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83 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Un actor noble 'ensanchece' a la peli más pequeña
Todo el mundo sabe a estas alturas quién es Clint Eastwood, el lugar que como actor (y director) ocupa ya en la historia del cine, y la capacidad que tiene para impregnar de espíritu y personalidad a todos los personajes que ha caracterizado a lo largo de su carrera, convirtiendo cada nueva película en un guiño a su pasado, pudiendo verse en ellas, incluso, una evolución del propio mito, desde sus inicios hasta su vejez, todas unidas por una coherencia intrínseca llena de significado (hasta en el doblaje en castellano), capaz de convertir a todos sus personajes en uno solo, y al que la gente se referiría como Harry el Rubio.

Con Golpe de efecto (2012) sus seguidores (y los amantes del cine en general) vuelven a tener la suerte de verle en pantalla, después de que nos hiciera creer que se retiraba como actor tras Gran Torino (2008), film de espíritu crepuscular con el que guarda cierta relación esta nueva cinta, ópera prima en la dirección de Robert Lorenz, conocido hasta ahora por ser el asistente de director y productor ejecutivo en gran parte de la filmografía de Eastwood.

La gran diferencia entre Gran Torino y Golpe de efecto, es que la primera trasciende la sencillez de su argumento con una resolución perfecta, que engrandece la leyenda del actor y deja poso en la memoria cinéfila, mientras que en esta Eastwood, haciendo prácticamente el mismo personaje, queda relegado a un segundo plano en favor de una sencilla y típica comedia romántica protagonizada por Amy Adams (The Master, On the Road) y Justin Timberlake (In Time, La red social) -ambos correctos, aportando el primero de los tres el drama y la consistencia necesaria -a través de su presencia y sus frases lapidarias, llenas de humor y aspereza, que permite convertir en largometraje una película que sin él sería puro convencionalismo, y que probablemente ni habría llegado a nuestras pantallas de cine (tratando encima como trata sobre baseball).

Lo que queda, pues, al final de todo, es el placer de poder ver en pantalla a dos grandes como Clint Eastwood y John Goodman juntos, dejándose llevar por un producto correcto y cuyo mayor valor está en la personalidad de su personaje principal, en ciertos diálogos llenos de gracia y en un pequeño homenaje que encantará a todos sus fans.
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59 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Quiero ver la vida desde la tribuna no desde el gallinero, pero siempre con Clint Eastwood
Hace 4 años después de la notable "Gran Torino", nos prometió que no volvería a actuar, menos mal que no cumplió su promesa y hoy vuelve el maestro a darnos otra lección de cine, pero esta vez solamente como actor. Creo que Eastwood es el mejor director de cine de todos los tiempos, y también aunque nunca se lo hayan reconocido es un gran actor (para cuando el óscar a la mejor interpretación).

No es una película de Clint Eastwood, pero si una película de amor a su cine. Dirigida por Robert Lorenz amigo íntimo de Clint. El argumento de la película es una réplica a la película de béisbol de Brad Pitt “Moneyball”, donde en esta da valor a los viejos profesionales a pie de campo, la de Pitt defiende las virtudes del control estadístico y de la tecnología moderna.

El papel que interpreta Eastwood el de viejo ojeador de jóvenes promesas de béisbol, es como su cine de estilo clásico, porque ya no se hacen las cosas como antes, Eastwood no usa ni ordenadores, ni Ipad, ni IPhone, ni Ipod, su personaje es de la generación que todavía lee el periódico en papel.

Lo peor es el guion de la cinta, el espectador adivina todo lo que va a pasar antes de que suceda, pero cuando esto sucede nos deja un gran sabor de boca.

El protagonista de esta película Eastwood repite en el papel de todas sus películas el del héroe solitario, que con gran dignidad y profesionalidad desempeña su trabajo. Hasta emite el mismo gruñido de siempre (marca de la casa), en un mundo que ya no le pertenece.

Walt Kowalski (Gran Torino) y Gus Lobel (Golpe de efecto), tienen muchas cosas en común, los dos son viudos, cabezotas, solitarios, incomprendidos por sus hijos y por la sociedad, antipáticos, mal encarados, que desayunan pizza, gruñones, mal hablados, pero por dentro más blandos que el pan, y terminan siendo nuestros superheroes favoritos que envejecen. Este papel le va como anillo al dedo al enorme talento actoral de Eastwood. Y resume todos los papeles que ha interpretado en su vida: Harry el Sucio, Willian Munny (Sin Perdón), Frankie Dunn (Million Dolar Baby), pero también el Philo Beddoe (Duro de Pelar y La gran pelea), o a mi me recuerdan mucho todos los moteles o los bares de carretera que salen en esta película con aquellas viejas comedias. (Atención que en la película hay un homenaje muy cinéfilo a Harry el Sucio)

Lo que más me gusta de la película son las actuaciones porque Amy Adams (actriz con mucho futuro), Clint Eastwood y John Goodman están formidables.

Lo peor: Nos falta el piano de Eastwood acompañando el relato.
Lo mejor: Clint Eastwood que con su carisma y presencia arrolladora que llena la pantalla como nadie, por muy antipático y gruñón que sea su personaje nunca nos cansamos de verle actuar, y no queremos que se retire nunca.

Porque las leyendas nunca mueren. Gracias Clint por no retirarte.
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51 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La grandeza de Eastwood (AKA lo más grande que ha parido el cine delante y detrás de las cámaras)
Un buen alumno es aquel que hace caso a sus maestros. En el debut en la dirección de Robert Lorenz se ve claramente la mano de su maestro, Clint Eastwood, que aparte de actuar también produce esta cinta contada lentamente y dirigida de manera soberbia.

En efecto, esta película puede hacerse larga para algunos (a mí en algunos momentos se me hizo larga) pero si te paras a saborear las escenas padre-hija de Clint y Amy Adams, la pequeña historia de amor y el humor muy poco fino de Eastwood, las dos horas que dura el film son dos horas bien invertidas.

Y es verdad, Clint Eastwood es grande -enorme- y hace grandes a los que están a su lado. En todas las escenas donde sale el bueno de Clint el nivel de la película sube, y con ello el nivel de los actores. Así, pues, Clint Eastwood saca lo mejor especialmente de una bellísima Amy Adams que, como he dicho antes, sus escenas padre-hija son realmente brillantes. Al igual que en Million Dollar Baby el boxeo no es el tema central, ni en Moneyball el béisbol, aquí el deporte tampoco lo es. Es más, la historia es muy sencilla, lo que la hace grande -aparte de Eastwood- son las pasiones humanas reflejadas; el interior de los personajes. Llega un momento de la película, aproximadamente la última media hora (a partir de la escena del lago), que se vuelve mucho más interesante. Yo tuve esa sensación pero no sabría decir por qué.

He leído acerca de la similitud entre Gus y Walt Kobalsky (Gran Torino) y la verdad sí que tienen cosas en común. Pero no sólo con Gran Torino, sino varias películas de la filmografía del Clint Eastwood director. Una filmografía donde la culpa, la redención, el perdón y la esperanza son los temas que más preocupan a Eastwood y donde se ve una clara progresión ascendente. Fijémonos en Sin Perdón, Un mundo perfecto, Mystic River, MDB, Gran Torino y con menos fuerza en El intercambio, Invictus o Más allá de la vida, aunque también presentes. Por eso voy a hacer un listado de temas (sin contar nada de la película, obviamente) de aspectos que veo de anteriores películas de Clint, intentando llegar a una conclusión. Ahí va:

1.- La escena al principio en la tumba de su mujer (pedazo de escena) recuerda muchísimo a la escena de Sin Perdón, también en la tumba de su mujer. En las dos se habla de la mujer como una luz que se ha ido pero que sigue brillando. Vale la pena seguir luchando por esta luz. A lo largo de la filmografía del Eastwood director solemos encontrar estos destellos de esperanza, algo tenues por eso.

2.- La relación con la hija me recuerda a la relación con Maggie en Million Dollar Baby. No es su hija, pero la trata como si lo fuera (recordar también que tiene una familia que le ignora). No me recuerda a la relación con la familia en Gran Torino porque aquí Walt no está interesado en ellos debido a que no hay amor en sus hijos y ese es el motivo por el que está más unido a los Hmong -que en un comienzo odiaba- que a su propia familia.

3.- El vivir con un peso que necesita ser liberado (ver spoiler para ver a qué peso me refiero (1)) se repite varias veces en sus películas. En Sin perdón, William Munny era un despiadado asesino a sueldo (que cambia por su esposa); en Un mundo perfecto, Butch (Kevin Costner) se ha pasado la vida entre reformatorios y cárceles; en Mystic River, Sean Penn mató al padre de dos chicos; en Million Dollar Baby ha fallado a su familia y está solo; y en Gran Torino ha matado despiadadamente en la guerra y la relación con su familia tampoco es la deseable. En Trouble with the Curve volvemos a encontrar al Clint Eastwood que necesita ser redimido.

4.- La comparación con Gran Torino la tengo que hacer en el spoiler, puesto que contiene spoiler tanto de GT como Golpe de efecto. (Ver spoiler (2))

En definitiva, Trouble with the Curve es una buena película gracias a la presencia de un auténtico DIOS del cine como Clint. Eastwood. El film de Lorenz hace especial ahínco en las relaciones familiares y está acompañado de una entrañable historia de amor entre Adams y Timberlake. Puede hacerse un poco lenta, pero solo pensar que este podría ser el último trabajo de Eastwood (y de Constantino Romero) debería ser un motivo enorme para verla. Deja buen sabor de boca cuando la acabas de ver, sin duda. Y para acabar, una palabra para Clint: GRACIAS.

Nota: 7.6

You are my sunshine, my only sunshine
You make me happy when skies are gray
You'll never know dear, how much I love you
Please don't take my sunshine away

*** franjandreu.blogspot.com ***
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29 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
GOLPE DE EFECTO: ACTORES DE PRIMERA PARA UN FILM DE SEGUNDA
El principal problema que presenta “Golpe de efecto” es que, pese a publicitarse en letras bien grandes a la sombra del nombre de Clint Eastwood, no se trata de una película de Clint Eastwood. Aunque forma parte del reparto, no se sitúa detrás de la cámara y esa ausencia se nota y mucho. Hacía casi veinte años que este mito del cine norteamericano no interpretaba y dirigía simultáneamente. La última vez lo hizo en el correcto y muy entretenido thriller de Wolfgang Petersen “En la línea de fuego”.
En esta ocasión, el realizador es Peter Lorenz, uno de sus colaboradores habituales, que debuta detrás de las cámaras con este film. Hasta ahora había sido ayudante de dirección de muchos de los proyectos de la estrella californiana. Y es que Eastwood, con ochenta y dos años cumplidos, más de cincuenta interpretando y cuarenta dirigiendo, no solo es uno de los referentes fundamentales de la cinematografía estadounidense sino, también, uno de los cineastas que más notablemente ha mejorado con la edad. Es indudable que a partir de la década de los noventa firma sus mejores trabajos. Cuatro son los Oscar que ha obtenido de un total de diez nominaciones y, a pesar de su fama de especialista en el género de acción ganada en su primera etapa profesional, ha triunfado realmente gracias a otras interpretaciones dotadas de una sensibilidad y un dramatismo difíciles de igualar. “Sin perdón”, “Million Dollar Baby”, “Mystic River”, “Los puentes de Madison” o “Más allá de la vida” son algunas muestras de su capacidad para transmitir al espectador experiencias originales, profundas y narradas con gran habilidad. Además, cuando él aparece en pantalla, sabe mejor que nadie combinar la imagen de hombre rudo y varonil con una carga de emotividad muy loable.
Sin embargo, al prodigarse excesivamente, -al igual que Woody Allen, rueda una película al año de media- no siempre logra el mismo nivel de calidad y, en el concreto caso de “Golpe de efecto”, su sola participación como actor impide que el citado film pueda catalogarse entre lo mejor de su filmografía. De entrada, una de las señas de identidad de su cine (la que consiste en dotarlo de sensibilidad pero sin caer en la cursilería) se esfuma. La intensidad de la trama mengua y la complejidad de matices de los personajes brilla por su ausencia, tornándolos excesivamente simples. En consecuencia, el resultado final se acerca más al formato de telefilm de sobremesa que a un proyecto cinematográfico de entidad.
No obstante, cuenta a su favor con dos aspectos destacados. El primero, un buen equipo artístico del que sobresalen el propio Eastwood y la actriz Amy Adams que, de nuevo, vuelve a regalarnos otra buena actuación. En su momento ya nos asombró en “The Fighter”, “Julie y Julia” o “La duda” y aquí también nos deleita con su presencia en pantalla, acumulando argumentos para no perder de vista sus próximos proyectos. El segundo, algunos diálogos ágiles y mordaces que, aunque escasos e intermitentes a lo largo del metraje, consiguen remontar la proyección a trompicones. La conclusión final es que nos hallamos ante una película menor que se ve engalanada con la presencia de actores de primera fila. A ratos se ve con pasividad y a ratos con agrado, pero siempre sin eludir cierta sensación de simplicidad que impregna todo el conjunto.
Confiemos en que la próxima cita de Eastwood con la cartelera sea a través de una obra suya al cien por cien, de la que asuma la dirección y desde donde imparta esas lecciones de buen cine a las que nos tiene acostumbrados.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s
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22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Contra el suelo
Película perfectamente plana donde no existe la más mínima sorpresa. Allí por el minuto cinco, el espectador, casi cualquier espectador, puede apostar todo su dinero a que ya sabe cómo va a finalizar cada uno de los hilos abiertos, cómo va a evolucionar cada uno de los personajes y el número de escenas que destrozará Justin Timberlake.
Lo de este chico o señor o lo que sea, es dramático, sólo es posible comprender su inclusión en el mundo del cine porque se lo haya ganado a base de dinero sobornando a directores y productores con lo que ha amasado con los gorgoritos. Su aire pseudonatural es más engolado que otra cosa, no tiene registro, ni gracia. No es buen actor.
Amy Adams, en cambio, demuestra cosas, demuestra, al menos, cieta versatilidad con la que su carrera va engarzando eslabones. Todavía por decidir en qué tipo de actriz se va a convertir, pero tiene madera.
De Eastwood nos quedan un par de gestos y un par de gruñidos, mala película para un director que ha dado tanto al cine, deberían elegirse sus apariciones de manera que se rindiera ya un homenaje en vida a su figura. No esto.
Porque Trouble with the curve es un pesadísimo telefilm con fórmulas tan estereotipadas que nos lo podemos ahorrar. De arriba abajo y de principio a fin. También es verdad que no entiendo nada de baseball, gracias al cielo.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El toque Eastwood
Esta película no viene dirigida por Clint Eastwood, que tras su ajetreada carrera en los últimos años parece haberse tomado un respiro en sus labores de director, aunque los temas del filme encajan como un guante en buena parte de su filmografía. La relación dificil con la hija, el aprendizaje vital de la misma, la esposa fallecida a la que Eastwood sigue recordando, el protagonista cascarrabias de buen corazón o los jóvenes pusilánimes que quieren arrebatarle el puesto al bueno de Clint recuerdan a cintas como "Million dollar baby", "Sin perdón" o "Gran Torino", sin ir más lejos.

Robert Lorenz da buena muestra de haber sido compañero y discípulo de Eastwood y cuenta la historia más o menos como lo haría Eastwood, con una trama de toques dramáticos suavizada con el humor y la ironía de su protagonista, una visión sencilla (que no simple) de las relaciones humanas y su búsqueda del sentimiento (que no del sentimentalismo, aunque hay algunos subrayados musicales que sobran). El mismo Lorenz dice que ha seguido consejos de Eastwood y el método de rodaje que siempre aplica Clint (con el mismo director de fotografía y el mismo montador), de hacer pocas tomas de las escenas para no aburrir a todo el mundo y mantener la tensión.

También las actuaciones son uno de los puntos fuertes. Eastwood se mueve como pez en el agua en un personaje de tipo duro que oculta sus sentimientos, un personaje que ha venido interpretando muchas veces a lo largo de los años con bastante acierto. Resulta también muy agradable ver el crecimiento como actriz de Amy Adams, que empezó su carrera en papeles de chica naif y algo ñoña y últimamente está dejando ver que puede dar vida con convicción a mujeres más duras, en películas como "The fighter" y esta que nos ocupa. Su química con Eastwood es más que notoria, no tanto con Justin Timberlake, que interpreta a una antigua leyenda del béisbol que cruzará su camino con el de padre e hija y que no lo hace mal. No quiero olvidar tampoco la excelente labor de secundarios como John Goodman o Robert Patrick, que ayudan al buen acabado de la película.

Así pues, un filme que se deja ver con agrado, que no descubre nada nuevo y que no llega a las cotas de otras obras magnas de Clint Eastwood, pero que supone disfrutar un poco más del carisma y el buen hacer de Eastwood, que aún tiene cosas que decir
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Ajustadísimo film para devotos
No ha estado mal cuando en el bar, Clint ha pedido la cuenta a su modo: “¡La cuenta coño!” ¡A que saca la pipa y da un golpe con ella en la mesa!
Esta sencilla historia en principio bastante tramposilla tengo que reconocer que ha colado. Y ha colado por los años de Clint en la profesión que indudablemente se ha visto su mano en el hacer y un poco bastante de su estilo ¿o es que su presencia marca por sí el estilo y los modos de la película?

Hay un par de escenas forzadas para definir el carácter del personaje estrella. De nuevo conflictos de un padre distanciado de la hija. A partir de ahí es la hija quien toma el rumbo de la historia con una simpática relación con un ex jugador amigo de su padre. Mientras el béisbol prepara el golpe del efecto final gracias a un chaval prepotente e insoportable que no falla un golpe al batear.

La película no queda muy artificiosa. Da el pego gracias a la presencia de Clint pero otra cosa es esperarse una obra de categoría, porque no lo es. Es un film de televisión dirigido blandamente a un final emotivo. Nada más.
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14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Decepción
Lo que me atrajo de esta película fue la presencia del gran Clint Eastwood... pero claro, siempre con la incertidumbre de lo que podría provocar la participación de Justin Timberlake.
Al final todo fue una gran decepción. El guión es patético y predecible, las escenas y los diálogos no superan en nada a una telenovela venezolana de bajo presupuesto.
La verdad no entiendo cómo puede Eastwood prestarse a aparecer en semejante bodrio !!!
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14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
¿Y si en lugar de Clint fuera x?
Y como x pongo a un actor semi-desconocido, me gustaría saber como reaccionaría la crítica ante Golpe de efecto, estoy seguro que se llevaría muchos palos, y la nota de 6,4 sería mucho menor, Clint Eastwood es una sombra de sí mismo por culpa de un guión lamentable, propio de un telefilme.

Ya de por sí el argumento me parecía manido, simple, sin interés, pero está Clint pensaba, algo bueno debe tener. Todo lo contrario, en la primera hora y cuarto se ven varias escenas ridículas, de tipica película de comedia romántica, forzadas y tópicas hasta decir basta.

También es cierto que coge algo de color al final, la última media hora no da tanta verguenza, aunque se vea venir desde lejos como va a acabar, precisamente cuando se presentan ya todos los personajes, sobre el minuto 20, ya se sabe como va a terminar la historia.

Termino muy decepcionado con el guión, es una pena que Clint participe de esta comedia, le salva que lo hacía como favor a su amigo director.
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10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Ojeando un buen debut
El discípulo por fin se ha atrevido a dirigir y, como en aquellas escuelas de pintura en las que era tan difícil o imposible distinguir entre sí los trabajos de los pupilos o incluso entre alguna obra de éstos y sus maestros, como es inevitable el alumno se asemeja mucho a su tutor. El sello Eastwood, que es el de cualquier producción de Malpaso, impregna los fotogramas, ahora por la senda de la bien aceptada y llevada vejez del genial actor y director. Atrás quedó el tipo duro imperturbable e implacable, no así el romántico empedernido que bajo el cuerpo agostado por los estragos de la edad y ese resabio de viejo gruñón y deslenguado, todavía suspira por el amor perdido y visita su tumba para contarle lo que no cuenta a nadie, ni siquiera a su hija, con la que nunca ha sabido comunicarse. Es que no asumió que ella lo dejara solo con una niña que le asustaba y le abrumaba, porque ya no tenía madre ni él esposa que les acompañara en el arduo camino de la familia.
Clint, que interpreta a Gus Lobel, un ojeador de nuevos talentos del béisbol, nos rompe un poquito el corazón cantándole con voz cascada a Joanna Lobel, que lleva veintiocho años muerta, el estribillo de "You Are My Sunshine". Y acto seguido, de vuelta a su rutina, espeta una de sus frases lapidarias a sus amigos o lanza una sarta de juramentos y palabrotas al tropezar con una mesa que no había visto. El experto cazatalentos se está quedando ciego pero es testarudo como una mula, como siempre ha sido.
Lorenz dirige a su antaño maestro con la humildad de quien está ante una leyenda que ya ha conocido ampliamente las cumbres del éxito absoluto, y que ya va dejando el terreno preparado para retirarse poco a poco y con dignidad ante las nuevas generaciones. Clint, como viene haciendo desde su madurez, compone un personaje sólido, que recuerda a un abuelo irritable, de malas pulgas y de lengua afilada que sin embargo mataría y moriría por ti sólo con que te tocaran un pelo si fueras alguien a quien adorara (aunque no supiese bien cómo demostrártelo).
Amy Adams es la otra estrella. Estupenda réplica joven para el veterano, como la hija que aún tiene muchos asuntos que aclarar con su padre.
El tema del béisbol a mí se me hace pesado porque ni me gusta ni lo entiendo, y por supuesto esta es una película dedicada al mismo. No entiendo nada de lo que dicen cuando usan la jerga deportiva y recitan nombres de mitos a los que en mi vida jamás he oído mencionar. Es la pega más importante que para mí tiene. Pero también es verdad que a pesar de eso esta comedia dramática entretiene bastante y atrae lo suficiente con su historia, gracias a Clint y a Adams sobre todo.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Robert Lorenz, la mano derecha de Clint Eastwood
Como buen fan de Clint Eastwood no podía perderme esta película y mas si estamos ante la última película como actor de momento y la última como doblador al grandioso Constantino Romero que ha hecho mucho en sus doblajes en cintas como Gran Torino y El sargento de hierro brindándonos de momentos desternillantes en la forma borde de hablar del tito Clint. Me hace gracia ver a gente poniendo verde a esta película diciendo que sin Clint Eastwood la cinta habría sido un tostón. Pues no sé que quereis que os diga pero a mí Amy Adams, John Goodman y Robert Patrick como secundarios me han parecido de lo mas notable posible aunque el señor sobrevalorado comercialmente Justin Timberlake no cumpla con su faceta es algo lógico que haga un papel muy tópico pero por lo menos puede presumir de haber trabajado con un grande como lo es el señor Eastwood delante de las cámaras. Quizás las subtramas como la romántica o introducirnos dentro de la forma de actuar del chulito jugador de béisbol no sea de lo mas recomendable ya que rellena muchos tópicos, está llena de clichés y de momentos predecibles pero ante todo hay dignas interpretaciones, hay química entre Adams y Eastwood que parecen padre e hija de verdad y hay un digno trabajo o imitación mas bien por parte del nóvel Robert Lorenz del que debuta bastante bien porque no todos debutan como se debe esperar en la dirección.
La banda sonora de Marco Beltrami cumple con su cometido rellenando momentos cumbres de la cinta con canciones mas que adaptadas a la situación debida. Quizás la cinta sea previsible y le sobre metraje pero eso no quiere decir que la película aburra o se catalogue como un telefilm barato porque solo por ver el carisma de Eastwood en pantalla ya vale la pena verla. Esos dialogos bordes y rudos por su parte que trata mal sea a quien sea que ya nos lo demostró en una obra maestra y simple en su guión como lo es Gran Torino.
Estoy de acuerdo en que no estamos ante una obra maestra como solemos esperar algunos ya que estamos acostumbrados a ver cintas como El intercambio, Gran Torino, Million Dollar Baby o Mystic River. Pero señores, estamos ante un hombre que tiene mas de 80 años, que pocas personas pueden presumir de actuar, dirigir, producir y componer a esa edad, que no puede estar siempre al mismo nivel al que estamos acostumbrado así que puedo decir que con ver la cara de Clint Eastwood aunque sea en forma de cameo si es que la veo próximamente en alguna película ya es "alegrarme el día" como diría el tito Clint en su momento en una de sus mejores películas. En definitiva, una película simple, previsible, tópica pero bien interpretada, muy entretenida y con el tema del béisbol que genera el máximo interés del que yo estaba interesado ya que no es un deporte que me llame la atención y con esta cinta lo ha conseguido. Recomendable.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un golpe a la soberbia
¿Por qué una película con guión de telefilm de sobremesa, normalita y sin pretensiones, hipnotiza como un fakir a una cobra?
Quizá porque Eastwood te envuelve con su voz quebrada.
Quizá por la química de lo tres actores principales.
Quizá por la belleza insultante de Amy Adams.
O, seguramente ,porque el film es un disparo mortal a la soberbia, un tratado sobre el sentimiento de culpa, los errores del pasado y la hermosura de la vejez.... porque la vejez puede ser hermosa.
Mirad al duro de Clint, llorando en una tumba.... joder.... ¡Hazte viejo más despacio, por favor!
Si Sergio Leone pudiera verte ahora.....
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Golpe sin efecto
¿No era que “Gran Torino” iba a ser la última aparición del viejo Clinton frente a las cámaras en la piel de Walt Kowalski? En fin, lo cierto es que el octogenario republicano, posiblemente afectado por el resultado de las elecciones presidenciales de su país, volvió al ruedo con menos pulgas y más asperezas que Harry Callahan para dar otro “Malpaso” en su dilatada y oscilante carrera.

Acaso lo más llamativo de esta previsible y estereotipada novelita sea su sola presencia, aunque no su reinterpretación del sobrevalorado Walt (en este caso es Gus Lobel, un cazatalentos del baseball), que a esta altura empiezo a dudar que se funde con su propia personalidad.

La única -de un elenco principal que acompaña sin despeinarse por las pocas exigencias del guión- que se hace lugar para aportar una cuota extra en la interpretación de su personaje es Amy Adams, y a juzgar por el contexto general, no atribuyo esto a un mérito de la dirección.

El resto del producto, salvo para fanáticos a ultranza del vaquero preferido de Sergio Leone, no amerita llegarse hasta el cine, y apenas alcanza para acortar una de esas tardes de fin de semana que nos sorprende sin nada que hacer y con el control remoto en la mano, presto para usarse cuando los tramos de baseball se tornan pesados o Clint se pone a refunfuñar interpretando a Gus, a Walt, a Harry o a Clint, da lo mismo.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Eastwood no Ojea jugadores, los SIENTE, los OYE
Que Eastwood es un grandísimo actor es algo que no le voy a descubrir yo a los usuarios de esta página, un hombre que con la edad deja la acción para meterse en películas más acordes con su edad, al contrario que muchos otros, que siguen pensando que tienen 30 años y queda ridículo.
No se prodiga en la actuación tanto como sus seguidores quisiéramos, pero si lo hace así, será que no se encuentra con las fuerzas de rodar una por año. Hace unos intervalos interminables de 4 años de film a film en esta su tercera, cuarta o quinta época dorada, pues en todas tiene varios, no solo uno, PELICULONES que pasarán a la historia y eso solo lo pueden decir los mejores e únicos, que son pocos.
Esta crítica quería que fuese un homenaje a uno de los grandes, pues si vuelve a tardar tanto en hacer otra película puede que no lo podamos disfrutar, porque para que negarlo, esta muuuu mayor, aun así nos deja su clase y maestría en cada uno de sus últimos films, como si temiera que va a ser el último y quiere despedirse con una gran película, pero será recordado por todo lo que hizo y espero que aun haga.
No obstante el film es grande, usa el trasfondo del beisbol como escusa para contarnos la historia de Gus (Eastwood) un ojeador de los de antes, con técnicas primitivas pero que aún le funcionan y como la edad va haciendo mella en el, con una pérdida de vista progresiva que para su trabajo (como para casi todos) es primordial, tiene que agudizar sus otros sentidos para poder realizar su trabajo y que no lo tiren a la calle, pues su edad y la inquina de un joven que viene por detrás con técnicas modernas lo quieren desplazar.
Para ello cuenta con un gran amigo Pete (John Goodman) que sigue creyendo en él pese a sus últimos tropiezos laborares, convence a la hija de Gus para que colabore y ayude a su padre ahora que no está en plenas facultades, Mickey (Amy Adams) que mantiene poca, por no decir inexistente relación con su padre, ella una gran abogada que sueña con formar parte del bufete selecto y tendrá que tomar decisiones duras en pocos días.
Aun estando el beisbol de por medio, siendo ligas menores de universitarios, no es el tema principal, te guste el beisbol o no la película te hará disfrutar, viendo excelentes actuaciones de todos y cada uno de los componentes de reparto, con una música que te encandilará y te hará sumergirte en la historia.

PD: GRANDISIMO EASTWOOD
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
COMO SI HUBIERA UN EASTWOOD DE SEGUNDA CATEGORÍA
Hay una crítica oficial que dice algo de un Eastwood de segunda categoría, como si eso existiera.
Mira chaval una media sonrisa de este señor le da clase a cualquier película, como le pasa a esta, pero es que además nos deleita de nuevo con su sarcasmo y su mala uva con todo lo que no le gusta, que es lo que no nos gusta a la mayoría de los mortales. Pero además se puede disfrutar de la estupenda interpretación de casi todos los que participan, los cual dice algo en favor del director, pero es que además habla de sentimientos, cosa que algunos no conocéis, y por otro lado, si este señor produce una película de este otro ayudante de dirección de tres de sus mejores obras, yo lo mínimo que puedo hacer es respetarlo, pero no solo eso sino que confío en el y espero que seguramente habrá tenido la misma vista para el esto que la que tiene para el béisbol en la cinta.
En fin que quieren que les diga que un guiño del maestro me merece mas respeto que todas las críticas pagadas de estos chupatintas de los periódicos. Que sabrán estos, me recuerdan al enterado del ordenador que sale en la peli.
Yo lo que diga el jefe.
Y que me he pasado un buen rato. Gracias Sr Eastwood de nuevo
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Un golpe genial para el espectador
Oh Vaya! Cuando la vi creí que era el único al que le venía a la memoria el protagonista de "Gran Torino", pero veo que a muchos más les ha sucedido lo mismo. No les puedo comentar sobre los planos, las escenas, ni aspectos técnicos de la película que la harían mejor o peor, pero "Trouble with the Curve", llamada "Curvas de la Vida" en Sudamérica es un filme que vale la pena ver por dos razones: Clint Eastwood y Amy Adams. Ni más ni menos, y es que cada uno en sus papeles lo hace bien pero como pareja el resultado es estupendo; por otro lado, el desenvolvimiento del argumento llega a gustar pese a que el Baseball como deporte no te produzca ningún sentimiento (tampoco tienes que saber demasiado de él). Particularmente, no sé si Justin Timberlake ha tenido mejores actuaciones -dentro de sus limitaciones como actor- o los dos actores principales lo opacan, pero su rol en el largometraje al menos yo lo sentí bastante prudente. Como tema, toca un punto opuesto a lo que nos ofreció "Moneyball" en la que la tecnología y la analítica estaban a la orden del día al momento de escoger jugadores; acá el fundamento es la experiencia y las corazonadas que una larga trayectoria haciendo algo que te apasiona te puede brindar. En definitiva, vale la pena ver la película para no perderse un poco más de una leyenda del cine que sigue vigente, compartiendo escenas con una actriz que nos muestra sus grandes dotes y personalidad en la pantalla grande.

¿Qués es lo BUENO? La cinta no es tan pesada ni cae en conversaciones innecesarias o aburridas. Eastwood y Adams logran construir una buena historia, particular, en la que la fortaleza es justamente su dupla en escena. Aprenderás un poco más sobre el Baseball y un vistazo rápido de la vida de los cazatalentos de grandes equipos deportivos.

¿Qué es lo MALO? Creo que la sensación que me deja es que todo gira en torno a Eastwood y Adams, si bien es cierto, hay otros actores que entran a tallar, se ven opacados, toda la concentración de la película está en la relación padre - hija. Algunos me darán la razón.

¿Qué nos APORTA? El filme toca temas relacionados a paternidad, el hacer un trabajo que realmente te gusta por el resto de tu vida y también el debate entre el uso de tecnología vs. la experiencia humana a la hora de tomar decisiones. Por otro lado, en los temas más emocionales, deja una buena sensación: nunca es tarde para sacar nuestros fantasmas, ni mucho menos para que un padre lo pase bien con su hija.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Magnífica ópera prima de Robert Lorenz
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Clint Eastwood se enfadó, hace cuatro años, cuando dijeron que se había retirado de la interpretación. Desde luego no lo ha hecho, ya que su actuación en "Golpe de efecto", san sencilla como eficaz y natural, vuelve a demostrar que es una injusticia el hecho de que nunca haya recibido el Oscar a mejor actor.

Junto a Amy Adams, también magnífica, llevan a cabo una película basada en las relaciones personales entre un padre y una hija, en un contexto de amor al béisbol, para que Robert Lorenz, en su debut, complete una muy buena película, en la que la calidad artística está muy por encima de los efectos generados por ordenador en dramas carentes de sentido, productos que, por desgracia, no paran de intentar vendernos como "buenos" en nuestros días.

Viva Clint Eastwood.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
"Sigue la pelota, golpea la pelota"
Película que representa el debut en la dirección de Robert Lorenz, personaje que compartió en numerosas ocasiones trabajo con Clint Eastwood (como asistente de dirección o bien como productor), precisamente para este film cuenta con la leyenda viviente del cine estadounidense en el rol principal.

Gus es un hombre viudo desde hace muchos años, veterano “cazatalentos” de béisbol, su trabajo es ir partido a partido viendo jugadores de ligas regionales para llevar a las potenciales estrellas a la MLB. Es ya un anciano que vive solo que ya comienza a tener un deterioro en su salud y que en su trabajo, ya no es tan confiable debido a una nueva ola de jóvenes cazatalentos.

Mickey (Amy Adams) es su hija, una exitosa abogada que consigue un excelente puesto de trabajo, Gus forjó en su niñez una relación bastante estrecha con ella, la llevaba siempre a ver los partidos por lo que ella aprendió todo de su padre. Sin embargo, cierto suceso hizo que la relación entre ambos se estrechará, viéndose fomentado a su vez por el carácter fuerte y regio del viejo Gus (genial Eastwood).

Ambos intentarán en el transcurso del film mejorar esa opaca relación mientras siguen a un joven en varios partidos, a la trama se introduce Johnny (Justin Timberlake) un joven que era una enorme promesa pero que fracaso a su llegada a las Grandes Ligas.

Trouble with the Curve es una muy buena película, agradable y muy bien realizada, que cumple como comedia, como drama y un poco como romance, ver a Clint Eastwood haciendo (el papel de casi siempre) desmadres y diciendo malas palabras por doquier es imperdible.

Es un film que trata sobre la vejez, el abandono, la separación de la familia y los sueños rotos. Termina entonces siendo una película bastante correcta, con actuaciones sólidas, una historia bien entretejida que por momentos se vuelve algo complaciente gracias a la historia romántica que nos venden, y como punto final, una historia que para los amantes del béisbol representa un plus a su favor.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Coge al Eastwood de 'Gran Torino' y mezclalo con el melodrama romántico estándard. Ahí tienes 'Golpe de efecto'
Opinión con spoilers.

Hay películas que están ensambladas de tal modo que te emocionan sin que se note; lo hacen de forma subterfugia, de manera que poco a poco van calando en ti y al final acabas por derramar la lágrima. Seguro que a todos vosotros, queridos lectores, os ha ocurrido alguna vez. A mí me viene a la cabeza la inconmensurable "La milla verde" o, puestos a hablar de Clint Eastwood, "Gran Torino". ¿A qué viene todo esto? Pues que ayer decidí ver la última película de Clint como actor creyendo que me encontraría un "Gran Torino", y lo que encontré fue una pésima versión de la misma. Con una factura que intenta rememorar la estética de las películas de Eastwood como director, Lorenz, su antiguo ayudante de director, firma una película tan convencional como floja, ahondando en los clichés típicos de cualquier película romántica con toques de road movie.

El mayor problema de "Golpe de efecto" es lo emocionalmente barata que es. Es un producto edulcorado que busca de forma demasiado evidente que nos emocionemos fácilmente. Fuerza todo tipo de situaciones para sobrecogernos con esa filosofía barata típica del Hollywood más comercial. Las situaciones recurren al esquema típico de padre que se lleva mal con su hija y que gracias al viaje que hacen juntos lograrán poner en orden todos sus traumas y acabar felices como perdices. Es muy obvio que acabarán por reconciliarse. Esta trama solo se sostiene gracias al buen hacer de Eastwood y el personaje arisco que tan bien le salió en "Gran Torino", pero tiene muchos puntos flojos; por destacar alguno, cuando Eastwood le cuenta a Adams porqué la abandonó. Que el director nos salga con que por poco violan a Adams cuando era pequeña chirría demasiado, pues no casa con el tono de drama suave que estábamos viendo. Además, parece que el personaje de Adams lo olvida muy rápido pese a ser una revelación, cuanto menos, traumatizante.

En "Golpe de efecto" se nota que Clint Eastwood estaba solo para vender la película de su amigo Lorenz, porque si obviamos los fragmentos de Clint, tenemos una película romántica de tomo y lomo revestida con una carcasa de baseball a lo "Moneyball". Lo del beisbol fracasa por lo circunstancial que resulta; se nota demasiado que es una excusa para la historia romántica y los problemas padre-hija. Es demasiado obvio que el bateador que se suponía que era buenísimo y que las estadísticas decían que era maravilloso, fracase frente al repartidor de cacahuetes que resulta que es el as del baseball que está por descubrir. Es una forma tan estúpida de demostrar que el talento del ojeador vence a las estadísticas que da risa (en este sentido recomiendo "Moneyball" encarecidamente). Y la historia romántica es sonrojante. La relación entre Adams y Timberlake no se separa ni un ápice del esquema visto cientos de veces en otras películas del género. Chica guapa emocionalmente inaccesible conoce a chico guapo graciosete y que le gusta vivir la vida. Al principio ella no quiere, pero él, después de varios intentos donde demuestra su ingenio, su chispa y habilidad para ligársela, conquistará su corazón. Luego ella es la que se queda prendada de él y por X motivo, él la deja. Pero eso solo es un espejismo. Cuando ella consigue superar todos sus otros problemas, aparece él para reconciliarse. Ella cede, y todos felices. Y todo en un plazo de menos de cinco días. Este esquema rancio es irreal; ninguna relación es así y estoy harto de verlo una y otra vez. Pero lo más sorprendente de todo es que Lorenz no añade nada nuevo, nada que intente enmascarar el calco que perpetra.

Por otro lado, el tema de fondo, el típico "es más importante ser feliz, disfrutar la vida y llevarte bien en tus relaciones familiares y amorosas en lugar de solo enfocar tu vida en el trabajo y vivir estresado/a todo el día", estaría bien si no fuera tan evidente. Cómo Adams encuentra su nuevo empleo, el que verdaderamente le gusta, y manda a tomar por saco lo de su ascenso como socia del bufete, lo que en realidad no le gusta, y cómo Eastwood acepta su posible jubilación, es demasiado Alicia en el país de las maravillas. El que sabe lo difícil que es conseguir sus objetivos no tiene otro remedio que sentirse insultado. Para acabar, la B.S.O pasa sin pena ni gloria y la labor de los actores es más que correcta, destacando sobre todo la de Eastwood.

Pese a la buena actuación de Eastwood y que el mensaje de fondo está bien, la película decepciona en todas sus tramas por lo simplonas y tópicas que son. Quizás llegue a entretener en algunos pasajes si aceptas lo ingenuo que es todo, pero la mayor parte del tiempo resulta excesivamente convencional, predecible y aburrida.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El adios definitivo... ?
La primera película de Robert Lorenz tiene la peculiaridad de contar con el retorno a la pantalla de alguien que ya se despidió de las cámaras pero que no pudo resistirse a volver por su amistad. Hablamos de Clint Eastwood. Año 2012.

¿De que va?
Gus Lobel es un cazatalentos que vive ya sus años de vejez y tiene achaques propios de la edad. Mantiene una relación de tirones con su hija. Juntos se encuentran en Atlanta para seguir a un nuevo chico y saber si ficharlo o no. Estando allí se encontrarán con Johnny, una antigua promesa del béisbol que se retiró pronto por lesión. Será el punto medio que ponga la relación de Mickey, la hija de Gus, con su padre.

Actores.
Clint Eastwood es Gus Lobel, protagonista de la cinta y que a muchos les recordará al Walt Kowalsky de Gran Torino, por ser un anciano achacoso, aunque en este caso con un pelín menos de mala leche y mas educado, incluso sonríe en ocasiones y se permite gastar unas bromitas en pantalla. Sin duda, una vuelta a la pantalla que ha encantado a los fans del actor/director/compositor, entre los que me incluyo.

Amy Adams es la segunda protagonista absoluta. Es Mickey, la hija de Gus, quien mantiene un va y viene con su padre. Es el béisbol lo que los une, pero las formas de su padre acaban perdiéndole. Una actuación muy convincente y demostrando que puede llevar el peso de una película ella solita.

Justin Timberlake, otro actor que ha ido de menos a mas y que no ha hecho otra cosa que atestiguar que su plan es quedarse en la gran pantalla. Me gusta.

John Goodman, inmortal y actor al que nada se le puede reprochar. Es Pete y trata por todos los medios que no acaben con la carrera de Gus.

Y finalmente destacamos a Robert Patrick, nuestro T-1000 que aquí es quien tiene la voz de mando en el equipo de béisbol para fichar, dar de baja y renovar contratos.


Impresiones.
La cinta que nos ha vuelto a traer a la gran pantalla al maestro Clint Eastwood está realizada por un intimo amigo y ayudante del mítico héroe de la pantalla. Fue colaborador en cintas como Mystic River, Million Dollar Baby o Los Puentes de Madison, por lo que se puede decir que ha tenido a su lado a un maestro.

Por ser su ópera prima en el largo, el favor era grande y por eso, Clint optó por realizar el papel. Sin embargo, mucho cuidado tendría que tener si no quería descuidar el final de su carrera en una película mediocre. ¿El resultado?

Gus Lobel es casi un Walt Kowalsky pero menos bocazas y algo mas amigable. Amante de su trabajo y de todo lo relacionado con el béisbol tiene una pesadilla continua que se repite, algo que hace que su relación con su hija sea algo difícil y por momentos muy quebradiza.

En Trouble with the Curve tenemos toda la contraposición que se nos mostraba con la buena película, nominada al oscar en 2011, Moneyball. Si en la cinta de Brad Pitt se recalcaba la búsqueda de estrellas a través de estadísticas por ordenador, en ésta es todo lo contrario, ya que mientras que los demás están actualizados con sus computadoras, es Lobel quien hace uso de su ojo a la antigua usanza, aunque tenga que usar a su hija como reemplazo en vista de sus problemas de visión.
Efectivamente, se nos recalca como no todo está en las estadísticas sino en fijarse en los movimientos, el sonido, la curvatura. Algo que como película, me resulta muy bien explicado y totalmente válido.

Sin embargo, la cinta utiliza ese detalle y el béisbol para enlazar la tirante relación con su hija Mickey y los problemas de cada uno, entrando en juego un tercer personaje en la historia que lo que hará en cierto modo será endulzar la historia al mantener, o intentar, una relación la hija de Gus.

Y sobre esto destaco una escena del film, cuando Gus y sus amigos están en la mesa de un bar y discuten sobre Ice Cube, diciendo que es un actor de oscar, porque no solo canta, sino que actúa. Clint ironiza en ese momento al compararlo con grandes estrellas como Spencer Tracy. Curiosamente, es Justin Timberlake un actor que comenzó de menos a mas en el mundo de la música y que decidió meterse en el cine, yendo también de menos a mas y sinceramente, a modo personal, lo hace bien, me gusta mucho.

Sin embargo, Trouble with the Curve no es una obra maestra en absoluto. En cierto modo es una película normalita, pero con un portento como es Clint Eastwood al frente, lo cual no solo revaloriza la cinta sino que le da una calidad magnífica, y para los fans, es todo un gusto volver a verlo.

Igual que da gusto escuchar en su doblaje al español al mítico Constantino Romero. No obstante, es una pena saber que se ha jubilado como doblador y que ha sido ésta su última película. De todas formas, nada mejor que despedirse con un grande como es el maestro Eastwood. Una pena la despedida de ambos, y de seguro un recuerdo que perdurará.

PD: El primer deportista que habla con Clint en la escena en la que hablan sobre ver a su familia, es precisamente su hijo, Scott Eastwood.


Música.
Marco Beltrami realiza un score bastante "invisible" en el film, donde echamos de menos el piano y la melodía que suele crear el propio Eastwood en su cine. No le hace ningún favor al film.

Lo Mejor: Clint Eastwood y Amy Adams. Es una cinta muy familiar.

Lo Peor: Que sea una despedida real tanto de Clint como de Constantino Romero en el doblaje.

Calificación: 6.5/10

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