El único superviviente (1985)

Lo mejor de este filme es el final, cuando empiezan aparecer los nombres de los actores y demás rotulos, sobre una panorámica espléndida que no es propia de este mundo pero sí bella y factible de otro.

El argumento no está mal, es incluso en gran parte de la película tan interesante y cautivador de atención como otras cintas anteriores y posteriores que tocan este mismo tema, es decir, la hipotética situación de despertar y hallarse solo o casi en la ciudad donde uno vive, convirtiéndose uno de repente en dueño y señor de supermercados, gasolineras, bancos, carreteras, vehículos, terrenos, mansiones, etc., porque no se ve a nadie más por los alrededores.

¿La soledad? Pues sí, ¿pero de hecho en medio de nuestro actual mundo con 6500.000.000 de seres humanos quién no está solo? Por tanto, la soledad de quedar prácticamente como único superviviente de la ciudad o país donde se vive, puede incluso ser más llevadera y entretenida.

Fej Delvahe

Película extraña donde las haya, atípica y original, que no deja de ser un embolado cerebral considerable. Aún con la ausencia de un final explicable y permitiéndose unos cuantos cambios con respecto a la novela, la película mantiene el interés todo el rato, por encima de sus cuestionables intérpretes (sobre todo la olvidable Alison Routledge).

Thriller ochentero con tintes catastrofistas y de ciencia ficción, con un montaje un tanto ridículo pero con unas intenciones muy sanas y aplaudibles en un concepto muy original. La película cuenta con la duración justa y trata muchos temas muy coherentes, la locura de la soledad en un planeta entero o el evidente triángulo amoroso que se crea entre los tres únicos supervivientes.

Si bien es cierto que el argumento es bueno, todo es demasiado confuso y falto de explicación, sobre todo el ya mencionado final que abre un abanico de posibilidades para el espectador, creando cada uno su propia visión del mismo. Aún así esto tiene su encanto y no desmerece el resto de la película, que a veces se hace un poco empalagosa con las relaciones entre los protagonistas pero que mantiene ese interés en toda su duración.