Algo muy gordo (2017)

Rodada como si fuera un “Cómo se hizo” esos documentales que se filman durante los rodajes de las películas y que sirven como promoción o extras en los dvds o blu rays, y que normalmente muestran todo lo bonito de los rodajes evitando mostrar los grandes problemas, broncas o desacuerdos durante la filmación.

El director Carlo Padial junto a Berto Romero han escrito un guión intentando buscar una nueva forma de comedia. El resultado es una película sosa, sin pizca de gracia y dejándote después de verla un regusto de que te acaban de tomarte el pelo.

Un rodaje dentro de un rodaje ha sido un recurso cinematográfico que ha dado buenos resultados y películas muy interesantes, no es este caso porque la película carece de un guión y es un conjunto de escenas sin ningún sentido. Hubiese funcionado como una comedia gamberra encima contando con el genial Carlos Areces y Carolina Bang pero trastoca un poco que tenga momentos tristes con algunos momentos cómicos que desafortunadamente no lo son.

Hay dos escenas que esbozas una media sonrisa con Javier Botet, por lo demás una película que no merece ni su estreno en salas. Pienso que el público puede salir horrorizado.

¿Sabes la sensación de estar esperando a que algo pase?
Pues éso es 'Algo muy gordo'. Me he quedado con una sensación extraña después de verla: no sé si se han reído de los espectadores o de ellos mismos, o quizás son ambas cosas. Lo que está claro es que da la sensación de que los chistes son entre ellos, como si hubiera hecho una peli-documental de un día intentando hacer una peli con mis colegas. Mucho moderneo, mucho ego y pocos gags que te saquen unas risas.