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26 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
TRES SARGENTOS INOLVIDABLES, MÁS CRUCIALES QUE TRESCIENTOS OFICIALES ENGRENDOS DE ACADEMIAS MILITARES
Película en blanco y negro de 1939 sobre un tiempo en que el ejército inglés colonizaba la India y tenía enfrentamientos con los lugareños indígenas. En este caso los malos de la película son una secta hindú, los "thags", cuyos miembros eran devotos de la diosa hinduista kali y una parte de los mismos, los más seleccionados, eran llamados «los estranguladores de Kali" porque solían matar a sus enemigos por estrangulación, sin derramamiento de sangre.

Los protagonistas principales son tres sargentos británicos, bastante cachondos, dinámicos y valientes, encabezados por el actor Victor McLaglen (este actor, tipo de rasgos duros y varoniles, de los preferidos por el legendario director John Ford, nos pone la piel de gallina en la escena donde sus ojos se humedecen por las lágrimas), el más tarde famosísimo Cary Grant y el estupendo Douglas Fairbanks Jr. Junto a ellos, el protagonista que da nombre a la película, un aguador indio, civil, que acompaña al ejército y a los citados sargentos, un indio sencillo, ejemplo para todos, interpretado por Eduardo Ciannelli con una buena capa de betún encima.

Estamos ante una película de aventuras, muy entretenida, interesante por su trama exótica en tierras de la India y amena por las ocurrencias, la bravuras y la amistad tan determinante que existe entre los tres citados sargentos.

Sin duda una película entrañable, con excelentes escenas (no desde luego la del puente colgante donde caen gran parte de los indígenas enemigos notándose a leguas que son muñecos estáticos en lugar de algo parecido a hombres).

Y por supuesto, este filme es digno de mención porque resalta la figura o grado militar del sargento: un escalafón gozne entre la tropa y los oficiales; el más trabajoso e ingrato de todos los escalafones militares, ya que suele ser el sargento el que hace todo el trabajo sucio-durísimo que de alférez para arriba la oficialidad no tienen agallas de llevar a cabo; un empleo el de sargento que suele ir asociado a hombres aguerridos, bragados, rudos, amantes de la milicia, hombres con dos cojones y verdaderos artífices del buen y exitoso desempeño de todo ejército convencional. Cosa que hay que poner de manifiesto (y esta película lo hace), pues aunque hay otros muchos filmes que centran su argumento en la importancia del sargento en la estructura castrense, no siempre se deja tan claro como aquí que son los sargentos la auténtica espina dorsal de toda la gran organización llamada ejército; son ellos los mandos más cruciales o fundamentales en el buen funcionamiento de la milicia; en muchos casos son más útiles, necesarios, atrevidos y capaces que todos los generales, coroneles, comandantes, capitanes y tenientes juntos o revueltos.

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31 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Gunga Din o como El Imperio Británico mantiene la pureza y la moral en los rincones más sucios, paganos y andrajosos del planeta
El año 1939 es considerado por algunos críticos de la historia del cine como el mejor año de todos (“La diligencia”, “Lo que el viento se llevó”, “El mago de Oz”)... personalmente no comparto ni de lejos esa opinión ya que hay otros muchos mejores como el 1961 por citar alguno (“Viridiana”, “El rostro impenetrable, “Desayuno con diamantes, “¿Vencedores o vencidos” “El buscavidas...). El caso es que “Gunga Din es también del año del comienzo de la SGM y se convirtió desde un principio en un gran éxito de público y un mito del cine de aventuras coloniales en clave de comedia.

Y claro si eres norteamericano entiendo que disfrutes como un enano con esta película donde a los tuyos no les alcanza las balas y los indios son o malos o sirvientes, y los pocos que salen de protagonistas son interpretados por británicos pero al margen de la contextualización que hay que hacer cuando se juzga una obra de arte (esto no lo es realmente) no podemos dejar de decir que ha envejecido bastante mal, y que por supuesto en la India produce auténtica dentera este tipo de películas. Y con razón.

Se trata de una película muy cara (nada menos que dos millones de dólares de la época) producida por la RKO y dirigida por George Stevens, aunque se pensó en un primer momento en Howard Hawks. El caso es que Stevens es un director de estudio que casi nunca fallaba y que ayudó a ganar mucho dinero con casi todas sus películas. No es desde luego su género y eso se nota en muchos momentos, Stevens venía de hacer comedias musicales y la aventura no la domina evidentemente, por eso es mejor como comedia que como película de aventuras donde resulta insufrible en algunos momentos.

Es como digo en las escenas cómicas donde encontramos la clave para verla de nuevo y que mantenga su vigencia, ya que si solamente hubiera sido épica no hubiera por donde cogerla. Destacar escenas como la fiesta con el ponche y la relación de pareja de Fairbanks Jr, así como los caretos de Gary Grant que va sobrado. Es interesante también el profundo conocimiento de la estructura y formas militares, algo que suele tocarse de manera muy superficial habitualmente.

Aunque para superficial sin lugar a dudas el tema de los thugs, que se roza sólo epidérmicamente y no se explican sus motivaciones filosófico-religiosas, simplemente que son asesinos a los que hay que exterminar. Muy anglosajón.

El caso es que el modelo del grupete de amigos militares que mientras se lo pasan bien combaten a los malos nace de aquí y sería repetido en infinidad de ocasiones (“Tres soldados”, “Tres padrinos” o “Tres sargentos” por ejemplo)

Destacar la fantástica banda sonora compuesta por el grandísimo Alfred Newman que nos regala un trabajo impecable.
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35 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Gunga Din: el hindú que retrasó la libertad
Resulta paradójico, pero, a veces la ignorancia ayuda a disfrutar un poco más de la vida. Cualquier persona que vea esta película sin tener idea alguna del papel que jugaron los ingleses en la historia de la India, seguro la disfrutará de lo lindo porque encontrará la habitual aventura de los buenos y los malos. Los buenos, atractivos, blanquitos y valientes. Y los malos, malencarados, morenos y aburridos. También encontrará unos simpáticos toques de comedia entre los tres amigos ingleses que comparten una buena camaradería y esa suerte de picante “matrimonio”, con ese “haré lo que sea para que no te vayas”, que hace un grato encomio de la amistad. Además, podrán apreciar algunas atractivas escenas de acción y la batalla final donde se logra una sobresaliente puesta en escena. Todo esto, bastará para sentir que se está ante un filme muy estimable y no es raro que se salga a gusto con lo que se ha podido ver.

Pero, cuando uno ya está enterado de que durante cuatro siglos los hindúes vivieron bajo el yugo de los ingleses (y otros invasores), lo que significaba para el pueblo: explotación… fuertes gravámenes… exclusión… pobreza extrema… expropiación… abusos físicos, emocionales y sexuales… fuerte represión… influjos culturales impropios… y usurpación de su tierra, resulta bien difícil mirar con simpatía a ese ejército invasor y a su simpático trío de camaradas, quienes, más que querer acabar con la famosa y peligrosa fraternidad secreta de los Thuggee (o Thag), como buenos colonizadores ansiaban encontrar el templo de oro que aún no habían expropiado.

Mucho menos, se puede mirar con buenos ojos a Gunga Din porque, además de que resulta vergonzoso que fuese sirviente voluntario de los enemigos de su pueblo, si su accionar fuese historia creo que, hasta el mismo Gandhi, de haberlo tenido a su alcance, le habría dado una merecida patada en las posaderas por retrasar la libertad de la India.

Y cuando se sabe que, ese divertido y conmovedor jugueteo de “quédate con nosotros o te retendremos como sea” -que utilizan Cutter y MacChesney con su amigo Ballantine, ansioso por casarse con la linda Emmy-, lo explotaron repetidas veces, y siempre con éxito, los guionistas Ben Hecht y Charles MacArthur en su célebre obra teatral “Primera plana” y en sus numerosas adaptaciones cinematográficas (Lewis Milestone, Howard Hawks, Billy Wilder y otros) huele a deja vu mucho de lo que vemos en “GUNGA DIN”.

Sobre que el filme está basado en un conocido poema de Rudyard Kipling, creo que lo está tanto como “Narnia” en el Nuevo Testamento. Se tomó la idea general y el resto es puro capricho de los guionistas.

¿Cómo puede una película como ésta, figurar entre lo mejor que hizo un director como George Stevens?
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19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Aventuras coloniales
Quizá una aventura en tono de comedia: los tres soldados británicos y el aguador hindú que aguan un levantamiento encabezado por un hechicero de ínfulas despóticas, la emboscada en el poblado aparentemente desierto, el ejército británico que llega en el último momento pero, cómo no, aún a tiempo...

O tal vez una comedia en clave de aventura: las gamberradas de Cutter y MacChesney, la mascota paquidérmica, las peleas entre los tres soldados, la primera escaramuza contra los “thugs”... El humor roza a veces lo disparatado, como la reacción de Cutter al ser descubierto en el templo “maldito”, o el homenaje, en este caso al gag de Steamboat Bill, Jr. en el que Buster Keaton se salvaba de morir aplastado por una fachada derribada por el huracán al atravesar el hueco de una ventana.

En definitiva un filme aconsejable a quienes disfruten con las historias de camaradería al estilo de John Ford o de Howard Hawks y prescindible para quienes disfruten con las historias de camaradería al estilo de Michael Bay o de Renny Harlin.
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22 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Autorizada sólo para menores de 10 años.
Tenía muchas ganas de ver esta película famosa. Esperaba un clásico de aquellos años en el estilo de "Tres lanceros bengalies" o "La carga de la brigada ligera" y otras muchas de tipo épico-histórico tan de moda en los finales de los años 30 del siglo pasado. Pero me ha desilusionado totalmente. No cabe duda que George Stevens no era Howards Hawks ni Michael Curtiz, aunque años mas tarde lograra alguna obra notable.
El guión es infame pero aún así un buen director hubiera sabido conjugar el humor con el drama, un ejemplo es "Fort Apache" de John Ford. En este caso se alternan las payasadas más tontas con una ridícula grandilocuencia dramática. Creo que es la peor actuación de Cary Grant que he visto, claro que tampoco era un papel adecuado a su estilo. Cianelli compone un Gunga Din sin la menor simpatía ni gracia. Y finalmente a pesar del presupuesto que dicen fué enorme para la época, las escenas de luchas y peleas carecen de toda convicción.
No puedo entender el éxito que tuvo y la fama que ha quedado. Ni siquiera me parece pasable sino una curiosidad de la arqueología del cine y en aquellos años para menores de 10 años, porque los niños de hoy después de conocer "Indiana Jones y el templo maldito" sólo pueden dormirse con Gunga Din.
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22 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Pobre Gunga Din...
...y digo "pobre" (en más de un sentido) porque aparte del título, pocos méritos se lleva este segundón de la historia, despreciado, insultado y manipulado por todos. Claro, es hindú y sólo los flamantes ingleses pueden ser graciosos, civilizados y sublimes. Supongo que se le dio este nombre a la cinta para favorecerse del renombre de Rudyard Kipling (el autor del poema homónimo), pero creo que si el escritor levantara la cabeza, se arrancaría los pelos.
He intentado mirarla con ojos de los años 30, como hago siempre que miro cine de años ha, pero por mucho que lo intento, no consigo ver más que un producto para lucimiento del "gracioso" trío protagonista. Un guión absurdo, bravucón, chauvinista y una bufonada (quitando un par de gags que debo reconocer, son graciosos).
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16 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El mejor hombre que he conocido
Bajo el sol de la India, donde vivía yo al servicio de Su Majestad la Reina, de toda la tropa de piel oscura, el mejor hombre al que conocí era el bhisti del regimiento: Gunga Din.


A finales de los años 30, las películas de aventuras épicas coloniales era un tremendo éxito: Beau Geste, Tres lanceros bengalíes, Las cuatro plumas, etc y RKO decidió con 'Gunga Din' ofrecer una gran superproducción. Y fue un gran éxito de taquilla. La RKO compró los derechos de ese breve poema de Kipling a su viuda. En un principio, William Faulkner afrontó la adaptación que pasó posteriormente a Charles MacArthur y Ben Hecht. Este último tuvo un año triunfal en 1939 firmando los guiones de 'La diligencia', 'Cumbres borrascosas' y 'Lo que el viento se llevó'. No en vano, Hecht era uno de los guionistas mejores pagados. La adaptación que hicieron ambos guionistas, en la cual hubo otros escritores que fueron puliendo partes de guión (Joel Sayre yFred Guiol fueron los únicos acreditados), estuvo lleno de añadido adicional respecto al poema de Kipling.

'Gunga Din', que significa "Espíritu del Ganges", cuenta las aventuras de tres soldados británicos en la India colonial a finales del siglo XIX. Junto a ellos va un aguador hindú llamado Gunga Din que aspira a ser soldado de su Majestad y se enfrentan a una temida secta de estranguladores llamados "Thugs". Este último elemento es la parte principal que se le añade a lo escrito por Kipling. A lo largo de la película, los protagonistas se topan con esos estranguladores, con adoradores de Kali, fosas de serpiente, templos laberinticos, puentes colgantes, grandes y pequeñas peleas y finalmente una batalla. En primer visionado da cierto aire a "Indiana Jones y el Templo Maldito" salvando las distancias, claro está. Por otra parte, vista desde otra perspectiva, es un western encubierto. De hecho en 1962 hubo un remake llamado 'Tres sargentos' que se ambientaba en el Oeste Americano y en 1951 hubo otro llamado 'Tres soldados' que guardaba más fidelidad al relato de Kipling.

En un principio, la dirección fue otorgada a Howard Hawks a quien la RKO miraba con recelo debido a los retrasos en la producción de 'La fiera de mi niña'. Finalmente se contrató a George Stevens, quien se había distinguido en los últimos años en el estudio en películas como 'Señorita en desgracia', 'Olivia', 'En alas de la danza', 'Annie Oakley' y 'Sueños de juventud'. Lo que en un principio pareció una decisión económica, disparó el presupuesto ya que Stevens insistió en rodar en los exteriores del desierto de Long Pine en California, extendiendo el plan de rodaje de los 64 días previstos a los 104. Aún así, Stevens ofrece una aventura bien orquestada, tensa, que mezcla lo burlesco con lo épico y bien rodada, conjugada con una fantástica fotografía, montaje final, caracterización de extras y una dirección artística a reseñar, en especial la aldea del primer ataque y el templo que sale en el tramo final. La autenticidad que requería Stevens se ve claramente expuesta.

La elección del reparto era fundamental para conseguir la química especial al estilo de Los tres mosqueteros. Victor McLaglen, que recientemente había ganado un Oscar como mejor actor por 'El delator', fue elegido como el bruto y noble sargento. A Cary Grant se le ofreció el papel del galante soldado pero lo rechazó para hacer de Archibald (como su nombre real) Cutter, un personaje más cómico, como un niño pequeño. Dos semanas antes del rodaje, se eligió a Douglas Fairbanks jr. para hacer de ese galán, quien se quiere casar con su prometida, una jovencísima Joan Fontaine, mientras sus dos compañeros tratan de impedirlo, muy al estilo de 'The Front Page' o la posterior 'Luna Nueva'. Este trío parecía la perfecta combinación de héroes que pedía el público, que defendía valores de camaradería, amistad, lealtad, entrega, etc. Y quien da nombre a película, Gunga Din, estaba pensando en un principio para Sabu, pero Alexander Korda no lo quiso ceder ya que estaba en preproducción con 'El ladrón de Bagad'. Se eligió entonces, en una sorprendente y a l vez acertada decisión, a Sam Jaffe, cuya más reciente aparición había sido en 'Horizontes Perdidos'. En general todas las actuaciones son estupendas, desde ese trío tan carismástico, pasando por ese Gunda Din tan noble y sacrificado como cómico y ese guru de los Thuggee, tan amenazante cuando sale.

Y es que 'Gunga Din' lo tiene todo: pasión, romance, épica, buen humor, con personajes inolvidables acompañados de un ritmo in crescendo, una fantástica música y una realista ambientación, todo lo que combina una buena película de aventuras.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Amigos inseparables
Las películas sobre guerras coloniales, a día de hoy, no resisten un análisis histórico o socio-político por su opresión injusta sobre los pueblos colonizados, que con el tiempo y la justicia a su favor consiguieron la independencia y la libertad. Me parece absurdo juzgar un film con los criterios antes apuntados, porque Hollywood creó películas de evasión y es sólo su contenido artístico lo que debemos valorar, como siempre ha ocurrido en el cine clásico de aventuras.

La RKO había comprado los derechos de un relato de Kipling, trataba de el sueño de un aguador hindú, Gunga Din, un humilde nativo que pretendía ser corneta del ejército británico, a ello se sumó una idea de los famosos guionistas Ben Hecht y Charles McArthur, que ya la habían llevado a la pantalla como “The Front Page”, en la que dos amigos intentaban que no se casara un tercero y permaneciera con ellos trabajando en la prensa, aquí que continuara en el ejército. Howard Hawks estuvo cerca de dirigirla, pero sería finalmente George Stevens el que la filmó. “Gunga Din” es una de las más populares y emotivas películas de aventuras de todos los tiempos, perteneciente al subgénero del cine de aventuras coloniales, una historia heroica y épica que enaltece la amistad, la camaradería e incluso deja un amplio espacio para la comedia.

No es casualidad que incluyera a dos de sus protagonistas: el intrépido Cary Grant (Cutter) y el fordiano Victor McLaglen (MacChesney), que eran actores muy versátiles para el género de la comedia, sumándose a ellos Douglas Fairbanks Jr. (Ballantine). No faltan excelentes gags heredados del cine mudo alguno de ellos, que hacen el film ameno y desenfadado. El duro MacChesney tiene a la elefanta “Annie” como mascota y a Cutter le atrae el oro y las joyas, en cambio a Ballantine le ha conquistado la bella Emmy (Joan Fontaine) para llevarlo al altar, cosa que no ven con buenos ojos sus dos amigos, sin olvidarnos de Gunga Din (Sam Jaffe) que a solas, suele ensayar los ritos marciales del soldado inglés. En general, el humor es una estrategia adoptada para relajar los momentos de tensión y aligerar la violencia implícita.

En la India a finales del siglo XIX, tres sargentos del ejército de su graciosa majestad, son amigos inseparables que se han hecho famosos entre sus camaradas a causa de su carácter pendenciero. Mientras tanto, la secta de los “Thugs”, adoradores de la diosa Kali, se rebelan contra el ejército colonial inglés y cometen acciones violentas, como la toma de la ciudad de Trantapur, matando a su guarnición militar. Liderados por un “gurú” que los adoctrina, (Eduardo Ciannelli), planean el exterminio de los “perros ingleses”, refugiándose en el templo que guarda las joyas y el oro. Repleto de planos hermosos y encuadres perfectos, enlazados con un relato vigoroso y febril, una primera parte del film mucho más jocoso y distendido para pasar a la parte final, mucho más épica y cargada de emoción y sentimientos profundos en esta bella y exótica historia. Un tipo de cine que desapareció hace mucho tiempo, pero que guarda un lugar especial en nuestra niñez y en nuestra memoria, desde aquellas “sesión de tarde” de los sábados en la aparatosa y vetusta televisión de blanco y negro.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
AVENTURA SIN DRAMA.....ALGO ME FALTA
Antes de nada hay que decir que nos encontramos ante un clásico del cine de aventuras sin discusión, todo un éxito en su época y la película, haste ese momento, más cara de la RKO.

Si el film busca entretener, acepto que lo consigue, pero si lo que pretende es además estremecer, ahí no es que no lo consiga, es que ni lo intenta. Porque "Gunga Din" no es más que un divertimento agradable, una película de colegas, que por encima de la acción, la trama o lo dramático de las situaciones, prima el colegueo de sus protagonistas.

Hay momentos épicos logrados, hay una historia y hay 4 grandes intérpretes, pero más allá de emocionar el film busca un entretenimiento muy ligero, algo para todos los públicos, donde por tremendas y límites que sean las situaciones, el chascarrillo, la gracieta, prima sobre la acción-emoción, con la excepción de esa gloriosa subida de Gunga Din a la torre con su trompeta, sin duda un momento icónico en la historia del cine.

No es este el tipo de cine clásico que más me gusta, pero mantiene ese punto de trabajo bien hecho y de entretenimiento que tan grande hicieron a Hollywood.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
HACIENDO EL INDIO
La R.K.O. decidió echar la casa por la ventana y se gasto dos millones de dólares de la época en una superproducción de aventuras. El dinero se intuye más en los gastos de intendencia entre tanto extra, elefantes y parafernalia varia que hubo que trasladar a exteriores en el desierto patrio que suplía las, entonces, exóticas tierras indues. Al final, salvando la gran batalla, la cosa no es como para tirar cohetes. Buen ejemplo es el "apañadito templo" que firma el reconocido director artístico Van Nest Polglase.
Fue una gran éxito y se convirtió en el paradigma del cine de aventuras. Uno puede comprender que si la vio en la España de los 60 pudiera pasar un buen rato y más si tenias menos de 15 años. Sorprende sin embargo que, sobre todo en ambas costas de lo USA, acostumbrados a ver mucho cine y habiéndose estrenado cintas similares como "Tres lanceros bengalies" (1935), "Beu Geste" ese mismo año junto con "Las cuatro plumas", o "La carga de la Brigada ligera" (1936), triunfase esta descafeinada cinta con pretensiones épicas trufada de un humor rayano en las payasadas, que no acaba de encontrar el equilibrio para que el conjunto sea minimamente creíble y que como se ha dicho, creo que acertadamente, entronca con aquellos tebeos "pulp" tipo "Roberto Alcazar y Pedrín".
No hubiera estado mal ese derrotero si se hubiese apostado sin otras pretensiones por ello. El lustre, el poso, le emoción que a la vista del paso del tiempo hoy resulta casi indignante y políticamente incorrecto, se busca en unos versos del Nobel Kipling que incluso aparece representado en la película, para que el servil Gung Din acabe como esa fiel mascota a la que todos adoramos.
El despiadado colonialismo y la situación social de la India como diría el exhonorable Pujol: no toca.
George Stevens bastante tiene con sacar algunas escenas para el recuerdo del planteamiento heredado de Howards Hawks que es quien la iba a dirigir previamente.
La tripleta protagonista se lo pasa en grande imitando a los Marx, sobre todo Cary Grant, y la legión de guionistas, acreditados o no, van saltando de acá para allá, entre movimientos de tropas, ritos misteriosos, camaradería e intentos de que Douglas Fairbanks Jr. no se case con la siempre bella Fontaine. Al pobre Gunga Din acabó de rematarlo Peter Sellers en la impagable "El Guateque" (Blake Edwuards / 1968).
Lo dicho un tebeo sobrevalorado para un publico inocente que la inminente guerra mundial espabiló a la fuerza.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Clásico importante pero no extraordinario.
Las aventuras de tres soldados británicos en la India colonial y del aguador indio Gunga Din, un humilde tipo que aspira a ser corneta del ejército. Basada en un relato del gran Kipling, es un clásico del género aventurero, tratado con diversión, épica y como valor humano, en el que Stevens logra sus mejores momentos en la parte final. Cuenta con un reparto absolutamente estelar y de aquí surge bastante inspiración para títulos como la maravillosa "El hombre que pudo reinar" de Huston o la saga de Indiana Jones. No es una extraordinaria película, pero sí es importante.
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7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¿Quién es Gunga Din?
Esa pregunta me la hice desde el momento que leí el título de la película, hasta que ya me di cuenta que no se trataba de una cosa o un sitio, sino de una persona...con un papel importante en la historia.

Desde que era niño me han encantado las películas bélicas, pero las de antaño tenían menos metraje bélico y algo más de aventura, donde podría clasificar a Gunga Din. Esas historias en La India donde el ejército británico ejercía su poder y extendía sus dominios y donde parte de sus hombres eran precisamente del país en cuestión.

Gunga Din se deja ver porque funciona muy bien esa mezcla infalible de la comedia y la acción. Un joven Cary Grant (35) ejerce como el más alocado de los militares del trío protagonista, donde Víctor McLaglen (52) ejercía como "padre" de los otros dos y donde el enamoradizo Douglas Fairbanks Jr (30) tenía las dudas de seguir ejerciendo o retirarse y casarse con la bella Joan Fontaine (22). Una pena que en una película de casi dos horas, no hayamos podido disfrutar ni 10 minutos de ella.

El argumento es muy interesante, donde parecía que no ocurría nada fuera de lo común, un grupo de asesinos que hacía muchos años que no actuaban, planean hacerse con el control de todo y acabar con los británicos. Aquí es donde nuestro trío de héroes, acompañados de la elefanta Annie o el aspirante a soldado Gunga Din tendrán que poner todos sus sentidos y sus astucia al servicio del ejército británico para que no se lleve a cabo.

Me ha parecido una muy grata historia, con unos personajes la mar de interesantes y un desenlace donde hay personas que a veces valen mucho y están a nuestro lado, sin que les prestemos la atención que requieren.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Tres camaradas
Esta película no me parece que se mantenga tan bien como otras muchas de su época; "Beau Geste", "Tres lanceros bengalíes", "Las cuatro plumas", "La jungla en armas"...No digamos otras muchas que vinieron más tarde para llenar nuestra cabeza de fantasías de lucha, de valor, de épica y de heroísmo.
Tomada de un poema de Rudyard Kipling y dirigida por George Stevens, en la película nos relatan las aventuras de tres sargentos y, muy en segundo plano habría que decir, un humilde aguador del ejército británico afincado en la India colonial, que es el que da título a la película, cuyo sueño es llegar a formar parte del ejército en calidad de soldado.
No voy a entrar a analizar en absoluto lo que inevitablemente desde nuestra perspectiva, pueda suponer la visión que se nos da de aquella época imperialista. Casi todas estas películas estaban impregnadas de ese tufillo de superioridad yanqui pero eso no nos impedía gozarlas con la misma fruición.
El error que yo encuentro que comete esta película es el excesivo protagonismo que se le concede a la comedia que resta y obstaculiza hasta casi tapar por completo todo sentido del drama y de la épica que también ha de contener una película de aventuras tal y como yo lo entiendo.
Es decir, el humor es un ingrediente básico en el género de aventuras pero nunca su base y creo que a Stevens o a sus guionistas, se les ha ido la mano metiendo abundantes escenas cómicas, muy buenas por otra parte, incluso en momentos que debieran carecer de ellas para dejar paso a la tensión, la incertidumbre, el peligro o un crescendo dramático.
Y así, el director no da tiempo al espectador para acoplarse a ningún suspense, que siempre termina roto por algún momento gracioso convirtiendo la historia en una historieta de camaradería, agradable y simpática pero con poca emoción.
Lo que sí cabe achacarle mérito a este gran director son las innumerables escenas aportadas que vamos a reconocer de inmediato como fuente de inspiración para un sinfín de títulos, Spielberg y su Indiana Jones coge cantidad de ideas de aquí, también Fleischer, Huston y unos cuántos más. Es fantástico oír la aversión que siente McLaglen por las serpientes, cómo se resuelven las peleas, caídas, saltos desde precipicios y ventanas, puentes que se desmoronan, templos dorados, sectas malignas...y la elefanta. Exactamente igual que en innumerables películas que vendrían después.
Y, por supuesto, cabe destacar toda la escena de la batalla final, magistralmente rodada con cientos de extras.
La pena es que esto es más una comedia que otra cosa lo que la infantiliza mucho y no debería haber sido así.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sempre nos acordamos de Santa Bárbara cando trona
Me pregunto como sería esta pelicula si en vez de Cary Grant estuviese Gary Cooper. Es una pregunta que me hago pues veo al segundo más dentro de este tipo de genero que al primero y no por que piense que Cary grant esté mal en ella. Todo lo contrario. Es más, la película es llevada a su terreno ya que, dentro del género de aventuras en la que está metida, tiene grandes dosis de comedia.
Los tres protagonistas principales: Cary grant, Victor McLaglen y Douglas Fairbanks Jr., interpretan a tres soldados del ejercito inglés durante la época del colonialismo de la India y grandes amigos que ellos solos casi son capaces de acabar con los malvados Tags, adoradores de la diosa Kali.
No pretendo hacer una crítica negativa de una película que me entretuvo durante las casi dos horas que ella dura, pero hay situaciones demasiado inverosímiles ya que más que en medio de la batalla parecen estar en una juerga de borrachines.
También aparece Joan Fontaine como la novia de Douglas Fairbanks, pero como si no estuviese. Ni siquiera se acuerdan de ella al final. Tampoco es importante su presencia ni influye en el resultado final de la película.
Merece mención el Gunga Din del título, de este si se acuerdan al final, aunque en toda la película no pasó de mero acompañante sin importancia o escudero sin escudo.
No pretendía hacer una crítica negativa.
Lo positivo:
Película de aventuras de las que ya no se hacen, muy inocente vista ahora e imagino que también vista en su época.
Grandes dosis de compañerismo de las que tanto se echan de menos, también muy inocente
Unos malos muy malos y unos buenos muy buenos, todo demasiado estereotipado. Esto que tal como lo estoy contando, puede resultar negativo no lo es, pues pienso que este tipo de películas deben verse o ponerse en situación de la época en que fueron hechas.
Por último, tiene planos y escenas que no puedo asegurar que sea así, pero que se parecen mucho a lo que hizo Spielberg con Indiana Jones y el templo maldito. No puedo decir a ciencia cierta que fuesen sacadas de aquí pero si son muy similares. Me refiero al puente colgante y a un primer plano del jefe de los Tags girándose que es igual una escena de el templo maldito y con una escena también muy parecida.
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5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una de thugs
Inspirado en una poesía de Ruyard Kipling, el célebre escritor. Los thugs no son una mera serie de asesinos surgidos de la ardiente imaginación de algunos novelistas (Emilio Salgari, paradigmáticamente) sino que eran una organizada casta de asesinos de vieja prosapia en la India. Los engañadores -tal la traducción- eran devotos de la diosa de la sangre (Kali) y mataban por preceptos de raíz mítica. Adiestrados en el uso del lazo, evitaban derramar la sangre de las víctimas. El origen es un mito según el cual la diosa observó durante una pelea contra un demonio que de cada gota derramada que tocaba el suelo se formaba un nuevo ser maléfico, lo que la persuadió de la necesidad de eludir el derramamiento del rojo líquido. Con centro en éste tipo de relato se despliega el film que transita en el ambiente militar británico en un momento que en la India se creía que los thugs habían sido definitivamente exterminados por Sleeman. Matizada con toques humorísticos, con un enfoque narrativo regular, se desarrolla la película, con escenas de acción algo inverosímiles. En conjunto el film me parece algo desparejo y lo más acertado sería catalogarlo con un interesante.
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5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un clásico del cine de aventuras.
Excelente película de aventuras dirigida por George Stevens que nos traslada a la India del siglo XIX donde tres sargentos del ejercito británico (Cary Grant, Victor McLaglen y Douglas Fairbanks Jr.), tendrán que cumplir la misión de desbaratar una rebelión impulsada por una secta religiosa, en su aventura estarán acompañados por un aguador de origen hindú llamado Gunga Din (Sam Jaffe), cuyo mayor deseo es convertirse en un respetado militar.
La película producida por RKO se convirtió rápidamente en su película más taquillera hasta ese momento, rodada en el Valle de la muerte en California con unas durísimas condiciones de trabajo y con un maravilloso reparto "Gunga Din" es un clásico del cine de aventuras al que no le falta de nada, héroes, romances, riesgo, suspense, acción y unos personajes inolvidables, es en definitiva una película de las de antes, de las que veíamos en nuestra infancia y conseguían deslumbrarnos con sus historias llenas de aventuras.
Muy recomendable revisarla y a poder ser en su versión original.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
MARAVILLOSA ODA A LA AMISTAD, AL CORAJE Y AL COMPAÑERISMO
Una de las mejores películas de aventura colonial de la historia del cine.

Es un espectáculo de primer orden que combina con gran talento la acción y el humor con algún apunte romántico, y en cuyo guión participó sin acreditar el escritor William Faulkner. Se trata de un texto basado en una historia de Ben Hecht y Charles MacArthur, quienes a su vez se inspiraron en un poema de Rudyard Kipling, autor de "El Libro De La Selva".

La interacción entre el excelente terceto protagonista formado por Cary Grant, Douglas Fairbanks Jr. y Victor McLaglen es fabulosa, derrochando química por los cuatro costados y regalándonos divertidos momentos cómicos que actúan como perfecto elemento amenizador de esta clásica y muy entretenida aventura con fundamento en la camaradería en el ejército.

El intrascendente asunto amoroso enlaza en esta ocasión a la guapa Joan Fontaine con Douglas Fairbanks Jr., siendo el aspecto más superfluo de este sensacional título de George Stevens en el que Grant, como volvería a hacer poco después en "Luna Nueva" (1940), bromea de manera improvisada y jocosa con su nombre real (Archibald).

La famosa imagen de Sam Jaffe en la piel del humilde y valiente aguador indio que titula el film subido en la cúpula del templo para dar el aviso de alarma a las tropas con su corneta antes de morir fue magistralmente caricaturizada a modo de homenaje en la imprescindible comedia "El Guateque" (1968) de Blake Edwards, con un impagable Peter Sellers como protagonista.

Nota: 9,5
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Mala
Una superproducción (una película con un presupuesto cercano a los 2 millones de dólares -hay que tener en cuenta que Citizen Kane costó cerca de 600 mil dolares y Casablanca 1 millón), para mostrarnos las andanzas de un grupo de soldados británicos en la India con un cuento con moraleja sobre el final. La película nunca logra encontrar el tono adecuado para avanzar con la historia (¿es un drama, una historia de aventuras o una comedia? Nunca sabremos qué quiso hacer el director). Más que avanzar, la narración va dando tumbos hacia adelante entre escenas cómicas y escenas de batalla que nunca llegan a desarrollarse completamente. Llegando al final uno se pregunta si realmente era necesario esperar 2 horas para llegar al “mensaje que la película quería transmitir”. Mejor hubiera sido contarlo en un cortometraje y nos ahorrabamos los gastos de producción.
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6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Los Tres Amigos y Su Mascota.
16/16(28/01/12) Clásico del cine de aventuras basado libremente en un poema homónimo del Premio Nobel Rudyard Kipling (poema que es recitado por un alter ego de Kipling al final de la obra, eso sí recortándolo para amoldarlo al argumento) mezclado con su otra obra ‘Tres Soldados’, pero que ha envejecido mal, con tics rancios en los que se alaba el procolonialismo británico y se roza la xenofobia. Va sobre tres amigos sargentos británicos, Cutter (Cary Grant), MacChesney (Victor McLaglen) y Ballantine (Douglas Fairbanks jr.), hay ‘un cuarto mosquetero’, un aguador hindú que da nombre al film, Gung Din (buen Sam Jaffe), un fiel admirador de las tropa inglesas y que aspira a ser un soldado más, sucede hacia el 1880 y tiene como escenario el Noroeste de la India Colonial, allí una secta hindú, los ‘Thags’, seguidores de la Diosa Kali, tienen revuelto el territorio con sus continuos ataques a los poblados y al ejército, los británicos mandan una expedición de infantería a un pueblo de estos, entre ellos van los tres sargentos y Din, viéndose envueltos en varias refriegas, teniendo su zenit en su final. El guión tiene muchos padres y se nota con la cantidad de tonos dramáticos que tiene, es una historia de los grandes Ben Hecht (‘Encadenados’ o ‘Cumbres Borrascosas’) y Charles MacArthur (‘La Parada de los Monstruos’ o ‘Ángeles con caras Sucias’), entre los dos también escribieron ‘Primera Plana’, llevada al cine en 4 ocasiones, y de esta se copia la relación MacChesney y Ballantine, en el tira y afloja entre que uno se quiere licenciar y casarse, y el otro busca por cualquier medio que se vuelva a enrolar, esto lo hace con mil y artimañas, además curraron el guión el genial Dudley Nichols (‘El Delator’, ‘La Diligencia’, ‘La Fiera de mi Niña’ o ‘Perversidad’), William Faulkner (‘El Sueño Eterno’, ‘Tener y no Tener’ o ‘El Largo y Cálido Verano) o Anthony Veiller (‘El Extraño’, ‘Forajidos’ o ‘La Noche de la Iguana’), guión en el que meten elementos tan aventureros, como lugares exóticos, camaradería, romanticismo, un templo de oro, serpientes y elefantes, luchas épicas, actos heroicos y más.
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3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
239. AMISTAD ÉPICA
Película de aventuras de las que ya no se hacen y que enganchaban a los niños de la posguerra a un cine que se mostraba sin tapujos, con decorados de cartón piedra y con una original forma de hacerlo con galanes y mucho humor.

Lo que llama la atención de la RKO es la cantidad de figurantes que usaban y los efectos especiales que hoy resultarían casi imposibles, salvo la ayuda informática, con ese elefante en bruto jugándose el tipo ante el puente colgante.

Los códigos de amistad se muestran en este casi debut de la Fontaine, un año antes del papel de su vida en “Rebeca” (aunque se llevo el Óscar un año después por “Sospecha”). La actriz no luce prácticamente en un reparto en el que los “machotes” se llevan toda la luz de las cámaras.
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2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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