Point Blank: Cuenta atrás (2019)

Netflix nos trae una película divertida, con una trama sencilla pero efectiva gracias a unos personajes bien desarrollados que se desenvuelven con solvencia en una historia de intrigas y crimen que hace las delicias de los fans de las películas de acción ochenteras, siendo una producción sencilla pero divertida y cuidada como las que se hacían antes con grandes nombres como Arnold Schwarzenegger.

La dirección se nota a un buen nivel.
Las interpretaciones en general están a un buen nivel, logrando hacer creíble y dinámico todo el metraje.
El tono está bien equilibrada entre la cierta seriedad de los temas que hay sobre la mesa y los viajes personales de los personajes, pero también tiene sus toques divertidos de buddy movie tan clásicos de los ochenta.
La fotografía está muy bien cuidada, al igual que la ambientación, se hace notar que Netflix se ha encargado de dotar a la producción de unos valores de producción muy altos para mimar todo lo posible la obra.

Sin pretensiones pero con efectividad y entretenimiento llega esta película que tanto nos recuerda a una época pasada de películas que nos hicieron disfrutar mucho, y que es una prueba de que se pueden hacer este clase de películas de forma efectiva y con nivel bastante elevado de calidad. Una buena película con todas las letras.

¿La recomiendo?
Sí, es una opción excelente para disfrutar de un visionado en la plataforma de streaming (es una exclusividad de producción propia por parte de la misma) y con ver esta y otra película ya te sirve para rentar la inversión en la suscripción de un mes al servicio.

He de decir que no he visto la película original de la cual esta es un remake, y no dudo de que sea mejor, pero partiendo desde el punto de que esta es la película que he visto, me parece divertida y agradable para lo que dura, para pasar la noche de algún día aburrido está bien. Se "basa" en una película de hace ya casi una década, que según he leído, es mucho mejor, pero bueno, la historia no es nada del otro mundo, amenazas, policías corruptos y secuestros, lo típico del cine de acción americano. Pero en mi visión personal, este largometraje gana puntos por la buena soundtrack que utiliza, con temazos de los años 80 y 90 y sobretodo por el uso de la cámara y sus planos, nada acordes a lo que la película quiere transmitir pero que desde luego quedan muy bien en pantalla.