La sombra (2015)

Película documental donde el realizador argentino Javier Olivera parte de la idea expresada por el poeta griego Simónides de Ceos, llamada El palacio de la memoria, donde memoria y espacio se fusionan para albergar recuerdos partiendo de algún lugar específico. A partir de ahí, utiliza el espacio de la enorme casa propiedad de su familia para indagar en lo profundo de su memoria, narrando a partir de dichos recuerdos personales.

El film se construye mediante grabaciones de vídeo familiares, así como de parte de algunos largometrajes (su padre Héctor Olivera, productor y director de obras como La patagonia rebelde (1974) o La noche de los lápices (1986)), además grabaciones más actuales de este hogar cuando se encontraba en un período de demolición y desmantelamiento, Javier emula esta mansión como el Xanadú que su papá construyó. De ahí que dicha deconstrucción sirve para revelar cuestiones de su memoria.

Obviamente La sombra pasa a ser un documento sumamente personal por parte de su realizador, donde evoca la grandilocuencia e imponencia de dicha casa y la vida que llevaban. Pero haciendo énfasis en la parte política a las tendencias izquierdistas de su familia y allegados, amenazas de muerte incluídas. En cuanto a lo social, haciendo énfasis a la diferenciación de condiciones económicas existente entre ellos y las empleadas domésticas del hogar, esto dando o intentando dar la visión que de niños tenían.

Pero sin duda, de lo que habla más es de la figura de su padre, sobre la gran trascendencia que tuvo durante los 60, 70 y 80 dentro de la cinematografía nacional argentina, quien desde la productora Aries Cinematográfica se presentaban productos que iban desde las comedias sexys que buscaban simplemente generar taquilla, hasta obras de un corte más serios y donde Héctor destacó más con los ejemplos previamente mencionados.

Todo el metraje pasa a mostrar este hogar, bajo una perspectiva totalmente contemplativa, donde se van intercalando momentos de su construcción, de su época de mayor apogeo donde se realizaban fiestas, hasta el proceso de demolición ya mencionado. Muchas veces en silencio, donde el sonido resulta ser vital, hay un trabajo muy acertado en este departamento. La voz en off no podía ser otra que la del director del film al tratarse de un trabajo tan personal.