Esposa de día, amante de noche (1977)

Triste época para el cine patrio la del Destape. Una generación de actores, buenos o no, como ahora, acabaron atrapados en la telaraña de este tipo de cine y luego fueron despreciados, en un 90 % de todos ellos, por los cineastas de los gafapastas. Los actores tienen la mala costumbre de comer y pagar facturas, y aunque les hubiese gustado rodar adaptaciones de Ibsen, les tocó el amargo trago de rodar lo que el zafio público español pedía, tetas, culos y fornicación, no siempre en ese orden. Igual les ocurrió a directores como Aguirre y tantos otros.

Este bodrio es un claro ejemplo de este tipo de filmes. La popularidad que Paco Cecilio, el protagonista, alcanzó en el Un, dos, tres solo le sirvió para salir en slips en escenas de cama, mientras que la Faltoyano, otrora musa de Garci, se vio en la tesitura de mostrarnos sus encantos en un estúpida historia sobre una pareja enamoradisima tentada por las infidelidades, con un generoso do de pecho en las numerosas escenas de catre.

Como muestra de escena ridícula la que nos muestran a los dos Tortolitos que se llaman al trabajo y se escapan del mismo para echar un polvete a media mañana. Y así todo.

Que triste. Que desperdicio de talento. Que nivel el del público, que asociaba democracia con ver las domingas de las actrices del cine español. De todas ellas.