representantes cada uno los distintos poderes políticos) a un grupo de jóvenes que han sido encerrados en una villa y convertidos en esclavos sexuales.
Toda esta alucinación contrasta brutalmente con una sosegada técnica cinematográfica mediante el recurso a imágenes equilibradas y armónicas. Las torturas son acompañadas al piano por las dulces melodías de una reservada pianista (álter ego del espectador) que observa en silencio ese espectáculo de horror. No dejan de chocar entre tanta obscenidad las reflexiones en torno al poder, la estética o la filosofía sazonadas con la cita a Klossowski, Baudelaire y Nietzsche. Escalofriante el contraste entre la masacre y los hermosos espacios donde ésta se desarrolla decorados con obras de arte cubistas y dadaístas (impresionante el salón pintado por Fernand Léger).
Lo más exasperante es la sensación de que aquel delirio no tendrá un fin.
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68 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Sobre la perversión y la frialdad humana
¿Qué serías capaz de hacer si te dijeran que las leyes morales y sociales no te afectan, y que tienes libertad absoluta para hacer lo que quieras, cuando quieras, y a quien quieras?; ¿Qué harías si te dicen que tienes toda la libertad y el poder de actuar como te venga en gana con cualquier persona?

Seguro que cada uno tiene sus respuestas, pero seguro estoy también que, muchos de los que tuviesen que responder se callarían por miedo a que nadie juzgase el que podría ser el más oscuro rincón de sus pensamientos. Porque un hombre sin limitaciones puede ser de muchas formas; pero muchos parecen no aceptar que, a pesar de que seamos animales racionales (o más bien por ello); existe en muchos de nosotros una faceta cruel, fría, morbosa, retorcida hasta la náusea, incompasiva, y por consiguiente para muchos incomprensible...

Pues un poco así es esta tremendísima película de Pasolini, una gélida y oscura mirada al lado más... ¿inhumano? de todos nosotros, capaz de las más crueles vejaciones físicas, psicológicas o sexuales; capaz de los actos más salvajes; una reflexión perturbadora de la condición humana cuando se le colma de poder y no se ve limitada social ni moralmente, una ténebre postal directa al corazón, a la cara, y a nuestras ideas... Es una película que te remueve, y te daña; pero necesaria, porque siendo tan verosímil (que es lo que realmente inquieta de ella), hace que nos planteemos una serie de cuestiones que no por obviarlas dejan de estar ahí.

Por cierto, técnicamente es impecable, "elegante" a la vez q sórdida y fría; con una fotografía y una banda sonora destacable por su calidad y adecuación al tono de la cinta. Lástima que algunos actores se carguen el trabajo de sus compañeros; aunque eso solo ocurra en momentos puntuales.

En fin, deberían tomar nota ciertos provocadores que nos quieren remover la conciencia con sus pastiches postmodernos (por ejemplo Takashi Miike y su Visitor Q, cinta que ya critiqué en su día). Porque primero, una cinta de estas características no puede fallar desde la base y necesita que nos la creamos y que tenga verosimilitud; y segundo, porque cada obra, situada en su tiempo, o pierde o gana valor; y en este caso te das cuenta que, para valentía y cojones, la de Pasolini.

Este fue su último trabajo y luego murió asesinado. Antes de estrenarla ...

Que cada uno saque sus conclusiones; yo sólo la recomiendo. Eso sí, preparad cuerpo, cabeza y estómago porque es muy explicita.
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59 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¿Qué me quieres decir con esto?
Había una vez un director que se propuso hacer la película más nauseabunda de la historia y decidió que esta tuviera un argumento que favoreciera este aspecto. Una historia absurda en la que unos son vilmente torturados por otros. Pues bien, aparte de que ni siquiera ha conseguido que sea tan nauseabunda (porque creedme, eso es lo único que pretendía) no ha conseguido nada más, porque yo en mi pequeño cerebrito no soy capaz de ver crítica más allá del retrato facilón de los malos fascistas y los pobrecitos conejillos de indias. No pude ver nada más y estoy convencido que es porque no lo hay. Buena música y buen uso de la cámara, pero no pasa de ser un uso normal, con buena fotografía y ya está, el valor estético de la película no creo que vaya mucho más allá de la belleza de la mansión donde fue rodada.
En fin, no es una película dura, es vomitiva, que es muy distinto, revuelve el estómago pero no la mente, y desde luego no es una crítica a nada más que a comer mierda. No digo que a Pasolini le falte talento, pero en esta película se flipó demasiado y es que hacer una película de atrocidades porque sí tampoco creo que tenga ningún mérito y cualquiera lo podría hacer, de hecho, películas mucho más atroces (estomacalmente hablando) se han visto pero se circunscriben dentro de un género que esta "obra maestra de la caca" nunca permitiría que se le encasillase en él: el Gore.
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67 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
CONTROVERSIA EN ESTADO PURO
La película es desagradable, asquerosa, explícita, ... eso está claro. Es en lo único en que todo el mundo está de acuerdo. Luego ya empieza el desbarre de "intelectualidad" que te acusa de ser esto o lo otro según vayas comentando aspectos u opiniones sobre ella. En esa parte, empieza lo realmente "escalofriante":

Unos consideran fascista, valedor de dobles morales a los que ¿la han visto??? y, se quejan de que les ha repugnado. ¿Desde cuándo somos nosotros los que decidimos quién debe ver o no ver pelis? ¿Cómo se puede comentar una peli si no las has visto? ¿De qué van estos intérpretes de medio pelo de conciencias ajenas??? Otros dicen si comenta alguien que le ha gustado que es porque en el fondo (y dale con los exégetas, psicólogos, filósofos) es un libertino asqueroso, pedófilo, cropófago y, demás maravillas de la humanidad... ¿pero bueno, también estos nos han de decir lo que pensar de quien opina sobre una peli?

En otro tercer grupo me encuadro yo y, convengo en que:

1) La peli es aburrida, reitera demasiado, es desagradble y no dice nada nuevo que no se haya meditado antes sobre la capacidad del ser humano para ser déspota y despreciable. No hacía falta tanto despliegue visual. NO me sirve de excusa eso de que así "se entiende mejor y se plasma en toda su crudeza". No me considero tan cortita como para no haberlo entendido igual con simples insinuaciones que son suficientes. Es un recurso torticero para generar escándalo y publicidad gratuita... 2) Es en cierto modo lógico que se recreee en Italia y, utilice la vía del fascismo como ejemplo. Pero es absurdo, ingenuo y partidista hacer de esto una cuestión de izquierdas y derechas. Ahora va a resultar que ninguna persona de izquierdas sería o ha sido capaz de cosas así. Se trata de abuso de poder en estado puro y, desgraciadamente, esto es patrimonio de la humanidad AJENO a tendiencias ideológicas. Y el que lo niega, debería revisar sus clichés fanáticos políticos...No daré ejemplos porque les impedimos que se culturicen y, aprendan más allá de consignas y tendenciosidades varias, dirigidas y resultonas.

3) No me gustan ciertos recursos estéticos disfrazados de ingenio, inteligencia, sabiduría, moda o tendencia que se limitan a generar polémica con la excusa de "despertar conciencias". No es necesario comer mierda para saber que seguro que sabe a mierda y, es vomitiva.

4) Tiene algún plano de interesante, la música es buena pero, el conjunto es tan pretenciosamente educador y, tan objetivamente ASQUEROSO que pierde toda su supuesta intención "moralizante".

5) Los que no estén de acuerdo, pues vale. Pero que dejen de dar lecciones sobre como debo interpretar lo que veo, por favor... Eso es otro modo de hacer política dictatorial, de izquierdas y de derechas. Ambas igual de asquerosas.
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63 de 94 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Caca para todos
Necesito la máquina de “Olvídate de mí” para extirpar de mi mente una secuencia de esta película. Una reflexión: si pudierais quitar de vuestra memoria una solo escena de todas las películas que habéis visto ¿cuál elegiríais? Yo lo tengo claro, la que comento en el spoiler.
La vida del cinéfilo es muy dura. Investigando la historia del cine termina uno por ver cada cosa…
En su famoso escrito decía Pasolini que había renegado de la “Trilogía de la vida”. Yo creo que renegó de más cosas: del buen gusto, de la vergüenza, del sentido común y del cine en general.
El continuo abuso de unos carceleros a sus inocentes víctimas era el único tema de un bodrio pornográfico. Para maquillarlo era necesario introducir un contexto histórico, el fascismo, y así presentarlo como una sátira. Pero no cuela, ni en 1975 ni ahora. Yo solo veo efectismo provocador y terriblemente vacío. Algunas críticas la consideran la peor película de la historia. Desde luego es de las cosas más horribles que se han perpetrado utilizando el cine como excusa.
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32 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Política basura
Allá en los años 60 se extendió en nuestro país el fenómeno de los cines llamados "de arte y ensayo", que bajo el pretexto de ofrecer películas experimentales podían pasar la censura y así satisfacer las ansias de libertad de toda una generación ansiosa por escapar de los corses de las españoladas clásicas.

Supongo que Saló sería esa clase de película que mediante el fenómeno boca oreja debió congregar a muchísimos espectadores dispuestos a ver que era aquello tan escandaloso que prometía.

Lo que está claro es que Pasolini adapta al Marqués de Sade bajo el tamiz del marxismo más ortodoxo. Lo que se nos quiere vender es que, lejos de la visión de Engels, donde la libertad sexual equivalía a el rompimiento de las convenciones burguesas, el sexo se convierte en un instrumento de poder y opresión.

Todo ello se articula a través de una imágenes duras, repulsivas que pretender mostrar la decadencia del poder burgués, dispuesto a sobrevivir a cualquier precio y en cualquier situación sólo porque detentan el poder sobre los más débiles. No en vano el film gira en torno del fascismo y de 4 personajes que son los tradicionales ostentadores de los cargos públicos más significativos.

Pues bien, a pesar de todo esto, el film es absolutamente infumable. Y todo porque en el afán de ser más crítico que nadie a Pasolini se le va la mano en explicitar las formas más salvajes de degeneración sexual, y claro ante tanta repugnancia visual el mensaje se pierde. Suficiente tiene el sufrido espectador con aguantar el espectáculo ofrecido como para pensar en las posibles connotaciones políticas del film.

Total, que queda muy bien hablar de cine político, de arte y ensayo y demás géneros precursores del gafapastismo actual, pero no hay que engañarse, "Saló" no deja de ser porno del duro, cuyo contenido sería capaz de reugnar incluso a los estómagos más fuertes.

Lo mejor: Su impacto visual.
Lo peor: Que busca la provocación fácil.
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56 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Forma y símbolo
«El sadomasoquismo forma parte del hombre. Existía en la época de Sade y existe hoy, pero esto no es lo que me interesa. Me importa el sexo como metáfora de la relación entre poder y sumisión. Todo el razonamiento de Sade tiene una función muy específica y clara: la de representar lo que el poder hace del cuerpo humano; el desprecio al cuerpo humano, la anulación de la personalidad del otro».

Pier Paolo Pasolini

...

Pasolini enlaza la vejación física a la opresión fascista. Anuda ambos conceptos, reduce significados colaterales, y muestra el poder y la perversión como elementos binómicos consecuentes e inseparables.

Admito que no me impresiona esta película. Nunca me ha revuelto el estómago. ¿'Saló' muestra escatología, cochambre, vicio e inmundicia, de forma muy explícita? Sí, pero no deja de ser una 'representación'; un envoltorio.

Yo lo percibo como lo que es: una alegoría sobre lo que realmente es execrable; el totalitarismo y la esclavitud moderna. Lo demás son tildes, subrayados, dedos señalando; una ficción. Echar un ojo a las noticias es mucho más turbio.

Percibo la construcción del lugar. Los señores, como pérfidos fascistas. Las prostitutas, como inmundas ideólogas. Los jóvenes, como inocencia violada y casi despojada de vida. Ese puño al aire antes de morir, la resistencia. La mansión, simbolizando la opresión tiránica, el espacio infranqueable.

Percibo todo eso.

Y tengo siempre la sensación de estar asistiendo a un tablero de juego; en el que, al suprimir la personalidad individual y acentuar la austeridad interpretativa, las personas quedan como fichas. De hecho, dudo mucho que la meta de Pasolini fuese 'revolver el estómago por lo que ocurre' tanto como exponer la ferocidad de las reglas del juego dictatorial; o sea, el cómo juegan, más que el recreo en sí.

¿Dónde está el problema, pues?

En mi opinión, el valor de un símbolo, de una alegoría, de una metáfora, duplica, triplica o resta su valor dependiendo del grado de sofisticación, de ingenio o de originalidad con que se presenta. Buñuel era un maestro en esto.

Los símbolos de Pasolini son zafios y fáciles, ¡ojo! en su forma, no en su valentía. Redundantes y evidentes. Desprovistos de agudeza. La forma más evidente de mostrar que el pueblo come mierda; es hacer que una chavala se trague una mierda (que es falsa, evidentemente).

Buñuel era ácido y mordaz. Tenía talento y agudeza para ser tajante, pero no evidente: podía burlar al opresor y que éste, estupidizado, no se diese cuenta, debido a su escasa sensibilidad. Pasolini era agrio, pero se limitaba a gritar, bien fuerte, bien alto: '¡hijos de puta!'

Puede ser valiente, puede ser honesto, puede tener toda la razón del mundo. Pero esas palabras están al alcance de cualquiera.

Gracias.
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27 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Todo es bueno cuando es excesivo
"Todo es bueno cuando es excesivo" es una de las primeras frases que escucha el espectador de boca de uno de los cuatro protagonistas, los cuatro con títulos nobiliarios o una posición muy privilegiada en la Italia fascista de Musolini.
Junto con cuatro prostitutas secuestran a varios jóvenes para someterles a toda clase de perversiones sexuales en una mansión, totalmente aislada del mundo.
A partir de ese momento los jóvenes son conscientes que el mundo que conocían ha muerto y ellos con él. Deberán acatar el reglamento impuesto por sus captores. Dios ha muerto, al menos en el recinto donde están retenidos.
Pasolini adapta la obra de Sade con muchos guiños a Nietzsche y al nazismo, para realizar una crítica con tintes políticos sobre el absoluto y autoritario poder ante la sociedad y por la tanto su degeneración moral. Sadismo ligado a nazismo.
El filme destaca por la sabia utilización de los planos sonoros y la banda sonora. Kubrick combinaba en "La naranja mecánica" la música clásica con la violencia; el espectador escucha en "Saló o 120 días de Sodoma" la banda sonora de Ennio Morricone, las melodías de un piano o de la radio, mientras se comenten vejaciones, torturas y ejecuciones. También contrasta con momentos surrealistas fuera de tono y lugar. Todo ello para enfatizar el mensaje de Pasolini.
Desagradable y turbia, destacan las escenas de coprofagía en un banquete de boda muy especial y los preciosistas y fríos interiores de la mansión. La película fue muy polémica y lo sigue siendo, pero más en concepto que en forma. Un seguidor del cine gore o de las películas de Chan-wook Park (por citar el primer ejemplo que se viene a la cabeza) sabrá perfectamente a lo que me refiero.
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41 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¿Somos de fiar?
Viendo Saló da la sensación de que el ser humano protegido por la más estricta intimidad y con pizca de poder sobre otros seres humanos puede resultar un animal tremendamente temible. Y luego piensas en otros ejemplos muy distintos al perverso mundo de Saló, como podría ser un cuartelillo en el que sin presencia ocular es probable que sean más duras las galletas, y acabas deduciendo que Saló no retrata simplemente a unos cabrones pedófilos, sino a unos hombres cualquieras libre de testigos.

Ya se lo advirtieron a los chicos; el mundo no sabe que existís, estáis muertos para el resto del planeta. Nadie sabe de este lugar.
¿Qué es capaz de hacer el hombre bajo la privacidad? (Digo "hombre" por generalizar).

Verdaderamente te planteas preguntas... ¿Somos buenas personas sólo porque no queremos ser juzgados? ¿Cualquier individuo sano sería más cafre si tuviese garantía de que ni la justicia ni el pueblo sospechara de sus actos?. Está claro que aquí se retrata algo demasiado extremista; pero te da a pensar.

No recomendable para estómagos delicados por lo cruel y explicito de su contenido.

P.D. El primer plano de la cara del bizco vestido de dama es repugnante. Más incluso que el plano de los chocolates con forma de churro.
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26 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
UN GENIO DE LA MIERDA... NUNCA MEJOR DICHO.
O sea, que este tio era un genio... joder, lo que hay que escuchar, y tendreis valor de decirlo, este tio, aparte de un psicopata, pederasta y otras cosas que no voy a nombrar, es un artista mediocre, con un concepto del cine tan personal que resulta vomitivo, sin sentido de la estética, la gráfica, la narración, la fotografía etc...

Saló es una de las películas mas repugnantes y asquerosas que se han filmado, si no la más, y no penseis que voy de mojigato y estrecho, simplemente intento escapar del mal gusto, y esta película es el paradigma de la chabacanería y la vulgaridad, se puede ser muy duro, sobre todo en el tema que trata este trabajo, se puede incluso insinuar y resultar mas mordaz y ácido... este tio simplemente hizo lo que le salió de los huevos para autoafirmarse de sus "pecados" y de sus complejos y obsesiones, ademas sin una pizca de gracia... provocación innecesaria y autocomplaciente.

Todas las escenas de la mierda son própias de un degenerado, lo que me sorprende es que el equipo de rodaje terminara el trabajo, incomprensible... y los actores, joder, participar en algo así, un buen casting sexual tuvo que hacer el tio, que bien se lo tuvo que pasar.

Crítica al fascismo...¡¡¡DIOS MIO!!!!... Si eso es lo más importante que hizo el fascismo en contra de los derechos humanos, que pena...lo que digo, obra propia de otro fascista, de izquierdas y lo que quieras, pero no de un artista... Y NO VOY A HABLAR MAS. SALUDOS.
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47 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Así no, hombre...
Si Pasolini intentó hacer una crítica del fascismo, está claro que no lo consiguió. La película dura dos horas, y en todo ese tiempo sólo hay unos comentarios sobre Nietzche y la violencia, y poco más. ¿Es eso una crítica? ¿No es la excusa perfecta para meter tanta violencia y tanto sexo? No creo que sólo eso sea suficiente para valorar la película. Hay que currárselo más...
Es que es un tostón. No tiene casi nada, es muy vacía, no creo que se empleara mucho trabajo para hacer esto.
Los actores tampoco es que se salgan. Además, muchos de ellos ni hablan en toda la película. La verdad es que los diálogos son realmente ridículos.
Todo el resto del tiempo lo único que vemos es perversión sexual de todo tipo, situaciones bastante estúpidas, y violencia pura y dura.
El guión es malísimo, parece escrito en dos tardes, y es la principal razón de por qué la película es tan mala. Está claro que el director quiso compensar la falta de argumento con escenas de violencia y sexo explícito, para que la película entre por los ojos y cale en la gente, y así poder vender lo poco que tiene (y de paso crear polémica, que siempre viene bien...)
Una basura, en definitiva. No se la recomiendo a nadie.
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30 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Destapando hipocresías
Me parto con las críticas escandalizadas de muchos. Es cierto que la película causa asco, repulsa, náuseas -las mías, literalmente, en la escena del "banquete"- y un largo etcétera de sensaciones a cual más repugnante. Pero queridos míos, si vuestra moral, religión, ideología política, ética ó estómago graznaban tanto tantísimo ante el visionado, mi pregunta es: ¿por qué os la tragásteis hasta el final? ¿por qué no apagásteis el video/dvd y la castigasteis con vuestra más profunda indiferencia en lugar de venir aquí a crucificarla? (otra excusa hipócrita que os permite seguir hablando de ella sin comprometer vuestra pluscuamperfecta -y doble- moral, sin duda).

Curiosamente, entre chillidos de indignación y alaridos de protesta os la habéis cascado enterita y prueba de ello es que os permitís comentarla.

No me excitan lo más mínimo las prácticas pederastas, sino todo lo contrario. La coprofagia me repugna y tampoco me dedico a adorar a Satán (como también ha insinuado algún airado comentarista por ahí). Pero ésta es una película necesaria para la historia del cine. Por muchos y variados motivos que vuestro pretendido buen gusto os impide ver . Y solo Pasolini tuvo los huevos de hacerla. Y fíjate tú, que lo mataron. Y entonces yo me pregunto: ¿quien es el repugnante cabrón aquí?
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58 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
¿Dónde está el Divino Marqués?
Este film es una crítica al fascismo italino, y al pobre Pasolini lo mataron, y blablabla.

Vale, muy bien. ¿Y?

Ahora, analicemos la película 'en sí':

- Formalmente, muy convencional.

- Criticar la violencia mediante la violencia explícita. Un poco hipócrita, ¿no? (y por cierto: tampoco es para tanto. Lo que de verdad me ha llegado a dar asco en otras ocasiones son la tortuga de Holocausto Caníbal, el comienzo/final de Irreversible y poco más).

- Y lo más importante: es la adaptación más infiel que se podría haber hecho de Sade.

Si por algo se caracteriza el marqués es porque sus obras estimulan -en todos los sentidos- sin enjuiciar. Los actos más atroces se presentan como naturales. Un buen ejemplo sería 'La filosofía del tocador', para mí uno de sus mejores libros, en el que pese a las constantes atrocidades que impregnan el libro su lectura es fresca, amena e incluso divertida.

Sade jugó sublimemente con la moral, la filosofía y la religión hasta el paroxismo: ése es su mayor legado.

Pasolini es un curilla frustrado que nos presenta la obra del marqués de la forma menos atinada e imparcial posible: aburrida, larga, medianamente desagradable... todo lo que jamás fue un libro de Sade. ¿Adaptar al 'más libre' juzgándolo? Mal comienzo.
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43 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La edad de oro
Introducción:

Hombre como objeto con pies y brazos: visión con reminiscencias de pasado –el fascismo– y de futuro –nueva sociedad italiana (mundial) consumista y frívola–. En su cosificación progresiva el ser humano se encuentra dominado por una estructura jerarquizada a través de procesos que se le escapan. Aparece así el cuerpo como una forma metafórica del poder y domesticación de entes despojados de humanidad.

Ayer y hoy:

Lo peor de la cinta es su obviedad aparente. Lo mejor, su condición logopática de espectáculo que se “comprende” excitando el logos, pero también se “experimenta” mediante sensaciones no únicamente repulsivas –como defiende el tópico– sino de esclavitud intolerable de la carne (cuestión que emerge fundamentalmente en el corolario de planos finales, donde no es descabellado vincular estos seres humanos en el matadero con la actual sociedad de consumo tendente a la masificación de comercios, carreteras, mass media, productos bancarios, mercados especulativos… Y demás procesiones).

Comemierdas:

La radicalidad de las imágenes de Pasolini corresponde a una evolución de su cine que le lleva a la concepción de lo fílmico como identidad semiótica con la imagen real, de tal forma que nos ofrece una traslación hiperrealista de elementos materiales o físicos de la realidad al lenguaje de la ficción. ¿El objetivo de tanta explicitación? El propio Pasolini afirmaba no buscar el mensaje o recado de metáfora evidente, sino la acusación hacia el propio espectador. La injerencia del autor en el ámbito del que mira –zarandeándolo en su propia capacidad de aguante– sirve para que no sea únicamente observador, sino también parte imputada en el festival sádico y coprófago: "esto es lo que sois. En esto os estáis convirtiendo". Todo para reflejar la vieja idea del Tánatos que lleva implícito el bienestar de la sociedad de placer, manifestándose a través de la agresividad, la competitividad, la jerarquía productiva y el ansiolítico.

Concluyendo:

No es difícil sentirnos representados por esta metonimia visual de la automatización y despersonalización de la sociedad industrial. Una manipulación consistente en la sobreexcitación de las bases instintivas más evidentes. El sujeto es objetivizado hasta el vómito. Alienación, creación de falsas necesidades... Todo ello nos constriñe a nosotros, los “hoy” espectadores, desde una perspectiva más terrorífica que la planteada por Pasolini en estos jerarcas postfascistas. La perspectiva actual implica la plena asunción y celebración de la libre elección de la condición de esclavo –que tiene cojones, porque en Saló les obligan con armas de fuego–. El torturador neoliberal ha conseguido aquello que venía a ser el mayor logro del demonio: convencernos de que no existe.
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¡¡Y una mierda que te comas!!.
¿De qué va?:

Había un chiste sobre una orgía en la cual un tío repetía cada cinco minutos: «Organización coño, organización». Después de un rato otro le pregunta por qué dice eso y el tío le contesta: «Joder, que estamos cuatro tíos y diez tías y ya me han dado tres veces por el culo». Bueno, pues aquí cuatro caciques italianos deciden organizar unas jornadas escatológicamente orgiásticas inspirándose en los escritos del Marqués de Sade y para ello reclutan a unas viejas alcahuetas y a unos jóvenes partisanos (partís anos, nótese lo adecuado de la elección) en plenitud sexual a los que someten a todo tipo de vejaciones, eso sí, muy bien organizadas.

Crítica:

Todo el asunto me ha producido tanto asco como indiferencia, lo primero ya sé que Pasolini lo buscaba, pero lo segundo se lo apunto al debe de una falta absoluta de compromiso con el lenguaje cinematográfico, con algo en suma que permita al espectador entrar de algún modo en la película, si es que se puede entrar en algo cuya principal reflexión es que si los seres humanos nos quitáramos los corsés morales y religiosos que nos han sido impuestos nos daríamos cuenta de que hay que matar a nuestra madre y ponerse a comer heces como locos. Por si no fuera poco tragar con un argumento así, el italiano muestra los hechos de una manera cuando menos poco vistosa, no juega con el detalle, no trabaja los personajes en modo alguno, éstos se muestran siempre distantes, algo surrealistas, a la manera por ejemplo del Buñuel de la tres años anterior El discreto encanto de la burguesía, pero lo que en el contexto de esa trama encajaba bien aquí se convierte en algo gratuito, y el surrealismo gratuito se puede soportar, ¿no lo es siempre, de algún modo?, pero la asquerosidad gratuita no la soporto porque no encuentro motivos para hacerlo. Del guión no se tienen noticias ni se le espera, la interpretación del propio Pasolini sobre lo que significa de verdad la coprofagia en la película acerca de que es una metáfora de la comida basura puede ser muy original, pero al final lo que ve el espectador es un grupo de gente comiendo mierda. Los méritos de esta película son de dudoso gusto, aquí denuncia no hay ninguna, sólo más y más guarrerías que a cualquiera se le podrían ocurrir, no hace falta ser ningún perturbado para perpetrar esto, no sé si Pasolini era un tío encantador o un loco peligroso, pero su película sí que es sin duda una mierda rotunda. Cualquiera puede escribir en unas horillas un guión parecido con cosas aún más aberrantes si le sale de los cojones.

Después de calibrarlo con toda la justicia que me he sido capaz de imponer he decidido que con una horilla y cuarto ya estaba bien de aguantar semejante bazofia, he dado al stop, y esta noche me he ido a la cama sin meneármela ni nada, mano de santo para la continencia, oiga.

Si lo que quería Pasolini era profundizar sobre la idea de que el ser humano es capaz de cualquier atrocidad cuando tiene ocasión de ello podía haber hecho algo menos asqueroso. No tengo aquí a mano la estadística de perturbados coprófagos ávidos de lluvia dorada por cada mil habitantes de la Italia fascista, el dato se me ha traspapelado, pero creo que juntar cuatro de ésos era bastante más díficil que reunir a cuatro pervertidos clásicos que sólo disfrutaran follándose a un grupo de chavalas jamonas retenidas en un chalet de la sierra. Siendo 1975 seguro que Pajares, Esteso, Navarro y Ozores habrían bordado sus papeles, el filme hubiera resultado mucho menos nauseabundo (quizá la visión de algún palomino y poco más) y mis sanas y nocturnas prácticas onanísticas no se habrían visto perjudicadas.

Un poquito de organización, joder.
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