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Anomalisa (2015)

Anomalisa
90 min.
6,9
11.978
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Trailer (INGLÉS con subtítulos en ESPAÑOL)
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Sinopsis
La película tiene por protagonista a un motivador profesional que, cuanto más ayuda a la gente, más monótona y anodina es su vida; todo el mundo le parece y le suena igual. Hasta que la voz de una chica le suena diferente y está dispuesto a abandonarlo todo y a todos por alcanzar la felicidad con ella. Película de animación escrita por Charlie Kaufman (Adaptation) con la colaboración de Dan Harmon (creador de Community). (FILMAFFINITY)
Género
Animación Drama Comedia Comedia negra Animación para adultos Stop Motion Comedia dramática
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Anomalisa
Duración
90 min.
Guion
Música
Fotografía
Animación
Compañías
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Premios
2015: Premios Oscar: Nominada a Mejor largometraje de animación
2015: Festival de Venecia: Gran Premio del Jurado
2015: Globos de Oro: Nominada a Mejor filme de animación
2015: Premios Annie: 5 nominaciones incluyendo Mejor película y dirección
2015: Premios Independent Spirit: 4 nominaciones incluyendo Mejor película
8
La Animación pagando el Peaje de la Realidad
Empieza con voces. Miles de voces. Cataratas de voces.
Casuales, iracundas, explicativas, comprensivas, tristes, cariñosas... una risa nerviosa apuntala de fondo toda la locura que recorre el torrente verbal.
Hay mucho ruido, demasiado para poder prestarle atención, y de fondo está esa aplastante sensación de que es ruido inútil, sin objetivo.

'Anomalisa' es la historia de un oasis de voz en ese ruido.
Contada en un stop-motion extraño y algo rígido, que sin embargo poco a poco se va ganando sensación de realidad con cada pequeño gesto de los muñecos, hasta que solo la hendidura de su cara nos convencerá de que no son reales, se centra en uno de esos llamados "coach" de empresa, ayudadores de todos solucionadores de nada, deseando que todos se callaran de una vez, dejando de soltar palabras que no añaden nada a nada.
Michael Stone vive con una maldición: sabe que el mundo es mediocre, y que está completamente inmerso en él. Nada que le salve ni le alivie, a no ser promesas rancias de recuperar algún tipo de brillantez anterior, por eso repasa constantemente la carta de una antigua amante tratando de sopesar todos los insultos y oportunidades perdidas. Por si acaso.

Escucha con aburrimiento el diálogo anodino de su alrededor, plagado de chistes sin gracia e intentos de añadir algo, pero hace mucho que la chispa se apagó. Sigue apareciendo la pregunta "¿por qué es imposible que vea, ni por un segundo, algo que se parezca a lo que yo creo que es especial?".
Pregunta sin respuesta, y casi tramposa de formular en una era de incomunicación donde todo sabe a lo mismo y nos acostumbramos a ello, hasta al desencanto común.

Entonces sucede, como siempre sucede, lo inesperado.
Una anomalía en ese mundo gris. Una voz que escuchar. Una Lisa, "Anomalisa".
Su tono es la primera voz femenina que escuchamos desde hace un tiempo, después de conversaciones monótonas, y por primera vez la pesadumbre de este mundo animado tan parecido al nuestro se desvanece. Ella convierte en especial cualquier tontería: nunca el "Girls Just Wanna Have Fun" en la intimidad de una habitación de hotel sonó tan bien.
Es la total inversión de la animación tradicional tan asociada a la fantasía, a los romances imposibles entre princesas y héroes que al final se encuentran y que nunca nos dejaban soñar más allá del "vivieron felices y comieron perdices". Aquí está ese mismo sentimiento de plenitud, pero sin ninguno de sus engaños inocentes, como el amor sin sexo o la belleza inmaculada. No, aquí el sexo es entre cuerpos fofos gastados por rutinas de trabajo, y las imperfecciones hacen más bonito un rostro.

Pero aunque se nos olvide en ese paréntesis en el que Lisa no para de hablar (y ojalá nunca parara), si aceptamos la realidad aceptamos sus peajes.
Aceptamos también la desilusión, el espejismo y nuestra propia psique retorcida entrenada para ser satisfecha sin nada más que añadir. Aceptamos que a veces tenemos anhelos secretos solo porque todos nos dicen, con la misma voz monocorde, que no debemos tenerlos. Aceptamos, también, que lo que antes se antojaba especial puede ser otra de esas típicas cosas a la luz de la siguiente mañana.
Y aceptamos (perdonémonos) que luego querremos que Lisa a lo mejor se calle. Solo un poquito.

Por eso quizá no existen las cosas realmente buenas, solo los momentos inolvidables.
Puede ser que por eso necesitemos que los relatos de animación cuenten historias irreales de amor verdadero entre princesas y héroes, no entre gente normal de a pie.
Lo único que marcará la diferencia podrá ser el recuerdo de esa voz, asociada a ese momento, quizá. Ojalá podamos recordarla.

Solo queda aceptar la mediocridad, pero incluso eso tiene las ventajas de pagar el peaje de la realidad: se puede aceptar conscientes de que existe, celebrando que gracias a ella tenemos a veces lo más parecido a algo perfecto (gracias a lo imperfecto, que no se nos olvide)... o podemos lamentarla, incapaces de salir de un estado mental que todos alrededor celebran y usan de excusa.
Incluso el carácter sencillo y casi anecdótico de la historia no deja de redondear por qué es tan especial. Lo pone en el título. Tan solo una anomalía, o Anomalisa.
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179 de 193 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Vacío existencial
Anomalisa era una de las películas más esperadas del festival. Acababa de recoger el Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia. Como ya sabréis, se trata de una película de animación dirigida por Charlie Kaufman y Duke Johnson. "La película tiene por protagonista a un motivador profesional que, cuanto más ayuda a la gente, más monótona y anodina es su vida; todo el mundo le parece y le suena igual. Hasta que la voz de una chica le suena diferente y está dispuesto abandonarlo todo y a todos por alcanzar la felicidad con ella".
Para entendernos, es una especie de 'Lost in translation' animado. Un relato sobre la soledad, el vacío y, básicamente, lo jodida que es la vida.
Jamás se me ocurriría decir que Anomalisa no es una gran película. Lo es. Tiene aciertos magistrales como el tema del doblaje; el hecho de que se haya decidido que sea animación; un guión muy bien construido y con grandes diálogos; ténicamente es una maravilla, etc. Mi problema es que no logro empatizar con lo que se me está contando. Me parece una película tristísima, desesperanzadora, apagada, que me deja muy mal cuerpo y con una sensación amarga. Por mucho que la gente se empeñe en catalogarla como comedia: no lo es, aunque intente serlo a veces con algún diálogo o situación supuestamente cómica, que como ya he dicho, a mí no me hace la menor gracia. Me resulta imposible conectar con su humor.
Anomalisa, pese a sus múltiples virtudes, fue algo decepcionante para mí. No obstante, creo que es una película que hay que ver, y que recomiendo a todo el mundo.
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98 de 122 usuarios han encontrado esta crítica útil
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