Científicamente perfectos (1997)

Sorpresa realmente grande es la que me he llevado con Francesc Capell que, consciente de sus limitaciones dentro de esta serie B, se decanta por darle un aire mucho más fresco y peculiar, dibujando el caracter de ese protagonista que actúa con tanto desparpajo y dándole, prácticamente, las mejores secuencias y frases del guión, haciendo así que sólo por su protagónico "Científicament perfectes" merezca la pena.

La escasez de medios se nota en casi todos los aspectos del film: el modo de economizar los planos (sobretodo durante su inicio), la precariedad de unos efectos especiales de lo más curiosos pese a sus limitaciones, las interpretaciones de unos actores nóveles (exceptuando Paul Naschy, evidentemente) a los que hasta se les nota cierto acento catalán en algunos momentos, un guión no demasiado trabajado que tiende a la sencillez, etc...

Es, sin embargo, el trazo grueso y prácticamente macarra de Capell en el momento de urdir diálogos y resultar atrevido (con el posible inconveniente de poder quedarse en burdo y pueril, cosa que aquí no sucede en ningún momento, y eso ya es mucho decir), lo que realza su propuesta y la transforma en un entretenimiento divertido y acertado a todas luces.

Puede que, en su tramo final, sea cuando más se enmarañe, al intentar tomar un discurso medianamente serio y querer darle algo de entidad a lo que sucede y a las situaciones vividas por sus personajes (en especial, Xavi F.), además de exponer ciertas justificaciones que no llegan a ser del todo necesarias, pese a ello, la cinta se erige como un mecanismo de lo más eficaz en el momento de ofrecer buenas dosis de humor y saltar a la palestra con un elenco de personajes cachondos (incluyendo estereotipos como el poli macarra) que podría incluso haber trazado De La Iglesia.


"El mundo está lleno de tiranos, asesinos y usureros poderosos, ¿por qué la tomas conmigo?"

Busque los títulos que componen el panorama de cine de ciencia ficción español:
“3 días” de F. Javier Gutiérrez, “Los Cronocrímenes” de Vigalondo, “Santos” de Nicolás López…pero ¿qué había antes? Existían piezas de zafiedad de cutrez como “El hombre perseguido por un O.V.N.I.”, “El E.T.E. y el Oto”, y también nuestras obras maestras como “Supernova”, “La lengua asesina” o “El caballero del dragón”. Si no fuese por la irregular e interesante “Acción mutante”, los origines de Vicente Aranda en “Fata/Morgana” y la fallida “Atolladero”. Allí emerge “Científicamente perfectos”, calificada en su momento como la “Blade Runner” española por completa ausencia de competencia.

Científicamente imperfecta por no disponer de apenas medios tardó en rodarse tres años y habla sobre genética, estética y drogas. Tiene al homenaje del género pero consigue un estilo propio recuperando además Paul Naschy. Estrenada en la semana de cine fantástico y de terror de San Sebastián “Científicamente perfectos” queda como contrapunto al cine subvencionado pese a repetir “Forever Young” de Alphaville durante prácticamente ¡todo el metraje!