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58 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
DOCE MIRADAS A 'HIROSHIMA, MI AMOR'
Doce miradas al primer largometraje de Resnais, singular y poético viaje a la pasión amorosa, concebido con una radicalidad artística que lo mantendrá siempre actual:

1. HOMBRE-MUJER. Son un japonés residente en Hiroshima y una actriz francesa que participa allí en el rodaje de un film sobre la paz. Viven un intenso romance. Ambos personajes están encarnados por buenos actores.

2. JAPÓN-FRANCIA. Japón se rindió tras el arrasamiento de Hiroshima y Nagasaki. Francia victoriosa, liberada de la ocupación nazi, castigó a los colaboracionistas.

3. HIROSHIMA-NEVERS. Respectivos escenarios del mencionado romance y de un idilio vivido por la mujer en el pasado; un idilio de los que dejan el alma tatuada.

4. MAR-RÍO. Los siete estuarios del Mar Interior en el casco urbano de Hiroshima; y el Loira, que pasa por Nevers y riega el corazón de Francia.

5. RESNAIS-DURAS. Tras “Noche y Niebla”, sobre el horror de los campos nazis, Resnais quiso tratar el horror de Hiroshima. Sintió que el proyecto pedía un formato más amplio que el de mero corto documental y pidió un texto libre a Marguerite Duras, quien lo preparó en nueve semanas.

6. DOCUMENTAL-FICCIÓN. En la primera parte, se insertan impresionantes imágenes reales de la masacre causada por la bomba atómica. La segunda parte se centra más en el desarrollo del romance entre los personajes, con fases de apasionamiento e incertidumbre.

7. BLANCO-NEGRO. Duramente contrastado en la parte documental. La historia de los amantes se fotografía con grises delicados, llenos de matices.

8. CINE-LITERATURA. La 'Nouvelle Vague' y la 'Nouveau Roman' funden en esta película sus planteamientos innovadores, en fructífera simbiosis.

9. MONTAJE-ESCRITURA. Resnais se esmera al articular las imágenes con el texto. Su trabajo en este terreno es pura orfebrería.

10. PROSA-POESÍA. El texto de Duras, dialogado por los actores y declamado en off por la mujer, es prosa poética, muy apoyada en repeticiones rítmicas de las frases, procedimiento de moda en la época y que hoy suena artificioso. Por momentos es superior la poesía de las imágenes.

11. PRESENTE-FLASHBACK. Mientras los amantes se estrechan, pasean y hablan en 1959, los frecuentes flashbacks remiten hacia 1945, tiempo de la bomba sobre Hiroshima y del idilio de la mujer en Nevers.

12. TIEMPO-ETERNIDAD. En algunos instantes, en el diálogo de los amantes parece aflorar una eternidad que compartieran, superpuesta al presente.
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135 de 151 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
De un lirismo cautivador (7.8)
Aunque hacia el final se hace algo larga, ofrece muchos momentos de un lirismo cautivador que son la perfecta muestra de poesía clásica llevada al cine.
Como si de un poeta frente al papel se tratara, el director emplea el montaje y la cámara para alterar el orden de sus "frases" mediante flashbacks. Con sus planos detalle, sobran los adjetivos para describir a sus personajes. Y su historia... ¡ay, su historia!: no puede ser más romántica, ni más triste, ni más desgarradora.
Los cineastas-poetas de hoy en día no le llegan a la suela. No saben escribir con imágenes, sólo buscan provocar. Resnais, y los pocos integrantes realmente talentosos de la "Nouvelle Vague", no iban buscando provocar, buscaban libertad, buscaban nuevas fórmulas eficaces. Hoy en día son poquísimos los vanguardistas que buscan esto. Hoy en día, la mayoría de ellos prefiere embadurnar de colorantes su cuerpo desnudo y grabarse en vídeo mientras se revuelcan por un lienzo; y no estoy hablando de pintura, sino de cine.
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94 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Hi-ro-shi-ma
No tengo ni idea de cine, pensaba. Después de leer el resto de críticas sobre esta película confirmo: no tengo ni idea de cine. ¿Cómo pueden darle una nota tan alta a una película que me ha parecido en casi la totalidad de su metraje insufrible?. ¿Seré excesivamente superficial? Yo que no veo Salsa Rosa ni el tomate. Una persona que es capaz de soportar más de diez minutos a Sánchez Dragó (aunque tampoco es cuestión de hacerlo muy a menudo) Alguien que lee novelas escritas con frases subordinadas y todo. Dejando a un lado la modestia, diré que no me tengo por una persona amiga de los contenidos facilones, pero después de contrastar mis impresiones con las de personas más autorizadas se me queda cara de Paco Martínez Soria.
Admito que los primeros compases de la película tienen su interés. Pero..¿Y el resto? Si se trata de hacer literatura, tal vez no sea el cine el continente adecuado para expresar una historia que no me llena en absoluto. Es comprensible que el pasado de ella condicione su actitud dubitativa, pero la práctica totalidad de la película nos la pasamos esperando a ver qué hace. Por cierto....¿Al final qué hace?

Los paralelismos de la historia de los protagonistas con Hiroshima, o la ciudad natal de ella, o no los entiendo, si es que los hay, y si los hay no me parece un aliciente suficiente para darle sentido a la historia. Por lo menos diré que la película no es excesivamente larga.

En fin. Descarten esa crítica y hagan caso de las personas que saben de cine. Pero si luego no les gusta no podrán decir que ya les había avisado.
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132 de 212 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Siempre nos quedará Hiroshima
Todos los que han experimentado una historia tan breve e intensa como la que nos propone el film de Alain Resnais convendrán conmigo en que está espléndidamente narrada. Un día, quizá dos, dónde un par de personas se encuentran, se cuentan y se aman con intensidad. El comienzo documental sobre la ciudad con los versos en off me parece sublime. De una belleza irreal. De hecho, da la sensación de que todo es una broma, de que no ocurrió.

Los dos actores echan chispas durante sus conversaciones. Lo cierto es que su ejercicio me parece admirable. La escena en la que el otro japonés se sienta a su lado y la cámara ofrece un primer plano de Eiji Okada en el jardín del hotel llamado Casablanca me pareció demoledor. Una historia mágica, romántica y a ratos algo surrealista y cautivadora.
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74 de 104 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Lo he visto todo. Todo
Hiroshima mon amour es una de las más grandes películas de todos los tiempos, construida sobre uno de los mejores guiones de la historia del cine. Y esa es una de sus claves: el soberbio guión, la palabra convertida en pilar. Pero no sólo la palabra, también la imagen que se une a ella y la eleva. Imagen y palabra, fotografía y poesía, tan frecuentemente separados o artificial y grotescamente ensamblados, se funden auténticamente para darse sentido mutuo y crear sobre las ruinas de un mundo que se descompone, retratando casi a la perfección esa descomposición (putrefacción) del mundo y de la vida, negados y reducidos al olvido.
Esa unión de imagen y palabra ese asemeja a la de la pareja protagonista, tan alejados uno del otro, pero también unidos por una experiencia lejana (en el plano espacial, temporal y de significado) pero que es y se siente común. Nevers-Hiroshima. Ya en el comienzo (quizás los quince minutos más demoledores, pero también más hermosos del cine) se intuye esa relación, cuando los amantes hablan mientras se suceden las imágenes de muerte: -“Tu no has visto nada de Hiroshima. Nada. -Lo he visto todo. Todo.” Ella ha vivido Hiroshima sin vivirlo. El acontecimiento que irrumpe e interrumpe la vida se da más allá de su explosión espectacular. Allí donde todo es dolor, soledad, allí donde la vida ha acabado y nace otra cosa. Algo que hay que exorcizar, cubrir de olvido no para seguir viviendo, sino para sobrevivir. Aquello que ni tan siquiera se puede nombrar. Una experiencia colectiva (Hiroshima) o individual (Nevers), pero que se igualan en el sentido de que quien la ha vivido no puede siquiera nombrarla. Y todo lo que acontece desde entonces es sólo una representación de lo que dejó de ser. Es la muerte perpetuada.
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43 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Conjunción
Marguerite Duras:

- Me das muchas ganas de amar -dice él.

Creo que es una de las cosas más bonitas que he escuchado nunca.

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- Tiemblo de haber olvidado tanto amor -dice ella.

Creo que es una de las cosas más desoladoras que he escuchado nunca.

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Y Resnais.

Dando luz a las palabras.
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58 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
En el amor no existen fronteras ni bandos
En una Hiroshima reconstruida y doliente, portando las llagas sangrantes de la devastación que la redujo a cenizas y borró de la faz de la Tierra a cientos de miles de almas, surge una aventura amorosa tan dolorosa como la propia ciudad.
En la fugacidad de una noche con aroma a olvido y a evasión, dos desconocidos se entregan al abrazo de la pasión recién descubierta. Ella, francesa. Él, japonés. Un romance que comienza sin propósitos y termina por latir con el ansia de lo que acaba por transformarse en desesperada necesidad.
Una intensa mirada, con la precisión de un documental, hacia la tragedia de Hiroshima, aún reciente y sin embargo ya empezando a disiparse con los vientos del tiempo, que todo lo borra. Imágenes del horror y de la hecatombe que quedó tras aquella bomba atómica. Quizás no sea necesario pensar en el Apocalipsis para evocar el fin del mundo.
En la ilusión de una noche compartida, los amantes desnudan sus cuerpos y sus almas, con una mezcla de hermetismo y de conexión, de insalvable distancia y de cálida aproximación, en la que el recuerdo de un pasado traumático termina por imponerse, dominando las emociones de ella y sacando a la luz las viejas heridas, nunca cicatrizadas, de un gran amor de juventud. Un amor ajeno a la guerra y a todas las absurdas limitaciones y trabas impuestas por una civilización cruel, condenado en su plenitud.
En Nevers, ella vivió su Hiroshima particular. La misma guerra que arrasó Hiroshima se llevó por delante el corazón y la cordura de la joven. Nunca ha podido olvidar. Su vida actual no es más que una máscara que oculta un corazón destruido, unos frágiles pedazos adheridos con un precario equilibrio presto a quebrarse.
Y ahora ese corazón queda al descubierto frente a un completo desconocido. ¿Acaso ella está dejando atrás sus demonios? Eso es lo que más teme y lo que más desea. ¿Es posible que su liberación se encuentre al lado de ese extraño que la ama a pesar de todo, y a pesar de ellos mismos?
Hiroshima vibrante y renacida, plagada de los vestigios del desastre. Calles anónimas y corrientes con su ajetreo de transeúntes y de carteles luminosos. Nevers con su aire de antigua ciudad francesa, con ese estilo de rancia elegancia que impregna fachadas y plazas, emplazada en un entorno rural marcado por hermosos parajes naturales. Dos ciudades diametralmente opuestas y tan lejanas, unidas por un sufrimiento común.
Se advierte la cadencia inconfundible de Marguerite Duras en un guión en el que predominan las sensaciones, la importancia de las miradas y de los silencios, de los monólogos introspectivos expresados en el pensamiento o en voz alta y de la plasticidad de una atmósfera dotada de vida propia, casi palpable. Un clima hondamente emotivo y denso, y tan oscuro como la noche inabarcable.
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31 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Historia de dos ciudades
1) TOUTE LA MÉMOIRE DU MONDE

El film discurre en dos líneas, como las llama Esteve Riambau, “temporoespaciales”. El presente en Hiroshima y el pasado en Nevers. Dos situaciones delimitadas como sucede en otras películas de Alain Resnais como 'Muriel' (1963) o 'Stavisky' (1973) —no tanto en 'El año pasado en Marienbad' (1961)— que acaban por confluir en una explosión de memoria y olvido que permite, quizás, relacionar lo colectivo (bomba y guerra mundial) con el drama particular de Emmanuelle Riva.

El vínculo entre ambas partes fue rechazado, desconozco con cuánta intensidad, por parte del director, que negaba tal identificación. Evidentemente son incomparables desde el punto de vista del horror, sus alcances y consecuencias, pero quizá sí los percibe el espectador de forma análoga en cuanto al mecanismo y arquitectura de la memoria.

El trauma individual sirve, dramáticamente, para que comprendamos o nos acerquemos desde el horror en primera persona a la infamia colectiva. Desde el recuerdo individual vamos a una memoria para dos —decía Deleuze— y de ahí a la memoria intersubjetiva e histórica. Un romance remueve lo enquistado igual que Hiroshima remueve la acusación universal de tragedia nuclear.


2) DE PROFUNDIS

La bomba nuclear cuestionó la ciencia como elemento o metarrelato, en palabras de Lyotard ('La posmodernidad: explicada a los niños'), legitimador de nuestra sociedad. Los campos de concentración (guerras mundiales, fascismos) mataron la linealidad, el iluminismo y teleología de la razón en el proceso histórico.

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"A finales de los años setenta, en su obra La condición postmoderna , Lyotard proclamaba al mundo la muerte de los grandes relatos". ( http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165354 )
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De esa forma se quiebra también la lógica tradicional de las historias que nos contamos. El film se desmarca del relato “finalista y redentor” (Lyotard). No es un análisis historicista o denuncia de la guerra, de hecho la película fue criticada por la tibieza con que mostraba el colaboracionismo en Francia. No se trata de un didactismo humanista-cinematográfico. No es una película “necesaria”.

Resnais, hijo de la Rive Gauche y de su tiempo (psicología profunda freudiana, temporalidad en Bergson, Virginia Woolf, Proust…), se aferra a las vanguardias de la memoria y lo fenomenológico (presentación de fenómenos en la conciencia); no da discursos, ni siquiera alegorías. Si la historia se ha resquebrajado por la barbarie no podemos seguir escribiendo poesías ni relatos en sentido convencional, sino que debemos mirarnos a nosotros mismos y proyectar nuestra quiebra personal. Cómo percibimos el amor o la catástrofe y construimos recuerdos de cenizas y escombros. Cómo vamos olvidando y recordando el mundo.

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"Escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie". Theodor Adorno.
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Dos ciudades, dos amantes. Dos existencias, la material y la consciousness, entremezclándose como parte de lo mismo, infectándose la una de la otra (la mano “física” de un amante que lleva al recuerdo de otro amante). Como susurraba Pessoa, "tenemos, quienes vivimos, una vida que es vivida y otra vida que es pensada… mas a cuál de verdadera o errada… nadie lo sabrá explicar".


3) REPRESENTACIONES

"A falta de otra cosa, las fotografías".
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Las formas de recapitulación que solemos utilizar no pasan de ser reconstrucciones. Resnais eliminó del montaje final las imágenes “reales” del bombardeo incidiendo en la falsedad de ese documental que aparece en el propio film. También destaca la incapacidad para “conocer” de la protagonista, actriz (profesión de fingidores) en una reconstrucción de la tragedia ("no has visto nada de Hiroshima"). Emma Wilson asegura que “the woman wants to know the city, to have a material apprehension of its forms, she wants to hold its stones and shadows in her memory, but she remains a tourist”.

El documental y la ciudad-museo son formas, efectivamente, de turismo. Decía la Duras que era imposible hablar de Hiroshima y que todo lo que podía hacerse era hablar sobre la imposibilidad de hablar de Hiroshima. El horror no se aprehende mediante la reconstrucción ficcional o el discurso documental, eso sería quedarnos con la forma, con la verbalización de una idea. Pero además de la forma, como esta vida es doble, está la sensación. Para completarnos hay que penetrar psicológicamente en el estado de ánimo de una conciencia devastada por tragedias pasadas (Nevers) y “observar” la melancolía de unos espacios (calles, edificios) que aglutinan sensaciones plurales y contradictorias.

(Sigo en el spoiler por incontinencia, no por destripe)
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27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
De un lirismo tan indigesto como un estofado de lentejas con chorizo para cenar
El único motivo por el que aguanté hasta el último minuto de esta película es porque estoy estudiando francés... A mi entender es una película mediocre pero en realidad es muy meritorio que dure una hora y media parezcan cuatro... Estamos frente a una película tremendamente sobrevalorada por algún motivo que se me escapa.

Soy consciente que es una propuesta muy arriesgada para ser de los años 50' y que tiene algunas frases con una poesia bella. Pero estamos hablando de una película, ¿no? El director y la guionista deberían ser conscientes de ello. Una cosa es una novela y otra una película. Hiroshima mon amour es como si presentaramos un gato precioso a un concurso de perros. A veces tenía la sensación que querían tomarle el pelo al público.

La relación entre el japonés y la francesa es plomiza. No simpatizas en ningún momento con ellos. Todas sus desgracias me importan tan poco como un manual de instrucciones.

¿¿Por qué los votantes de filmaffinity son tan generosos con este tipo de películas y tan duros juzgando el cine español??
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36 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Hiroshima-Nevers
Advertir que no estamos ante una película apta para todo tipo de espectador, se trata de una película a ratos difícil y desasosegante casi siempre.

¿Qué hacer con el amor cuando sólo puede durar una horas? ¿qué hace que una chispa se encienda ante un desconocido?. Los 2 protagonistas son casi tan importantes como sus 2 ciudades, y lo que pasó en ellas, es una vuelta al pasado y un intento por no llegar al futuro.

Imágenes de sensualidad muy bellas, mezcladas con un naturalismo cuasi documental y diálogos larguísimos e irreales (que bien suena la metafísica en francés) a esto le sumas una actriz de belleza enigmática y distante de la que te podrías enamorar desde tu butaca, y ya está, tenemos un film de la nouvelle vague (en este caso un "remake vague" de "Breve Encuentro").

La película es bella, pero creo que este es un tipo de cine por el que si ha pasado el tiempo. Me quedo con la desesperación del amor entre los protagonistas, algún diálogo, y por supuesto con Emmanuelle Riva, un descubrimiento para mi.
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28 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Nunca olvidaré Hiroshima, mon amour...
¿Cómo olvidar esta película? Lamento tanto no haberla visto antes, me molesta tanto haberla ignorado hasta hace apenas unos días, es tan doloroso saber que esta joya ha permanecido tanto tiempo en el olvido, en mi olvido, hasta que el azar y FA se han puesto de acuerdo para ponérmela delante. Las cosas buenas, como las malas ciertamente, llegan cuando han de llegar, y reconozco que "Hiroshima, mon amour" ha llegado en el momento justo y ha conseguido que me emocionara como un tontorrón, como lo que soy.

Poesía en estado puro, en perfecta armonía con la versión física y palpable de los fotogramas, rezumando sentimiento en cada imagen, en cada frase, breve y concisa, va a donde duele, al grano, allá donde la mayoría ni se acercan, llega al alma, me ha conmovido y me ha maltratado. Una manera de mostrar que el amor no siempre es fácil, eso ya lo sabíamos, pero qué manera de decirlo.

Así que no pienso olvidar esta película, eso ya es imposible, ahí quedará, indeleble, en un espacio único y genuino de mi mente, allá donde sólo residen las imágenes de las las cosas buenas. Por cierto, me da igual que esto se llame Nouvelle vague, para mí es un peliculón.
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24 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Típica francesada pedante
Tuve la oportunidad de "disfrutar" de esta película un rato anoche, durante su emisión en TVE2 (no podría ser en otro canal) y, la verdad, fuera del valor documental de las imágenes rodadas en la ciudad de Hiroshima a finales de los 50, que nos muestran no sólo la reconstrucción física y moral de una ciudad, sino de todo un país, el film es un pretencioso tostón de tomo y lomo en la peor tradición del cine gabacho. Estamos ante la típica "francesada" para gafapastas, ese cine basado en largos y profundos diálogos y monólogos cuyo único fin es demostrar al mundo mundial la belleza y perfección de la lengua francesa.

En fin, una película soporífera y una gran oportunidad perdida para hacer un buen documental.
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30 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La Memoria, mon amour.
El primer film de Resnais, y con toda justicia una película clave dentro de la "nouvelle vague" y la propia Historia del Cine. Película inclasificable, de una intensidad y fascinación muy propias, en la que bajo una atmósfera ensoñadora y desazonante se desarrolla una historia de amor traumatizada por el pasado, por la Memoria, que aquí es el principal y gran intérprete de la película: los dos amantes (más ella que él) se sirven de la memoria para reconducir su presente, se remiten a un lacerante pasado presidido por el amor, la guerra, la huella moral del siniestro y estupidísimo bombardeo de Hiroshima, para ubicarse y armarse para un futuro tan incierto como inexplicable. El pasado siempre vuelve, condiciona el presente y desde allí surgirá un futuro si es que debe haberlo. La Memoria es el elemento clave para construir lo derribado, lo soñado, lo vivido, lo anhelado. La Memoria es un juguete, un artefacto tan único como doloroso, el verdadero amor de ella por permitirle oxigenar, revivir, resucitar, recomenzar su vida. La ausencia existe pero la Memoria acaba por devorarla.
"Hiroshima, mon amour" sigue siendo un modélico ejemplo de cine renovador, experimental, transgresor con la tradicional sintaxis cinematográfica pero que logra crear una nueva y admirable sintaxis, que emociona y rasga por dentro. Obra maestra. Que aprendan.
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15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El y ella.
“Hiroshima mon amour”, combina dos elementos que la tornan particular en su abordaje de lo real: la ficción y los registros documentales de los horrores causados por la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima realizados a modo de "falso documental".
En cuanto al enfoque de la línea argumental, esta se centra en un tema tan universal como el amor. Pero esta universalidad temática se encuentra enriquecida en el film, primero, por el hecho de ubicar la historia en Hiroshima, con todo lo que ello implica para la culpa occidental, y segundo, por dos manifestaciones o expresiones fundamentales para el desarrollo de la misma, a saber: la memoria y la identidad. Estas dos expresiones están jugadas desde dos planos espacio-temporales: por un lado la experiencia individual (el amor presente y el amor pasado), por el otro, la experiencia colectiva (Hiroshima y la bomba nuclear).
“Hiroshima mon amour” nos habla de la necesidad de recordar y de procurarse una identidad que no se posee o que se ha olvidado.
Poética y delicada como ella sola, “Hiroshima mon amour” es una filigrana estilizada y pensativa. La aventura de un par de días que protagonizan una actriz francesa y un arquitecto japonés da pie a reflexiones más o menos penetrantes sobre la memoria, la identidad, la guerra y el amor. El doble trauma del crimen nuclear de Hiroshima y la ocupación nazi de Francia forma el eje de un filme cuyos diálogos parecen voz en off, y viceversa. Además, Resnais se lía la manta a la cabeza e inventa una técnica de montaje, la del plano rápido que ilustra los pensamientos de un personaje.
“Hiroshima mon amour” es un film donde en un principio las palabras se imponen en relación con las imágenes, pero el guión te atrapa y descubres que aun brilla mas que las imágenes.
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15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Hay que verla (sin prisas)
Creo que esta interesantísima película requiere cierta preparación; no es una película convencional ni tiene el ritmo al que generalmente estamos acostumbrados, ni sus diálogos son tampoco fáciles de aprehender; sin embargo y quizás por todo ello este film produce una extraña fascinación.

Lo que más me ha gustado de este film es:

- Su cuidado tratamiento formal. Ya desde el arranque vemos unas imágenes sorprendentes y de una sensualidad arrolladora; los brazos enredados de los amantes y un extraño dialogo en Off que sin entender muy bien lo que ocurre nos engancha de lleno en la película. El exquisito tratamiento formal atraviesa toda la película, con numerosos travellings laterales bellísimos, y con un detenido seguimiento de la cámara de las ciudades protagonistas de la película, Hiroshima y Nevers.

- Su parte inicial, documental, sobre el crimen posiblemente más masivo de la historia de la humanidad. Nos sobrecoge situarnos en aquellas fechas y lugar donde 200.000 inocentes fueron masacrados y un incontable números de heridos sufrieron (y en algunos casos transmitieron a sus hijos) las consecuencias de ese infierno. La película pasea por el Museo de Hiroshima. Son realmente impactantes (e insoportables) los documentos gráficos reales que recoge el film, e incluso espeluznante la recreación que el Museo hizo de aquellos momentos, en donde vemos a masas de personas (ay, los niños!) vagando por la ciudad buscando el río para quizás reconfortar sus terribles quemaduras. Me parecen también magnificas la recreación de las manifestaciones pacifistas en Japón, donde vemos a un pueblo sereno frente a la tragedia que vivió y sus pancartas nos hacen reflexionar sobre el sinsentido de la guerra

- La actriz principal, Emmanuelle Riva, que aporta al film una melancólica y serena belleza. Su interpretación es excelente en los numerosos registros que debe abordar, su pasado en Nevers y su presente en Hiroshima. Su risa es brillante pero al mismo tiempo siempre transmite un fondo de amargura que deriva de un pasado que a través de oportunos flashbacks vamos conociendo poco a poco.

- La historia que vivió la protagonista femenina en Nevers esta recogido con breves trazos (impresionistas, diría) pero certeros. Solo apunta varias escenas que sin necesidad de mayores detalles nos hace entender la peripecia vital que vivió la protagonista.

-La voz en off sobre las imágenes aporta un gran lirismo a toda la película; el tono triste y cadencioso del recitar de la protagonista hace que el conjunto cobre una gran fuerza poética.

Me gusta menos:

- Los diálogos que si bien refuerzan en muchos momentos el tono poético de las imágenes sobre las que se superponen, son crípticos, artificiosos, no creíbles. Quizás, sea este aspecto que en su día entiendo muy novedoso, lo que peor haya experimentado el paso del tiempo.

-Determinadas reacciones de los personajes (ver spoiler *) también artificiales y un tanto teatrales.
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13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
EL MONÓLOGO INTERIOR
Un ciudadano de Hiroshima conoce a una actriz francesa que está filmando una película en su ciudad y ambos inician una relación.

Resnais filmaba magistralmente, eso es algo incuestionable. La belleza de las imágenes, la maestría de cada fotograma y la poética de sus monólogos se funden en una película que parece un poema filmado.

Digo monólogos, ya que los diálogos se cuentan con los dedos de una mano y el monólogo de la protagonista abarca casi toda la obra.

Hiroshima, Mon Amour es una película muy sobresaliente en sus imágenes, pero es lenta, muy lenta, casi insufrible en su ritmo pausado. El director hace un ejercicio gongoriano, donde casi importa más el continente que el contenido, en esta historia de amores perdidos e imposibles con reminiscencias al pasado de la protagonista. Habla también de la guerra y de como el odio al enemigo puede hacer fracasar la relación entre dos personas de bandos diferentes y de la locura del amor.

La cinta está muy bien filmada, pero pasada media hora se torna lenta y pesada. Una advertencia, no verla a altas horas de la noche, cuando el sueño llama a tu puerta.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Excuse-moi, Marguerite...
Me preguntas si había estado en Hiroshima, y te contestaré que nunca hasta la noche que te conocí. Pero he estado en otras guerras y he muerto en otros lugares. Yo también soy una víctima, pero sin cicatrices ni secuelas que puedas ver de aquella herida que me mató. No, no fue en Hiroshima. Fue en la otra mitad del mundo, y la historia no habla de mi. No soy importante. Y mi dolor no es reciente, todo está curado. O no. Por eso, cuando te conocí anoche, y subí contigo a la habitación, no reconocí la tristeza dulce y amarga que me estremeció cuando te ví levantarte y salir. Pero entonces regresaste riendo y me volviste a abrazar y aquel recuerdo se me volvió a olvidar. Pero ahora, que es otra noche, y es la última, que te tengo enfrente y nos vamos a despedir para siempre, se me ha venido de golpe todo aquel dolor a la boca y he tenido que besarte y contártelo todo para que me comprendas.

Nunca he estado en Hiroshima porque, mientras arrasaban tu ciudad, yo perdía la guerra en el otro lado del mundo. En un pueblo pequeño, que no aparece en la historia, viví mi historia de amor y mi Hiroshima. Era una niña y era también la enemiga del pueblo. Por amor. O eso creo. Hace tanto tiempo que no lo recuerdo muy bien, de hecho lo había olvidado hasta que lo he visto reflejado en la taza de té, la última, que me estoy tomando contigo. Era la amante de nuestro enemigo. Eso decían. Debe ser verdad. Pero a mi no me parecía peor que nadie. Su cuerpo era dulce y su boca y sus manos. Y sus ojos azules se quedaron abiertos cuando lo mataron. Había ido a buscarme. Y a mi me enterraron. Recuerdo la tierra en las uñas con las que escarbaba las paredes y la luz, en sombras, por encima de mi cabeza. Pero era feliz porque recordaba. Tuve que olvidar para ser libre. O eso dicen.

Y ahora he tenido que venir a Hiroshima para recordar a Nevers y encontrarte a ti. ¿Y me preguntas si había estado en Hiroshima? Creo que siempre estuve aquí para encontrarte, aunque fuera en el momento eterno de los amores ocasionales. Y me pides que me quede para siempre para no volver a olvidarte cuando regrese a mi país. Pero tengo miedo de irme y recordarte o quedarme y olvidar lo que somos ahora... Nadie me comprendería excepto tú, por eso estás esperándome en esa esquina mientras escojo entre quererte o quererte... No va a ser fácil. Nada es fácil en Hiroshima...
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Cinema, mon amour
Enternecedora y trágica, brillante y conmovedora, hipnotizante y envolvente, así es Hisroshima Mon Amour, una película imprescindible en la definición de cine para poder ser testigo de la poesía en movimiento, las imágenes que narran, la música que flota y envuelve todo a su paso por las secuencias. Resnais puede ver más allá, donde diferentes artes se unen y conviven, gritan y susurran, ocultan y enseñan significados, sentimientos, expresiones y sobre todo recogen la esencia de la vida.
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una historia que contar
Imposible no verla...y creo que difícil será también olvidarla. Cada historia necesita su ritmo, esta es una telaraña tejida muy lentamente pero que atrapa hasta el menor y más profundo de mis sentimientos... imposible no venir (dijo Hiroshima)
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
"Gozo y dolor de un pasado que sigue latiendo en la memoria"
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El film de Resnais, nos sumerge en una historia de amor contada en dos tiempos con un intervalo de catorce años. Su romántica incursión en el mundo de los sentimientos de su protagonista femenina, se nos ofrece a través de unas secuencias plenas de sensibilidad y lirismo. No es fácil relatar por medio de la cámara un texto tan literario como el que escribe Margarite Duras. Sin duda, se trata de un ejercicio de difícil equilibrio, donde es fácil entrar en el terreno del melodrama, o dar un paso en falso, dejándose llevar por una narración saturada de diálogos donde lo cinematográfico se convertiria en mero comparsa de la novela.El director francés, soslaya con acierto tal peligro y nos regala un trabajo sugerente y valioso, sabiendo alternar con eficacia los planos secuencia de los dos tiempos en que transcurre la obra, plasmados en unos diálogos cuajados de frases reiterativas pero llenas de sentido, con el contrapunto de la delicada expresividad de una impecable Emmanuelle Riva, y manteniendo nuestra atención a sus cambiantes estados emocionales. La "chica de Nevers" es una mujer sensible y afectiva, marcada por una pasión juvenil que le dejará una huella indeleble.

El personaje pierde, en muchos momentos, la noción del tiempo real, en fuerte contraste con su fugaz amante japones -que interpreta el austero y convincente Eliji Okada-,quién intentará mantenerla en las vivencias del presente, aún sabiendo que solo podrá ser algo efímero. Y es esa lucha de los dos amantes por alcanzar una plenitud imposible, y proyectada desde posiciones opuestas, lo que dará un intenso juego dramático entre la realidad del momento y el deseo por conservar aquello que nos llenó de gozo en un tiempo pasado de nuestra vida. Ella sufre el conflicto de querer identificar a su amor de una noche en Hiroshima, con el recuerdo juvenil del soldado alemán que fue su primer amor y que concluyó trágicamente.Se niega a asumir la realidad, aún conociendo la trampa de su autoengaño.Vive el delirio de su fantasía donde solo cuenta, por encima de todo: "aquello que sigue latiendo en la memoria de sus sentimientos".

Los largos trávelings filmados nos dan una clara imagen de dinámica espacio-temporal en la constante huida hacia adelante de Emmanuelle, siempre perseguida por ese amante que intenta, tan desesperada como inútilmente, retenerla a su lado.

Acertado juego de primeros planos de la pareja en los momentos de intimidad, donde la mezcla de luces y sombras, miradas y gestos, nos muestra la poética de un erotismo pleno de sutilezas.

Alain Resnais conecta la hecatombe de Hiroshima con el trágico amor de la protagonista en una extraña y acertada simbiosis donde se evidencia la maestria de uno de los hombres clave de aquel movimiento cinéfilo que se llamó: "la Nouvelle Vague". A mi juicio, tal vez su mejor película.
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