Un rayo de luz (1960)

La lluvia, el frío, la faldilla con sus picos bordados y el brasero. Queridos amigos, todos estos elementos son tan importantes como la propia Marisol, sus canciones y la película. Dicho de otra manera, El sexto sentido es a su final como el calor del hogar y el frío de la calle a Cine de Barrio. Uno no puede vivir sin el otro.

Esto va sobre todo para Neathara, ya que Tim dog ha demostrado conocimientos avanzados del cine patrio de los sábados por la tarde. Prueba de ello es la utilización prolífica que emplea de términos como: Barrio (cine de), Parada, pianista, camilla, Carmen Sevilla y/o similares.

Nethy, entiendo tu malestar ante este cine ya que tu "enemiga" (porque hay que ser mu mala persona para hacerte lo que te hizo esa demonio) te lo metió por los hocicos a una edad temprana. En la edad temprana normalmente se tiende a detestar este cine. Personalmente, a mí me empezó a gustar según me iba haciendo más mayor, es ley de vida, una ley y regla establecida: A mayor cantidad de años cumplidos, mayor regusto por el folcrore casposo. Dale otra oportunidad a esta pequeña que canta como los ángeles. Como ángeles con tono potente a lo "Manoooloo!", pero ángeles al fin y al cabo.

Estoy de acuerdo con vosotros en que es de poca humanidad hacer trabajar a los mocosetes con ánimo de explotación total, pero tened en cuenta que ya está hecho. Es decir, si la pobre Pepa se dejó la garganta y fue una desgraciadita a la que chuparon como a la cabeza de una gamba, reconozcámosle su mérito. A ver si encima ahora se lo vamos a tirar todo por el váter. ¡Santa Maradonna! nunca.

Además, Marisol no era una niña repollo. Era un poco "bola" (que se dice en mi pueblo). Por donde iba o era una huérfana, o la habían abandonado, o no la querían, o se aprovechaban de su torrente de voz y ¿qué hacía Marisol? Marisol siempre ponía la otra mejilla. Esto me hace reflexionar por si no le debemos encima poner en la categoría de Ejemplo. Y no sólo perdonaba y te quería por menos de nada (pobrecilla, necesitaba amor esta muchacha), sino que encima estaba siempre cantando para alegrar a los que la rodeaban. Eso sí, si la trataban mal, la trataban fatal pero si había alguno que la tratara bien... ¡es que la tenían en palmitas! Nada más que elogios le daban y hacía llorar a todos, pero llorar de ternura, que eso es mu complicao en los días que corren. Pa eso hay que valer. Y cantaba... ay jesús, cómo cantaba. Con un chorro de voz potente que no sé de donde sacaba.

En esta ocasión podemos deleitarnos con el corre corre caballito, con sus juegos de piratas, con sus ensayos de gato esmayao con esa tiesa profesora que la colocan, con su abuelito gruñón pero que se la pasa moqueando... Tantas cosas, tantas como la luz que le sale de sus ojos, tanta luz como cabe en un rayo... sniff

Con cariño para Neathara y Tim Dog ;)

A falta de espacio, buenos son spoliers así que la cancioncina inicial que coronaba la crítica se ha ido ella solita para aquellos mundos ocultos

... eso sí, es para los niños porque es muy simplona.

Esta fue la primera (y mejor) película de Marisol. Probablemente sea la única que merezca mínimamente la pena. Aquí Pepa Flores era por entonces una niña pequeña, muy pequeña; y como todas las estrella infantiles que se precien era mona y con talento y encajó perfectamente en el papel que la cinta pedía. Pero la pequeña luz que comenzaba a brillar en esta película, se fue difuminando y sus películas posteriores (ya sean en su etapa adolescente o adulta) dejaron mucho que desear.

En "Un rayo de luz" tenemos una buena película de entretenimiento infantil. Los actores sorprendentemente están muy bien todos ellos. El guión no es lo que se dice muy original ya que bebe del relato novelero de Heidi continuamente (siendo un batiburrillo de este con señorita Rottenmeier incluída). Esta película es el ejemplo claro del típico cine español de entonces: conservador, simplista, políticamente correcto y cargado de moralinas simplonas y diálogos más simples aun. Pero por otra parte es una película con un toque tierno, entrañable, ñoño y que busca la lágrima fácil (pero que no la consigue sacar). También se puede encontrar en esta cinta, a día de hoy, un halo nostálgico de como se vivía la infancia de entonces (con guerras de agua, merendolas, juegos en el campo...; en lugar de la playstation y el ipod).

En definitiva es una película entretenida que cumple su objetivo, pero que peca de inocente y no tiene mucha profundidad. Además de tener escenas simplonas sin ningún nexo de unión (Marisol hace amigos por arte de magia, el abuelo cambia de personalidad en cuestión de segundos, resulta que en Italia todos hablan español, etc).

Es obvio que va dirigida a un público concreto, un público infantil e inocente que cada vez tiene una edad más baja. Yo la disfruté cuando era muy niña, no lo niego, ahora me parece bastante tonta pero sigue entreteniendo ya que no es un pestiño largo. Y puedo decir sin ningún rubor que a pesar de esto, esta película es mejor que muchas de las bazofias que nos ofrece a día de hoy el cine español.

Lo mejor: Marisol (a quien la guste).
Lo peor: No es lo que se dice (ejem) muy profunda.