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214 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Los piratas se encuentran al acecho
La real odisea del capitán del carguero Maersk Alabama, quien decidió entregarse como rehén a piratas somalíes, tan inexpertos como peligrosos, a cambio de salvar a su tripulación, toma forma cinematográfica en un momento de creciente piratería en el Cuerno de África. El film recrea el episodio que en 2009 encendió el alerta mundial de que luego de 200 años, el peligro de los saqueos de piratas había retornado. Al basarse en hechos reales, la película dirigida por Paul Greengrass (responsable de la trilogía Bourne), toma el formato de un docudrama con un contenido hiperrealista y alta tensión dramática.
Con excepción de las primeras escenas, la mayor parte de la película está filmada en el mar, lo que representó un desafío técnico para los actores y la producción, tanto por lo reducido del espacio y el contrapeso de la estabilidad, como por los mareos producto del constante movimiento del mar.
Los primeros cuarenta minutos construyen un clima de temor ante la irrupción de un peligro inminente pero no previsto. Para enfrentarlo, el barco no cuenta más que con mangueras de relativa potencia para desalentar el abordaje de eventuales asaltantes. Tampoco existen armas ni entrenamiento especial más alla de las rutinas marineras y la práctica comercial. Ese contraste entre un puñado de piratas descalzos pero con arsenal de guerra frente a una tripulación que no sale de su asombro, crea una extraña sensación ante la desigualdad de situaciones, que tampoco es constante sino variable. Cada pequeño paso de los piratas somalíes para subir al barco, incrementa la tensión dentro y fuera de la pantalla, en una narración que en sus clímax apela a la cámara en mano y violentos planos contrapicados.

La perspectiva de Greengrass consiste en no centrarse exclusivamente en los procedimientos del rescate, sino en priorizar el retrato de los personajes y las situaciones de manera creíble por sobre el uso de efectos especiales y el impacto visual.
Al comienzo de la historia, se muestra la brecha que pone la situación en marcha: la casa del capitán Phillips (Tom Hanks), sin lujos pero confortable, en un barrio suburbano que contrasta rotundamente con la costa africana, donde sobreviven los improvisados piratas en precarios campamentos. Estos son pescadores desocupados, reclutados por caudillos mercenarios que los arman y mandan al abordaje de barcos para conseguir botines de los que se quedan con la mayor parte.
La película evita la estigmatización de los malos y los finales idealizados; si bien no justifica a los piratas, permite entender la tragedia que los lleva a obrar así, descorriendo la cortina de un conflicto más amplio, entre quienes son parte del mundo globalizado y los excluidos del mismo.

La fortaleza del cine de Greengrass reside en las actuaciones potentes y la pericia en los planos que confiere contundente potencia a las imágenes. No hay muchas palabras: la secuencia inicial donde se presenta al capitan en su hogar, preparando su próxima mision, es prácticamente silenciosa. Recién en el auto, camino a embarcarse en su próxima misión, hablan con su mujer acerca de la rutina riesgosa del oficio y de un mundo que se muestra cada vez mas dificil y peligroso, manifestando su preocupación sobre el futuro que les va a tocar a sus hijos.
Si bien todo el elenco es impecable, el peso del relato recae en Hanks y en sus contrincantes: los cuatro actores debutantes que interpretan a los piratas ofrecen caracterizaciones temibles, profundamente humanas y bien diferenciadas.
Tom Hanks siempre se ha caracterizado por dotar a sus personajes de una gran humanidad y de representar mejor que nadie al americano medio, por lo que resulta un acierto su elección en el casting, pero lo sorprendente es el aporte de los actores desconocidos que representan a esos piratas violentos y desesperados, famélicos y furiosos. Particularmente es soberbio el trabajo de Barkhad Abdi (Muse, el líder) teniendo en cuenta que es su primer papel en el cine. Se agiganta en sus enfrentamientos con Hanks, un duelo de titanes al que sostiene con sus ojos desconfiados, su gestualidad y la naturalidad de sus desplazamientos.
En un momento de guiones mediocres provenientes de la siempre poderosa factoría americana, “Capitán Phillips” sobresale por hacer una inquietante historia de su tiempo, alertando acerca de una de las variantes de piratas que habitan el presente y dando pie a la reflexión de por qué éstos han renacido y se encuentran al acecho.
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131 de 149 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Capitán Hanks
Hacía mucho tiempo que el gran Tom Hanks no hacía una película en la que se pudiera apreciar su talento, pero afortunadamente, el maravilloso actor hace un papel que sabe llevar durante toda la película. Hanks interpreta a un hombre bueno, respetado y amable con la gente, que tiene que enfrentarse a una situación muy difícil. Es un personaje que a medida que va avanzando la película va evolucionando y cambiando un poco su forma de ver las cosas. Se trata de un hombre tranquilo, que intenta mantener la calma en todo momento, incluso cuando es prácticamente imposible.Y Hanks lo borda. Su trabajo interpretativo es sin duda lo mejor de 'Capitán Phillips', aunque no sólo él, todos los personajes están muy creíbles en sus roles, pero especialmente Barkhad Abdi, que está impresionante.

Pero las interpretaciones no son lo único bueno, la película sabe mantenerse el tipo durante sus dos horas largas de metraje. Eso es destacable porque no es fácil tener al espectador atento con un argumento tan simple.
La banda sonora es muy buena, y combina a la perfección con las imágenes.

Como defecto, diría que hay ocasiones (pocas y sobre todo al final) en las que se puede hacer un poco larga, y la cámara se tambalea demasiado (aunque eso también le da más realismo a la película).

En definitiva: recomendable, para pasar un buen rato en el cine y para disfrutar de dos grandes interpretaciones.
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63 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Piratas por necesidad
Siempre desconfío de las películas basadas en hechos reales, o son telefilmes o son películas donde, tanto en uno como en otro el "basado en hechos reales" no deja de ser un adorno aunque sea cierto que esten hablando de un hecho real. Es decir, que más que un hecho real no puedo evitar ver una historia ficticia.
Con esta película era extraño que su director fuese a caer en eso, aunque no podía evitar pensarlo. Pues bien, Paul Greengrass ofrece una película donde el basado en hechos reales no es un adorno, donde te crees que lo que sucedió, sucedió así como nos lo cuentan. No voy a decir que no se tome licencias, ya sea en diálogos entre los personajes o en hechos, pero la forma de contármela es realista 100%.
El hecho que no haya malos ni buenos o victimas y verdugos, o todo o nada, ya que no todo se resume en piratas malos y marineros de barco mercante buenos, ya que todos son lo uno y lo otro sea intencionado o no. Los piratas son piratas porque es su único medio de vida y se ven obligados o los obligan a ello y por otro lado los barcos que faenan en la zona en el fondo son culpables de esa situación aunque también es su medio de vida. No trato de justificar a unos ni a otros aunque lo parezca con esto tan raro que me está quedando.
Pasando al tema de la película hago especial mención al capitán de los piratas, interpretación llena de matices y donde un solo gesto de su rostro dice más que mil palabras, pasando del control de la situación a "animal" acorralado en segundos.
La interpretación de Tom Hanks es también excelente y cuya escena final me parece merecedora de todos los premios, aunque alguna gente donde yo vi la película se partía de risa, cosa que no entendía.
Prácticamente los dos únicos escenarios: El barco y el bote salvavidas en la segunda mitad de la película son claustrofóbicos, pero la del bote se lleva la palma.
La cámara en mano es otro punto a su favor ya que más que mostrarnos el drama te mete en él.
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59 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Hormigas contra elefantes
Es una gozada poder disfrutar de películas como "CAPITÁN PHILIPS". Un guión sobrio, adusto, seco, sin concesiones al sentimentalismo barato que narra con frialdad y precisión quirúrgica la odisea de un mercante norteamericano enfrentado al ataque de piratas somalíes convertido en imágenes por un Paul Greengrass que demuestra que no ha perdido el pulso desde los días de la saga de Bourne.

Muy buena la interpretación de Tom Hanks, el capitán del carguero portacontenedores "Alabama". Muy, muy por encima de interpretaciones anteriores como "Náufrago" (2000) y que recuerda sus mejores momentos como actor en "Salvar al soldado Ryan" (1998) o "Apolo XIII" (2005). Como el buen vino, Tom gana con los años. En esta ocasión se nos muestra como un capitán con mayúsculas (bastante lejos del del "Costa Concordia"), un hombre que sabe que, si da un mal paso en una situación desesperada, su tripulación podría pagar las consecuencias.

Pero un hombre que sabe también que hay una gran diferencia entre él y su mundo y el de los cuatro desgraciados piratas somalíes que toman la equivocada decisión de asaltar su barco de forma harto improvisada. Un hombre que sabe que detrás de él hay una fuerza abrumadora y, sobre todo, la voluntad de usarla. Sólo tiene que ganar tiempo. Porque desde el momento en que los piratas abandonan el mercante llevándoselo a él de rehén, sabe que ha ganado. Sabe que tal vez no salga vivo del trance, pero desde luego sabe también que los piratas no son ya sino cadáveres andantes.

Especial mención en este sentido a Barkhad Abdi, Mahat M. Ali, Barkhad Abdirahman y Faysal Ahmed, que interpretan a los piratas somalíes y cuya actuación es sobresaliente. En sus rostros huesudos, sus cuerpos fibrosos y en su mirada asustada y enloquecida ves el drama de unas gentes a las que la desesperación y la promesa de dinero fácil les convierte en marionetas de los señores de la guerra locales, a los que les hacen el trabajo sucio para llevarse -si acaso- las migajas de los rescates. O, en su defecto, una bala. Son las hormigas que de vez en cuando molestan a los elefantes. En ocasiones el elefante, con otras cosas en las que ocuparse, las deja actuar, pero otras veces, el elefante las aplasta.
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39 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Propaganda con tufillo a Oscar
Las películas basadas en hechos reales suelen crear polémica; puntos de vista diferentes y miles de ojos que no ven las cosas de igual manera. Pero lo que sí es cierto es que una película no deja de ser buena o mala por el grado de parecido que tenga con esa realidad, de ahí que sea basada y no copiada. No se juzga el qué, sino el cómo.

Dejando de lado la veracidad de los hechos, no del todo correctos según algunas fuentes, el film cuenta la historia del primer barco norteamericano secuestrado en doscientos años, un buque carguero retenido por piratas somalíes, y de cómo su capitán se enfrentó heroicamente a la situación.

Un argumento sencillo, basado en el libro del propio Richard Phillips, que no da para las dos horas y cuarto que dura la película. Sobran minutos por todas partes, desde un inicio que sólo vale para sacar a Catherine Keener en pantalla. Se centra demasiado en el personaje principal, haciéndonos ver lo inteligente y buena persona que es. El resto son personajes completamente planos. Ni siquiera la tripulación, que algo más de importancia debería tener; llegando incluso un momento en el que se deja de hablar de ella, y nadie más sabe.

El director de las dos secuelas de “El caso Bourne”, abusando de planos cortos y secuencias demasiado largas, que producen más aburrimiento que tensión, pretende dar profundidad, creyendo que cambia en ocasiones los roles típicos del género, a una historia que no es más que el diez mil veces visto ensalzamiento a la figura de un héroe. Más un acto de propaganda que de querer hacer cine.

Lo mejor, Tom Hanks. Pero no es ninguna sorpresa viniendo de alguien capaz de bordar un papel aunque le dejes solo en una isla con un cocotero y un balón.
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52 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
A cien por hora en alta mar
"El capitán Phillips" es un thriller electrizante que maneja perfectamente los tiempos de la película, consigue darnos una sensación gradual de aumento de la tensión desde la absoluta tranquilidad del hogar con escenas de una conversación costumbrista hasta llegar a las escenas de acción de un brutal asalto a un barco de mercancías poniéndonos el corazón a toda pastilla. Sin duda la película en gran medida es un éxito por como logra ir retorciéndose cada vez más sin resultar demasiado rebuscada y con los personajes justos y los diálogos abundantes como para poder disfrutar de la interpretaciones; al tiempo que no se pierden los efectos especiales y la acción. El cambio de escenario logra ser dinámico y no un torbellino que atonte al espectador, al contrario sirve para mantener la atención y evitar que el guión se enlentezca.
Esta película me parece brillante por haber sido capaz de tomar un tema de actualidad, que todo el mudo lee a diario en los periódicos, y adaptar una historia interesante que deja espacio suficiente para reflexión y no sólo para el idealismo. Justo en una etapa de mediocridad en los guiones de la factoría americana encontramos una película que sabe tomar las historias de su tiempo hacer cine que apasiona y sirve de crónica para la posteridad.
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41 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cine clásico de acción, lleno de tensión y fuerza
Hacer parecer fácil lo difícil es señal de talento. El director británico Paul Greengrass ya había dado sobradas muestras de talento y saber hacer en anteriores cintas de acción, intrincado género donde lo convencional suele hundir o empañar las mejores intenciones y donde los bueno propósitos suelen naufragar por exceso o defecto. Y Greengrass sabe darle el tono justo, la justa medida y la tensión necesaria para que más de dos horas de una situación única y claustrofóbica – el secuestro de un navío y la odisea de su atribulado capitán – pasen en un suspiro y nos dejen al borde del asiento, tensionados, inquietos, desasosegados, intrigados y agradecidos.

No hay novedad, ni filigrana, ni hallazgos, ni escenas memorables, ni imágenes indelebles – y, sin embargo, todo funciona a la perfección como una excelente maquinaria engrasada, sin fisuras ni divagaciones, sin pérdida de interés, ni desfallecimiento, sin digresiones, ni vaguedades, sin veleidades autorales, ni ínfulas trascendentes. La sobriedad como sello inconfundible, la concisión como regalo a redescubrir, la humildad como atributo de los que no necesitan demostrar que son grandes porque saben que lo son. Sin más.

Decir que una película es muy entretenida y ofrece un logrado espectáculo en el que cada dólar invertido luce en su justa medida, parece un desdoro, pero no se me ocurre mayor elogio, ni más sincero agradecimiento. Todo funciona bien, hasta el indigesto Tom Hanks está perfecto y digno de elogio en su obstinada estolidez y ecuánime visión de la situación. No hay fisuras en su actuación, como no las hay en el montaje o la música o la fotografía o la vigorosa dirección antes alabada. Que todo sea perfecto no es señal de dinero, sino de talento.

Cine entretenido, diseñado, pensado y ejecutado para distraer al común de los mortales de su fatalidad cotidiana, y hacerle disfrutar con las contrariedades ajenas. Encomiable por raro e inusual: espectáculo ameno y planamente logrado.
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32 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El cuerno de África y sus piratas esqueléticos
Alguien me dijo, comentando sobre Capitán Philips, que se trata de una historia típica que ya cuenta con algún antecedente cinematográfico, y que le despierta poco o ningún interés su visionado.

Bueno, por estar basada en hechos reales, por estar interpretada por Tom Hanks, y por estar dirigida por el autor de United 93 y las últimas Bourne, solo por esos tres detalles, y nada más y nada menos que por esos tres detalles, ya se merece un acercamiento respetuoso y la expectativa de un trabajo bien hecho, o mejor, notablemente bien hecho.

La cámara nerviosa, no es una de mis técnicas de rodaje precisamente más encantadoras, por decirlo de una manera suavemente sarcástica... pero no sé cómo se lo monta este cabronazo de Greengrass, para usar ese recurso añadiendo fuerza a la narración, y no lo contrario; ya se la pegó acertada en los títulos antes mencionados, y aquí de nuevo ha conseguido inflar de tensión y de dinamismo creíble la narración, lo que ya de por sí hace que me quite el sombrero ante la hábil manera de usar ese peligroso y contraproducente recurso, que en sus manos es virtuosismo.

Buenos diálogos, interpretaciones muy aceptables, score magnífico del británico Jackman, tensión in crescendo, un film noble para poner en la estantería de los destacados... Dicho lo cuál, sólo le pondría un hándicap que la vuelve un tanto pesada y cansina en su recta final, y es, su larga duración.. 135 mins... Es cierto que esa parte final es fundamental para entrar en las tripas de la historia y sobre todo, en las tripas de lo que sufre el Capitán Philips, pero el espectador, al menos fue mi caso, acaba un tanto exhausto, demacrado y al borde de un ataque de nervios, por una agonía tan prolongada del desenlace final.

No tiene clemencia Greengrass ni con el protagonista, ni con el espectador, y la única venganza que me queda factible, es no otorgarle sobresaliente en la valoración...

Y además que odio el marear en un pequeño barco claustofobico, que se menea más que los precios, y sin que me dé el aire siquiera... sólo de imaginarme en una situación así, yo mismo me pegaba un tiro en la sien... Y fin de la historia para mí.
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25 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Capitán "irish"
El resultado me parece más que satisfactorio para un producto difícil de conducir, está bien montada y sabe cambiar de ambiente y de esencia, destacando el posicionamiento casi neutral en ambos bandos, no, no es una americanada, ni mucho menos, es de esas películas en las que todos son humanos, y en las que, para aquellos que siempre queremos ver no sólo vaqueros, los indios conectan, en este caso piratas... tampoco es un producto de denuncia social ni que hable de cifras sobre los atracos en aguas internacionales, pero a poco que se entienda va dejando el rastro sobre las causas y sobre el problema, sobre la necesidad y sobre el silencio, sobre una lucha desigual que lleva al delito, sobre el consumo del khat y el abordamiento americano, sobre conflictos de lo que poco o nada sale a la luz...

Sobre a lo que estrictamente cine se refiere, la dirección vibrante y planos cercanos ya van teniendo sello, destaca su protagonista, pero también, y de que manera tan peculiar, su antagonista, se encuentran alternativas de poder, juego psicológico, espectacular acción y dosis de buena humanidad, realismo serio, capacidad para intrigar e incluso para aterrar, sin dudas uno de los productos del año, se nota la inspiración y la seriedad, se padece la odisea oceánica y luego ya que cada uno valore el desenlace sentimental, yo sólo opino que sigue estando en la línea de la veracidad.
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17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Greengrass & Hanks
Situación límite, en espacio limitado.

En esta estructura, Greengrass se encuentra como pez en el agua, aunque esta vez está visualmente más estabilizado y, sin abandonar del todo la estética documentalista, deja que la historia fluya de manera natural delante de la cámara, en vez de que (como en anteriores trabajos suyos) esta pase "barriéndola" (más bien rayándola) para conseguir un irritante dinamismo y un aumento en las ventas de pastillas contra el mareo.

Secundado por esforzados desconocidos, Hanks pasea una reposada veteranía por esta crónica de una realidad que, por su propia naturaleza, termina convirtiéndose en un correcto pasatiempo de aventuras, sin que se pretenda otra cosa más allá de una sincera expresividad que entretiene de principio a fin.
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18 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Decepcionado en parte de Tom Hanks. Esta película es una farsa...
Sólo hay que rascar un poco para ver que en gran parte es una mentira.

El capitán tuvo la culpa de lo que pasó. Hizo caso omiso a las advertencias de que no se acercara a la costa, y él hizo caso omiso. Tampoco fue tan heróico como Tom Hanks ha interpretado.

Quiero rescatar unas frases encontradas en una web que habla sobre esta "heróico" película (que es lo que buscan los yankins: un nuevo héroe y unos nuevos a quien atacar):

Poco importó que las declaraciones de algunos miembros de la tripulación de Phillips contradijeran esa faceta de héroe, tras afirmarque la razón principal por la que se produjo el secuestro del buque fue la ineptitud del capitán, y que, lejos de ofrecerse a los piratas en un gesto de solidaridad, fue secuestrado debido a un fallo a la hora de asegurar el puente de mando.

La versión de la historia presentada por los medios dejó a un lado la complejidad de las motivaciones sociales y económicas que alimentan la piratería en el cuerno de África, así como todos los detalles relacionados con los antecedentes y contexto de Muse y el resto de secuestradores. Pero Hollywood no puede perder el tiempo con esos inconvenientes narrativos, así que Sony Pictures se embarcó a toda vela en la producción de su película Capitán Phillips, y trasladó a Muse del interior de su celda en prisión al interior de la pantalla de cine.



La participación de Tom Hanks en esta película a la vez me decepciona y no me decepciona. No estoy decepcionado porque su trabajo es actuar, y está haciendo exactamente aquello por lo que le pagan. Eso no lo puedo criticar, son sus cosas. Lo que me decepciona es aquel que entiende y que es consciente de las implicaciones del papel y la historia en la que participa y aun así decide mirar hacia otro lado. Estoy seguro de que Tom Hanks es suficientemente listo como para haber investigado sobre la historia y saber que la tripulación del barco secuestrado no compartía la versión de la historia del capitán. El propio capitán Phillips apareció en la CNN y afirmó que no se ofreció a los piratas por su tripulación, sino que eso se lo inventaron los medios de comunicación. Además, la tripulación culpó al capitán por el secuestro, ya que, a pesar de que una organización marítima le avisó varias veces de que no se acercara a la costa somalí a más de 600 millas náuticas, el capitán hizo caso omiso. El secuestro se produjo a unas 300 millas de la costa. Todos estos hechos se obviaron para poder crear a un héroe. La verdad siempre está ahí y acaba siendo la víctima. La película de Sony Pictures está basada en hechos totalmente falsos, y lo saben.


http://www.africafundacion.org/spip.php?article15809


Por eso, no puedo valorar la película como película. Si los somalíes hubieran sido zombies o extraterrestres, pues entonces le hubiera puesto un 7 ú 8. Pero por apoyar algo falso y culpar a una gente que vete tú a saber porque hacen lo que hacen (¿porque no hacen una película sobre eso?), pues tengo que hundirla.
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18 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El buen capitán no abandona su barco
Es el código de honor no escrito de un capitán. Ninguna ley le obliga a permanecer en una embarcación en peligro, ni a hacerse responsable de las vidas de todos los que van a bordo ni poner en riesgo su propia vida. En cualquier código civil basado en la igualdad y la democracia no puede haber leyes que te dicten que tienes que morir forzosamente por nadie.
Pero a los ojos del mundo existe una obligación moral. El capitán es el que dirige la embarcación, el que debe saber cómo actuar en momentos de crisis y procurar que, en la medida en que sea posible dentro de sus limitaciones humanas, tripulantes y pasajeros tengan una travesía segura.
Cada capitán decide hasta qué punto se ceñirá a ese código de honor, y de todos modos hasta que llega el momento de la verdad nadie sabe realmente cómo va a reaccionar, ni por muchas horas de entrenamiento y preparación que haya recibido. Lo que sí pienso es que cualquiera no debe asumir ese cargo, sino alguien con una fuerte preocupación por las vidas a las que conduce por las peligrosas aguas y con un elevado sentido de la responsabilidad. Alguien que no vaya a salir corriendo enseguida ni que se venga abajo a la primera dificultad.
Y por mucha polémica que haya rodeado al asunto del ataque pirata al Maersk Alabama, que si el capitán Phillips tenía que haber navegado mucho más lejos de Somalia y tal, y la ex-tripulación que pasó por el mal trago no se pone de acuerdo en que si el incidente se podía haber evitado o si todos ellos antes de embarcarse tendrían que haber sido muy conscientes del riesgo a que se exponían al reclutarse para el viaje... De cualquier manera, creo que Phillips siguió el código de honor porque hizo cuanto pudo para rechazar a los asaltantes y una vez que éstos abordaron el buque no se escondió ni salió por patas, sino que se quedó a esperarlos y a hacerles frente, se puso él como escudo para ganar tiempo, distraerlos y evitar que hiciesen daño a otros, y fue a él a quien los piratas se llevaron como rehén porque habría preferido que lo mataran antes que abandonar su barco y a su gente, porque probablemente su conciencia lo habría torturado después si no hubiera defendido su bastión hasta el límite.
Y junto con el vigente problema de la piratería expuesto con tremenda crudeza a través de esos cuatro flaquísimos pescadores somalíes (excelentes actores debutantes), las leyes tácitas sobre el honor, el instinto de supervivencia y la extrema pobreza del "tercer mundo" frente a las potencias del "primer mundo", al final el móvil de los actos es el código moral que cada uno lleva dentro, tanto como el miedo y la desesperación, que nos inducirán a actuar de una forma o de otra.
¿Te hundirías con tu barco?
¿Hasta dónde te pueden llevar el hambre y la miseria?
Magnífico thriller con el buen hacer de un veterano como Greengrass, experto en llevar a la pantalla y hacer creíbles horribles crisis como la del vuelo United 93 durante el 11-S.
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Que tensión!!!
Que este tipo de películas se basen en hechos reales te hacen pensar mucho en el dicho que la realidad supera la ficción, y en este caso, dicha ficción está muy bien interpretada por un Tom Hanks soberbio.

La tensión de la parte fundamental de la película, la angustia que vive el protagonista, el saber hacer en situación de peligro, la forma de “no enterarse” de lo que está pasando en el barco. Todo eso reflejado en la interpretación de Tom Hanks, es él quien mueve la película de un lado a otro, quien nos capitanea como héroe sin serlo.

Cuando me pongo una película después de comer (como es este caso) lo más normal es que me acabe durmiendo por puro cansancio y procesos digestivos. Con esta película he sido totalmente incapaz de dormirme (y cansando estaba) pero me ha atrapado en un principio pausado, con engaño (que ahora comentare) y una tensión final descomunal.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Capitán América Philips
Película descaradamente racista, a ver si el público abre los ojos de una vez y no se deja hipnotizar por viejas glorias. Vergonzoso el lloriqueo final de Tom Hanks, admirable la compostura con la que afronta Muse (capitán secuestrador) su destino al final. Los secuestradores son gente pobre que son obligados a actuar por las mafias. Y la "justicia" americana creyendose los reyes del mambo cuando son los mayores terroristas del planeta. Patético lloriqueo final de Tom. ¿Quien pregunta por las familias de los humildes Somalíes que se mueren de hambre por culpa de la mayor pre-potencia mundial? Pensad durante un momento como actuaría cualquiera de nosotros estando en su precaria situación. Film pésimo, no consigue enganchar más que a los que se identifican con el patriotismo americano y a los que no se enteran de lo que se les está sirviendo. Predomina al final la desesperación de un hombre por encima de la población de todo un continente. Vergonzoso Hollywood.
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25 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Yo iba con los somalíes
Paul Greengrass ha demostrado hasta el momento que sabe hacer películas entretenidas, incluso de calidad, imponer ritmo al metraje, crear tensión en el espectador y saber meterse también en temas conflictivos y/o espinosos. En esta que nos ocupa, incide en lo último, pero la mayoría del resto de cualidades que lo habían convertido en un director a seguir, a mi modo de ver, brillan por su ausencia.

En esta ocasión nos sitúa por tierras somalíes con Tom Hanks en el papel de protagonista y capitán de un barco atacado por un grupo de piratas armados. Después de una parte inicial con buenas dosis de adrenalina con la persecución, posible abordaje y planes para evitarlo, a medida que se estrechan las distancias y comparten todos estancia, el film baja rápidamente enteros para convertirse en un blockbuster de secuestros de sobremesa cualquiera.

El factor de lograr tensión en el espectador es algo muy subjetivo y aunque como digo, en muchas de sus otras películas conmigo lo ha conseguido, aquí no es el caso. Salvo en la recta final, más por las ganas de saber el desenlace que por preocupación por el protagonista, toda columna vertebral de la cinta pasan sin pena, gloria ni causar emoción, aunque dicho a su favor, tampoco se hace realmente pesada o aburrida. Una vez descubierto que pasa, si hay rescate, si no, si hay matanza, si a medias, si ni una cosa ni otra, tenemos ese epílogo final (hablo sobre él en spoiler) en el que seguro muchos ven la luz, encuentran sentido al visionado o lo eleva pero para mi si acaso le quita enteros y lo deja en la delgada línea que hay entre el aprobado justo porque pese a todo, se deja ver o el suspenso de castigo por sus deméritos y posibilidades desaprovechadas.

Nota: 4’5
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12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Basura
Una completa basura. Como siempre la sombra del gobierno gringo detrás del cine. Faltó mucho que decir del abuso del gobierno gringo sobre los países africanos y la manera en que afectan a los pescadores. El guión es una perversa sicología con fines de hacer ver a los gringos como buenas personas como siempre y a los demás como villanos. La versión hecha por somalíes sería muy pero muy distinta.
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10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
RITMO Y GRANDES ACTORES
Notable película de Peter Greengrass basada en un hecho real como fue la captura del "Maersk Alabama" por parte de piratas somalíes y su posterior rescate gracias a la intervención de la Marina y demás cuerpos especiales de los EEUU.
El éxito de la cinta se basa, sobre todo, en un ritmo endiablado que contagia al espectador que anda -andamos- al borde del sobresalto en todo momento y, en una exhaustiva, descarnada y verosímil presentación de los personajes principales absolutamente coherente con el desarrollo posterior de sus actitudes y reacciones. A todo ello contribuye, indefectiblemente, la magistral interpretación de Tom Hanks y de Barkhad Abdi, sin olvidarnos, naturalmente, del elenco de actores que se ponen en la piel de los piratas somalíes. Para quitarse el sombrero y lo que haga falta. Efectos especiales y secuencias de acción, perfectas. Es decir, puestas al servicio de la historia y no al contrario.
Dos errores la apartan de ser una mejor película. Ciertos planos y movimientos de cámara absurdos (los directores de hoy olvidan que los protagonistas de la historia son los personajes de la misma, no ellos) y, el excesivo y como casi siempre superfluo uso -mejor dicho mal uso- de la sangre en los últimos minutos de la película que, además, por lo que he leído sobre el rescate del bote del "Maersk Alabama", es un morboso añadido de Paul Greengrass. Y si no vean la foto del capitán Phillips tras ser liberado.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
CORSARIOS.
Estupenda película de piratas modernos. Magnífica banda sonora, acertada elección de casting.
Tras un buen guión y dirección, el montaje es el último eslabón de todos ellos, lo que imprime ritmo a una película. Lamentablemente en CAPITÁN PHILILLIPS sobra media hora de metraje, de haberse eliminado se hubiese logrado mantener la tensión y alguna de las 6 nominaciones a los Oscar hubieran podido traducirse en premios.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Los somalíes no sólo son malísimos, además son tontos.
Esta película es una puta vergüenza y un insulto para la inteligencia de cualquier persona medianamente informada. No sé por qué me esperaba un poco de autocrítica yanki, es decir, un poco de ahondar en por qué esa gente recurre a secuestrar barcos, y no mostrarlos como seres malos porque sí. Pero no sólo se han limitado a mostrarlos como malos malosos por cuestiones genéticas, además los muestran como idiotas. (sigo sobre ello en spoiler)

Invito a los que están leyendo esto, que se vean un documental llamado "toxic Somalia", que está en youtube, y donde se explica parte del por qué esa gente es tan "mala" y de paso poner en cuestión quienes son los piratas.

Cualquier persona minimamente informada sabe que los EEUU se han dedicado desde el final de la segunda guerra mundial a piratear los recursos de medio planeta, bien a través de invasiones, bien a través de apoyar regímenes dictatoriales acólitos, bien a través de la depredación de sus multinacionales. Así que cuando vienen con estas películas para idiotas contándonos estas milongas, no puedes menos que reirte después de cagarte en sus muertos.

Luego, como valores cinematográficos, pues ni siquiera vale eso. Sólo veo salvable el inicio, antes de que los "piratas" suban al barco de los verdaderos piratas. Luego se va diluyendo en situaciones de manual, con secuestrado enterneciéndose con secuestrador jovencito incluida.
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39 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Super Capitán Phillips contra los demonios negros de altamar
Vergüenza es lo que siento cuando veo una película como esta. Vergüenza de que nos sigan vendiendo el rollo americano white power de que buenos somos todos los estadounidenses y que bien funciona la marina. Vergüenza que nos pongan otra vez a los negros (en este caso, cuando no son los moros o cualquier tipo de persona no aria) como los super chungos marroneros drogadictos y desalmados. Vergüenza de la planitud de los personajes, sin explicación ninguna de sus situaciones, no más de tres pinceladas por encima de la situación que tienen en África. Y por supuesto, el personaje principal… ¿para qué explicar nada? es Tom Hanks, ese tío cae bien, no hace falta ni escribir al personaje. Vergüenza que la única manera de crear emoción sea con planos cerrados del señor Hanks poniendo cara de preocupación y haciendo como si de verdad le importaran una mierda los personajes que tiene alrededor.

Vergüenza que para generar tensión tengan que recurrir a una banda sonora estridente, repetitiva, y ensordecedora que no cesa en todo el maldito metraje de la película. Vergüenza que no haya ni un solo jodido plano estéticamente bello en todo el film. Que si, que la cámara en mano crea tensión y dinamismo… pero cojones, hazla bien, trata al plano como lo que es, componlo, ilumínalo, piénsalo, no lo grabes como te salga de las gónadas porque sí. Esa manía de Greengrass de usar cámara en mano y movimientos rápidos (ojo, rápidos, que no fluidos) ya huele y canta. Al principio podía quedar como estética “novedosa”, pero con tantas películas en su haber lo que denota es que no tiene ni idea de cine.

Vergüenza haberme gastado 3 euros en semejante bodrio, que encima se hace largo cual día sin pan. Una historia que no conduce a ningún lado, que no aporta nada, y que cualquiera habría podido contar en una hora, pero que el señor Paul alarga y estira hasta 130 insufribles minutos.

Pero no todo ha de ser malo en esta película, tiene su parte buena. Gracias a su visionado, sé que no he de volver a ver ninguna película dirigida por Greengrass.
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